Fuentes del Derecho Ambiental, La Constitución del Ecuador.
En concordancia con una nueva forma de pensamiento a nivel nacional e
internacional, que prima la conciencia ambiental, y la conservación de la naturaleza otorgándole derechos, tema que se ha venido explorando en varios sistemas jurídicos del mundo, la República del Ecuador mediante su Constitución del año 2008, se convierte en uno de los primeros países en el mundo, en reconocerle dichos derechos a la Naturaleza. El Derecho Ambiental en el país, toma como una de sus varias fuentes a lo establecido en la Constitución de la República, basándose especialmente en lo que establece el Artículo 14, que “reconoce el derecho de la población a vivir en un ambiente sano y ecológicamente equilibrado, que garantice la sostenibilidad y el buen vivir, sumak kawsay. Se declara de interés público la preservación del ambiente, la conservación de los ecosistemas, la biodiversidad y la integridad del patrimonio genético del país, la prevención del daño ambiental y la recuperación de los espacios naturales degradados”, lo establecido en el Art. 71 de la Carta Magna que señala: “La naturaleza o Pacha Mama, donde se reproduce y realiza la vida, tiene derecho a que se respete integralmente su existencia y el mantenimiento y regeneración de sus ciclos vitales, estructura, funciones y procesos evolutivos…”, entre otros artículos importantes que pueden servir de base para la generación del Derecho Ambiental en el Ecuador. El medio ambiente, convertido ahora en un derecho fundamental, exige la protección por parte del estado e implica varios deberes por parte de los ciudadanos, por tanto, requiere normas que establezcan la manera en que el estado lo defenderá, normas que deben sistematizarse a nivel nacional e internacional enmarcadas en el Derecho Ambiental, además la creación de organismos de protección, y la instauración de procedimientos que faciliten y articulen la manera de exigir tales derechos. Dada la constitucionalización del medio ambiente, se exige la creación de derechos colectivos nuevos y su establecimiento como un derecho humano fundamental, de aquí obviamente, surgirá el derecho ambiental, ya que se justifica un interés jurídicamente tutelable, o un interés al cual el estado le debe protección. En la coyuntura mundial actual, donde se prima el desarrollo económico y tecnológico de los países, en algunos casos sin control y sin medir el daño ambiental causado, ya que urge la explotación de las materias primas provistas por la naturaleza, se pone en riesgo la propia existencia de la especie humana en el planeta. Por tanto, se hace urgente desarrollar medios de conciliación entre en desarrollo económico y el medio ambiente, ya que la sobre explotación del mismo, podría causar un efecto no deseado como la destrucción de la naturaleza y del modelo económico por la sobre utilización y explotación de los recursos naturales renovables y no renovables del medio ambiente. La Conferencia de Estocolmo de 1972, consagró al medio ambiente como un derecho fundamental y una condición de mejoramiento de vida, bajo la visión del desarrollo sostenible, esta declaración sostiene que: “El hombre tiene el derecho fundamental a la libertad, la igualdad y el disfrute de condiciones de vida adecuadas en un medio de calidad tal que se le permita llevar una vida digna y gozar de bienestar, y tiene la solemne obligación de proteger y mejorar el medio para las generaciones presentes y futuras”. El Capítulo sétimo de la Constitución del Ecuador, denominado “Derechos de la Naturaleza”, establece los Derechos de la Naturaleza en los artículos 71, 72, 73 y 74. En ellos se involucra también a las personas, comunidades, pueblos y nacionalidades con la responsabilidad de representar los derechos aquí consagrados y exigir a la autoridad pública el cumplimiento de los derechos de la naturaleza. También les da la oportunidad de beneficiarse de la obtención de las riquezas naturales que les permitan el buen vivir, aclarando que “los servicios ambientales no serán susceptibles de apropiación; su producción, prestación, uso y aprovechamiento serán regulados por el Estado”. Como conclusión se podría indicar que la Constitución de la República del Ecuador, ha sido una de las pioneras en reconocer y garantizar derechos constitucionales a la naturaleza, el derecho a su existencia y el derecho a su restauración. Estableciendo también los deberes que el estado y los ciudadanos deben tener en cuenta en el marco del respeto a la naturaleza. Estos son temas que deben ser aterrizados a la realidad del día a día, ya que existe una distancia muy grande entre el reconocimiento formal del derecho ambiental y su aplicación práctica. Las instituciones a cargo del manejo ambiental en nuestro país, ministerios, municipios, consejos provinciales, etc. no asumen con responsabilidad sus competencias minimizando la importancia del cuidado del medio ambiente. En muchos casos son los mismos entes públicos que están llamados a cumplir los lineamientos constitucionales y controlar el cumplimiento de la legislación ambiental, quienes la desobedecen y generan mayor contaminación, por ejemplo: en el manejo de la basura por parte de los municipios. La cultura popular dice que “de buenas intenciones está empedrado el infierno”, lo planteado en la Carta Magna de la República del Ecuador es un gran avance teórico en cuanto a derechos ambientales, al cuidado de la naturaleza, el amor a la Pacha Mama, y a quienes viven en ella, incluyendo aquí a los pueblos y nacionalidades que dicen protegerla, sin embargo, aún siguen las malas prácticas de explotación del petróleo y mineras, por ejemplo, con la venia del estado. Mientras no se establezcan instrumentos eficientes que pongan en práctica lo que se predica, será solo letra muerta.
BIBLIOGRAFÍA:
MACIAS, L. EL CONSTITUCIONALISMO AMBIENTAL EN LA NUEVA
CONSTITUCIÓN DE ECUADOR. UN RETO A LA TRADICIÓN CONSTITUCIONAL. Iuris Dicto, Vol. 14. MILA, F. YÁNES, K. (2020). EL CONSTITUCIONALISMO AMBIENTAL EN ECUADOR. Actualidad Jurídica n. 97, Sección “Artículos doctrinales” Constitución de la República del Ecuador. Quito: 20 de octubre de 2008. VÁZQUEZ, E. (2018). “LOS DERECHOS DE LA NATURALEZA, SUS FINES TELEOLÓGICOS Y EL BUEN VIVIR.” Ambato: Uniandes. pág. 1-63.