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PROPIEDADES DE LOS NANOMATERIALES

INTRODUCCION
La nanotecnología se sirve de objetos o artefactos de muy reducido tamaño. Los
nanomateriales son un producto nanotecnológico de creciente importancia. Contienen
nanopartículas, de un tamaño que no supera los 100 nanómetros al menos en una
dimensión.
Los nanomateriales empiezan a utilizarse en campos como el sanitario, la electrónica y la
cosmética, entre otros. Sus propiedades físicas y químicas suelen diferir de las de otros
materiales a granel, por lo que requieren una evaluación de riesgos especializada. Esta debe
cubrir los riesgos para la salud de los trabajadores y los consumidores, así como posibles
riesgos medioambientales.
Esto se lleva a cabo actualmente caso por caso, pero deben irse actualizando los métodos de
evaluación de riesgo debido a la mayor generalización de uso de los nanomateriales, sobre
todo ahora que se están abriendo camino hasta llegar a los productos de consumo.
¿Qué son los nanomateriales?

La nanotecnología consiste en el diseño y la producción de objetos o estructuras muy


pequeños, inferiores a 100 nanómetros (100 millonésimas de milímetro).
Los nanomateriales son uno de los productos principales de las nanotecnologías, como
partículas, tubos o fibras a nanoescala. Las nanopartículas generalmente se definen por ser
menores de 100 nanómetros en al menos una dimensión.
A medida que la nanotecnología avanza, se van encontrando aplicaciones para
los nanomateriales en el cuidado de la salud, la electrónica, los cosméticos, los textiles, la
informática y la protección medioambiental.
Las propiedades de los nanomateriales no están siempre bien identificadas y requieren una
valoración de los riesgos de posibles exposiciones que surjan durante su fabricación y uso.
La descripción de un nanomaterial debe incluir el tamaño medio de sus partículas, teniendo
en cuenta la agrupación y el tamaño de las partículas individuales y una descripción de la
distribución por tamaño de las partículas (el rango de las partículas presentes en la
preparación, desde la más pequeña a la mayor).
Las valoraciones detalladas pueden incluir la siguiente información:
1. Propiedades físicas:
Tamaño, forma, superficie específica y proporción entre anchura y altura
Si se adhieren unas a otras
Distribución según el tamaño
Lisura o rugosidad de su superficie
Estructura, incluida la estructura de cristal y cualquier defecto de cristal
Su capacidad para disolverse
2. Propiedades químicas:
Estructura molecular
Composición, incluida su pureza y cualquier aditivo o impureza conocidos
si se encuentran en estado sólido, liquido o gas
Química de superficie
Atracción de moléculas de agua y de aceites o grasas
Existen diversas técnicas para rastrear nanopartículas y se están desarrollando otras nuevas.
También se están desarrollando métodos realistas de preparación de nanomateriales para
probar sus posibles efectos en sistemas biológicos.

APLICACIONES
Nanomateriales
De todas las posibles aplicaciones de la nanotecnología, la fabricación de
nanomateriales la que más rápidamente se ha hecho un hueco importante en las industrias.
A lo largo del siglo XX, se había logrado producir a escala industrial muchos tipos de
materiales, sin que importase tener un preciso control de sus propiedades a escala
nanométrica. Sin embargo, ya sabemos que cuando estos mismos material es se sintetizan
con tamaño nanométrico suelen mostrar cambios apreciables en sus propiedades. Es toda,
que en principio pudiera parecer un inconveniente, es el punto clave que hace que la
nanotecnología tenga sentido, ya que nos permite fabricar materia les con propiedades
diferentes con tan sólo controlar su tamaño a escala nanométrica . Sabemos que un
material sintetizado con dimensiones nanométrica s (lo que llamamos un nanomaterial)
tiene gran superficie relativa (relación entre superficie y volumen), lo que permite
aumentar su reactividad. Los nanomateriales también empiezan a manifestar
comportamientos mecánicos, ópticos, o eléctricos diferentes a los de sus “hermanos
mayores”. En otros casos se han sintetizado materiales completamente nuevos que son
propios de la nano escala y no tienen equivalentes macroscópicos, como ocurre con los
nanotubos de carbono. Otros nanomateriales se caracteriza n por tener en su interior
oquedades o poros de forma controlada y tamaño nanométrico. Nos referimos a los
materiales nanoporosos, que comienzan a ser utilizados para almacenar moléculas
peligrosas, para filtrar sustancias nocivas, etcétera. También se pueden usar para fabricar
células de combustible y baterías alcalinas. En algunos casos, las grandes superficies
internas de estos materiales nanoporosos permiten que más reactivos se anclen sobre las
mis-mas, aumentando la velocidad de las reacciones químicas, es decir, sirven de
catalizadores. Los más conocidos son las zeolitas, que se usan en el refinado del petróleo
y de sus derivados. No olvidemos mencionar que las nanopartículas también se pueden usar
como catalizadores en multitud de reacciones químicas. En otros muchos casos, se
necesita modificar las propiedades iniciales de un material de partida (llama do mate -rial
matriz) mediante la incorporación de pequeñas cantidades de ciertos nanomateriales. Por
ejemplo, un adhesivo convencional fabricado con cierto polímero puede cambiar sus
propiedades, como la resistencia a fractura o el punto de fusión, gracias a la adición de
pequeñas cantidades de nanopartículas. Esto también se logra incluyendo nanotubos de
carbono en fibras de vidrio, fibras de carbono u otros materiales. Si las partículas que se
añaden absorben la radiación ultravioleta el material matriz cambiará sus propiedades
ópticas, si dichas nanopartículas son hidrófobas (repelen el agua) el material resultante no
se mojará tan fácilmente, y si poseen carácter bactericida el material tendrá utilidad en
aplicaciones sanitarias o quirúrgicas. Por lo tanto, los nanomateriales y nanopartículas
permiten cambiar las propi edades de materiales ya existen tes. También se suele hablar de
la “sintonización” a voluntad de dichas propiedades. No debemos dejar de mencionar que la
naturaleza es una fuente inagotable de inspiración para diseñar nuevos materiales. Se dice
que lo “nano” aprende de lo “bio”. En muchos casos, entender el funcionamiento de un
material creado por la naturaleza, permite trasladar algunos conceptos a otro ámbito de
aplicación. Por ejemplo, una de las aplicaciones recientes de la nanotecnología ha
consistido en la fabricación de un plástico transparente tan resistente como el acero. Para
ello se ha imitado la estructura molecular de las conchas marinas, mediante nano capas de
arcilla y de un polímero orgánico que actúa como pegamento (una especie de novedoso
“nano velcro ”). El resultado es un material que, además de muy resistente y transparente,
es totalmente biodegradable y por tanto respetuoso con el medioambiente. Sus aplicaciones,
ya en desarrollo, incluyen la fabricación de tejidos y trajes de seguridad, capas de
blindaje p ara vehículos, sustitutos del vidrio en ventanas o cúpulas, y diversos tipos de
biosensores. La tela de araña (a la que dedicamos un cuadro específico anteriormente), las
estructuras ramificadas de las patas de los tritones, las estructuras hidrófobas de la flor de
loto, etcétera, son ejemplos que la naturaleza pone a nuestra disposición para diseñar
nuevos materiales. Nanoelectrónica Como se ha mencionado en el capítulo 6, la
nanotecnología nos va a permitir fabricar dispositivos electrónicos cada vez más diminutos
y potentes, lo que ayudará a profundizar en la implantación delo que s e ha dado en llamar
“sociedad digital”. En un futuro no muy lejano se integrarán en un único dispositivo
algunos equipos como teléfonos móviles , ordenadores, reproductores de música y video
sintonizadores de radio y televisión, agendas, sistemas de correo electrónico, sistemas de
control remoto sistemas de localización GPS, sensores de temperatura corporal, etcétera.
Los equipos dispondrán de pantallas flexibles, ultra delgadas, plegables u enrollables, y
su procesador y sistema de almacenamiento estarán ubicad os en un minúsculo rincón del
aparato, por ejemplo el propio interruptor de encendido, o se encontrarán distribuidos
formando parte de la propia pantalla o carcasa. Los teclados se integrarán en las pantallas,
que serán táctiles y obedecerán instrucciones vocales. Tampoco hay que descartar que la
pantalla, el procesador, y los sistemas de comunicaciones lleguen a estar integradas en
unas gafas o unas lentillas. ¿Estamos muy lejos de todo esto? Es difícil dar fechas, pero se
camina en esta dirección de forma imparable. Las pantallas flexibles ya han salid o al
mercado de la telefonía móvil a finales de 2007. Si escudriñamos lo que se hace en los
laboratorios, encontramos más y más pistas que nos indican cómo será el futuro. Por
ejemplo, investigadores de la universidad de Illinois en EE. UU. han sido capaces de
fabricar una radio del tamaño de un grano de aren a usando nanotubos de carbono. En la
Universidad de Washington, un equipo de científicos h a desarrollado unas lentillas que
integran circuitos electrónicos y diodos “ led s” que nos muestran una pantalla con
información. El siguiente paso es que la lentilla tenga conectividad a Internet !Estos
nuevos equipos traerán importantísimas consecuencias en todas las actividades del ser
humano .Sin embargo, la revolución en el ámbito de la nanoelectrónica está ocurriendo de
forma suave y continua da, ya que el ritmo de novedades que surgen día tras día se
mantiene constante desde hace muchos años. Ahora parece normal que vivamos inmersos
en ese continuo cambio. De nuevo, otra consecuencia de la ley de Moore.

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