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Cap tul o 7

ARQUEOLOGíA DEL PIEDEMONTE AMAZÓNICO


PUTUMAYO (COLOMBIA)

ARTURO OFUENTES
Departamento de Humanidades y Letras
Universidad Central
cifuentesart@hotmall.com

Introducción
La información arqueológica que actualmente tenemos sobre el citado
departamento se basa en trabajos de impacto ambiental ejecutados por varias empresas
dedicadas a la actividad petrolera, proyectos de hidroeléctricas, aperturas de carreteables,
líneas de interconexión eléctrica entre otros (Figura 1).

Figura I
Área del piedemonte del Putumayo (Colombia)

Mum ipio de PUERTO AST,


I

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,
Municipio de VAf DEL GUAMUES
114

Hoy en día conocemos informes efectuados en diferentes municipios y variados


paisajesen los cuales las muestras arqueológicas se han venido registrando. si bien no existen
trabajos en detalle de excavaciones en área, la información obtenida por los equipos de
investigadores permiten generar una importante fuente bibliográfica en tomo a los vestigios
materiales de los diversos grupos prehispánicos que dejaron lasevidencias como manifestación
de su paso por la importante región de la selva y el piedemonte del departamento.
A su vez los esfuerzos investigativos generados por los historiadores han aumentado
la información que se puede cotejar con los sitios arqueológicos registrados, planteando en
los resultados varias preguntas relacionadas con los orígenes de las migraciones regionales.

Los Paisajes y los Asentamientos

Las características generales de los paisajes del piedemonte del Putumayo se hayan
asociados a los sedimentos de acumulación fluvial y marina, con dominio de arcillas y
conglomerados. El departamento se enmarca hacia el norte y sur por los ríos Caquetá y
Putumayo que con sus múltiples afluentes van a desembocar al Amazonas. En la región hay
una lluvia media anual mayor a 4000 milímetros y temperaturas superiores a 26° e La
permanente pluviosidad en el piedemonte hacen de la región una de las más lluviosas del
mundo en donde las características de la flora y por ello de la fauna son de gran riqueza e
importancia por el acelerado ritmo natural. Por lo general, hay dos épocas de lluvia de abril
a junio y de octubre a noviembre. La época "seca" estaría presentándose de diciembre a
febrero y de julio a septiembre.
Los suelos varían de muy superficiales a moderadamente profundos y bien
drenados; donde predominan las texturas de medias a finas. La pendiente topográfica
oscila entre el 15% y el 40%. Hay también suelos desarrollados en terrazas, diques,
vegas y otras formas aluviales pobres en bases (IGAC 1979: 238, 1989).
De acuerdo con los análisis efectuados por Andrade, Hurtado y Torres, en los
valles menores con influencia coluvial, que son aquellas unidades geomorfológicas formadas
por la acción de pequeños ríos y quebradas, se encuentran suelos cuya característica
principal es su baja profundidad efectiva, que varía de superficial a muy superficial" (Andrade
et al. 1992: 242). Botero (1984) señala que en estos valles secundarios existen condiciones
muy diversas en cuanto a tipos de materiales, proceso erosivo-sedimentario y formas
típicas (Typic Psommoquent, Typic Dystroppept y Tropic Fluvoquent).
A su vez, anotan los investigadores Andrade, Hurtado & Torres que las terrazas y
superficies ligeramente planas a onduladas, están formadas por la acción del transporte y
sedimentación de materiales en las llanuras aluviales en tres niveles, de acuerdo con su
posición relativa respecto al nivel del río y al grado de disección; poseen además suelos
exentos de inundaciones, pero sujeto a encharcamiento en las depresiones. Se caracteriza
por ir de textura finas a medias, con sectores arenosos a francoarenosos, superficiales a
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moderadamente profundos y media a alta toxicidad por aluminio y baja fertilidad (Oxic
Dystropept, Troptic Fluvoquent, Aquic Hoplorthox, Typic Plinthoquox entre otros).
La vegetación en su mayoría, está compuesta por especies arbóreas con diámetros
superiores a I metro y alturas totales hasta de 40 metros. Los árboles presentan fustes
rectos, cilíndricos, con abundancia de lianas, bejucos y epífitas. el dosel superior es cerrado,
con un sotobosque alto y denso (IGAC 1979). En el municipio de Orito el paisaje
corresponde a lamerías y terrazas aluviales cercanas a los ríos Orito, Quebradón y Caldero.
En muchos de estos sitios existen chuquias (represamiento de aguas en las terrazas) y
cauces menores por alta pluviosidad.

El bosque con su multiplicidad de riqueza en maderas, plantas medicinales, fauna


y el río por lo general, constituyen una de las razones de las permanentes migraciones de
grupos humanos, de selvas aluviales y de las montañas a través de la historia y fue así
como desde tiempos prehispánicos e históricos se produjeron oleadas de poblamiento,
utilizando los diversos ríos hacia las zonas de montaña. De acuerdo con los estudios del
IGAC (1979: 138) el bosque alto se desarrolla sobre superficies con disección abundante
y profunda, ocasionada por la erosión hídrica en suelos fácilmente erosionables, En el
piedemonte de la cordillera y en el ascenso, se aprecian variedad de aterrazamientos
naturales aptos para la ocupación humana. Los vestigios arqueológicos evidencian una
ocupación de las terrazas cercanas a los ríos, donde las fuentes de agua constituyen los
ejes de penetración hacia las regiones del piedemonte.
En el municipio de Orito la pauta de ocupación que se conoce se enmarca en
parte por los ríos Orito, Quebradón, Caldero, Guamués, Churiyaco, SanJuan y lasfuentes
de agua tributarias, como la quebrada la Cristalina, presentando por los lamerías y
explanaciones en diferentes tramos de estos caudales de agua; por ejemplo en el sitio de
Campomulas en la medialuna que forma el río Orito, se aprecian varias terrazas escalonadas
en las cuales los tiestos son abundantes. En el aterrazamiento más alto del lugar. de acuerdo
con las evidencias, se observa una ocupación longitudinal con vista al río y la ceja de selva
hacia la parte posterior, ésta se extiende en cientos de metros a lo largo del río Orito.
desde la caída del aterrazamiento hacia la parte posterior. Las muestras se encuentran en
un área entre 20 y 27 metros aproximadamente, delimitado por chuquias,
Cabe señalar que los análisis arqueológicos de otras regiones del piedemonte.
específicamente en el río Napa, donde abordan la problemática de patrones de ocupación
en la amazonia, tienden a estar formados por largas aldeas lineales a lo largo de los ríos
(Evans & Meggers 1968), patrón que pudo desarrollarse igualmente en el municipio de
Orito. El paisaje está compuesto de lamerías escalonados con terrazas hacia la montaña,
que probablemente pudieron haber sido ocupados en la antigüedad en pequeños espacios.
como sería el sitio Monserrate. en la vereda del mismo nombre, enmarcadas por cauces
de quebradas.
116 !\rluro c.:fu0ntc')

Las Evidencias Arqueológicas en el Municipio de Orito

El material cerámico recuperado en el municipio de Orito. sumados a las características del


paisaje. aportan nuevas informaciones a la comprensión de la arqueología del Putumayo, los
fragmentos son propios, de acuerdo con los elementos diagnósticos, a cerá-micas agrupadas en
complejos registrados en proyectos de investigación anteriores en el Alto Caquetá y Medio Putumayo.
En trabajos de reconocimiento arqueológico como los adelantados por Patiño 1995,
Alarcón & Cifuentes (1995) y en el análisis sobre la temática, Llanos & Alarcón (2000) definieron
varios complejos cerámicos.
En Orito uno de los complejos identificados corresponde al denominado Mocoa, el cual
agrupa varios tipos cerámicos usuales en la parte Media del Putumayo, en dicho complejo se
inscriben los grupos cerámicos Café Alisado Simple, Corrugado e impresión vegetal los cuales
están presentes en los yacimientos del municipio de Orito, es decir en las terrazas cercanas al río
Orito y en parte del río Quebradón.
La importancia de dicho complejo en el registro arqueológico del piedemonte de la cordillera
en el Putumayo, consiste en aportar información en torno a lasdinámicas de migración y movilidad
de los grupos indígenas en la región, con respecto a la procedencia que tenían de las zonas de
piedemonte selvático del Ecuador. Hoy de acuerdo a los diferentes proyectos conocemos su
registro en los ríos Guamués (Uribe 1980-1981). yel río Vides (Alarcón & Cifuentes 1995,
Llanos & Alarcón 2000, Becerra 1998). Además de las evidencias encontradas hacia los municipios
de Villa Garzón y Puerto Caicedo, en lasterrazas aledañas al río Vides hasta su desembocadura en
el río San Juan.

De acuerdo con varios informes sobre el río Vides existe en las veredas Santa Teresa,
Playa Larga y Siloé, un área de petroglifos, once en total. con grabados de gran interés. La
importancia de este sector se debe a la presencia, además de los petroglifos, de sitios de habitación
con una estratigrafía conservada y algunos enterramientos. El material arqueológico identificado
se caracteriza por una cerámica fragmentada donde predomina la decoración corrugada, materiales
líticos, hachas, barretones, metates y piedras de moler (A1arcón & Cifuentes 1995, Anónimo
1996). También hay material arqueológico en el municipio de La Hormiga (Zuluaga 200 I ), yen el
río Orito (Rubiano & Caro 200 1). Dicha problemática analizada en sus inicios por Victoria Uribe
( 1980-198 1) planteaba la similitud con la cerámica previamente excavada y contextualizada en la
vertiente amazónica del Ecuador por Pedro Porras. Igualmente la información se ha asociado en
parte con la documentación histórica analizada por Llanos & Pineda (1982), Pineda (1985) Y
Ramírez (1992, 1996); en sus planteamientos los investigadores han considerado que las
migraciones hacia el piedemonte amazónico son producto del movimiento de grupos indígenas de
selva, en busca de nuevos nichos ecológicos y del contacto con los grupos propios de la montaña
yel Macizo Andino. Aun así, se debe tener en cuenta que existe propuestas como las de C1ifford
& Meggers ( 1968) quienes señalan la posibilidad de migraciones de lazona andina hacia el piedemonte
y plano amazónico, en el caso del sur de Colombia, a través de los ríos Putumayo y Caquetá.
Los análisis del material recolectado en los diferentes pozos de control y las unidades de
excavación en Grito, han permitido identificar fragmentos cerámicos con diferentes baños en la
superficie: roja y café y una en particular de color negro, ahumada, que por lo general contiene
muestras de hollín en la cara extema, esta cerámica presenta el motivo corrugado o impreso. Parte
de los complejos referenciados para el Putumayo y el eje del río Caquetá en su tramo alto están
presentes en Grito. Los complejos que se analizan corresponden al Mocoa y al Santa Rosa Cabe
destacar la presencia de una muestra de baño roJo con pintura blanca asociado a la cerámica descrita
par'a los grupos referenciados en una muestra recolectada en la vereda Siberia. La cerámica roja y
pintada es la más escasa en la colección excavada, solamente se localizó un tiesto de dicho tipo en
el primer corte de Campomula. La cerámica pintada se ha localizado en las terrazas de los ríos,
espeCialmente en el Guamués.

Cortes y Estratigrafía en el Municipio de Orito

Durante el reconocimiento se efectuaron cortes en sectores de los aterrazamientos


del río Grito (sitio Campomula) y Quebradón. Así mismo se realizaron en un sector de la
vereda Monserrate, enmarcado por rocas que forman un espacio semi circular.

Corte l. Ríos Orito y Quebradón

El corte de l. 50x I ,50 metros, se efectuó en un sector del aterrazamiento cercano al río
Grito localizado a 356 msnm, obteniendo una muestra medianamente representativa de
fragmentos y líticos.

La estratigrafía del corte corresponde a: l. Una capa de suelos con humus, 2. Una de
suelos de tonalidad café, y por último 3. Una de tierras pardas, arcillosas con muestras cerámicas, la
cual se profundiza hasta los 60 cm. En este corte se llevaron niveles de 10 cm. de profundidad.
De acuerdo con la evidencia cerámica se puede inferir que hubo una ocupación densa en el
nivel51a cual decrece hacia los niveles superiores. Este nivel puede coincidir con un despoblamiento
del lugar por la actividad agrícola entre otras razones, situación que es usual en la amazonía, donde
se abandona el sitio en la medida que se agota el suelo, el cual es pobre en componentes y nutrientes.
La cerámica de color negro tiene un grosor en las paredes de 4mm a 6 mm, la café desde
4mm hasta I .3 cm y la roja entre 4mm y I .7 mm. Hay fragmentos con baño café externo y negro
intemo con paredes de espesor cerca a los Smm. Los desgrasantes en la cerámica café son de
grano grueso sobresaliendo en la superficie, en la roja por el contrario el desgrasante es fino y el
acabado de la superficie del tiesto es pulido. La cerámica negra cubre las dos particularidades. Los
diámetros de las bocas de las piezas están entre los 10 Y 20 cm. En la decoración se aprecian
fragmentos perforados e impresión digital. Los elementos líticos son cantos rodados y partes de
núcleos en roca ígnea de color negro con posibilidades de uso corno: punzones y pequeños
cortadores. Por lo general la industria lítica no es representativa.
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Corte 2. Río anto: Sitio Campomula

Terraza I
Se efectuó el corte (1x 1 m) en uno de los aterrazamientos, este fue el segundo corte en
el río en dirección a la terraza alta del arito, que forma una curvatura en "U" con tres niveles de
aterrazamiento. Este lugar, está localizado a 356 msnm y distante 30 mts del río. Elárea aproximada
del sitio es de 50 x 50 mts. Los elementos por lo general se localizan hacia la pequeña caída del
aterrazamiento. La estratigrafía corresponde a una capa húmica, precedida de latierra marrón en la
cual se depositaron las muestras y una última que se observa en los perfiles naturales constituidas
por cantos rodados y grandes piedras.

Cerámica
Los tiestos se agruparon en tres grupos de baño, de acuerdo con el color de la superficie:
café, rojo y negro. En el grupo negro los bordes son redondeados evertidos, en ocasiones
planos. Después del borde se generaliza la fractura de la pieza, ya que en éste sector se inicia el
enrollado que por lo general presenta decoración corrugada y en algunos casos impresión de
tejido o vegetal. Las inclusiones de la pasta permiten ver granos gruesos de cuarzo lechoso y
transparente, además mica e inclusiones de calcita. Las huellas de carbón en las piezas son
frecuentes, especialmente en la cerámica corrugada negra y en algunos casos en la café. En la de
baño rojo no es evidente la huella del carbón. Los grosores de las paredes en la cerámica
corresponde a: negra entre 5mm hasta 1cm la café entre 4mm hasta 1cm y la roja de 4 mm a 7
mm. Los bordes de las piezas están entre 20 y 30 cm. Entre las formas se aprecian platos o

budares, ollas globulares y cuencos.

Líticos
Entre los elementos líticos se destacan lascas, cantos rodados y partes de núcleos. En los
más representativos se identificaron tres raspadores, que por la actividad pesquera que se
desarrolló en el pasado, no es extraño encontrarlos ateniéndonos a las descripciones de frailes
y viajeros del período colonial, quienes relataban que uno de los recursos de muchos indígenas
era la pesca (Figura 2).

Corte 3. Rió arito: Sitio Campomula

Terraza 2
En dos pozos efectuados en un sector del borde del aterrazamiento, se obtuvieron
cerámicas fracturadas, líticos, carbón y dos semillas, una de lascuales corresponde al denominado
"ojo de buey", cuyo bejuco es utilizado para amarrar y hacer canastos, tradicionalmente la semilla se
usade contra para la mordedura de serpiente y en collares. La estratigrafía corresponde a una tierra
con humus (20 cm), precedida de un suelo compacto de tierras negras y pardas que tienen entre
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20 Y40 cm, en la cual están los restos materiales y el carbón, posterior a esta haya una capa de
tierras pardas con arenas fluviales que se profundiza hasta los cantos de río, según la estratigrafía de
la región. La presencia de arenas hace del estrato un nivel seco donde se preservan los vestigios.

Cerámica
La evidencia corresponde en gran medida a una cerámica de color negro con decoración
corrugada y huellas de carbón en su cara extema. Los bordes de los tiestos son evertidos y rectos,
las paredes son más delgadas y finas con grosores entre 4 y 6 mm; hay otra de textura lisa con
paredes entre 4 y 8 mm y otra más gruesa con un espesor de I cm. De manera similar a los otros
cortes, la cerámica roja es minoritaria con respecto a la negra y la café. En la misma medida la
cerámica negra tiene abundante carbón en sus paredes, a pesar de ser tan delgada y pequeña. La
evidencia comparte las características del sitio anterior (Figura 3).

Cor-te 4. Monserrate

El sito tiene la particularidad de estar en una pequeña explanación rodeada de piedras


grandes. En él se efectuaron 4 cortes de Ixl metro, en el centro de dos de ellos se obtuvieron
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pocos fragmentos cerámicos; en los demás cortes ubicados cerca a las piedras, la muestra fue
un poco más diagnóstica. En dos de los cortes se excavaron fragmentos similares a los lugares
ya referenciados en Orito, en cuanto a los colores de la superficie la más representativa es la
tonalidad café. precedida por la negra y en última escala la roja. Los espesores de las paredes de la
cerámica están en: la negra entre 4mm y 6mm; la café entre 3 y 6 mm y la roja entre 4mm y I
cm. En otro corte de Monserrate (# 2) la cerámica roja tiene Smm y la café entre 2mm y I cm. Los
Ifticos son cantos rodados y lascaselaborados en roca ígnea de color negro: punzones y raspadores.
De acuerdo con la disposición de las piedras el lugar pudo ser un espacio con funcionalidad
diferente al de vivienda por cuanto se encuentra aislado de los aterrazamientos cercanos a ríos
donde dicha pauta es la más frecuente. En lasdescripciones históricas los viajeros consideraron que
los nativos mantenían las casas en sitios donde practicaban sus rituales, lejos de la vista de los
occidentales; también es frecuente la existencia de campamentos provisionales relacionados con
actividades de cacería, dada las escasas evidencias asociadas al sitio todavía no es posible inferir de
manera definitiva la utilización de dicho espacio.

los Complejos Cerámicos Identificados

El Complejo Mocoa (Figura 4): se encuentra en las terrazas cercanas al río Orito yen los
basureros laterales a ellas.

Figura 3
Decoraciones en cerámica de terrazas del río Calderón
P"I"cJernonte ,c'\rrl,-J7Ón¡CO 121

Esta cerámica se ha localizado desde el caserío de Yunguillo, veredas del municipio de


Mocoa, terrazas de los ríos Guamués, Vides. San Miguel, Grito, Puerto Hormiga y Piñuña,
región de la llanura amazónica. Por sus características estilísticas (corrugado, impresión vegetal o
textil) ha constituido uno de los elementos diagnósticos más representativos de la cerámica
arqueológica del departamento del Putumayo. Su importancia radica a grandes rasgos en la
decoración y lo delgado de la pasta, sumada a una cocción mal controlada en la mayoría de casos.
La cerámica fue inicialmente registrada por Uribe en el río Guamués y relacionada con la Fase
Pastaza del piedemonte ecuatoriano por Pedro Porras (Uribe 1980-1981).
La dispersión de la cerámica de acuerdo a Llanos & A1arcón (2000), quienes han retomado
parte de los trabajos efectuados en el Putumayo, se localiza para el Putumayo en el valle medio
del río Guamués, la quebrada aguas Negras afluente norte del río Putumayo, Villa Nueva,
veredas Planadas, río Pepino, Rumiyaco, Villa Garzón, Puerto Caicedo, Villa Flor y río Uchupayaco.

Figura 4
Fragmentos de cerámica pertenecientes al complejo Mocoa, procedentes del municipio de
Orito. Sitio Campomula

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122

Hoy conocemos de más lugares y veredas sobre todo en el municipio de Orito, en


cercanías a lasterrazas del río Orito: como Campomula. con aterrazamientos que van del afluente
del Quebradón al río Orito. vegas del Quebradón. la inspección de El Tigre. Siberia, La Cristalina,
Buenos Ares, entre otros lugares. Igualmente en estos sitios hay diferentes estilos en la decoración,
por ejemplo se aprecia en el material de la vereda Siberia la decoración punteada y un achurado
en franjas, además de una impresión ungular por tramos, asociada a la cerámica corrugada.
Para los investigadores que retoman la discusión dada por Foster & Lathrap (1975), este
gran horizonte corrugado asociado a culturas de tierras bajas tropicales se relaciona con un
movimiento poblacional a lo largo de las grandes cuencas fluviales suramericanas. incluyendo la
amazónica, mediante la cual se expandió una determinada cultura en este extenso territorio. Esta
cultura se define por una forma de vida cuya agricultura intensiva se basa en tubérculos y la
máxima explotación de los recursos alimenticios de los ríos. a través de los cuales también se
movilizan. En este sentido, los asentamientos tienden a ser ribereños y móviles, dado que en
estas zonas se presenta mayorfactibilidad para la obtención de recursos proteínicos, puesto que
en este sitio hay una mejor concentración de recursos de pesca y caza, igualmente la calidad de
los suelos es ideal por su alto contenido de nutrientes, en especial en las zonas de ríos de aguas
blancas (Lathrap 1970). De acuerdo con las muestras de pozos y cortes adelantados en la
actualidad en varios proyectos de impacto ambiental las evidencias en el Putumayo llegan hasta
los 40 o 50 cm dándole alguna razón a las observaciones de los investigadores citados (Foster
& Lathrap 1975). La decoración corrugada también fue encontrada por C1ifford & Meggers
( 1968) en la zona del río Napa, para estos investigadores esta cerámica llego a esta zona por
medio de actividades comerciales.

Complejo Santa Rosa

Se agrupó como tallos elementos arqueológicos obtenidos en el municipio de Santa


Rosa (Cauca) por Salamanca ( 1981). El complejo presenta diferencias con el Complejo M ocoa ,
en su decoración y composición de la pasta (Alarcón & Cifuentes 1995). Los motivos en
algunos casos insinúan incisiones y decoraciones achuradas y en ninguno de los casos el corrugado.
La cerámica Santa Rosa con estas características se fechó hacia el siglo XV de nuestra era.
En el municipio de Orito, sitio Campomulas, se han identificado algunos fragmentos
propios a este complejo, los cuales tienen una decoración sencilla, bordes evertidos y no
redondeados, usuales en el Complejo Mocoa con diámetros en sus bordes entre 20 y 24 cms,
se encuentra además en uno de los cuerpos diagnósticos, esgrafiado posterior a la cocción. La
presencia de dichas piezas insinúa en parte, contactos con grupos del eje de la Cordillera Oriental
propuestos inicialmente por Cháves (1945), Uribe (1985-86), Alarcón & Cifuentes (1995),
Llanos & Alarcón (2000).
La Contextualización Arqueológica Regional

La cerámica como elemento diagnóstico en las exploraciones arqueológicas del


departamento del Putumayo se ha ido identificando paulatinamente desde la llanura aluvial
de la selva amazónica, hasta las vertientes de la cordillera en los tramos y antiguos senderos
que comunicaban la región con áreas andinas del Ecuador y Colombia, dirigidas hacia el departamento
de Nariño y Santa Rosa en el departamento del Cauca (Bota Caucana). En los dos ejes identificados
como vías de comunicación se han detectado diversos asentamientos que han permitido postular
variadas hipótesis en tomo a las migraciones de los grupos humanos prehispánicos y los posteriores
a la conquista española.
La agrupación de los elementos diagnósticos en complejos cerámicos, se justifica en las
evidencias que hasta el momento han permitido identificar tipos cerámicos y variables en los
asentamientos, que no han sido completamente abordadas en relación a lasexcavaciones en área.
Pero dicho registro material permite en la actualidad confrontar las cerámicas con los diferentes
espacios de las vertientes y la llanura aluvial de la amazonia, ya su vez cotejarlo con las hipótesis
formuladas de acuerdo con las investigaciones etnohistóricas que han propuesto un intercambio de
productos entre las drferentes etnias de la selva y la montaña (Llanos & Pineda 1982, Pineda 1985,
Ramírez 1996) generando, argumenta Clemencia Ramírez, una dualidad de manejo en el territorio
en cuanto a los de arriba, la montaña, con los de abajo, la selva de llanura, y un control no
especificado en tomo a los controles de los diversos pisos ecológicos (Ramírez 1996).
En los complejos cerámicos sobresale el tipo Cerámico Corrugado, por la abundante
presencia en los registros, el cual se ha encontrado en reconocimientos arqueológicos en la parte
alta del eje del río Caquetá, desde el resguardo indígena de Yunguillo (caserío de San Carlos) hasta
el piedemonte de la cordillera (Putumayo) además de la llanura amazónica, como es el caso del río
Piñuña (Uribe 1980-8 I , Llanos & A1arcón 2000); mostrando una marcada dispersión en el Medio
y Bajo Putumayo. Hasta el momento de nuestro análisis,este corrugado se drferencia notablemente
con la cerámica del Alto Caquetá complejo de Santa Rosa y mucho más con la cerámica del Alto
Magdalena, en cuyo territorio el corrugado es considerado distinto en diseño y manufactura.
Hasta el momento hay marcadas diferencias de las evidencias cerámicas con respecto a
las excavadas en el bajo Putumayo y la región del Araracuara en el Caquetá como se desprende de
los trabajos efectuados por Rojas ( 1996), Andrade ( 1986), Herrera et al. 1980-1981 , Mora et al.
1991 . En las excavaciones adelantadas por Angélica Rojas en el Parque Natural la Paya, márgenes
del río Caucayá (Putumayo), las muestras excavadas constituyen una agrupación diferente con
respecto a los complejos identificados hacia el Medio Putumayo y piedemonte del departamento
(Rojas 1996).
Por otra parte, uno de los trabajOS arqueológicos que reúne información arqueológica
del eje del macizo nariñense y la selva de piedemonte, es el efectuado por Patiño ( 1995). En el
sitio arqueológico del Retiro a 3061 msnm, compuesto por varias plataformas de tipo semicircular
con material arqueológico abundante, obtuvo una fecha de 51 O± 50 DC, que marca los inicios
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de la ocupación Piartal-Tuza. Mediante las excavaciones en el valle del Sibundoy se analiza entre

otros aspectos, la poca diversidad que existe desde el punto de vista del material cerámico de 105

pobladores de esta región y las gentes del altiplano nariñense. Considera también que la zona del

municipio de Mocoa, la cerámica se relaciona más con las pautas registradas en la amazonia y la

región de influencia agustiniana. que con otras áreas del interior andino (Patiño 1995).

Cabe señalar que 105 estudios etnohistóricos de la región han mostrado como 105

grupos habitantes de Sibundoy son Quillacingas de montaña, relacionándolos

estrechamente con las comunidades de la región andina de Nariño (Romoli 1962, Groot

& Hooykaas 1991). En el valle del Sibundoy (Alto Putumayo) el arqueólogo Patiño registra

un área de gran riqueza arqueológica en lo que se refiere a la pauta de asentamiento, con

un gran desarrollo de andenes o terrazas artificiales, 105 cuales excavó y dató mediante

carbón asociado a cerámica tipos Carmelita liso, Naranja liso y Baño rojo, una fecha de

850±60 De. Considera el citado investigador que hacia el680 De. grupos precolombinos

agro-alfareros llegarían al valle del Sibundoy desde otras localidades andinas y del

piedemonte, áreas donde se han observado pautas agrícolas y asentamientos similares,

como es el caso de la región oriental y central ecuatoriana (Patiño 1995). Un aspecto de

importancia es la ausencia del tipo corrugado, el cual se vio representado con un fragmento

en uno de 105 pozos trabajados.

Por otra parte en las excavaciones adelantadas por Cadavid & Ordóñez ( 1992) en la

vereda Tajumbina del municipio de La Cruz en el departamento de Nariño, describen entre el

material obtenido a poca profundidad un ofrendatario de copa con una pequeña pieza con

decoración corrugada. En la unidad TAJ-Z2 (6), se ubicó a 3.50 m al norte de Z2 (5), consiste

en un pequeño sitio de ofrenda, a 0,20 m de profundidad, aun dentro de la capa vegetal. Se halló

una copa de base troncónica, en cuyo interior había una pequeña vasija globular achatada, de boca

ancha, ambas cerámicas son atípicas en la región. La descripción corresponde de acuerdo con

105investigadores a una copa de base troncónica con las siguientes especificaciones, las cuales

son de utilidad por su aparente sentido simbólico en la región de Nariño Diámetro máximo:

21.3 cm; diámetro interno: 19.8 cm; altura total: 13.5 cm; diámetro superior de la base: 9.5

cm; altura de la base: 4.7 cm; borde: invertido; labio: redondeado; color superficie externa: 10R

5/8, Color superficie interna: I OR 476, Decoración: I banda de líneas cruzadas (achurado),

sobre el perímetro máximo de 3.3. cm. de ancho: color de la pintura blanca: I OR 8;3. Decoración

sobre la base: 8 recortes ovoidales" (Cadavid & Ordóñez 1992: 80).

Las características de la copa la hacen propia de la cerámica encontrada hacia el piedemonte

y llanura amazónica y su descripción técnica corresponde a una pequeña vasija globular aquillada

con: diámetro máximo: 13.4 cm; altura total: 10.9 cm; altura media: 4,5 cm; diámetro sobre el

borde: 10 cm; diámetro cuello 8.8 cm; espesor paredes: 3 a 4 mm; color: 2.5 YR 2.5;

decoración: corrugada a partir de la parte media superior, en donde se permite detallar 105rollos

correspondientes al enrollado; se combina con rombos formados por dos líneas incisas, entre

las cuales intercaladamente hay zonas con incisiones angulares (Ibíd.: 82-83)
Ladescripción dada a lavasijacorrugada como ofrenda. coincide en gran medida con los
diversos tipos de material analizado para el conjunto cerámico corrugado del Putumayo. Es
importante la anotación hecha por los investigadores en relación a laspiezas, por corresponder
el ofrendatario a una tipología foránea a los materiales cerámicos de Nariño corroborando en
alguna medida los intercambios de productos. descritos en las investigaciones etnohistóricas
(Ramírez 1996, Uribe 1985-1986). entre ellos los cerámicos (probablemente de carácter
ritual) del piedemonte con grupos indígenasdel macizo andino.
Por otra parte la región andina del departamento de Nariño y la provincia del
Carchi en el Ecuador, estuvo habitada por comunidades Pastos y Quillacingas las cuales
tuvieron un continuo contacto con los grupos del piedemonte amazónico. específicamente
con aquellas que residían en el occidente del departamento del Putumayo. Uribe (1995)
señala que de la zona de piedemonte las comunidades andinas obtenían: cerbatanas,
bodoqueras. dardos y curare, fabricadas por los Quixos. quienes las comerciaban con los
Siona a cambio de hamacas y estos últimos las cambiaban por objetos obtenidos de los
Ingas. Los productos de alta estima por las comunidades andinas eran la miel, el pescado
seco y fresco, micos, papagayos secos y vivos. carne de monte, coca, tabaco molido,
esclavos, añil (para teñir mantas y telas), collares de alas de insectos, tablas y palas para la
agricultura (estos dos últimos proveídos por los Kofanes), la gente de selva obtenía a cambio
principalmente sal.
Lasrelaciones de contacto de lascomunidades andinas con lasde selva no solo estaban
sujetasa intercambios comerciales de objetos de consumo, los primeros valoraban sobretodo
los conocimientos mágicos y chamánicos (Uribe 1995, 1985-1986), no seria de extrañar que
la cerámica corrugada encontrada en el altiplano (como en el municipio de la Cruz, vereda
Tajumbina (Cadavid & Ordoñez 1992) y en el Valle de Sibundoy (Patiño 1995), como también
en la zona del Carchi, fueran utilizadas por lascomunidades del piedemonte para transportar
yagé, el cual era utilizado para actividades medicinales y el manejo del entorno ambiental, cabe
recordar que ladecoración de diferentes cuencos, ocarinasy otros elementos de cuttura material
de los tipos cerámicos del altiplano (Tuza, Piartal y Capuli) dan indicios del uso de este tipo de
sustanciasen Nariño (Cárdenas 1998). La existencia de cerámica del piedemonte en la región
andina es algofrecuente en la provincia del Carchi, lacual representa cerca del 2% del total de las
muestras (Bray 1996). la cerámica Panzaleoha sido identificada por esta investigadora como un
tipo de carácter ceremonial, en la cual se almacenaban bebidas embriagantes, utilizadas en
ceremonias en la sierra, lo que confirma la importancia simbólica del intercambio de objetos
venidos del piedemonte a los andes.
Asociada a la cerámica, especialmente al complejo Mocoa se han obtenido cuatro fechas
de C 14 en la región cuya cronología se ubica en 930 ± 50 BP ( I 020 OC) 81 O± 50 BP (1 140
OC) 830± 70 BP (1120 OC) 430± 70 BP (1529 OC) Y ubican hasta el momento el complejo
cerámico Mocoa, entre el siglo XI hasta el periodo colonial (Becerra 1998). En dicho informe
plantea Becerra que la disposición cronológica de los sitios permite apreciar una secuencia de
ocupación un tanto más temprana en la zona baja con respecto a la vertiente. Así. San Pedro.
ubicado en las márgenes del río Putumayo sobre una altimetría de 250 msnm. presenta una
primera ocupación para finales del siglo X de nuestra era. El sitio Buenos Aires. márgenes del río
Orito con una altura de 300 msnm tiene una fecha de mediados del siglo XI De. Posteriormente
el sitio Sinaí, sobre el río Guineo entre 400 y 500 msnm con una fecha de principio del siglo XII
DC y la última fecha corresponde al sitio Santa Teresa a 350-400 msnm. que se remonta a
principios del siglo XVI.
En cuanto a las ocupaciones del piedemonte amazónico en el Putumayo se considera que
la colonización se caracteriza entre otros aspectos por una pauta de poblamiento en tomo a las
riberas de los ríos que descienden de la cordillera. Diversos estudios en la selva amazónica han
postulado migraciones hacia el piedemonte como los de Uribe (1980-1981), Patiño (1995),
Llanos & Alarcón (2000), Ramírez ( 1996), Lathrap ( 1970). Clemencia Ramírez ( 1996) analizando
las cerámicas excavadas por Porras "fase Consanga" en el oriente ecuatoriano, zona de los Quijos,
anota que este material está datado por varias fechas de carbono 14 entre el año 500 AC y el 800
DC, se ha establecido una estrecha relación con la zona Andina. Por ejemplo en Pillaron, situado
junto al abra natural de Pastaza-la única puerta que abre los Andes desde la frontera con Colombia
hasta la del paute al Sur del País- se han encontrado más del 70% de los artefactos pertenecientes
a dicha fase, al respecto sostiene: "La existencia de la cerámica Cosanga en la región occidental del
Ecuador puede explicarse por efecto del comercio entre ambas zona, evidenciado por el hallazgo
de caracoles marinos y collares de conchas integrado el ajuar fúnebre de las tumbas de Pillara"
(Ramírez I 996).

líticos

En varios proyectos adelantados en el Putumayo se ha localizado material lítico,


destacándose hachas, barretones y medialunas de molienda conocidas con el nombre de
Kutanga-Rumi (piedra de moler). En algunas veredas de Orito se han reportado las evidencias,
especialmente hachas y barretones, como en la vereda de Siberia donde son usuales; asícomo en
la de Buenos Aires, en los sectores enmarcados por los ríos Alguacil. Putumayo y San Juan, es
común la presencia de manos de moler en forma de Media Luna. Este instrumento lítico se
encuentra a lo largo de los ríos Caquetá y Putumayo y es recolectado frecuentemente por los
pobladores de la zona (Cifuentes & A1arcón 1995). Los sitios con mayor presencia de cerámicas,
kutanga-rumi y hachas se localizaron sobre las bocanas de los ríos grandes. Estos sectores
representan para los indígenas que viven en zonas aledañas a los ríos antes mencionados, áreas
de abundante pesca, manifestando en parte por ello que los antiguos vivían cerca a las bocanas
por la abundancia de peces.
En torno a la industria lítica cabe destacar la similitud de las hachas del Putumayo
con las evidencias excavadas en el río Napa, región en la cual los suelos son desprovistos
de grandes piedras en los sitios donde se localizan la fase Napa. Las fuentes del río Suno
(Ecuador) en cambio, si presentan rocas al bajar del piedemonte. En los ríos tributarios al
Putumayo la afloración de rocas es constante, así como la localización de las hachas de
enmangadura saliente y talón delimitado, estas hachas se colectan por lo general en las
bocanas de los ríos que desembocan en el Guamués y en el Putumayo. Ocasionalmente
las piezas líticas y las hachas se han registrado en otras regiones, como Descanse y Santa
Rosa en el Cauca. La dispersión del elemento induce a plantear los intercambios del
piedemonte con regiones del macizo (Figura 5-6).

Los Estudios Etnohistoricos e Historicos

Analizando el trabajo del profesor Héctor Llanos, correlacionando las evidencias


arqueológicas y las etnohistóricas considera que: ... "para comprender la variabilidad cultural
prehispánica son indispensables 105 estudios etnohistóricos. No aceptarlos lleva a tomar
posiciones donde se consideran las culturas aborígenes como una realidad homogénea
inmodificable, que lleva a los investigadores a suponer que las culturas actuales son
equivalentes a las del pasado (sin historia) recurriendo a modelos o abstracciones generales,
que poco nos explican el pasado prehispánico" (Llanos 1992).
Entre los estudios etnohistóricos adelantados en torno al macizo andino y el piedemonte
amazónico en el Putumayo se citan los trabajos de Ramírez (1992, 1996), Groot & Hooykaas
(1991 ), Llanos & Pineda ( 1982), Pineda ( 1985), Romoli ( 1962), Cháves (1945), Fride (1945). Y
otras investigaciones recientes adelantadas en torno a los aspectos culturales (Ariza et al. I 998). En
estos trabajos se han hecho varias alusiones en tomo a los contactos intergrupales de lasetnias en los
diversos pisos climáticos del mundo andino, el piedemonte y laselva amazónica. Las propuestas han
corroborado mediante los documentos de archivo coloniales, que los grupos humanos mantuvieron
un contacto permanente desde tiempos anteriores a laconquista española, intercambiando productos,
minerales, vegetales y aspectos relacionados con los curanderos y chamanes, estos últimos expertos
en el uso del yagé. El antropólogo Davis (200 1), describiendo los viajes del investigador Richard
Evans Shultes anota como él, etnobotánico, en la población de Mocoa hacia 1945 referenciaba
nativos de lasetnias de los inganos, sionas, coreguajes, cofanes y algunos boras y huitoto, que entre
otras costumbres mantenían la práctica del chamanismo y la herbolaria.
En tiempos prehispánicos se presentaban alianzas entre los indígenas, formando redes de
intercambio en donde se tranzaban productos de subsistencia y elementos rituales chamánicos
(faussig 1986), puesto que los grupos de piedemonte han jugado un papel fundamental, depositarios
de este saber, lo que les ha proporcionado un elemento de identidad y de fortaleza frente al otro,
permitiéndoles afianzar lazos dentro de la etnia, adoptando formas de resistencia pasivas,
características de los grupos del altiplano. Los documentos escritos en su mayor parte por
misioneros, insisten en el rechazo a la imposición de la institución doctrinera y en la conservación
de sus patrones culturales, estrechamente vinculados al complejo cultural de selva, caso el del
curanderismo alrededor del yagé (Ramírez 1996).
128 hrt\JICl

En su artículo malocas del terror, Pineda ( 1987) señala que las comunidades indígenas
construyeron por lo general un imaginario de caníbal sobre si mismos y sobre sus sitios de
habitación, con el objeto de crear una imagen terrorífica del indígena y de esta manera, crear un
mecanismo que hiciera desistir a los invasores de adentrarse en sus territorios. Buena parte de
este fenómeno se baso en las sensaciones adquiridas por el consumo de yagé, sustancia que
ayuda a los taitas a transformarse en Jaguares y a mejorar la visión sobre el medio y lo que en él
acontecía. Juan de Santa Gertrudis, misionero que recorrió el Putumayo hacia el siglo XVII,
anotaba que los comentarios hechos sobre los poderes de los chamanes en Mocoa. llegaban al
punto de asustar a los españoles y frailes. quienes preferían abandonar el pueblo: así. los chamanes
vivían recordándoles que se trasformarían en gigantes jaguares y así los consumirían Santa Gertrudis
1970). En la tradición oral actual, algunos grupos aluden sobre dicha transformación de los taitas,
a quienes inculpan por el ganado que aparece despedazado.
En la región se obtenía diversidad de productos (Santa Gertrudis 1970, Ramírez 1996,
Uribe 1985-86, Llanos & Pineda 1982, Pineda 1985) que eran de gran consumo en el macizo,
entre ellos se destacan el bálsamo, la canela, el espingo, el copal. la bixa, el canine, la caraña, la
zarza, el pexe, la cera blanca, negra y colorada, la miel de abejas, el barniz de Pasto, el lacre, la
palma, el coco, el chontaduro, el cacao, la vainilla, las resinas y otros muchos frutos de aprecio en
esta región. También en la colonia y tiempos posteriores el maíz, se cosechaba cuatro veces al
año y la caña de castilla a los ocho meses de sembrada, así como plátano, arroz y yuca.

Figura 5
Hacha. Vereda Siberia
Arqucoio~JI('1 riel PIPormonte Am(lú>n!(O 129

Roberto Pineda (1985), anota al respecto. la existencia de relaciones de los grupos


entre el oriente ecuatoriano con el mundo andino. los nativos suministraban canela. pita.
caucho. resinas, plantas medicinales. oro y esclavos (muchachos y niñas), los nativos de
los Andes ofrecían a cambio sal. algodón. textiles perros y hachas. Por otra parte,
refiriéndose el investigador a los intercambios de los indígenas del Cagúan en los tiempos
coloniales con el Alto Magdalena, estos llevaban: fiares de canela, castaña, copal, galbao,
matas de guasca venenos, cera blanca, bodoqueras, peines, hamacas de palmiche y piedras
de curbinata, además -anota el investigador- que a la citada lista del corregidor de los
Andakies agrega: bálsamo, aceite de canime, leches vegetales, resinas de diversas clases,
oro corrido, amatistas finas y pieles de animales (Pineda 1985). La variedad de productos
vegetales, a pesar de la dificultad de identificar las especies, permiten suponer a Pineda
(1985:28), la posibilidad de pensar que los bienes que se dirigían hacia el Alto Magdalena
"tenían un uso chamanístlco en el contexto tradicional de los grupos étnicos del bosque
troplcol y muy posiblemente, continuaron con ésto función en el onente y en lo zona ondina
durante el período postcolombino". Al respecto es interesante anotar que parte de los
vestigios arqueológicos del piedemonte del Putumayo se han localizado en la región andina
como: ofrendatarios de cerámica corrugada, Kutangas-rumis y hachas de enmangue,
artefactos muy características del Medio Putumayo.
En cuanto a la minería se destaca que hacia la vertiente oriental de la región Andina
se explotaron la minas de veta de Sibundoy, Yscanzé y Agreda (Mocoa): y a finales del
Siglo XVI, hacia la vertiente occidental las minas de Madrigal (Chanpanchica). De Sibundoy
dice Valverde en I 570: "Vida este testigo que tiene minos de oro en el propio valle junto o las
cosas de los Yndios y que por esto pueden dar oro de tributo", las cuales las manda a "labrar
a tajo abierto". "Los antiguos trabajaron en la quebrada de Santo Domingo, San Pedro,
Sardinas y Platanal. En el río Mocoa para la travesía del Caquetá también Minas según se ve
en la labor de los antiguos en el paraje de Yunguillo, para el río arriba en Escancey Cascabel, son
todos estos minerales muy ricos lo enseñan las playas del río Caquetá hasta la boca del río
Fragua"(Ramírez 1996).
Enlos diferentes estudios etnohistóricos, los Quillacingade la montaña, los Sucumbías, los
Mocoa y los Andakí aparecen como los grupos de montaña que fueron reconocidos por los
españoles durante los siglos XVI y XVII, en el sur occidente de Colombia hacia el Piedemonte
amazónico (Romoli 1962, Llanos & Pineda 1982, Ramírez 1996). Los Quillacingade lamontaña,
anota la investigadora, se componían del pueblo de la Laguna, LaCocha o Lago Guamués y más
adentro, los de valle de Sibundoy y Patascoy, además de unos cacicazgos subordinados de los
cualessolo se tiene los nombres. Lastierras de estos pueblos, llamadaspor los conquistadores las
provincias de la montaña, se extendían desde lacumbre de lacordillera Central hastala cordillera
Portachuelo, al este de Sibundoy y desde el divorcio de las aguas, entre el alto Caquetá y las
cabecerasdel Putumayo, hastael río Guamués.
130 Arturo Clfllcntps

Con respecto a los estudios realizados sobre la lengua que hablan actualmente los Inga
del valle de Sibundoy, los cuales nos han dado pistas respecto? su procedencia, se encuentran
las siguientes consideraciones, Según Levinsohn, citado por Groot & Hooykaas (1991), ellnga
y también la toponimia del quechua de Nariño se parecen más al quechua de Perú y Bolivia que
al quechua de Ecuador, consideración que confirmaría la migración escalonada, propuesta
anterionmente,
En cuanto a los grupos localizados en la vertiente oriental andina o piedemonte Amazónico
(Valle de Sibundoy, Iscancé Yunguillo, Mocoa y Ecijade Sucumbios) anota Ramírez que hasta el siglo
XVIII la región se encuentra entre dos fuerzas que jalonan: por un lado la andina (el Distrito de
Pasto, Gobemación de Popayán)y por otro la selvática (provincia de Mocoa), En cuanto al régimen
de producción, dominio político y religioso, considera que Mocoa es la puerta de entrada a las
tierras bajas y los grupos que allí habitaban tenían costumbres similares a lascomunidades de selva,
señalando las referencias hechas por los españoles en relación a su naturaleza indómita y belicosa,
situación que no se presenta en los Quiyasingas y Pastos, quienes no opusieron resistencia directa
frente a la dominación española; al respecto se ha señalado que Mocoa, era la sede de lasmisiones
franciscanas del Putumayo y Caquetá, donde ejercían su influencia colonizadora (Ramírez 1996 :90)
Cabe señalar que buena parte del comercio entre el piedemonte y la región andina,
probablemente uno de los más activos, se diera con los grupos Kofanes del norte, conocidos
como Sucumbios o San Miguel y los Aguarico que habitaban al sur (Uribe 1985-86), es
poco probable que la ruta comercial fuera por Mocoa, siendo la más factible la del río
Guamuez que nace en La Cacha a poca distancia del Valle de Atris, también se sugiere
como ruta de transito el río San Miguel o el río Chincual; cabe señalar además que en la
región de Sucumbios existen una serie de caminos que la comunican con Tulcán e Ipiales,
lo que asegura el contacto entre estas zonas,

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