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INGENIERÍA

INDUSTRIAL
Seguridad e Higiene

ACTIVIDAD 1

Profesor: M.C José Luis Lara Cruz


Alumno:
Montserrat Guadalupe Reyna González
José de Jesús Muñoz López
Jovana Itzel Flores Bonilla
Juan Emmanuel Dávila Moreno
Fecha: 14/03/2023
Introducción

Dentro de un ambiente de trabajo, se pueden encontrar todo tipo de riesgos, que si


bien unos se pueden encontrar a simple vista o los podemos identificar en primera
instancia, hay otros que no lo son, tales como los riesgos biológicos. Estos requieren
de ser informados o estar conscientes de ellos, ya que su peligro puede llegar a ser
mortal, y requiere del sentido común y del conocimiento que las personas tengan
hacia estos.

Riesgo biológico

Se entiende por riesgo biológico la posibilidad de que un trabajador pueda sufrir


infecciones, intoxicaciones o procesos alérgicos de origen no químico, como
consecuencia de la exposición a microorganismos, incluidos los modificados
genéticamente, los cultivos celulares y los endoparásitos humanos, y que la
normativa vigente engloba como “agentes biológicos”.

La valoración del riesgo biológico dependerá fundamentalmente de la probabilidad


y la duración de la exposición, así como del riesgo intrínseco del agente biológico
implicado.

Probabilidad y duración de la exposición

En función de la probabilidad de que exista presencia exposición a agentes


biológicos, la exposición podrá ser: segura, cuando la manipulación de agentes
biológicos sea deliberada (trabajos de investigación, docencia, fabricación de
vacunas...); posible, en el caso de manipulación de materiales, productos o
sustancias naturales que pudieran contenerlos (industria de la alimentación,
actividad sanitaria, recogida y transporte de residuos sólidos urbanos…).

Asimismo, se distinguirá entre los siguientes tipos de exposición según su duración:


continuada, cuando la manipulación de productos o agentes biológicos se produce
ininterrumpidamente durante toda la jornada; puntual, cuando dicha exposición sólo
pueda plantearse al realizar determinadas tareas dentro del conjunto de las
asignadas al puesto.

Clasificación de los agentes biológicos

Según su riesgo intrínseco

Los agentes biológicos se clasifican en cuatro grupos según su riesgo intrínseco, el


cual se determina en función de su virulencia, su facilidad de propagación, la
gravedad de sus efectos sobre la salud y la existencia o no de tratamientos
profilácticos y curativos.

Grupo riesgo 1 → Agente biológico que resulta poco probable que cause
enfermedad en el hombre.

Grupo 2 → Agente patógeno que puede causar una enfermedad en el hombre y


puede suponer un peligro para los trabajadores, siendo poco probable que se
propague a la colectividad y para el que generalmente existe profilaxis o tratamiento
eficaz.

Grupo 3 → Agente patógeno que puede causar una enfermedad grave en el hombre
y presenta un serio peligro para los trabajadores, habiendo riesgo de que se
propague a la colectividad y para el que normalmente existe profilaxis o tratamiento
eficaz.

Grupo 4 → Agente patógeno que puede causar una enfermedad grave en el hombre
y presenta un serio peligro para los trabajadores, existiendo muchas probabilidades
de que se propague a la colectividad y para el que no se tiene profilaxis ni
tratamiento eficaz.

Medidas preventivas

Las medidas preventivas a aplicar con objeto de eliminar o minimizar los riesgos por
agentes biológicos, se aplicarán preferentemente en el origen, de tal forma cuando
ello no sea suficiente, deberán adoptarse medidas adicionales en el ámbito de los
posibles medios de difusión de dichos agentes y de los trabajadores.
A nivel de la fuente de contaminación

Se entiende como fuente de contaminación tanto el agente biológico implicado como


la tarea o proceso que puede liberarlo.

Entre las medidas preventivas que actúan a este nivel se pueden citar:

La sustitución de los agentes biológicos peligrosos para la salud del trabajador, por
otros que no sean peligrosos o que lo sean en menor grado, en caso de que la
naturaleza de la actividad lo permita.

Señalización de las zonas de trabajo con riesgo biológico y control de acceso al


personal no autorizado.

La implantación de:

• Procedimientos de trabajo y la utilización de medidas técnicas que eviten o


minimicen la liberación de agentes biológicos en el lugar de trabajo, como pueda
ser la utilización de recintos de contención en aquellos procesos que generen
bioaerosoles o salpicaduras.
• Planes de limpieza, desinfección y mantenimiento de instalaciones y equipos.
• Procedimientos de actuación en caso de accidentes o incidentes en los que se
vean implicados agentes biológicos.
• Programas de gestión de residuos que establezcan la recogida, almacenamiento
y evacuación de residuos biopeligrosos en contenedores normalizados
• Programas de gestión de plagas.

A nivel del medio de difusión

Si la liberación del agente biológico no se ha podido evitar, deben adoptarse


medidas que limiten tanto su permanencia en el área de trabajo, como su salida al
ambiente externo.

En este nivel de actuación son importantes todas las actuaciones sobre el diseño y
mantenimiento de la instalación, entre las cuales están:
1. Disponer de superficies de trabajo, suelos y paredes impermeables y
resistentes a los desinfectantes.
2. Adecuar los sistemas de ventilación, de tal forma que se favorezca la
sobrepresión desde las zonas más limpias hacia las más contaminadas y el
aire de salida se filtre convenientemente.
3. Habilitar suficientes instalaciones sanitarias dotadas de toallas desechables,
desinfectantes, antisépticos para la piel y productos lavaojos.
4. Disponer de taquillas separadas para la ropa de trabajo y la ropa de calle.

Riesgos de las radiaciones ionizantes

Se denomina irradiación a la transferencia de energía de un material radiactivo a


otro material, sin que sea necesario un contacto físico entre ambos, y contaminación
radiactiva a la presencia de materiales radiactivos en cualquier superficie, materia
o medio, incluyendo las personas. Es evidente que toda contaminación da origen a
una irradiación.

Es importante saber que la radiación ionizante controlada no representa ningún


riesgo para nuestra salud. De hecho, las radiaciones conviven con nosotros, ya que
se encuentran en la naturaleza y además son utilizadas para el beneficio del hombre
en muchas áreas como la medicina o la industria. Sin embargo, un mal uso de las
radiaciones ionizantes puede producir efectos perjudiciales en la salud.

Desde el descubrimiento de los rayos X y los elementos radiactivos, el estudio de


los efectos biológicos de las radiaciones ionizantes ha recibido un impulso
permanente como consecuencia de su uso cada vez mayor en medicina, ciencia e
industria, así como de las aplicaciones pacíficas y militares de la energía atómica.
Como consecuencia, los efectos biológicos de las radiaciones ionizantes se han
investigado más a fondo que los de prácticamente, cualquier otro agente ambiental.

¿Cómo se afectan los tejidos vivos debido a la exposición a la radiación?

La energía depositada por las radiaciones ionizantes al atravesar las células vivas
da lugar a iones y radicales libres que rompen los enlaces químicos y provocan
cambios moleculares que dañan las células afectadas. En principio, cualquier parte
de la célula puede ser alterada por la radiación ionizante, pero el ADN es el blanco
biológico más crítico debido a la información genética que contiene.

Las lesiones producidas por la radiación ionizante de naturaleza corpuscular


(protones o partículas alfa) son, en general, menos reparables que las generadas
por una radiación ionizante fotónica (rayos X o rayos gamma).

Una dosis absorbida lo bastante elevada para matar una célula tipo en división, sería
suficiente para originar centenares de lesiones reparables en sus moléculas de
ADN. El daño en las moléculas de ADN que queda sin reparar o es mal reparado
puede manifestarse en forma de mutaciones cuya frecuencia está en relación con
la dosis recibida.

Si como consecuencia de la irradiación se produce un daño muy severo, la célula


morirá. Si el número de células que muere es pequeño, no habrá consecuencias ya
que nuestro cuerpo tiene capacidad para reponer estas células. Sin embargo, si el
número de células que muere en un tejido u órgano como consecuencia de la
irradiación es alto, se producirá un efecto perjudicial, que dependerá del tejido u
órgano mayormente afectado por la radiación. Estos efectos se producen tras
exposiciones a dosis altas de radiación y se conocen con el nombre de reacciones
tisulares o efectos deterministas.

¿Cuáles son los efectos de recibir una exposición a radiación?

Los primeros efectos deterministas, o los menos severos, aparecen sólo a partir de
dosis de 1 Gy (Gray). Una dosis de esta magnitud solamente se puede dar en el
caso de un accidente radiológico. Generalmente estos primeros efectos consisten
en náuseas, vómitos o, enrojecimiento superficial de la piel. Cuando las dosis
recibidas por la persona son mayores, se pueden manifestar diarreas, pérdida o
caída del vello y esterilidad.
Pero no siempre la exposición a
radiación produce la muerte de
la célula. A dosis bajas, el daño
producido es más leve y
normalmente implica una
alteración en la molécula de
ADN, es lo que se conoce como
mutación genética.
Determinadas mutaciones
pueden favorecer el desarrollo
de un cáncer o de enfermedades
genéticas heredables (es decir,
que se pondrían de manifiesto en la descendencia de la persona irradiada).

Estos efectos, denominados estocásticos, se producen tras exposición a dosis bajas


de radiación y, lo que es muy importante, son de naturaleza probabilística. Esto
implica que al aumentar la dosis de radiación recibida no aumenta la gravedad del
efecto, sino la probabilidad de que dicho efecto ocurra. Por ejemplo, si pensamos
en el desarrollo de un cáncer, una dosis mayor haría que exista mayor probabilidad
de que se desarrolle, pero no implica que el cáncer vaya a ser más grave.

Hay que recordar que los efectos que puede producir la radiación en nuestra salud
dependen de multitud de factores como la dosis y el tipo de radiación, la edad del
individuo en el momento de la irradiación (cuanto más jóvenes, mayor es la
sensibilidad a las radiaciones ionizantes) y de factores genéticos.

Protección frente a los residuos radiactivos

Como hemos visto, el riesgo principal de los residuos radiactivos es la emisión de


radiaciones al medio ambiente, así que por razones de seguridad para nuestra salud
y para nuestro entorno, debemos aislar los residuos radiactivos.

Hay tres formas fundamentales de protección: interponiendo barreras eficaces;


alejándose de la fuente; y reduciendo el tiempo de exposición.
El principio que sigue el almacenamiento en vertederos de cualquier tipo de residuos
es aislarlos del entorno humano, interponiendo entre ellos y las personas un sistema
de barreras que impida su retorno para siempre, o que minimice los riesgos a un
valor prácticamente nulo en el caso de retorno, aunque éste sea altamente
improbable. Esto se llama confinamiento.

Para los residuos radiactivos el sistema de barreras debe mantener su eficacia


hasta que la radiactividad haya disminuido por decaimiento radiactivo a los niveles
fijados por las autoridades competentes. En este caso se elimina, pues, el concepto
de perennidad que llevan consigo muchos residuos convencionales.

Con independencia de los avances científicos que permitan, en el futuro, desarrollar


tecnologías capaces de eliminar o disminuir la radiotoxicidad de estos residuos
(como podría ser la separación y transmutación), actualmente está admitida y
tipificada internacionalmente la estrategia a seguir para el almacenamiento final de
los residuos radiactivos, es decir, para su confinamiento definitivo.

El peligro a evitar sería, sobre todo, que el agua de lluvia o el agua subterránea
entraran eventualmente en contacto con los residuos radiactivos, disolviera alguno
de los radionucleidos presentes y los transportara al entorno humano. Para disipar
este peligro, la estrategia se basa en crear una serie de barreras que preserven al
combustible almacenado de la acción del tiempo:

a) Barrera Físico-Química: hacer con los residuos paquetes insolubles y estables,


capaces de resistir la agresión del agua durante largo tiempo,

b) Barrera de Ingeniería: diseñar un recinto especialmente preparado para impedir


que el agua pueda tener acceso a su interior, donde se colocarán definitivamente
los paquetes,

c) Barrera Geológica: emplazar y construir el recinto en una formación geológica,


superficial o profunda de la corteza terrestre, que pueda garantizar la integridad de
los residuos durante el tiempo que se requiera, a la vez que impedir o retardar su
retorno a la biosfera en el caso de un fallo, altamente imprevisible, de todo el sistema
de barreras.
La naturaleza proporciona una buena prueba de la viabilidad de la barrera geológica
como estrategia de almacenamiento. A comienzos de la década de los 70, buscando
uranio en el Gabón, se descubrió que en una zona llamada Oklo se habían
producido en el pasado reacciones de fisión. Una conjunción de hechos, tales como
una concentración extraordinariamente alta de mineral de uranio y la presencia de
agua, que actuó como moderador, hizo que el conjunto funcionara como un reactor
nuclear natural.

El fenómeno se inició hace 2.000 millones de años, permaneciendo


intermitentemente activo durante unos 500.000 años. El resultado fue la generación
de productos de fisión y transuránicos. La mayor parte de estas sustancias, así
como sus descendientes, han permanecido retenidas en el mismo lugar donde
fueron generadas. El ambiente geoquímico de la zona ha dificultado la migración de
esos elementos radiactivos, a pesar de que las características de la geología
estaban muy alejadas de las que, actualmente, se exigen para un almacenamiento
de residuos radiactivos.

Riesgos Infecto-Biológicos

La prevención del riesgo biológico en el trabajo debe evitar las exposiciones


laborales capaces de originar algún tipo de infección, alergia o toxicidad.

La obligación de prevención del riesgo biológico en el medio laboral consiste en


tomar medidas para evitar daños a la salud originados en agentes biológicos con
capacidad infecciosa presentes en el medio laboral, aplicando los principios de la
acción preventiva del Art. 15 de la LPRL.

Los agentes biológicos con capacidad infecciosa pueden ser diversos (virus,
bacterias, parásitos, hongos o esporas, toxinas, endotoxinas, cultivos celulares, etc.
Para que este contacto se produzca debe existir una vía de transmisión, que permita
que el agente entre en contacto con el órgano o sistema dónde el agente en cuestión
puede causar daño.

Además, cada persona tiene una susceptibilidad individual, que explica porqué
algunas enferman cuando entran en contacto con determinado agente biológico,
mientras que otras no (en función de su inmunización previa, de vacunaciones u
otras características personales).

Trabajos dónde puede haber exposición a riesgos biológicos:

Transmisión de persona a persona: Personal en centros sanitarios, personal de


seguridad, protección civil, enseñantes, geriátricos, centros de acogida,
penitenciarios, servicios personales, etc.

Transmisión de animal a persona (zoonosis): Veterinarios, ganaderos, industrias


lácteas, mataderos, etc.

Transmisión a través de objetos o material contaminado: Personal de limpieza o


sanitario, saneamiento público, agricultores, cocineros, mineros, industrias de lana,
pieles y cuero, personal de laboratorio, etc.

La aparición de nuevas enfermedades de extrema gravedad, como el SIDA, la


enfermedad de las vacas locas (EEB), o los nuevos tipos de gripe (aviar, porcina),
supone situaciones de riesgo nuevas y de consecuencias desconocidas o
insuficientemente conocidas dentro del ambiente laboral. Hay que estar atentos a lo
que los organismos pertinentes establezcan para la prevención de cada una de
estas. El establecimiento de medidas preventivas protegerá la salud y reducirá la
inquietud entre los trabajadores expuestos.

Identificación y evaluación de riesgos

La información necesaria para la identificación y evaluación de riesgos es la


siguiente:

a) Información sobre las enfermedades susceptibles de ser contraídas por los


trabajadores como resultado de la actividad profesional; recomendaciones
preventivas de las autoridades sanitarias y laborales, etc.

b) Naturaleza de los agentes biológicos cuyos efectos hay que prevenir y efectos
potenciales de estos, considerando tanto infecciones como efectos alérgicos y
tóxicos. Los agentes biológicos se clasifican en el RD 664/1997 en cuatro grupos,
siendo el grupo 1 el de menor riesgo y el grupo 4 el de mayor riesgo:
Agente del grupo 1: aquel que resulta poco probable que cause una enfermedad en
el hombre;

Agente del grupo 2: aquel que puede causar una enfermedad en el hombre y puede
suponer un peligro para los trabajadores, siendo poco probable que se propague a
la colectividad y existiendo generalmente profilaxis o tratamiento eficaz;

Agente del grupo 3: aquél que puede causar una enfermedad grave en el hombre y
presenta un serio peligro para los trabajadores, con riesgo de que se propague a la
colectividad y existiendo generalmente una profilaxis o tratamiento eficaz;

Agente del grupo 4: aquél que causando una enfermedad grave en el hombre,
supone un serio peligro para los trabajadores, con muchas probabilidades de que
se propague a la colectividad y sin que exista generalmente una profilaxis o un
tratamiento eficaz.

c) Datos de casos de enfermedades infecciosas, alergias e intoxicaciones que se


hayan detectado entre los trabajadores.

d) Relación de puestos de trabajo, y en su caso trabajadores, que podrían estar


expuestos y medidas preventivas que se están aplicando en estos casos, según el
agente y las situaciones de exposición.

e) Análisis de los procedimientos de trabajo, con especial atención a las medidas


preventivas que ya se aplican y en relación a las medidas que se podrían implantar
según el estado de conocimiento científico-técnico.

f) Presencia de trabajadores especialmente sensibles que pudieran tener un riesgo


adicional en función de sus características personales o estado biológico conocido,
debido a circunstancias tales como patologías previas, medicación, trastornos
inmunitarios, embarazo o lactancia.

Los datos obtenidos permitirán valorar el riesgo y estimar la urgencia de la


actuación, y esta será la base para elaborar el plan de prevención.

Si los resultados de la evaluación preliminar ponen de manifiesto que la exposición


posible se refiere únicamente a agentes del grupo 1, se deben aplicar medidas que
aseguren una higiene adecuada (ejemplo, higiene de aseos (lavabos y retretes) y
vestuarios y duchas (cuando estos sean necesarios), comedores, incluyendo vajilla
y neveras, etc.). Sin embargo, si los resultados de la evaluación indican que hay
exposición, o es posible que la haya, a agentes biológicos de los grupos 2, 3 y/o 4,
siempre que sea posible se deben preferir aquellas medidas que permitan eliminar
el agente.

Cuando el riesgo biológico no se puede eliminar (por ejemplo, cuando se trabaja


expresamente con los agentes, cuando hay una manipulación intencional, por
ejemplo, en un laboratorio, o trato con pacientes en un centro sanitario) se ha de
estudiar a fondo los métodos de trabajo en aras de identificar todas las posibles vías
de transmisión, para actuar sobre éstas con medidas adecuadas a la actividad de
la que se trate. Si el riesgo puede ser calificado como grave o inminente, habrá que
actuar en consecuencia.

Plan de prevención

Con la información que se ha recopilado se conocen ya las características de el o


los agentes biológicos concretos contra los que se ha de actuar en cada situación
laboral y para los que se necesitan planes y a qué trabajadores se protegerá. Por
ejemplo, podría ser que tengamos que elaborar o revisar el un "plan de prevención
contra la hepatitis B", tomando en cuenta la información sobre el modo o modos de
transmisión propio/s de esta enfermedad que hemos determinado que se ha de
prevenir, los procesos de trabajo en los que hay posibilidad de contacto (tomando
en cuenta cómo se trabaja en cada sitio, en realidad), la efectividad de las medidas
que se aplican hasta el momento y los métodos de trabajo alternativos que pueden
suponer mejoras.

El plan establecerá las actividades preventivas que se adoptan, el plazo para


llevarlas a cabo y las personas responsables de su efectiva aplicación y su
seguimiento.

Actividades preventivas

Según sea necesario, se establecerán todas o algunas de las siguientes medidas:


• Organizar el trabajo de modo que se reduzca el número de trabajadores
expuestos. Es especialmente interesante introducir modificaciones en los
métodos de trabajo que den protección a todo el colectivo de trabajadores.
• Adoptar medidas seguras de manipulación y transporte.
• Medios seguros de recogida, almacenamiento y evacuación de residuos y/o
muestras.
• Adoptar las medidas de control y protección apropiadas, por ejemplo, según
e caso, medidas de contención de los agentes.
• Señalizar las zonas de riesgo.
• Diseñar planes de emergencia, cuando sea necesario, en función de los
riesgos previstos, desarrollando protocolos específicos para distintas
contingencias, y según la peligrosidad del agente.

Ordenar y hacer aplicar las medidas de higiénicas generales según sean


necesarias (tal como establece el artículo 7 del RD: prohibiciones de ingerir comidas
y bebidas en zonas con riesgo de contaminación biológica, prendas de protección
apropiadas o de otro tipo de prendas especiales, Disponer de retretes y cuartos de
aseo apropiados y adecuados para uso de los trabajadores, que incluyan productos
para la limpieza ocular y antisépticos para la piel, Disponer de un lugar determinado
para el almacenamiento adecuado de los equipos de protección y verificar que se
limpian y se comprueba su buen funcionamiento, etc).

• Proporcionar información acerca de las medidas preventivas adoptadas, con


instrucciones precisas y por escrito.
• Organizar e impartir formación y las actividades de sensibilización de los
trabajadores, repitiéndola con la periodicidad necesaria.
• Diseñar y aplicar las medidas necesarias para la protección de personal
especialmente sensible.

Cuando no se pueda lograr una protección con las medidas colectivas y sin embargo
no se pueda evitar la exposición, se recurrirá a los métodos de protección personal,
individuales, tomando en estos casos en cuenta:
1. los trajes de protección que seleccione y proporcione el empresario deben
ser normalizados (es decir, deben cumplir una norma UNE específica). Se ha
de protocolizar su almacenamiento, limpieza, descontaminación,
destrucción, manutención, reparación y sustitución.
2. Los trabajadores que deban utilizar estos equipos deberán disponer de
tiempo, computable como de trabajo efectivo, para la limpieza y aseo, cada
vez que abandonen el puesto y antes de las pausas para comer.

Vigilancia de la salud

Se ha de organizar la vigilancia de la salud de los trabajadores, según las pautas y


protocolos establecidos las Autoridades Sanitarias (está disponible en internet el
protocolo específico para riesgo biológico del MSC).

Deberá llevarse un historial médico individual de cada trabajador. El médico


responsable de la vigilancia de la salud podrá proponer medidas colectivas de
prevención o protección y también medidas orientadas a proteger a personas
determinadas (por ejemplo, mediante vacunas o cambio provisional de puesto de
trabajo).

El trabajador será informado de la pertinencia de controles médicos más allá de la


finalización de la actividad laboral o con posterioridad a la exposición.

Vacunas

Cuando exista un riesgo para el cual existan vacunas, éstas serán ofertadas por el
empresario a los trabajadores de acuerdo con las siguientes pautas:

• El ofrecimiento y la aceptación constarán por escrito.


• Deberá informarse a los trabajadores sobre ventajas e inconvenientes de la
vacunación.
• Su dispensación no supondrá gasto alguno al trabajador.
• Podrá elaborarse un certificado de vacunación.

Conclusión
La naturaleza de estos riesgos requiere una atención no muy diferente al restos de
los tipos de riesgos, pero es de vital importancia informar y estar informados sobre
el peligro de estos hacia una persona o personas dentro de un ambiente de trabajo.
Científicamente, el mundo a progresado y a evolucionado en cuanto al combate a
este tipo de agentes biológicos, y si bien si se presenta un siniestro se puede revertir
la situación que este presente, pero hay casos en los que no es así, y el peligro real
se puede convertir en una tragedia que puede dejar cosas peores que una secuela.

La capacitación, la protección y la información juegan un papel importante al


momento de tratar con estos riesgos.

Conclusión personal

José de Jesús Muñoz López

El ser humano es susceptible a contraer todo tipo de enfermedades biológicas en


cualquier entorno, ya sea laboral o no, y estar conscientes de estos es de vital
importancia inclusive para la supervivencia de uno mismo. Un claro ejemplo de la
prevención que tiene que dares hacia estos es el trabajo dentro de un hospital o
clínica, debido a que dentro de se pueden encontrar todo tipo de patógenos que nos
afecten tanto a nosotros como a terceros.

Juan Emmanuel Davila Moreno

Los riesgos biológicos, los riesgos del manejo de materiales y sustancias


radioactivas y los riesgos infecto-biológicos son peligros que pueden presentarse
en diferentes entornos y sectores, como la industria, la salud, la agricultura, entre
otros. Cada uno de estos riesgos tiene características específicas, prevención y
clasificación.

Los riesgos biológicos se refieren a la exposición a microorganismos y sus toxinas,


lo que puede provocar infecciones y enfermedades. Estos riesgos se encuentran
principalmente en los sectores de la salud, la agricultura y la industria alimentaria.

Estos riesgos se encuentran principalmente en la industria nuclear, médica y en la


investigación. La prevención de los riesgos del manejo de materiales y sustancias
radioactivas incluye el uso de medidas de protección, como barreras de contención
y equipo de protección personal, así como la capacitación de los trabajadores en
los riesgos asociados con la exposición a la radiación. Los riesgos del manejo de
materiales y sustancias radioactivas se clasifican en diferentes categorías,
dependiendo de la cantidad y tipo de radiación que emiten.

Los riesgos infecto-biológicos se clasifican en diferentes niveles de bioseguridad,


dependiendo del nivel de riesgo que presenten.

En conclusión, los riesgos biológicos, los riesgos del manejo de materiales y


sustancias radioactivas y los riesgos infecto-biológicos son peligros que pueden
presentarse en diferentes entornos y sectores. La prevención y la clasificación de
cada uno de estos riesgos es esencial para minimizar los riesgos para la salud y la
seguridad de los trabajadores y el público en general.

Montserrat Guadalupe Reyna González

En esta actividad aprendimos acerca de los riesgos biológicos los cuales refieren a
la exposición a organismos vivos o materiales derivados de ellos, que pueden ser
perjudiciales para la salud humana. Estos riesgos pueden estar presentes en una
variedad de entornos laborales, incluyendo la salud, la agricultura, la alimentación,
la industria y la investigación.

Los riesgos biológicos en el trabajo son una preocupación importante para la salud
y seguridad de los trabajadores en una amplia variedad de entornos laborales. Los
trabajadores que están expuestos a agentes biológicos pueden desarrollar
enfermedades graves y potencialmente mortales.

En conclusión, la prevención de riesgos biológicos en el trabajo es esencial para


proteger la salud y seguridad de los trabajadores y debe ser una prioridad para los
empleadores en todos los sectores.

Jovana Itzel Flores Bonilla

Al finalizar esta actividad se logró reconocer los riesgos biológicos que pueden
existir en el entorno laboral que nos rodea pero también es necesario saber su
clasificación ya que de esta manera al identificar al grupo en que pertenecen al tener
un contacto directo e indirecto con ellos se puede buscar una solución si es que
ocurre algún daño o accidente al contacto, e incluso de qué manera nos puede
afectar a nosotros, desde vómitos, mareos entre otras cuestiones hasta incluso
infecciones graves e incurables por desarrollar un contacto con ellos.

Referencias Bibliográficas

Universidad Complutense de Madrid. (2013, 19 febrero).


https://www.ucm.es/data/cont/docs/3-2013-02-19-30-
ME+TRI+019+Agentes+biol%C3%B3gicos.pdf

Uco, E. C.-. (2019, 17 octubre). Riesgos asociados a los residuos radiactivos.


Catedra Enresa-UCO. https://www.catedraenresauco.com/riesgos-asociados-a-
los-residuos-radiactivos/
Riesgos Biológicos (Accidentes Biológicos). (s. f.-b). Rioja Salud.
https://www.riojasalud.es/servicios/prevencion-riesgos-laborales/articulos/riesgos-
biologicos-accidentes-biologicos

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