Está en la página 1de 3

“Oh queridísimo San José, me consagro

en tu honor, y me doy enteramente a ti,


para que tú siempre seas mi padre,
mi protector y mi guía en el camino a la
salvación.

Obtén para mí una gran pureza de


corazón y un amor ferviente a la vida
interior.

Siguiendo tu ejemplo, que todos mis


actos sean para la gloria más grande de
Dios, en unión con el divino corazón de
Jesús y el corazón inmaculado de María.
Oh bendito San José, ora por mí, para
que pueda compartir en la paz y alegría
de tu santa muerte. Amén.”
“Oh amado San José, adóptame como tu
hijo. Hazte cargo de mi salvación; cuida
de mí día y noche; guárdame de las
ocasiones del pecado; obtén para mí
pureza de cuerpo.

A través de tu intercesión con Jesús,


concédeme un espíritu de sacrificio,
humildad, abnegación, amor ardiente por
Jesús en el Santísimo Sacramento, y un
amor dulce y tierno a María, mi madre.

San José, quédate conmigo viviendo,


quédate conmigo muriendo, y obtén para
mí un juicio favorable de Jesús, mi
misericordioso Salvador.
Amén.”
“Oh Santo Patriarca, me regocijo contigo por la
exaltada dignidad por la cual fuiste considerado digno
de actuar como padre de Jesús, de darle órdenes y ser
obedecido por aquel a quien el cielo y la tierra
obedecen.
Oh gran santo, como fuiste servido por Dios, yo
también deseo ser llevado a tu servicio. Te elijo,
después de María, para ser mi principal defensor y
protector.
Prometo honrarte todos los días mediante algún acto
especial de devoción y poniéndome bajo tu protección
diaria.
Por esa dulce compañía que Jesús y María te dieron
en tu vida, protégeme durante toda la vida, para que
nunca me separe de mi Dios al perder su gracia.
Mi querido San José, ruega a Jesús por mí.
Ciertamente, Él nunca puede rechazarte nada, ya que
obedeció todas tus órdenes mientras estabas en la
tierra. Dile que me separe de todas las criaturas y de
mí mismo, que me encienda con su santo amor, y que
luego haga conmigo lo que a Él le plazca.
Con esa ayuda que Jesús y María te dieron al morir, te
suplico me protejas de una manera especial a la hora
de mi muerte, para al morir asistido por ti, en compañía
de Jesús y María pueda ir a agradecerte en el paraíso
y, en tu compañía, alabar a mi Dios por toda la
eternidad. Amén.”

También podría gustarte