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COMENTARIO LITOLÓGICO

Se nos presenta el mapa de España dividida en cuatro secciones que constituyen el


roquedo español. Estas áreas son el área silícea, caliza, arcillosa y de origen volcánico.
En cada una de ellas, la erosión crea distintos tipos de relieve o de modelado: granítico,
cárstico, arcilloso, o relieves por erosión diferencial.

En primer lugar, el área silícea está integrada por rocas antiguas de la era primaria. Se
localiza sobre todo en el oeste peninsular, con ramificaciones hacia la parte occidental de la
cordillera Cantábrica, el sistema Central, los Montes de Toledo y Sierra Morena. La roca
predominante es el granito. Su alteración origina distintos tipos de relieve granítico:
Por una parte, la alteración química del granito por el agua hace grietas y, por otra, la
alteración a partir de las diaclasas o fracturas del granito crea distintas formas según la
altitud. En las áreas de alta montaña se forman canchales y en las zonas menos elevadas
berrocales y caos granítico.

En segundo lugar, el área caliza está integrada por rocas de la era secundaria y plegadas
en la era terciaria. Su localización forma una “z” invertida que se extiende por los Pirineos,
los Montes Vascos, el sector oriental de la cordillera Cantábrica, el sistema Ibérico, parte de
la cordillera Costero-Catalana, y la cordillera Subbética. La roca predominante es la caliza.
El relieve cárstico da lugar a un relieve complejo, como las gargantas, foces u hoces y las
cuevas, por la filtración de agua.

Por último, el área arcillosa está integrada por rocas sedimentarias de las eras terciaria y
cuaternaria. Se localiza en las cuencas sedimentarias de las submesetas norte y sur; en
las depresiones del Ebro y Guadalquivir. La roca predominante es la arcilla. Da lugar a un
relieve horizontal. Su rápida erosión da lugar a dos tipos de relieves: las campiñas o
llanuras suavemente onduladas, y las cárcavas y badlands.

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