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2. LOS REBORDES MONTAÑOSOS DE LA MESETA.

Corresponden a las cordilleras que enmarcan a la meseta en su zona periférica surgidas


durante la orogénesis alpina, bien como fractura y rejuvenecimiento del zócalo
paleozoico (Macizo Galaico-leonés, Sierra Morena, Cordillera Cantábrica occidental) o
bien por plegamiento de los materiales secundarios sedimentarios marinos depositados
en los bordes de dicho zócalo (Cordillera Cantábrica oriental y Sistema Ibérico).

a) Evolución geológica:

Era Primaria: La parte occidental (Galicia, occidente de Asturias y León) de la


Península se ve afectada por el levantamiento y posterior erosión y arrasamiento
(superficie de erosión) del macizo herciniano.
Era Secundaria: Prosigue la erosión y arrasamiento del zócalo paleozoico. En sus
bordes orientales y en contacto con mares de poca profundidad secundarios, se produce
una sedimentación tanto en el zócalo por las transgresiones marinas, como en los fondos
de esos mares secundarios de donde surgirán la Cordillera Cantábrica oriental y el
Sistema Ibérico.
Era Terciaria: la orogénesis alpina fractura y rejuvenece el zócalo paleozoico
formando macizos antiguos (Macizo Galaico-leonés, Cordillera Cantábrica occidental),
plegando los materiales secundarios marinos (esencialmente caliza) y levantando la
Cordillera Cantábrica oriental y el Sistema Ibérico (cordilleras de plegamiento
intermedias).
Era Cuaternaria: Dichas formas de relieve surgidas en la era anterior se ven afectadas
por distintos agentes erosivos originándose un relieve kárstico ( Cantabria) en las zonas
calizas, sin olvidar fenómenos de glaciarismo en las zonas más altas (Picos de Europa,
Sierra del Híjar..) y la formación de terrazas fluviales en los valles.

b) Litología. Tipo de roquedo.


Predominan los materiales siliceos paleozoicos (granitos, cuarcitas, pizarras…) en las
zonas de zócalo rejuvenecido (Macizo Galaico-leonés, Sierra Morena y Cordillera
Cantábrica occidental).
Por el contrario los materiales sedimentarios secundarios (caliza esencialmente,
arcilla, marga, arenisca y arenas) abundan en la Cordillera Cantábrica oriental y en el
Sistema Ibérico.

c) Descripción y análisis. Unidades de Relieve:


Se distinguen cuatro unidades de relieve:

1) Macizo Galaico-leonés: Se trata del zócalo fracturado y rejuvenecido por la


orogenia alpina (macizo antiguo). Presenta un relieve fallado con bloques levantados
(horst) como el Teleno, Sierra de Ancares, Cabrera etc.. y bloques hundidos como la
fosa tectónica de El Bierzo. La erosión cuaternaria deriva a un modelado afectado por el
glaciarismo (glaciares de circo como en Cabeza de Manzaneda en Orense) y por
terrazas fluviales.
2) Cordillera Cantábrica:

A su vez se distinguen dos sectores:

2.a) Sector occidental o Macizo Asturiano. Es una continuación del macizo


Galaico-leonés y se trata de un rejuvenecimiento del zócalo por la orogenia alpina
(macizo antiguo) y por lo tanto presenta materiales hercínicos (granito, cuarcitas, calizas
primarias y yacimientos carboníferos). Predominan por lo tanto un sistema de bloques
elevados (horst) y bloques hundidos (fosas tectónicas) en su zona central y en la zona
occidental en contacto con Galicia presenta un relieve de tipo apalachense.

2.b) Sector centro-oriental o Montaña Cántabra. Corresponde a un plegamiento de


materiales sedimentarios marinos durante la orogénesis alpina (cordillera intermedia).
Predominan las calizas secundarias pero también afloran arcillas, margas, areniscas y
arenas.
Durante el Cuaternario los agentes erosivos han ido modelando el relieve hasta darle el
aspecto actual. Las glaciaciones afectaron a las zonas más elevadas de los Picos de
Europa, Peña Sagra, Peña Labra, Castro Valnera, etc. y algunas zonas más bajas como
el nacimiento del río Asón, dando lugar a valles de circo y valles en artesa, es decir, en
forma de U.
La presencia mayoritaria de calizas determina la gran abundancia de formaciones
cársticas (dolinas, poljé, hoces, uvalas, simas...). Las cumbres más destacadas son la
Sierra de Híjar (2.222m) y Peña Labra (2.018m).

En la zona de Cantabria distinguimos tres grandes unidades morfoestructurales:

Las montañas bajas y los valles intermedios: al sur del litoral se alza una barrera
montañosa en una sucesión de valles y montañas. Las montañas son bajas, no
sobrepasan los 1.000 metros de altitud (Sierra del Escudo de Cabuérniga, Ibio, Dobra),
y los valles son estrechos y profundos, muy encajados en algunos tramos, (valles de
Nansa, Saja, Cabuérniga, Buelna, Toranzo, Cayón, Carriedo, Pas, Pisueña, Miera,
Ruesga, Soba y Guriezo). Los ríos se ven obligados a salvar grandes desniveles en muy
poca distancia hasta la desembocadura, lo que les da una gran fuerza erosiva y así
excavan profundos valles. En las zonas donde abunda la caliza forman desfiladeros (La
Hermida por el río Deva) y en zonas donde abundan las arcillas forman amplias hoyas
(Corrales de Buelna, Torrelavega, Ramales de la Victoria).

La Montaña y los valles meridionales: está formada por las sierras y los macizos
montañosos del interior de Cantabria (Picos de Europa- se reparten entre las
provincias de Asturias, Cantabria y León. Constituyen un enorme horst tectónico en el
que abundan las formaciones cársticas: lapiaz, dolinas, poljé y hoces ej. la garganta
formada por el río Cares-; Peña Sagra, Peña Labra, Sierra del Escudo, Montes de Pas,
Sierra del Hornijo...).

Al sur de la Cordillera Cantábrica encontramos tierras altas, lindantes con la meseta


castellana, en las que destacan los valles abiertos por los ríos y los páramos calizos
(Páramo de Masa, La Lora..).
3. Sistema Ibérico

Se extiende desde la Sierra de la Demanda (entre La Rioja y Burgos) y Alicante


El Sistema Ibérico, aunque cuenta con una pequeña parte de roquedo paleozoico al
noroeste con alturas superiores a los 2000 metros, está formado predominantemente por
materiales secundarios depositados por el mar en el borde este de la Meseta, que se
plegaron en la orogénesis alpina. En él se distinguen dos sectores:
3.a) la mitad norte: de dirección NO- SE. Se trata de una cordillera de plegamiento
intermedia con calizas plegadas y con la aparición de horst del zócalo en sus partes más
altas (Sierras del Moncayo y Sierra de la Demanda). Se observa incidencia de
glaciarismo en el Moncayo. Demanda y Picos de Urbión donde han quedado lagunas de
origen glaciar ( Laguna Negra de Soria)
3.b) la mitad sur: con dirección N-S desde Teruel, que se bifurca en dos ramas: la rama
interior o castellana (Sierra de Albarracín, Montes Universales y Serranía de Cuenca) y
la exterior o aragonesa (Maestrazgo, Javalambre, Gúdar). Ambas están separadas por
una depresión longitudinal o fosa tectónica (valle del Jiloca), que se rellenó con
materiales terciarios. Se trata de ambas cordillera de plegamiento de materiales
secundarios (calizas) con el resalte del zócalo paleozoico (pizarras) en algunas zonas
(Albarracín). Durante el Cuaternaria en la zonas calizas se ha desarrollado un relieve de
tipo kárstico (dolinas, poljé, simas..) como la Ciudad Encantada de Cuenca.

4. Sierra Morena

No es propiamente una cordillera, sino un brusco escalón que separa la Meseta del
Valle del Guadalquivir. Se ha interpretado como una gigantesca falla del zócalo, pero
parece que se trata de una gran flexión fracturada en muchos puntos, producida por el
empuje desde el sur al levantarse las Cordilleras Béticas. El roquedo es paleozoico
(cuarcita, pizarras, granitos), de color oscuro, al igual que su vegetación (jara). Ambas
características le dan su nombre. Sus sierras más destacadas son Madrona, Pedroches y
Aracena. En muchos casos le cortan perpendicularmente varios valles o tajos surcados
por afluentes del Guadalquivir ( Tinto, Odiel, Jándula..)

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