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GEOGRAFÍA. IES. PEDRO SOTO DE ROJAS.

2. EL RELIEVE. (Bloque 2). Características generales. Las Meseta y sus unidades interiores. Los
rebordes montañosos de la Meseta. Los sistemas y unidades exteriores. Los relieves insulares.

Introducción.

Introducción.

España es un país con un relieve muy diverso, en el que podemos hallar cordilleras, mesetas,
grandes valles e incluso regiones volcánicas, siendo así la zona más heterogénea del extremo
suroeste de Europa.

España es un país de tamaño medio (505.987 km2), en el que podemos encontrar dos
archipiélagos (Baleares, con 4.992 km2, y Canarias, con 7.447 km2) y varios enclaves en el norte
de África (Ceuta, con una superficie de 19,6 km2 y Melilla, con 12,3 Km2). El territorio peninsular
tiene unas coordenadas geográficas de 43º (Estaca de Bares) y 36º N (Tarifa) y 3º E (cabo de
Creus) y 9ºO (cabo Touriñan). El archipiélago canario se encuentra mucho más al sur y al oeste
(29-27 º N y 18-13º O).

El relieve de España es complejo pues podemos encontrar cordilleras, mesetas, depresiones e,


incluso, formaciones volcánicas. En la península, la gran Meseta Central, dividida en dos por el
Sistema Central (Submeseta Norte y Submeseta Sur, que a su vez esta partida por los Montes de
Toledo), está rodeada por una serie de cordilleras a los que normalmente denominamos
rebordes montañosos (Macizo Galaico, Cordillera Cantábrica, Sistema Ibérico y Sierra Morena).
Las depresiones exteriores, del Ebro y del Guadalquivir, situadas más allá de los rebordes, dan
paso , para finalizar a las cordilleras exteriores o periféricas , esto es, los Pirineos, los Montes
Vascos, las cordilleras Béticas, y la Cordillera Costero-Catalana. El archipiélago Balear es una
prolongación de las Béticas, a excepción de Menorca, y el archipiélago Canario tienen un origen
volcánico, y no tiene nada que ver con el de la Península Ibérica.

Características generales.

La configuración del relieve peninsular se caracteriza por:

• La elevada altitud media (660 m.s.n.m.) que convierte a España en el segundo país más
elevado de Europa, solo superado por Suiza.
• La disposición periférica del relieve en torno a la Meseta que frena la influencia del mar
y causa enromes contrastes entre el litoral y el interior peninsular.
• La forma maciza de la peninsular viene dada por la gran anchura de la Península de
oeste a este (1094 kms) y por sus costas rectilíneas, sin apenas accidentes litorales (salvo
el noroeste). Este hecho limita la penetración de la influencia del mar hacia el interior.
• La diversidad de materiales geológicos, hasta el punto de hablar de una España caliza,
silicia, arcillosa e, incluso, volcánica.

Las principales unidades morfoestructurales son:

• Zócalos: son llanuras o mesetas formadas en la era primaria como resultado de la


erosión de cordilleras surgidas en la orogénesis de esta misma era. En la actualidad son
relieves predominantemente horizontales, que ocupan extensas áreas del oeste
peninsular. Los materiales son rocas silíceas, duras y rígidas, como los granitos, pizarras,
cuarcitas y gneises, susceptibles de fracturarse.

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• Macizos antiguos: montañas formadas en la era terciaria por el nuevo levantamiento o


rejuvenecimiento de un bloque de un zócalo a causa de la orogenia alpina. Sus
materiales son paleozoicos. Presentan formas suaves y cumbres aplanadas al estar muy
erosionadas. Se trata del sistema Central, los Montes de Toledo, Macizo Galaico y la
parte occidental de la Cordillera Cantábrica.
• Las cordilleras de plegamiento: son grandes elevaciones montañosas surgidas en la
orogénesis alpina de la era terciaria por el plegamiento de materiales sedimentarios
(calizas o areniscas depositadas en el mar en la era secundaria). Su orografía es abrupta
debido a su juventud. El Sistema Ibérico y la parte oriental de la Cordillera Cantábrica se
formaron al plegarse los materiales acumulados en los rebordes sumergidos del zócalo.
Los Pirineos, Béticas y las Cordilleras Costero-catalanas (consideradas cordilleras
alpinas) se formaron al plegarse los materiales aculados en fosas marinas.
• Las cuencas sedimentarias: son depresiones rellenas de los materiales de arrastre como
arcillas y calizas, que se formaron en la era Terciaria. Podemos diferenciar entre las
cuencas de hundimiento (bloques de zócalo) del interior de la Meseta (Duero, Tajo o
Guadiana), de las depresiones prealpinas, como la del Ebro y Guadalquivir.

Con respecto a las características litológicas de la península y archipiélagos, encontramos los


siguientes dominios:

Área (España) Silícea: está integrada por rocas antiguas de la era precámbrica y primaria. Las
rocas más comunes, duras y rígidas, son el granito, gneis, cuarcita y pizarra. Se localiza
mayoritariamente al oeste de la península. En esta área la roca predominante es el granito por
lo que se da el modelado granítico. En unos casos los cristales del granito se descomponen y se
transforma en arenas pardoamarillentas. En otros casos el granito se altera a partir de fracturas.
El resultado depende de la altitud:

- En las áreas de alta montaña las rocas se rompen cuando el agua se filtra por las
fracturas y luego se hiela. Esto da lugar a la formación de crestas agudas, escarpadas y
dentadas y a la aparición de canchales (acumulación de fragmentos de rocas rotas al pie
de las montañas).

- En las zonas menos elevadas, si la alteración se produce a partir de diaclasas paralelas


a la superficie, origina la descamación resultando un paisaje suavemente ondulado
(domos). Si la alteración se produce a partir de una red de diaclasas perpendiculares, se
forman bolas, que pueden amontonarse formando berrocales o disponerse en las
laderas o al pie de las montañas (caos granítico).

Área (España) caliza: Está formada por sedimentos de la era secundaria plegados durante la
terciaria. Los terrenos calizos forman un “Z” invertida que se entiende por los Prepirineos, los
Montes Vascos, el sector oriental de la cordillera Cantábrica, el Sistema Ibérico, parte de la
cordillera Costero-Catalana y la Cordillera Subbética. La roca predominante es la caliza (roca
sedimentaria constituida por carbonato cálcico). Origina un relieve cárstico, cuyas formas
características son las siguientes:

- Los lapiaces, que en unos casos son surcos abiertos por las aguas de escorrentía sobre
las vertientes o sobre superficies llanas con fisuras y en otros casos son cavidades
separadas por tabiques agudos.

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• Las gargantas, foces u hoces que son valles profundos y estrechos enmarcados por
vertientes abruptas, causados por los ríos.
• Los poljés son depresiones o valles cerrados de fondo horizontal.
• Las dolinas o torcas son cavidades que se originan en lugares donde el agua se estanca.
• Las cuevas se originan al infiltrarse agua por las fisuras del terreno calizo y circular de
forma subterránea.
• Las simas son aberturas estrechas que comunican la superficie con las galerías
subterráneas.

Área (España) arcillosa: Está constituida por materiales sedimentarios poco resistentes (arcillas,
margas y yesos) depositados a finales del Terciario y en el Cuaternario. Comprende buena parte
de las depresiones de las submesetas norte y sur, las depresiones del Ebro y del Guadalquivir y
las llanuras costeras mediterráneas. El relieve arcilloso es básicamente horizontal, ya que son
terrenos no afectados por plegamientos posteriores. Su rápida erosión, debida a la blandura de
los materiales, genera dos tipos de relieve:

• La campiña: cuando los ríos abren valles que separan estructuras horizontales,
originando llanuras suavemente onduladas.
• Cárcavas: se originan en lugares con clima semiárido, en donde hay lluvias torrenciales
de corta duración y escasa cobertura vegetal, la erosión es muy intensa, generándose
surcos profundos separados por aristas. Si las cárcavas ocupan una amplia extensión, se
habla de “Badlands”.

Área (España) volcánica: Se encuentra en el archipiélago canario, pero también podemos


encontrar restos en el Campo de Olot, Campo de Calatrava, Cabo de Gata y Mar Menor. Las
rocas que se encuentran en este relieve son las rocas volcánicas (basaltos). El tipo de relieve o
modelado al que ha dado lugar es el modelado volcánico, y puede formar:

• Conos volcánicos: elevaciones cónicas abiertas en la cima.


• Calderas: cráteres circulares producidos por el hundimiento de las capas magmáticas.
• Malpaíses: terrenos abruptos formados al solidificarse rápidamente las coladas de
lavas.
• Diques (muros volcánicos) y Roques (agujas volcánicas formadas en las antiguas
chimeneas volcánicas).

La Meseta y sus unidades interiores.

La Meseta es una llanura elevada situada a unos 600-800 metros de altitud. Se formó en la era
primaria por la erosión de un antiguo Macizo Hespérico, surgido en la orogénesis herciniana. En

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la era terciaria la Meseta fue deformada y destruida en gran parte durante la orogénesis alpina,
de modo que dentro de ella pueden diferenciarse tres unidades: el antiguo zócalo paleozoico,
las sierras interiores y las cuencas sedimentarias interiores.

1. El antiguo zócalo paleozoico solo aflora hoy al oeste peninsular (penillanuras zamorano-
salmantina y extremeña). Aquí la erosión ha eliminado los materiales terciarios que recubrían el
zócalo, dejando al descubierto los materiales silíceos primarios: granito, pizarra y cuarcita.

El relieve está constituido por penillanuras o superficies de erosión muy suavemente


onduladas. Las modeladas sobre granito son más llanas (norte de Salamanca) que las modeladas
sobre pizarra (sur de Salamanca y Extremadura). Las penillanuras están accidentadas
por montes isla, o relieves residuales constituidos por rocas más resistentes, como los formados
sobre las cuarcitas que salpican la penillanura extremeña. En la zona de contacto de las
penillanuras con las cuencas sedimentarias de la Meseta los ríos crean
profundas gargantas (arribes, tajos) al encajarse sobre los materiales duros de las penillanuras.

2. Las sierras interiores: el Sistema Central y los Montes de Toledo. Se formaron en la era
terciaria por el levantamiento de algunos bloques del zócalo de la Meseta como resultado de la
orogénesis alpina. Ambos son de roquedo primario (granito, pizarra, gneis) y tienen formas
redondeadas y cumbres aplanadas, puesto que son superficies de erosión levantadas.

• El Sistema Central es más alto y divide la Meseta por la mitad. Sus sierras más
destacadas son Somosierra, Guadarrama, Gredos, Peña de Francia y Gata.
• Los Montes de Toledo son de menor altura y dividen en dos la Submeseta sur,
separando las cuencas del Tajo y del Guadiana. Su sierra más importante es la de
Guadalupe.

3. Las cuencas sedimentarias interiores de la Meseta son las de las Submeseta norte y sur. Se
formaron en la era terciaria por el hundimiento de bloques del zócalo de la Meseta como
resultado de la orogénesis alpina. Las cuencas constituyeron, primero, lagos y, posteriormente
se rellenaron con materiales terciarios, dispuestos horizontalmente en estratos blandos en la
parte inferior (arcillas, arenas, yesos y margas) y duros en la parte superior (calizas). El resultado
fue un relieve de páramos, campiñas y cuestas (relieve sobre estratos inclinados).

La Submeseta Norte tiene una altitud media de 800 metros, ocupada por la cuenca del Duero y
rodeada por montañas a excepción de la penillanura salmantina.

La Submeseta Sur tiene una altitud media de entre 500 y 700 metros. Es algo más accidentada
que la Submeseta norte, en parte por la presencia de los Montes de Toledo, que la dividen en
dos cuencas, el Tajo y el Guadiana. Hacia el oeste se abre en dirección hacia el Atlántico (Alentejo
y Algarbe, ya en Portugal).

Los rebordes montañosos de la Meseta.

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Las formaciones que rodean a la Meseta Central cierran a esta en todas las direcciones, excepto
hacia el oeste. Estas cordilleras son:

• Macizo Galaico Leonés:

Situado en el extremo noroccidental de la Península. Se formó en la Era Terciaria por el


levantamiento del ángulo noroeste del zócalo de la Meseta durante la orogénesis alpina, sus
materiales, por tanto, son paleozoicos. El relieve presenta montañas redondeadas de poca
altura, cortadas por multitud de fallas.. El sector oriental , denominado Montes de León es más
abrupto que las montañas gallega , propiamente llamado como Macizo Galaico. Entre sus
sierras destacan la Segundera, Cabrera y los Ancares. Su cumbre es el Teleno (2188 m.s.n.m.).

• Cordillera Cantábrica:

Amplio conjunto montañoso de 400 km de longitud que se extiende desde el Macizo Galaico
Leonés hasta los Pirineos (O-E). Presenta una clara disimetría N-S, pues mientras que el descenso
hacia el sur es paulatino, debido a que es una parte levantada del zócalo, en dirección N es
brusco, por lo que los desniveles son considerables, constituyéndose como una autentica
barrera entre el Cantábrico y la Meseta. El glaciarismo cuaternario fue importante como lo
atestigua la presencia de lagunas en los antiguos circos y barreras glaciares (lagos de
Covadonga). Tiene dos sectores bien diferenciados:

• El sector Oeste, el Macizo Asturiano, se formó en la Era Terciaria por el levantamiento


de este sector del zócalo de la Meseta durante la orogénesis alpina, dando origen a un
extenso territorio montañoso de bloques hundidos y levantados sobre materiales
duros, paleozoicos (pizarras y cuarcitas). Los Picos de Europa, en cambio, están
formados por calizas muy antiguas (paleozoicas) en las que los ríos han labrado
profundas gargantas. Las mayores altitud están en esta última zona: Torre de Cerredo
(2650 m.s.n.m.).
• El sector Este de la cordillera, la Montaña Cantábrica, se formó en la Era Terciaria por el
plegamiento de materiales secundarios depositados por el mar en el borde de la
Meseta. Aquí el zócalo está cubierto por un conjunto de calizas plegadas (relieve
jurásico) donde predominan los fenómenos kársticos.

• Sistema Ibérico.

Tiene unos 400 km de longitud, con una orientación NO-SE, su anchura llega a superar los
100km. Es una cordillera intermedia, formada en la Era Terciaria por el plegamiento de
sedimentos depositados por el mar en el borde oriental del zócalo de la Meseta. Sobre estos
materiales actúa la orogenia alpina, con resultados muy diferentes dependiendo de los
materiales.

En la estructura del Sistema Ibérico se distinguen dos sectores:

• El tercio norte, de dirección NO- SE, incluye las mayores alturas de la cordillera (Picos de
Urbión con 2.235 m.s.n.m. y materiales paleozoicos al igual que la Sierra de la Demanda,
con 2270 m.s.n.m. en el pico San Lorenzo y el Moncayo con 2316 m.s.n.m. y de litología
caliza).
• Desde el sureste de Soria el sistema Ibérico se bifurca en dos ramas: la rama interior o
castellana (Sierra de Albarracín, paleozoica, y serranía de Cuenca, caliza) y la rama

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exterior o aragonesa (sierras de Javalambre y Gúdar, de materiales calizos). Estas ramas


están separadas por la fosa tectónica del Jalón, rellena de materiales arcillosos.

• Sierra Morena.

Tiene una longitud de unos 400 km, desde el norte de Huelva hasta Albacete, se formó en la Era
Terciaria por el empuje desde el sur al levantarse las cordilleras Béticas. El nombre viene del
color oscuro de las rocas, pizarras, y de la vegetación, jaras, que dan una sensación de
penumbra.

No es realmente una cadena montañosa, sino un peldaño que separa el antiguo macizo de la
Meseta del Valle del Guadalquivir. Se considera como una falla única o como un conjunto de
fallas que descompondrían el labio de la Meseta en numerosos bloques. Este escalón es apenas
perceptible si vemos Sierra Morena desde la Meseta (cerros de escasa altura), pero si lo vemos
desde Andalucía, se nos presenta como un muro de casi 1000 metros de altitud. Sus sierras más
destacadas son Madrona, Pedroches y Aracena.

Los sistemas y unidades exteriores.

Las unidades de relieve exteriores tienen su origen en la orogenia alpina, cuando son plegados
los materiales acumulados durante la era secundaria en las fosas bética y pirenaica. Las
depresiones que surgen entre estas elevaciones , que son los Pirineos, los Montes Vascos, las
Cordilleras Costero- Catalanas y las Cordilleras Béticas, y los rebordes de la Meseta son jóvenes
y continúan evolucionando: Ebro y Guadalquivir.

Los Pirineos muestran una estructura compleja:

• El eje o zona axial corresponde al antiguo macizo herciniano de Aquitania, que


rejuveneció en la orogénesis alpina. Está formado por materiales paleozoicos y tiene un
relieve abrupto. Destacan el Aneto (3.404 msnm.) y Monte Perdido.
• Los Prepirineos se encuentran al sur de la zona axial. Se formaron en la orogénesis alpina
de la era terciaria por el plegamiento de los materiales secundarios depositados en la
fosa pirenaica. Están formados por calizas y poseen un relieve más suave y menos alto
que el de la zona axial. Se estructuran en dos alineaciones paralelas al eje: las sierras
interiores y las sierras exteriores. Destacan las sierras de Cadí y Guara.
• La depresión media es una larga y estrecha depresión que separa las sierras interiores
y las sierras exteriores prepirenaicas.

Los Pirineos tienen como prolongación los Montes Vascos y la cordillera Costero-Catalana:

• Los Montes Vascos prolongan a los Prepirineos. Por tanto, son de roquedo calizo,
formas suaves y moderada altitud. Sus mayores elevaciones son Aralar y Peña Gorbea.

• La cordillera Costero-Catalana es una transformación de la zona oriental de los Pirineos.


Está separada de estos por fallas, que han dado lugar a una región volcánica, muy bien
conservada. La mitad norte de la cordillera está formada por materiales paleozoicos. La
mitad sur está constituida por terrenos calizos secundarios plegados en la orogénesis
alpina.

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La cordillera está dividida en dos alineaciones: una paralela a la costa, de escasa altura (Altos de
Garraf) y otra interior más alta (Montserrat). Ambas están separadas por una depresión o fosa
tectónica, que se rellenó con materiales terciarios y cuaternarios, dando lugar a un relieve de
colinas suaves y valles.

Las cordilleras Béticas se estructuran en dos sistemas montañosos separados por depresiones.

1. La cordillera Penibética bordea la costa. Se formó en la era terciaria por el


rejuvenecimiento del antiguo del antiguo Macizo Bético-Rifeño. Sus materiales son
paleozoicos fundamentalmente, pero también se pueden encontrar materiales
sedimentarios como las calizas, debido a la extensa presencia de mantos de corrimiento.
Las formaciones penibéticas se extienden desde Cádiz hasta Almería, destacando la
Serranía de Ronda, las Nieves, las sierras de Almijara, Tejeda, Contraviesa, Lújar, Gádor,
Sierra Nevada, Los Filabres y las Estancias. Destacan los picos Mulhacén (3.478 m.s.n.m.,
siendo la cima más alta de la Península Ibérica) y el Veleta.
2. La cordillera Subbética se localiza en el interior. Se formó en la era terciaria por el
plegamiento de los materiales secundarios depositados por el mar en la fosa bética.
Estos materiales eran alternativamente duros (calizas) y blandos (margas), por lo que,
al plegarse, originaron mantos de corrimiento y cabalgamientos, es decir,
desplazamientos horizontales de materiales. Sus sierras más destacadas son la Sierra de
Grazalema, la Subbética de Córdoba, la Sierra Sur de Jaén, Sierra Mágina, Sierra Arana
Las sierras de Cazorla, Segura, la Villas , Alcaraz ( Albacete) y Aitana ( Alicante) suelen
englobarse, a su vez, dentro de las llamadas Cordillera Prebéticas, que son la parte más
exterior de las Béticas , en contacto con Sierra Morena.
3. La depresión Intrabética, entre las cordilleras Penibética y Bética. Se rellenó con
materiales terciarios, que dan lugar a un paisaje de badlands, dada la aridez del clima.
Es un pasillo que abraca las comarcas de Antequera, Vega de Granada, Hoyas de Guadix
y Baza, y el Pasillo de Chirivel.

Las Depresiones Exteriores De La Meseta

Las depresiones exteriores de la Meseta son las de los ríos Ebro y Guadalquivir. Ambas son
cuencas o fosas prealpinas, de forma triangular, formadas en la era terciaria paralelamente a las
cordilleras alpinas y rellenadas por sedimentos terciarios y cuaternarios (fundamentalmente
margas y arcillas) y que forman relieves horizontales o suavemente ondulados, como las
campiñas.

• La depresión del Ebro es paralela a los Pirineos y se encuentra cerrada por estos, por el
Sistema Ibérico y por la Cordillera Costero-Catalana. Sus materiales son marinos y
continentales, gruesos en los bordes de la depresión (conglomerados) que forman los
somontanos o piedemontes (dado lugar a Mallos y Hoyas) y más finos en el centro
(areniscas, margas, yesos, calizas y sales) formando mesas o muelas.
• La depresión del Guadalquivir es paralela a las cordilleras Béticas y se dispone entre
estas, Sierra Morena y el océano Atlántico. Primero estuvo abierta al mar. Luego, se

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convirtió en un lago y más tarde, en marismas pantanosas. Se rellenó con arcillas, calizas
y margas marinas. En los lugares en donde aparecen materiales resistentes como las
calizas , hay formas horizontales como los Alcores.

Los relieves insulares.

• El archipiélago Balear.

Las islas Baleares constituyen el último eslabón de las cordilleras Béticas (de la Subbética,
concretamente), a excepción de Menorca, que está ligada a las Cordilleras Costero Catalinas.

Mallorca, la mayor de las islas del archipiélago, está dividida en tres áreas
morfoestructurales: la sierra de Tramontana, las sierras de Llevant, y el Pla. La Serra de
Tramuntana, de materias calizos, tiene la mayor altitud de la isla, el Puig Major (1445
msnm). Se trata de un relieve muy quebrado, en dirección SO- NE, que desciende hacia el
Mediterráneo de forma abrupta. Las sierras de Levante son de escasa altitud y materiales
calizos, mientras que el Pla es una depresión rellena de materiales arcillosos.

Ibiza y Formentera estuvieron unidas hasta el Cuaternario. Sus materiales son calizos, solo
hay pequeñas elevaciones.

Menorca tiene en su parte septentrional una pequeña sierra de materiales paleozoicos lo


que permite relacionar esta isla con las Cordilleras Costero Catalanas. Al sur, la isla es llana
y caliza.

El Archipiélago Canario.

Las Canarias son de origen volcánico, y surgieron por las fracturas originadas durante la Era
Terciaria en un punto caliente del océano Atlántico, mientras el mundo se convulsionaba
con la orogenia alpina. Por tanto, en ellas encontraremos todas las formas típicas de los
relieves volcánicos, así como los materiales usuales, predominando los basaltos.

Las islas más antiguas son las orientales (Lanzarote y Fuerteventura), mientras que hacia el
oeste son más jóvenes (especialmente el Hierro y la Palma), y con relieves mucho más
acusados, destacando el pico del Teide en la isla de Tenerife (3.718 msnm), que es la cima
más alta de España.

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