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ESFENOIDES Y SUS CARAS

El esfenoides es un hueso impar, central y simétrico, que ocupa la parte anterior y


media de la base de esta cavidad ósea. Está situado entre el etmoides y el frontal, que
se encuentran por delante, y el occipital, que está por detrás.

En conjunto, el esfenoides se compone esencialmente: de un cuerpo de forma cúbica;


de dos alas menores, anexas a la cara superior del cuerpo; de dos alas mayores, anexas
a sus caras laterales; de dos apófisis pterigoides, anexas a su cara inferior.

Cuerpo. — El cuerpo del esfenoides tiene, una forma cuboidea. Presenta, “seis caras,
que, por situación, se llaman superior, inferior, anterior, posterior y laterales

cara superior: es endocraneal, tiene una superficie cuadrilátera en la que existen, a


cada lado de la línea media, dos canales anteroposteriores poco profundos aquí
también encontramos la silla turca aloja el cuerpo pituitario o hipófisis (fosa
hipofisaria). Por delante, la silla turca está limitada por una eminencia mamelonada, el
tubérculo pituitario, que la separa del canal óptico. Por detrás está cerrada por una
lámina ósea, que por su forma ha recibido el nombre de lámina cuadrilátera del
esfenoides.

La silla turca está limitada en sus cuatro ángulos por cuatro eminencias (figura 149),
conocidas con el nombre de apófisis clinoides . Se distinguen en anteriores y
posteriores: las dos anteriores forman parte de las alas menores y están situadas
detrás de los agujeros ópticos; las dos posteriores no son otra cosa que los ángulos
libres de la indicada lámina cuadrilátera. Finalmente, a cada lado de la silla turca, entre
la apófisis clinoides anterior y la apófisis clinoides posterior, existe algunas veces una
eminencia intermedia, la apófisis clinoides media, que por regla general se halla
reducida a un simple tubérculo.
cara inferior: La cara inferior presenta en el centro una cresta media, cresta inferior del
esfenoides, que se aloja en el canal del vómer. Esta cresta se dirige hacia delante y, al
unirse con la cresta de la cara anterior, hace eminencia en forma de espolón. A cada
lado de esta cresta central se encuentra un primer surco, que sirve para alojar el borde
delgado de la base del vómer. Más hacia fuera, junto a la apófisis pterigoides, existe un
segundo surco, que junto con la apófisis esfenoidal del palatino se transforma en
conducto.

Cara anterior. — La cara anterior del cuerpo del esfenoides está en relación, en un
cráneo articulado, con la parte posterior del etmoides. Encontramos, en la línea media
y de arriba abajo: una lámina horizontal, delgada y cuadrilátera, destinada a articularse
con la lámina cribosa del etmoides; por debajo de la misma, una cresta vertical,
igualmente rugosa, articulada con el borde anterior de la lámina perpendicular de este
último hueso. Esta cresta, cresta anterior del esfenoides, se une por abajo con la cresta
de la cara inferior para formar el pico. A los lados de la cresta media encontramos
sucesivamente, de dentro afuera: , un canal vertical que en un cráneo no desarticulado
forma la parte posterior de la bóveda de las fosas nasales; un orificio de bordes muy
irregulares, que es la entrada de los senos esfenoidales; finalmente, una superficie
rugosa, destinada a articularse con las masas laterales del etmoides. Esta superficie
contiene semicélulas óseas que se unen a las células etmoidales posteriores.

Cara posterior. — La cara posterior, oblicuamente dirigida de arriba abajo y de atrás


adelante, presenta una superficie cuadrilátera y rugosa, destinada a articularse con el
occipital. Se suelda tan fuertemente a este último hueso, que, en la mayoría de los
huesos preparados para el estudio, esta cara está formada artificialmente por el corte
de la sierra.

Caras laterales. — Las caras laterales del cuerpo del esfenoides sirven de punto de
implantación de las alas mayores, que las ocultan casi en su totalidad. A cada lado,
están separadas de la silla turca por un canal que siempre es bastante profundo, el
canal cavernoso. Este canal, que es continuación del conducto carotídeo, primero es
ascendente. En su origen, se prolonga hacia atrás y afuera por una delgada laminilla, la
lingula, que no llega normalmente al peñasco .Después se inclina hacia delante, sigue
en cierto trayecto una dirección horizontal y vuelve de nuevo a dirigirse hacia arriba en
su extremidad anterior, para alcanzar el lado interno de la apófisis clinoides anterior. El
canal cavernoso describe, pues, sucesivamente, dos curvas en sentido opuesto, que le
dan una forma de S itálica. Sirve para alojar, en estado fresco, el seno cavernoso, la
arteria carótida interna y algunos nervios destinados a la órbita.

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