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A nivel de la comunicación estudiaremos el tipo de significado que tienen las palabras, considerando

que el contexto del hablante se presenta en un ámbito objetivo y subjetivo, es decir cuando la
comunicación es natural, cotidiana, referencial, expositiva, científica, se está utilizando
el lenguaje denotativo; en cambio cuando se usan términos o un vocabulario florido-artístico-
conversacional-imaginativo-metafórico-poético, se incursiona en el lenguaje connotativo.

El Lenguaje Denotativo

En la comunicación oral y escrita, el lenguaje denotativo llamado también: cotidiano, refencial,


transitivo, natural, real, objetivo, expositivo, científico, se caracteriza por su objetividad. Esto es propio
de los textos informativos y/o científicos; predomina también en los expositivos, informativos,
comerciales y técnicos.

Otra característica de este lenguaje es su carácter transitivo-referencial, su expresión más perfecta es


su referencia a la “realidad”. Esta aptitud referencial ha sido considerada con frecuencia como la
cualidad más importante. La denotación es la capacidad de la lengua para nombrar las cosas reales. A
través de la denotación señalamos y describimos las características tal como aparecen ante nuestros
sentidos.

El lenguaje denotativo es veraz en sus afirmaciones, por ejemplo, al preguntar el nombre, la dirección, el
número de cuenta a un estudiante; esta información puede ser verificada. Dentro del lenguaje
cotidiano, encontramos la denotación al señalar y describir las características tal como aparecen ante
nuestros sentidos, es decir, la conexión directa y sin interferencias entre un signo y su referente.
El lenguaje denotativo recoge las acepciones contenidas en el Diccionario de la Real Academia, es decir
el significado universal, el que tiene una palabra para todos los hablantes de una lengua, sin que exista
la más mínima discrepancia entre ellos.

El lenguaje connotativo

En las expresiones orales y escritas el lenguaje connotativo, llamado también: poético, irreal, subjetivo,
metafórico, imaginativo, literario, entre otros; las palabras adquieren muchos significados –
plurisignificación. En la literatura predominan las palabras con valor connotativo, lo mismo que en el
lenguaje publicitario y conversacional. Otra característica del lenguaje connotativo es lo intransitivo, es
decir, detenido en sí mismo, porque instaura una “realidad” que fuera del mismo, no tiene valor
independiente. No es transparente como el lenguaje normal que empleamos para entendernos y no
remite de modo inmediato a referente real, creando una segunda realidad.

Para finalizar diremos que el lenguaje connotativo es Verosímil, es decir, los significados de las palabras
no se refieren a hechos reales, sino a una existencia irreal o ficticia. Crea un mundo ficticio que no se
identifica exactamente con la realidad porque no depende como el lenguaje denotativo de un contexto
real, sino que es autónomo porque puede producir un universo significativo independiente.

Ejemplos:

• “Era una montaña imponente que se aproximaba con lentitud y firmeza”. Describe a una
persona fuerte y alta que camina lentamente por la calle.

• “Otoño” Connota: vejez, pesimismo, etc.

Connotar será pues, usar determinadas palabras o grupo de palabras que tienen su propio significado,
para sugerir otro significado distinto. El significado connotativo es de carácter subjetivo y personal e
individual que se da en situaciones concretas y no aparece recogido en los diccionarios, sino por el uso o
el lenguaje literario.

Como conclusión diremos que cuando las palabras tienen un significado preciso, exacto, objetivo, se
está hablando del valor denotativo del lenguaje. En cambio, el valor connotativo de las palabras muestra
un significado subjetivo, irreal, metafórico.

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