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SECRECION VAGINAL

La secreción vaginal es un líquido que contiene una mezcla de secreciones vaginales y moco
cervical. La cantidad de secreción producida varía de una mujer a otra, pero suele ser normal
y saludable, aunque también puede ser el resultado de una inflamación de la vagina,
ocasionada por una infección. Sin embargo, también existen otros síntomas como ardor,
irritación, enrojecimiento y algunas veces dolor durante la micción y el coito.

Secreción normal
La secreción vaginal puede tener su origen en cambios normales en los niveles
de estrógenos. Cuando son elevados, los estrógenos estimulan el cuello del útero para que
produzca secreciones (flujo). Por lo general, la secreción normal es inodora y suele ser de
color blanco lechoso o fina y transparente. Durante los años de fertilidad, la cantidad y el
aspecto varían durante el ciclo menstrual. Los niveles de estrógenos son elevados en las
situaciones siguientes:

 Durante los ciclos menstruales unos días antes de que se libere el óvulo
 Unos meses antes de que se produzca la primera menstruación.
 Durante el embarazo.
 En las mujeres que toman medicamentos que contienen estrógeno o que aumentan la
producción de estrógeno (como algunos medicamentos para la fertilidad)
 En recién nacidos, durante 1 o 2 semanas después del nacimiento, porque han
absorbido estrógenos de la madre antes de nacer.

¿Qué se considera una secreción vaginal "normal"?


 Color y consistencia de la secreción vaginal
 Volumen de la secreción vaginal
 Olor de la secreción vaginal

Secreción anómala (ATIPICA)


Una secreción se considera anómala si:

 Es más espesa de lo habitual.


 Tiene aspecto purulento.
 Es blanca y cuajada.
 Tiene color grisáceo, verdoso, amarillento o sanguinolento.
 Tiene un mal olor.
 Va acompañada de ardor, erupción o dolor.
Factores que pueden alterar el ecosistema vaginal:

 Duchas y prácticas de limpieza.


 Actividad sexual o tener una pareja sexual nueva.
 Anticonceptivos hormonales
 Sangrado, manchado irregular o prolongado
 Uso de antibióticos o esteroides
 Menopausia o embarazo
 Cambios hormonales durante el ciclo menstrual
 Diabetes sin tratamiento
 En general, tener menos lactobacilos en la vagina
 Posiblemente fumar y la dieta
 Las infecciones de transmisión sexual (ITS)

Tratamiento:

El tratamiento de ITS como la tricomoniasis, la clamidia o la gonorrea es por lo general muy


simple. Puede consistir en aplicar un antibiótico en gel o crema en tu vagina por varios días o
recibir una dosis única de un antibiótico, de manera oral o inyectado (dependiendo del tipo de
infección). Una infección que no ha recibido tratamiento y presenta complicaciones, puede
necesitar una intervención mayor. Ten en cuenta que muchas ITS no tienen síntomas o
pueden ser asintomáticas por mucho tiempo. Esto no significa que no necesiten tratamiento lo
más pronto posible. Si tienes una vida sexual activa, las pruebas de ITS son sumamente
importantes.

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