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BASES DEONTOLÓGICAS Y TEOLÓGICAS DEL PROFESIONAL SANITARIO:

Deontología: Parte de la ética que trata de los deberes y principios que afectan a
una profesión en lo referente a la CONDUCTA que debe asumir una persona
como parte de esta ante determinada situación.
Valores Morales en el Ejercicio de la Profesión: Honestidad, Compromiso,
Compasión, Equidad, Comprensión, Disciplina, Gratitud, Abnegación, Respeto,
Responsabilidad, Resiliencia, Lealtad, Altruismo, Amistad, Valentía, Modestia,
Perseverancia, Solidaridad, Objetividad, Puntualidad, Fidelidad, Generosidad,
Honradez, Empatía, Cortesía, Motivación, Adaptabilidad, Integridad y Humildad.
Bases Teológicas de la Profesión: Amor, Gozo, Paz, Paciencia, Benignidad,
Bondad, Fe, Mansedumbre y Templanza.

CÓDIGO DE CONDUCTA DEL FARMACÉUTICO:

El Farmacéutico debe mantener siempre el más alto nivel de conducta profesional.


El Farmacéutico no debe permitir que motivos de ganancia deshonesta influyan en
el ejercicio libre e independiente de su juicio y ética profesional.
El Farmacéutico debe en todos los tipos de práctica farmacéutica, dedicarse a
proporcionar un servicio competente, con plena independencia técnica y moral,
con compasión y respeto por la dignidad humana.
El Farmacéutico debe tratar con honestidad a pacientes y colegas, y esforzarse
por denunciar a los Farmacéuticos débiles de carácter o deficientes en
competencia profesional, o a los que incurran en fraude o engaño.
El Farmacéutico debe respetar los derechos del paciente, de los colegas y de
otros profesionales de la salud.
El Farmacéutico debe a sus pacientes todos los recursos de su ciencia y toda su
lealtad. Cuando una condición clínica o tratamiento sobrepase su capacidad, el
Farmacéutico debe llamar o referir al médico calificado en la materia.
El Farmacéutico debe comportarse hacia sus colegas y hacia otros profesionales
de la salud como él desearía que ellos se comportasen con él.
El Farmacéutico debe otorgar a sus maestros el respeto y gratitud que merecen.
El Farmacéutico debe preparar, almacenar y dispensar los medicamentos con el
máximo respeto por la vida humana desde su comienzo, incluso bajo amenaza, y
no emplear sus conocimientos científicos para contravenir las leyes humanas o
exterminar a un ser humano por razones políticas, económicas, raciales o
religiosas.
El Farmacéutico que esté realizando un experimento o estudio clínico con seres
humanos, debe hacerlo bajo el consentimiento informado y voluntario de cada
persona a involucrar y sin intervención de cualquier elemento de fuerza, fraude,
engaño, mentira, coacción, manipulación u otra forma de constreñimiento o
coerción. Además, dicho estudio, debe ser tal que dé resultados provechosos a
futuro para el beneficio de toda la humanidad y no solamente para un grupo.
El Farmacéutico debe ser capaz de renovarse continuamente a través de la
lectura, la curiosidad, la inquisición, la exploración, el análisis y la metacognición,
en busca de un alto valor heurístico que lo haga comprender y manejar un amplio
vocabulario, generar nuevas ideas e inducir nuevas investigaciones en el campo
de la salud.
El Farmacéutico debe tener inteligencia emocional, financiera y gerencial y ser
capaz de trabajar con empatía, asertividad, creatividad y respeto a la diversidad.

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