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El Trauma Visto Por Los Niños
El Trauma Visto Por Los Niños
w w w .editorialeleftheria.com
Prim era e d ició n : A bril de 2016
- P e te ry Maggie
A gradecim ientos
De Peter A. Levine
De m is m aestro s, n in g u n o ha sido tan im portante co m o los
n iñ o s con los que he trabajado a lo largo de los año s. M e han
m ostrado, a través de su valentía, e n tu siasm o , esp on taneid ad ,
vitalidad y e sp íritu s tran sp aren te s cóm o evo car el m ilag ro o rd i
nario de la san ació n . A gradezco a M aggie por su perseverante
colaboració n , su im perecedera co p articip ació n creativa y por su
ap asio n ad a ded icació n a la san ació n y el bienestar de los n iño s.
Tam bién agradezco a Lorin H ag er p o r su ayuda desarro lland o
lo s ritm os u sad o s en las seccio n e s po sterio res del libro y a Ju
liana DoValle quien, con once año s, d ib u jó las ilu stracio n es para
eso s poem as. P rofesionalm ente, quiero a g ra d e ce rá Richard Gro-
singer, a todo el e q u ip o creativo de N orth A tlantic Books y, e sp e
cialm ente, a Kathy G la ss y a S hannon Kelly por su talen to so y
diligente trabajo editorial. Finalm ente, m e agradezco a m í m ism o
por con fiar en m is su e ñ o s e in tu icio n e s; y a m is padres, quienes,
a pesar de lo s defectos d e b id o s a su p ro p io sufrim iento, siem pre
lo han hecho lo m ejo r que han podido, han apoyado m i cre ci
m iento y ed ucació n y han alim entado los regalos de la cu rio
sidad y la creatividad.
De M aggie Kline
Prim ero, q u isiera d ar las gracias a Peter Levine, mi m en to r desde
1994 y quien ha sid o mi in sp ira ció n y la inquebrantable lu z que
ha guiado m i cam ino . Me e nseñ ó có m o acceder a mi propia
sa b id u ría in stintiva y m is flu jo s creativos. Los regalos que me ha
hecho han sid o tra n sm itid o s m u ltip licad o s p o r cien a los n iñ o s y
a las fam ilias con las que trabajo y a los pro fesio nales a quienes
enseñ o. A gradezco a m is padres, M arge y Jim , p o r darm e estos
regalos: m i padre me d e m o stró que el trabajo es otra m anera de
am ar; m i m adre me d ijo que yo era una escritora. Tam bién q u i
siera expresar mi gratitud a los valientes n iñ o s que m e han e n se
ñado tanto con su franqueza, cu rio sid a d , valentía y e sp o n ta
neidad y que m e dieron p e rm iso para e sc rib ir su s h isto rias para
que otros pudieran beneficiarse de ellas. Sería un d e scu id o de
m i parte no darles las gracias a su s padres tam bién, q uienes
están d isp uestos a crecer al lado de ellos. C o nsid ero que fue una
bendición haber trabajado en las escu elas de las zo nas m argi
nales de Long Beach, California, la ciudad m ás étnicam ente di
versa de la nación. A d q u irí fuerza al o bservar a m is estudiantes
afrontar o b stáculo s que ningún niño debería padecer. M e siento
bendecida por haber co n o cid o a tantos profesores, con sejero s y
directores d edicado s que hicieron que mi trabajo fuera un verda
dero placer. A gradezco poder haber llevado a Beijo, mi perro de
terapia, a la escuela para co n so lar a adolescentes destrozados
por la violen cia de pandillas. Q uisiera agradecer a Kathy G lass,
nuestra editora, por su talento, tenacidad y d iligencia en lograr
que este libro brillara con su abrillantador especial. Estoy agra
decida a los m ucho s profesionales a los que les he enseñado los
p rin cip io s de Som atic Exp eriencin g ^ ' por su since-ro entu
siasm o, talento y sabidu ría, que ha enriquecido m i aprendizaje.
Le doy las gracias a m is m uch o s am igo s por su apoyo y su buen
hum or, especialm ente a Carolyn por co m p artir su historia, la
cual se convirtió en «El poder de ia serenid ad » en estas páginas.
H ay m uch o s am igos de S E ^ a los que q u isiera dar las gracias
de m anera particular: Alexandre Duarte, Patti Elledge y Karen
Schanche po r su s con tribucio nes directas al libro; Abi Blakeslee,
Sara Petit, M elinda M axw ell-Sm ith y John Am odeo por sus
astutas sugerencias editoriales; y a los asistentes de m is fo rm a
cio nes de SE , q uienes se han dedicado a san ar traum as. Por
últim o, si bien no m enos im portante, q uisiera expresar m i m ás
profundo agradecim iento a m i hijo, Jake, po r exigirm e que sie m
pre dé lo m ejor de m í m ism a, tenga paciencia y que perdone m is
faltas. M e ha m ostrado lo que un niño necesita y m e ha ense
ñado cóm o ser una m ejor m adre. Tam bién q uisiera darle las gra
cias por to m ar el pape! de mi «a siste n te » al hacer recados, c o c i
nar y brindarm e apoyo tecnológico durante m is crisis de orde
nador en cualqu ier día de la sem ana a lo largo de la escritura de
este libro.
INDICE
P A R TE I: Comprender g/ Trauma
C A P ÍT U L O U N O : ¿Q u é es el traum a? U na d efinición fun cio n al
-El traum a se encuentra en el sistem a nervioso , ino en el s u
ceso!
-La razón por ia cual n u e stro s cu e rp o s no olvidan: lo que la
investig ación cerebral nos ha enseñ ado
C A P IT U L O D O S : El alcance del traum a: cau sas q ue van desde lo
o rd in ario hasta lo extraordinario
-C au sas co m u n e s de traum a en la infancia
-La im pactante prevalencia de la vio len cia en la fam ilia v en
la com u nid ad
-A lgunas palab ras sobre los nonatos, bebés y n iñ o s
pequeños
-C uando la c a u sa dei traum a sigue sie n d o un m isterio
C A P IT U L O TRES: Señales v sín to m as de trau m a en los niño s
-Síntom as universales de traum a
-Reconocer los sín to m as en lo s m ás pequ eñ os: de bebés a
n iñ o s en edad preescolar
-Reconocer los sín to m as en n iñ o s en edad esco lar
-Síntom as de traum a durante la adolescencia
-R eacciones trau m áticas retardadas
-Sínto m as ae un traum a sexual
-C o m pren d er por qué a lg u n o s n iñ o s tienen sín to m a s de
traum a y otros no
-C uando los sín to m as persisten: co m p re n d e r có m o el tra u
ma afecta el cerebro de un niño
-A grupacio n es de sín to m as de tra u m a s se cu n d a rio s: un
resum en
-C o n clusió n
P A R TE tí: Guía ¡¿enera! para la prevención del trauma en la niñez
C A P ÍT U L O CU A TRO : P rim e ro s auxilios em o cio nales o cóm o ser
un « u n buen vendaje»
-D ar el apoyo a p ro p iad o a un niño abrum ado
-El cerebro triú n ico sim p lificad o
-Fam iliarizarse con ¡as se n sa cio n e s de uno m ism o
-Sintonizar con los ritm os, sen sacio n es v em o cio nes del
niño
-Prim eros auxilios para ia prevención de! traum a: una guía
paso a paso
-Invo lucrar al cerebro reptiliano: las habilidades del lenguaje
-N o tiene por qué do ler para siem pre
-|Las se n sacio n es y las e m o cio n e s no son lo m ism ol
-Ate n d e d las, necesid ades em o^ojiaje_s_aJ_s_e_^^
de los niño s
-Ayudar al niño trau m atizado a través del juego
-C onclusión
C A P ÍT U LO C IN C O : S e nsacio nes, im ágenes y sentim ientos: u sar
im ágenes de an im ales y rim as para restablecer, e m po derar y
tran sfo rm ar los sín to m as de traum a
-¿Q ué son los « re c u rs o s» y de dó n d e provienen?
-U sar rim as v cuentos para p re ve n ir y san ar traum as
-C onclusión
PARTE JJJ:m
mUbrp_de ^ r c iá o s j^ r a J a s sj^ a á o n ^ _ com unes
C A P ÍT U LO SEIS: Prim eros auxilios para accidentes y caídas
-Prim eros auxilios para accid en tes y caídas: guías básicas
-El poder del lenguaje para a livia r y san ar
-Tratar las em o cio nes a través d e la escuch a y la narración
-Trabajar con los accidentes v las caídas cuan d o ¡os s ín
to m as están presentes
-U sar m úsica para san ar trau m as
-Resum en
C A P IT U LO SIETE: H erram ientas de prevención para padres v
profesionales de la salud
-La im portancia de una preparación cuan d o se necesitan
p ro ce d im ien to s m édico s
-Pautas para preparar a un n iño para una ciru gía u otros
p ro ce d im ien to s m édico s
~Cirugfas_eíectiyas
-Sen sibilid ad hacia el d o lo r de lo s n iñ o s
C A P ÍT U L O O C H O : D ivorcio, m uerte y sep aració n : ayudar a los
n iñ o s a v iv ir los d u elo s de su s pérdidas
-D istin g u ir las e m o cio nes
^o^2.unt^s_d^_yLsIa_sobre_gl d ivp rcio :.¿es_cplo r.de_rosa.u
o scu ro ?
-C o n clusió n
-Ayudar al n iñ o a vivir d u elo s
C A P IT U L O N U E V E: Prevenir y s a n a r la herida sagrada de un
ab u so sexual
-Salvaguardar a los n iñ o s contra la herida de un trau m a se
xual
-Pasos que los cu id ad o re s pueden d a r para d is m in u ir la
su scep tib ilid ad de los niño s
-La poco tratada em o ció n de la repugnancia
-Las re p e rcu sio n e s frecuentem ente pasadas p o r alto del
ab u so sexual antes de la pubertad
-Ecos hacia la siguiente generación: tran sfo rm ar el legado
A péndice: P rim eros auxilios para accidentes v caíd as: una guía
de referencia rápida
-Hoja de trabajo para anotar síntom as
Notas
Bibliografía
Sobre los autores
P rólogo
con los estados internos de uno y sentir cóm o ocurre un cam bio
real. Una vez que los adultos hayan entendido que el m ecanism o
a través de cual el cam bio a partir del choque, m iedo y la co n s
tricción puede suceder, resulta fácil g u iar a los niños.
El papel del adulto en ayudar a los n iñ o s resulta sim ila r en
vario s aspectos a un vendaje. El vendaje no sana ¡a herida, pero
la protege, al apoyar la sabiduría del cuerpo para que pueda
hacer aquello para lo que está diseñado. Dado que los n iño s
están m uy sin to n izad o s con los estados em ocionales de los
adultos, es m uy im portante que éstos perm anezcan relati
vam ente tranquilos y com pu estos para que puedan tener m ás
presentes las necesidades de su s niños. Este libro describe paso
por paso los procedim ientos que perm iten que los padres sean
buenos «vendajes».
C o m p re n d e r E l T ra um a
C A P IT U L O 1
{ Q U É E S EL T R A U M A ? U N A D E F IN IC IÓ N F U N C IO N A L
catástrofe.
Pese al é n fasis pu esto en e scanear y e stu d iar el cere b ro trau
m atizado, se ha e scrito m uy poco sobre las ca u sa s co m u n e s, y
m ucho m en os sobre la prevención y el tratam iento del traum a.
En su lugar, la atención se ha puesto en ei d ia g n ó stico y la m ed i
cación de su s d istin to s sín to m as. «E l traum a es q u iz á s la causa
de su frim ie n to h u m a n o m ás evitada, ignorada, m en o sp re ciad a,
v a r lo s , q u e d a c la ro q u e lo s p a d re s , e d u c a d o r e s , p ro fe s io n a le s
m é d ic o s y t e ra p e u t a s n o p u e d e n e s p e r a r u n m o m e n t o m á s p a ra
a p r e n d e r c ó m c p r e v e n ir el t r a u m a d e la m e jo r m a n e ra p o s ib le .
R e s u lta f u n d a m e n t a l r e c o n o c e r la r a íz d e e s te p ro b le m a p a ra
p o d e r re s t a u ra r la r e s ilie n c ia n a tu ra l d e l c r e c ie n t e n ú m e r o d e
n iñ o s q u e y a e stá n s u f r ie n d o . En e ste c a p ít u lo e s p e r a m o s p o d e r
c e r r a r la la g u n a in fo r m a t iv a a m e d id a que m ir a m o s d e t e n i
d a m e n t e el t ra u m a , s u s m it o s y s u s r e a lid a d e s .
El traum a se encuentra en el sistema nervioso, ¡no
en el sucesoI
El traum a sucede cuan d o cu a lq u ie r experiencia nos pasm a de
m anera com pletam ente im prevista; nos abrum a y n o s deja alte
rado s y desconectados de nuestros cuerpos. C u a lq u ie r m eca
n ism o de afrontam iento que po d am os haber tenido se debilita y
nos sen tim o s com pletam ente indefensos y sin esp eranza. Es
co m o si nos dejaran sin estabilidad.
El traum a es la antítesis del em poderam iento. La vu ln e ra
bilidad al traum a difiere de person a a persona, lo que depende
de distin to s factores que tienen que ver especialm ente con la
edad y el m storial de traum a. Entre m ás pequeño sea el niño, es
m ás probable que se abrum e por hechos co m u n e s que podrían
n o a f e c t a r a u n n i ñ o m a y o r o a u n a d u lt o .
quiatra del d e sarro llo D aniel Siegel, au to r del aclam ado libro La
m ente en desarrollo, aporta una sín te sis de la investig ación neu-
ro bio ló gica que subraya exactam ente qué tan cru cial les resulta a
los bebés y a los n iñ o s la seguridad y la contenció n pro p o r
cio nada por los adulto s. El cerebro te m p ran o desarro lla su in te li
gencia, su resilien cia em o cio nal y su capacidad de regularse a s í
m ism o por la fo rm ació n y poda anatóm ica-neuro nal que tiene
lugar en el contexto de una relación cara a cara entre un n iño y
su cuidador. C u an d o o curren eventos trau m ático s, la im presió n
de patrones n e uro ló g ico s se intensifica radicalm ente. Por lo
tanto, cuan d o los adultos aprenden y ponen en práctica las
herram ientas sim p le s de p rim e ro s auxilios que ofrecem os, tam
bién están haciend o una co n trib u ció n fundam ental al desarro llo
de un cerebro san o y al co m p o rtam iento de los niños.
In gredien tes del traum a
La pro babilidad de d e sarro lla r sín to m as trau m ático s está rela
cio nada con el nivel de desco nexió n del cu e rp o en el m om ento
del traum a, a s í co m o con el nivel de energía de sup en /ive n cia no
utilizada y originalm ente m o vilizad a para una resp uesta de lucha
o huida. A hora, este p ro ceso de autoprotección está colapsado.
Los n iñ o s necesitan apoyo para liberar este estado de so b re
carga, dado que son m uy su scep tib les a lo s efectos del traum a.
Hay que te rm in ar con el m ito de que lo s bebés y n iñ o s « so n
d e m asiad o p equ eñ o s para verse afectado s» o que « n o im porta
p o rqu e no lo recordarán». Lo que no era tan o bvio se hace ap a
rente a m edida que ap re n d e m o s q u e lo s bebés prenatales, los re
cién n acid o s y los n iñ o s m uy pe q u eñ o s so n los que corren un
EL C A SO D E JA C K
Jack, un sc o u t y estud iante so b resalien te de once añ o s, d e sa
rrolló una «fo bia a la e sc u e la » d e sp u é s de un terrem oto
m enor; un pequeño te m b lo r según lo s están d are s de C ali
fornia. Sus padres no re lacio n aro n el te m b lo r y la fobia, y les
pareció que s u s sín to m a s eran bastante extraños. A ja c k ta m
bién lo desco ncertaba su m ied o extrem o a la e scu ela. D ijo
que recientem ente había sid o o perado de a e sp ald a y que e s
taba agradecido de no tener d o lo r y con m u ch a s ganas de
regresar a la e scu ela para estar con su s am ig o s. Sin e m
bargo, literalm ente no po día levan tarse de la cam a p o rqu e las
« m a rip o s a s en el e stó m a g o » eran d em asiado in te n sas. Se
q uedaba p aralizad o bajo las sáb an as m ientras so p o rtab a los
se n tim ie n to s de pán ico . D urante la p rim e 'a de las tres s e s io
nes, su rg ió una increíb le h isto ria m ientras trab ajáb am o s con
e stas « m a rip o s a s » e n fo cán d o n o s en las s e n sa c io n e s de
m ied o de Jack (a s í co m o en s u s re cu rso s). Lo que apareció
fue u na aterradora im agen de su estantería sa c u d ié n d o se d u
rante el tem blor. Sin em bargo, ya que la estantería no se vin o
abajo, <jqué hacía que la experiencia de Jack fuera tan trau
m ática co m o para alejarlo de s u s am igos en la escuela?
C o n tin u a m o s trab ajando ju n to s y el tem a pronto se e sc la
reció.
C u an d o Jack sin tió el te m b lo r por prim era vez. fue in c a
paz de p re d ecir el nivel p reciso de peligro; lo ú n ico que se
registró en su cerebro reptilian o fue la « b a n d e ra ro ja » de la
am en aza. Su sistem a n e rvio so re sp o n d ió ai peligro percib id o
p o n ién d o se en un e stado de alerta com pleto y co n tin u ó s in
tien do el p án ico m ucho d e sp u é s de que el te m b lo r hubiera
term in ad o. La intensidad de su re sp u e sta se explica cuan d o
n o s d a m o s cuenta de que cu a n d o Jack era m ás pequeño
había sid o con finado a un co rsé de escayola d e sp u é s de una
prim era ciru gía de espalda. A su sta d o por el p ro ce d im ien to y
luego in m o vilizad o por la escayola, era in ca p a z de re sp o n d er
a lo s pe lig ro s que sen tía que lo acechaban p o r doquier, com o
m u c h o s n iñ o s lo sienten d e sp u é s de un evento tan aterrador.
N o po día llevar a cabo el im p u ls o no rm al de huir; estaba
realm ente paralizado. En el c a so de Jack, era la escayola la
que no ie perm itían m overse.
C u an d o el cerebro pone en m o vim ie n to un im p u lso
se n so m o triz, pero lo s m ie m b ro s no pueden m overse (o si el
m o v i m i e n t o e r i s í p o d r id s e r p e l i g r o s o , c o m o o c u r r e e n urr<a
nervioso.
La razón p o r la cua l nuestros cuerpos no olvidan: lo
que ¡a investigación cerebral nos ha enseñado
¿Por qué no n o s lib eram o s de la am enaza una vez que ésta ha
term inado? ¿Por qué se nos q uedan, a diferencia de nuestros
am ig o s anim ales, los vivid o s recuerdo s y la ansiedad que nos
alteran para siem pre si no obtenem o s la ayuda que necesitam os?
través de una im agen por reso nan cia m agnética (IRM ).> Una pe
queña estructura con fcrm a de alm endra en el m esencéfalo lla
m ada am ígdala es la resp onsab le de activarse rápidam ente cu a n
do se percibe una am enaza. Es altam ente receptiva a elem entos
visu a le s y so n id o s y recluta m u ch as áreas del cerebro para lidiar
con la situació n . Joseph LeD oux de la U n iversidad de N ueva
D E V U E L T A A LA H I S T O R I A D E J A C K
La explicación científica precedente facilita la com prensió n
de cóm o fue po sible que años después, cuando Jack yacía en
su carra poco de sp ué s de su segunda cirugía, el tem blor
m en or disp arara las se n sacio n es (recordadas por la c o n s
ciencia corporal) de im potencia del resid uo traum ático de su
cirugía anterior. Su cuerpo respondió al peligro presente
com o si todavía estuviera confinado a la escayola. C om o su
cuerpo estaba a m erced de una am ígdala excesivam ente se n
sible, e estallido adicional de adrenalina disparó un torrente
de reacciones tan abrum adora com o los sentim ientos o rig i
nales de terror. Estos sen tim ien to s de ansiedad im pedían a
ja c k a salir al m undo, a pesar de que en apariencia no tenían
sentido. Sin em bargo, las se n sacio n es recién activadas del
«an tig uo » suceso , cuando era incapaz de protegerse a s í
m ism o se habían grabado en su «m em o ria corporal»,
d e b ilitan d o la co n fian za en s í m ism o . Al no po der d e scifra r la
fuente de las se n sa cio n e s p aralizan tes in ternas, Jack sin tió
pánico.
Lo que parecía una fobia a la escuela, en realidad era el
« m ie d o » de la avalancha de se n sa cio n e s p ertu rb ad o ras c a u
sad as p o r la gran cantidad de h o rm o n a s de estrés recién libe
radas y d isp a ra d a s p o r la antigu a « h u e lla » de cu a n d o Jack e s
tuvo in m o v iliza d o y era in capaz de co rre r para po nerse a
salvo. A fortun adam ente, a m edida que Jack ap re n d ía cóm o
« h a ce rse a m ig o » de s u s sen tim ien to s aterrado res po co a
poco, su cu e rp o conectab a con el p asado y d e scarg ab a las
se n sa cio n e s p aralizan tes en s u s p ie rn a s m ientras éstas
co m e n zab an a tem blar. Luego, de form a ca si m ilag ro sa, jjack
sin tió que s u s p ie rn as q ue rían c o rre r tan ráp id o co m o p u d ie
ran llevarlol Para esto pre cisam e n te había sid o « p ro g ra
m a d o » su sistem a se n so m o triz en el m om ento de su p ri
m era ciru g ía, y él no lo había po dido hacer.
M u c h o s de n o so tro s he m o s tenido algún tip o de su c e so
« o rd in a rio » aterrado r del que no no s he m o s recuperado por
co m p leto . Y a lg u n a s de estas exp erien cias «h a ce tiem p o o lv i
d a d a s » han creado lo s cim ie n to s de va rio s sín to m as e m o c io
nales y fís ic o s, e in c lu so n u estras ave rsio n e s y « p re fe
re n cias». El sig u ie n te ejem plo ilu stra que no rm alm en te no
los cu e stio n am o s.
HENRY
La m adre de Henry, un niño de cuatro a ñ o s de edad, em pezó
a p re o cu p arse cu a n d o él se re h u só a co m e r (la que había
sid o ) su co m id a favorita: bo cad illo de m an teq uilla de c a
cahu ate y m erm elada con un v a so de leche. C u a n d o su
m adre los po nía enfrente de Henry, él se agitaba, se ponía
tenso y los apartaba. Lo que resu ltaba aún m ás p e rtu rb ad o r
era el hecho de que co m e n zab a a te m b lar y llo rar siem p re
que el perro de la fam ilia ladraba. N u n c a se le o cu rrió a la
m adre que esta « m a n ía » por los alim e n to s y m iedo a los
lad rid o s estaban directam en te re lacio n ad o s con un incidente
« o rd in a rio » que había o cu rrid o casi un año antes, cu a n d o
H enry todavía usaba la trona.
M ien tras estaba sentado en su trona devo rando su co
m ida favorita -m a n te q u illa de cacahuate, m erm elada y le c h e -
había tend ido su vaso m edio vacío o rgullo sam ente hacia su
m adre para que ella lo rellenara. C o m o estas c o sa s pasan, a
H enry se le resbaló el va so de la m ano, cayó al suelo y causó
un estruendo. Esto so b resaltó al perro, haciénd olo saltar
hacia atrás, y d erribó la trona. H enry se golpeó la cabeza
contra el su e lo y se quedó ahí, re sp iran d o con dificultad y sin
poder recu perar el aliento. La m adre gritó y el perro com enzó
a ladrar fuertem ente. D esde la perspectiva de su m adre, la
aversió n por la com id a y el m iedo aparente hacia el perro de
H enry tenían n in g ú n sentido. Sin em bargo, desde el punto
de vista del traum a, la sim p le aso ciació n de haber tom ado
leche y m antequilla de cacahuate ju sto antes de la caída,
ju n to con el ladrido salvaje del perro, co n d icio n ó su m iedo y
su aversió n hacia esa com id a com o en una respuesta c o n d i
cio nada de Pávlov.
U n a vez que H enry « p ra c tic ó » las caídas con tro ladas
sobre a lm o h ad as (con las su g ere n cias detalladas en este
libro ), aprendió a relajar su s m ú sc u lo s m ientras se rendía
poco a poco a la gravedad. A ntes de esto, « sim p le m e n te » no
co m ía e so s alim e n to s y le costaba trabajo d o rm ir cuan d o los
perros del barrio ladraban. A fortunadam ente, d e sp u é s de un
par de se sio n e s de juego , este niño pequeño devoraba una
vez m ás s u s alim e n to s favoritos y le ladraba de regreso a su
perro con un jú b ilo juguetón.
O n and on the rain w ill fall... like tears from a star... like
tears from a star. O n and on the rain w ill say, how fragüe we
U N A N O T A D E A D V E R T E N C IA
Con ybebés y niño s pequeños, los síntom as de contusión cerebral
pueden in c lu ir llanto co n tin u o , irritación o in capacidad para cal
m arse. O tras señales p o sib les son un cam bio en los hábitos de
juego, una pérdida de interés en su s ju g u e te s o alim e n to s prefe
rid os, pérdida de e q u ilib rio o la pérdida de habilidades recién
a d q u irid as co m o ir al baño solo, ca m in a r o el lenguaje. A pesar
de que éstas pueden ser fácilm ente señ ales de traum a, tam bién
pueden ser una indicación de co n tu sió n cerebral. Si notas que
persiste o em peora cualquiera de las señ ales m en cio n ad as, par
ticularm ente si la cabeza del niño pudo haber recibido un im
pacto, es fundam ental b u sca r asiste n cia m édica p ro fesio nal d e s
pués del accidente tan pronto co m o lo sea posible.
A m edida que los n iñ o s m aduran, sienten el deseo de probar
su s lím ites en los deportes, la d an za y las piruetas. A m enudo,
dado que un niño no quiere parecer débil frente a su s padres o
com pañ ero s, re p rim irá s u s ganas de llorar. Esta bravuconería de
«al m al tiem p o buena ra ra » a m en ud o interfiere ro n la libe
ración de estrés tanto em o cio nal com o fisio ló gico . O tro efecto
com ú n en las vid as de m u ch o s n iñ o s es verse in vo lu crad o s en
un accidente de un ve h ícu lo m otorizado, com o fue el caso de la
pequeña Lisa.
O tro percance potencialm ente significativo para n iñ o s de
todas las edades tiene que ve r con vivir una experiencia en
donde casi se ahogan. Esto puede su ce d er en bañeras, p iscin a s,
e stanq ues en jard ines traseros, lagos o en el océano. Los padres
que m iran hacia otro lado brevem ente pueden enco n trar a su
hijo aho gán dose en el agua, o peor aún , que el n iño haya d e s
aparecido, m om entáneam ente, bajo ei agua. _os n iñ o s m ayores
y los ado lescentes pueden se r jalad o s p o r «co n tra co rrie n te s» o
go lpeados por las olas. Sentir que uno casi se ahoga es una
form a de asfixia. io cual puede resu ltar aterrador. O tras form as
en las que los n iñ o s sienten asfixia tienen que ve r con enredarse
bajo las sábanas c ser aplastados por alm ohadas, las caídas en
las que « se quedan sin aire», m asco tas que se tum ban a lo largo
de la garganta o el pecho, un juego brusco con herm anos m ayo
res, un co sq uilleo agresivo, y el procedim iento m édico de in tu
bación, lo que bloquea las vías respiratorias. La siguiente tabla
resum e estas situaciones.
A ccidentes y caídas
• C a íd a s {escaleras, cam as y tronas)
• Lesiones deportivas (de equipo s deportivos,
caídas de bicicletas, m onopatines, e sq u ís, etc.)
•A ccidentes de coche (in clu so a velocidades
bajas)
• Experiencias cercanas al ahogo o la asfixia
zació n.
Una sub categoría de actos vio len to s que a m en u d o se pasa
p o r alto tiene que v e r con la o b servació n . N u e stro s n iñ o s ahora
pertenecen a la « G e n e ra c ió n M » (« M » e d io s e le ctró n ico s). N os
guste o no, son b o m b ard ead o s con im ágenes vio len tas de
ju e g o s de vid eo , te le v isió n , o rd en ad o re s y m ú sic a . A l h acer m u
c h a s c o sa s al m is m o tiem p o , puede s e r q ue reciban m ú ltip le s
im ág e n e s de d ife ren te s fu e n te s de m anera sim u ltá n e a . La p a la
bra co n « M » para lo s p a d re s es « M o n ito riz a r» lo q ue el n iñ o ve
y e scu ch a. Por s u p u e sto , a m edida q ue se hacen m ayores, esto
se vu elve p rácticam en te im p o sib le . Sin em bargo , m an ten er un
d iálo g o abierto acerca del im p a cto de las im ág e n e s v io le n ta s con
lo s p re a d o le sce n te s y a d o le sce n te s es in d isp e n sa b le .
A c to s /a ta q u e s vio le n to s
• A c o s o p sic o ló g ic o
(e scu e la , b arrio , h erm ano s)
• A ta q u e s de a n im a le s (perro, m o rd e d u ra d e s e r
piente)
• V io le n c ia fa m ilia r
• O b s e rv a r v io le n cia (en vivo e in d ire ctam en te a
través de ju e g o s de vid eo y la te le visió n )
• A b u s o físic o y sexual y negligencia
• G u e rra , d e sp la za m ie n to y s u s efectos intergene-
ra cio n a le s
• A m e n a z a de ataque te rro rista
• S e c u e stro
La p érd id a
N in g ú n n iñ o se e scap a de la in fa n cia s in hab er su frid o u n a p é r
dida. La m uerte de algún m iem bro de la fa m ilia o m asco ta es
inevitable. El d iv o rcio afecta ap ro xim ad am en te a la m itad de las
fa m ilia s en los Estad o s U n id o s. Sin em bargo , p o d e m o s hacer
m u ch o para ay u d ar a los niñ o s a s a lir adelante. Este lib ro trata
las d ife re n cia s im p o rtan te s entre c h o q u e y d o lo r y có m o ayudar
a los jó ve n e s a través de am bas etapas.
Pérdida
• D ivo rcio
• M uerte de un se r q u e rid o o m a s
cota
• S e p a ra c ió n
• Perderse (en un cen tro co m e rcial o
en un b a rrio d e sco n o cid o )
• P o se sio n e s (h o g ar y o tras perte
n e n cias d e sp u é s de d e sa stre s o
ro bos)
vio len cia o cu rría dentro del hogar.f Si no son las víctim as d ire c
tas de un crim en violento, lo s n iñ o s a m enudo son los testigos.
Se calcula que se d e n u n cia m en os del 5 % de la violencia
dom éstica. Sin em bargo, el ab u so fam iliar que sucede en el
hogar - e s decir, el ab u so infantil y co n y u g a l- representa la
m ayoría de la vio len cia física y em ocional su frid a por lo s jóvc
nes. A v e c e s los n iñ o s son atacados directam ente p o r los padres
o por la respectiva pareja de s u s padres. El ab u so físico , em o
cio n al y sexual por un padrastro o m adrastra es especialm ente
com ún. A m en ud o los n iñ o s so n hum illado s, tratados com o
« p ro p ie d a d » o se los am enaza con ab an d o n arlo s. Ser testigo de
vio len cia puede ser igual de dañ ino . Un niño que, horrorizado,
e scu ch a o ve có m o se m altrata a su padre, m adre, herm ano o
abuelo s a m enudo sufre m ás que el que es atacado. Paralizado e
im potente, q u izá s e sc o rd id o bajo la m esa o pegado a la pared,
el n iñ o intenta volverse « in v isib le » . C o m o con secuencia, in co n
tab les adu lto s han vivido con un co n tin u o m iedo de « se r v is
to s». Para so b revivir la agitación en s u s hogares, la necesidad de
perm an ecer pequeño, callado y quieto era esencial.
La vio len cia por parte de otros h erm ano s, com o lo expe
rim entó C arlo s a m an o s de su herm anastro m ayor m entalm ente
perturbado, es otra fuente de ab u so que los n iñ o s padecen
m ucho m ás frecuentem ente de lo que los cu id ad o re s im aginan.
S tra u s y G c l lc s h a n c a lc u la d o q u e m á s d e v e in tin u e v e m illo n e s
co n d u cta .^
En el libro Chosts fro m the N ursery: Tracing the Roots o fV io -
lence [Fantasm as de la cuna: rastreando las raíces de la v io
lencia], las auto ras Robin Karr-M orse y M eredith S. W iley pre
sentan una convincente investig ación que pretende ser una lla
m ada de atención que alerta sobre las vu ln erab ilid ad es de los
prim eros 33 m eses de vid a (desde el período fetal hasta los 24
m ese s). D escrib en los factores que van d e sd e la exposición a las
drogas, la nicotina y el alcohol durante el período prenatal y
otras afliccio nes prenatales hasta las lesiones en la cabeza,
ab u so físico y ab and on o em o cio nal, que puede traer al n iño al
m u n d o ya con un sistem a n e rvio so abrum ado . Tales n iñ o s están
p re d isp u e sto s a un co m p o rtam iento im p u lsiv o y violento o a
tra sto rn o s m entales (com o la d e p resió n y la a n sied ad ) que se
deben a las experiencias interactivas que form aron el cerebro d u
rante el período crítico. Es im portante reco rdar que «e l prim er
am biente que form a de m anera activa al cerebro h u m an o es la
m atriz. In clu so antes de las prim eras so n risa s o rabietas, la m a
triz alberga la danza interactiva biológica y neuro biológica entre
la m adre y el feto. Por m ás de m edio siglo hem os sab id o que lo
que afecta a las m adres em o cio nalm ente tam bién afecta a los
bebés. En 1994, los d o cto res Sontag y W allace, u san d o m edidas
m uy p rim itivas de la actividad cardíaca y resp irato ria de la m adre
y el feto, d e scu b rie ro n que cuan d o una paciente em barazada era
perseguida p o r un m arido psicó tico , el bebé se alarm aba junto
con la m adre»-2f
Ahora, m ás de setenta añ o s d e sp u é s, las so fisticad as téc
nicas de investig ación que m iden los niveles de cortisol y de la
ho rm on a adreno co rticotropa en fetos de m o n o s están llegando a
las m ism a s con clusion es. Los fetos cuyas m adres se encontra
ban estresadas durante el em barazo reflejaban los estados em o
cio nales de la m adre. La lección a q u í es sim ple: si estás em ba
razada o te acabas de convertir en m adre, debes ser sabia. Espe
cíficam ente, abstente de carreras y estilos de vida estresantes
durante este período crucial, y rodéate de personas tranquilas y
po sitivas y de actividades que den a tu vida un equilibrio sa lu
dable. M onitorea tus propios niveles de estrés al ponerte en co n
tacto con tigo m ism a de m anera regular y al tom arte el tiem po
para notar tu s respuestas corporales m ientras vives tus activi
dades cotidianas y tu em barazo. Si te sientes tensa, haz una
pausa. Sal a cam inar, échate con los pies elevados, m edita, d is
fruta de un suave m asaje, lee un libro, tom a un baño o queda
con una am iga para comer. O puedes hacer algo que llam am os
« m o n ito re ar las se n sa cio n e s» (ver ejercicios en la parte ii) hasta
que notes cóm o se liberan las tensiones corporales y com iences
a sen tir que tu respiración fluye de m anera arm oniosa y e sp o n
tánea de pies a cabeza.
Otra etapa crítica de desarrollo durante la infancia o curre
entre los seis y ocho m eses. Éste el período típico en el que un
bebé com ienza a conectar sensaciones, tales com o el m alestar y
el ham bre, con s u s propias acciones, com o el llanto o la agita
ción dirigid as hacia el cuidador. A través del contacto visu al y la
vocalización en relación con las respuestas del cuidador, la
m odulación autorreguladora está siendo m apeada en los lóbulos
frontales del joven cerebro. El establecim iento exitoso de los
procesos eficaces que ayudan al bebé a reconfortarse a s í m ism o
depende de la calidad de la respuesta directa de un adulto emo-
cionaim ente presente. Sin las interacciones juguetonas por parte
de un cuidador relajado, m entalm ente sintonizad o y e m o cio
nalm ente estable, el apego saludable sim plem ente no o curre.
Afortunadam ente, gracias a la persistencia de los in ve sti
gadores en el área del apego, tales com o John Bowlby, M ar)'
M ain y Mary A insw orth (con un legado que se rem onta a los
extensos estudios llevados a cabo por M argaret M ahler en la dé
cada de 1950),1£ junto con la últim a década de investigación
neurobiológica que registra los esfuerzos preventivos del desa
rrollo cerebral tem prano, están com enzando las subvenciones
respaldadas por la comunidad y el gobierno. Aunque no es el
enfoque principal de este libro (se han escrito varios libros es
pléndidos sobre este tema) se dan consejos sim ples en la parte
ii para guiar a los padres de bebés, bebés mayores y niños en
preescolar para form ar vínculos seguros con sus pequeños.
Cuando la causa del traum a sigue siendo un
m isterio
Este capítulo te ha se n sib iliza d o sobre ei alcance y la prevalencia
del traum a a partir de d ive rsas fuentes. Dado que el trau m a es la
raíz de problem as de salud y de tanta aflicción p sico ló g ica y s o
cial, nuestros n iñ o s a m en ud o sufren e r silen cio . Pueden estar
vivien do una vid a llena de terror cotidiano. O , peor aún, pueden
vo lverse in sen sib le s de m anera progresiva, e indiferentes a todo
lo que la vida tiene que ofrecer.
Si cualquiera am enaza percibida o real tiene el potencia! de
cau sar un choque, ¿có m o nos po d em o s darnos cuenta si el niño
ha experim entado un trau m a? El siguiente cap ítulo explora los
d iverso s sín to m as que los n iñ o s traum atizado s presentan y an a
liza cóm c prestarles atención a estos sín to m as. Hay m om entos
en los que la fuente de ang ustia no es aparente de m anera in m e
diata y no puede ser rastreada ni tras un an á lisis profundo. Lo
que es im portante reco rdar es que cualquier co sa que abru m e la
capacidad del n iñ o para su p e ra r dificultad es, p ro ce sar
e m o cio n e s fuertes y para defenderse a s í m ism o tiene el poten
cial de crear sín to m as. Entre m ás pequeño es el niño , m ás vu ln e
rable es a causa de los lim itado s re cu rso s con lo s que cuenta
para protegerse a s í m ism o. Recuerda, e! traum a se d e fire p o r su
efecto sobre el sistem a nervioso de un in d ivid u o en particular y
no p o r la intensidad de la circu n sta n cia en s í m ism a.
A fortunadam ente, nuestro enfoque en la prevención y el
LO S BEBÉS Y LO S N IÑ O S S E « B L O Q U E A N » C U A N D O
S E S IE N T E N A B R U M A D O S
C uan d o los bebés y los n iñ o s pequeños se ab ru m an , pueden
m ostrar reacciones de angustia frenética com o el llanto, resp irar
con dificultad y revolcarse p o r el suelo. Sin em bargo, de m anera
frecuente m ás bien se bloquean, se inhiben y « se van». Los
bebés en especial tienen pocas o p cio n es m ás allá de bloquearse.
N o es algo que eligen; es una respuesta autom ática cuan d o su
aflicción ya no es tolerable. Sim plem em e desco nectan y se re
traen (la versión infantil de la d iso ciació n ).
Lo que a un adulto le parece insignificante puede fácilm ente
a b ru m a ra un bebé. Esto es especialm ente cierto para ios bebés
que llegan al m u n d o sin tién d o se m ás vulnerables desde el p rin
cip io debido a una pérdida de bienestar fetal, un pro ceso de
parto largo, difícil o co m p licad o o un sistem a nervioso in m a
duro. Por su naturaleza m ism a de ser beoés - la cual im plica una
dependencia to tal-, to do s ellos son indefensos.
C uando los bebés se estim ulan en exceso con dem asiada
actividad o intensidad, y cu a n d o no se responde a su s necesi
d ades de m anera puntual, lidian con ello al « a u se n ta rse » del
m om ento presente. D ado que no pueden ca m in a r o hablar, sus
po sib ilid ad es se lim itan a quejarse, llorar o protestar. C uando
estas o pcio nes se han intentado en vano y se han agotado, el
bebé se entum ecerá. ¡Este bloqueo debe d istin g u irse de un
tem peram ento plácido y « b o n a ch ó n » !
Los cu id ad o re s deben p erm an ecer alertas a una m irada vacía
en los o jo s del bebé, a una falta de expresión facial, sin em oción.
C u an d o los o jo s de un bebé parecen v id rio s o s significa que ya
no puede m anejar su s señales internas y requiere de un adulto
que pueda reco no cer que necesita recibir co n su e lo y alivio.
«L e e r» la expresión del oebé y d e cir algo adecuado con una voz
reconfortante puede ayudar al bebé a reconectar una vez que se
sienta preparado. Por ejem plo, si un ruido fuerte lo alarm a, se
puede decir algo com o , «E se ruido fue d e m asiad o fuerte, ¿no lo
crees? D ebió de haberte asu stad o m uch o . E n co n trem o s un lugar
tran q uilo y te m eceré suavem ente si tien es g an as». Creer o no
que tu bebé pueda com prender tu s palabras es m enos im p o r
tante que el to n o con el que las d ice s.
D ado que el sistem a nervioso de un bebé es inm aduro, to da
vía no puede autorregularse. Por lo tanto, depende de sus padres
para todo, desde la regulación de la tem peratura hasta la
regulación em ocional. Si un niño m ayor tiene que esperar dem a
siado para com er, puede im pacientarse y ponerse de m al hum or.
Sin em bargo, por experiencia, sabe que lo alim entarán. Un bebé
no lo sabe. H acer esperar al bebé dem asiado para recib ir s u s
tento puede percibirse com o un tem a de vida o m uerte. Si los pa
dres se tom an tiem po para darse cuenta de lo que su bebé nece
sita para sentirse seguro, cóm odo y nutrido y si cum plen con
e sas necesidades la m ayor parte del tiem po, m uy probablem ente
se desarrollará un vín cu lo de confianza y « b o n d a d » fu n d a
m ental. De esta form a se podrá form ar un apego seguro que
pondrá en m archa patrones de relaciones saludables para toda la
vida.
P R O P O R C IO N A R S E G U R ID A D Y C A R IÑ O
La seguridad y el cariñ o tom an la form a de dar calor, abrazos,
com ida, asegurar que tenga una po sició n confortable, interactuar
de m anera lúdica cara a cara, sostenerlo y m ecerlo, protegerlo de
los elem entos y asegurar un e q u ilib rio entre un d e scan so tran
quilo y la estim ulación . Pero el cuidado tiene aún m ás m atices.
Significa darse cuenta si el bebé se retuerce o tensa cuando un
pariente que está de visita agobia al recién nacido con besos y
« p e lliz c o s de m e jilla s» indeseados para entonces apartar su ave
m ente al bebé de la m olestia. Esto le m uestra al bebé que lo
protegerás y que nunca tiene que ser tocado por alguien si no
quiere o de alguna m anera que no le siente bien. Por exagerado
que esto pueda sonar, tu s acciones envían un m ensaje al cerebro
en desarrollo del bebé que puede ser fundam ental en la preven
ción de violacion es sexuales y de otros tip o s m ás tarde en la
vida. Los n iño s cuyas necesidades y lím ites se honran d esarro
llarán un «sexto se n tid o » para d isce rn ir cuándo el contacto de
un adulto de alguna m anera no está bien.
Es en ese período crucial de desarro llo (de recién nacidos a
bebés m ayores) cuando se form a la capacidad para confiar en
que se puede c u m p lir con las necesidades básicas, se pueden
ho n rar los lím ites personales y que las relaciones saludables
pueden ser gratificantes. La calidad de esta delicada sin to n i
zación hacia las necesidades en la relación entre el cu id ad o r y e!
bebé establece las vías neuronales y patrones en el cerebro que
durarán toda la vida.
C Ó M O N O S M U E S TR A N LO S BEBÉS Q U E ESTÁ N ESTR E-
SADOS
Las señales de un estrés excesivo en los bebés y los n iñ o s en
edad preescolar pueden to m ar la form a de «h ip eractivid ad » o in
sen sib ilid ad y bloqueo, lo que incluye alejarse del juego o de la
gente, letargo o una tim idez excesiva. Esto puede alternarse con
ataques de llanto o rabietas. El estrés traum ático tam bién puede
su rg ir com o com portam ientos regresivos hacia una etapa de
desarrollo m ás tem prana. C om po rtam iento s com o chuparse el
dedo, la in co n tin ercia nocturna urinaria y fecal, querer lactar (o
pedir el biberón) después de haber sido destetado, y hablar
« co m o un bebé» son sín to m as com u nes de una aflicción.
Estos sig n o s de una reacción traum ática dan una c a ra seña!
de que el bebé necesita m ás tiem po, seguridad y consuelo y asis-
te n ria p a r a a y u d a r l a a r p r u p e r a r ia r n n f i a n 7 a pn sí m is m o Fs
EL J U E G O D E K E V IN C U E N T A S U H IS T O R IA
A veces la conexión entre lo que dejó una im pronta pertur
badora en el niño y el ju e g o restrin gido no es tan obvia. Esto
es especialm ente cierto cuan d o el suceso causante no se
co n sid e ró traum ático. Por ejem plo, «¡recuerdas la referencia
al pequeño Kevin de tres años (en el capítulo d o s) cuyos pa
dres estaban desco ncertado s p o r su juego « a u tista » ? Se
tum baba de m anera repetida en el suelo, tensaba su cuerpo y
fingía que estaba m u rie n d o y que lentam ente resucitaba, d i
ciendo « ¡S álve n m e , sálven m e !». N adie co n sid e ró que un
pro cedim ien to q u irú rg ico anterio r que había salido « n o ta b le
m ente b ie n » im pactara de m anera tan fuerte a Kevin. D ado
que las c iru g ía s que recib ió durante la infancia habían sal
vado su vid a, las se cu e la s tra u m á tic a s n u n ca se aso ciaro n
con su p e cu lia r ju ego repetitivo. H asta que a Kevin no se le
dio el apoyo activo para se g u ir la histo ria durante el juego,
tanto su experiencia para d isfru ta r el ju eg o c o n o su creati
vidad d ism in u ía n . Su d e sarro llo social tam bién se retrasó.
O TR A S M A N ER A S E N LAS Q U E LO S N IÑ O S M U E S TR A N
Q U E S IG U E N R E V IV IE N D O EL S U C E S O
A d e m á s del juego, lo s n iñ o s p e q u e ñ o s tam bién no s hacen saber
que están reviviendo un e p iso d io trau m ático a través de las p e s
a d illa s recurrentes, exp resar a n g u stia frente a recu erdo s so b 'e lo
que su ce d ió , o una p re o cu p a ció n o fa scin a ció n con algún a s
pecto del su ce so (com o q u e rer m irar v id e o s so b re in cen dio s
forestales una y otra vez d e sp u é s de haber sid o testigo del in c e n
dio de una casa o de un fuego forestal). Los n iñ o s pequeños a
m enudo les atribuyen cualid ad e s m ágicas a e so s recuerdos, dán
doles un po der añadido para asu sta rlo s. Por ejem plo, si la casa
que se q ue m ó era una antigua casa de m adera que acababa de
ser pintada en am arillo, pueden pensar que to d as las c o n stru c
cio n e s viejas, de m adera y am arillas son pelig rosas. O pueden
p e n sar que pintar una casa po dría hacer que ésta se incendie.
Los recuerdo s ru e d e n ser in co n scie n te s (o estar d iso ciad o s
de la experiencia del n iñ o ), y aun a s í c a u sa r inquietud o irrita
bilidad sin una conexión obvia con el disparador. Un ejem plo de
esto sería si se nota un cam bio en el h u m o r o com po rtam iento
del n iño cuan d o escuch a a un avión v o la r p o r encim a después
de haber observada el ataque terro rista del li- S en la televisió n.
O tro e jem p lo sería aferrarse a su s padres d e sp u é s de ver o e sc u
ch a r un tren tras el bom bardeo en M adrid en 20 0 4.
C Ó M O M U E S T R A N S ÍN T O M A S D E TR A U M A A TR AVÉS
D E LA H / P E R A C T / V A C / Ó N L O S N I Ñ O S P E Q U E Ñ O S
Si alguna vez has estado sujeto a co sq u illa s indeseadas u o b ser
vado a alguien hacerle co sq u illa s a otro, es fácil co m p re n d e r el
concepto de hiperactivació n. La m etáfora «m uerto de felicid ad »
es una d e scrip ció n apta de la experiencia. El niño puede estar
riendo, pero cuan d o las c o sq u illa s del ju ego se vuelven in so p o r
tables, deja de ser divertido. En vez de eso, se puede vo lv e r en
una tortura. El corazó n del pequeño late rápidam ente m ientras
que todo el cuerpo está in m erso en la lucha para hacer que se
detengan. U na resp iració n rápida se puede tran sfo rm ar en una
resp iració n con dificultad a m edida que el niño sufre la inten
sidad de la experiencia, in cluyendo el m iedo a la asfixia.
C u an d o los n iñ o s se encuentran en un estado de hiperac
tivació n están en un estado interno «re vo lu cio n a d o » a pesar de
que no se le hagan c o sq u illa s o no haya ningún otro tipo de e s
tim u la ció n externa presente. La e stim u lació n viene desde el inte
rio r del niño , de un sistem a nervioso que no pueden calm ar.
C u an d o el n iño tiene m iedo o está m uy estresado, sin im po rtar
si ei peligro es real o percibido, el aum ento del ritm o card íaco y
de la respiración hacen po sible que sus « m o to re s» internos
vayan de la inactivación a una rápida velocidad en cuestió n de
seg undos, a pesar de que el n iño parezca tran q uilo . Pueden alte
rarse muy fácilm ente sin poder relajarse otra vez. Este estado de
exaltación puede m antenerlos despiertos en la noche o ner
v io so s durante el día. La relajación profunda es im p o sib le hasta
que no se haya liberado el exceso de energía.
Probablem ente has o bservad o lo que les sucede a lo s niño s
que ya es:án exhaustos y a los que adem ás se les perm ite alb o ro
tarse justo antes de ir a dorm ir. Este exceso de energía en un
cuerpo agotado puede pro m over un desorden en el sue ñ o de un
niño . Y lo m ism o para el exceso de energía proveniente de! e s
trés de un traum a irresuelto, pero la diferencia es que el sueño,
a s í co m o otros problem as, persiste. La ilustración anterior de las
pesadillas de Jared es un buen ejem plo de un sín to m a de hipe-
ractivación. O tras dificu ltad es incluyen q uedarse d o rm id o y
perm anecer d o rm ido , la hipervigilancia, y una reacción de so b re
salto exagerada. C u a n d o lo s sín to m as de hiperactivación se
vuelven cró n ico s, pueden co m e n za r a parecerse al trastorno por
déficit de atención con hiperactividad (T D A H ). D esafortu
nadam ente, d e m asiad o s n iñ o s trau m atizad o s han sid o d iag n o s
ticad os erróneam ente con este trasto rn o y m edicados (in a
p ro p iad am ente). Los sín-.omas de hiperactivación pueden se r los
m ás fáciles de o bservar oara los padres y los profesores porque
¡es difícil no notar el com portam iento! A veces la energía del pe
queño es salvaje e inm anejable, lo cual puede ser muy difícil
para los adu lto s que los cuidan.
LA P E Q U E Ñ A N I Ñ A Q U E N O P O D ÍA C O M E R
V eam os lo que le su ce d ió a la brillante y cu rio sa Sandra
cuan d o tenía apenas cuatro años. Sandra había estado v i
vien d o con su s parientes en casa de su s abuelos desde el día
en que nació. A u n q ue era cercana a su m adre y su padre,
Sandra estaba m uy apegada a su abuela, quien pro p o r
cio naba una seg urid ad , protección y cuidado adicion al. El
padre de Sandra, R icardo, trabajaba m uy d u ro para poder
c o m p ra r una casa para su fam ilia. C uando el día por fin
llegó, to d o s, m en o s Sandra, se sentían muy em o cio n ad o s.
C uan do se m ud ó a su nueva casa, la separación de su abuela
y su antigua habitación resultaron ser m ás de lo que podía
soportar.
En vez de notar su nueva co lo rid a hab itació n y gran ja r
d ín trase ro , el enfoque de su atenció n se redujo a so lam en te
una cosa: regresar con su abuela. El cu e rp o de Sandra se
tensó tanto que era in cap az de co m e r cu a lq u ie r co sa o de
q u e d arse d o rm id a fácilm ente. Los padres de S an dra m e lla
m aron m uy p re o cu p a d o s. N o só lo no estaba co m ie n d o , sin o
que no se co m p o rtab a co m o ella m ism a . La ú nica re co m en
EL C H O Q U E D E S U Z IE
Suzie. de siete añ o s de edad, ejem plifica los sentim entos de
p arálisis que acom pañan al ch o qu e de un im pacto. Suzie pa
seaba en bicicleta y se d isp u so a bajar una co lin a muy e m p i
nada p o r prim era vez. Fue tan em o cio nante que [decidió
vo lverlo a intentar! La seg un d a vez los pedales com enzaron a
m overse m ás ráp id o que s u s pies y en po co tiem po la b ic i
cleta estaba fuera de con tro l. La bicicleta desenfrenada final-
m erte ch o có con tra un resalte en la acera que la detuvo de
m a re ra abru pta ¡m ien tras que Su zie fue catapultada p o r e n
cim a del m a n illa r y aterrizó de cara al su e lo sobre el duro
concretol
La pequeña niña atu rdid a quedo paralizada e in m ó vil d e s
pués de este acciden te que e sc o rió la piel de su preciosa cara
al rezar la acera, d ejánd o la rasp ad a y sangran do . Estaba atu r
dida, pero no sin tió nada. Un ve cin o la levantó de la acera y,
con la n iña en b razo s, su b ió la e m p in a d a colin a hasta llegar a
su casa. Suzie estaba en cho qu e, lo d a s s u s lágrim as estaban
en algún lu gar dentro de ella, com pletam ente paralizadas.
Todavía no se habían po dido form ar.
C uando la m am á de Suzie vio que no tenía ningún hu eso
roto y que Su zie po día po n e rse de pie, felicitó a su hija a!
decir, « Q u é buena niña eres, |ni siq u iera lloras!*. Tam bién la
m adre estaba atu rdid a por la cara sangrien ta de su hija. La
m am á no notó la palidez, la debilidad y el terro r e scrito sobre
la cara de Suzie y en su lenguaje co rp o ral. Su zie se quedó sin
fuerzas, y aunque había m u ch a s lág rim as so lid ifica d a s p ro
fun dam ente dentro de ella, de b id o a su estado de p arálisis y
d iso c ia c ió n , no apareciero n. Su cu e rp o estaba dem asiado
e n tu m ecid o para se n tir su s e m o cio n e s o el d o lo r de la he
rida, debido a la lib eració n de e n d o rfin as y e p in efrina lo cual,
afortunadam ente, an e ste sió te m poralm ente lo que hubiera
sid o u na abrasió n m uy d o lo ro sa. Si se le hu biera dado
apoyo, tiem po y p e rm iso , las lág rim as de Suzie finalm ente
hubieran sal do de s u s o jo s (pro bablem ente al cabo de entre
c in co y treinta m in u to s), en vez de d é cad as d e sp u é s, cam o
finalm ente sucedió. S u zie vo lvió a sa lir a p asear en bicicleta,
pero se sentía tiesa y con m en os libertad, cogiéndose del
m a n illa r con rigidez para « sa lv a rse la vida».
De adulta, Su zie con tó que d e sp u é s de ese accidente de
bicicleta cuan d o tenía siete añ o s, se había sen tid o in cóm oda
y to rpe en la edad adulta. Paró de to m a r cla se s de d a n za y
perdió co n fian za en su agilidad física. De adulta, co n tin u ab a
u sa n d o la bicicleta durante m u c h o s año s, pero se d e scrib ía a
s í m ism a co m o « sie m p re en g u a rd ia » e « in c a p a z de se g u ir el
ritm o de s u s am igo s». Tuvo varias caíd a s fuertes y, fin a l
m ente, guardó su bicicleta d e sp u é s de que la últim a caída la
dejó con una lesión en el ho m bro . Suzie recientem ente tra
bajó el ch o q u e que seg u ía alo jado en su cu e rp o d e sd e hace
tantos añ o s. M ientras las lág rim as se d e rram ab an p o r su
cara, m e n cio n ó que sentía un leve escozor, el e sc o z o r de la
ab rasió n que nunca antes había sen tid o. A m edida que estas
se n sa cio n e s d ism in u ye ro n , su cara gradualm en te se suavizó .
Poco a poco, Suzie re cu p eró la co n fian za en s í m ism a. Un
día, con una gran so n risa , in fo rm ó que se había co m p rad o
una nueva bicicleta jy co m e n zab a a u sarla con una nueva
sen sació n de libertad y facilid ad !
La « re sp u e sta de p a rá lis is » es un m e c a n ism o de su p e rv i
ve n cia vital. En la parte ¡i ap rend erás lo que p u edes d e cir
para ayudarte a g u iar suavem en te a cu alq u ie r niño que m u e s
tre señ ale s de in m o v ilid a d . U sa r im ágenes de anim ales
(com o « ju g a r a la zarig ü eya») puede ayudar a relajar a los
n iñ o s para que sientan que es una etapa natural del proceso
de san ació n . Esto puede ayu d arlo s a co m p re n d e r y a sen tirse
m ejo r co n sig o m is m o s cu an d o se encuentren en el estado
m ás vu ln erab le e im potente. Tam bién resulta reconfortante
sab er que, con só lo un po co de tie m p o y p acie n cia, e so s
se n tim ie n to s pueden c o n d u c ir a un « d e ja r ir» que ai p rin
c ip io puede sen tirse inestable, pero que pronto term in a con
una so n risa; co m o en la h isto ria de Suzie, [pero sin te n e r que
e sp e ra r vein te añ o sl
Síntom as de tra u m a durante la adolescencia
U n núm ero im pactante de adu lto s han sufrido de sín to m as o
han buscado tratam iento (m éd ico o psico ló gico ) d e sp u é s de
que hayan a b u sad o de ellos. La m ayoría ce lo s su c e so s tra u m á
tico s que precedieron las pro blem áticas quejas no o cu rrieron en
la adultez, sin o en la in fan cia o la adolescencia. El d o cto r Dean
Kilpatrick declaró que él y su s colegas llevaron a cabo encuestas
telefónicas con 4.0 2 3 n iñ o s y n iñ a s (de entre doce y diecisiete
a ñ o s), haciénd oles preguntas cuidadosam ente fo rm u lad as sobre
las principales experiencias trau m áticas en su s vid a s, lo que los
llevó a descu b rir incidentes de ab u so sexual y físico , a s í com o
experiencias p e rso n ales de o bservación de vio len cia (no en la
televisió n ni en p e lícu la s). Este estudio re /e ló que « u n alto po r
G L O R IA
Una ch ica de diecisiete años llam ada G loria d e scrib ió el
m undo en el que había habitado desde que su padre se s u i
cidó cu an d o ella tenía dos años. (Se dio un tiro en la habi
tación co n tig u a). « N o puedo controlar el ab an d o n ar m i cuer
po - d ijo - . No m e puedo quedar do rm ida y veo im ágenes en
m i m ente, y cuan d o me resulta dem asiado, de a lg u n a m anera
m e d istan cio ». Estaba reviviendo la pesadilla una y otra vez.
El sen tid o de seguridad de G lo ria se había d e struid o a una
edad tem prana. El recuerdo, grabado en su m ism o ser, hacía
que G lo ria estuviera su sp e n d id a en el tiem po, co m o si s i
guiera suce d ie n d o . Incapaz de vivir en el m om ento presente,
G loria se sentía cada vez m ás aislada y diferente de su s
c o m p a ñ e ro s de clase. Su su frim ie n to p riva d o no llam ó la
atenció n de s u s p ro fe so re s o co n se je ro s e stu d ia n tile s hasta
q ue G lo ria , una ad o le sce n te dotada, c o m e n z ó a au se n tarse
de la e scu e la de m anera cró n ica, ¡o que p ro vo có q ue su s
no tas bajaran.
La negació n es una fo rm a eve de d iso c ia c ió n . Es un
e m b u ste ro q ue lleva tanto a los n iñ o s c o m o a lo s a d u lto s a
exclam ar, « E sto y b ie n » o « N o pasa n a d a » c u a n d o se Ies p re
gunta so b re s u s se n tim ie n to s. In c lu s o lo s p sic ó lo g o s y
m ó d ico s, al e xa m in a r a su s pacientes, a m e n u d o repiten el
refrán « N o le pasa nada, estará bien».
W o o dy A lien lo e xp resó así: « N o teng o m iedo de m orir;
só lo no q u iero e star a h í c u a n d o su c e d a » . ¡C u id a d o ! Bajo la
p ro te cció n q ue la d iso c ia c ió n y la negació n ofrecen hay un
n iñ o su m a m e n te tra u m a tiz a d o . Pese a que el jo ve n se oculta
bajo un exterior tra n q u ilo , es im po rtante re co rd ar q ue en re a
lidad p o d ría e star en un estado a ta m e n te activado q ue se e n
cu e n tra bajo la su p e rficie de la c o n scie n cia . S o lam ente hace
falta un s im p le recu erd o , com o un ru id o , o lo r o in c lu s o la
te m p o rad a del s u c e so , para h acer e sta llar la frágil p ro te cció n
y lib e ra r la represa de se n sa cio n e s, p e n sa m ie n to s y se n ti
m ie n to s, lo que pro vo ca una in u n d a c ió n , co m o en el s i
g uiente e je m p lo de Elizabeth.
EL/ZAB ETH
En 2 0 0 2 , u n a e stu d ian te so b resalien te de q u in ce añ o s lla
m ada Elizabeth fue secu estrad a de su ho gar en Salt Lake
City. Sufrió a b u s o s sexu ale s y fue siste m áticam e n te to rturada
po r su s e c u e stra d o r dem ente y su d e sase ad a e sp o sa . C uan
d o la en co n traro n y la regresaron a s u s p ad re s, to d as ias p er
so n a s q ue p a rticip a ro n en su re cu p eració n estaban a d m i
rados de lo « fu e rte » y « b ie n » q ue estaba. |A estas alturas, ya
d e b es hab er c o m p re n d id o que se trata de la negació n y la
d iso c ia c ió n en acción !
In se n s ib le s a las heridas p ro fu n d a s de Elizabeth, lo s in
ve stig a d o re s p id ie ro n q ue fuera con ello s a v is ita r el lu g a r re
m oto d o n d e c o m e n z ó su d e sg arrad o ra experien cia. Esto, por
su p u e sto , trajo a la su p erficie el horror oculto que sentía. Un
periódico inform ó que ahora « su fría de in so m n io , recuerdo s
recurrentes y culpa p o r no haber intentado escapar». El artí
culo co n tin u ó d icien d o que Elizabeth « p o r m om entos se e n
cuentra bien, riendo con su s am igo s o herm ano s. Luego pa
rece abstraerse y se le vid rian lo s o jo s».
La in m o vilid ad fue lo que im p id ió que Elizabeth intentara
e scap ar de su s captores. Ella declaró sen tirse culpab le por
fracasar en la fuga. La culpa se debe en parte a no c o m
prender que no tenía opción.
La in m o vilid ad , la p a rá lisis, la im po tencia y la d iso ciació n
son reacciones p sico fisio ló g ica s in vo lu n tarias frente a situ a
cio nes abru m ad o ras. Tienen el pro pó sito de se r tem porales.
Es la respuesta de defensa de la zarigüeya (una pequeña c ria
tura lenta y bastante desprotegida) que no puede h u ir de sus
predadores, o del ratón que se hace el m uerto cuan d o lo atra
pa un gato. Una vez que el peligro se ha term in ad o, la z a ri
güeya se m archa tran q uilam ente y e! ratón se ap re su ra a casa
a través de un hueco en la pared. Los h u m a n o s com parten
LA H I S T O R I A D E J O H N N Y
Johnny, de cin co año s, se encuentra m ontando orgullo-
sám ente su prim era bicicleta cuan d o choca contra la gravilla
suelta, pierde el control y se dirige a toda velo cidad contra un
árbol. Q ueda m om entáneam ente in co n scien te. Al p o nerse de
pie, envuelto en llanto, se siente deso rien tad o y de alguna
m anera diferente. S u s padres lo abrazan, lo co n su e lan y lo
vuelven a su b ir a la bicicleta, todo el tiem p o elogiando su
valentía. N o se dan cuenta lo aturdid o y aterrado que está.
D écadas d e sp ué s del incidente, el cual fue rápidam ente
olvidado , John con duce su coche aco m p añ ad o de su e sp o sa
e hijo s y de pronto vira para evitar a un coche que se acerca
en d irecció n con traria. Se paraliza en m edio del giro. A fo r
tunadam ente, el otro co n d u cto r fue capaz de hacer una
m aniobra exitosa y evitar una catástrofe.
Una m añana, vario s d ías d e sp u é s, John co m ie n za a se n
tirse inquieto m ientras co n d u ce al trabajo. Su corazó n se
acelera y late con fuerza; su s m an o s se vuelven frías y su d o
rosas. S intiéndo se am en azad o y atrapado, tiene el im p u lso
repentino de saltar del coche y correr. Se da cuenta de la « lo
c u ra » de su s sen tim ien to s y, gradualm ente, los sín to m as
d ism in u y e n . Sin em bargo, siente una vaga e irritante ap re n
sió n a lo largo de la m ayor parte de su día en el trabajo. Al
regresar a casa esa tarde, sin n in g ú n incidente, se siente a li
viado.
A la m a ñ a n a s i g u i e n t e , J o h n s e v a t p m p r a n o di» r a s a p a r a
n u a r a p a re c ie n d o m e se s, a ñ o s y a v e ce s d é ca d a s d e s p u é s del
n iñ o . U n a b u en a id ea es c o m e n z a r a e s c rib ir lo s s ín to m a s
para v e r si se está d e s a rro lla n d o u n p atró n . V er el a p é n d ice
to m a s » ).
Síntom as de un traum a sexual
El ab u so y acoso sexual de n iñ o s está cubierto por el velo a d i
cio n al del o cu ltam ien to y la vergüenza. A dem ás, m en os del 10 %
de los ataques los com ete un extraño. Debido a que los niño s
autoestim a.
C u a n d o los sín to m a s p e rsis te n : c o m p re n d e r có m o e l
tra u m a a fecta e l c e re b ro d e un n iñ o
Para ayudarte a com prender m ejor por qué los sín to m as per
sisten y afectan el com portam iento del niño, exam inem os cóm o
se com porta un cerebro traum atizado. Esto puede ayudarte a
co m p rend er qué es lo que hace que un niño se com porte de la
m anera en que lo hace in clu so de sp ué s de que el peligro se haya
term inado.
C uando ios sucesos abrum adores han sido excepcio
nalm ente in tenso s, prolongados o repetidos, hay un cam bio en
la fun ción del cerebro que hace que la vigilancia tenga una prio
ridad elevada. Al igual que las advertencias codificad as por co lo
res de un inm inente ataque terrorista, el cerebro ha pasado de un
estado de vigilancia am arillo a un rojo de alerta m áxima. Debido
a que el funcionam iento ha cam biado, el sentido de seguridad
del niño se ha distorsion ado en gran m anera, lo que causa una
percepción de peligro cuando no lo hay. Esto se debe a que la
actividad elevada continúa dentro de las estructuras m ás
profundas del cerebro reptiliano y el sistem a lím bico, e sp e cia l
m ente con recordatorios sim p les del suce so aterrador, pese a
que el peligro real se ha term inad o. La situación que puso «patas
arriba» el m undo del niño continúa dejándolo suspendido en ei
tiem po y el espacio a causa de los cam b io s fisiológicos en la
m anera en cue el cerebro trabaja después de que haya sido trau
m atizado.
Las im ágenes por reso nancia m agnética m uestran de m anera
clara cóm o la actividad eléctrica envía ios m ensajes desde el
centro de advertencia tem prana de la am ígdala directam ente a
los m ecanism os de sup ervivencia de « lu c h a /h u id a /p a rá lisis» ,
dejando el neocórtex (capa frontal, que tiene que ver con el
pensam iento, la planeación y el razonam iento) desam parado. El
área de Broca, la responsable del lenguaje, se dism inuye, tiene
poca actividad. No resulta extraño que los niños y adultos
« e n m u d ezcan » sin poder d e scrib ir con palafcras su horrible
experiencia. N orm alm ente, en un cerebro no traum atizado,
cuan d o la am ígdala envía m ensajes de advertencia a los centros
más elevados del cerebro, el neocórtex (el cerebro más «ele
vado») evalúa la novedad y decide si existe o no un peligro real.
Si no lo existe, la actividad de la amígdala baja y todo está bien.
Desafortunadamente, cuando un niño sufre un trauma, el cere
bro se comporta de manera diferente. Puede registrar cualquier
novedad o excitación como algo potencialmente dañino. Esto
envía un torrente de químicos innecesarios, marchando como
soldados hacia el campo de batalla (hacia las partes más primi
tivas del cerebro), para luchar en una guerra que no existe. La
continuación de este patrón de exceso de energía es lo que crea
los síntomas de trauma.
A g ru p a c io n e s de s ín to m a s d e tra u m a se c u n d a rio s:
u n re su m e n
En el an á lisis anterior sobre el traum a, explicam os co rro los s ín
to m as surgen c u a rd o no hay suficiente tiem po, fuerza, rapidez o
tam año para vencer las fuerzas que están en nuestra contra. Fi
siológicam ente, sin im portar nuestra edad, tam año o form a,
estam os program ados para p ro d u cir las ho rm on as y q uím ico s
que precipitan la energía y la actividad m u scu la r que n e cesi
tam o s para proteger y defendernos a nosotros m ism o s y a n u e s
tro s seres queridos. Este capítulo trató los sín to m as iniciales de
traum a: hiperactivación, con stricció n, d iso ciació n /b lo q u eo , e in
m ovilidad con p a rálisis/im p o te n cia. Tam bién d escribim os exten
sam ente cóm o estos sín to m as se m anifiestan en los bebés,
n iñ o s y adolescentes, ju n to con ejem plos de caso s pa-a ilustrar
cada grupo de edad.
C uan d o estos síntom as centrales quedan sin resolver, s u r
gen nuevos síntom as a través del tiem po. Adem ás, a m edida que
los n iñ o s pasan de una etapa de sanación a otra, pueden surg ir
diferentes síntom as que no estaban presentes con anterioridad.
Por ejem plo, si un niño sale de la p arálisis dem asiado rápido, la
c o n stric c ió r puede reem plazarse con ansiedad. Si los sín to m as
trau m ático s continúan, se tienden a form ar patrones d o m i
nantes. Los patrones o los « g ru p o s de sín to m as» se agrupan en
las siguientes tablas por cuestio n es de sim plicidad.
C uan d o predom ina la hiperactivación
En general, se pueden o bservar los siguientes com portam ientos
sinto m ático s en n iño s con un patrón de hiperactivación co n
tinuo:
L A S F É R U L A S D E P IE R N A D E K A R A
Kara es un buen ejem plo de cóm o lo s sín to m as pueden in
tensificarse. A lo s diez m eses de edad, cuan d o esta pequeña
niña cu rio sa norm alm en te hubiera estado explorando el
m un d o ca m in an d o a través de lo s m ue b le s, estaba atrapada
en su s férulas de m etal para las p ie rn as para corregir una
com pletam ente d ife re n te s/ Esta cap acid ad de d iso cia ció n no es
vo lu ntaria. Es un fenóm eno que perm ite a un niño afrontar el
m u n d o y so brevivir a través de m e ca n ism o s adaptativos que blo
quean e¡ d o lo r tem poralm ente. En el hogar o en la escuela, cu a n
do la d iso cia ció n es prevaiente, el niño puede parecer estar s o
ñan do despierto, con la m irada perdida, sin po ner atención o
co m o si tuviera «la cabeza en las nu bes». Puede que lo que diga
no sea congruente con lo que ves, debido a una negación defen
siv a de la realidad. Al n iñ o le resulta m ás difícil con ectar con
otros n iñ o s, y su s padres pueden com entar, «V ive en su propio
m u n d o » . U n n iño traum atizado de esta m anera puede perderse
las in stru ccio n e s en la escuela, ser etiquetado co n un «trasto rn o
p o r déficit de atención», o p regun tar de m anera frecuente,
« ¿Q u é dijiste?», dado a entran y salen flotando de la co n scien cia
del m om ento presente.
G ru p o de co n stric c ió n /p a rá lisis/in m o v ilid a d
La co n stricció n , la p a rá lisis y la in m o vilid ad están tan cerca
nam ente relacionadas que se agrupan ju ntas por cu e stio n e s de
sim p licid ad . C uando la co n stricció n , la p a rá lisis y la in m ovilid ad
co n tinú an p o r largos perío dos de tiem po, les padres pueden
notar (o un n iñ o puede quejarse de) los síntom as e n listad o s en
el siguiente cuadro . Éstos pueden o cu rrir adem ás de los s ín
to m as de d iso cia ció n e hiperactivació n, en vez de ellos o alter
narse:
anteriores
LA D U L C E M E L /S S A , D E N U E V E A Ñ O S D E E D A D
Esta d ulce niña con o jo s m arron es de nueve añ o s de edad,
sufrió a b u so s sexuales por parte de su herm anastro ad o le s
cente. Su herm ano, dado que tenía diecin ueve año s, fue
arrestado y encarcelado. C o m prensib lem ente, M elisa c o
m enzó a tener vario s sín to m as, in cluyendo alejarse
so cialm en te de otros n iñ o s y aferrarse a su consejero esco lar
y su s profesores. Sin em bargo, su principal aflicción era un
d o l o r d e e s t ó m a g o c r ó n i c o q u e la h a c í a v i s t a r r e g u l a r m e n t e
- Platón
C o m p re n d e r la física atóm ica es ju ego de n iñ o s com parado
co n co m p re n d e r el ju ego de u n niño.
- N eils B ohr
nar con el niño . Este cap ítu lo incluye la histo ria de Sam m y, un
caso práctico que ilu stra có m o hacer p articipar al n iñ o en un
ju ego para aliviar el e stré s d e sp ué s de un percan ce, haya o no
d esarro llad o sín to m as. Todos los niño s u san el ju e g o com o un
ve h ícu lo para re cu p erar su e q u ilib rio y re silie n cia . A prenderás
cómo reconocer la diferencia entre el tipo de juego que hace
avanzar a los niños a través del proceso de sanación frente al
juego que es simplemente una recreación de su trauma. Apren
derás los principios básicos que guían al juego hacia finalizar
con de la energía ligada a la aflicción, o, más tarde, a los sín
tomas.
D ar el apoyo apropiado a un niño abrumado
Para poder prevenir o m in im izar el traum a, es im portante aseg u
rarse de que tú no estás alterado por e! percance del niño. H u e l
ga decir que ¡esto no es siem p re fáciil Saber que los n iño s son
tanto resistentes com o m aleables puede ayudar a reducir tu
ansiedad. C uan do se los apoya de m anera apropiada, general
m ente son capaces de recuperarse ds su ce so s estresantes. De
hecho, a m edida que com ienzan a vencer los cho qu es y pérdidas
de la vida, crecen para convertirse en seres m ás com petentes,
resistentes y d in ám ico s. Debido a que la capacidad para san ar es
innata, el rol del adulto es sim ple: ayudar a los pequeños a acce
der a esta capacidad. Tu tarea es en m uchas form as sim ila r a la
fun ción de un vendaje o una férula. El vendaje o la férula no
sanan la herida, pero protegen y apoyan al cuerpo m ientras se
restaura a s í m ism o. Las sugerencias, ejercicios y pautas paso
por paso, facilitadas a lo largo del capítulo cuatro, tienen el
pro pó sito de perm itirte ser un buen «vendaje» para el niño.
No se puede poner dem asiado énfasis en la im portancia de
que el adulto esté tranquilo. C uan do un niño se lastim a o se
asusta, es norm al que el adulto tam bién se sienta im pactado o
asustado en cierto m odo. Debido a tus pro pio s m iedos e in s
tintos de protección, es norm al resp onder inicialm ente con en
fado, lo cual puede asustar aún m ás al niño. La meta es m in i
m izar - n o a g ra va r- los sentim ientos de susto, vergüenza, h u m i
llación y culp a que el riñ o probablem ente ya está experi
m entando. El m ejor antídoto es atender a tus propias reacciones
prim ero. Dale tiem po a tus respuestas corporales para que se
asienten en vez de regañar o correr ansiosam en te hacia tu hijo.
Las experiencias con nuestros clientes adultos en la terapia co n
firm an que a m enudo la parte m ás aterradora de un incidente ex
perim entado de niño ¡fue la reacción de los padresl Entre m ás
pequeño es el niño, m ás «lee » la expresión facial del cuidador
com o si fuera un baróm etro que indica la seriedad del peligro o
la lesión.
T O D O L O Q U E S U B E ... D E B E B A JA R
La m anera para desarrollar una presencia adulta tranquila es a
través de ejercicio s experienciales que increm enten tu capacidad
para restaurar el equilibrio, de form a rápida y natural, para que
puedas m antener la co m p o stu ra bajo presión m ás fácilm ente.
Una vez que tu cuerpo aprende que «tod o lo que sube (carga/
excitación) debe bajar (d e sca rg a /re la ja ció n )» , estás de cam ino
hacia un sistem a nervioso m á s resistente que puede soportar los
altibajos de la vida. Te con vertirás en un alto bam bú o un fino
sauce que se dobla, algunas veces hasta el suelo, pero que no se
rom pe [ni durante un m o n zó n l C uan d o tu sistem a nervioso «lo
capta», te vuelves con tagioso , pero de m anera positiva. A través
del m ecanism o del lenguaje corporal, la expresión facial y el
tono de voz, tu propio sistem a nervioso se com unica direc
tam ente con el sistem a n e rvio so del niño. A s í es com o co n e c
tam o s con nuestros n iño s sin palabras. Pero antes de sin to n i
zarn o s con las se n sa cio n e s, ritm os y em ociones del niño, p ri
m ero debem os aprender a sin to n izarn o s con ¡os nuestros.
E! p rim er paso en este proceso de sin to n izació n es c o m
prender la im portancia de experim entar tanto las sen sacion es
cóm o das com o incóm o das, to le rán d o las y « m o n ito riz á n d o la s»
progresivam ente m ientras avanzan -a través de un ciclo natural
hacia un sentim iento de m ás co m o d id ad y su culm in ació n . D es
sensación.
raionamipnto
AU TO RAZONAMIENTO
p in u n d o
ftaronamiínto “ «birtaU n “ planificación
pintando
planificación
a b r il» »
MAMIFERO PELUDO »n»t
lim it a d
estado
infido
AnOKUn«nnu d«
triíle ia
gueo y calor. Éste es el lenguaje del cerebro prim itivo que actúa
en nu estro nom bre cu a n d o hay un peligro o un cam bio en el a m
biente. Es un enfoque m uy diferente al que la m ayoría de n o so
tro s e stam o s a co stu m b rad o s. N o se encuentra ni en el reino del
lenguaje ni en el de pensam iento , ni siq u iera en el territorio de ia
em oción.
D ebido a que el cerebro reptiliano es quien asegura nuestra
supervivencia y hom eostasis, un adulto sabio se hará am igo de
esta capa profunda e instintiva de la consciencia. No se requiere
de ningún equipo ni gasto. Lo único- que es necesario es tiempo,
atención e intención. Con un poco de tiem po de tranquilidad y
dedicación, este lenguaje puede dom inarse fácilm ente. Debajo
hay algunos ejercicios que te darán una «sensación». Recuerda:
dado que el cerebro reptiliano no registra palabras, no puedes
aprender su lenguaje sólo con leer sobre él. ¡L a s se n s a c io n e s se
d e b e n e x p e rim e n ta r!
F a m ilia riz a rs e co n las se n sa cio n e s d e u n o m is m o
A u nq ue puede ser que los niños no sean capaces de verbalizar lo
que están sintiendo porque tengan m ucho m iedo o sean m uy
pequeñ os para hablar, saben cóm o se siente un m alestar trau
m ático ¡y tú tam bién lo sabesl Es el innegable tem or en la boca
del estóm ago, el corazón acelerado, la opresión en el pecho, o
«u n n u d o en la garganta». Enciende las noticias después de un
desastre natural o escucha a un transeúnte que acaba de ser tes
tigo de un accidente y oye lo que la gente entrevistada dice sobre
su experiencia. « N o tengo palabras para describirlo». «M e
quedé helado». «Fue com o si me hubieran sacado el aire». «M e
siento entum ecido». « M i corazón latía con rapidez, pero no me
podía m over».
Reflexiona sobre tus propias experiencias de cuando te su
cedió algo angustiante de m anera inesperada.
¿C u áles eran algunas de las sen sacion es que sentiste?
¿Te latía con fuerza el corazón? ¿Te m areaste? ¿Se te hizo un
nudo en la garganta o en el estóm ago? Y cuando el peligro hubo
term inado, ¿cóm o se transform aron o cam biaron de m anera gra
dual las sen sacion es? Q u izás te diste cuenta de que p o d ías res
pirar con m ás facilidad o sentiste un horm igueo o vibració n a
m edida que tus m úscu lo s se com enzaron a relajar.
N O TAR SEN SA C IO N ES
O b s e rv a c ó m o te s ie n te s en e s te m o m e n to .
• fu e rte /a ju s ta d o /te n s o
• m a re a d o /b o rro s o /n u b la d o
• e n tu m e c id o /ra s p o s o /a s u s ta d iz o
• una p u p a /ilo ro s o /c o n piel de gallina
• lig e ro /p e sa d o /a b ie rto
• c o s q u ille o /fre s c o /s e d o s o
• q u ie to /h ú m e d o /s u e lto
* O b se rva que las se n sa cio n e s so n diferentes de
H A C E R U N C O F R E D EL T E S O R O DE S E N S A C IO N E S
ACTIVID AD
i. Encuentra una caja vacía, bote, o bolsa para e sco n d e r
entre diez y doce objetos.
2. Selecciona artícu lo s que tengan texturas percepti
blem ente diferentes tales com o : una pluma., un tro zo de
pape! de lija, d istin tas piedras de diferentes form as, tam a
ños y texturas, una bolita de algo dó n, un juguete resba
loso, un trozo de tela de satén o seda, lana de acero, etc., y
e scó n d e lo s en la caja.
A C T IV ID A D
1. A hora repite el juego de arriba usando una « b a n d e ja de
d e -g u stació n » en vez de una caja. Llena pequeños vaso s
con d istin to s com estib les de diferentes sabo res y texturas
tales com o: dulce, salado, am argo, picante, ácido, cro
cante, suave, etc.
EXPLO RAR LA S E N S A C IÓ N Y LA P E N D U L A C IÓ N
poral, que no durará para siem p re y que cu a lq u ier cosa que estén
sintiendo ahora es aceptada. Paradójicam ente, lo s n iñ o s tienden a
m overse a través de su s sen tim ien to s bastante rápido cuan d o no
están apresu rado s por el horario o la agenda em o cio nal del a d u l
to.
Tener la paciencia para sin to n iz a r t t ritm o con el ritm o dei
n iñ o le da perm iso para se r auténtico. La im po rtancia de esta
aceptación y respeto no debe sub estim arse. Igual que una férula
pone un brazo roto en su lugar, tu atención com pleta / un le n
guaje no crítico y reconfortante establecen las con dicio n es para
que el niño, en su propio tiem po, recupere un sentido sano de
bienestar. Los n iñ o s s o r lectores astu to s de las señ ales faciales,
po stu rales y vo cales de su s padres. A m en udo , lo s niños reac
cionan de la m anera en que creen que los adu lto s esperan que lo
hagan debido a su deseo de com placer, evitar críticas o hacer lo
«co rrecto ». Fingirán ser « fu e rte s» y «valie n tes», ignorando su s
p ro p io s sen tim ien to s, sólo para te rm in ar con sín to m as de trau
ma que podían haberse evitado. In co ntables ad u lto s en terapia
han declarado haber reprim ido su s sen tim ien to s de niños para
proteger a su s padres de que se sin tieran m al. O tras i/eces, su
com po rtam iento contenido parecía se r un m ecan ism o m ás refle
xivo que ayudaba a reducir la an sied ad de un padre aturdido.
C Ó M O EVITAR LA TRA MPA DE I G N O R A R LAS N E C E S I
DA DES DE T U H I J O
El p rim e r paso es estar alerta a la p o sib ilid ad de tus pro pio s
sen tim ien to s de terro r o vu ln erab ilid ad cu a n d o sucede algo
inesperado. E! siguiente paso es conectar con tu cuerpo. C uando
te encuentres m om entáneam ente «fuera de ti» necesitas literal
m ente volver dentro de ti. Siente cóm o tus pies contactan con el
suelo. M ientras te centras al o bsen/ar tu s sen sacio n es, puedes
sorprenderte al darte cuenta de que inhalas profundam ente de
m anera espontánea y sientes que has vuelto a tu centro. Es
increíble cóm o estos dos se n cillo s pasos te pueden hacer sentir
em poderado y com pletam ente presente para de esta m anera
poder estar con tu hijo. Es la m ism a idea que cuando la azafata
indica que hay que llevar prim ero la m áscara de oxígeno a tu
nariz y boca y luego ayudar al niño sentado a tu lado. Al aten
derte a ti m ism o, paradójicam ente estás en m ejor po sició n para
atender a tu hijo. C u an d o puedes sentir tu centro, notar que tu
respiración se tran q uiliza y experim entas ia fluidez de las se n
sacio nes cam biantes, has salido de una « p a rá lis is » m o m e n
tánea. Tu energía ahora está d isp o n ib le para prestar m ucha aten
ción a las necesidades y a la expresión de tu hijo. De esta m a
nera, elud irás de m anera natural co m p lica r las reacciones de tu
hijo con las tuyas.
PAUTAS PARA EVALUAR SI UN N I Ñ O SE E N C U E N T R A
EN U N ES TA DO A B R U M A D O
El siguiente paso es evaluar si el niño se siente abrum ado y si
está en estado de choque. U sa las siguientes pautas: observa al
niño cuidadosam ente. Nota cam b io s en el co lo r de piel, tono
m u scu lar y tem peratura. ¿Tiene la com plexión pálida, las palm as
frías y su d o ro sas, los m ú scu lo s (la postura) rígidos o colap-
sado s?
1. O bserva la expresión facial, particularm ente los ojos y
boca. ¿Tiene los ojo s o la boca m uy abiertos en expresión de
sobresalto? ¿Los ojos parecen v id rio so s o vacío s? ¿Tiene las
p u p ilas dilatadas?
Re s p u e s t a c o r p o r a l .
Tom ate tiem po para darte cuenta tu propio nivel de m iedo o
p re o cu p ació n . Luego, resp ira profundam ente y, m ientras
e sp iras, siente lentam ente las se n sa cio n e s en tu p ro p io cu e r
po. Si aún te sientes alterado, repite este paso hasta que te
sie n tas centrado. Siente tus pies, to b illo s y piernas notando
cóm o hacen co rtacto con el suelo. Recuérdate que ya sabes
qué tienes que hacer y que cu alq u ie r exceso de energía te ayu
dará a enfrentarte con el desafío . El tiem p o que tom a e sta
blecer una sen sación de calm a es un tiem po m uy bien usado.
Increm entará tu capacidad para ocuparte por com pleto de tu
hijo. Si te tom as tiem po para centrarte, tu pro pia aceptación
sobre lo que haya su ce d id o te ayudará a centrarte en las ne
cesid ad es del niño . Tu co m p o stu ra d ism in u irá en gran m e
dida la probabilidad de a su sta r o co n fu n d ir al niño aún m ás.
Recuerda, los n iñ o s son m uy se n sib le s a lo s estado s e m o cio
nales de los adulto s, particularm ente de su s padres.
► 2. EVALÚA LA S IT U A C IÓ N .
Si el n iño m uestra señ ales de cho que {ojos vid rio so s, piel pá
lida, un p u lso y una resp iració n superficial, d esorien tació n,
una apariencia excesivam ente tranquila, o si actúa co m o que
nada hubiera su ce d id o ), no perm itas que se levante de un
brinco y regrese a jugar. Puedes decirle algo com o, «V am o s a
sen tarn o s (o tu m b arn o s) ju n to s un rato y esperar hasta que el
estado de choque se desvanezca». Recuerda, una vo z tran
quila y segura le co m u n ica a! n iñ o que sabes lo que se tiene
que hacer.
► 3 .M IE N T R A S SE D ES V A N E C E EL ESTADO DE C H O Q U E ,
G U ÍA LA A T E N C IÓ N D E T U H IJ O H A C IA S U S S E N S A C IO N ES.
lo s n iñ o s q u e to d a v ía n o h a b la n o q u e h a b la n p o co . A d e m á s,
e m o c io n a le s q u e su fre n lo s n iñ o s (v e r e! c a p ítu lo c in c o ).
A h o ra q u e ya s a b e s qué hacer, el s ig u ie n te p a so e s in c re m e n ta r tu
le n g u a je , el ritm o y el to n o de tu v o z tie n e n el p o d e r d e in fu n d ir
C u ad ro de co n se jo s: «am a a tu lagarto»
Para po der atraer a tu «lag arto interior» d urante la
práctica de estos ejercicio s, trata de:
• O b se rv a r co n c u rio sid a d ju g u e to n a m ie n tras e sp e
ras a q ue las s e n sa c io n e s se d e sarro lle n .
(Puede resu ltarte útil im a g in a r u n a foto Polaroid
m ie n tras se revela con el tiem p o : al p rin c ip io no se
ve nada, y poco a p o co ap arecen u n a s cuan tas
m a n c h a s b o rro sa s, hasta que fin alm e n te lo s c o n
to rn o s se vu elve n n ítid o s y cla ro s y los detalles
c o lo rid o s se m a te ria liza n ).
• U sa r la n e utralid ad . Evita ju z g a r lo q ue c o n sid e ra s
c o rre c to /in c o rre c to o b u e n o /m a lo .
• N o ta r la s e n s a c ió n y p e rm an ece r presente co n ella
hasta que cam bie.
• D e sa rro lla r una c o n s c ie n c ia cen trad a y una
to le ran cia para e xp erim e n tar s e n s a c io n e s d ifíciles.
• S i p ra ctica s co n u n a pareja, c u a n d o ésta d e scrib e
una se n s a c ió n , co n firm a rle q ue va p o r el buen c a
m in o . (E je m p lo : «E xacto ..., y m ie n tras sie n te s eso,
¿q ué m ás n o ta s? » ).
• D arle to do el tie m p o q ue necesite. [Los re p tiles son
lentos, ru tin a rio s y m e tó d ico s! U sa una v o z lenta y
su ave para a n im a r un ritm o atíp icam en te tra n q u ilo y
sin p risas.
• S i la s s e n s a c i o n e s s o n d e m a s i a d o d e s a g r a d a b l e s o
tu s o jo s parpadean.
• ¿ E sta ría s d isp u e sto a explorar d e qué m anera se
quiere m over tu pie? en vez de Parece que tu pie
quiere m overse, o Intenta m over tu pie.
• ¿E starías d isp u e sto a p e rm an ece r con ese se n ti
m iento y ve r qué sucede d e sp u é s? en vez de Perm a
nece con ese sentim iento.
Explorar la se n sació n con detalles
• ¿ C u á le s son las cualid ad e s de esa se n sa ció n ?
• ¿T ie n e tam añ o? ¿Form a? ¿C o lo r? ¿P eso?
• ¿S e extiende? Nota su d ire c ció n m ientras se
m ueve.
• ¿L a p re sió n (dolor, calor, etc.) va d el in terio r hacia
el exterior o viceversa?
• ¿ N o ta s un punto central? ¿U n borde (o dónde
rom ienr;» y tprmina la v n i a r i ó n ) ?
c h in o - « u n a im ag e n v a le m á s q u e m il p a la b ra s » -, las se ñ a le s de
E n to n ce s, có m o p u e d e s a yu d a r a lo s p e q u e ñ o s con s u s
e m o c io n e s re p rim id a s ? A h o ra q ue ya c u e n ta s co n a lg u n a s h e rra
H ab lar el lenguaje de
las se n sa cio n e s y las em o cio nes
Si tu niño pequeño ha sido am enazado p o r otro niño y
notas señales de una respuesta de parálisis, enuncia lo
que observas:
« E stá s tem b lan d o y pareces bastante a-'ectado. ¡Ese
n iñ o ab u só n debió de haberte asustado m u ch o l» .
(em o ció n)
« P o r suerte ya se ha ido y ya no te puede hacerte
daño».
«Tom a las m an o s de m am á y siente lo calientes que
están».
« M ie n tra s sientes m is m anos, ¡nota qué le su ce d e a
tu s m a n o sl» . (se n sa ció n ) (D a tiem po para que se
se n te , c o m o calor, color, te m b lo r, re la ja c ió n o
lá g rim a s ).
"E x a c to , p e rm ite que c a ig a n las lá g rim a s c o m o s u a
q u é h a c e r p a ra ayudarte a s e n tir m e jo r» .
(D e s p u é s de q u e el n iñ o c la ra m e n te se sie n ta a li
v ia d o y haya reco b rad o su e sta d o a n te rio r)
« [F u is te m u y listo en p e d ir a y u d a l» .
« H a g a m o s u n p ia r para v e r q u é p u e d e s h ace r s i lo
v u e lv e s a ve r cerca de la c a s a (e s c u e la , b a rrio , ig le
m o d o « lu c h a » d e s p u é s de la s e p a ra c ió n de s u s
p a d re s:
«Ya sé q ue ya m e d jiste q u e n o e stás e n fa d a d o , pero
en ve z de co m b a tiv o l
U n o de lo s d o s tip o s de re sp u e sta e s b astan te p re d e
cib le:
« [N o m e d ig a sl [M e a c a b a s d e a rru in a r la v id a ! ¿Q u é
e sp e ra b a s ? » .
U n s im p le c e ñ o fru n c id o o « ¿ P o r q u é no m e p u e d e s
d e ja r tra n q u ilo ? » .
En la re sp u e sta a d o le sc e n te l, pese a q u e tu a d o le s
ce n te está m u y e n fa d a d o , au n a s í está d is p u e s to a
in te ractu ar, a u n q u e sea en m o d o « lu c h a » . Para p o d e r
a y u d a rlo a a c c e d e r a u n s is te m a de v in c u la c ió n so cia l
m á s c o o p e ra tiv o , el cu a l e s el c e re b ro « p e n s a n te »
m á s e le v a d o q u e tie n e la c a p a cid a d para re so lv e r p ro
c u lp a » .
O tra vez, e sp e ra a q u e te gu íe. C u a n d o te vu e lv e s p ro
fu n d a m e n te atento y s in to n iz a d o , p o n ie n d o tu s m o
tiv a c io n e s a un lado (p o r e je m p lo , q u e re r q u e se s ie n
ta de otra m a n e ra ), es m á s p ro b ab le q u e te dé los
d e talle s de lo q u e le d u ele. ¡P o d ría so rp re n d e rte !
* Evita te rm in a r la c o n v e rs a c ió n c e n tra n d o la im p o r
ta n c ia en tus s e n tim ie n to s. M u c h o s p a d re s c o m ie n
z a n con u na m a ra v illo sa in te n ció n , pero lu eg o sa can
LA H I S T O R I A D E S A M M Y
Sam m y está pesando el fin de sem an a en casa de s u s abuelos,
do nd e yo e sto ) de visita. Se está co m p o rta n d o co m o un tirano
in sufrib le, intentando agresiva e in can sab le m en te controlar su
nuevo entorno. N ada lo co m p lace ; exhibe un m uy m al hu m or a
cada m om ento. C u an d o duerm e, da vu eltas en la cam a com o si
estuviera lu chand o contra s u s sáb an as. Este co m p o rtam ie n to no
es com pletam ente in esperado de un niño de dos a ñ o s y m edio
c u y o s p a d r e s e s t á n a u s e n t e s d u r a n t e el f i n d e s e m a n a ; l o s n i ñ o s
D E B A TE : (f Q U É L E S P O D R ÍA SUCEDER A LOS N IÑ O S
Q U E N O R E C IB E N A Y U D A ?
Si Sam m y no hubiera recibido ayuda, ¿podría haberse vuelto
m ás ansioso , hiperactivo, dependiente o con tro lad o r? ¿O su
traum a habría dado com o resultado que m ojase la cam a o que
tu viese com po rtam ientos de evitación más adelante?¿Q uizás ha
bría recreado el acon tecim ien to de adulto o de a d o le sc e n te ?¿0
habría d esarro llad o sín to m as físic o s com o do lo res de estóm ago,
m igrañ as y ataques de ansiedad sin saber por qué? Todas estas
situ acio n e s hipotéticas son p o sib les e igualm ente im p c sib le s de
determ inar. N o podem os saber cóm o, cuán d o o si la experiencia
traum ática de un niño nvadirá su vid a de otra m anera. Sin em
bargo, podernos ayudai a proteger a lob n iñ o s de estas p o sib i
lidades a través de la prevención. Una « p iz c a de prevención» los
ayudará a de sarro llarse y con vertirse en adultos m ás seguros y
esp ontáneo s.
Los n iñ o s com o S a n m y rara vez obtienen la ayuda que nece
sitan inm ediatam ente después de un incidente com o éste. Sin
em bargo, se puede apoyar a los pequeñ os en este m om ento crí
tico, cu a n d o literalm ente tiem blan y se sacuden m ientras lidian
con la in m ovilidad, vergüenza, pérdida y rabia. A través de un
ju ego guiado, los niño s pueden d e scarg ar de m anera segura la
energía in tensa m ovilizada en un intento fallido para defenderse
contra una experiencia terrorífica y do lo rosa. Pero deben hacerlo
dentro de un contexto de apoyo y protección de tu parte. Si esta
« e x p o sic ió n » q ue se usan de m anera rutinaria para ayudar a los
adu lto s a su p e ra r su s fobias. Pero Terr advierte que este tip o de
ju ego generalm ente no resulta m uy exitoso. A unque s í sirve para
re d u cir la angustia de un niño , este pro ceso tom a m u ch o tiem po
antes de que produzca resultados. La m ayor parte de las veces,
el juego se repite de m anera c o m p u lsiv a sin lograr una reso
lu ció n. Un ju e g o traum ático no resuelto y repetitivo puede refor
za r el im pacto traum ático de la m ism a m anera en que recrear y
revivir catárticam ente las experiencias trau m áticas puede refor
zar el traum a en los adultos.
La reelaboración o renegociación de una experiencia tra u
m ática, com o lo vim o s en el caso de Sam m y, representa un p ro
ceso que es fundam entalm ente diferente de un ju ego traum ático
o recreación. Si se les aband on a a su s p ro p io s m ed io s, la m ayo
ría de los n iñ o s intentarán evitar los sen tim ien to s trau m ático s
que evoca su juego. Con o rientació n , Sam m y fue capaz de
« so p o rta r su s sen tim ien to s» al d o m in a r gradual y secuen-
cialm ente su m iedo. Ai u sa r esta renegociación gradual del
su ce so trau m ático y el apoyo de W in n ie Pooh, Sam m y pudo s u r
gir com o el ve n ce d o r y el héroe. Un sentido de triunfo y hero
ísm o casi siem pre es in d ica d o r de la co n clu sió n exitosa de un
evento traum ático renegociado. Al seg uir la iniciativa de Sam m y
d e sp u é s de haber e stablecido un esce n ario potencialm ente acti
vador, al u n irn o s en su ju ego e inventar el ju ego m ientras
avan záb am o s, Sam m y pudo dejar ir su m iedo. Fue necesario un
m ín im o de orientación y apoyo p o r parte del adulto para lograr la
m eta tácita de ayudarlo a experim entar un resultado diferente.
C in co p rin c ip io s para g u ia r al ju ego de los niños hacia una reso
lución
Este a n á lisis sobre la experiencia de juego de Sam m y está d ise
ñado para ayudarte a entender y ap licar los siguientes p rin cip io s
para trabajar con tu s p ro p io s niños,
LO Q U E SAM M Y N O S «D IJ O »
Al salir co rrie n d o de la hab itació n cu a n d o W innie Pooh se cayó
de la silla, Sam m y n o s d ijo de m anera bastante clara que no e s
taba listo para in vo lu cra rse en este nuevo « ju e g o » de activación.
L O Q U E H IC IM O S PAR A A Y U D A R A S A M M Y A S E N T IR S E
SEGURO
Sam m y tenía que ser « re sca ta d o » por s u s padres, c o n so la d o y
vuelto a traer a la e sce n a antes de con tinuar. Todos tu vim o s que
asegurarle a Sam m y que e staríam o s a h í para ayudar a proteger a
W in n ie Pooh. Al ofrecer este apoyo y con suelo , ayud am o s a
Sam m y a acercarse al juego.
LO Q U E SAM M Y N O S «D IJ O »
C u an d o Sam m y co rrió hacia la hab itació n de al lado, en vez de
hacia afuera, no s estaba d icie n d o que se sen tía m e n o s am e n a
zado y confiaba m ás en n u estro apoyo. Los n iñ o s no siem pre
declaran verbalm ente si quieren con tinuar, por lo que hay que
se g u ir las pistas o frecidas por su co m p o rtam ie n to y sus re s
pu estas. Respeta su vo lu n tad , a s í co m o el m o d o que eiigen para
c o m u n ica rse . Los n iñ o s nunca deben ser fo rza d o s a hacer m ás
de lo que quieren y pueden hacer.
L O Q U E P U E D E S H A C E R PARA A Y U D A R A L N IÑ O
Baja el ritm o del p ro ce so si notas se ñ a le s de m iedo, dificultad
para respirar, te n sió n , o si parece atu rd id o (d iso c ia c ió n ). Estas
re accio n e s se d isip a rá n si sim p lem en te e sp e ra s tran q uila y p a
cientem ente m ientras le a se g u ra s al niño que sig u e s a su lado y
de su lado. G eneralm ente, los ojo s y la re sp iració n del pequeño
te in d icarán cuándo es tiem p o de continuar.
EJER C IC IO
Vuelve a leer la histo ria de Sam m y y presta aten
ció n a la s partes que indican su d e cisió n de co n ti
n u a r el juego. H ay tres ejem plos e xp lícito s ade
m ás del citado arriba.
LO Q U E SAM M Y N O S «D IJ O »
C u an d o Sam m y corrió hacia el arroyo, estaba d e m o stra n d o un
co m p o rtam iento de evitación . Para po der reso lver su reacción
traum ática, Sam m y te n ía que sen tir que estaba co n tro lan d o su s
accion es m ás que s ie n d o llevado por su s e m o cio n e s.
C Ó M O « L E E R » LA E X P E R IE N C IA D E T U H I J O
El com po rtam iento de evitación ocurre cu a n d o el m ied o y el te
rror am enazan con a b ru m a r al niño. Este co m p o rtam ie n to a m e
nu do se acom pañ a p o r otra señal de angustia e m o cio n a l (llanto,
ojos asu stad o s, g rito s). Por otro lado, un escape activo resulta
em ocionante. Los n iñ o s se em ocionan por su s p e q u eñ o s triu n
fos y a m en ud o m ue stran su placer irrad iand o s o n ris a s , ap lau
C Ó M O A P O YA R AL N IÑ O
Si el niño parece e m o cio n ad o , está bien a n im arlo y co n tin u ar
3. Ve p a s o a p a s o .
U no nu nca se m overá d e m asiad o lento al renegociar un s u
ceso trau m ático . El juego traum ático es repetitivo casi p o r d efi
nició n. H az u so de esta característica c íc lica . La diferencia clave
entre la re n eg o ciació n y el ju ego trau m ático es que en la renego
ciació n hay p e qu eñ as diferencias p ro g resivas en las resp uestas y
co m p o rtam ie n to s del n iñ o .
LO Q U E SA M M Y N O S « D IJ O »
C u an d o Sam m y co rrió hacia !a habitación en vez de hacia afuera,
estaba re sp o n d ie n d o c o n un co m p o rtam ie n to diferente, lo que
indicaba que se había progresado.
M O N IT O R IZ A R EL P R O G R E S O D E L N I Ñ O
Sin im po rtar cuán tas re p eticio n e s se necesiten, si el n iño está
re sp o n d ie n d o de m anera diferente -c o m o con un ligero in cre
m ento de e m o ció n, co n m ás palabras o con m o v im ie n to s m ás
e sp o n tá n e o s-, está atravesand o el traum a. Si las re sp u e sta s del
n iñ o parecen estar a va n za n d o en la dirección de la c o n stric c ió n y
la repetición en vez d e hacia la expansió n y la varied ad , q u izás
estés intentando reneg o ciar el su c e so con situ a c io n e s que in vo
C Ó M O A Y U D A R A L N I Ñ O A IR P A S O A P A S O
Céntrate y presta atenció n a tu s se n sa cio n e s hasta q ue tu propia
re sp iració n te p ro p o rcio n e una sen sació n de calm a y confianza
en tu espontaneidad.
Baja el ritm o de la velocidad del cam bio al d ivid ir el juego en
partes m ás pequeñas. Esto puede parecer contradictorio con lo
que declaram o s antes so bre seg u ir el ritm o del niño. Sin em
bargo, sin to nizarte con las n ecesid ad es del niño al actuar com o
una presencia adulta sabia sig n ifica prevenir que el niño se abru
me. Para lograrlo, quizás necesites bajar el ritm o del juego.
Si el niño parece n ervioso , sería adecuado in clu ir algunos
p aso s de sanació n. Por ejem plo, cuando se renegocia un traum a
m édico, puedes decir, «V eam o s, me pregunto qué podríam os
hacer para que (W innie Pooh, la m uñeca, etc.) no se asuste
antes de que tú (el d o cto r/enferm era) le pongas la inyección». A
m enudo a los niños se les o cu rrirán so lu cio n e s creativas que d e
m uestran lo que les faltó en s u propia experiencia.
No te preocupes sobre la cantidad de veces que tienes que
repetir lo que parece ser lo m ism o de siem pre. (In vo lu cram o s a
Sam m y en el juego con W in n ie Pooh por lo m en os diez veces.
Sam m y pudo renegociar su s respuestas traum áticas bastante rá
pido. Puede ser que tu hijo necesite m ás tiem po ). [N o necesitas
hacerlo todo en un so lo dial El d e sca n so y el tiem po ayudan al
niño a reorganizar internam ente su experiencia a niveles sutiles.
Si estas sugerencias no parecen ayudarte, vuelve a leer este
capítulo, exam ina m ás de cerca el pape! que estás ju g an d o y o b
serva con m ás cuid ad o cóm o está re sp o n d ie n d o tu hijo. Q uizás
te estés perdiendo algunas señ ale s. Una vez que el niño ha
com enzado a responder, olvídate d e tus preocu pacion es y ¡d is
fruta el juegol
ciando d e l juego.
Sam m y pudo renegociar su experiencia en una sesió n , pero no
to do s los n iñ o s podrán hacerlo. A lg u n o s n iñ o s necesitarán de
u nas cuantas se sio n e s. Si, d e sp u é s de vario s intentos, el niño
perm anece co n stre ñ id o y no quiere avan zar hacia el triun fo y la
cuerpo cuenta con recu rsos. (In se rtar nota al pie: N. del E. En el
o riginal «Everybody has reso u rces. It can also be said that every
RECURSOS EXT ER NO S /R E CU R SO S I N T E R N O S
(N e ce sitarás d o s hojas de papel y un lápiz o bolígrafo).
LA M A G IA E N M Í
POEMAS DE A N I M A L E S
El siguiente co n ju n to de ve rso s u sa im ágenes de a n im ales para
dotar a los n iñ o s de re cu rso s de poder y fuerza. Los n iñ o s los
n e ce sita r para tran sfo rm ar el traum a en una experiencia positiva.
Por ejem plo, cuan d o los n iñ o s fingen ahuyentar al tem ible tigre
dientes de sable con su s lan zas, sienten la fuerza en s u s cu e rp o s
para defenderse a s í m ism o s contra una am enaza.
A N IM A L E S TE M IB L E S
V A L IE N TE .
[voz profunda]
Perm anecíam os ocultos,
la noche no era confiable p o r los anim ales tem ibles
y el tigre dientes de sable.
N os rastreaban cuando salíam os
porque eran rápidos y nosotros lento corríam os.
A veces esos gigantes peludos nos atrapaban
y con sus enorm es dientes nos devoraban. (¡Ay!)
Encontram os elfu eg o y pu dim os calentarnos,
pero seguía siendo difícil encontrar algo para a lim e n
tarnos.
Entonces armas y herram ientas logram os inventar
para que a s í nosotros algunas reglas pudiéram os crear.
Con arm as y herram ientas al sol salimos,
c a z a m o s , re c o le c t a m o s ¡y h a s ta n o s d iv e r t im o s !
¡A hora te toca a t if n g ir
q u e en la n a tu ra le za salvaje co n f a m ilia y a m ig o s vas a
v iv ir!
S ien te la f u e rz a en tu s piern a s y la lan za en tu m a n o
p la n o .
siente e l p o d e r en tu B R A Z O , co n él u n a ca ta p u lta
obtienes.
rayos q u e te ro d e a n .
S ie n te ia brisa en tu c a ra ; ¿ t e h a ce c o sq u illa s en e l p e lo ?
cielo.
A tu esco n d ite seg u ro ya h a s llegado,
¿ Q u é s ie n t e s en tu P E C H O y en tu P A N Z A
a h o ra q u e tu c u e rp o u n lu g a r seg u ro a lc a n z a ?
P on a te n ció n a to d o e l m o v im ie n to en tu interior,
¿ q u é se sien te h a b e r sid o v e n ce d o r?
S é consciente de tu respiración, que entra y luego sale.
cuando te sientes bien ¡gritar vale!
Sugeren cia: Los verso s anteriores pueden usarse para pro fun
d izar la co n scie n cia de dos elem entos im portantes para sup erar
un trau m a: las se n sacio n es corpo rales de escape y seg u rid ad . En
la prim era parte de esta rim a, dale tiem po a los n iñ o s para que
pro fundicen la sen sación de poder m ientras sienten las fuerzas
instintivas de correr y saltar (y cu alq u ie r otra que pueda surgir,
com o agacharse, patear, girar, m overse en zigzag, etc.). C uando
los n iño s a so cian el m ovim iento con la fuerza y el p o der de e lu
d ir una am enaza, desarrollan una autoestim a que vien e desde el
tronco. Esto se in corpora al tipo de confianza que perm anece in
clu so cu an d o los n iño s están bajo estrés, gracias a que se ha
convertido en una «m em o ria m otora» autom ática, com o andar
en bicicleta. En la segunda parte de esta rim a, los n iñ o s tienen la
o p o rtun id ad de hacer una pausa para experim entar lo que se
siente al e star seguros dentro de su s cuerpos.
La rim a co n tin ú a con una exploración m ás a fo n d o sobre la
ubicación de las se n sacio n es de seguridad;
con tened o r para las lágrim as, enfado, triste za o m iedos que p u e
dan surgir. Esto sim plem en te sig n ifica e sc u c h a r tran quilam ente
y hacerles sab er que estás presente para cu alq u ie r co sa que
estén sin tien d o . Tu tarea no es « re p a ra r» lo s sen tim ien to s del
niño , sin o de d arle tu com pleta atención para que pueda sentir io
que es real para él, a s í co m o p ro ce sar los se n tim ie n to s para que
las se n sa cio n e s y las e m o cio nes puedan a va n za r por s í m ism a s,
co m o la naturaleza lo previo.
En el sig u ie n te co n ju n to de v e rso s, Ó s c a r Zarigüeya d e m u e s
las re s p u e s ta s e m o c io n a le s n o rm a le s que p u e d e n s u rg ir a n te s y
d e s p u é s de s a lir de la « re s p u e s ta de p a rá lis is » .
¿R e cu e rd a s h a b e rte sentid o a s í?
Q u e ría s co rre r p e ro tuviste q u e q ued arte allí.
s e n tim ie n to s . H a z u n a p a u sa , o b se rv a y e sc u c h a a c a d a n iñ o
c u id a d o s a m e n te , v a lid a n d o to d a s las e x p re s io n e s de e m o c ió n
q u e p u e d a n su rg ir. D e s p u é s de h a b e r re c o n o c id o s u s s e n ti
ju z g a r o reparar, p o d ría s a y u d a r al n iñ o a e x p lo ra r de m a n e ra
m á s p ro fu n d a . H a z p re g u n ta s a b ie rtas, ta le s c o m o « ¿ Q u é m á s
s ie n te s ? » o u sa d e c la ra c io n e s ta le s c o m o « C u é n ta le m á s a papá
sobre lo que te dio m iedo». O, sim plem ente, «C uén tale m ás a
m am á».
Los ve rso s de C arlos Coyote y Ó sc a r Zarigüeya continúan:
N O T IE N E S Q U E T E N E R M IE D O
Ó scar Zarigüeya desapercibido quiere pasar,
B O L D E G E LA TIN A
C O S A S Q U E TE P U E D E N A S U STA R
¿ Q u é se siente cuando las cosas suceden tan rápida
m ente
que no hay tiem po para esconderse, patear o correr libre
m ente?
Y tienes que tensarte y paralizarte,
quizás ya te ha pasado en alguna parte.
¿ Q u é tipo de cosas pueden hacer que te sientas para
lizad o?
Q uizás alguna de esta lista ya te ha pasado:
POR Q U É LOS N I Ñ O S SE PR EO C U P A N
Los n iñ o s tienen im aginació n m ágica. C u a n d o algo m alo s u
cede, esta cualid ad los pone en desventaja. D ebido a que no
cuentan con los m ism o s re cu rso s que los adultos para re un ir los
datos necesario s para hacer una e valu ació n realista, su im a g i
d re s contentos.
Por su p u e sto , no to d a s las ca íd a s resultan ab ru m ad o ras. Sin
em bargo, in clu so en una caída m en or se incita una energía extra
ju sto antes del « p u n to de no retorno», en un intento de e n m e n
darse a uno m ism o antes de que sea d e m a sia d o tarde. C uando
el cuerpo siente p o r prim era vez que está d e seq uilib rad o , tiene la
tend en cia a hacer alg u nas acrob acias para prevenir lo que podría
ser un aterrizaje d o lo ro so . Especialm en te cuan d o no hay n in
guna lesió n o susto, los percances m e n o re s son un regalo en el
sentido de que p ro po rcion an la o p o rtu n id a d para que cualqu ier
n iñ o aum ente su co n scie n cia sen so rial y p ractique los «p rim e ro s
a u x ilio s» m ientras crea resilien cia com o u n tipo de «p rep aració n
de e m erg en cia» para cu alq u ie r cosa que la vid a pueda traer.
En cu alq u ie r caso, la guía de « P rim e ro s au xilio s para a cci
dentes y c a íd a s» a co n tin u ació n parecerá algo fam iliar, dado que
co incid e que los fun d am e n to s que ap re n d iste en el capítulo c u a
tro. El « a n tig u o » m aterial servirá com o u n repaso de to do s los
«detalles p ráctico s» de la prevención d e traum a, sin im po rtar
► i - O CÚ PATE ESTAS.
* * ‘ (C om o ké’ érfpllco Vn el c'apTfJlb* cúáfro, *¡hb* sé* púédé'| 3óriéf
dem asiado é nfasis en este paso!).
Tómate tiem po para notar tu propio nivel de m iedo o preocu
pación. D espués, respira profundam ente y, m ientras esp iras
lentam ente, percibe los se n tim ien to s en tu propio cuerpo
hasta que estés lo suficientem ente calm ado para resp onder
de m anera tranquila. Un adulto d em asiado em otivo o asfi
xiante puede asu star ai n iñ o tanto, o m ás, com o la caída o
accidente en sí. Recuerda la analogía de «ponerte prim ero tu
propia m áscara de o xíg e n o » cuando te sientas ju n to a un
niño en un avión.
► 2. M A N TÉN AL N IÑ O Q U IE T O Y T R A N Q U ILO .
Si por m edidas de seguridad o p o r la naturaleza de las le sio
nes, el niño debe ser levantado y m ovido , asegúrate de que re
ciba el soporte necesario. Carga al niño, no perm itas que se
m ueva solo, aunque pueda hacerlo. Recuerda que proba
blem ente está en choque y no se d a cuenta de la dim ensió n
de su lesión. Dado a que probablem ente el cuerpo del niño
está acelerado por la adrenalina, esto puede resultar difícil.
U sa una vo z firm e y segura con un toque de autoridad que
transm ita de m anera am orosa que tú estás a cargo de prote
gerlo y sabes exactam ente qué hacer. M antén al niño a una
tem peratura confortable cubriéndo-lo con un abrigo o m anta
sobre su s hom bros y torso. Si parece que se ha lesio nad o la
cabeza, no perm itas que el niño se duerm a hasta que el d o c
tor dé el « visto bueno».
► 3. D E D IC A T IE M P O A LA S E G U R ID A D Y AL D ES C A N SO .
Hazlo sobre todo si el niño muestra señales de choque (ojos
vid rio so s, piel pálida, respiración rápid a o superficial, d e so
rientación, estar dem asiado em otivo o dar una respuesta
dem asiado tran q uila o actuar com o si nada hubiera su c e
d ido). No perm itas que se levante de un salto y regrese a
jugar. Ayuda al niño a saber qué hacer al com portarte de m a
nera relajada, tranquila y quieta. Podrías decir algo com o,
« D e sp u é s de una caída, es im portante sentarse (o acostarse)
tranquilam ente y esp erar a que el cho que desaparezca. M am á
perm anecerá a tu lado hasta que eso suceda». Una voz tra n
quila y segura le co m u n ica a! niño que tú sabes qué es lo
m ejor para él.
► 4. SO STEN A L N IÑ O .
Si el niño es un bebé o es m uy pequeño, probablem ente lo
tendrás en tus brazos. Asegúrate de hacerlo de m anera suave
y no restrictiva. Evita apretujarlo dem asiado fuerte, a s í com o
m ecerlo o palm earlo dem asiado, ya que podría in terrum pir el
proceso de recuperación al interferir con las respuestas
corpo rales naturales. Para co m u n ica r apoyo y co n su e lo a un
niño m ayor sin perturbar el proceso, se sugiere que pongas tu
m ano en el centro de su espalda, atrás de su corazó n, o a
lado de su brazo su p e rio r cerca del hom bro. Un toque sa n a
dor puede tran sm itir « a rra ig o » a m edida que tu calm a se
co m u n ica de m anera táctil directam ente al niño.
► 5. M IE N T R A S EL C H O Q U E SE D ESVAN ECE, G U ÍA LA A T E N
C IÓ N DEL N IÑ O H A C IA SU S S E N S A C IO N E S .
(Los p aso s 5 y 6 sirven com o repaso del capítulo cuatro y son
el quid de la prevención y la sanació n del traum a).
El lenguaje de recuperación es el lenguaje del cerebro repti-
liano, el cual es el lenguaje de las sen sacion es, del tiem po y la
paciencia. Pregúntale al niño suavem ente cóm o se siente «en
su cuerpo». Repite su respuesta en m odo de pregunta —«¿Te
sientes bien en tu c u e rp o ? » - y espera a que asienta o dé otra
respuesta. Sé m ás específico con la siguiente pregunta:
«¿C ó m o te sientes en tu barriga (cabeza, brazo, pierna,
etc.)?». Si m enciona una sen sació n directa, pregúntale con
suavidad sobre su ubicación, tam año, form a, co lo r o peso.
Sigue guiando a tu hijo para que perm anezca en el m om ento
presente con preguntas com o « ¿C ó m o se siente la piedra
(intensidad, bulto, “ p u p a ”, picadu ra) ahora?». Si son d em a
siad o pequeños o están d e m asiad o sobresaltados para ha
blar, pídeles que señ alen el lugar que les duele.
► 6. O FR E C E UN M IN U T O O D O S DE S IL E N C IO EN TRE PRE
G U N TA S.
F<íta puede» s e r la p a r t e m á<; d i f íc il p a r a u n a d u l t o , p e r o e s la
EX PER IM EN TA R EL PO D E R DE
LAS PALABRAS PARA SA N A R
Las palabras no sólo son p o d ero sas en el m om ento en el que
son expresadas, sin o que, en m om entos de apertura y v u l
nerabilidad, se graban en nuestra m em oria. Tómate un m o
m ento para recordar palabras que hayan form ado los m om en
tos m ás significativos de tu vida y obtendrás una com pren
sión em pírica sobre qué tan penetrantes son y cóm o han in
fluido tu existencia.
PARTE A
1. Escribe un párrafo o do s, u sa n d o to d o s tu s se n tid o s, para
d e scrib ir to d o io que p u edes re co rd ar so b re una person a
am able que u só palab ras, tacto, g e sto s o a ccio n es para
co n so larte y aliviarte d e sp u é s de que a lg o terrible su ce d ió .
Recuerda con la m ayor cantidad de d e talles p o sib le s qué fue
PARTE B
1. Escribe un p árrafo o d o s, u sa n d o to d o s tu s sen tid o s, para
d e scrib ir to d o lo q u e puedes re co rd ar sobre una person a
in se n sib le que u só palab ras, tacto, g e sto s o accio n es que
e m p eo raro n las c o s a s en vez de aliviarte d e sp u é s de que
algo terrib le su ce d ió .
«LA H IS T O R IA D E D O R A »
Siéntate, relájate y te con taré una historia
la heroína, verás, es una n in a llam ada Dora.
Era parte del equipo escolar de béisbol,
su sueño era tener una bici brillante com o el sol.
En su ú ltim o cu m p le a ñ o s su su e n o se h iz o realidad ,
o b tu v o u n a b ic ic le ta n u e v a , a z u l d e ve rd a d .
S a lt ó e n s u b ic i y h a c ia a l p a r q u e se d irig ió ,
rá p id o y m á s rá p id o h a sta q u e c o n u n a p ie d ra ch o có .
S in t ió la s lla n ta s d e rr a p a r y d e su a s ie n to volar,
y f u e r t e m e n t e e n la ca lle a terriza r.
C o n u n g ra n g o lp e c h o c ó c o n tra e l p a v im e n t o
y lu e g o vio q u e d e su s ro d illa s c a ía s a n g re h a c ia e l c e
m e n to .
C o m e n z ó o llora r, p e ro e l so n id o n o sa lía ,
C u a n d o la sa n g re en su s ro d illa s n otó,
c o m o Ó s c a r Z a rig ü e y a se p a ra lizó .
En su b ic i n u ev a to d o h a b ía p a sa d o co n ta n ta velo cid a d
q u e n o p u d o h a c e r n a d a m á s q u e ch o ca r; en rea lid a d .
N o f u e su cu lp a , p e ro ig u a l la a su m ió .
A l p e n s a r en su b ic i verg ü en za sintió.
¿ S i a lg ú n d ía a lg o a s í te p a sa ra a ti,
ta r!
A Y U D A PARA C O N S T R U I R LA H I S T O R I A
En la prim era parte de este capítulo, te d im o s una guía paso a
paso para ayudar a prevenir los sín to m as trau m ático s in m e d ia
tam ente d e sp u é s de un su ce so . Frecuentem ente, esto es todo lo
necesario. Sin em bargo, cuan d o el su ce so le resulta p articu
larm ente am enazante ai niño, puede ser que los sín to m as se
desarro llen a pesar de que te hayas esfo rzad o al m áxim o. Las
h isto rias y lo s d ib u jo s son especialm ente útiles cuan d o el m a le s
tar del niño continúa aun d e sp ué s de que le hayas dado los « p ri
m eros au xilio s para trau m as».
G eneralm ente, al u sa r las histo rias, el adulto tiene que contar
la histo ria de lo que su ce d ió (d esd e la perspectiva del adulto ). El
siguiente paso es nvitar al n iño a que agregue c o sa s a la historia
o que cuente su ve rsió n de ella. Un n iñ o que al p rin cip io es rea
cio a hablar, generalm ente estará feliz de m eterse en la co n ve r
sació n para « co rre g ir» al adulto con su ve rsió n d icien do, « N o ,
eso no fue lo que pasó: ¡esto es lo que realm ente p asó l». A seg ú
rate de b u sca r ciertos elem entos universales que necesiten ser
tratados siem p re que el n iñ o se sienta abrum ado. Puedes
encon trar e so s elem entos cru ciales en el ejem plo anterior de
Dora. Incluyen:
• L a e m o c ió n a n t e s d e l a c c i d e n t e
MÁS c o n s e jo s : u s a r ju g u e t e s , a r t e y m a n u a -
L ID A D E S
Si el niño está en edad p re esco lar o escolar, puede hacer un d i
bujo o ju gar con ju guetes para m ostrar, p o r ejem plo, cóm o los
coches se estrellaron uno contra el otro. Para algunos n iñ o s, la
sen sación de la p lastilina los ayuda a entrar en contacto con su
agresión, y con su s cuerpo s en general, a m edida que tom an
control del m aterial suave y lo m oldean. (H a y va rio s tip o s de
sustituto s m o d e rn o s no tóxicos y de fácil lim p ie za). Es m ás p ro
bable que un n iñ o m ás pequeño exprese su s sen tim ien to s en
co lo re s y fo rm as to sca s y « m a sa s am o rfas» que en im ágenes u
objetos específicos.
Q uizás recuerdes la historia de Sandra de! cap ítulo tres, la
niña que no podía com er d e sp u é s de que se m udó de casa de su
abuela a una nueva casa. Todavía no era capaz de hacer un c u a
drado. En vez de eso, Sandra hizo una línea para representar su
nueva casa. Poco a poco, se agregaron lentam ente las otras lí
neas. D espués, señ aló su barriga para m ostrarm e dónde le dolía
cuan d o se encontraba en su nueva casa. Sandra recibió h o jas de
papel co m o «trabajo pa'a hacer en c a sa » para que pud era d ib u
ja r im ágenes cuan d o sintiera m iedo. Term inó d ibujan do figuras
o n d u la d a s que ella llam aba «fa n ta sm a s». Su m adre entonces
p u so una m ano en la barriga de Sandra y la co n so ló con pala
bras tra n q u iliza d o ra s hasta que se le fue el d o lo r de panza, com o
se había llevado a cabe durante la con sulta. Con sólo d o s lla
m adas al co n su lto rio y el seg uim ien to que llevó a cabo la m adre
en su casa, Sandra recuperó su apetito y co m e n zó a com er a li
m entos só lid o s ¡en m uy poco tiem po l El tru co c o n sistía en alter
nar, cam b ian d o el enfoque entre su s d ib u jo s y su s sen sacion es
internas, hasta que el terror rem itió.
Independientem ente de que se usen ju guetes o m ateriales
artístico s, es im portante o b servar y ayudar a m in im iz a r los c o m
po rtam ientos repetitivos, dado que la repetición puede reforzar,
en vez de resolver, los sentim iento s y lo s sín to m as. Si un niño
parece «a to ra d o » y persiste (p o r ejem plo, ch o car los coches con
fuerza una y otra vez), pídele que haga una pausa después de un
m om ento o d o s y averigua qué está experim entando en su s se n
sacio nes corporales y en s u s sentim ientos.
La idea es perm itir gradualm ente que se libere la energía de
e so s sentim ientos, guiando al niño hacia un resultado m ás exi
toso. Por ejem plo, junto con el niño, desacelera los cozhes. Q u i
zás puedes decir, «M u é strale a papá qué cam ino tendrían que
to m ar los coches si avanzaran lo suficientem ente lento para que
no tuvieran que cho car» o «S é el con ductor y m uéstram e cóm o
girar rápidam ente para que los coches no choquen». U sa tu
creatividad y observa cóm o florece la creatividad del niño m ien
tras resuelve cualquier respuesta incom pleta. Podrías u sar cajas
de cartón para que el niño se siente dentro de ellas en vez de
u sar coches de juguete. Decora las cajas y úsalas para ju g a r a
« lo s autos de ch e q u e» y que el objetivo sea girar para evitar el
«ch o q ue ». Lo im portante es divertirse, dejando que sus im agina
ciones conjuntas vuelen librem ente.
Se pueden u sar estas m ism as técnicas usando el arte al pe
dirle al niño que describa las se n sacio n es que siente m ientras
com parte sus d ib u jo s o e scu ltu ras contigo. El propósito prin
cipal no es evocar la historia, sin o que el niño sienta y descargue
cualqu ier energía de traum a residual o que exprese cualqu ier
em oción inquietante que em erja espontáneam ente de su obra de
arte. De m anera frecuente, los niño s (o adultos) no saben por
qué se sienten com o se sienten hasta que la preocupación, en
fado o tris:eza aparece en su arte. Debido a que el juego, las
m anualidades, el dibujo y ia pintura son actividades que usan
«el otro taco del cerebro» en vez del lado pensante, calcu lad o r y
«racio n al», las im ágenes que im pu lsan el proceso de sanación
surgen del in co n scien te -co m o sucede durante el sueño.
Los títeres, m uñ ecas o m uñ eco s m iniatura tam bién pueden
ser útiles para evaluar si existen indicaciones de traum a, a s í
com o para a y u d a ra un niño a atravesarlas. Por ejem plo, después
d e q u e la s h e r id a s f í s i c a s d e u n n i ñ o h a y a n s a n a d o d e s p u é s d e
centes. Los collages hechos con revistas que ¡es gu stan pueden
resultar especialm ente reveladores para ellos, dado que crean
una identidad a través de este m edio. Pueden to m ar la m úsica
que les gusta y cam biar la letra para que vaya con su propia
situació n de vid a. Pueden hacer rap o e scrib ir poesía con ilustra
cio nes o sin ellas. Los padres, profesores o consejeros e stu d ian
tiles pueden guiarlos suavem ente hacia la creación de so lu
cio nes. Si cada línea es repetitivam ente « o scu ra » , desespe-
ranzadora, y se queda atorada en ese m odo, pídele al ad o le s
cente que te d ig a qué im ágenes, actividades o p ensam iento s lo
sacan de e sa o s c u rid a d . A rfm a lo s a q u e integren lo s re c u rs o s en
salud
La im portancia de una preparación cuando se
necesitan procedim ientos m édicos
Una fuente de traum a com ún en los niños, y frecuentem ente pa
sada por alto, son los procedim ientos m édicos de rutina y em er
gencia. A rm ados con el conocim iento que se adquirirá en este
capítulo, los padres pueden trabajar en equipo con el personal
de las clín icas u hospitales para reducir los efectos abrum a
dores innecesarios de los procedim ientos m édicos y q u irú r
gico s invasivos. Pero antes de las estrategias, prim ero veam os
una historia que podría sorprenderte.
TEDDY
«|P api, papi, déjalo ir, déjalo irl |Por favor no lo m atesl ¡D é
jalo irl». Éstos son los gritos aterrados pronunciados por Teddy,
de diez años de edad, m ientras sale huyendo de la habitación
com o un conejo asustado. Su padre, desconcertado, sostiene
una m usaraña inm óvil en la palm a de su m ano que encontró en
el jardín y recogió para m ostrarla a su hijo. Pensó que era una
m anera excelente y científica de m ostrarle a Teddy cóm o los
anim ales «se hacen los m uerto s» para poder sobrevivir. Sor
prendido por la reacción del niño hacia su gesto aparentem ente
inofensivo, el padre de Teddy no es consciente de la conexión
que su hijo acaba de hacer con un suceso que había sido o lvi
dado hace m ucho tiem po. Era un suce so «o rdinario », sim ilar al
que m illones de nosotros hem os vivido.
El día en que Teddy cum p lió cin co años, el pediatra de la
fam ilia y am igo de toda la vida, los visitó. Todo el clan se reunió
alrededor del doctor m ientras él m ostraba orgullosam ente una
foto de Teddy que había tom ado en el hospital local, cuando el
niño tenía nueve m eses. El niño m iró rápidam ente la fotografía y
luego salió corriendo despavorido de la habitación, gritando de
rabia y terror.
<jCuántos padres, profesores, niñeras y proveedores de servi
cios de salud han sid o testigos de reacciones m isteriosas sim i
lares en ios niños?
C uando Teddy tenía nueve m eses, desarrolló una erupción
severa que cubría todo su cuerpo. Fue llevado al hospital local y
atado a la m esa de exploración pediátrica. M ientras ei equipo de
esp ecialistas lo tocaba y exam inaba con su s in stru m entos, el
niño in m ovilizado gritaba de terror bajo las luces d e slu m
brantes. D espués del exam en, fue puesto en aislam ien to durante
siete días. C uan do su m adre, a quien no habían perm itido verlo
d u r c t r ile L u d a u n a s e m a n a , lle g ó a l h o s p i la l p a r a lle v a r lo a c a s a ,
A N T E S D E L DIA DE LA C I R U G I A
1. Si eres un do cto r u otro profesional que trabaja con
niños, sé sen sib le a las necesidades de los n iñ o s. Si se
resisten o se portan de m anera capricho sa, hay una buena
razón detrás de este com portam iento. H az todo lo que pue
das con tus palabras y accio n es para valid ar su preocu
pación, y con am abilidad, gracia, d istracción y honestidad,
trabaja co n ellos y no contra ellos.
Si eres su padre o m adre, elige un doctor y un hospital
que sean sen sib le s a las necesidades de los n iñ o s.
¡N o to d a s las in sta la c io n e s so n ig u ale s! Tóm ate tie m
po p ara « c o m p a ra r el p ro d u c to » . A lg u n o s h o sp ita le s in
c lu so cuentan con tra b aja d o re s so cia le s co n p ro g ram as
e sp e cialm e n te d ise ñ a d o s q ue u san c u e n to s y ju e g o s de
in te rp retació n de ro le s para p re p a ra r a lo s n iñ o s para lo
q ue va n a vivir. En a lg u n o s de e sto s p ro g ra m a s, in c lu s o
lo s n iñ o s m á s p e q u e ñ o s p u e d e n co n o c e r al c iru ja n o o al
a n e ste sió lo g o en la h a b ita ció n d o n d e se ju e g a n los ju e
go s de in te rp retació n de ro les. A lg u n a s ve ce s lo s d o cto res
EL D I A DE LA C I R U G I A
1. Los padres y el p e rso n al m é d ico necesitan llegar a un
acuerdo que perm ita que ¡os padres pu edan perm anecer
con su hijo el m ayor tiem p o p o sib le antes y d e sp u é s de la
o p eració n . A lo s n iñ o s les va m ejo r cu a n d o u n o de sus pa
dres puede e star tran q u ilam e n te con ellos d urante la ad m i
n istració n ce lo s m ed icam e n to s preoperato rio s. Tam bién es
conveniente que obtengan p e rm iso para perm anecer a h í
hasta que el n iñ o haga la tra n sició n entre la con scien cia
despierta y el estado « se m ic o n scie n te » .
DE SPUES DE Q U E LA C I R U G I A HAYA T E R M I N A D O
1. El d e sc a n so acelera la recu peració n . Toda la energía del
niño debe se r d irig id a hacia la sa n a ció n física. Esta c o n se r
vació n de energía es im portante, pero puede ser que los
n iñ o s no lo co m p re n d a n . Si quieren jugar, debe se r un
juego tran q u ilo , a n im á n d o lo con stan tem ente a que d e s
canse.
Nota, esp ecialm ente para los padres: Recuerda o bsen /ar tu s p ro
pios niveles de tran q u ilid ad , com o lo aprendiste al p rin cip io de
este libro. El m iedo es co n tag io so ¡y tam bién ¡o son la tra n q u i
lidad y ia confianzal
CUANDO EL P R O C E D I M I E N T O M EDICO ES U N A
EMERGENCIA
1. U na vez que el m iedo inm inente ha pasad o -y, p o r ejem
plo, estás en la am b u lan cia con tu h ijo -, tóm ate tiem po
para o b servar y evalu ar tu s pro pias reacciones. Da tiem po
para reflexionar y recordarte que ahora tienes herram ientas
para ayudar; tóm ate tiem p o para asen tar tu propio tem bior,
y espera a que tu p ro p ia re sp iració n se regule antes de
continuar. Tu p rim era tarea debe ser recu perar una se n
sación de relativa calm a.
2. A seg úrale al niño que todo estará bien, que los m édicos
saben có m o hacerle sen tir mejor, ayudándolo a detener el
san g rad o , arreg lar el brazo roto, detener el dolor, etc.
D O LO R TRAU M A
tldrttyieunaj
través de un a liberación E l traum a se lib e ra a travOs de
em ocional descarga y autor regulación
POR Q U É LA D I S T I N C I Ó N EN TR E EL T R A U M A Y EL
D O L O R ES I M P O R T A N T E
Podrías estarte preguntando por qué la d istin ció n entre el traum a
y el do lor es tan im portante. Existen varias razones. Prim ero que
nada, los efectos secundarios en un niño que ha entraco en ch o
que por un gran im pacto en su sistem a nervioso, generalm ente
no se detectan o se diagnostican erróneam ente com o algo m ás,
por ejem plo, depresión o problem as de conducta. Cuando los
padres, educadores y personal m édico son lo suficientem ente
perspicaces para hacer esta d istin ción , los n iño s se benefician
dado que es m enos probable que sufran de un m alentendido o
m altrato.
O tra razón p o ' la cual es fundam ental saber la diferencia
entre el d o lo r y el traum a es que te perm ite prim ero guiar al niño
a través de la reacción traum ática inicial (el choque) causada por
lo repentino y el horror del acontecim iento; luego, el p 'o ceso de
duelo puede m overse librem ente a través de su curso norm al.
C uando se ignora este estado de choque, el d o lo r no se resuelve.
A d e m á s , u n e s t a d o p r o lo n g a d o d e c h o q u e d e ja a l n iñ o c o n u n a
con el amor.
Todos sa b e m o s q u e no hay e scap ato ria de la d o lo ro sa tra
ve sía que co m ie n za c u a n d o u na fam ilia está en p ro ce so de se p a
ració n. Los expertos han p u b licad o una in ve stig ació n d is c o r
dante so b re lo s efectos a largo p lazo del d ivo rcio en n iñ o s a d u l
to s en cu an to a la felicid ad y el éxito en el m atrim o n io , en la c a
rrera p ro fe sio n al y en la vida en general.
A ctualm en te existen dos p u n to s de vista extrem os: i) Los pa
SOBREVIVIR EL DI V O R C I O :
U N A G U ÍA PARA PRESERVAR LA IN T E G R ID A D
D EL N IÑ O
ATÓrtu’ría’cfá’m ente,‘ no creem os" q*ue* tengas "qué 'h a c e r una" elec
ción entre lo s dos resultados extrem os. Entre las co n c lu sio n e s
«b lan co y neg ro » de los estudios de investigación, Hay m uchas
áreas « g ris e s » que abarcan factores que están d entro de tu co n
trol. A p e sar de que algu no s e stu d io s incluyeron a n iñ o s que ha
bían recibido terapia de duelo para apoyarlos en su adaptación a
Prim ero: Recuerda que «cu an d o se an u n cia por prim era vez el
d ivo rcio » es el elem ento núm ero uno en la lista de los ocho
m om entos trau m ático s predecibles y de m ás alto im pacto que
los niño s experim entan en una ruptura fam iliar. Jacob estaba
aturdido por el anu ncio repentino y devastador del divorcio
abrupto y de la separación im perio sa de su padre. Lo que su s pa
dres hubiera podido hacer, en vez de an u n ciar e! divorcio m ien
m ayores.^ Los tem as de seg urid ad son p rim o rd iales con los
bebés y lo s n iñ o s m uy pequeños. N ecesitan sen tirse seguros
para poder fo rm ar apegos san o s. Su tarea es con fiar en que el
m u n d o es un buen lugar y que son bienvenidos.
La regularidad en las rutinas, las tra n sicio n e s se n sib le s y el
ser expuestos de m anera regular a todas las figuras de apego
(in cluyendo a todos los parientes) es lo mejor. Los bebés sie n
ten la seg urid ad a través de s u s sen tid o s. C u an d o se les abraza,
ambos padres viven dentro del niño , sin que im porte si tú deseas
que a s í sea o no, así es co m o ocurre.
Puesto que los bebés y los bebés m ayores todavía no han
desarro llad o el concepto de la co n stan cia del objeto (que c u a l
q u ie r cosa que no se pueda ver aún existe), hay evidencia de que
necesitan que el padre ausente los visite todos los d ías para
po der fo rm ar un v ín c u lo seguro. Por otro lado, para los ad o le s
centes no es un problem a tener m en o s visitas, sin em bargo,
todavía tienen la necesidad de con tar con fuertes figuras pater
nas que puedan establecer reglas firm es a m edida que los ad o
lescentes se aventuran a sa lir al m un do, vo lviéndose cada m ás
in dep en dientes. Igual que lo s n iñ o s pequeños, que quieren la e s
tabilidad de tener un padre cerca en caso de que lo necesiten, los
ado lescentes se dan cuenta de que, sin la base firm e de un
hogar, el divo rcio puede resultarles m uy desorientador, a m edida
que se arriesgan hacia diferentes sistem as de valores entre su
grupo de pares. Tener padrastro s o m adrastras d urante la a d o
lescencia, cuan d o los ado lescentes m aduran físicam ente, puede
resu ltar com plicad o. La hijastra y el padrastro pueden sen tirse
in có m o d o s en Id expresión de aféelo. Aderri<ás, hay una preva
lencia m ayor de ab u so sexual entre padrastros e hijastras; y a
m en ud o los padrastro s « lu c h a n » contra su s im p u lso s sexuales
hacia su s hijastras. (P or sup ue sto , esto tam bién puede ser cierto
in clu so con padres b io ló g ico s). Los datos de la investigación
revelan que los n iñ o s de entre diez y quince añ o s de edad son
tu hijo es al b u scar ayuda p ro fesio nal para ti. Tam bién puede ser
útil para el niño que te u nas a un «g ru p o de apoyo pera d ivo r
c ia d o s» si existe uno en tu co m u n id ad local o en la escuela.
C asi lo d o s los n ifio s licn e n d o s fariltisías: una es que ios pa
dres algún d ía se reúnan, y la otra es que ellos (lo s niños) tienen,
por lo m en o s en parte, la culpa del d ivo rcio . Esto se llam a
« p e n sa m ie n to m ágico», y es especialm ente com ú n en niño s de
entre los cuatro y los once añ o s de edad. Si creen que tuvieron
algo que ver con la ruptura, ento n ces creen que lo pueden arre
glar. Este pensam iento m ágico debe d isip arse. Si un padre c o n
tin ú a aferrado a la falsa esp eranza de vo lver a casarse con la pa
reja que se fue, entonces crecer y se g u ir adelante se vuelven ta
reas prácticam ente im p o sib les para el niño.
O tra creencia universal de los n iñ o s - u n a que los deja a s u s
tad o s y p e rtu rb a d o s- es el m iedo de que, co m o uno de s u s pa
dres se fue, es probable que el otro tam bién lo haga. Esto es
especialm ente cierto en los n iño s en edad escolar, q uienes están
seguros de que su com portam iento tuvo algo que ver con el
hecho de que su m adre o padre se haya ido. Este grupo de edad
es tam bién m ás vulnerable a distin to s m iedos, dado que tienen
la capacidad de tener una im aginación m uy vivida. El m ejor antí
doto es hacer que sea cóm odo - s í, in clu so si detestas a tu expa
re ja - que los n iño s vean al padre sin custodia lo m ás posible.
Los niño s a m enudo se preocupan, «¿Q u ié n se hará cargo de
m í?» y «¿En qué lugar encajo?». Si en tanto en casa de m am á
como de papá, los niño s tienen un lugar especial para s í m ism os
que sea cóm odo, con juguetes, ropa, libros, m úsica, anim ales de
peluche y otras de su s p o sesio n es favoritas, esto puede ayudar
al niño de m anera sustan cial al saber que tienen un lugar estable
en el corazón de cada uno de sus padres. Es im portante que
sepan que viven en am bas casas, no que viven en una y « v isita n »
la otra, com o si fueran un extraño en una tierra extraña. Esto es
cierto a pesar de que los n iñ o s pueden, de hecho, pasar m enos
tiem po con uno de su s padres que con el otro. Y, sobre todo,
asegúrales, asegúrales, asegúrales que los padres no se divorcian
de niños. Los adultos se divorcian de adultos.
Aun en el m ejor escenario posible, cuando una decisión
m utua se alcanza por dos adultos m aduros que reconocen que
ya no so n adecuados el uno para el otro, y que se beneficiarían
considerablem ente de una separación, el d ivo rcio no es fácil
para los niños. Saber que su s padres ya no se am an es tanto
do lo ro so com o inexplicable. Puede in cluso dejar preguntas
sobre la base de su existencia. A dem ás, explicarles a los profe
sores, los vecino s y los am igos que viven en dos lugares dife
rentes y tienen d o s fam ilias puede resultar ve rg o n zo so y c o n
fuso.
A n alizar en profundidad de las diferentes necesidades de los
n iño s durante las diversas edades y etapas que atraviesan c u a n
do su s padres se están d ivo rciando , va m ás allá del alcance de
este libro. La inform ación m encionada ha resu m id o los puntos
m ás críticos de los que debes ser consciente si tienes planes
para divorciarte de tu pareja o ya lo has hecho. H ay do cenas de
exce entes libros sobre el civo rcio en el m ercado para ayudar a
los adultos a to m ar decisiones que ayudarán a su s hijos. Los s i
guientes tres son altam ente recom endables: M o ir ’s H ouse D ad’s
House [Casa de m am á, casa de papá], Co-Parenting Through Di-
vorce [Crianza com partida durante el divorcio], y Good Parenting
Through Your Divorce [Una buena crianza durante el divorcio] (ba
sado en el program a de talleres de K'td’s Tum ). También hay m u
chos excelentes lib ros para n iño s fácilm ente disp on ibles, tales
PARA RACHEL
El 15 de noviem bre de 2 0 0 3, tu gato, Briar Rose fue m a
tado por los perros del vecino. La m anera en la que m an e
jaste esta experiencia con casi seis años y m edio fue real
m ente aso m b ro sa para Rob y para m í, por lo que lo apunté
todo para que lo puedas leer cuan d o seas mayor.
A cab áb am o s de llegar a casa d e sp u é s de un partido de
futbo!. Rob Jel papá de Rachel] llegó antes. C u an d o nosotras
llegam os, m e su su rró que algo le había su c e d id o a Briar. Tú
y yo e n tram o s a la casa y ju g am o s. C u a n d o tu padre vo lvió se
acercó a ti, se arro d illó y te d ijo que te n ía m alas noticias.
« B ria r está m uerta». Lloraste durante u n largo rato en su s
ñana.
N o tenías ham bre para cenar, pero te sentaste con n o so
tros. D urante la cen a dijiste que tu cabeza estaba m uy ca
liente y que querías refrescarla con agua. Te s u g e rí un baño,
« n o » ..., una d u ch a..., « n o » . En vez de eso, resp o n d iste ,
« q u ie ro llenar el fregadero con agua fría y m eter m i cabeza».
Jalaste una silla hacia el fregadero, lo llenaste, te quitaste tu
U n año después
U n par de m eses d e sp u é s de la m uerte de Briar, hablé con la
m adre de Rachel para ve r có m o estaba y m e d ijo que Rachel
to d avía echaba de m en o s a su gata, pero que parecía m overse a
través de su duelo m uy bien. A m edida que el p rim e r aniversario
de la m uerte de B riar se acercaba, contacté a Rachel para ver
có m o estaba. Sin que yo dijera una sola palabra sobre el a n ive r
sario, esta n iñ a de siete añ o s m e d ijo que todavía echaba de
mpnn<: a Rriar y que «:p petaba «vo lvie n d o m ás d ifíc il» porque se
acercaba la fecha en la que m urió; tam bién que se sentía « in c ó
m o d a » vien d o a Ryan (su herm ano) ju g a r con Cloudy (el her
m ano de B riar). Me enteré de que Rachel había pedido y o bte
nido un gato nuevo llam ad o Misty. Pero M isty no era com o
Briar.
R eem plazar la pérdida de Briar, por su p u e sto , no sirvió para
com pletar el proceso de duelo. N o hay d o s m asco tas ni d o s per
so n as iguales. Los n iñ o s generalm ente se adaptan a una nueva
m ascota, am igo, p ad rastro /m ad rastra, etc., m ás fácilm ente
cuan d o han com pletado el proceso de duelo, llegando a una
aceptación natural de su pérdida. Eso se debe a que « re e m
DESACREDITANDO MITOS C O M U N E S
(L a co n tin u a ció n de la historia de R a che l y Briar)
RECUPERACION DEL D U E L O
Este ejercicio en cinco partes ayuda al niño a com pletar todas
las etapas, com o preludio para dejar ir. Está in sp irad o en el
program a del G rie f Recovery Institute, que rue fun dado por
John W. Jam es y Russel Friedm an en Sherm an O aks, C ali
fornia, y puede encontrarse en su libro M anual para sup erar
las pérdidas em ocionales (ver bibliografía).
Parte A
1. H a z una línea de tiem po em pezando desde el prim er m o
m ento en el que conociste a esa persona o m ascota hasta su
m uerte. El ejem plo siguiente lo hizo un alum no de bachi
llerato:
Un ía pe tiempo para m i p a l a s t r o
Mi j i w ü i U h m U i >, v
•k t t f t f í y * > » r ír O í * f l r ¿ k t
y «M »>v» » « o 'n r »»* »>W
v fMe. Ya* ftlr&zOOA~»
*/•»* 4j« « * " ’«
«•**»»
fcrl IB»*"*1
U>Í«>:«<*x4 ~cch5
eo»*lo 4«jS * toear •)
c-Af.: <?.■» *• w w í
P re v a lió qu« r f& * ..
« i 9r»4.«:<5»i 4» oet*v©
Mi coji por n***r x> « « piro H jh e*
4* W y * * KiwfiS n frw tt 4a »«t t>3 f 9^ i t u c a btM rtJ
MM QM ?«0YO noW
P arte B
Anota lo s re cu e rd o s que e scrib iste bajo los sig u ie n te s e n
cabezado s:
• co sa s que echo de m en o s de m i se r querido
• c o s a s que m e h iciero n d añ o y que q u isie ra p e rd o n ar
ahora
• co sa s de las q u e m e arrep ien to y que me gu staría que me
perdonaran
• c o s a s que ap re ciab a y que n u n ca dije en vo z alta
P arte C
C O M P A R T IR TUS P E N S A M IE N T O S , R E C U E R D O S Y S E N T IM IE N T O S
P arte D
D E C IR A D IÓ S
h iciero n dañ o. Expresa gratitud por las experien cias y sen ti
m ientos p o r los que n u n c a d ijiste « g ra c ia s » an tes o q u e d e
seas vo lv e r a repetir ah o ra. A dm ite tu s faltas y p erd o n a c u a l
q u ie r co sa que sie n ta s que q u ie re s perdonar. Sé h o n e sto . No
te o b lig u e s a p e rd o n a r ciertas co sa s que no q u ie re s, pero
asegúrate de ap ro ve ch a r esta o p o rtu n id a d para p e rd o n a r las
co sa s que s í q u iere s. M ás que nada, perdónate a ti m ism o .
Pídele a tu ser q u e rid o que te perdone por c u a lq u ie r c o s a por
Parte E
C O M P A R T I R T U CARTA
f | [ -TENSO
^ FUERTE Y
ENFAPAPO r i ' TRANQÜilO
CAHEMTC
. ASüSí APO Y
TRISTE (3 - NERVIOSO
Los dibujo s com o éste ayudan de dos m aneras: i) El acto
sen so m o triz de dibujar ayuda a aliviar los sentim ientos a través
de la expresión artística al invo lu crar al lado derecho del cerebro;
2) el proceso te da a ti. el adulto, inform ación valiosa sobre lo
que está perturbando al niño y qué em o cio nes todavía necesitan
expresarse y escucharse con com pasió n .
A veces los niños dibujarán su s em o cio nes difíciles prim ero.
A m edida que com ienzan a sentirse mejor, pueden cam biar y
d ib u jar sentim ientos agradables que indican su resiliencia natu
ral y su ingenio. Se pueden trabajar los sentim ientos usando
plastilina y pintura tam bién. La plastilina es especialm ente buena
para expresar enfado, gracias a que se puede golpear, rodar, y
m oldear para lograr cu alq u ie r form a que el niño desee.
Los sen tim ien to s son una parte natural del duelo
A m enudo los niños (¡y los adultos!) se avergüenzan de sus
sentim ientos. Puede ser que tam bién los oculten porque no
quieren ocasionarles a su s padres d o lo r adicional. Este es esp e
cialm ente cierto en el caso del divorcio, o cuando se muere un
herm ano o uno de los padres o abuelos. Com o sucede a m e
nudo, los padres pueden estar pasand o por sus propias em o
cio nes insoportables. Está bien que los adultos lloren ju n to con
s u s hijos. De hecho, es im portante decirles a los n iñ o s que las
lágrim as, el m iedo y el enfado so n una parte norm al del proceso
de duelo. V ivir tus propias em o cio nes saludables sin vergüenza
puede ayudarlos. Llorar puede liberar una gran cantidad de do lor
y estrés.
No obstante, es fundam ental que no cargues a los niños con
tu sufrim iento o con tus sentim ientos abrum adores de ansiedad,
rabia o llanto histérico (estos extrem os no dan alivio). Busca
ayuda de am igos o terapeutas si tu propio d o lo r no se está resol
viendo. Evita ju zg ar o hacer com entarios despreciativos sobre la
persona que se ha ido delante de tu hijo. Esto lo confundirá
sobre su s propios sen tim ien to s de am o r hacia esa persona.
Es im po'tante que le preguntes al niño con -recuencia cóm o
se siente y qué piensa. Los niños pueden te re r sentim ientos
m uy diferentes a los de los adultos. Tienen que poder expresar
su s em ociones auténticas sin tener que pasarlas por el filtro del
lente del adulto. Tam bién necesitan sentirse seguros al hacer
preguntas sobre su s sen tim ien to s a su propio tiem po. A m e
nudo los n iñ o s no están listo s para hablar de su s em ociones.
Inténtalo otra vez m ás tarde, dándoles m uchas oportunidades
para com partir contigo y d escargar s u s cargas.
A m uch o s adultos encuentran sen cillo abrazar y co n so lar a
un niño triste, pero tienen dificultades para lid ia r con un niño
enfadado. Es norm a! enfadarse cuando alguien que am as se va.
Es im portante hacerles saber a los niño s que los sentim ientos de
enfado tam bién so n norm ales. Q u izá s necesiten hablar sobre
ello, dar patadas en el suelo, dibujarlo o escribirlo, o dar un
paseo. A lg un os niño s podrían querer estar so lo s durante un
tiem po o lidiar con su s sentim ientos por s í m ism o s o hablar con
su s com pañ ero s. Esto es especialm ente cierto con los adoles
centes. Sim plem ente hazles saber que estás a h í para ellos para
cuan d o estén listos.
Los n iño s se asustan cuan d o no saben qué va a suceder
d espués. Ya sea que un niño esté por entrar al dentista o que sus
padres estén por divorciarse, necesita saber cóm o lo afectará
esto. Puedes evitar en gran m edida que se preocupen de m anera
alarm ante al p ro p o rcio n ar los detalles de cóm o tu hijo puede
co n tin u ar el contacto por teléfono, correo, y visitas con los pa
rientes que aún están en s u s vidas. En el caso del divorcio, re
sulta de m ucha ayuda para los n iño s saber dónde van a vivir,
qué circu n stan cias de vida van a cam biar y cuáles perm anecerán
igual. Darles los núm eros de teléfono, direcciones, papel, sobres
y tim bres para a n im ar a que siga conectado, puede ayudar a que
tu hijo se sienta m ás relajado (in clu so cuando preferirías que no
lo hiciera, com o en el caso del exsuegro a quien d e sp recias). Re
cuerda, |se trata del abuelo de tu hijol A n im ar a los n iño s a que
llam en a su s abuelos, tíos, p rim o s, etc., en am bos lado s de la
fam ilia es im portante. M antener una conexión con los parientes
a m enudo les da a los n iñ o s una sen sació n de continuidad y
seguridad que los ayuda a salir adelante con m ás facilidad.
|La vida s í m ejorarál
C u an d o las vid as de los niño s pasan por un p erío do turbulento,
pueden hacer m iles de preguntas en m iles de form as diferentes.
« ¿ P o r qué papá no puede vivir con no so tro s?». « ¿ P o r qué se
tu vo que m o rir la abuela?». « ¿ P o r qué se fue m am á?».
«¿R egresará?». « ¿ P o r qué las co sas no puede ser diferentes?».
(Quizás no p u ed as re sp o n d e r todas estas preguntas. Pero hacerle
saber al niño que eres co n scien te de que se siente triste, fru s
trado, dolido, enfadado (o cu alq u ie r cosa que notes que esté s in
tien d o ), y que e stás a h í con él para escucharlo, abrazarlo, c o n
tarle una historia, o plan ear m aneras en las que pueden hacer
que su nueva vida sea lo m ás có m o d a posible, puede ayudar al
niño a c cm e n za r e¡ pro ceso de cu lm in ació n y aceptación de los
cam b io s inevitables en su vida.
C uando lo<; niño*; lidian ro n tran«;¡r¡onp<; df» vida difícil*1*;,
- Anais N m f
A m enos de que hayas experim entado personalm ente la herida
profunda de un traum a sexual, puede resultar difícil im ag in ar lo
co m p lejo s, co n fu so s y variad o s que pueden ser los efectos a
largo plazo. Esto es especialm ente cierto cuando el ab u so fue
perpetrado por alguien en quien el niño confiaba o in cluso
am aba. C uan d o se roba la in ocencia de un niño, esto afecta la
autoestim a, el desarro llo de la personalidad, la so cializació n, los
logros y, m ás tarde, la intim idad en las relaciones de adoles
cente y adulto. Adem ás, esto s n iño s son pro p en so s a los s ín
to m as so m áticos de la rigidez física o a una pérdida/au m ento
excesivo de peso que nace de un intento consciente o in c o n s
ciente para « b lo q u ear el a cce so » a otros y para no estar en el
cuerpo. O tra tendencia com ún es la de vivir en un m un d o de
fantasía, tener problem as de atención, desconectarse, so ñar
despierto y d iso cia rse para poder com partim entar su terrible
experiencia.
Si estás leyendo este capítulo porque so sp echas que tu hijo
pudo haber sido víctim a de un abuso, po drías revisar la lista ex
tensa de in dicado res de un traum a sexual en el capítulo tres
antes de continuar. A unque se delinearon con anterioridad los
sín to m as específicos del traum a sexual, este capítulo se centra
en la con scien cia, prevención y cóm o dirigirse a los n iñ o s de
una m anera en la que confíen en que eres capaz de protegerlos,
para que a s í te digan lo que necesitas saber. Los n iño s no dicen
que han su frid o un ab u so a m en o s de que co m p re n d a n que tie
nen el derecho de su p ro p io cuerpo , que estén se g u ro s de que
lo s creerán (y no c u lp a rá n ), que se sientan se g u ro s de que su s
sen tim ien to s serán co m p re n d id o s (y no ig n o rad o s) y que c o n
fían en que se los protegerá de m ás dañ os. Tam bién necesitan
cuentan con nuestro apoyo para re sp ald arlo s sin im p o rta r quién
sea la fig u ra de autoridad o q u é tan convincente pueda parecer.l
D epen diendo de la edad del niño , es im portante d ar una
info rm ación directa. Puedes d e fin ir un ab u so sexual al d e sc ri
birlo com o: alguien que te toca, te m ira o te pide que le to q ues o
le m ires de tal m anera que te haga se n tir in có m o d o y co n fu n
dido. Pero tam bién resulta útil no m b rar las partes del cuerpo
e sp ecíficas y las situ acio n e s p o sib les en vez de ser im preciso.
Por ejem plo, p o d rías decirle a una adolescente, «alg u ien podría
rozar tu pecho y fin g ir que fue un accidente». A un n iñ o en edad
e sco lar p o d rías decirle, « U n n iño mayor, pro fesor u otro adulto
po dría querer to car tu pene (vagina, ano) en el baño». Da diver
s o s ejem plos diferentes que sean relevantes para la edad del
niño , su co m p re n sió n y situació n . A un n iño en edad preescolar,
p o drías explicarle, «A lg u ien podría querer sostenerte d e m asiad o
cerca, frotarse contra ti, o poner s u s m an o s dentro de tus
pantalones».
« A L G U IE N »
A los niños, p o r su p u e sto , se les debe advertir sobre su b ir al
coche de un d e sco n o cid o , aceptar duices, regalos, etc. Tam bién
n e ce sita r saber que po dría tratarse de un vecino , pariente, c u i
dador, profesor, entrenador, guía, director de actividades de re
creación, herm ano m ayor o líder religioso. N ecesitan saber que
las personas pueden ser sim p á tica s y aun a s í tener pro blem as
que les hacen hacer c o sa s m alas a veces. Tam bién necesitan
saber que otro s n iñ o s (lo s cuales casi siem pre tam bién sufren
de abuso s) po drían ser ab u sad o re s sexuales.
Al llevar a cabo una investig ación para este capítulo, una de
las e stadísticas descubierta m ás alarm ante fue el gran porcentaje
de n iñ o s que sufrieron ab u so s de herm anos m ayores y c u id a
d o res adolescentes. « L a s e stim acio n e s son que el in cesto entre
y estos ado lescentes de 14 años tam bién com prenden el núm ero
m ás grande de agresores sexuales en cu a lq u ie r g ru p o de edad.* «E;
59 % de ios aco sad o res sexuales d e sarro llaro n un interés sexual
JU EG O S
Y S L . .................................................................................................................
CONTAR CUENTOS
E N F R E N T A M IE N T O O « L O S IN V A S O R E S DEL E S P A C IO »
los. D espués de que los niño s hayan explo rad o lo s lím ites de
e sp acio corporal el u no con el otro, pueden practicar con un
adulto adecuado si lo desean. El ad u lto puede interpretar dife
rentes roles, prim ero fingiendo que es un d e sco n o cid o , luego
un co n o cid o y luego alguien que co n o c e n bien, com o un padre
o vecino.
El ju ego puede ayudar a los n iñ o s a identificar rápidam ente
cuan d o alguien está in vadien do su e sp acio . Esto refuerza el
perfeccion am ien to de su s pro pias se ñ a le s co rp o rale s y señales
in stintivas de las que h ab lam o s con anteriorid ad (y la confianza
en e lla s). Esto los alerta y les indica cu á n d o deben acercarse a
un adulto para pedir ayuda.
« ¡N O l»
LA PRIMERA CITA D E A M Y
Amy, de quince año s de edad, estaba em ocionada de que
Erik, el chico que le gustaba tanto, la hubiera invitado a ir
al cine. Era guapo, considerado, inteligente y hacía reír a
Amy. Sus padres le cieron perm iso si prom etía regresar a
casa antes de las 10:30 p. m. Sorpresivam ente, Am y
regreso a casa m u ch o antes de la hora acordada.
<|Qué p u d o hab er su ce d id o ? Am y había estado m uy
contenta hasta que Erik alargó el brazo para inocentem ente
tom arle la m ano . A m b o s se so rp re n d ie ro n de su reacción.
Am y co m e n zó a sen tirse m al del estóm ago , se d isc u lp ó en
el cine y, con u na pro funda vergüen za, se dirigió hacia el
baño tan ráp id o co m o s u s piern as se lo perm itieron. Ahí,
vom itó. Se sen tía h u m illa d a por esta experiencia d e sc o n
certante.
La sem an a siguiente, íe su ce d ió lo m ism o cu a n d o Erik
acom pañ ó a Am y a casa d e sp u é s de la escuela y, esta vez,
le preguntó si le po día d a r la m ano. Sólo pensar en to
m arse de las m an o s le provocaba repugnancia, aun que
sabía que no era a causa de Erik, de cuya co m p añ ía real
m ente d isfrutab a. La m adre de A m y co n certó una cita para
que pudiera trabajar so b re estos sen tim ien to s de re p u g
nancia, p ro fu nd am ente arraig ad o s y de o rg e n d e sco
nocido, cada vez que p ensab a en tener un contacto físico
no rm al con un chico.
A m edida que Am y se centraba en las se n sa cio n e s de
náu sea cuando recordaba a Erik estiran d o el brazo para to
m arle la m ano en el cine, tuvo la im agen de un chico de
q u in ce años que vivía en la casa de ju n to cu a n d o ella tenía
u n o s cuatro o cin co añ o s. H ab ía entrado en su jard ín tra
sero , donde ella estaba felizm ente ju g a n d o sola, la tem ó
bruscam ente de la m ano y le to có la entrepierna, lo que
envió o las de te rro r a través de su pequ eñ o cu e rp o prees
colar.
Am y rápidam ente con ectó la a so ciació n de terro r d= lo
que p o d ría p asar d e sp u é s si un ch ico ad o lescente le to
m aba la m ano. La re p u g n an cia, n áusea y vó m ito que expe
rim entó fue u na form a en que su cu e rp o establecía un lí
m ite para salvag u ard arse a s í m ism o con tra in tru sio nes
no civas, dado que su m em o ria co rp o ral había «e tiq u e
ta d o » la antigua experiencia de un ch ico tom ándole la
m ano com o algo « p e lig ro so » . A fortun adam ente, en dos
sesiones de trabajo para desconectar sus sensaciones y
las im ágenes, Amy quedó libre de síntom as y fue capaz de
disfrutar de los m om entos en lo s que su prim er am or le
tom aba la mano.
Las re p e rc u s io n e s fre c u e n te m e n te p a sa d a s p o r a lto
d e l a b u s o s e x u a l a n te s de la p u b e rta d
Pese a que cu alq u ie r traum a puede crear caos en el núcleo del yo
de un niño, el traum a sexual es sólo suoerado por la negligencia
en cuanto a su s efectos d añ in o s a largo plazo. En un m om ento
en ei que los n iñ o s necesitan abrirse para hacer am igos y experi
m entar co sas nuevas, el m iedo intenso de que su vergonzoso
secreto se revele, provoca que los niños que cargan la cicatriz de
esta violación sagrada se oculten de sus com pañ ero s. A través
de los años, esta falta de so cializació n a sí com o la falta de capa
cidad para crear una red de am istades cercanas, causan d ificu l
tades y soledad que, sin intervención, siguen a los n iño s hasta la
adultez.
Los investigadores han m ostrado que una infancia protago
nizada por un abuso sexual y agravada por la ausencia de un
apoyo social, es el origen de lo que m ás tarde claram ente se v in
cula a los com portam ientos autodestructivos, incluyendo inten
to s de suicid io , la autolesión, desórdenes alim enticio s y
com po rtam ientos peligrosos y riesgo so s, com o el abuso de s u s
tan cias y la p ro m iscu id ad .l[L a investigación continúa y explica
que las niñas que sufrieron de un abuso sexual generalm ente no
pueden tolerar las am istades. Su m anera de lidiar con su abuso
es volverse dem asiado agresivas o d em asiado tím idas. Sus nive
les ho rm on ales son significativam ente diferentes a los de las
n iñas que no sufrieron de un abu so . Sin am istades que las ayu
den a desarro llarse, estas n ñas crecen con un sentido de iden
tidad pobre, pocas habilidades de negociación y una falta de ha
bilidades san as de com unicació n, lím ites y placer. La soledad,
sum ada a los altos niveles de testosterona, increm enta su sta n
cialm ente el riesgo de un com portam iento sexualm ente provo
cador, enferm edades sexualm ente tran sm itid as y em barazos
adolescentes.
Los padres y el personal de la escuela pueden intervenir
cuan d o com prenden la im portancia de ayudar a las n iñ as en
edad e sco lar (y a los niños tam bién) a d e sarro llar am istades.
Entre el segundo y cuarto grado, las n iñas determ inan un «orden
je rá rq u ico » en el salón de clases y en el patio. Convierten en c h i
v o s expiatorios a los n iñ o s que actúan «d ife ren te » o « ra ro » . Las
niñas, especialm ente, pueden ser extrem adam ente crueles con
otras n iñ a s al reírse, m olestar, hacer ch ism e s, excluir y otros
actos de traición. C u an d o la fam ilia es estable y las niñas son
cap ace s de obtener ayuda d e sp ué s de un abuso, logran tener
relacio nes con am igas y es m ucho m en os probable que se in vo
lucren en experiencias sexuales p rem aturas «v o lu n ta rias» .
EL A IS L A M IE N T O S O C IA L D E JU A N IT A
C uan d o trabajaba co m o p sicó lo go en una escuela de pri
m aria, una dulce y tím id a niña de en cuarto grado llam ada
Juanita fue enviada a m i o ficina por su profesora y p o r el
d irecto r de la escuela. U n m iem bro de su fam ilia había
abusad o de ella, pero ésa no era la razón principal p o r la
cual me pedían que la viera. Pese a que Juanita se sentía
cada una de ellas tenía una historia de a b uso sexual. Los pa
d re s y lo s p ro fe so re s deben ase g u ra rse de q ue las n iñ a s
q ue se aíslan de o tro s o q ue se vu elve n extrem adam ente
ag re sivas en p rim a ria reciban el apoyo q ue n e cesitan para
h acer a m ig o s y para p ro ce sa r c u a lq u ie r tra u m a sexu al que
se c o n o z c a lo antes p o sib le . C u a n d o no se ha reportado
n in g ú n tra u m a sexual, pero q ue no lo g ra h a ce r a m ig o s, los
p a d re s o lo s te rap e u tas necesitan h acer la p regun ta s e n
sib le q ue to do padre debe p re g u n tar de tanto en tanto:
« ¿ A lg u ie n a lg u n a vez te ha to cad o de u n a fo rm a q ue te
h izo se n tir in có m o d a ?» . La in te rve n ció n te m p ra n a re p re
senta el « m á s vale p re ve n ir q ue cu ra r» .
POR Q U É LA M A Y O R Í A DE LOS N I Ñ O S N O LO C U E N
T A N Y C Ó M O CREAR U N A M B I E N T E S E G U R O PARA Q U E
LO H AG AN
En el lib ro M iss A m e rica By D ay [M iss A m é rica de día], M arilyn
van D e rb u r hace la pregun ta: « ¿ E s se g u ro q ue lo s n iñ o s lo c u e n
ten? R esp o n d e la re sp u e sta retórica: « S o la m e n te si tú y yo h ace
no colegas, con su s hijos. Con frecuencia, estos lím ites son débi
les en los adultos que tam bién sufrieron de traum as sexuales de
niños. Si tienes dificultades ccn estos tem as, busca ayuda para
fortalecer tu s propios lím ites y a sí ejem plificar los lím ites p o si
tivos, lo que transm itirá una sexualidad saludable a la siguiente
generación. Los niñ o s deben perder, no ganar, la lucha edípica,
con la suave orientación de sus padres para a s í aceptar la rea
lidad en vez de la fantasía. Q u izás no les guste dejar ir estas ilu
siones rom ánticas, ¡pero deben hacerlo! Es m ejor que acepten
esta decepción en edad esco lar a que crezcan para convertirse en
locos rom ánticos que persigan a parejas que no están d isp o
nibles, o algo peor.
Adem ás, si estas lecciones no se aprenden en etapas tem
pranas, es probable que ocurra una fractura repentina en la rela
ción padr#»-hijo en la «siguiente etapa im portante del desarrollo
sexual: la adolescencia. En este m om ento, el padre se confronta
con un jovencito o jovencita en pleno florecim iento que se pa
rece a la pareja de quien se enam oró hace unos años, ¡pero q u i
zás aún m ás atractiva! Si los padres no se sienten cóm odos con
su propia sexualidad y no hay m ucho erotism o entre ellos, esta
atracción repentina hacia el adolescente puede causar lo que se
conoce com o pánico a l Incesto. Especialm ente en el caso de las
relaciones padre-hija, el padre se siente atraído por su hija de
m aneras en las que la posibilidad de llevarlas a cabo parece real
y am enazante. A causa de este m iedo, podría consciente o in
conscientem ente cortar repentinam ente el contacto físico calu
roso al volverse distante y frío. En esta situación típica, la hija no
sólo s « siente abandonada, sino tam bién rechazada a causa de
su nueva y frágil sexualidad y de la form ación de su sentido de
identidad. Tristem ente, m uy a m enudo las niñas adolescentes
« p ie rd e n » el afecto de su padre ju sto cuando lo necesitan más.
Y lueg o está la posibilidad de que en diferentes edades, el
padre pudo haber realmente interactuado sexuaímente con su
hija. Pudo haberla tocado de m anera inapropiada, o besado en la
boca con un beso m ás adulto. (En el caso de padrastros e hijas
tras, esta vulnerabilidad aum enta m ás). Y, trágicam ente, en algu
nos c a s o s va m ás allá.
Entonces, ¿cóm o se pueden m anejar estos sentim ientos
in có m o d o s pero com unes? Si no querem os ni retirar el afecto ni
re p rim ir estos sentim ientos «im p en sab les», ¿cuáles son las
o pcio nes? Si se retienen, estas poderosas energías pueden
acum ularse e intensificarse com o la presión en un volcán y sen
tirse encubiertam ente com o una tensión en las dinám icas fam i
liares. Este trasfondo disfun cio nal puede co n d ucir a ad iccio n e s y
problem as de salud, incluyendo trastornos alim enticios. Si se
llevan a cabo de alguna m anera sexual, estos conflictos se per
vierten, lo que conduce a una frigidez, im potencia y p ro m is
cuidad.
N inguna de las dos opciones de arriba es atractiva para un
funcionam iento saludable. Veam os una tercera opción in n o
vadora al usar la experiencia som ática (sensación sentida) que
aprendiste con anterioridad. Con honestidad, en vez de negación
y represión, sum ada a la com pasión, puedes regular estas fuer
zas. Prim ero que nada, cuando surjan estas sensaciones sexua
les, nótalas por lo que son e intenta aceptarlas sin vergüenza
com o parte de una experiencia hum ana com partida, si no uni
versal. D espués, perm ite que estas sen sacion es se m uevan
com o olas de energía pura. Esta energía entonces es libre para
expresarse de m anera creativa o transferirse a una pareja
apropiada. De esta m anera transfo rm ativa, sorprendentem ente
se pueden atravesar estos con flicto s en poco tiem po.
EL PAD R E P R IM E R IZ O
U n jo ven padre reportó que cam biarle el pañal a su hijo
bebé io hacía sen tirse a n sio so . M ien tras se le ayudaba a
cen trarse en las se n sa cio n e s pu ras que su rg ían (sin pe n sa
m iento ni ju ic io ) notó prim ero un tem or en su estóm ago;
luego, notó se n sa cio n e s de placer sexual en s u s genitales
ju n to con una se n sa ció n de vergüenza. M ientras co n ti
nuaba cen trán dose, con co m p asió n , en estos diferentes
sen tim ien to s co rp o rales, las se n sa cio n e s sexuales se c o n
virtiero n en rabia, y luego en repugn ancia en cuan to re
co rd ó ser que su abuelo favorito había ab u sad o de él a una
edad m uy tem prana.
C entrarse en estas se n sacio n e s ayudó a este nuevo
padre a se n tir el enfado hacia su abuelo p o r prim era vez. A
m edida que el enfado se d iso lvía lentam ente, las lágrim as
de liberación fluyeron. Se sentía aliviad o de d arse cuenta
que no era una m aia persona. M ás tarde, en casa, prestó
atención a su s se n sa cio n e s de m anera intencio nad a m ie n
tras observab a a su e sp o sa cam biarle el pañal a su hijo. El
joven se sin tió tanto contento co m o so rp ren d id o de qué
tan rápido las se n sacio n e s que se estim ulaban ahora se
dirigían hacia su esp osa. Y, esta vez, m ientras m iraba a su
n iño pequeño, los sen tim ien to s que su rg ían eran de o rg u
llo y am or.
En resum en, cuan d o los padres co m ie n zan a perder el m iedo
de sen tir su s p ro p ias se n sa cio n e s, de p racticar los lim ites a p ro
p iad o s y de tener un entend im iento de lo que los n iñ o s nece
sitan para d esarro llar una sexualidad sana, la in co m o d id ad y la
te n sió n se reem plazan por relaciones fam iliare s m ás cóm o das.
Los padres ento n ces tienen la libertad para m o strar calid ez y
afecto a s u s hijos (en cualquier etapa de desarrollo) de m aneras
q ue no son ni rom ánticas ni sexuales.
C uando llega la pubertad, es m en os probable que los ado les
centes que han recibido un m odelo sano y una buena d o sis de
afecto se sientan ineptos con su s p ro p ias relaciones am orosas
en ciernes. Pueden ser lo suficientem ente afortunados para esca
p ar la dolorosa torpeza que a m enudo lleva a evitar la actividad
social, o bien lo opuesto, co n d u cirse com pulsivam ente hacia la
p ro m iscu id ad en un intento de obtener el am or que un padre
reprim ido que lo rechazó no fue capaz de dar.
Por otro lado, hay una fuerte probabilidad de que el a d o le s
cente que no tuvo la ventaja de crecer en una fam ilia sexual-
m ente sana pueda recrear la vio lació n de su s límite sexuales ai
v io la r los lím ites de un com pañero, com o con una violación d u
rante una cita o acoso sexual, o aprovechándose de un niño m ás
pequeño, com o un vecino, herm ano o niño que estén cuidando.
C uan do los padres proporcionan un m odelo sano y apoyan la
etapa del desarrollo sexual, se puede interrum pir el ciclo
intergeneracional de traum a sexual y se puede transm itir un
nuevo legado de energía vital positiva.
A sim ism o , q uisiéram o s reco no cer la realidad de que m uchas
fam ilias exitosas pueden ser « n o trad icio nales» - a l tener dos pa
dres del m ism o sexo, padres solteros, fam ilias ensam bladas o
fam ilias reco nstitu id as-, sin em bargo, confiam os en que algunas
de las ideas aq u í serán relevantes para tu propia situación parti
cular.
Todas las fam ilias necesitan un tacto afectuoso com o abra
zarse, tocarse, sostenerse, acurru carse y darse m asajes. Sin em
bargo, nunca es aceptable q ue un adulto o un niño m ayor satis
faga su s propias necesidades de consuelo, cariño, poder o gra
tificación sexual al explotar a un niño (o a cualqu ier persona)
que es incapaz de co m p re n d e r y de protegerse contra una elec
ción que no podía tom ar, o q ue percibió que no podía tomar.
Este capítulo no es de ninguna m anera exhaustivo. Hay m u
chos libros m aravillosos par-a ayudar a los padres a hablar con
su s niños sobre el sexo san o , un desarrollo sexual norm al y el
abuso sexual. N o M ore Secrets [N o más secretos] de Caren
Adam s y Jennifer Fay, que se cita en este libro, puede ser un
«antiguo éxito», pero sigue siendo una joya. También, Miss A m e
rica By Day [M iss Am érica de día] de Marilyn van Derbur ofrece
un recuento m eticuloso, personal y transcendental sobre los
efectos duraderos del abuso sexual. Es una guía invaluable para
H a c ia u n a m ira d a
h u m a n is ta d e l t r a u m a
In tro d u c c ió n :
La esperanza para el futuro a través de la
prevención y el cambio social
La cuarta parte con cluye esta guía con u na m irad a o ptim ista
hacia el futuro. Un cam b io sisté m ico en las in stitu cio n e s de
n u estras so cied ad e s sería un gran paso adelante en la p re ve n
ció n y la sa n a ció n del trau m a, y de n u estro b ien e star en general.
Las partes i, ¡i y iii se e scrib iero n para to d o s lo s ad u lto s (profe
sio n a le s o no) que se p reocu pan de los n iñ o s. La parte iv trata
las n e cesid ad es e sp e cia le s de la in fan cia, y tam bién p ro p o rcio n a
un im p u ls o para los lectores que desean p articip ar co m o agen
tes de cam b io en una escala m ás am plia. Por ejem plo, alg u n as
p e rso n a s po drían sen tirse m o tivad as para co n ve rtirse en acti
vista s dentro de s u s co m u n id a d e s al o rg a n iza r ca m p añ a s de
particip ació n ciu d ad an a que hagan que las n e cesid ad es de las
m ad re s y los bebés sean lo p rim o rd ial durante el p ro ce so de
parto. Los líderes con carreras en in stitu cio n e s co m o la e d u ca
ció n y la m edicina po drían sen tirse in sp ira d o s para d ise ñ a r
p ro g ram as de cu id a d o pro activo. A lg u n o s aco n te cim ien to s
a b ru m a d o re s no se pueden evitar; sin em bargo, lo s sín to m as
tra u m á tico s a m en u d o s í se pueden p re ve n ir o por lo m enos
m in im izar.
Pese a que to d o s los c a p ítu lo s pueden se r útiles para todas
las p e rso n a s que toquen las vid a s de lo s n iñ o s, el cap ítu lo diez
se e scrib ió para los fu tu ro s p ad re s y para to d o s aq u e llo s que tra
bajan con el parto y lo s bebés. Incluye p autas y prácticas para
p ro m o v e r un em barazo , parto y d e sarro llo in fantil salu d ab le s.
Tam bién incluye fo rm as de vin c u la ció n afectiva y de darle la
bienven ida ai bebé ai m u n d o con respeto y dignidad, a m edida
que se aprende lo que lo s bebés necesitan para crecer sa n o s, y
no so lam en te sobrevivir.
El cap ítu lo o nce se e scrib ió esp ecíficam e n te para los e d u ca
do res. Se d e scrib en ejem p lo s de c a so s y activid ad e s que los
pro fesores, terapeutas, enferm ero s, p sic ó lo g o s e sco lare s y trab a
ja d o re s so cia le s pueden usar, a s í co m o lo s logoped as, te ra
peutas o cu p a cio n a le s y fisio te rap e u tas que trabajan en escu elas.
Se presenta otro m odo de ver la form a en que tratam os a los
estudiantes que representan un reto desde la nueva perspectiva
del traum a, la cual puede ser especialm ente útil para los grupos
de apoyo estudiantiles. Las ideas y los juego s pueden usarse con
estudiantes de m anera in dividual, con grupos pequeños, o con
todo el salón de ciases. Se centran en m ejorar tanto el apren
dizaje com o el com portam iento.
El capítulo doce se escrib ió para los educadores, para las o r
gan izacion es de salud m ental infantiles, y para otros provee
dores que q u isieran contar con m ás habilidades para lidiar con
las catástrofes de la co m u nid ad y las fatalidades en m asa. Las
actividades pueden usarse con g ru p o s de estudiantes después
de desastres creados por el hom bre (com o la guerra y el terro
rism o) y de desastres naturales (com o in cen d io s, huracanes,
terrem otos, in un d acio n e s y tsu n am is).
El capítulo trece concluye este libro. Se dirige a los directores
de program as, adm in istrado res de alto nivel y otros agentes de
cam bio que son los resp on sab les de e scrib ir las políticas y
procedim ientos que pueden tran sfo rm ar la form a en que se lle
van a cabo los sistem as de asistencia m édica. En teoría, in s
pirará y sem brará ideas que se pueden in fu nd ir dentro de o rg an i
zaciones existentes para p ro d ucir m ejoras radicales que co n
duzcan a un futuro m ás brillante en el cuidado de! paciente,
especialm ente de bebés y niños.
CAPITULO ÍO
S O B R E LA L L E G A DA A L M U N D O : EL PA R T O Y LO S
BEBÉS
Rochester.f
PR O P O R C IO N A R U N R E F U G I O S E G U R O PARA EL BEBÉ
EN DESARROLLO
Es obvio que d ebem o s cam b iar nuestros valores para el b ien
estar de las fu tu ras generacion es. Pro porcion ar un refugio se
guro p o r m edio de una «b u e n a experiencia de m atriz» debe c o n
vertirse en una prioridad so cial. Si eres una m ujer a quien le en
canta y quiere trabajar, o no tienes opción, es im portante que
sup ervises tu s niveles de estrés durante el día. Al u sa r una
co n scie n cia plena centrada en las se n sa cio n e s, puedes aliviar la
acu m u la ció n de estrés, dándote a ti y a tu bebé la oportunidad
de relajarse profundam ente y descansar. Abstente del trabajo
que te sup o n g a excesiva presió n m ental, e m o cio n al, física o
esp iritual. Si existe un m om ento para c u id a r de ti m ism a de m a
nera óptim a, |c s ahora!
O tro hecho que sabem os por e stu d io s llevados a cabo con
fetos de m am ífero s es que el sistem a nervioso autónom o no m a
dura en la m atriz. Esto es un poco co m p licad o , a s í que intenta
ser paciente. In clu so antes del m om ento del nacim iento, hay un
sistem a m uy prim itivo (vagal no m ie lin izad o ) que es el principal
com po nente autó no m o operativo. Este sistem a, cuando está
bajo estrés, su p rim e la frecuencia cardíaca a la vez que (so-
b re )estim ula la actividad intestinal. D urante el estrés del naci
m iento, si la frecuencia cardíaca baja d e m asiad o y hay m econio
presente, se indica una pérdida de bienestar fetal. Los bebés que
han estado altam ente estresados durante y d e sp ué s del n a ci
m iento pueden estar letárgicos, carentes de energía a causa de
una sobreactivación de este sistem a de «apag ado». El sistem a
sim pático, responsable de la estim ulación , tal com o una fre
cuencia cardíaca aum entada o la agitación de los m iem bros, está
m enos desarrollado en el nacim ien to y continúa m adurando en
los m eses siguientes. C u an d o este sistem a está sobreactivado,
los bebés parecen q u e ju m b ro so s e in co n so lab le s. El « n u e v o »
sistem a nervioso p arasim p ático del sistem a nervioso autónom o,
resp on sab le de tranquilizar, es m uy in m aduro a la hora del naci
m iento y sólo se desarrolla por com pleto alrededor de los d ie
cio ch o m eses. El sistem a n e rvio so en m aduració n del bebé es,
por lo tanto, dependiente de su entorno para que surq u e las vías
neurales hacia una relajación profunda, calm arse a s í m ism o y
crear la capacidad para to lerar estrés y frustración.? D espués del
nacim iento, los bebés necesitan padres que puedan m antenerlos
calientes, nutridos, m ecid o s, abrazados, so sten id o s y que les
so nrían y canten. N ecesitan cu id ad o re s que no estén estresados,
distraído s, abrum ados, d e p rim id o s o a n sio so s. Estos prim eros
m eses form an el sistem a n e rvio so del recién nacido y se vuelven
un esquem a de la m anera en que el bebé m aneja los altibajos. La
disco rdia m arital, la violen cia d o m éstica, hostilidad, abuso de
drogas y alcohol y la falta de d isp o n ib ilid ad entrenan al cerebro a
percibir un peligro {in clu so si no hay ningu no l El cerebro está en
estado de alerta excesiva hasta que ya no puede sobrellevarlo y
se apaga.
Los bebés crecen sano s cuan d o sienten que están seguros.
La fam ilia, los am igo s, los barrios y la s sociedades pueden hacer
un esfuerzo en con junto para apoyar a aquellos que están cria n
do bebés, y a s í asegurarles un futuro m ás brillante. Los padres
con experiencia pueden ser un re cu rso vital para ayudar a los pa
dres sin experiencia. Im agina un m u n d o en el que todas las m a
dres pueden tener ayudantes vo lu n ta rio s en su propio hogar
para guiarlas y sacarlas de los e stre se s y te n sio n es que acom
pañan la m aternidad y la paternidad. Debido a que las fam ilias
que tienen a sus parientes cerca se han reducido, no resulta raro
que las m adres con bebés recién n a cid o s vivan en aislam iento.
Los g ru pos de apoyo que co m ie n za n en los centros de parto y
otros grupos como la Liga de la Leche Internacional (la cual ofre
ce ayuda gratuita para ayudar a las madres que lactan) puede
reducir esta sensación de separación.
Los nonatos y los bebés son seres sensibles y
conscientes
Las in vestig acion es do cum en tadas m uestran que la m em oria a
largo plazo com ienza [incluso antes del nacim ientol£ Por ejem
plo, « c u a n d o las m adres leían de form a repetida un determ inado
pasaje de un cuento durante el últim o trim estre de s u em barazo,
los bebés recién nacidos reconocían ese pasaje esp ecífico d u
rante las prim eras 33 horas d e sp u é s del parto».£ Pese a que toda
vía está en sus co m ienzo s el estudio de cóm o los bebés se for
m an por s u s experiencias m ás tem pranas en la m atriz, a s í com o
durante e inm ediatam ente de sp ué s del parto, h e m o s aprendido
m ucho so b re estas im pro ntas tem pranas. Las p ru eb as llegan
tanto de m anera anecdótica por parte de los adu lto s en terapia
com o de las historias que se cuentan a través de lo s gestos y el
lenguaje co rp o ral de los bebés y los niños. Por ejem plo, un bebé
cuya m adre recibió una gran cantidad de anestesia durante el
parto p o d ría parecer plácido y resignado d e sp u é s del n aci
m iento, co n fu n d id o con un bebé «b u eno ». O, un bebé que haya
com enzado s u travesía em pu ján dose a través de¡ can al de parto
en un ritm o perfecto ju n to con las con traccio nes de su m adre
para luego s e r extraído por succió n o fórceps cerca del final de
su travesía, puede m ostrar un patrón de com po rtam iento en el
que, por ejem plo, com ienza algo de m anera eficaz y luego aban
dona el proyecto o la relación ju sto cuan d o está rin d ie n d o fru
tos. Un bebé q u e nace por m edio de una cesárea de em ergencia
podría tener a ú n otra historia diferente.
que los bebés nos enseñ an», M cC arty com parte con no so tro s
cuatro anécdotas del trabajo terapéutico que im partió en c o n
ju n to con Ray C astellino , doctor en Q uiropráctica, en la clín ica
otras precaucio nes hasta 1988! Los bebés son sen sib les al dolor,
y si no lloran lo m ás probable es que se deba a que están en e s
tado de choque. Los estudios dem uestran que los n iño s que
nacieron prem aturam ente (y recibieron m últiples intervenciones
m édicas) tendían a reportar m ás d o lo r en la infancia y un um bral
m agial^f
A penas estam o s co m e n zan d o a co m p re n d e r que hay una
po dero sa base biológica para esta « m a g ia » de reso nan cia. Tiene
que ve r con nuestra exquisita habilidad para reflejarnos u n o s a
otros, no solam ente a nivel físico cu a n d o im itam os las acciones,
sin o tam bién a nivel em o cio nal, percibiendo, de esta m anera, no
só lo los sen tim ien to s de otros, sin o tam bién su s in tencio nes. A
p rin c ip io s de la década de 1990, u n o s investigadores italianos
d escubrieron que, pese a que todos los m am íferos han d e sarro
llado un circuito lím bico para « le e r» los estados internos, los
prim ates tienen la capacidad única de crear un estado interno
que se parece al de otros al observar y co p ia r los com po rta
m ientos externos in te n c io n a le s .^ De acuerdo con D aniel Siegel
(autor de Ser padres conscientes) y con la investigación de M arco
Jacoboni, am bos del Center fo r Culture, Brain and Developm ent
[Centro para la cultura, el cerebro y el desarrollo] de la U n iver
sidad de C alifornia en Los Á ngeles, la activación de las neuronas
espejo lo que hace que sea posible en prim er lugar tener rela
ciones re so n a n te s.^
Siegel y Jacoboni están ap lican d o este nuevo conocim iento
sobre las neuro n as espejo a las im p licacio n es que tienen en el
lenguaje y el desarro llo so cial en los niños. Esta sin to nización
con las em ociones p rim arias es la m anera en que los niños
desarrollan la sensación de «sentirse sentidos». Se comunica de
m anera no verbal a través de las expresiones faciales, el tono de
la voz y las po stu ras, gestos y accion es corporales, form ando las
bases de la conexión em pática desde los co m ie n zo s de la vida.
C o m prender las neuro n as espejo nos ayuda a co m p rend er cóm o
los bebés con cuidadores d e p rim id o s o an sio so s se vuelven
vu ln erables a estos m ism o s estados tan rápidam ente. En «C e lls
That Read M in d s» [Las células q u e leen las m entes], Sandra
Blakeslee, de la secció n «S cien ce T im e s » del N ew York Times
cita al doctor Rizzolatti, uno de ios p rim e ro s investigadores ita
lianos en d e scu b rir a las neuronas esp ejo en Parm a, Italia:
Som os criaturas exquisitam ente so ciales. N uestra s u
pervivencia depende de la co m p re n sió n de las acciones,
in tencio nes y em o cio nes de lo s otros. Las neuronas es
pejo nos perm iten captar las m en tes de los otros no a tra
vés de un razonam iento con ceptual, sin o a través de una
anteriorm ente m encionado, W hat Bables W ant [Lo que los bebés
quieren], donde se presenta, entre otros pion ero s en el parto, a
Sobonfu Som é de 3 urkina Faso, quien en señ a con gentileza las
co stu m b re s de su país para dar la bienvenida a co m u n id a d e s de
lo s C s t a d o s U n id o s .ff
C u m p lir co n la s n e ce sid a d e s d e l b e b é
La siguiente etapa de desarro llo co m ie n za en los m eses d e sp ué s
del parto hasta, aproxim adam ente, los dieciocho m eses. A m e
nu do se icfie re a e sla elap a corno la etapa de <-N e ce sid ad e s». La
tarea del bebé es que aprenda a c o m u n ic a r sus necesid ades y a
d e sarro lla r la confianza de que su s necesidades se reconocerán.
U n buen padre tran sm ite el m ensaje: «T u s necesidades están
bien; no m e abrum an . A un si no siem p re puedo cu m p lirla s, no
m e enfadaré con tigo p o r tenerlas. Intentaré satisfacer tu s n e ce si
d ades cuan d o sea p o sib le y siem p re que sea necesario».
C u an d o a lo s bebés se les ponen horarios de alim entació n
en vez de alim entarlo s cuan d o están ham brientos, cuan d o no se
les tom a en brazos, no se les m ece o abraza b suficiente, o no
se les protege del frío o el so l, sufren. La nutrición em o cio nal y
física son fun d am entales en este punto del desarrollo. A lim e n
tarlo s por la fuerza, ig no rarlo s, e stim u larlo s en exceso por un
padre alterado o frenético, o exponerlos a violencia e in c lu so a
so n id o s fuertes, m ás tarde puede ca u sa r problem as que van
desde trasto rn o s alim e n ticio s a dificultad es para relacionarse,
regular las em ociones y hum ores, hasta trastornos de conducta,
atención e hipervigilancia.
« P u e d o h a cerlo y o m is m o » : volverse a u tó n o m o
¿Q ué padre de un niño de uno o d o s años no ha escuchado las
palabras « |N o , yo lo hagol»? En esta etapa, los bebés mayores
necesitan el apoyo para ser diferentes de su s padres. Necesitan
sab er que pueden intentar cosas nuevas, establecer vín culo s con
s u s parientes o am igos y salir al m un d o sin m iedo o rechazo de
s u s esfuerzos. También necesitan sab er que no están so lo s
cuan d o se disp on en a explorar el m un do, sino que su s padres
están cerca, listos para ofrecer apoyo cuando resulte necesario.
En otras palabras, están prestando atención desde un lugar cer
cano a ellos (no distraídos con el ordenador, etc.), observando y
d isp u e sto s a tender una m ano si se les busca o se les pide a sis
tencia. Aun así, los adultos intervienen lo m enos posible en la
exploración del niño y autoaprendizaje para que su hijo pueda
co m e n zar a sentir la euforia que acom pañ a el hacerse cada vez
m ás independiente.
Una vez m ás, los padres deben resonar con su hijo, sin
tiendo la cantidad adecuada de ayuda al notar cuándo está estre-
sado por no recibir suficiente ayuda, o cuándo se le quita el
poder por recibir dem asiada ayuda. El bebé apreciará tu apoyo
para desarrollar un sentido de com petencia al explorar el m undo
y volverse m enos dependiente. El m ensaje que debes enviarle a
tu bebé m óvil es «te apoyo para que seas quien eres, y si nece
sitas mi ayuda, aq u í estoy».
Señales de que el bebé está estresado
(W A N D A F U E D E S EA D A ?
W anda llegó a la terapia in ician d o la treintena y q u e já n
do se de una leve d epresión . Lo ú nico que podía decir
sobre su situación es que se sentía «in d e se a d a » por su
m arido desde que su hijo había nacido. N o podía d ar n in
guna razón clara sobre su vaga, pero persistente, sen
sació n de tem or en la boca del estóm ago. D ijo que el c o m
portam iento de su m arido no ju stificab a su s m iedos. A
pesar de que era algo crítico con su peso, estaba igual de
enam orado que siem pre.
M ientras W anda exploraba las se n sacio n e s en su v ie n
tre, recordó haber tenido de tanto en tanto estos m ism o s
se n tim ie n to s a lo largo de su in fan cia. D ijo q ue este a rra i
gado m ie d o al a b a n d o n o - d e q ue era « in d e s e a d a » - no era
nuevo. Se d e scrib ió a s í m is m a de n iñ a co m o a lg u ie n con
a u to estim a baja q ue no sab ía si s u s a m ig a s realm ente la
q u e rían cerca. O tra ve z, e sto s se n tim ie n to s y cree n cias
p are cían in v e ro sím ile s si se lo s co m p a ra b a con su vid a
real. Reportó q ue hab ía te n id o m u c h o s c o m p a ñ e ro s de
ju e g o , q ue s u s p a d re s eran a m o ro so s y te n ía una relació n
cercan a co n ello s.
H A B L A C O N T U BEBÉ A H O R A , ¡ A N T E S DE Q U E CREZCA!
A fo rtun ad am e n te, no n e cesitas e sp e ra r a q ue tu bebé sea un
adu lto , o ni siq u ie ra a que tu bebé p u ed a hablar. Tu bebé está
a b so rb ie n d o to do lo q ue lo rodea c o m o una e sp o n ja . Y te hará
sa b e r si c o m p re n d e lo q ue le e stás d icie n d o . H ab la con tu bebé
so b re c u a lq u ie r e xp erien cia d ifícil que p u d o hab er te n id o de m a
nera ho n esta, pero reparadora, y o b se rv a su re acció n . Luego dale
c u a lq u ie r co sa q ue necesite de ti para sen tirse apoyado a cada
m om ento. Si tu bebé tuvo un m uy m al com ienzo -p o r ejem plo,
con procedim ientos m édicos de em ergencia o un em barazo d ifí
cil y com plicaciones durante el p arto -, podrías buscar ayuda
profesional.
A lo largo de las ú ltim as cuatro décadas, se ha desarrollado
un nuevo cam p o de terapia prenatal y de nacim iento para e stu
d iar y ayudar a resolver los problem as que surgen de estos deli
cados co m ie n zo s. Las escu elas de posgrado com o el Santa Bar
bara G radúate Institute en California, tienen program as de
doctorado en esta ram a de psicología. Tienen com o propósito
ayudar a bebés, niños y adultos a san ar el estrés o traum a que
pudo haber ocurrido antes, durante, o cerca de la hora del parto.
Puedes hacer m ucho para tran sfo rm ar la m ala experiencia del
bebé, ya sea por tu cuenta o con la ayuda de un especialista en la
terapia de nacim iento. M u ch o s terapeutas corpo rales están for
m ados en terapia «cran e o sacrai b io d in ám ica» para tratar tem as
del parto; y cada vez m ás psicoterapeutas prenatales y som áticos
obtienen una form ación de posgrado en escu elas co rro el Santa
Barbara G radúate Institute y el California Institute for Integral
Studies en San Francisco.
ESTAR C O N BEBÉS
La doctora McCarty, a cuyo trabajo se hizo referencia con ante
rioridad, escribió dos m aravillo sos folletos titulados Belng wlth
Bables: What Babies Are Teaching Us [Estar con oebés: lo que los
bebés nos enseñan], vo lú m en es i y ii (1996, 1997). En ellos, ex
plica cóm o Ia3 «expresion es de los bebes no son fortuitas; m ás
A U T O C O N T R O L E N EL A U LA DEL S IG L O X X I
Jordán:
el niño que no podía leer
Jordán fue derivado al e qu ip o de apoyo e studiantil de
nuestra e scu ela cu a n d o estaba en tercer grado porque, a
pesar de que parecía ser un niño inteligente, no podía leer.
Su fam ilia era am o ro sa y lo apoyaba. En casa le leían y,
según su pro fesor y su s padres, com prendía los c o n
ceptos científicos. Era el m ayor de dos niños y no se q ue
jaba. A dem ás de todo esto, adoraba a su hábil profesora,
q uien tenía un e stilo de enseñanza an im ad o y
p ro p o rcio n ab a un am biente de aprendizaje esp lén did o.
Jordán expresó triste za p o r no po der leer. Fue descrito
co m o « u n trab ajad o r dedicado que da lo m ejor de s í
PARA EL A ULA
El p rim e ' paso en ei caso de Jordán ya se ha com pletado. Una
buena dinám ica de evaluación que descubre el trau m a, y cóm o
im pide el aprendizaje, puede co n d u c ir a so lu cio n e s que el pro to
colo académ ico tra d ic o n a l, basado en las habilidades, no
puede. Esto requiere de un interés g enu in o en aprender la
perspectiva de: niño y usar las h erram ientas m ás s im p e s com o
co lo re s o m arcado res y un papel para dibujar.
C o r n o J o r d á n h a b í a c s l a d o v i v i e n d o e n el p a s a d o d u r a n t e l o s
LA M A G I A EN M l j
C H U C H U P ISA
m ente traum atizados: trabajar con los ojos puede ser altam ente
estim ulante, hs im portante in tro d u cir este trabajo m uy lenta
m ente, q uizás haciend o só lo una vuelta al p rin cip io . Detén el
e jercicio inm ediatam ente si el estudiante se queja de d o lo r en
los ojos o de fatiga. Pídeles que descansen lo s o jo s y que noten
qué sen sacion es, p ensam iento s o im ágenes surgen. A yúdalos
con cualqu ie r sen tim ien to d o lo ro so que puedan tener. N o los
presiones. O tra idea para fortalecer la coordinación v isu a l es
pedirle a estudiante que intente lo s « O c h o s p e rezo so s para la
e s c r i t u r a » r o n u n a t i z a p n la p i z a r r a o e n la a c e r a , h a c i é n d o l o s
gritos y rabietas?
Los educadores y los padres se quedan d e sco n
certados con los estudiantes co m o Alex, que no caben en
n in g u n a «caja». C uando los p equ eñ o s fu rio so s han
crecid o en la vio le n cia de los c in tu ro n e s de pobreza, a m e
nudo sin u n o o a m b o s padres, los d é ficits de autocontrol
to m an sentido. Pero lo s p e q u e ñ o s co n fa m ilia s intactas
que crecen libres de pobreza en un am b ie n te « s u fic ie n
tem ente bueno» pueden resu ltar c o n fu s o s . Frecuen
1) In sp ira:
2) Pausa:
3) Espira:
4) Pausa:
5) C am b io s notados:
Con o jo s abiertos o cerrados, los estudiantes sim plem ente s i
guen su resp iració n, observando cu id ad o sam en te su trayecto,
ritm o y d u ració n de la in sp iració n y la e sp iració n. Tam bién p er
ciben si hay p au sas o no entre la in sp ira ció n y la espiración.
Luego, se les pide que o bserven si la d u ració n de la in spi-
ra ció n /e sp i-ció n es regular o irregular, y qué notan en las
p ausas. No hay una form a correcta o incorrecta de hacerlo.
Este ejercicio está d iseñado para llevar la atención y la c o n s
ciencia a la respiración sin intentar cam biar nada.
Sim plem ente, a través de la observación, los estudiantes notan
qué sucede con su tensión m u scu lar y con otras sensaciones
m ientras la concentración se profundiza.
2.C om ien za con una rutina diaria de aproxim adam ente tres
m in uto s al com ienzo de cada clase. C ontinúa pro gresi
vam ente hasta llegar a entre cin co y diez m inutos (depen
diendo de la capacidad de los estudiantes) al día com o prác
tica de rutina. La estructura pro po rcion ada por los detalles de
las cinco preguntas en el papel autoadhesivo, ayudan a los
n iño s que gene'alm ente son inquietos a centrarse. A m edida
que los estudiantes se vuelven m ás expertos en la co n cen
tración, pueden d espren derse de la ayuda del papel au
toadhesivo.
O p cio n al: D espués de la m editación, pídeles a los e stu
diantes que usen el papel autoadhesivo para hacer notas
breves ce su s observacion es de sp ué s de cada elem ento
enum erado. Ver la m uestra siguiente.
O bservaciones d e l estu dian te
N A S IA C ER EBR A L
deberes.
Los profesores pueden ayudar a los estud iantes co m o Ruby
al reconocer su s pro blem as y al derivarlos a terapia. La depre
sió n es a m en ud o un sínto m a de traum a que se puede
experim entar em o cio nzlm ente y físicam ente. Los con sejero s
escolares, los psicólogos esco lares y los enferm eros pueden
ap rend er a tratar a estudiantes u sa n d o este enfoque sensorial y
no am enazante que ayudó a Ruby. U sar los p rin cip io s que has
aprendido hasta ahora con la lectura de este libro es un buen c o
m ienzo para ayudar a los estudiantes an g u stiad o s. Si q u isie ras
una in stru cció n m ás extensa, contacta la Foundation for H u m a n
E n richm en t [Fundación para el e nriq u ecim iento hum ano] para
obtener in fo rm ación sobre las fo rm acio n e s en Som atic
(B)
E x p e rie n c in g ^ (w w w .traum ahealin g.co m ). Si tu escuela no o fre
ce servicio s de terapia, se puede u b icar a un psicoterapeuta for-
'i - C rear seg urid ad : Le hice saber a C arlo s que com prendía
que odiara las m atem áticas. N o intenté hacer que
c a m b ia ra s u s se n tim ie n to s ni e lo g ia r lo s b e n e ficio s de
las m ate m áticas. T am bién le hice sa b e r q ue estab a d is
p u e sto a e xp lo rar su dificu ltad si él lo d eseaba.
M O V E R S E D E U N A E X P E R IE N C IA PLAC EN TER A A U N A
P O D E R D E LA P E N D U L A C IÓ N
A hora que la expresión de C arlo s m ostraba esp eranza, le p e d í
que regresara a la im agen y al sentim iento de la «tritu rad o ra de
papel». Lo describ ió com o si fuera un cuadrado. M ien tras se
enfocaba en el tam año de su cuadrado, recordó u n a m ala expe
riencia y m e la contó. Recordó un m om ento en e: que su her
m ano m ayor lo estaba «a y u d a n d o » con su s deberes de m atem á
ticas (su padre estaba criand o a los dos n iño s él solo, y su
herm ano m ayor tenía la obligación de estar a cargo de su her
m ano pequeño después de la e scu ela). C arlos dijo q u e su her
m ano, que tenía mal carácter, se im pacientó y lo atacó verbal
m ente, llam án d o lo estúpido porque no com prendía có m o resol
ver los p ro blem as de m atem áticas. Le caían lágrim as d e los ojos
ahora m ientras dejaba caer la cabeza y su torso se co lap sab a en
absoluta vergüenza. D espués de que C arlo s liberó su s iág rim as y
p e rm an ecim o s sentados ju n to s a través de esta d o lo ro sa expe
riencia, le asegu ré que no era su culpa; su herm ano ja m á s debió
haberle hecho daño con esas crueles palabras. Le hice saber que
definitivam ente no era estúpido. Ésta fue la prim era v e z que C ar
los había recordado, a partir de la m em oria co n scien te , los c o
m ienzo s de s u s problem as con las m atem áticas.
C uando e stuvo listo, C arlos se volvió a centrar o tra vez en el
cuadrado hasta que casi desap areció al convertirse en un d im i
nuto grano de arena. Le p e d í que im aginara que estaba traba
jan do en un pro blem a difícil de m atem áticas en su clase de q u in
to grado. El m u ro volvió a aparecer. Esta vez, cuando m iraba el
m uro, ve ía negro. Le p e d í una im agen opuesta, y C arlo s se vio a
s í m ism o d an d o puñetazos (un a resp uesta activa de autopro-
tección contra la crueldad y la h u m illació n ) a través del m uro
para llegar al otro lado. [En treinta se g u n d o s fue capaz de verse a
s í m ism o del otro lado!
La razón p o r la cual C arlo s seg uía afectado d e sp u é s de tan
to s añ o s es que, a m en os que se libere la carga que se queda en
el traum a a s í co m o la vergüen za de un recuerdo trau m ático que
FORREST, U N N I Ñ O E N E D A D PREESCOLAR
T R A U M A T IZ A D O Y D IA G N O S T IC A D O
E R R Ó N E A M E N T E C O N A U T IS M O
Un precioso niño rubio llam ado Forrest acababa de c u m
p lir los dos año s cuando su s padres, preocupados por su
hijo, lo llevaron a ver a Patti Elledge para que recibiera tera
pia del habla y del lenguaje. Le habían diag no sticado au
tism o . Sin duda tenía com po rtam ientos «au tistas». Fo
rrest agitaba las m anos, no hacía contacto visu al y tenía
una capacidad lim itada para relacionarse socialm ente.
Tam bién tenía una m anera in usu al de ju g ar con s u s ju g u e
tes y no era capaz de im itar so n id o s. De hecho, rara vez
usaba cu alq u ie r otro so n id o que no fuera un chillido
agudo. No resp on día a ningún lenguaje, jni siquiera a su
nom brel ¡Q ué frustración para la fam ilia de Forrestl Esta
ban exhaustos porque era q u isq u illo so y difícil de calm ar, y
a m enudo su llanto term inaba en rabietas.
Patti notó que Forrest entró a su co n sulto rio con una
so n risa genuina que com u nicab a un espíritu de «exp ec
ta ció n » de juego. Se veía solam ente a través de su s ojos
claro s y brillantes. M ientras ella le resp on día con ofreci
m ientos de so n risas, juguetes e interacciones, resultaba
desgarrador verlo bloquearse, quedarse sin expresión y
distanciarse. A Forrest lo hubieran podido haber puesto
m uy fácilm ente en un program a de intervención tem prana
para niño s autistas, com o se lo recom endaron a su s pa
dres. Este plan de tratam iento em pleaba un rígido co n
dicion am ien to de com portam iento y rutinas estrictas para
aprender so n id o s del habla y habilidades de atención.
Afortunadam ente, Patti prestó m ucha atención al
sig n ificativo histo rial de trau m a de Forrest. Su gestació n y
su parto fueron c o m p lica d o s. Su m adre había estado
e m b arazad a con ge m e lo s, tenía una elevada an sied ad y le
habían dad o m e d ica m e n to s para su ritm o card íaco acele
rado. C on un avan zad o estado de gestació n, notó que su s
bebés se m ovían m en os. Le hiciero n una cesárea de e m e r
gencia, pero el gem elo de Forrest ya había m uerto.
A pesar de que Forrest había so b re vivid o y parecía
« n o rm a l» , las p re o cu p a cio n e s m éd icas su rg iero n poco
d e sp u é s de su n acim ien to . Tenía un recuento de plaquetas
bajo, h ip o g lu ce m ia e h ip e rb ilirru b in e m ia . A los p ad re s de
Forrest, contra su deseo in stin tivo de darle cariño y to
carlo, les d iero n in stru cc io n e s de que no to caran o to m a
ran en brazo s a Forrest porque era un bebé de «alto rie s
go». Las c u e stio n e s m éd icas finalm ente se re so lvie ro n ; lo
d iero n de alta de lo s cu id a d o s in te n sivo s a las tres se m a
nas de vida.
La m adre y el padre de Forrest estaban tanto
e m o cio n a d o s co m o a n sio so s de ser p ad re s por prim era
vez. A d e m á s de la m uerte repentina e im pactante de un ge
C Ó M O P A TTl A Y U D Ó A FO R R E S T
En lugar de cen trarse en un m anejo de habla y com po rtam iento,
Patti creó un pro gram a de tratam iento de se is m eses que se ce n
traba en la e d u cació n fam iliar. M am á y papá acom pañ aron a Fo-
rrp s t a r a d a «;p<;ión, a p r p n d ip n d o a id p n t if ir a r petado»; para«;¡m-
Y M IT C H
El sig u ie n te ca so es un e je m p lo de u n a reacción in stin tiva e m p u
ja d a p o r im p u ls o s tra u m á tic o s. T am b ié n es un e je m p lo del e n fo
q u e altern ativo , s u g e rid o con a n te rio rid a d , de « s e n t a rs e » co n los
e stu d ia n te s para o fre ce rle s u n e sp a c io seguro, tra n q u ilo , de
o rie n ta c ió n , y tie m p o para q u e o cu rra n las p ro fu n d a s d e sca rg a s
fís ic a s , t s t e e n fo q u e b asad o en las se n sa cio n e s se e lig ió c o m o
u n a o p ció n para no te n e r q u e c a m b ia r a M itch a c la s e s d ife
re n te s o e n viarlo a un g ru p o de m a n e jo de ira. La sig u ie n te h is
to ria de Tony y M itch m u e stra p a so a p a so có m o se s u s c it ó la
d e sca rg a de u na e n o rm e te n sió n d e n tro de am b o s a d o le sce n te s,
lo q u e cam b ió s u s p e rc e p c io n e s y actitu d es.
H a c e d o s a ñ o s, m ie n tras M itch c a m ira b a p o r la calle, lo
a tro p e lló un coche. D e sd e el accid en te , se c a n sa ráp id am e n te,
tie n e c ris is de a u s e n c ia m o m e n tá n e a s y se e stre sa fácilm en te .
H a te n id o e xp lo sio n e s ve rb a le s o ca sio n a le s, pero n u n c a había
s id o física m e n te a g re sivo an tes de q u e lo atro p e llaran . U n a día
en la escuela, M itch estaba trabajando en un proyecto de cie n
cias con s u s com pañero s. A lg un os de los estudiantes estaban
haciendo brom as en vez de concentrarse. M itch, un estudiante
con cien zudo , se m olestó cuando el grupo revoltoso ignoró sus
intentos para centrarlos de nuevo en la tarea. Tony estaba siendo
especialm ente poco colaborador. Su risa encendió a M itch.
Antes de que el profesor se diera cuenta de que se estaba crean
do un disturbio, M itch arrem etió contra Tony ¡y com enzó a e s
trangularlo! Sucedió tan rápido que, según los testigos, fue
com o o bservar a una rana atacar un insecto al sa car la lengua
con tanta celeridad, que se hubiera necesitado una reproducción
en cám ara lenta para d e scrib ir lo que sucedió . Varias personas
tuvieron que ayudar para que M itch soltara el cuello de Tony.
M itch alarm ó a todos, especialm ente a s í m ism o. Su co m
portam iento no iba con las percepciones que tenía de s í m ism o.
D escribió cóm o pasó de la irritación a la rabia instantáneam ente.
Dij o, «R ealm ente no sé lo que m e sucedió », m ientras se d isc u l
paba profusam ente con Tony y con la clase. M itch se sentía
hum illado; Tony se sentía asustado y enfadado.
M itch no había recibido prim eros auxilios e m o cio nales d e s
pués de que el coche lo lesionara. Estaba lleno de una energía
« carg ad a» de supen/ivencia que nunca había liberado después
de su roce con la m uerte, por lo que el punto de ajuste para un
estrés intolerable ya estaba preparado. D espués del incidente,
Tony alternaba entre estar enfadado y paralizado. Los consejeros
de la escuela se reunieron y decidieron que quizás lo m ejor sería
poner a M itch en otro grupo para que los chico s no tuvieran que
cruzarse. Yo propuse una alternativa. Me o fre cí a trabajar con
cada uno de los ch ico s prim ero, y luego posiblem ente ju n to s
para encontrar una so lu ció n pacífica, com o una alternativa a la
segregación.
M itch ansiaba reunirse conm igo. Era un joven m uy resp e
table y estaba sufriendo de sen tim ien to s de aislam iento y una
vergüenza debilitante. Le preocupaba su reputación y tam bién
quería que Tony lo perdonara. Estaba com pletam ente dispuesto
a a su m ir la resp on sab ilidad de su com portam iento. Lo que m ás
quería era d iscu lp a rse y co m p e n sa r su com portam iento con
Tony. Tony, por otro lado, resp on d ió con un hostil «¿P ara qué?
N un ca quiero vo lver a ver a M itch. ¡M ás le vale que no se me
acerquel».
Le expliqué a Tony que lo com prendía bien. Tam bién sabía lo
aterrador que debió de ser la estrangulación y cóm o su cuerpo
estaba naturalm ente preparado para luchar. Tam bién le di a
entender que podría todavía estar cargando e so s sentim ientos.
A dm itió que quería golpear a M itch, pero que se refrenaba por
que no quería m eterse en problem as. Tony, algo inquieto, aceptó
p a rticip a re n la reunión.
Tony estaba sentado incóm odam ente en su silla con la parte
su p e rio r de su cuerpo tensa, lista para pelear, m ientras su s p ier
nas se agitaban con inquietud. Le p e d í que fuera el prim ero en
hablar. C om partió sus sen tim ien to s de enfado. M itch adm itió lo
m al que había actuado, que Tony no m erecía lo que él hizo y se
d iscu lp ó . Le preguntó que qué podría hacer para que Tony lo
aceptara com o com pañ ero de ciases. Tony dijo, « E s dem asiado
tarde; el daño ya está hecho».
H asta aquí, la sesió n de terapia parece típica. Pero lo que su
cedió después fue m uy diferente. A Tony se le pidió que sintiera
sión de que virtuaim ente todos los crim inales violentos han sufrido
extremos de abuso infantil y traum a. De los catorce asesinos ju ve
niles encarcelados de un im portante estudio, se había abusado
físicam ente de m anera brutal de doce de ellos y todos estos
delincuentes tenían el antecedente de una herida seria en la
van der Kolk de su reputado libro Traum atlc Stress: The Effects o f
O verw helm ing Experience on M inó, Body and Soclety [El estrés
traum ático: los efectos de la experiencia abrum adora en la
m e n t e , e l c u e r p o y !a s o c i e d a d ] : « L a r e e x p e r im e n t a c ió n d e la v ic -
tem prano s (particularm ente con el abuso sexual ).£5 Van der Kolk
dice que el p ensam iento de la infancia de «desearía estar m ue r
to » pro gresa a « sie m p re m e puedo m atar a m í m is m o » a m e
dida que las lesiones no tratadas causan un d o lo r cada vez
m ayor con el co m ie n zo de la pubertad. Estos com po rtam ientos
destructivos cró n ico s son el resultado de la d isfu n ció n de la
regulación afectiva que debilita todo el sistem a psico bio ló gico .
Sin el cu id ad o , afecto y apoyo de un adulto, no hay capacidad
para calm arse a s í m ism o. Por sup uesto, este tipo d e conducta
puede a ve ces ser el resultado de otras heridas severas, pero
m isterio sas, en las que subyace un traum a. El tra u m a m éd ico /
q uirúrgico , el cual por su naturaleza m ism a in vade los lím ites
personales, m uy probablem ente sea otro culpable co m ú n .
LA RABIA DE LOS Q U E N O H A N S I D O CR IA D O S
C a b o r M até, un m édico de V ancouver y coautor d e Regreso al
vínculo fa m ilia r: protege a tus hijos, escribe:
La frustració n es la respuesta hum ana prim itiva de
cuan d o uno no obtiene lo que desea, especialm ente c u a n
do no se satisfacen las necesid ades esenciales d e uno. La
vio le n cia es una m edida de inm adurez, e n d é m ica en n u e s
tra p o b lació n adolescente. Y la inm adurez tiene la m ism a
raíz que la am arga frustració n que ia acom paña; los requi
sitos e m o cio n ale s no satisfechos de una ju ve n tu d privada
KRUG ER
U na inexplicable agresión , anteriorm ente d esco no cid a, dirigid a a
la población de rinocerontes en el Parque N acio nal Kruger de
Sudáfrica dejó d esco ncertad o s a los guardas del parque. Los
científicos prim ero sospecharon que se debía a una crueldad h u
m ana. N o era así. Sin em bargo, estos in esp e rad o s actos de vio
lencia se rastreaban directam ente a la ig no rancia hum ana.
E N R IQ U E
E n riq ue es un excelente e je m p lo de un e stud ian te que
n e cesitab a ayuda para v iv ir su d u elo co m p letam e n te. Tres
se m a n a s antes de q ue fuera a c o m e n z a r el bachillerato , su
padre m u rió in stan tán e am en te en la au to p ista en la c a m io
neta de la fam ilia. Su m adre s u frió de le sio n e s y h u e so s
ro to s, pero so b re v ivió . En ese m o m e n to , E n riq ue estaba
en su ca m p am e n to de fútbol. C u a n d o c o m e n z ó la e scu ela,
era diferen te de los d e m á s e stu d ia n te s: tenía la piel pálida,
lo s o jo s v id rio s o s , y s u s p ala b ra s c o rte se s in tentaban c u
b rir u n a e xp resió n v a cía y hueca.
C u a n d o se fo rm ó el g ru p o de d u e lo , E n riq ue se unió.
Los e stu d ia n te s se fa m ilia riz a ro n con las trag e d ias de los
o tro s; a p re n d ie ro n a escu ch ar, a ofrecer ayuda, y a c o m
p artir el d o lo r del otro. D u rante la p rim e ra re u n ió n , E n ri
b ié n d io le c c io n e s s o b re el p re ju ic io . M u c h o s jó v e n e s de z o n a s
m a rg in a d a s a s u m ía n q u e todos lo s p e rro s e ra n m a lo s . A lg u n o s
te n ía n m ie d o d e B e ijo a n te s d e c o n o c e rlo p o r e! s im p le h e c h o de
q u e era u n p e rro . C o n u n p o c o d e a p o y o -y , a v e c e s , p o r m e d io
e s t u d ia n t e s - c a m b ia ro n su o p in ió n , d á n d o s e c u e n ta de q u e n o
to d o s lo s p e rro s s o n ig u a le s . A p re n d ie ro n lo q u e s ig n ific a ju z g a r
d e a n te m a n o a o tra c ria tu ra , c ó m o s e o r ig in ó la p a la b ra « p r e
ju ic io » y c ó m o lo s s is t e m a s de c re e n c ia p u e d e n c a m b ia r c u a n d o
hay a p e rtu ra a n u e v a s e x p e rie n c ia s .
R e c o m e n d a c io n e s p a r a p ro fe s o re s
C re a r un a m b ie n te se g u ro en el sa ló n d e c la s e s , u n se n tid o de
p e rte n e n cia y la s e x p e rie n cia s de c o m p e te n c ia com o re c u rso s
p ara tu e stu d ia n te
¿Q u é n e cesitan lo s n iñ o s para s e r e x ito so s en la e scu e la ? El d o c
to r Jo h n Stew art, un p sic ó lo g o del d e sa rro llo , q u ie n es p re e m i
nente r o m o co n ce je ro e n ro la r para lo*; que tien en problema*; de
la e scu ela).
La se g u rid ad e s lo p rim e ro : d is e ñ a r un am b ie n te de c o m o d id a d )
seg u rid ad
P a ra que un í»«studiante c e c ie n t a ceg u ro, debe te n e r la expe
Con los labios juntos pero sin apretarlos, sopla aire vigoro
samente entre ellos. ¡Eso es todo! Repite hasta que tus labios
co sq u ille e n .
C ó m o ayuda esto: Libera la te n sió n alreded or de la boca, « re
laja el tro n co del e n cé fa lo » y te hace reír. (Realm ente he visto a
adu lto s hacer labios de caballo esp on táneam en te para liberar
estrés. Tam bién tuve a un cliente ad u lto que lo hizo en u na se
sión ¡durante ap ro xim ad am en te cin co m inutos! D ijo que sin tió
un cam b io de p e rce p ció n radical so bre el asunto que le p re o
cu p a b a ).
H A B L A R D E M A N E R A G R A C IO S A
Ponte de pie con los pies se p ara d o s al ancho de las cad eras y
con las ro d illas ligeram ente dobladas. D obla y endereza las
ro dillas solam ente un poco. Repítelo una y otra vez hasta que
encuentres el ritm o de «m enearte». Perm ite que to d as las par
tes de tu cuerpo cuelguen y déjalas que caigan o que se m uevan
de arriba abajo al ritm o de tu m eneo. Perm ite que tu s piernas
se sacud an y que tu s partes in ternas se m eneen. ¡Deja que tu
cerebro se m enee tam bién!
C óm o ayuda esto: El m eneo apoya lo s ritm os de la p u lsació n,
lo que apoya la vida, la vivacid ad y el bienestar. Relaja las
articulacio nes, bom bea el diafragm a y m ueve vigorosam ente a
lo s líquido s corporales. M enearse tam bién aum enta la energía
al estim ular al m etabolism o y al relajarnos cuando nos sen
tim o s tiesos o rígidos.
T A R A REA R
Julie recom ienda que cuando hagas estos ejercicios con tu clase,
uses los siguientes p rin cip io s com o una guía para obtener bene
ficios óptim os:
• El aprendizaje tiene lugar a través de la experiencia directa
de nuevas sen sacion es placenteras.
• O lvida el esfuerzo de hacerlo «correctam ente»; estas ac
tividades tienen la intención de ser un juego alegre
(activando el sistem a Ifm bico y el cerebro reptiliano), y no
de p e n sa r y planear (lo cual activa el neocórtex). [DETEN TE
si no resulta divertido!
H azlo só lo durante un tiem po y luego descan sa m ientras
perm aneces consciente de cu a lq u ie r sen sació n nueva. El
tiem po de d e scan so debe s e r ía n largo com o el tiem po del
ejercicio, lo que le da al cuerp o el tiem p o que necesita para
integrar nuevos patrones de m o vim iento abierto, vibración
y resp iració n . A lternar entre jug ar y d e sca n sa r en pequeños
increm ento s m edidos estim ula la transferencia de lo que
ap re n d e m o s a la m em oria a largo plazo.
Actividades para profesores y terapeutas: más
herramientas para el aula
Recobrar la seguridad, pertenencia y competencia después de
acontecimientos traumáticos
A pesar de que varias de las actividades que se describen a conti
nuación podrían ser m ás apropiadas para llevarlas a cabo con ind i
viduos y grupos pequeños, la m ayoría se pueden usar con toda la
clase. Se dividen en tres grupos básicos:
• Arte, m úsica y actividades de escritura que crean seguridad,
recursos y la consciencia de las sensaciones.
• Actividades físicas y ju e g o s que fo m en ta n respuestas sanas de
defensa, establecim iento de lím ites y cohesión grupa!.
• E q uilibra r actividades q u e restablecen los reflejos de protección
perdidos, a s í com o la confianza y la resiliencia.
H IS T O R IA S DE ESCAPE
N o M ir r o r s ¡ti M y N a n a ’s H o u s e
There w e re no m irro rs in my N a n a ’s h o u se
no m irro rs in m y N an a’s ho u se
so I never knew th at m y skin w as too black
I n p v p r k n p w t h a t m y nn <;p w a s t o o f ía t
D IB U JO S D E L O S S U E Ñ O S
Este ejercicio es especialm ente ú til en una situación de terapia
ind ividual o con un grupo pequeño, o bien cuando los estudiantes
sufren de « m a lo s sueños» y pesadillas.
Pide a lo:» ebludianleb q ue cuenten lo que recuerdan bobre bu
sueño. Luego in vítalo s a que elijan una parte del su e ñ o que re
salte con m ás viveza. D e sp u é s de que ¡o hayan dibujado , píde
les que te cuenten las diferentes partes. Presta una atención
particular a los objetos in an im ad o s. Es im portante no inter
pretar el sueño. En vez de ello, anim a a los estudiantes a que
im aginen o finjan que son los d iverso s objetos y criatu ras en el
d ib ujo al hacer que las im ágenes cobren vida e interactúen
entre ellas en una representación o diálogo. Escucha el s ig n i
ficado que los n iñ o s les dan a los sím b o lo s, y ayúdalos a p e rso
nificar lo s d istin to s personajes m ientras trabajan para p ro ce sar
las se n sa cio n e s, sen tim ien to s, im ágenes o p ensam iento s
in com pleto s. Por ejem plo, si un estudiante dibuja a do s g u e
rreros sam urái con esp ad as cam in an d o uno al lado del otro, p í
dele que im agine qué se siente se r uno de ellos, q u izás com en
zan d o una co n ve rsació n con el otro. El n iñ o puede d ram atizar
las accio n es y sen tim ien to s de cada uno o sim p lem en te c o m
partirlos verbalm ente. A segúrate de notar y preguntarle al niño
sobre el entorno: desierto, m ontaña, océano, isla, acantilado s,
calles de la ciu d ad , el esp acio, etc. A m enudo el niño dibujará
tanto el problem a com o la so lu ció n en el m ism o dibujo . A
veces la so lu ció n al p rin cip io es m uy pequeña o está oculta,
com o el m in ú sc u lo punto am arillo que un n iño d ib u jó entre la
grieta de una roca. C u an d o se le preguntó so b re él, dijo, «D eb e
se r un pequeño rayo de esp eranza que la atraviesa».
D IB U JO S P A S A D O S , P R E S E N T E S Y F U T U R O S
La im pronta traum ática tiende a dejar a los n iñ o s atorados en el
pasado. Este ejercicio puede provocar una se n sació n de m o vi
m iento. Tam bién puede evalu ar có m o un n iño puede percibir
su futuro.
Pide a ¡os n iñ o s que doblen una gran hoja de papel para d ib u jar
en tercio s para que los pliegues sean verticales. Pídeles que eti
queten PASA D O en la parte inferio r de la prim era colum na,
PRESEN TE en la parte in fe rio r de la co lum n a de en m edio y
F U T U R O en la parte in fe rio r de la últim a co lu m n a. Luego pide a
los estudiantes que d ib ujen tres im á-genes en las co lu m n a s
ap ro p iad as que representen su vid a co m o era, co m o es ahora y
com o creen que será en el futuro. Si el futuro del niño parece
so m b río y es sim ila r al pasado, trabaja con su s sentim ientos
del a q u í y el ahora del dib ujo que representa el PRESEN TE. Pre
gúntale de qué se n sa cio n e s es co n scien te m ientras m ira su d i
bujo. G u ía lo para que se centre en las se n sa cio n e s y observe
cóm o cam bian. Si el estudiante siente se n sa cio n e s d e sag ra
dables, ayúdalo a o b servarlas hasta que haya una descarga.
C u an d o los estudiantes sientan se n sa cio n e s agradables, o por
lo m en o s có m o d as, pídeles que vean si su percepción del F U
T U R O cam bia. Si el cam bio es para mejor, pídeles que dibujen
una nueva im agen de! FU T U R O en otro papel. M ien tras m iran
su nueva creación, pídeles que noten y observen cu alq u ie r se n
sación o sen tim ien to que pueda surgir. Ten cu id a d o de no pre
sio n a rlo s a que se sientan bien antes de que estén listo s; da
tiem p o para que los sen tim ien to s se transform en
o rg án icam en te .
D IB U JA R U N L U G A R S E G U R O
El d ib u jo del « lu g a r seg u ro » es una adaptación del ejercicio « Fan
tasía» del libro de Vlolet Oaklandcr, Ventanas a nuestros niños, el
S E N S A C IO N E S E M O C IO N E S
Caliente o frío; Triste o contento
Tibio o fresco
La naturalidad de losjuegos
Divertido o serio
r
En las décadas pasadas -a n te s del uso extensivo de los
o rdenadores, ju eg o s de video portátiles y otros d isp o sitivo s elec
tró n ic o s -, los n iñ o s pasaban m ás tiem po ju g a n d o juego s reales
(no virtu a le s). Estos juegos a m enudo enseñaban aptitudes
personales. Por ejem plo, en « M a m á , ¿pued o acercarm e?» se
debe pedir y recibir perm iso antes de avan zar Hacia alguien m ás.
Si un ju g a d o r avanza dem asiado lejos o d e m asiad o rápido,
tendrá que retroceder unos p aso s. Q ué m anera m ás natural de
aprender m odales, ritm o y lím ites. O tro juego popular era «E l
patio de m i casa», donde los estud iantes hacen un círculo, se
tom an de las m an o s y se m ueven ju n to s m ientras cantan: «E l
patio de mi casa es particular, cuan d o llueve se m oja com o los
dem ás, agáchate y vuélvete a agachar...». Todos los niño s se
agachan riendo divertidos. Los niño s liberan su estrés a través
d e l ju e g o , ca n to , r is a y e s t a r ju n t o s . O t r o s ju e g o s p o p u la r e s
PARA LO S P EQ U E Ñ ITO S:
LOS C O C O D R IL O S D U R M IE N T E S
Este p rim e r ju e g o nos lo enseño nuestro colega Eldbjórg Wedaa,
director d e l Preescolar Pinocho en Bergen, Noruega, u n a escuela de
teatro y m úsica diseñada especialm ente para ayudar a niños trau
m atizados a divertirse m ientras aprender a autorregularse. Este
ju e g o se puede usar con niños de tres a siete años.
1. D ivid e al salón de clases en dos grupos: los co co d rilo s y
ios cazad ores de coco drilos. Los co co d rilo s se tum ban
boca abajo en una alfom bra m ientras fingen q u e nadan o
to m an el sol tranquilam ente hasta que e scu ch an que los
cazad o re s entran la zona del «p an tan o».
2. A lo s cazadores se les indica que se acerquen sig ilo
sam en te a los coco drilos, cam inan do a través de ellos c u i
dado sam ente y apresuránd ose por a h í m ientras el profesor
pone m ú sica. Los co co d rilo s ahora fingen que -están d u r
m iendo . Se les pide que se calm en, cierren los ojo s y se
queden en silen cio respirando suavem ente para que no los
«atrap e n ». C uan d o la m úsica para, los cazad ores atrapan a
c u a lq u ie r coco d rilo que se m ueva, aunque sea ligeram ente,
o que abra los ojos.
3. Los cazad o re s cam bian lugar con los c o co d rilo s du r
m ientes y juegan otra ronda. Los n iñ o s a q u ie n e s «atra
p a ro n » porque se m ovieron, abrieron los ojo s o hicieron
ruido n o cam bian de lugar. Practican ser « c o c o d rilo s d u r
m ie n te s» otra vez. Los que tengan dificultad es para ca l
m arse pueden recibir orientación de un adulto o de un
estudiante m ás m ayor que está de ayudante. (Pon su ave
m ente una m ano caliente en la esp alda del estudiante y
respira lenta y profundam ente, tran sm itien do tu presencia
tra n q u ila al niño. Recuérdale al niño que es tie m p o de
calm a).
A C T IV ID A D E S SO M A TIC E X P E R IE N C IN G ®
El siguiente co n ju n to de actividades se d ise ñ ó específicam ente
para n iñ o s en edad escolar, u san d o los p rin cip io s de Som atic
« a ta ca n » a otros.
Cada n iñ o necesitará una « c o la » de apro xim ad am en te un
m etro de largo. Puede ser una tira de tela de ocho centím etros
de anch o o un pedazo de cuerda suave. La cola se inserta en la
pretina tra se ra del niño. El pro fesor m arca el lím ite con unas
cuan tas « is la s de se g u rid ad » donde los n iñ o s pueden d e s
cansar, por e jem p lo árbo les, aro s huía huía, colch o netas, o
form as:
1. In stru irlo s al s u s u rra rle s su g e re n cia s útiles, c o m o girar la
cabeza para ve r hacia atrás y u sar las m a n o s para defen
derse.
2. Tener un « s iste m a de co le g a s» en el cual un n iño m ás
capacitado le da 3a m ano a otro para co rre r ju n to s.
3. U sa r las « c a rta s sup erhéro e de d esven taja» (ver las in s
U N A N O T A PARA TO D A S LAS A C T IV ID A D E S Y J U E G O S
Todos los n iñ o s necesitan e xperim entar un sentido de c o m p e
tencia. Para que haya ig ualdad de c o n d ic io n e s para lo s estu
diantes que no dem u estren una o rie n tació n y resp ue stas de de
fensa hábiles, o que sean m ás lentos o d é b iles que o tro s niño s,
puedes u sa r las C artas S uperhéro e para crear una d esven taja y,
de esta m anera, co m p e tir en igualdad de co n d icio n es. N e c e s i
tarás un paquete de 12 a 36 cartas de cartón de diferentes colores
para d s t rib u ir si se estim a ap ro p iad o . Los sigu ientes so n ejem
p lo s para ayudarte a com enzar:
O C A S IO N A D O S P O R EL H O M B R E : IN T E R V E N C IÓ N E N
CA SO S D E CR IS IS E N LA ESCUELA Y M ÁS A LLÁ
claro que los d o s m o d elo s tem pran o s de recap itu lació n (debrie-
j i r g ) de los in cid entes crítico s no han sid o , en m u ch o s caso s,
beneficiosos, esp ecialm ente con los niños.£ E stos enfoques les
piden a las víctim a s que hablen de su s experiencias, pero no hay
ca so de C u rtís.
A L I V I O D E CRISIS EN G R U P O S
El trabajo som ático llevado a cabo con C urtís se pudo haber
hecho con el grupo entero de estudiantes de secundaria si el
consejero hubiera recibido form ación en el trabajo con los p rin
cip io s de observación de sen sacio n es activación/desactivación
del sistem a nervioso y los m ovim ientos sensom o trices de de
fensa. M ientras un estudiante se ofrece de voluntario para pro
c e sa r su s síntom as y obtener alivio, lo s estudiantes m ás tím idos
adquieren m ás confianza y piden su turno. A continuación se
enum eran las pautas para trabajar con grupos de tres a doce
estudiantes:
rar, c o n u n a a c t it u d d e c u r io s id a d , lo q u e s u c e d e d e s
p u é s m ie n t r a s n o t a s u s r e s p u e s t a s in t e r n a s . ( C o n s u lt a
el c a p ít u lo c u a t r o p a ra o b t e n e r u n a in f o r m a c ió n d e t a
d e l e s t a d o d e c h o q u e . S i s e h a n m u e r t o s e r e s q u e r id o s ,
c o n s u lt a el c a p ít u lo o c h o p a ra o b t e n e r a y u d a s o b r e el
p r o c e s o d e d u e lo ) .
R e s ta u ra r ¡a re si lie n c ia en los n iñ o s en la s escu e la s
d e sp u é s d e d esa stres: m á s le ccion es d e T a ila n d ia
Al usar las herram ientas para trabajar con el traum a que se des
criben en este libro, el equipo del program a de asistencia para
traum as (TOP, por su s siglas en inglés), com pu esto de un grupo
de practicantes de Som atic Experiencing , trabajaron y jugaron
con n iñ o s en edad esco lar en Tailandia de sp ué s del histórico
terrem oto en el océano ín d ico en diciem bre de 2 0 0 4 que causó
el devastador tsu n am i que arrasó con la región
(w w w .traum aheaiing.com ) . O tro grupo de practicantes de Soma-
tic Experiencing , Traum a Vidya (contacta a Raja Selvam en
w w w .traum avidva.com ) . ayudó a supervivientes en el s u r de
India. A m bos equ ipo s trabajaron para ayudar a adultos, e stu
diantes y profesores a recuperarse dei terrible choque y d o lo r de
ver cóm o s u s fam ilias, hogares, fuentes de su b siste n cia y a n i
m ales de pronto eran arrastrados per el tsu nam i. D espués de
tratar adultos de m anera individual y g ru pos de niños para eva
luar s u s necesidades, se ofrecieron talleres para los trabajadores
en el área de la salud y educadores para fortalecer la capacidad
de las personas locales para a s í co n tinu ar el trabajo de auxilio
m ucho después de que nuestros equipo s regresaran a casa.
A ctivid ad es sugeridas
A con tinuación se describen las in stru ccio n es de los ju eg o s que
u sa m o s con los n iñ o s traum atizados en Tailandia y en los talle
res para el personal escolar (excepto para las actividades de
« P a ra ca íd a s» que se detallan paso por paso en el capítulo once).
Los juego s de «E l coyote/tigre persigue al conejo», «La cuerda
de saltar im aginaria», las actividades de « P a ra ca íd a s» y «El
juego de em poderam iento» fueron exitosos en ayudar a los estu
diantes a recobrar la c o n fa n za m ientras se divertían. M ucho s
n iño s que se quejaron de do lo res de cabeza, debilidad en sus
piernas o do lo r de estóm ago (con un afecto d ep rim id o o an
sio so ) com enzaron a recuperar su vitalidad m ientras em pezaban
a tener experiencias de dom inio en los ju ego s. O bservar los
cuerpo s débiles de los niños co b rar vida y s u s preciosas caras
tristes ilum in arse con risas y alegría fue una experiencia sub lim e
para nosotros.
JU EG O S
EL CO YO TE PER SIG U E AL C O N E JO
En Asia llam am os a este ju e g o « E l tigre persigue a! conejo» dado
que el tigre es un a n im al con el que los niños locales están fa m ilia
rizados. Obviam ente, puedes variar a los anim ales ya que el ju eg o
en s í no cam bia. Para la actividad, solamente se necesitan dos
pelotas de diferentes colores y tam años. Este ju e g o se diseñó para
fa c ilita r las respuestas de lucha y huida.
El profesor y los niños se sientan en el suelo en círculo. El pro
feso r sostiene una pelota diciendo, «É ste es el conejo». Luego
se pasa el conejo de m ano en m ano a través del círculo,
com enzando despacio. El profesor anim a a los niños a que gra
dualm ente aum enten el ritm o. A n ím alo s a que sientan su s sen
sacio nes internas m ientras el conejo «co rre » de niño a niño.
El profesor presenta a la segunda pelota com o el Sr. o la Sra.
Coyote y la segunda pelota com ienza a perseguir al «co nejo ».
El ritm o aum enta naturalm ente m ientras los niños se id e n ti
fican con ¡a fuerza del coyote y ¡a rapidez del conejo m ientras
se intensifica la em oción de la persecución.
El profesor puede increm entar la com plejidad del juego para
los niñ o s m ayores u o b servar cóm o inventan creativam ente s u s
propias reglas al cam biar las in struccio n es. La idea no es ganar
o perder, sin o sentir la em oción de la persecución y el poder
del esfuerzo en equipo para pasar las peiotas rápidam ente.
D espués, los niños de scan san y el profesor verifica su estado,
pidiéndoles que identifiquen sus sensaciones. (Consulta el
capítulo once para obtener una guía sobre la verificación gru-
pal). También pregúntales a los niños quién se siente m ás
com o el coyote y quién se siente m ás com o el conejo. Vuelvan
a jugar el juego, pidiéndo les que cam bien de roles para que lo s
conejos finjan que son coyotes y los coyotes finjan que son
conejos y a s í obtengan una experiencia diferente.
D espués de ju g ar un rato, pide a los participantes del grupo
que se pongan de pie y sientan su s piernas y su conexión con el
su e lo para que puedan d e scarg ar la energía activada a través de
s u s cu e rp o s. A quellos que se sientan débiles o que carezcan de
energía pueden fingir que son con ejos y ve r qué tan alto pueden
saltar. Para los niños que necesiten de m ás apoyo, un adulto o
un e studiante con m ás energía pueden to m arlo s de las m anos,
ayudán do lo s a saltar al co m p a rtir v ig o r y e n tu siasm o .
Al final del juego, se observa cuid ad o sam en te a los n iñ o s para
asegu rarse de que n in g u n o esté paralizad o o d iso ciad o . Si un
niño está paralizado, un adulto podría hacer un ejercicio de
arraigo con él hasta que esté m ás presente.
EL J U E G O D E E M P O D E R A M I E N T O
N O T A PARA TO D A S LAS A C T IV ID A D E S :
La clave para una «au to rreg ulació n a sistid a » d e sp u é s de un
desastre es que los adultos que guíen las actividades sean capa
ces de e valu ar y a sistir a aquellos estudiantes con dificultades.
M ientras q u e algu no s ch ico s tendrán dificultades con calm arse
(¡serán fáciles de detectar!), otros se quejarán de estar d e m a
siado ca n sa d o s para co n tinu ar o de do lor de cabeza, estóm ago,
etc. Para lo s n iño s que parezcan estar afectados, el profesor
debe crear u n m apa m ental de las necesidades e sp eciale s de sus
estudiantes.
A q u í es donde resulta útil tener ayuda adicional. Estas activi
dades se llevan a cabo m ejor si hay por lo m enos otro adulto
que guié en conjunto. Los profesores pueden invitar al profesor
de e d ucació n física, a un asistente, voluntario, a un estudiante
m ás grande, conejero o in clu so al psicólogo e sco la r para que
asista. V ario s adultos sería ideal. La razón es que, de esta m a
nera, se puede estar seguro de que, cualqu iera que necesite una
asistencia in d ivid u al, la obtenga.
A dem ás, se necesita pro po rcion ar un tiem po ad icion al para
ejem plificarle al grupo de qué m anera se pueden apo yar entre s í
al aprender la autorregulación. Por ejem plo, un estud iante que se
queje de fatiga durante la «v e rifica ció n » de se n sa cio n e s puede
estirar y d e sca n sa r la cabeza en el regazo u hom bro de un pro
feso r o co m p añ ero de clase am igable, m ientras que un adulto le
ayuda a explo rar dónde se siente fatigado. Si dice, « E n las pier
nas», el niño puede d e scan sar las piernas un m om ento y luego
recibir apoyo para m over s u s piernas lentam ente cu an d o esté
listo, q u izás fing ien do que se m ueve com o su an im al favorito.
(Esto puede in c lu ir ayudar físicam ente al niño a m o ver las pier
nas por tu rn o s m ientras yace sobre su espalda con ¡as rodillas
arriba y los p ie s contra sueio).
Por otro lado , para el niño hiperactivo que necesita ayuda
para calm arse, un adulto o un estudiante m ás regulado puede
sentarse ju n to a él, ayudándolo a sentir el suelo y a in sp ira r y
esp irar m ás d e sp acio . Una pareja o un adulto podrían poner una
m ano firm e en el hom bro del estudiante o en su e sp ald a m ien
tras se arraigan, co m u n ican d o calm a a través del contacto. La
idea principal es n o rm aiizar las diferencias in d ivid u ale s y e n se
ñarle al grupo cóm o se pueden ayudar m utuam ente m ientras
conectan de m anera m ás profunda.
Se necesita un pueblo: Katrina, Rita y otros desastres naturales
Con el con suelo del hogar arrastrado por el agua y las fam ilias
s e p a r a d a s p o r lo s h u r a c a n e s d e la C o s t a d e l G o l f o d e 2 0 0 5 , el
DESHACER ESTE C Í R C U L O V I C I O S O
C on el nuevo entend im iento de que el traum a no resuelto reside
en el sistem a nervioso de los in d iv id u o s y de los colectivos de la
so ciedac, llega una nueva esp eranza para las futuras genera
m in im iz a r e l t r a u m a p e d iá t r ic o
LA H IS T O R IA D E C A N D I
Candi es una joven residente afroam ericana que se espe
cializa en vida infantil y que c o n o c í cuando visité el H o s
pital Infantil M iller. Tenía m ucha curio sid ad sobre m i tra
bajo en la prevención del traum a y llam ó mi atención con
su entu siasm o por la carrera que había elegido. Escuché
atentam ente su historia. Verás, C andi se describ ió a s í
m ism a de pequeña com o una niña extrovertida y am igable
que tam bién era bailarina. C uando tenía siete años, notó
un d o lo r m isterio so y debilitante en su rodilla que requería
atención m édica.
m é d ico s.”
Karen ha estado u sa n d o los p rin c ip io s de Som atic
U N A G U Í A DE REFERENCIA RÁPIDA
A co n tin u ació n se ofrece una guía para pegar en el frigorífico o
en la puerta del gabinete de prim eros auxilios co m o resum en de
las va lio sa s herram ientas que has aprendido.
Recuerda..., el traum a es un hecho de la vida, pero no es una
condena a perpetuidad. « N o tiene p o r q u é doler para siem pre».
Á R E A D E D E S A R R O L L O C O N E JE M P L O S C O M U N E S
(U sa el espacio debajo para an otar los síntom as que exhibe el niño)
1. Física
Ejem plos: Pérdida de apetito y alteración del sueño
2. Emocional
Ejem plos: Enfado, vergüenza e irritabilidad
3. Cognitiva
Ejem plos: C o n fu sió n y un período de atención m ás corto
4 . Conductual
Ejem plos: Juego repetitivo y agresión
N o ta s
PROLOGO
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w w w .psvchology.sunvsb.edu /a tta ch m e n t/
Este sitio w eb es un re cu rso de la U n ive rsid ad Estatal de
N ueva York en Stony B rook (SU N Y, por s u s sig la s en in
glés) y del N ew York A ttachm en t C o n so rtiu m . Es u na b ib lio
teca de listas de p u b lica cio n e s de in ve stig ad o re s y de artí
c u lo s en línea que incluyen m ed id as de apego para bebé-
m adre, !a infancia, y la in vestig ación so bre la crian za y el
m atrim o nio.
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6. Ib¡d.
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CA PITULO DIEZ
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9. Este estudio en particular se citó en el siguiente libro: M ark
1997 , P- 5o -
76 -77 -
32. Alian Schore, Ajfect R egulation an d the O rigin o fth e Self: The
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Jersey: Lawrence Erlbaum A sso ciates, 1994).
se pueden c o m p ra r en w w w .w o n d ro u sb eg in n in g s.co m .
41. Ibid ., vol. l, p. 4.
42. Ibid., vol. 1, p. 5.
43. Dra. Belleruth N aparstek, C o nferencia de M e d icin a Con-
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in C o lo rad o » , The N ew York Tim es, 18 de m arzo de 2001,
Sección A, p. lo .
24. Ibld.
25. Esta táctica para el aula se d isc u tió en una entrevista lle
vada a cabo en la televisió n u n o s años antes de la p u b li
cación de este lib ro , pero los autores p o r ahora só lo pueden
36. B alam etrics ofrece equipo com o tab las de e q u ilib rio y
h erram ientas de integración sen so rial para educado res, pa
in fo @ b alam e trics.co m .
C A P IT U L O D O CE
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