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LA AUTORIDAD Y LA SUMISIÓN

La importancia de la autoridad
El sometimiento y conocimiento de la importancia de las autoridades es de vital para el servicio
debido a que principalmente toda autoridad es instituida por Dios; debemos sujetarnos no solo
por el castigo si no por causa de la conciencia, ya que el pecado contra la autoridad es un pecado
directo hacia Dios.La autoridad está fundamentada en el trono de Dios y sus hechos proceden de
su trono. Todas las cosas y leyes físicas son hechas y se mantienen por la autoridad de Dios. La
autoridad de Dios representa a Dios mismo, mientras que su poder representa sus hechos.

El origen de Satanás

Dios condeno a Satanás debido a que transgedio su autoridad a través de la rebelión, llevo a cabo
el principio de la vanagloria o exaltación propia. Al servir debemos operar en el principio de Cristo
al estar sujetos y no desobedecer a las autoridades porque de lo contrario operaríamos con el
principio de Satanás.

Satanás le mostro a Jesús todos los reinos de la tierra pero Jesús le contesto que el reino es de
Dios. Todo reino, autoridad y gloria pertenecen a Dios. Quien ha tenido un encuentro con la
autoridad trata simplemente con ella y no con el hombre, no obedecemos al hombre, si no a la
autoridad de Dios en ese hombre. Solo así podremos saber que es la autoridad.

La autoridad controversia del universo

En esta parte se retoma como ejemplo el encuentro que tuvo Pablo, mediante el cual conoció la
autoridad de Dios y eventualmente lo llevo a la obediencia. Dios manifiesta su autoridad al mundo
por medio de la iglesia y es notable en la coordinación de los diversos miembros del cuerpo de
cristo. Antes de que un hombre pueda someterse a la autoridad delegada por Dios tiene que
conocer la autoridad inherente de Dios, Necesitamos tener un encuentro significativo con la
autoridad de Dios al grado de ser quebrantados hasta la sumisión y poder así comenzar a
aprender la obediencia a su autoridad.

La obediencia a la voluntad de Dios, la mayor exigencia en la biblia

Nuestra relación con el señor depende completamente de si hemos tenido un encuentro con su
autoridad, la obediencia honra completamente a Dios al tenerlo como centro, esta sumisión solo
es posible cuando se vive en el espíritu y la vida en el espíritu es la suprema expresión de la
voluntad de Dios. En esta parte se explicar que el principio básico de la oración del Jesús en
Getsemaní consistía en no preferir la cruz si no en obedecer la voluntad de Dios. Jesús destaca que
solo el que hace la voluntad del padre entrará en el reino de los cielos. Hay dos cosas importantes
una de ella es nuestra confianza en la salvación y la segunda la obediencia a nuestras autoridades.
El infringir la ley es desobediencia a la autoridad de Dios y esto es una cuestión de actitud del
corazón, al estar en el camino del señor no debemos caer en el doble animo de tener un espíritu
rebelde operando en nosotros, solo después de conocer la autoridad de Dios y aprender la
obediencia podemos guiar a los hijos de Dios por la senda recta.
Así como la fe es el principio por el cual obtenemos la vida, la obediencia es el principio por el cual
podemos vivirla. Las divisiones y desordenes en la iglesia provienen de la rebelión, para recobrar la
autoridad es necesario restaurar la obediencia.

Casos de rebelión en el antiguo testamento

La caída de Adan y Eva:

Marcando el principio de autoridad Dios presentó a Adán y Eva reglas de obediencia para que
aprendieran y se mantuvieran bajo su autoridad, basados en este principio quien el primero es la
autoridad y el segundo es quien debe ser sujeto a esta, es por eso que el señor decreto autoridad
en Adan a sobre Eva y sobre todas las criaturas de la tierra, esta jerarquía indica que solo el que
se sujeta a la autoridad puede ser autoridad. La caída del hombre se debe a la desobediencia y
rebelión hacia la autoridad de Dios, en el caso de Eva hubo doble transgresión a la autoridad,
debido que no solo fue contra la voluntad de Dios, si no también contra la autoridad de su esposo,
toda acción que es deficiente en la obediencia es una caída, y todo acto de desobediencia es
rebelión.

Toda obra debe hacerse en obediencia, lo bueno y lo malo está en las manos de Dios:

A medida de nuestro crecimiento espiritual nuestras acciones deben ser gobernadadas por un
sentido de obediencia, debido a la transgresión el hombre descubrió la fuente del bien y del mal
en algo diferente a Dios, y lo bello es que nuestra redención nos lleva de vuelta a encontrar
nuestro bien y mal en Dios.

Los cristianos debemos entender que también estamos bajo autoridad de los hombres, así como
también tenemos hombres bajo nuestra autoridad. Dice la palabra que Jesús no solo obedeció la
autoridad de Dios, si no también se sometió a las autoridades terrenales, en todo nuestro entorno
tenemos diversos tipos de autoridades a las cuales debemos obedecer, como cristianos tenemos
una jerarquía de autoridad en la iglesia para la cual no debemos preocuparnos en lo correcto o
incorrecto a nuestro criterio, en el bien o el mal, un siervo debe saber quién está en autoridad
sobre el para no caer en la desobediencia por ignorancia de la jerarquía. Desde la caída del
hombre cada cual cree que puede o debe distinguir entre el bien y el mal y les parece saber más
que Dios. Sin embargo no debemos caer en este engaño ya que estaríamos cayendo en rebelión.

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