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Alejandra Posada Villegas.

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María Emma Wills, Los tres nudos de la guerra colombiana

El ensayo gira en torno al estudio de cómo las guerras en Colombia en realidad giran en
torno a una sola guerra, donde su naturaleza sigue siendo la misma en su naturaleza política
y de carácter nacional. El escenario bélico en Colombia se desencadena debido a los
problemas reiterados, actores e instituciones que actúan bajo ideologías propias; estos
problemas, los identifica Wills como nudos que, puestos en el escenario político del país,
fueron tierra fértil para que trascendieran en el tiempo y territorio.

La autora define tres nudos, el primero se enfoca en el campesinado resistente sin


representación política ni garantías de calidad de vida, desde el problema de la repartición
de las tierras hasta la falta de políticas y acciones legales, así como la lucha de los
campesinos por ser reconocidos en la estructura sin ser perseguidos por el estado y actores
al margen. El segundo nudo se centra en la polarización reiterada del Estado con las fuerzas
militares y policiales, es decir, la poca toma de decisión y sentido de neutralidad que tiene
la fuerza pública, son ellos una de las partes más manipuladas por las partes que toman
partido, ya sean partes políticas o de élite; y aunque a pesar del paso de los años en la
guerra, y admitiendo que en cierto sentido han adquirido un poco de autonomía, estás
siguen concurriendo por los intereses de los altos mandos. Así un tercer nudo, lo atribuye la
autora al quiebre y articulaciones entre regiones y centro que fracturan el Estado, el país
desde su inicio como Nación democrática ha sufrido un centralismo lo que ha dado pie que
las diferentes regiones dancen a su son, esto conlleva a la precariedad en ciertas zonas del
país que desencadena levantamientos en vista de las crisis estructurales y el debilitamiento
estructural del Estado.

Wills en su artículo relaciona los tres nudos en diferentes puntos de la historia colombiana,
desde su inicio marcando su singularidad, desde la guerra política y civil de liberales y
conservadores, la caída del dictador Rojas Pinilla, el frente nacional, que descompusieron la
sociedad, llevando el país a una ola de confusión, donde las élites y los políticos solo se
preocupaban por sus intereses, guiando hacia una politización de las fuerzas armadas, que
desencadenó en una Guerra Contemporánea la cual llegó a una población que ya tenía
experiencia de la violencia y optó por una lucha armada en arremetida contra una militancia
lista para responder, guiada por las decisiones de la élite que recibía influencias de grandes
potencias capitalistas y en una carrera en contra de todo brote de comunismo que pudiera
surgir en América Latina.

Colombia se sumía cada vez más en gobiernos feroces, familias de élites que se turnaban
los puestos de poder, un campesinado y pueblo que se levantaba y actores que
aprovechaban la situación para sembrar la reiteración de una guerra sin final.

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