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Las células vegetales son la unidad funcional de las plantas y se especializan en diferentes funciones como la fotosíntesis o el almacenamiento. Existen tres tipos principales de células vegetales: las células del parénquima que forman el tejido principal de las plantas, las células de la colénquima que proporcionan resistencia y flexibilidad, y las células del esclerénquima que tienen paredes engrosadas y lignificadas y proporcionan soporte a las plantas.
Las células vegetales son la unidad funcional de las plantas y se especializan en diferentes funciones como la fotosíntesis o el almacenamiento. Existen tres tipos principales de células vegetales: las células del parénquima que forman el tejido principal de las plantas, las células de la colénquima que proporcionan resistencia y flexibilidad, y las células del esclerénquima que tienen paredes engrosadas y lignificadas y proporcionan soporte a las plantas.
Las células vegetales son la unidad funcional de las plantas y se especializan en diferentes funciones como la fotosíntesis o el almacenamiento. Existen tres tipos principales de células vegetales: las células del parénquima que forman el tejido principal de las plantas, las células de la colénquima que proporcionan resistencia y flexibilidad, y las células del esclerénquima que tienen paredes engrosadas y lignificadas y proporcionan soporte a las plantas.
Qué es una célula vegetal, características y tipos
Las plantas son organismos pluricelulares formadas por miles de células vegetales
especializadas en diferentes funciones. Por lo tanto, podemos decir que entre las características de las células vegetales destaca que cada una de ellas es la unidad funcional del reino Plantae o de las plantas, en la que se producen procesos y reacciones que hacen posible el desarrollo de estas. Según las funciones en las que se especialicen, podemos distinguir tres tipos de células vegetales. Células del parénquima Forman el tejido principal de los tejidos vegetales y las células que lo componen se denominan células parenquimáticas. Son las estructuras celulares más abundantes en las plantas, ya que puede llegar a representar el 80% de las células vivas de la misma. Las funciones del tejido parenquimático son, dependiendo dónde se encuentre: Realización de la fotosíntesis. Almacenamiento o regeneración de tejidos. Podemos encontrar este tejido en la mayoría de las partes de organismo vegetal, como por ejemplo la corteza o en la pulpa de los frutos. Células de la colénquima Forman el tejido colenquimático caracterizado por su resistencia y flexibilidad. Las células de la colénquima están vivas, tienen paredes primarias engrosadas de forma desigual, lo que facilita su diferenciación con las células del parénquima. No son células tan ampliamente distribuidas por los organismos vegetales, sino que más bien se encuentran en órganos de crecimiento, tallo y hojas de lagunas herbáceas. Células del esclerénquima A diferencia de las células de la colénquima, estas presentan pared secundaria engrosada y lignificada y además, se caracterizan por ser células muertas. Su función fundamentalmente es la de sostén en órganos que han dejado de crecer en la planta, como el tallo u hojas. Como curiosidad, decir que un ejemplo de células esclerenquimáticas son esos gránulos que notamos al comernos una pera, concretamente, son esclereidas, un tipo de células esclerenquimáticas.