Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Obsequios
Bibliografía
INTRODUCCIÓN
Abuela, querida y amada por mí, tuvo ocho hijos, todos casados y con
muchos nietos. Su vida fue siempre estar al servicio de su esposo y de sus
hijos durante muchos años. En su casa creció la generación de los nietos.
Querida lectora, querido lector, deseo compartirte que esta historia nunca
la había contado. Pensando en ti es que me inspiré para hacerlo, porque sé
que te identificas con el tema y apuesto a que puede ser de gran utilidad en
estos momentos de tu vida.
Todo evento traumático tiene un sentido y una fuerza, de forma tal que
siempre buscará cómo salir y esta manifestación puede ser con la depresión.
¡Sobre todo cuando menos te lo esperas! Esta vía de salida puede
manifestarse de muchas formas: negar que tienes cáncer, no estar dispuesto a
seguir un tratamiento, no querer relacionarte con alguien, no asistir a las
reuniones familiares; puedes caer en una tristeza profunda sin darte cuenta
de que estas conductas pueden complicarte la vida.
¡Bienvenida seas a este libro escrito para ti, valiente! Porque para
reconocer la verdad es necesario sacar la casta, pero vale la pena. La
recompensa es inmensa.
Si eres una persona que tiene cáncer, que está en el proceso de sanación
y coincides conmigo en que el diagnóstico se vive de forma traumática, y no
sabes qué hacer ni qué puedes lograr, yo puedo ayudarte a salir de ese estado
de confusión y dudas. ¿Te gustaría saber cómo?
Ejercicio 1
1. Escribe qué crees que has estado haciendo con tu vida hasta
llegar al punto de tener un cáncer.
La naturaleza del nacimiento está diseñada para ser exitosa y sabia sobre
qué es lo que tiene que hacer para que se desarrolle en sincronía con el
nacimiento de un bebé.
1.
El fin de lo trágico
En ocasiones la enfermedad nos muestra la gran posibilidad de darle
cabida a lo que no tiene significado, y no lo podemos interpretar de forma
sencilla porque es inconsciente.
Puede pasar por ti misma, con mucha potencia, puede quitarte la fuerza
vital y en consecuencia tu estado de ánimo se torna vulnerable. Lo
importante es no bajar la guardia y centrarte en la emoción que precede a la
sensación corporal en el momento que te dieron el diagnóstico.
2.
Recomendaciones para ser creativo
Es normal que en el proceso de la enfermedad tengas pensamientos
como este: ¿llevaré a cabo las recomendaciones que me indica el médico o
no? ¡Al cabo ya no tengo nada que perder!
Algo común es pensar que el diagnóstico te hace ser otra persona. Estar
en sintonía con tu cuerpo y con tu mente significa que ya no piensas de la
misma forma. Tus sensaciones son diferentes y la forma en la que actúas es
contraria a lo que venías haciendo.
Encuentra una terapia de grupo con mujeres con cáncer de mama. Hablar
de temas en común y de cómo cada una de ellas va resolviendo su vida da
mucha tranquilidad y confianza.
3.
Pensar en mí
No necesitas controlar todas las situaciones en las que se encuentran tú y
los demás en este proceso de la enfermedad, deja que todo fluya. Querer
controlar a quienes están a tu alrededor —hijos, esposo, padres, amigas,
trabajo etcétera— es en realidad la manifestación del miedo a quedarte sola,
el enojo con alguna persona cercana y la falta de amor.
Ejercicio 1
Ejercicio 2
Primer paso: Haz una lista de 30 patrones o vivencias que estás
repitiendo, parecidas a las acciones que hacía tu mamá, tu abuela, o
alguna persona muy cercana a ti.
4.
Vivencias emocionales en el proceso de la enfermedad
Todos tenemos diferentes formas de reaccionar ante los momentos
desagradables; el mismo evento no impacta de la misma forma a diferentes
personas. Cada quien vive su evento traumático, dependiendo de la forma de
enfrentarlo.
Quiero decirte que ¡no eres la única!, ¡todas las personas los vivimos!
5.
Casos reales de vivencias emocionales de mujeres con cáncer de mama
Las emociones habituales son alteraciones del ánimo y tienen un efecto
en nosotros. Se detonan a partir de vivencias exteriores, es una respuesta a
nuestras relaciones con nuestra pareja, hijos, padres, compañeros de trabajo,
por mencionar algunas.
Ella es una mujer de 76 años de edad, estatura 1.56 cm, tez morena clara,
ojos negros, labios delgados, nariz pronunciada, cabello corto y negro. Vive
en Tlaxcala y es ama de casa, sus hijos ya son casados.
“Estoy sola en este camino. Tengo que enfrentarlo así. No les diré a mis
papás que tengo cáncer. Tampoco a mis hijos”.
Alicia está separada de su marido desde hace cinco años. Comparte que
se sintió muy sola y desvalida cuando el médico le dio el diagnóstico de
cáncer. Sin embargo, después de los tratamientos de quimios y de radios,
entendió que aceptar la ayuda de los demás es alentador y te da confianza
para seguir el proceso del cáncer.
Tiene 38 años de edad, tez morena, 1.45 de estatura, ojos pequeños color
negro, nariz proporcionada a su cara y pómulos sobresalientes. Vive en
Querétaro, trabaja vendiendo algunos productos de belleza.
Es evidente que hay momentos obscuros que crees que no vas a aguantar
los tratamientos y no tienes forma de salir de este hoyo. Sin embargo, en el
caso de Maribel pudo avanzar en sus tratamientos y aceptar la enfermedad
gracias a que acudió a la iglesia cristiana.
Ella refiere: “Yo me refugié en Dios, Él fue el que me dio la fuerza para
conectarme con la esperanza de vida”.
“Cómo quisiera que alguien estuviera muy cerca de mí. Quizá sería
menos pesada mi enfermedad”.
Ana, con cáncer de mama del lado izquierdo, con artritis reumatoide e
hipotiroidismo. Ella dice: “Quisiera que mi hija se acercara a mí y me dijera
que me quiere. Siempre está de mal humor y es muy grosera conmigo. Le
pido a Dios que cambie su actitud porque no puedo enfrentarla, hay días en
que me siento muy mal y necesito que me abrace y que me diga que me
quiere”.
Todo ser humano necesita amor, cariño y respeto, más aún cuando está
en un proceso de cáncer. Si tú tienes una amiga, o un familiar con alguna
enfermedad, acércate a ella y muéstrale tu cariño.
Mary logró entender que sus hijos y esposo tienen actividades y que no
están al servicio de ella.
Irma, de 54 años, es Bióloga, tez morena clara, pelo café y corto, ojos
negros, boca chica. Nació en Bolivia, lugar de residencia, ciudad de
Guadalajara; estado civil, divorciada.
Ella Piensa que tener cáncer puede ser un castigo. “Sé que Dios no
castiga. Es mi deber cambiar mi forma de pensar. Esto es una percepción
errónea”.
“Me siento débil y sin energía. ¿Qué va pasar conmigo ahora que no
puedo hacer algo para ayudarme?”.
“No sé cómo le haga, pero ya no quiero que mi hija esté cerca de mí.
¡Me hace enojar mucho y el médico me dijo que estuviera tranquila!”.
Marisela sentía que iba a morir cada vez que le aplicaban las quimios, se
ponía muy nerviosa. Cuando llegaba a su casa quería controlar a toda la
familia, sin embargo, los hijos no accedían a lo que ella les ordenaba.
Hasta la octava quimioterapia, Marisela se dio cuenta de que ya no era
posible discutir con sus hijos y tener el control de todo. Ella nos dice: “¿Qué
va pasar si hoy me muero? No puedo morirme sin pedir perdón a mi esposo
y a mis hijos por mis errores”.
6.
Aceptar la enfermedad es parte del aprendizaje en el proceso del cáncer
Cuando un enfermo es diagnosticado con cáncer no es nada fácil
visualizar el futuro, ni a mediano ni a largo plazo. La alteración no sólo es
porque sufre por la pérdida de la salud, sino también por la pérdida de sus
roles de vida. El alejamiento de su núcleo de personas cercanas, amigos,
compañeros de trabajo, también es doloroso. Esta nueva manera de vivir
produce pensamientos negativos que conducen a una gran desorientación de
identidad y de referentes
Asistir a las citas con los médicos y al hospital para tomar tus
tratamientos requiere de una gran organización de tiempo y dinero, pero,
sobre todo, de descanso.
Hay que aceptar que los cambios fuertes en la rutina no tienen que ser
drásticos, pero sí tienen que ajustarse lo más pronto posible. Es necesario
que no te desatiendas porque ahora lo más importante eres tú.
No vale la pena atormentarte por un futuro incierto, ni angustiarse o
pasar malos ratos. Lo principal es confiar en que los tratamientos harán su
labor y que tú tienes ganas de ver las cosas de otra forma.
¡Debes aceptarlo!
7.
Herramientas para identificar las complicaciones en el proceso de cáncer
El enfermo corre muchos riesgos porque las defensas están
comprometidas y cualquier enfermedad puede sumarse a la actual. Hay
varios puntos que me gustaría que tomaras en cuenta antes de mencionar
algunas herramientas del trabajo personal:
Ejercicio 1
A continuación encontrarás tres factores que puedes analizar y
llevar a cabo en este proceso.
Ella es una mujer de 59 años. Tuvo cáncer de mama. Martha nos explicó
que cuando su hija y su nieto vivían con ella peleaba mucho con la hija,
quien le hacía pasar muchos corajes. Además, la comida que hacía la joven
era muy grasosa y condimentada. En ocasiones le dolía el estómago y le
daban náuseas. Refiere que siempre estaba triste porque sabía que pronto el
cáncer iba a acabar con ella. Estaba enojada porque no podía valerse por sí
misma y pensaba que era un estorbo para su familia. Dejó de tomar
medicamentos y de asistir a sus consultas; tenía la idea de que la enfermaban
más. Lamentablemente murió en 2013.
Ejercicio 2
La buena noticia es que te invito a que hagas tres prácticas con las
que puedes empezar a tener acercamiento al conocimiento de ti misma
y, al mismo tiempo, concentrarte en el proceso de tu recuperación.
8.
Casos de mujeres en el proceso de la depresión
La depresión puede variar dependiendo de la edad, la condición humana
y la forma que tiene la persona de ver el conflicto. Todos en algún momento
de la vida podemos sentirnos tristes o melancólicos. Se puede decir que
cuando las emociones son negativas tienden a alterarse; aun así, son
esperadas y pasajeras. Un lunes puedes amanecer sin deseos de salir de casa
o no asistir a una reunión porque te sientes triste, pero el próximo fin de
semana te da gusto convivir con tu grupo de amigos.
Lo complicado viene cuando estos comportamientos llenos de tristeza se
presentan con mayor frecuencia y se prolongan en el tiempo, interfiriendo en
la vida diaria y en las actividades cotidianas. Cuando esto pasa puede decirse
que la persona ha entrado en un estado depresivo.
En este momento por el que estás pasando, hay muchos síntomas que te
dicen que algo sucede con tu salud mental, los sentimientos de tristeza y
melancolía son repetitivos durante el día, manifiestas pérdida de interés por
tus gustos, mal humor con todas las personas, pierdes el apetito, no duermes.
Sientes cansancio desde que te levantas, pierdes o ganas peso, se te
presentan continuos sentimientos de culpabilidad y de inferioridad, tu cuarto
está desordenado, tienes pensamientos pesimistas recurrentes, como el de
que la mejor salida es la muerte.
La mujer con cáncer de mama tiene tres impactos en la psique que debe
resolver. Primero la depresión, que surgió cuando le diagnosticaron el
cáncer; segundo, metabolizar la enfermedad y tercero aceptarla como un
recurso para encontrar las posibilidades de recobrar la salud física, corporal
y mental.
Dolores, de 48 años tez morena clara, pelo negro, ojos verdes, nariz
pequeña, pelo corto y rizado es de origen brasileño. Estudió la carrera de
secretaria administrativa. Se tituló. Llegó a la Ciudad de México. Le
ofrecieron trabajo en una compañía farmacéutica. Ella aceptó y comenzó a
trabajar. Dolores tiene dos hermanas mayores y dos hermanos pequeños.
Todos viven en Brasil, casados y con sus respectivas familias.
Cuando Dolores tenía tres años, sus padres se divorciaron. Dos hijas se
quedaron con la mamá y dos hijos se quedaron con el papá. El papá
trabajaba en una ciudad diferente a donde Dolores vivía. Pocas veces lo veía,
al igual que a sus hermanos. Su abuela materna cuidaba de ella y de su
hermana de seis años. La madre de Dolores trabajaba de lunes a sábado.
Sólo el fin de semana veía a las dos hijas. Dolores recordó que la abuela
materna les pegaba y las castigaba poniéndolas en un cuarto obscuro y con
llave. Los fines de semana que la madre regresaba, iban al parque a comprar
regalos y dulces. La abuela cambiaba de actitud con las nietas en presencia
de la madre. Cuando la mamá iba a trabajar, las cosas cambiaban. Las ponía
a hacer quehaceres pesados, como lavar baños. Dolores comenta que la
abuela la trataba muy bien cuando estaba la mamá porque le daba muy buen
dinero para que las cuidara.
Marcela tuvo cáncer de mama. Ella decía que después del tratamiento de
quimios se sentía muy bien. Nunca cambió su forma de vivir. Salía a fiestas
aun cuando al día siguiente le tocaba ir al hospital, fumaba diario media
cajetilla de cigarros, su alimentación seguía siendo la misma de antes de ser
diagnosticada. Ella se justificaba con el pretexto de que no le gustaba tener
dietas. Sus problemas con la familia se detonaban cuando una de sus hijas le
pedía que se cuidara. Ella respondía: “No siento que tenga cáncer”.
Nunca asistió a sus terapias psicológicas, tampoco se acercó a un grupo
multidisciplinario. Y su lema era: “Yo venceré al cáncer”.
Marcela nunca se dio cuenta de que estaba deprimida. Unos meses antes
de morir decía que se sentía muy triste. Marcela murió 10 meses después de
su diagnóstico.
mendezalba9luzmaria@gmail.com
Marcela nunca se preguntó: ¿Para qué me dio cáncer? ¿Qué debo hacer
para ayudarme? ¿A quién debo contactar para que me apoye?
Marcela no se dio cuenta de que sus comportamientos de desprotección
se debían a que estaba en estado depresivo severo. Al negar la enfermedad se
estaba negando la posibilidad de la vida. Ella nunca creyó que el cáncer de
mama estuviera desarrollándose tan rápido en su cuerpo.
9.
Seis claves para identificar la depresión
A continuación, enumero seis condiciones con las que puedes darte
cuenta de que el miedo siempre te hace actuar de una manera que no te deja
avanzar.
¿Es cierto? ¿Es posible que me haya sucedido? ¿Por qué a mí? Esto no
me puede estar pasando a mí.
3. Regateo
Piensas que hacer un trato con Dios es una opción para que Él se
encargue de arreglar las cosas y te devuelva la salud.
4. Depresión
5. Aceptación
6. Renovación
Sí __ No __
Sí __ No __
Sí __ No __
Sí __ No __
Sí __ No __
Sí __ No __
Sí __ No __
Sí __ No __
Una vez que superes los “No” de la lista anterior, serás una persona más
segura y fuerte, y podrás orientar a otras mujeres con la misma enfermedad.
10.
El poder para contrarrestar la depresión
ARIZA, ALEJANDRO (1978). Ser más humano. Momentos para crecer. México, Editorial
Grijalbo, S.A. de C.V. 1999.
BOWLBY, J. (1993). El apego (El apego y la pérdida). Barcelona, España, Paidós Ibérica.
FREUD, S. (1985). Totem y tabú. En Obras completas (Vol. 13). Buenos Aires: Amorrortu
Editores. (Texto original publicado en 1913)
FREUD, S. (1985). Introducción del narcisismo (Vol. 14). Buenos Aires: Amorrortu Editores
ERIKSON, E.H. (1973) Infancia y sociedad. Buenos Aires: Ediciones Hormé S.A.E.
ETCHEGOYEN, H. (1988) Los fundamentos de la técnica psicoanalítica. Buenos Aires:
Amorrortu Ed.
LEVINE, P. (2013). En una voz no hablada. Buenos Aires, Alma Lepik Editorial.
MARTÍN DESCALZO, J.L. (1998) Razones para la alegría. Editorial Sociedad de Educación
Atenas, Madrid.
SOULIER, O. (2013). Historias de la vida. Mensajes del cuerpo. Francia, Editiones Sens y
Symboles.
STEPHEN, R. COVEY. (1990) Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva. Nueva York, Paidós
Empresa.
T. HARV EKER. (2005). Los secretos de la mente millonaria. España, Editorial Sirio.
T. KIYOSAKY, R. (1997) Padre rico, padre pobre. México, Editorial Aguilar. 2004.