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cuLpabLe
Volumen 1
Fortaleza ediciones
Quart de les Valls,
Valencia, España
AgrAdecimientos ....................................................................... 9
PrefAcio A lA serie ..................................................................... 11
introducción ............................................................................ 13
7
agradecimientos
R
esulta complicado poder situar en un texto en blanco a
las personas que han vivido cerca mi adicción. En los mo-
mentos más duros y en los momentos de mayor éxito. Por
eso no podría escribir con total seguridad sin olvidarme
de las lágrimas y aplausos de muchos que estuvieron conmigo y otros
que a pesar del miedo comprensible se marcharon dejando su pruden-
te huella sobre mis difíciles momentos.
10
prefacio a La serie
D
esde los últimos avances en la ciencia sobre la adicción
como enfermedad en desarrollo, el asunto moral cada
vez cede su lugar. Del vicioso irresponsable al enfermo
necesitado de ayuda. En estos libros buscamos un pro-
yecto educativo y social con enfoque preventivo en comportamientos
adictivos a procesos o a sustancias.
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introducciÓn
C
uando tenía 16 años conocí de una forma personal el
evangelio puro de Jesús de Nazaret y le entregué mi vida.
Prometí fidelidad a su mensaje y decidí responder a su lla-
mado de amor y servicio. Inicié mis estudios de teología
con la ilusión de un niño y lejos de mi estaba presagiar lo que ocurriría
tiempo después. Diez años más tarde claudicaba ante un diagnóstico
severo de adicción terrible a la cocaína y me debatía entre múltiples
psicólogos y diversos tratamientos que, tras nueve largos años, me lle-
varon de golpearme entre paredes acolchadas a un alta maravillosa
firmada por un centro de salud mental con el que, por fin, puse punto
final a una enfermedad para mantener mi abstinencia de forma cons-
tante y poder recuperar mi vida.
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La inSoportabLe inocencia deL cULpabLe
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introdUcción
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La inSoportabLe inocencia deL cULpabLe
16
“
Para millones de perso-
nas las drogas sirven hoy,
como las religiones y la
alta cultura ayer, para aplacar
las dudas y perplejidades so-
bre la condición humana, la
vida, la muerte, el más allá,
el sentido o sinsentido de la
existencia”.
MARIO VARGAS LLOSA
Premio Nobel de Literatura
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1
Imagen © Rotorhead
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La oferta del placer, de la magia a la evidencia
E
l consumo de sustancias peligrosas para la salud está unido
al ser humano desde que éste existe. Ese consumo no se
limita a un grupo de “fracasados e irresponsables” que no
han sabido tomar decisiones en la vida, ni tampoco a un
estrato social determinado o un paradigma cultural concreto. Todos
somos vulnerables. Ya Aristóteles, Platón y Sócrates consumían dro-
gas.
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¿QUé hago con mi vida?
que vive y desde esa realidad, buscar una nueva forma de vida. Una
nueva forma de vivir.
Esa persona nueva soy yo, el autor de estas páginas al que acompa-
ñas con tu lectura. No me siento solo porque sé que vas a escucharme
y te lo agradezco, porque este “viaje” no lo quiero hacer solo, esta vez
no. Ven conmigo y desenmascaremos una de las peores lacras sociales
y familiares de los últimos siglos, la adicción, en cualquiera de sus
múltiples caras, en cualquiera de sus muchas cadenas, las del pasado
de siempre y las nuevas formas en las que la adicción está apareciendo
hoy: las adicciones sin sustancia.
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La inSoportabLe inocencia deL cULpabLe
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¿QUé hago con mi vida?
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La inSoportabLe inocencia deL cULpabLe
a.C.1 Conocida esta receta como “La triaca”, prescrita por Galeno,
servía como medicamento para enfermedades, dolores de cabeza, sor-
dera, epilepsia, etc.,
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¿QUé hago con mi vida?
Por ponerte un ejemplo gráfico, una pareja mia que fue prostituta
antes de conocerme, sigue consumiendo al día de hoy, digamos “res-
ponsablemente.” Es decir, no ha experimentado de momento, ningu-
na adicción, lo cual no quiere decir que no sufra, pero no ha perdido
ingresos por consumo compulsivo ni ha sido despedida de ningún tra-
bajo por temas relacionados con la sustancia, que ella utiliza de for-
ma aparentemente recreativa. Todo lo contrario, de un adicto como
yo. ¿Soy yo entonces inocente o culpable de mi adicción? ¿Se puede
romper completamente con el pasado, y empezar una nueva vida, y
ser totalmente libre? La iglesia, la religión, ese Dios que observa mi
comportamiento, ¿se cobra las facturas de nuestros errores, o nos da
una nueva bienvenida sin mirar atrás, ayudándonos a superar las con-
secuencias de nuestras decisiones?
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¿QUé hago con mi vida?
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La inSoportabLe inocencia deL cULpabLe
Síndrome de abstinencia:
Síntomas leves que
Acción farmacoló-
pueden aparecer después
gica: En algunas
de unas pocas horas y
clasificaciones se
pueden durar 4-5 días:
considera Depre-
ansiedad, irritabilidad,
sor del S.N.C.,
disminución del apetito,
mientras que en
insomnio.
otras figuras como
Cannabis (ha- Sobredosis: Trastornos del
Perturbador del
chís, marihuana, sueño (pesadillas), con-
S.N.C. (debido a la
THC). fusión mental profunda,
posible existencia
alucinaciones, náuseas,
de alucinaciones).
vómitos. Sin riesgo de
Dependencia física:
muerte.
Muy baja o Nula.
Efectos a largo plazo: Favo-
Dependencia psíquica:
rece la aparición de tras-
Sí.
tornos psicóticos (Psicosis
Tolerancia: Sí.
Cannábica) en sujetos
con predisposición.
Síndrome de abstinencia:
Temblores, ansiedad, su-
Acción farmacológi-
doración. En casos extre-
ca: Depresor del
mos “Delirium Tremens”
Sistema nervioso
(cuadro psicótico).
central.
Sobredosis: Pérdida de
Dependencia física:
Alcohol. conciencia, coma y
Sí.
muerte.
Dependencia psíquica:
Efectos a largo plazo:
Sí.
Síndrome de Korsakoff,
Tolerancia: Se desa-
cirrosis, cardiopatías, po-
rrolla rápidamente.
lineuritis, encefalopatías,
psicosis, desnutrición.
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¿QUé hago con mi vida?
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¿QUé hago con mi vida?
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¿QUé hago con mi vida?
Síndrome de abstinencia:
Depresión, impulsos
Acción farmacológica: suicidas, violencia.
Depresor del SNC Sobredosis: Vómitos, riesgo
con propiedades de asfixia por enchar-
anestésicas y aluci- camiento pulmonar
nógenas. al aspirar los vómitos,
Drogas de sínte-
Dependencia física: parada respiratoria, fallo
sis (Ketamina o
No. cardiaco, pérdida de co-
especial K).
Dependencia psíquica: nocimiento, muerte.
Sí. Efectos a largo plazo: Ansie-
Tolerancia: Después dad, ataques de pánico,
de 3 semanas de trastornos psicóticos,
uso continuado. trastornos neurológicos
(parálisis temporales),
trastornos digestivos.
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La inSoportabLe inocencia deL cULpabLe
Síndrome de abstinencia:
Acción farmacoló-
No.
gica: Estimulante
Sobredosis: Trastornos psi-
y Perturbador de
cóticos graves (Esquizo-
Alucinógenos la actividad del
frenia), crisis de angustia
(L.S.D., Psiloci- S.N.C.
con ataques de pánico
bina, mescalina, Dependencia física:
agudos que pueden
setas, hongos). No.
conducir a la muerte o al
Dependencia psíquica:
suicidio.
Muy baja o Nula.
Efectos a largo plazo: Esqui-
Tolerancia: Sí.
zofrenia paranoide.
No olvidemos
Medicamentos. que también son
drogas.
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¿QUé hago con mi vida?
“
“La droga es el producto
ideal...La mercancía defi-
nitiva. No hace falta lite-
ratura para vender. El cliente
se arrastrará por una alcanta-
rilla para suplicar que le ven-
dan... El comerciante de droga
no vende su producto al con-
sumidor, vende el consumidor
a su producto. No mejora ni
simplifica su mercancía. De-
grada y simplifica al cliente”.
WILLIAM S. BURROUGHS
Novelista, ensayista y crítico social estadounidense
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2
Imagen © S. N.
Yo no
controLo
Imagen © O. B. Monkey
La verdad sobre la adicción
U
Una de las grandes verdades que encuentro en mi parti-
cular infierno adictivo es que se miente mucho. La adic-
ción se alimenta de falsedades y el consumo del deseo
de lo que debería producir ese consumo, está repleto de
espejismos falsos. Desde el propio cerebro adicto que engaña al sujeto
enfermo hasta las frases equivocas y mezcladas con verdades parciales
son enormes disimuladores de la gran realidad que se esconde en y
con el consumo. Existen mitos que todavía deben ser superados. Vea-
mos algunos de ellos, por ejemplo:
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La inSoportabLe inocencia deL cULpabLe
Todos estos mitos son falsos. La adicción se define como una en-
fermedad crónica y progresiva del cerebro desarrollada a través de re-
caídas y caracterizada por la búsqueda del uso compulsivo de drogas
o alteradores del estado de ánimo que, a pesar de las consecuencias
nocivas que presentan su consumo o su comportamiento, este hábito
se perpetúa, modificando la neuroplasticidad del cerebro. La adicción
se considera una enfermedad del cerebro porque las drogas, o los alte-
radores del estado de ánimo, cambian al cerebro: modifican su estruc-
tura y cómo este funciona. Estos cambios pueden durar largo tiempo
y llevar a comportamientos peligrosos en las personas que abusan de
las drogas. ¿Cómo se pasa de un consumo esporádico a un consumo
compulsivo? ¿En qué momento la droga deja de ser lo que era para
convertirse en un boomerang destructor absolutamente contrario a
lo que había prometido ese consumo en su luna de miel? Veamos mi
experiencia para entender las grandes paradojas que comporta la
vida adictiva.
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yo no controLo
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La inSoportabLe inocencia deL cULpabLe
¿Quién puede ser coherente con esto? ¿Los del consumo responsable,
son quienes la saben utilizar? ¿Quién controla este consumo?
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yo no controLo
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yo no controLo
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los “débiles” los que caen, quizá los que menos lo merezcan porque la
droga miente, y el que sabe lo que está mal, el que ha estudiado teo-
logía y el amor de Dios está en él, ese si enferma. Siempre agradeceré
a Dios por asistirme a pesar de mi adicción, que nunca debió ocurrir,
pero era inevitable. Incluso pensé que pudiera formar parte de “mi
rescate”. “En tu corazón he guardado tus dichos para no pecar contra
ti” (Salmo 119:11). ¿Qué hubiese ocurrido sin la mano de Dios inmen-
samente bueno e inmensamente justo?
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yo no controLo
Nuria era la tercera de seis hermanos. Los dos más pequeños eran
gemelos. Siempre que acudía a buscarla a su casa encontraba que su
padre estaba en el sofá del salón. Siempre he sido muy observador y
claro eso no era muy normal. Le pregunté a Nuria a qué se dedicaba
su padre y la contestación era “camionero”, algo muy inusual que aca-
baría por descubrirse que no era cierto. Cuidé de los pequeños, ayudé
con mi ejemplar carácter altruista pero desprotegido a que la alegría
reinara en esa casa, pero al mismo tiempo descubría la verdad, y es
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yo no controLo
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Los gritos
deL siLencio
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El infierno del consumo controlado
M
e parece conveniente que pincelemos muy brevemen-
te lo que es incuestionable del mundo que rodea a la
adicción y al consumo de drogas. Estas no van a des-
aparecer y por ello debemos aprender a vivir con ellas
lo cual no indica su aceptación. Los consumos de drogas siempre en-
trañan riesgos. No todos son iguales. No es lo mismo un consumo ha-
bitual que otro esporádico o experimental. Hay sujetos más vulnera-
bles que otros y los riesgos están también matizados por los contextos
en que se producen esos consumos.
Con sustancias
La verdad sobre el alcohol: El alcoholismo, aunque socialmente acep-
table, es una de las adicciones más endémicas conocidas. El alcohol es
una droga de las que más muertes causan. El etanol que es la sustancia
química activa en el alcohol, produce un efecto depresivo sobre el ce-
rebro y con el tiempo suele desarrollar dependencia
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La inSoportabLe inocencia deL cULpabLe
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LoS gritoS deL SiLencio
Sin sustancia
La disforia sexual pornográfica: Se refiere a un conjunto de conductas
repetitivas y de carácter compulsivo dirigidas a mantener relaciones
sexuales, habitualmente con diferentes parejas, con el fin de satisfacer
un intenso y frecuente deseo sexual. Se calcula que un 6% de la pobla-
ción puede sufrir este trastorno.
***
1
Roberto Badenas, Encuentros (Madrid: Editorial Safeliz, 2000).
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LoS gritoS deL SiLencio
que toma la droga por esa razón. Después, hay drogas como el ciga-
rrillo, que no necesariamente dan un sentimiento de placer de manera
inmediata. Pero lo que sí hace es permitir temporalmente concentrar-
se mejor, y puede pasar que alguien las consuma porque le ayudan
a pensar o a concentrarse mejor. Pero estas drogas, las llamadas de
abuso, con el uso repetido son las que pueden causar adicción. Y eso
incluye drogas legales e ilegales. Tenemos necesidad de clarificar las
cosas entre las que son malas y las no tan malas. Pero eso en drogas y
adicción es muy arbitrario, porque depende de cómo responde cada
persona. Por ejemplo, tomemos una considerada suave: la marihuana.
En los últimos años aumentó el número de gente adicta a la marihua-
na y aumentó significativamente el número que tiene reacciones psi-
cóticas a ella. No es que haya más gente tomando marihuana. Lo que
pasa es que el contenido de tetrahidrocannabinoide, la sustancia psi-
coactiva que genera la sensación, aumentó considerablemente. En los
80 el contenido era del 2%, y ahora tiene entre el 6% y el 8%. Por eso
es relativo el concepto de las drogas duras y blandas. Cada uno puede
tener una mejor o peor reacción frente a la droga. Otro ejemplo, el
alcohol. Es considerada suave y es legal. Pero si se tiene en cuenta los
antecedentes genéticos que lo hacen a uno vulnerable al alcoholismo,
se vuelve una droga peligrosa. Yo no esperaba ser vulnerable y arrui-
nar parte de mi vida.
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Querer no
es poder
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Imagen © Abcdz2000
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¿Cómo funcionan las drogas?
E
n el abuso de las sustancias o de los alteradores del estado de
ánimo prolongados en el tiempo y aumentados en la canti-
dad se desarrolla habituación al consumo o a la situación
repetida, y si a esto sumamos perfiles vulnerables y adicti-
vos que apoyen el desarrollo de la enfermedad entonces se da como
resultado la tolerancia. La adicción es una enfermedad, no es una
acción consciente del individuo, ya que nadie cree que va a ser adicto,
el adicto ha sido engañado, aunque haya sido advertido de los riesgos.
Necesita ayuda y necesita comprensión. No quiero dar la sensación
de eliminar la responsabilidad del sujeto adicto sino de comprender la
enfermedad adictiva. Nuestro cerebro no se desarrolló para consumir
drogas, aunque se diseñó para encontrar placer. Está optimizado para
asegurar la sobrevivencia del individuo y de la especie. La manera en
que se asegura que nosotros actuemos como tenemos que actuar para
sobrevivir es asociar las conductas adecuadas con la sensación de pla-
cer. Y esa sensación de placer crea una memoria que le va a hacer que
quiera volver a repetir esa experiencia, una y otra vez. Produce deseo
y nuestro cerebro está hecho para responder al deseo
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La inSoportabLe inocencia deL cULpabLe
¿Qué es el placer?
Es un concepto relativo, porque lo que es placentero en un momen-
to no lo es en otro. ¿Recordáis como pasé de una situación a otra? El
cerebro tiene la flexibilidad para mandar la señal de placer cuando sea
adecuado y oportuno. Esta señal es la dopamina.
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QUerer no eS poder
las sustancias más adictivas del mundo y una de las más complejas de
superar. Las secuencias de eventos sucedidos en el cerebro son pare-
cidos a los que se producen en el momento de la sensación de tener
hambre en la cual actúan los mismos neurotransmisores enviando la
información pertinente pero que, en el caso de la cocaína, cuando se
ha abusado se provocan cambios en los receptores (los que reciben la
información) a los que se adhieren, generando por repetición y habi-
tuación la adicción y el trastorno consecuente en el comportamiento.
Actúan alterando los niveles de serotonina y dopamina en el circuito
del placer del cerebro, el Acummbes. (Circuito de recompensa cere-
bral). La Cocaína aumenta también la dopamina existente (de forma
natural) y bloquea el mecanismo por el cual el organismo se deshace
del exceso de dopamina. Acumula y con el tiempo altera códigos.
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QUerer no eS poder
Las drogas son esas sustancias que tiene mayor posibilidad de des-
ajustar el termostato. Hay personas que pueden consumir cocaína
cada seis meses sin ningún problema. Pero a otras, con cierta vul-
nerabilidad genética, estímulos naturales como la comida pueden
desajustarle el termostato, y se vuelven comedores compulsivos, que
nunca se sacian. Lo mismo ocurre con el sexo. Hay gente que tiene
una compulsividad sexual en la que nunca hay una sensación de sa-
ciedad. En ellos se ha desajustado el termostato. Cuando el consumo
es esporádico (una vez al mes o cada más tiempo), las concentraciones
de neurotransmisores se reajustan en muchos de los casos, sin secuelas
notables, aunque depende del estado mental de la persona en cuestión
y de otros factores (como la adulteración, el consumo añadido de otras
sustancias, etc.). Es como una ruleta rusa, no puedes saber si te pasará
a ti la posibilidad de un infierno adictivo. Sin embargo, con mayor
facilidad de lo que pueda parecer, la agradable sensación de bienestar
es tentadora y suele animar a repetir. No olvidemos que, la cocaína
es de una de las drogas más adictivas de modo que el mero hecho de
probarla incluye un riesgo elevado para nuestro cerebro y, por tanto,
para nuestra salud.
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QUerer no eS poder
percibiendo las nuevas adicciones del siglo XXI sin sustancia como
peligrosas, en donde la inocuidad aparente contrasta con los cada vez
más casos de pérdida de identidad que van apareciendo. Ya que la
cocaína es una droga extremadamente adictiva, es muy difícil que una
persona que la pruebe pueda predecir o controlar hasta dónde conti-
nuará deseándola o consumiéndola. Así mismo, si la persona se vuelve
adicta, el riesgo de recaídas es alto aún después de periodos largos de
abstinencia.
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QUerer no eS poder
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Imagen © J. Boontje
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un viaje aL
infierno
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Las drogas destruyen la creatividad
“Todas las cosas me son lícitas, mas no todas convienen; todas las
cosas me son lícitas, más yo no me dejaré dominar de ninguna”
(Pablo. 1 Corintios 10:23)
Q
uerido lector: ¿Cómo saber si tu esposo, tu hijo, tu alum-
no, consume drogas? Algunos de los factores que expo-
nemos a continuación no tienen por qué ser exactos
y además debemos considerar que se pueden originar
también por otros problemas que no tienen que ver con la adicción,
sin embargo, son indicadores que nos pueden ayudar para saber algo
de lo que ocurre en nuestro entorno o incluso lo que pasa con nosotros
mismos.
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La inSoportabLe inocencia deL cULpabLe
• Ojos enrojecidos.
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Un viaje aL infierno
• Insomnio.
• Tos crónica.
• Apariencia de borrachera.
• Temblores.
• Nauseas.
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Un viaje aL infierno
Fases
ENAMORAMIENTO. Nuestras experiencias primeras con la sus-
tancia. Nos marcan sin saberlo de forma positiva si la experiencia es
muy agradable y si no, nos marcan de forma negativa.
***
Adicto
Escribo en una de mis libretas:
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Un viaje aL infierno
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6
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Imagen © San Mattox
“El que es bueno, es libre aun cuando sea esclavo;
el que es malo, es esclavo, aunque sea rey” (Agustín de Hipona)
M
e he “desnudado” en algunas de mis intimidades. Para
mostrar que no es fácil escapar de la adicción. Sin em-
bargo, no tiene por qué que ser una sentencia para toda
la vida. Al igual que otras enfermedades crónicas, la
adicción se puede tratar. Se está trabajando en vacunas y existen algunos
medicamentos que ayudan algo al adicto, pero existe un proceso cog-
nitivo muy cercano a una filosofía religiosa de vida, que produce sor-
prendentes resultados. No se conoce realmente un método más eficaz de
momento, que el que presentamos. Por lo menos eso dicen los expertos en
la materia. El tratamiento permite a las personas contrarrestar los efectos
dañinos sobre el cerebro y el comportamiento para que vuelvan a recupe-
rar el control de sus vidas. Esa forma de terapia conductual que está dan-
do resultados positivos en la población de cocainómanos es el manejo de
incentivos para realzar la motivación. Estos pueden ser particularmente
útiles para ayudar a los pacientes a lograr la abstinencia inicial del con-
sumo de cocaína y para posteriormente permanecer en tratamiento. Los
programas usan un sistema basado en bonos o premios.
testimonios
Vamos a profundizar en alguna de las experiencias vividas para
descubrir qué es lo que ocurre con la vida adictiva en diversas maneras
de manifestarse, relatadas por compañeros de enfermedad pero que
nos permiten acercarnos de modo práctico a este drama que viven los
adictos y quienes les acompañan: Todas ellas son experiencias reales.
“Un día mi esposa estaba lavando los platos y se cortó la mano con un vaso
roto. Se hizo un tajo profundo y tenía que ir al hospital. Me dio un ataque de an-
siedad diciéndome que necesitaba a las casas de apuestas, en donde no hay ninguna
sustancia de consumo pero que el patrón de actuación adicto es similar. ¡Se atreve a
hacerme esto! Me las ingenié para que un vecino la llevara a la sala de urgencias
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comienza Un nUevo diáLogo
“Me cuesta decir cuáles son las cosas más importantes que he obtenido de la
liberación, pero una de ellas es la libertad: estoy libre de temores, de la inseguridad
en mí misma, libre de la necesidad de controlar, libre de la reconcentración, y tengo
la libertad que viene de aceptar que no soy sino un ser humano, que tendré los
mismos problemas que todos los demás y que puedo afrontarlos igual que ellos”.
“Me siento libre. No sabía quién era cuando usaba la droga. Tenía una ima-
gen. Tenía que usar cocaína para mantener esa imagen. Ahora estoy descubriendo
quién soy realmente. Estoy despojándome de la máscara, y eso me da una enorme
sensación de libertad y de descubrimiento. Uno de los cambios principales es que
ahora acepto responsabilidades, mientras que antes me pasaba la vida eludiéndolas.
Ahora es estimulante aceptar responsabilidades”.
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La inSoportabLe inocencia deL cULpabLe
“No comencé en esto como cualquier otro joven, pillando un gramito entre va-
rios. La primera vez la probé con una pareja de amigos mayores que ya eran cocai-
nómanos, y consumíamos directamente al menos cinco gramos, una cantidad muy
elevada. Hay personas que son adictas durante años y no toman más de un gramo
diario. Aparentemente hacía la vida normal para una chica de esa edad, pero la
nieve (cocaína) ya me había atrapado.
También por esa época empecé a trabajar por la noche en discotecas, en cues-
tión de tres horas me podía acabar una botella de whisky, de ron o lo que fuera.
Luego otra, y otra… En realidad, me convertí en lo que los médicos llaman una
politoxicómana: porros, pastillas, mucho alcohol… Pero tan sólo he desarrollado
dependencia a la cocaína. Cuando reflexiono sobre lo que viví esos días, meses y
años, llego a la conclusión de que estaba anulada de sentimientos. Me di cuenta de
la gravedad de mi situación cuando me quedé embarazada. Creía que controlaba
mi adicción, pero no era así. Me seguía poniendo, en contra de mi voluntad. No era
capaz de parar, ni tan siquiera por mi hijo.
Y eso que mis padres nunca me han regañado, siempre han querido razonar
conmigo, explicarme en qué infierno me estaba metiendo. A ellos les ha costado
muchísimo entender que tienen una hija cocainómana. Que lo que padezco es una
enfermedad, una dependencia.
Es muy difícil olvidarte de la coca, porque cuando tienes hambre comes, cuando
quieres sexo, si es que quieres, lo buscas con tu pareja. Es agotador luchar contra
ella, es una guerra continua. Aunque dejes de consumir, la droga va a estar siem-
96
comienza Un nUevo diáLogo
pre en ese departamento, durante toda tu vida…muchos creen que está rodeada de
glamour.
Llevo ya tres meses en esta clínica y mañana es mi último día. Necesitaba estar
un tiempo encerrada en un sitio así, sin poder salir a la calle, y pasar el mono.
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La inSoportabLe inocencia deL cULpabLe
Pero lo peor que puedes hacer es pensar que estás curado y, cuando vuelvas a
la calle, pegarte un homenaje, como llamamos a los grandes consumos de perico.
Soy una dependiente, y enseguida puedo volver a caer. Así que cero homenajes,
cero pensar que estoy curada. Debo aprender a estar en la vida sabiendo que soy
una toxicómana. La gente que nos ayuda aquí, en la clínica, nos aconseja que
tengamos proyectos a corto plazo, que no hagamos grandes planes porque si no la
frustración puede ser mayor. Yo creo que me diré a mí misma: “Esta semana no voy
a consumir”. Lo que haga a la semana siguiente ya se verá.
Como comenta uno de mis compañeros de terapia, nuestro carácter no nos per-
mite estar sentados en una terracita tomando una Coca-Cola. Somos demasiado
impulsivos, tenemos que volver a nacer. ¿Sabré aburrirme, sabré estar sola, y enci-
ma con dinero en el bolsillo? Y siempre con esos miedos en la cabeza, torturándote,
sobre todo el de volver a defraudar a la gente que ha apostado por ti Cuando cual-
quier cosa de la vida cotidiana te la recuerde, como una segunda copa, o hasta un
folio blanco un poco doblado que veas al abrir un cajón, algo en ese departamento se
va a encender y tu cabeza te la va a pedir inmediatamente. La verdad es que tengo
mucho miedo a salir de aquí”.
Llegué a estar hasta cinco días, sin comer ni dormir. Sólo metién-
dome cocaína. El desagradable record, peligroso a niveles de perder
la vida lo tengo en diez gramos. Al quinto día, me quedé dormido con
las fosas nasales totalmente quemadas. Estuve en casa emparanoiado.
Oía un ruido en la escalera y me levantaba a mirar por la mirilla;
un ruido en la calle y miraba si era la policía, cuando no tenía nada
que ocultar. Fumar, esnifar. Siempre solo. Sin compañía. No cruzaba
palabra con nadie. En un momento determinado me convertí en un
consumidor solitario. Y no hacía nada. Era consumir por consumir.
Perder la vida, el tiempo, la moralidad, la mayordomía de mi vida.
98
comienza Un nUevo diáLogo
Hasta que la cocaína no sea vista como lo que realmente es, esto
irá a más, por lo menos en mi caso. Tienes que cambiar de vida; en mi
caso, radicalmente. Incluso, durante los próximos meses, debía rea-
lizar un trabajo terapéutico que me prohibía coger el coche y llevar
dinero encima. Estaba sujeto a las normas que me han puesto aquí en
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La inSoportabLe inocencia deL cULpabLe
En las comunidades por las que pasé, los tratamientos son largos,
de hasta nueve meses. Muchos ingresan a desintoxicarse en octubre,
cuando viene el frío, y al llegar la primavera se van otra vez a sus en-
tornos de consumo a ponerse hasta el próximo invierno. Un infierno.
Yo estuve nueve años en tratamiento.
“Di NO a las drogas” Vale. ¿Y ahora qué hago? Qué hago cuando
digo que no y luego, por la noche, acabo consumiendo. Ahora ya digo
sí, pero no quiero ¿por qué?, si yo esta mañana he dicho no. No se
enseña lo fundamental: esto es una adicción y afecta fisiológicamente
al cerebro desde el inicio.
100
comienza Un nUevo diáLogo
Deben ver síntomas claros que surgen. Otra cosa es que sepan
afrontarlos y ahí es donde remarco el tema de la información mal
dirigida. Nadie explica qué hace la cocaína, qué efectos tiene en cada
fase, cómo detectas a alguien colocado. Y es fácil. Yo entro a un bar y
te digo quién va puesto. Tampoco saben que pasar de una raya a un
gramo es sólo una cuestión de tiempo. Nadie ve cuánta gente como yo
acaba viviendo este tipo de experiencias con el consumo.
101
La inSoportabLe inocencia deL cULpabLe
Explícame mejor qué hago con esto que me pasa. Yo, si viera a un
joven metiéndose una raya, diria: “Y ahora te vienes conmigo, a ver
qué haces”, y lo grabaría en vídeo y se lo pasaría después. “Mírate”.
Y lo traería aquí: “Ésta es la realidad; no la que crees, de ponerte me-
dio gramo en la disco y ligar más que nadie. Eso sólo te mantiene el
consumo hasta que estás enganchado”. Hay que mostrar algo real, no
metáforas que no asustan a nadie, menos a quienes ya han probado la
cocaína, se necesita un programa estructurado que tratamos de desa-
rrollar en esta trilogía sobre la adicción.
102
comienza Un nUevo diáLogo
Querer no es poder.
Pensamiento fundamental en todo el proceso. Nadie quiere ser
adicto, se trata de una enfermedad crónica y progresiva. Si nos en-
frentamos a la sustancia con el mero “querer” a toda costa perde-
remos, nunca podremos vencer de esa manera. Está demostrado, se
hunde mucho más el adicto al encontrar el sentimiento de vergüenza,
de culpa y las atrocidades que se llegan a realizar en nombre de la
sustancia. No es posible enfrentar desde esa perspectiva. Todo adicto
quiere cambiar su situación, se parte de esa premisa. La voluntad de
momento tiene muy poco que hacer.
Tratamiento personal
El tratamiento debe estar adaptado a cada paciente de forma per-
sonalizada. La droga afecta de forma diferente a cada individuo, aun-
que existan patrones comunes. Cada persona es única y debe enfren-
tar su problema de forma individual.
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La inSoportabLe inocencia deL cULpabLe
Identificar
Es muy importante identificar y romper la cadena que lleva al con-
sumo y que empieza mucho antes de la primera raya y que son señales
de alarma sumamente importantes en el proceso.
El elemento clave
No importa la cantidad de consumo o la frecuencia del mismo para
determinar el grado de adicción y la manera de enfrentarla sino la obse-
sión (no sólo de consumir, también por la recuperación) y la pérdida de la
voluntad y el juicio. Ese es el elemento clave para tratar la enfermedad.
Motivación
Potenciar la escasa motivación inicial que irá en aumento a medida
que el paciente recobre su propia vida y perciba “la nube rosada” de
la abstinencia.
Entender
El paciente debe entender emocionalmente que su cerebro está afec-
tado y que nunca podrá volver a consumir cocaína sin perder el control
o sin experimentar desagradables consecuencias, aunque lleve un tiem-
po prolongado de abstinencia y crea que ya está todo solucionado.
Creer
La persona adicta debe creer en el tratamiento a corto y largo pla-
zo. Sin ese “creer” no es posible avanzar.
Tratamiento estructurado
El tratamiento debe estar bien estructurado por etapas y fases en el
tiempo. No es algo que se va a lograr de la noche a la mañana.
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comienza Un nUevo diáLogo
Abstinencia
La abstinencia debe ser total desde el primer día, esto no siempre se
creyó así, pero ahora está demostrado que no se puede graduar el consu-
mo para solucionar el problema ni suministrar sucedaneos de la cocaína.
Gestión de recaídas
La victoria sobre la adicción a la cocaína se encuentra en la gestión
de las recaídas. La solución surge de la derrota. Entre el consumo y el
adicto está la decisión.
Estilo de vida
Un nuevo estilo de vida, una nueva forma de pensar sin ningún
alterador del estado de ánimo, sean sustancias o no. Evitar la reacción
en cadena, el modo de pensar adictivo. Para esto se necesita entrena-
miento y práctica guiada por profesionales que sepan del tema.
Educación y familia
La educación, el punto de apoyo de la familia es vital. El control
externo y el control interno según sea el grado de necesidad o evolu-
ción del paciente.
Cambios de vida
La reforma pro-salud en el momento oportuno es una gran ayuda,
porque promueve cambios globales en la vida.
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La inSoportabLe inocencia deL cULpabLe
Responsabilidad
Entender que sólo uno es responsable de su propia recuperación y
es una tarea muy estimulante que puede proporcionar al adicto una
madurez que no tenía y capacitarlo para nuevas experiencias.
Tratar el entorno
Realizar acciones específicas dentro del entorno y de las posibilida-
des del paciente. (No conducir sólo, acompañarle en todo momento,
etc.). Esto debe ser evaluado junto al paciente y quien lo trata.
Estrategias
Estrategias específicas según la evolución que se presente en el pa-
ciente. Cada individuo es diferente, lo que resulta con uno no necesa-
riamente va a funcionar con otro.
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comienza Un nUevo diáLogo
“
“Una de las cosas que
se aprende después de
años de tratar con dro-
gadictos es que puedes dar-
le la espalda a una persona
pero nunca darle la espalda a
la droga, sobre todo si tienen
un cuchillo afilado frente a tus
ojos”.
JOHNNY DEPP
Actor
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La inSoportabLe inocencia deL cULpabLe
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comienza Un nUevo diáLogo
de La Luna
de mieL a La
traiciÓn
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Imagen © Mario Alberto Magallanes Trejo
“En resistir a las pasiones se halla la verdadera paz de corazón y
no en seguirlas” (Tomás de Kempis)
E
n general, si se tiene vulnerabilidad para la adicción, se la
tiene para todas las drogas, aunque, dentro de esa generali-
dad, hay, por ejemplo, gente que tiene vulnerabilidad para
la nicotina, pero no para la cocaína. ¿Por qué esa vulnera-
bilidad es tan común?
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La inSoportabLe inocencia deL cULpabLe
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de La LUna de mieL a La traición
Durante años, el lema de “sexo, drogas y rock & roll” estuvo li-
gado de forma irremediable a los mundos de la música y el cine. Sin
embargo, en la actualidad son muchos los famosos que se arrepienten
de aquellos locos días de vino y rosas y han reconocido públicamente
haber tenido un grave problema de adicción a las drogas, hecho que
demuestra la insuficiencia del éxito económico y social a la hora de
luchar con la enfermedad. De la luna de miel poderosa viajan a la
traición personas que supuestamente lo tenían todo en la vida. El pro-
blema se complica aún más cuando el individuo, en este caso con alto
poder adquisitivo no puede “comprar” una solución a su problema
y acaba fracasando también a la hora de ajustar las dosis, tratando
de tomar una droga antagonista para compensar los efectos de una
sustancia, como ocurre con el alcohol y la cocaína, el crak o las ben-
zodiacepinas (ansiolíticos).
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La inSoportabLe inocencia deL cULpabLe
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de La LUna de mieL a La traición
-La ONU alerta del “nivel alarmante” del consumo de esta dro-
ga, la cocaína, en Europa occidental y la prevalencia del consumo de
cocaína en España es del 2,2%, frente al 1,1% de media en Europa.
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La inSoportabLe inocencia deL cULpabLe
Como veis, es una cara cruel y extrema del peligro que corremos si
no atajamos el problema desde la formación y prevención. Debemos
abrir los ojos, todos somos vulnerables.
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de La LUna de mieL a La traición
Hay muchos factores, y son factores que tiene que ver con la bio-
logía de nuestro cerebro. Uno de ellos es que el cerebro humano, a la
diferencia de todos los demás órganos, continúa desarrollándose hasta
que cumplimos más o menos los veinte años.
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La inSoportabLe inocencia deL cULpabLe
Hay otro factor también muy diferente entre el cerebro del ado-
lescente y el cerebro del adulto, y es que el cerebro del adolescente
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de La LUna de mieL a La traición
aprende mucho más rápido que el cerebro del adulto, ¿por qué? Por-
que es mucho más neuroplástico.
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abre Los
ojos
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La inSoportabLe inocencia deL cULpabLe
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Las adicciones pasan factura
L
a dopamina es la responsable de la motivación, que es lo
que da el impulso para la vida. La motivación es importante
para la atención, el placer, las relaciones sociales y los pro-
cesos cognoscitivos. Sería buenísimo tener una píldora que
pudiera lograr que cualquier situación aburrida se transformara en
algo divertido. Eso es lo que generan estas sustancias sobre las que es-
tamos hablando: al aumentarse la dopamina, algo que es aburrido pa-
rece mucho más divertido. Hay gente totalmente inmotivada que tiene
niveles de dopamina muy bajos, y tiene altos riesgos de depresión. Si
tiene una vulnerabilidad hacia la depresión, eso aumenta el riesgo del
uso de las drogas. El cerebro está hecho para realizar conductas que
nos hagan sentir mejor. Si está deprimido, los estímulos sociales nor-
males no lo sacan de ese estado de apatía. Pero las drogas, por un rato,
sí. Imagina ver un mundo en blanco y negro que de repente se vuelve
de colores al tomar una droga.
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La inSoportabLe inocencia deL cULpabLe
1. Porque todo lo que algunos hacen no vale para ser aceptado por
ti.
6. Porque dentro del grupo hay que saber marcar la diferencia entre
lo inteligente y lo estúpido.
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La inSoportabLe inocencia deL cULpabLe
11. Porque ser distinto (en el sentido de ser más sensato) no es malo.
20. Porque no deberia ser tu grupo de referencia uno que tenga como
único interés el consumo de alcohol.
21. Porque beber cuando eres menor es muy malo para tu salud y
puede meterte en problemas legales.
22. Porque tienes que saber que las expectativas hacia el alcohol son
engañosas.
126
abre LoS ojoS
30. Porque tienes que aprender a medir los riesgos que quieres asumir.
40. Porque no todos los que beben son alcohólicos, pero todos los
alcohólicos empiezan bebiendo.
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La inSoportabLe inocencia deL cULpabLe
“¿Porque tú lo digas?”
53. Porque entiendo que eres rebelde por definición.
128
abre LoS ojoS
64. Porque nunca he necesitado tener una copa delante para nada
65. Porque lo que ves en casa, es lo que espero que hagas fuera.
100. Porque encuentro miles de razones por las que me siento orgu-
lloso de ti.
130
“
Las drogas son algo muy
egoísta. Va contra todos
los asuntos centrales de
las cosas en que creo: el sue-
ño arcádico de la liberación
de los sentidos, de no oprimir
a nadie ni ser oprimido”.
PETE DOHERTY
Poeta, músico, compositor, pintor,
actor, escritor y modelo británico
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sumar resta
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Pensando en nuestro futuro
U
no de los aspectos más importantes para comprender ésta
terrible enfermedad consiste en entender el proceso de
las recaídas. Es precisamente en ellas donde se encuen-
tran las herramientas para la victoria. Se deben analizar
a fondo para extender el tiempo entre la decisión del consumo y el
consumo. En ese proceso, existen claras llamadas de emergencia, avi-
sos, que el adicto sólo descubre tras la derrota. Mucho antes de que
el consumidor acceda a la sustancia se pueden descubrir los recursos
para evitarlo. Realmente se vence construyendo una nueva forma de
vivir y de pensar.
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La inSoportabLe inocencia deL cULpabLe
Llamamos adicción cuando una persona al tomar las drogas, pierde el control
sobre el consumo. A pesar de que no las quiere tomar ya más, no pueden
dejar de tomarlas. Esa pérdida del control es fundamental para noso-
tros como seres humanos, para ejercer lo que se llama la elección, el
libre albedrio.
136
SUmar reSta
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SUmar reSta
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La inSoportabLe inocencia deL cULpabLe
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SUmar reSta
un nuevo
despertar
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Imagen © Damian Stevens
conclusión
“Con tus manos me creaste, me diste forma. Dame entendimiento
para aprender tus mandamientos” (Salmo 119:73)
P
ara salir de la adicción lo más importante es cambiar de há-
bitos. Veamos un ejemplo en la droga ilegal más consumida
de momento por nuestros jóvenes, la marihuana. Al siste-
ma de la memoria principalmente lo afectan el alcohol y la
marihuana. La gente intoxicada con marihuana no puede aprender
porque el hipocampo está completamente extorsionado por su uso.
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Un nUevo deSpertar
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La inSoportabLe inocencia deL cULpabLe
Deseo que así sea, pero sin duda que sensibilizar a nuestra so-
ciedad, a nuestros colegios e instituciones, a nuestros educadores, a
nuestros adolescentes, a nuestras iglesias, es algo que tú puedes hacer
porque tú eres muy importante en la recuperación de adictos de tu
entorno que han perdido su estima propia, que se siente necesitados
de tu comprensión y ayuda porque sin vosotros, sin la familia, sin un
plan nuevo, sin el perdón, nadie sale adelante. El suicidio o la vida
esclavizada por la adiccion es un despropósito.
Nuestros hijos están en riesgo, no solo con la cocaína, sino con una
sociedad adictiva y una vida llena de peligros mucho más escondidos
de lo que parece.
146
Un nUevo deSpertar
Ahora he de aprender cómo vivir esta vida con muletas, con cica-
trices y heridas, con duelos por las desproporciones de lo que llegué a
hacer bajo los efectos de una adicción pero seguro de querer vivir una
vida nueva que encuentra en el evangelio, la buena noticia de Jesús,
un bálsamo de paz y un horizonte de esperanza.
Vivo felizmente casado con una mujer que no merezco y con dos
preciosas hijas que dicen sentirse orgullosas de su papá.
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Imagen © Rotorhead
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gLosario de términos
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gLoSario de términoS
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gLoSario de términoS
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gLoSario de términoS
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Imagen © Rotorhead
bibLiografía básica
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F ortaleza e diciones
librosfortaleza@gmail.com