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Introducción
El presidente Ezra Taft Benson (1899–1994) enseñó un principio
que es fundamental para este curso:
“El profeta viviente tiene el poder de darnos hoy las noticias que
necesitamos hoy… De modo que, lo más importante que podemos
leer son las palabras del profeta… que se encuentran cada mes en
las revistas de la Iglesia. Nuestras instrucciones para seguir adelante
se encuentran cada seis meses en los discursos de las conferencias
generales, que se imprimen en la revista Liahona” (véase “Catorce
razones para seguir al profeta”, Liahona, junio de 1981, págs. 2–3).
Comentarios
7.1
Preparar la mente y el corazón
La preparación es esencial para recibir y comprender la voluntad del
Señor. El Señor ha prometido: “… hablaré a tu mente y a tu cora‐
zón por medio del Espíritu Santo que vendrá sobre ti y morará en tu
corazón” (D. y C. 8:2). Recibirás la palabra del Señor más fácilmente
conforme prepares la mente y el corazón. El élder David A.
Bednar, del Cuórum de los Doce Apóstoles, enseñó la importancia
de prepararse y de buscar conocimiento activamente:
“NeS nos enseña: ‘Cuando un hombre habla por el poder del Santo
Espíritu, el poder del Espíritu Santo… lleva [el mensaje] al corazón
de los hijos de los hombres’ (2 NeS 33:1). Observen que el Espíritu
lleva el mensaje al corazón, pero no lo introduce necesariamente en
su interior. Un maestro puede explicar, demostrar, persuadir y testiS‐
car con poder y eScacia espirituales; sin embargo, el contenido de
un mensaje y el testimonio del Espíritu Santo penetran el corazón
solo cuando lo permite el receptor. Aprender por la fe abre el
camino que conduce al interior del corazón…
7.2
7.2.1
Descubrir las doctrinas y los principios
A medida que estudies los discursos de conferencia general, busca
declaraciones claras de doctrinas y principios del Evangelio.
Encuéntralas y márcalas de una manera que te permita repasarlas y
recordarlas. El repasar declaraciones de las doctrinas y los princi‐
pios, y meditar sobre ellas, puede fortalecer tu comprensión de
verdades del Evangelio y tu compromiso de vivir de conformidad
con ellas. A continuación Sguran unos cuantos ejemplos de doctri‐
nas y principios que se han enseñado en conferencias generales:
Élder Richard G. Scott (1928–2015), del Cuórum de los Doce
Apóstoles:
7.2.2
Descubrir las aclaraciones o interpretaciones de las Escrituras
Los profetas tienen una función importante en la interpretación y
aclaración de las Escrituras. A continuación se dan algunos
ejemplos:
7.2.3
Correlacionar pasajes entre los discursos y las Escrituras
A medida que descubras aclaraciones e interpretaciones de las Escri‐
turas, podría ser útil anotar la referencia del discurso de conferen‐
cia en el margen junto al pasaje de las Escrituras que se enseña o
aclara. A continuación se citan algunos ejemplos:
7.2.4
Descubrir exhortaciones, invitaciones o mandamientos
A medida que busques exhortaciones, invitaciones y mandamientos,
aprenderás las cosas especíScas que debes hacer para estar en armo‐
nía con la voluntad del Señor. Quizá te sea útil subrayar esas decla‐
raciones en tu ejemplar de la revista Liahona para que te ayude a
encontrarlas más tarde. Estos son ejemplos de ese tipo de
declaraciones:
“A quienes les sea posible asistir al templo, les aconsejo que vayan
con frecuencia” (“Abundantemente bendecidos”, Liahona, mayo
de 2008, pág. 112).
7.2.5
Buscar bendiciones prometidas y lo que debemos hacer para
reclamarlas
Los profetas a menudo hacen promesas a quienes sigan los princi‐
pios que enseñan. El buscar las bendiciones prometidas puede
inspirarnos a vivir con rectitud. A continuación Sguran dos ejem‐
plos de ese tipo de promesas:
Presidente Henry B. Eyring, de la Primera Presidencia:
7.2.6
Detectar palabras y frases que se repiten
Las palabras y frases que se repiten pueden destacar el mensaje
central del orador. Por ejemplo, el presidente Dieter F. Uchtdorf,
de la Primera Presidencia, utilizó repetidamente la frase “solo unos
grados” a lo largo de un discurso de conferencia para hacer hincapié
en que “la diferencia que existe entre la felicidad y la amargura de
las personas, de los matrimonios y de las familias muchas veces se
debe a un error de solo unos grados” (“Cuestión de solo unos
grados”, Liahona, mayo de 2008, págs. 57–60). De manera similar, el
presidente Uchtdorf repitió la frase “la fe de nuestros padres” en un
discurso más tarde en esa misma conferencia general a medida que
nos aconsejó recordar la fe de aquellos que prepararon el camino
delante de nosotros (“La fe de nuestro Padre”, Liahona, mayo de
2008, págs. 68–70, 75).
7.2.8
Descubrir listas
Es posible que los oradores utilicen listas para describir un proceso,
tal como el arrepentimiento, o partes de un principio. Por ejemplo,
el presidente Komas S. Monson enumeró “atributos de un verda‐
dero poseedor del sacerdocio de Dios”. En su lista incluyó “el atri‐
buto de la previsión”, “el atributo del esfuerzo”, “el atributo de la
fe”, “el atributo de la virtud” y “el atributo de la oración” (“Un real
sacerdocio”, Liahona, noviembre de 2007, págs. 59–61). El descubrir
listas a medida que estudias discursos de la conferencia te puede
ayudar a resumir y organizar la información que contienen, lo cual
te ayudará a entender y recordar las enseñanzas y a ponerlas en
práctica en tu vida.
7.2.9
Buscar declaraciones de “si… entonces” y de causa y efecto
Busca declaraciones que aclaren los efectos de acciones especíScas;
estas señalan consecuencias y bendiciones. A continuación se dan
algunos ejemplos:
Presidente Henry B. Eyring, de la Primera Presidencia:
7.2.10
Prestar atención a palabras y frases que presenten un punto o
una conclusión especí?cos
Las palabras tales como “así” “Snalmente” y “recuerden”, y las
frases como “por tanto”, “por consiguiente”, “en conclusión” y “en
resumen”, presentan puntos o conclusiones principales. A conti‐
nuación se dan algunos ejemplos:
7.2.11
Hacer preguntas
El hacer preguntas acertadas promueve el aprendizaje y permite
que el Espíritu Santo te enseñe más allá de las palabras que se
pronuncian. Mientras estudies los discursos de la conferencia,
aprende a hacer preguntas como las siguientes:
7.2.12
Anotar impresiones espirituales
A medida que re^exiones sobre los consejos que se den en la confe‐
rencia general, puedes recibir ideas e impresiones del Espíritu Santo
personalizadas a tus necesidades y a tu nivel de madurez espiritual.
El anotar ideas en un diario personal o en un cuaderno puede
ayudar a arraigarlas en tu mente y en tu corazón. Quizá también
desees anotar algunas metas para tu superación personal. Repasa
regularmente tus notas y metas y evalúa tu progreso.
El élder Richard G. Scott (1928–2015), del Cuórum de los Doce
Apóstoles, explicó una bendición adicional que recibimos al regis‐
trar nuestros pensamientos:
7.2.13
Buscar los testimonios de los testigos especiales del Señor
Los testimonios poderosos que ediScan la fe son grandes fuentes de
fortaleza para nuestro propio testimonio. Pocas veces se siente el
Espíritu tan fuerte como cuando se comparten testimonios. A conti‐
nuación Sguran dos ejemplos de ello:
“Dios permita que todos andemos en la luz, tal como Dios nues‐
tro Padre está en la luz, a Sn de que, de acuerdo con las promesas,
la sangre de Jesucristo, Su Hijo, nos limpie de todo pecado”
(véase “El poder puriScador de Getsemaní”, Liahona, julio de
1985, pág. 11).
7.2.14
Memorizar declaraciones signi?cativas
El Señor dijo que lo que Sus siervos digan “cuando sean inspirados
por el Espíritu Santo será Escritura” (D. y C. 68:4). En vista de ello,
el consejo que el élder Richard G. Scott (1928–2015), del Cuórum
de los Doce Apóstoles, dio sobre citar y memorizar pasajes de las
Escrituras con exactitud también se podría aplicar a las palabras de
los profetas vivientes:
7.2.15
Estudiar discursos sobre el mismo tema
El estudiar más de un discurso dado sobre el mismo tema a menudo
hará resaltar temas donde se puso énfasis y brindará perspectivas
adicionales. Por ejemplo, en la Conferencia General de octubre de
2007, el élder Robert D. Hales, del Cuórum de los Doce Apóstoles,
habló sobre la revelación personal, y el élder Richard G. Scott,
también del Cuórum de los Doce, habló sobre seguir la revelación
para guiar nuestras decisiones (véase “Revelación personal: Las
enseñanzas y el ejemplo de los profetas” y “La verdad: La base de las
decisiones correctas”, Liahona, noviembre de 2007, págs. 86–92). En
la Conferencia General de abril de 2006, los élderes M. Russell
Ballard y Richard G. Scott, del Cuórum de los Doce Apóstoles,
hablaron sobre compartir el Evangelio. El élder Ballard habló sobre
invitar a amigos y vecinos a nuestro hogar como una manera de
compartir el Evangelio con ellos, y después de ese discurso, el élder
Scott habló de la preparación de los misioneros en el hogar y en la
Iglesia (véase “Cómo crear un hogar en el que se comparta el Evan‐
gelio” y “¡Ahora es el momento de servir en una misión!”, Liahona,
mayo de 2006, págs. 84–90)
7.2.16
Crear una biblioteca con tus notas y con los ejemplares de la
revista Ensign o Liahona que contengan los discursos de la
conferencia
Conserva los ejemplares de las revistas de la Iglesia que contengan
los discursos de la conferencia y también las notas que hayas tomado
al estar escuchando o estudiando los discursos, a Sn de que puedas
consultarlos más adelante. El hacerlo te permitirá comparar esos
mensajes e ideas pasados con los que recibas después. También
podrás ver cómo ciertos principios y doctrinas se repiten en muchas
conferencias y podrás correlacionarlos. Además, mejorará tu capaci‐
dad para acudir a las palabras de los profetas durante oportunida‐
des de enseñanza, tales como en la misión, en un discurso en la
reunión sacramental, en clases de la Iglesia o en la noche de hogar.
7.2.17
Poner en práctica lo que se aprende
La meta de tu estudio del Evangelio debe ser vivir el Evangelio
mejor; no es solo lo que sabes, sino lo que haces con lo que sabes, lo
que te brindará mayor felicidad en la vida. Debemos ser “hacedores
de la palabra, y no tan solamente oidores” (Santiago 1:22). A medida
que pongas en práctica lo que aprendas, desarrollarás una mayor
comprensión del Plan de Salvación y un deseo más fuerte de
compartirlo con los demás. La felicidad se obtiene cuando acepta‐
mos y vivimos de conformidad con el consejo del Señor y Sus
profetas.
¿De qué manera puedo usar esto para enseñar a los demás en
cuanto a un principio del Evangelio?
Puntos para meditar
Considera una decisión o un desafío especí/co al que estés haciendo frente.
¿En qué forma los mensajes de la conferencia general más reciente de la Igle‐
sia ayudan a abordar esa cuestión?
Asignaciones sugeridas
Elige técnicas para el estudio que se describen en este capítulo que desees
poner en práctica durante tu estudio personal. Comienza un estudio personal
de los discursos de la conferencia general más reciente haciendo uso de esas
técnicas para el estudio.
Anota los consejos dados en la conferencia general más reciente en los que
sientas que debes trabajar. Escribe metas y haz compromisos de conformidad
con lo que el Espíritu del Señor te indique.
Lee las revistas de la Iglesia. Pon atención en particular a los mensajes escritos
por los integrantes de la Primera Presidencia y otras Autoridades Generales.