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Pérez Liñán
Pérez Liñán
¿Por qué comparar? ¿Con qué objetivo era visto cada vez más como un género
debemos contraponer y contrastar nuestros menor (decir que algo es “puramente
casos de análisis en ciencia política? La descriptivo” resulta hoy en día un
publicación, hace más de 35 años, del reconocido insulto) y en donde la
artículo “La política comparada y el método verificación de hipótesis explicativas, no su
comparativo” de Arend Lijphart, ofreció una formulación, constituyó el foco del
respuesta fundacional a estas preguntas, entrenamiento metodológico de las nuevas
una respuesta que en buena medida generaciones.
constituyó el campo de la política
comparada tal como lo conocemos hoy en En este breve ensayo deseo destacar que,
día. Lijphart concluyó que la comparación si bien el argumento fundacional de Lijphart
constituye una estrategia de prueba de resultó clave para la conformación de la
hipótesis, junto con los estudios de caso, el disciplina (y ha dado lugar desde entonces
análisis estadístico y el método a una fascinante literatura sobre
experimental. Frente a los estudios de caso, metodología de análisis con una “N
la comparación tiene la ventaja de pequeña”), su repetición incesante en los
permitirnos observar cierta diversidad en el cursos sobre metodología y política
fenómeno de interés, y frente al análisis comparada nos ha llevado a ignorar
estadístico, de permitir un mayor algunas otras, y muy buenas, razones para
conocimiento de los casos históricos. Sin comparar. Si bien estas funciones no
embargo, señaló el autor, la estrategia revisten tanto caché en el mundo científico
comparativa presenta un desafío como la tarea de justificar hipótesis
fundamental: el análisis de pocos casos a explicativas, su utilidad a la hora de
menudo nos impide eliminar explicaciones desarrollar un proyecto de investigación
alternativas que compiten con la hipótesis puede resultar enorme. Por ese motivo, no
principal, ya que la presencia de estos debemos dejar de reflexionar sobre ellas
factores coincide con el comportamiento de como parte de nuestro repertorio analítico.
nuestra variable explicativa. Así, el
síndrome de “muchas variables y pocos En primer lugar, el acto comparativo cumple
casos” se ha identificado desde entonces importantes funciones cuando se trata de
como la principal debilidad del describir el mundo que nos rodea: en el
procedimiento comparativo para la prueba contexto de descubrimiento, nos ayuda a
de hipótesis (Lijphart 1971). formar nuevos conceptos, mientras que en
el contexto de justificación, resulta
Este influyente texto de Lijphart estableció necesario para ejercer cualquier forma de
dos principios fundamentales: en primer inferencia descriptiva. En segundo lugar, y
lugar, el acto comparativo tiene una función tal como afirmara Lijphart, la comparación
explicativa, no meramente descriptiva; en es clave para explicar la vida política: en el
segundo lugar, la comparación pertenece al contexto de descubrimiento, resulta clave
contexto de justificación de nuestras para la formulación de hipótesis, mientras
hipótesis, no meramente al contexto de su que en el contexto de justificación resulta
descubrimiento. Estos argumentos útil (pero a menudo demasiado débil) para
inmediatamente legitimaron la práctica ejercer la inferencia causal. En conjunto,
comparativa en el contexto de una ciencia estas cuatro funciones ofrecen un amplio
política posterior a la revolución rango de motivos para comparar.
conductista, en donde el trabajo descriptivo
“la comparación (es) como un puzzle, como ese juego de paciencia que consiste en
componer una figura a partir de la combinación de trozos, cada uno de, los cuales
contiene una parte de la misma. La noción de puzzle nos remite a la idea de una tarea
por emprender, de dialogo permanente entre la apariencia de similitud que inspira una
primera mirada y el encastre de la explicación de los procesos en las realidades
concretas” (GEARY, M y PINILLOS, C. 2004. P. 98)
Contrastar lo propio y lo ajeno, el mundo decir los autores Badie y Hermes porque
que no se corresponde con lo que nos “…comparar ayuda ante todo a conocer y
rodea, fue siempre objeto de las conocerse”.
preocupaciones mundanas y filosóficas, Ahora bien, en el presente ensayo
porque nos ayudaba a comprender qué nuestro interés es problematizar el
era lo que daba entidad no sólo a lo alcance espacial de la comparación
propio sino también a aquello foráneo. En producto del influjo globalizador sobre el
esta labor reflexiva, apelar a la Estado Nación; en definitiva, nos
comparación se vuelve un acto proponemos volver una vez más a la
fundamental, ya que supone contrastar lo pregunta que se hiciera el ayo italiano
nuestro y lo vuestro, lo mío y lo tuyo, lo acerca de ¿qué comparar? (Sartori,
bárbaro y lo griego, para la comprensión 1994) aunque amoldando nuestra
de cualquiera de estos1 , o como gustan respuesta a los nuevos tiempos y las
“nuevas” tendencias de comparación.
1
Es interesante observar en este punto que la Cabría decir que a lo largo del tiempo,
gama de opiniones que se escudriñan en la mera las respuestas a esta pregunta han sido
sentencia de que la comparación sirve para múltiples y variables, especialmente si
comprender es demasiado amplia, y con caminos
tenemos en cuenta el espacio como
que en más de una oportunidad se bifurcan y
entrecruzan. Por ejemplo en este punto las dimensión de nuestro fenómeno de
opiniones recuperadas por G. Sartori: “ Przeworsky estudio (ya sea que pensemos en los
llega incluso a sostener que `la investigación límites de las polis de Aristóteles, de las
comparativa no consiste en comparaciones, sino en repúblicas y principados en Maquiavelo,
explicaciones… el objetivo general de la
investigación entre países consiste en entender ´ ”;
“Ragin escribe que el saber comparado `…nos da campo, cuyo intento es ´construir una teoría
la clave para comprender, explicar e interpretar ´ ”; explicativa empíricamente falseable´ ” (Sartori, G.
“Mayer redefine la política comparativa como un 1994: P. 30-32)