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EL TESTIMONIO COMO CATEGORÍA TEOLÓGICA FUNDAMENTAL 207

EL TESTIMONIO COMO CATEGORÍA TEOLÓGICA


FUNDAMENTAL

Marta Garre Garre

OBJETIVO pósito-, analizar si el testimonio como


categoría antropológica-teológica si-
Con la categoría del testimonio gue siendo válido desde el punto de
como categoría teológica fundamental vista de la credibilidad como la forma
se trata, en definitiva, de hacer inteli- concreta para expresar esta realidad
gible -en la medida de lo posible-, el fundante del hombre.
problema central de la teología, que es
la presencia del Absoluto en el mundo,
en la historia y en el hombre. FUNDAMENTACIÓN BÍBLICA:
Sólo si esto se logra, la categoría DEL CONTEXTO PROFANO AL
de testimonio, que hunde sus raíces en CONTEXTO BÍBLICO
la experiencia humana, seguirá siendo
válida como categoría teológica funda- Semánticamente el término testi-
mental en la medida en que se presente monio viene del griego martyria (de-
como respuesta que realiza, plenifica claración de un testigo) apareciendo
y consuma la autotrascendencia del en el NT treinta y siete veces, corres-
hombre. Una autotrascendencia que, en pondiendo la mayor frecuencia a los
las sociedades avanzadas, tendentes al escritos joánicos y el resto se distri-
ámbito de la sola inmanencia, aparece buye entre Marcos, Lucas-Hechos, las
con frecuencia truncada e irrealizada. Pastorales y el Apocalipsis. De estos
Corresponde a la reflexión teológi- pasajes, sólo en Jn 1,7 y en Ap 11,7 tie-
ca fundamental -y, este es nuestro pro- ne un sentido activo1 “la acción de dar

1 Cf. J. Beutler, “Martyria” en Diccionario exegético del Nuevo Testamento, H. Balz-


Gerhard Schreider (eds) Salamanca 1998, 175.

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testimonio” y en el resto conserva un dos los judíos conocen la conducta de


sentido pasivo: significa el testimonio él y pueden atestiguarla (Hch 26,25;
dado, la deposición de un testigo (Mc 22,5; 23,11; 2 Cor 8,3; Rom 10,2; Gál
14, 55.56.59; Lc 22,71) o, en un senti- 4,15). También cuando se refiere a un
do más general, el testimonio “en sen- testimonio de la Escritura: la justifi-
tido figurado” (Ti 1,13)2. cación de Dios está “atestiguada por
Otro tanto ocurre con el verbo mar- la ley y los profetas” (Rom 3,21) o la
tyreo: dar testimonio, atestiguar o tes- “buena confesión que Jesús “testificó
tificar que usado en sentido absoluto ante Poncio Pilatos” (1 Tim 6,13) que
significa dar testimonio (1Jn 5,6ss: es habrá de servir de ejemplo a Timoteo.
el Espíritu el que da testimonio de Je- Más claramente se ve en Hch 8,12-20
sucristo o también el que afirma solem- en el que los fariseos vuelven a formu-
nemente como en Jn 12, 17: la gente lar la acusación contra Jesús de que él
que estaba con Jesús cuando llamó a es testigo a favor de sí mismo y por
Lázaro de la tumba daba testimonio o tanto, su testimonio no es fiable (Hch
Jn 13,21 “el que tiene mis mandamien- 8, 13).
tos y los guarda…yo le amaré y me De entre todos estos pasajes, puede
manifestaré a él”). observarse cómo el testimonio bíblico
A ello hay que añadir que en la ma- reviste un carácter público y jurídico
yoría de los treinta y tres testimonios y, más aún, cuando este es utilizado en
del verbo martyreo que hallamos en un sentido absoluto, es decir, cuando es
el evangelio de Juan encontramos la Cristo mismo el testigo o el que ates-
construcción “la confrontación con los tigua (Jn 3,11-32ss; 18,37) o es Dios
judíos o judeos” que se oponen al men- quien da testimonio acerca de Jesús (Jn
saje de Jesús, tiene los rasgos de un 5,31-4) o es el Espíritu (Jn 5,6-12).
proceso judicial, como indican otras Esto quiere decir que el sentido
expresiones judiciales ( ……. ). Un religioso del testimonio coincide con
matiz jurídico vuelve a tener en Mateo su aspecto profano que es de donde lo
23, 31: Los escribas atestiguan en con- ha tomado la revelación misma para
tra de ellos mismos que son los hijos expresar una de las relaciones funda-
de los que dieron muerte a los profetas mentales que unen al hombre con Dios,
(Mt 23,31) a diferencia de Lucas que como es la cuestión del seguimiento y,
prefiere un sentido figurado del térmi- dentro de esta, del testimonio. Esta nos
no (Lc 4, 22-2) y, de nuevo, un empleo lleva a explorar los datos de esta ex-
más marcadamente forense lo encon- periencia humana del testimonio para
tramos en los discursos de Pablo: to- analizar qué tipo de transformación nos

2 La palabra de un profeta (poeta pagano) es un testimonio sobre los cretenses: el


epískopos según 1Tim 3,7 tiene que dar “buen testimonio”, es decir, debe poseer buena repu-
tación ante los de fuera.

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indica la revelación que ha de sufrir la ro en su palabra, se trata de declarar o


realidad humana para convertirse en declararse en favor de alguien o contra
realidad teológica. alguien; en un testimonio en el que está
Efectivamente el concepto de tes- en juego la vida de alguien, el testigo
timonio nace en un contexto judicial, no solo expresa su convicción íntima
el cual es fundamental porque confiere sobre la inocencia o culpabilidad del
al testimonio un carácter público. En acusado sino que se compromete por
este contexto se pueden distinguir tres entero en su deposición, su palabra es
niveles: en su grado más débil, ates- autoimplicativa: ser y decir coinciden.
tiguar significa referir lo que uno ha Esta autoimplicación en un contexto de
visto u oído, puesto que se trata de di- hostilidad puede llegar hasta el punto
rimir una cuestión que ha sido elevada de que el testigo selle su adhesión a
a la publicidad y de ofrecer datos que la causa que defiende con el sacrificio
permitan juzgar y decretar de parte de de su vida, en cuyo caso se convier-
quién está la razón o el derecho. De- te en martyr y este es el tercer nivel.
bido a este contexto judicial, el tes- Este cambio semántico en función del
timonio no tiene un simple valor de grado de compromiso, responde his-
información sino que está destinado a tóricamente a un largo proceso4 en el
influir en los jurados y el juez que se que progresivamente se fue pasando
apoyan en él como en un argumento de un concepto genérico de testigo de
para pensar, valorar y decidir; no se un hecho al concepto más concreto de
trata por tanto, de una simple narra- testimonio de una verdad hasta el testi-
ción descriptiva sino de un hecho mo- monio que se da con el derramamiento
ral porque su declaración va a llevar de la propia sangre.
a un discernimiento en el destinatario Con respecto a este último, tanto
del cual se exige cierto rebajamiento en el AT como en el NT aparecen los
de la razón en el sentido de que ha de rasgos que pueden ir configurando un
otorgar cierta confianza a la palabra primer esbozo del concepto de martyr,
del testigo que se convierte para el que pero en ninguno de los dos aparece
no ha visto ni oído, en un sustitutivo este término de forma explícita5. Es
de la propia experiencia3. a partir del martyrium Policarpi (año
Llegamos al segundo nivel en el 155) cuando aparece el concepto de
que el testigo se compromete por ente- mártir en la acepción que hoy posee y

3 Cf. R. Latourelle- R. Fisichella, “Testimonio” en Diccionario de Teología Funda-


mental, Madrid 1992, 1524.
4 Cf. R. Fisichella, “Martirio” en Diccionario de Teología Fundamental, 860.
5 El NT nunca relacionó de forma directa la idea del martirio con la aceptación de la
muerte, quienes más se acercan son 1Pe 4, 12-19 y la teología paulina (Rom 6, 4-15; Gál 5,
16-25; 1Cor 6,11-10.31; 13, 4-7; 2Cor 5, 14-15; 1Tim 6,12) que relacionan la misión evan-
gelizadora con la aceptación del sufrimiento.

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comienza a desarrollarse una auténtica embargo, su sentido religioso nos su-


teología sobre el martirio fundamenta- braya algunos matices del testimonio
da en Cristo6. que en el contexto profano pueden pa-
Por otro lado, en el evangelio de san sar inadvertidos y que, sin embargo, en
Juan el testigo es Cristo (Ap1,5; 3,14) y nuestra opinión, nos revelan las claves
para Cristo atestiguar significa revelar- que hoy siguen validando el testimo-
se, darse a conocer: todo lo que es y de nio como realidad teológica y más aún,
dónde viene, es decir, del Padre7. Pero como categoría teológica fundamental.
fijémonos que, a pesar de que Cristo Veamos las diferencias.
solo dice lo que ha visto y oído junto al
Padre, no dice nunca qué es lo que ha
visto u oído, porque el objeto del testi- EL TESTIMONIO COMO
monio de Jesús es el mismo Jesús (Jn REALIDAD TEOLÓGICA
8,13-20). Cristo es, por tanto, el testigo
absoluto, el que lleva en sí mismo la En el evangelio de Juan Jesús da
garantía de su testimonio. También en testimonio de aquel núcleo más íntimo
este caso la identificación del testigo y personal que escapa a la percepción
con su palabra adquiere su grado sumo, de los que le rodean. A través de sus
puesto que el testimonio de Jesús es, en gestos y acciones Jesús trata de poner
este sentido, la autoexpresión más pro- al descubierto quién es él y quién es el
funda de su identidad personal. Y esta Padre, esto es, su identidad última. En
identidad personal tiene un nombre: es el contexto profano, decíamos que el
el Padre (1,18). testigo no sólo expresa su convicción
Este análisis nos lleva a concluir íntima sobre la inocencia de una per-
que, en el testimonio en sentido reli- sona, sino que se compromete por en-
gioso, se cumplen por entero las tres tero con su palabra y su acción hasta el
facetas fundamentales que define el punto de que negar esa inocencia sería
testimonio en sentido profano: el con- negarse a sí mismo. Lo cual implica,
texto judicial en el que nace (y que le en primer lugar, que el ser humano es
da un carácter público), la vertiente capaz de autoposeerse pero, además, es
experiencial (lo que es objeto de tes- también capaz de autoexpresarse8, se
timonio ha sido experimentado por el está expresando a sí mismo como libre
testigo) y la consistencia o fiabilidad en la plenitud de su existencia porque
del testimonio (relacionada con la está siendo capaz de disponer de sí
cuestión de la verdad o falsedad). Sin mismo para manifestarse a los demás,

6 Cf. R. Fisichella, “Martirio”, 858-862.


7 Cf. R. Latourelle- R. Fisichella, “Testimonio”, 1529.
8 J. O. Tuñi, “Testimonio” en Diccionario teológico de la vida consagrada, A. Apari-
cio Rodríguez- J, Canal Casas, Madrid 1989, 1724.

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haciendo de su propia persona un don, EL TESTIMONIO COMO


y en este sentido, el testimonio, según CATEGORÍA TEOLÓGICA
Rahner, es siempre una realidad teoló- FUNDAMENTAL
gica.
Del mismo modo, en el ámbito de Para poder cumplir la misión que
las relaciones interpersonales, no tene- a la Teología Fundamental le asigna
mos acceso a la intimidad personal si la Encíclica Fides et Ratio (estudiar
no es a través del testimonio libre de la la revelación y su credibilidad con el
persona sobre sí misma a través de una correspondiente acto de fe, nº 67) el
confidencia que es revelación o descu- concepto de testimonio y su derivación
brimiento de su propio interior. semántica de martyr resulta fundamen-
Decíamos además que, en el con- tal dentro de la dimensión apologética
texto profano, la fe en el testimonio re- para poder dar respuesta al texto clási-
quería cierto rebajamiento de la razón co que ha sido asumido desde siempre
y cierta confianza en la palabra del tes- como el acto fundacional de la teología
tigo. Esta confianza no es suficiente en fundamental: “Estad siempre dispues-
el caso del testimonio religioso, donde tos a dar razón de vuestra esperanza”
se nos dice que el hombre no es capaz (1P 3,15). A pesar de que el texto de
de acoger por la fe el testimonio de 1Pe 3,15 fue escrito en un contexto
Cristo sin una atracción interior (6,44) de persecución y martirio que estaba
que es don del Padre y testimonio del viviendo la Iglesia, hoy, como dice R.
Espíritu (1Jn 5, 9-10)9. Esto es lo que Fisichella11, la condición de posibilidad
hace que por acción de la gracia el tes- de la Teología Fundamental no ha de
timonio se interiorice y haga al hombre ser la polémica o la persecución, sino
abrirse al don de la fe. El testimonio se la fuerza de la verdad vivida coheren-
convierte entonces en una confesión de temente que sabe abrirse al don de la
fe narrada a través de la propia vida10, evangelización.
lo cual tiene una fuerte implicación: el La dimensión apologética o dialo-
evangelio de Juan no concibe una fe gal contextual ha de buscar hacer inte-
sin confesión. Según 1Jn 3, 18 no basta ligible tanto para el creyente como para
con tener una doctrina verdadera sobre el no creyente –y, especialmente para
el amor, hay que practicarlo testimo- este último-, el contenido de la revela-
nialmente (1 Jn 3,16; 17-18). ción cristiana como propuesta sensata

9 Cf. R. Latourelle- R. Fisichella, “Testimonio”, 1530.


10 El evangelio de Juan es también una confesión de fe que se ofrece de forma narrativa
(1.34; 1,49; 4,42; 6,69; 11,27; 20,28; 20,30-31) (Cf. J. O. Tuñi, “Testimonio”, 1730).
11 Cf. R. Fisichella, Introducción a la Teología Fundamental, Navarra 1993, 60.

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de credibilidad12, y para ello, qué mejor ción que siempre estará latente en lo
signo que el testimonio silencioso de más íntimo de su ser.
hombres y mujeres en quienes se pal- El signo de credibilidad, en este
pa en ejercicio el amor del Verbo de la caso, es la transformación de la huma-
vida: en ellos la salvación del hombre nidad que por invasión de la gracia de
no se deduce, sino que se hace trans- Jesucristo se ha obrado en la naturaleza
parente13. humana y que ha hecho de la vida de la
Después del Concilio se habla de persona una realidad llena de sentido.
testimonio de vida para designar la san- En el caso de Madre Teresa, también
tidad de vida en cuanto que es fuerza tenemos ante nuestros ojos la consa-
de atracción para los que viven fuera gración de una vida que se hace total
de la iglesia, como muestra claramente donación de sí en el amor y por ella to-
la exhortación apostólica de Juan Pablo dos (musulmanes, budistas, creyentes,
II Christifideles Laici (1988). Como indiferentes, ateos) se sienten cuestio-
dice Bergson14, la fuerza de atracción nados ante ese foco de amor que ella
del testimonio se debe a su discreción enciende a su paso. En este sentido, Pie
misma:”Los santos no tienen nece- Ninot apuesta por una “martiría signi-
sidad de exhortar; no tienen más que ficativa” de la esperanza cristiana en la
existir, su existencia es una llamada”. que se propone la esperanza cristiana
G. Marcel declara:”Me he encontrado desde el testimonio, entendido como
con seres en los que se sentía la reali- experiencia de martiría15.
dad de Cristo tan viva que no me era Estamos aquí ante una interpreta-
lícito dudar de ella”. Y así se explica ción nueva y, en nuestra opinión, más
la fuerza de atracción de hombres y globalizante del concepto de mártir que
mujeres como el P. Kolbe, muerto en supera incluso la puerta que abre LG
Auschwitz en 1941, el arzobispo Óscar 42 al hablar no explícitamente del que
Romero del Salvador, muerto en 1980 da la vida por Cristo, sino de aquellos
o Madre Teresa: en ellos se ve a Cristo que en medio de las persecuciones, que
que pasa amando. Su vida no es una de- nunca faltan a la Iglesia, están dispues-
mostración sino una muestra del amor tos a confesar a Cristo y a seguirle por
que les hace vivir. el camino de la cruz, cuya definición
Estamos ante un grado sumo de parece estar dada con vistas a las nue-
autoposesión de la propia vida y sobre vas formas de martirio a las que hoy
todo, de la propia libertad, que se ofre- asistimos.
ce al hombre, en nuestra opinión, como Curiosamente, en nuestra opinión,
una promesa de plenitud y de supera- el concepto de mártir vuelve así a ocu-

12
S. Pié Ninot, La Teología Fundamental, Salamanca, 20066 ,75-76.
13
Cf. R. Latourelle- R. Fisichella, “Testimonio”, 1534.
14
H.L. Bergson, Les deux sources de la morale et de la religión, París 19322, 29-30.
15
S. Pié Ninot, La Teología Fundamental, 76.

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par el centro de la reflexión teológica cisión y como ejercitación de la liber-


fundamental como signo del amor de tad y apertura a la alteridad.
una vida que se abre hasta hacerse total En este sentido, Sabiduría y pro-
donación de sí porque se destruye tam- fetismo son probablemente las dos
bién el yo en la medida en que se está palabras fundamentales que contienen
gastando u orientando la vida desde la los ingredientes necesarios que confi-
relación amorosa; es decir, se es testigo guran el testimonio creyente a favor de
en la medida en que nuestra vida es una Dios que hoy necesita nuestro mundo.
“relación” de amor que se va asumien- Sabiduría, porque necesitamos estar
do de una forma progresiva. adiestrados en el conocimiento de las
ciencias que nos hagan buenos cono-
cedores de la conciencia humana (an-
CONCLUSIONES tropología, filosofía, psicología, histo-
ria); profetismo, porque, como dice el
El camino hacia Dios pasa hoy por papa Francisco en su carta Apostólica
el prójimo, por la ciudad y por el mun- “Testigos de la alegría”, el profeta es
do. Por ello, como dice H. Fries, “Hoy el centinela que vigila por la noche y
toda teología o es teología fundamen- sabe cuándo llega el alba (cf. Is 21,11-
tal o no es teología”16. Y esto supieron 12)”. Antropológicamente hablando,
hacerlo como nadie hombres como K. veíamos cómo sólo quien tenga los
Rahner o J. Alfaro, pues no basta con ojos abiertos y los oídos atentos podrá
proclamar el kerigma, sino que hay que ser testigo. Pero, si el testigo es el que
relacionarlo con el hombre y la reali- está interesado en lo que le rodea, es el
dad. que vive de alguna manera fuera de sí
La prueba de ello la tenemos, sin y, en este sentido, en la medida que el
más, en el misterio de un Dios trinitario testimonio es un salir de sí mismo, es
que si es creíble, es porque se nos ha también un autotrascenderse: lo que le
encarnado en Jesucristo como amor y eleva a categoría teológica, pues es la
sólo lo conocemos amándolo17. expresión de la persona que en su po-
La reflexión teológica fundamental, seerse a sí misma, se autotrasciende18.
en nuestra opinión, debe saber integrar Desde un punto de vista exclusiva-
hoy en el discurso sobre Dios todo lo mente humano o antropológico, el tes-
que el hombre es: como inteligencia timonio no es un tipo de conocimiento
o razón que conoce el ser y las cosas, inferior, sino al contrario, es medio pri-
como potencia de discernimiento y de- vilegiado de expresión del ser íntimo

16 H. Fries, “Estado actual de la Teología Fundamental” en Selecciones de Teología


(http:// www. Seleccionesdeteología. net).
17 O. González de Cardedal, El hombre ante Dios, Salamanca 2013, 81.
18 J. O. Tuñi, “Testimonio”, 1724.

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personal, pertenece al misterio de la y se autocomunica siempre y qué mejor


libertad y, por lo tanto, la única manera modo éste de hacer inteligible para los
de entrar en comunión con la persona y hombres y mujeres de hoy, el salto a la
participar de su misterio. trascendencia, más allá del mundo de
Desde un punto de vista bíblico- la inmanencia por ellos conocido.
teológico, hace participar al hombre El concepto bíblico de testimonio
-por analogía-, de la autonomía y liber- enriquece, pues, la categoría humana
tad de un Dios que ha escogido la cate- para convertirse en categoría teológica
goría del testimonio para autorrevelar- fundamental.
se en el Hijo y por medio del Espíritu. Del resultado de nuestro análisis,
Con respecto a nuestra disciplina, el testimonio como categoría teológi-
-la Teología Fundamental-, habremos ca fundamental, se constata así como
de concluir de lo dicho que el núcleo expresión suprema de revelación del
más profundo del ser humano se mani- misterio de Dios que anida en el cora-
fiesta siempre como un descentramien- zón del hombre y como el mejor signo
to que desde el punto de vista cristiano de credibilidad de todo quehacer teo-
tiene su fundamento último en el mis- lógico que tome plenamente en serio a
terio de un Dios que se autotrasciende Dios y al hombre.

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