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Lectura Obligatoria S1
Lectura Obligatoria S1
1.1. Introducción
Este primer capítulo pretende dar una visión de carácter descriptivo de los elementos que componen un sistema
eléctrico de potencia y de las razones que justifican la evolución histórica que han seguido. Se persigue con ello
una introducción gradual en el tema, junto con una sistematización de conocimientos adquiridos con anterioridad.
Para motivar el análisis de los sistemas eléctricos, conviene plantear primero algunas ideas generales en relación
con la importancia que ha alcanzado el uso de la energía eléctrica en el mundo de hoy y las razones que han llevado
a su desarrollo.
La Figura 1.1 muestra el diagrama de flujo energético observado en Chile en el año 1970, antes del a uge del gas
natural y de la privatización del sector eléctrico, distinguiendo entre las distintas fuentes energéticas y los tipos
de uso final (balance energético Endesa 1980).
Eléctrica
7551
La Figura 1.2 resume la situación para Chile 31 años más tarde (de acuerdo con el balance energético del año
2001 realizado por la Comisión Nacional de Energía). Se observa el cambio estructural en el uso de energía que
provoca la entrada masiva del uso de gas natural en Chile a partir del año 1996. También se aprecia que en Chile
el porcentaje de uso final de la electricidad es cercano al 40 %. Este uso masivo , propio de casi todos los países,
se debe al bajo costo de la electricidad en relación con otros insumos . De hecho, la energía eléctrica se ha hecho
indispensable para la industria y se requiere en casi todos los procesos productivos modernos.
Por otra parte, el valor de la energía eléctrica consumida anualmente representa un valor apenas cercano al
2 % del PIB (P roducto Interno Bruto) . Además, son pocos los productos incl-ustriales en los que el valor de la
energía eléctrica requerida supera el 1 % del valor del producto. No obstante, y aunque no se refleje en el costo , la
electricidad es indispensable para su fabricación.
1.3. RAZONES PARA EL ElvIPLEO 1'I/fASIVO DE LA ELECTRICIDAD 3
Esto lleva a una importante conclusión: un racionamiento de energía eléctrica no puede ser valorado por el
costo de la energía no vendida, sino mediante una cifra que represente el valor de la producción industrial perdida,
que puede llegar a valores significativamente mayores (por ejemplo O, 5 a 1 U S$ / k W h).
Finalmente, si se analizan las inversiones requeridas para operar y desarrollar los sistemas eléctricos de potencia,
en relación con las inversiones totales hechas cada año por el país, se llega a cifras importantes: entre el 6 y el
10 % de las inversiones anuales se destinan al sector eléctrico. Además, el rápido crecimiento de los consumos (se
duplican cada diez a quince años en los países en vías de desarrollo), hace que las inversiones requeridas crezcan
en forma importante con el paso del tiempo.
Para ilustrar esta idea, consideremos que para abastecer 1 k~V hay que efectuar inversiones en centrales, líneas
de transmisión y redes de distribución, por algo así como 2,000 U S$. En Chile, con un crecimiento medio anual del
consumo del orden de los 350 a 400 A1~V, esto significa inversiones anuales (medias) superiores a los 700 millones
i de dólares. Lo anterior explica el imperativo de buscar rendimiento máximo para estas fuertes inversiones; lo que
requiere de una planificación cuidadosa, uso de las tecnologías de producción más eficientes, métodos de explotación
óptimos, control de gestión, etcétera.
I A estas alturas, surge de manera natural la interrogante sobre cuáles pueden ser las razones que justifican la
preferencia del empleo de la electricidad en desmedro de otras formas de energía. Esta preferencia deriva funda-
t mentalmente de tres hechos:
¡;~
1.3.1. Facilidad (comodidad) de conversión a otras formas de energía
La energía eléctrica se transforma directamente en muchas otras formas de energía (mecánica, térmica, lumi-
nosa, química) con excelentes rendimientos, y cualesquiera que sean las cantidades transformadas. Además, estas
transformaciones se realizan en equipos sencillos de operar.
Es esta comodidad, más que la posible economía, la que ha llevado al uso masivo de la electricidad.
Sin embargo, existen campos específicos de uso donde, por razones económicas o culturales, la conversión no
ha resultado atractiva (por ejemplo, transporte, calefacción, cocina eléctrica, etcétera).
todo el combustible transportado es convertido en energía eléctrica, con rendimientos normales del orden de 30 %,
aproximadamente. Se incluyen el costo de instalación y las pérdidas de explotación.
La mayor comodidad del transporte eléctrico queda refrendada por la siguiente comparación: para transportar
la generación de una central eléctrica a carbón de 1 GlV se requieren 2 circuitos de 500 k V. Si la central fuese
instalada cerca del consumo eléctrico, para transportar las 333 toneladas de carbón por hora necesarias se requeriría
una flota de trenes de 7 vagones, saliendo cada 5 minutos.
1.5.2. Frecuencia
De las nmchas frecuencias empleadas inicialmente (16~, 25, ·JO, 50, 60 Hz, etcétera), se han mantenido solo unas
pC)cClS. La elección ha sido más bien arbitraria v de compromiso, dado que no existen razones definitivas en f;::tvor
de ninguna. de ellas.
Entre las razones que haríall a.ccHlsejable una frecuencia baja. están:
1.5. CARACTERÍSTICAS TÉCNICAS 5
• El hecho de que las impedancias crecen con la frecuencia, casi linealmente hasta los 50 Hz, aproximadamente
(incluso más rápidamente a frecuencias mayores, debido al efecto pelicular);
• Que el funcionamiento de los motores con colectores es menos crítico a frecuencias bajas (tanto es así que
solo a partir de la década de 1960 ha sido tecnológicamente posible desarrollar motores monofásicos con
colector a frecuencias de 50 Hz);
• Que las interferencias (inducciones) en los circuitos telefónicos vecinos a las líneas crecen con la mayor
frecuencia de la red, etcétera.
• Las fluctuaciones de la iluminación de las ampolletas incandescentes y los tubos fluorescentes durante cada
ciclo son menos notorias;
• El ahorro en costo y peso que implica el hecho de poder reducir la sección de los circuitos magnéticos en
algunos equipos eléctricos, como los transformadores (en que E = k·j·B·S), de.modo que para tensión E, e
inducción B dados, a mayor frecuencia j corresponde menor sección S; etcétera.
Se podría buscar el equilibrio económico de todas estas variables. Cálculos aproximados llevan a pensar que
el óptimo estuvo inicialmente en torno a los 50 Hz, pero que con el desarrollo tecnológico se ha desplazado hacia
frecuencias algo mayores. De cualquier forma, a estas alturas ya se ha producido la normalización de frecuencias
en los distintos países, sin que se llegara a un acuerdo internacional único.
Es así como los países europeos y asiáticos, más algunos latinoamericanos del cono sur, en los que la electri-
ficación fue iniciada por empresas europeas, como Chile, Bolivia, Paraguay, Uruguay y Argentina, han adoptado
50 Hz, mientras que EUA y la mayoría de los países latinoamericanos, en los que la electrificación fue iniciada
por empresas norteamericanas, adoptaban 60 Hz. La evolución histórica ha llevado incluso a que en muchos paí-
ses (Japón, Brasil, México, Venezuela, etcétera) coexistan sistemas en distintas frecuencias. La unificación de los
sistemas implica transformar uno de ellos, con los consiguientes costos y dificultades.
que dependerá de la importancia del sistema o de los consumos. Para cada sistema, y para cada etapa de él, habrá
entonces una topología diferente. .
l. Sistemas radiales son aquellos en los que desde una determinada subestación salen uno o más alimentadores
(en inglés, feeders) , cada uno de los cuales puede o no ramificarse, pero que jamás vuelven a encontrar un
punto común. Estos sistemas, sencillos y fáciles de controlar y proteger, son evidentemente los más baratos,
pero los que menos seguridad de servicio ofrecen.
En la práctica se suelen extender alimentadores vecinos, tomados desde una misma subestación, o incluso
desde subestaciones separadas, hasta puntos muy cercanos entre sí, donde se unen mediante elementos de
interrupción que permanecen abiertos durante la operación normal. Esta disposición permite, en caso de
alguna perturbación importante, retomar el servicio desde el alimentador vecino, pero siempre en forma
radial.
Se verá en 1.7.4 que las redes de usuarios y las redes de distribución secundaria son casi siempre radiales.
2. Sistemas en anillo (bucle) son aquellos en los que se aumenta la seguridad de servicio alimentándolos
en paralelo desde dos o tres fuentes a la vez, mediante líneas continuas, sin interrupciones. El número de
anillos así formado es siempre reducido y cada uno puede contener derivaciones más o menos importantes y
ramificadas.
En caso de problemas con una de las fuentes (transformador), es posible mantener la alimentación de los
consumos desde las fuentes restantes. Si falla uno de los anillos, es posible aislar el tramo fallado y alimentar
los consumos desde ambos lados en forma radial. lVIientras mayor sea el número de tramos en que se pueda
dividir el anillo, mayor será la seguridad, pero también el costo. Por último, la protección y el control de un
anillo son más complicados y caros que los de un alimentador radial.
Se verá en 1.7.4 que los sistemas de repartición están estructurados casi siempre en anillo. También lo son,
al menos en los países industrializados, los sistemas primarios de distribución.
3. Sistemas enmallados son aquellos en los que todas las líneas forman anillos, de manera que se llega
a una estructura semejante a una malla. Esta disposición exige que todos los tramos de línea acepten
sobrecargas permanentes, y estén premunidos de equipos de desconexión en ambos extremos. Se obtiene así
la máxima seguridad, aunque también al mayor costo. Este tipo de redes se emplea en sistemas de transmisión
importantes, así como en la distribución de algunas grandes urbes, como Nueva York o París.
En todo caso, es necesario tener presente que en un sistema de este tipo no es posible, en general, dirigir
la corriente (potencia) de manera que fluya por una determinada línea, ya que ello ocurre en función de las
leyes de Kirchhoff, de acuerdo con las impedancias que estén operando en paralelo. Esto implica, además,
que cualquier perturbación en el flujo por una línea repercute de inmediato sobre otras.
~
Rectificador Inversor
~ ____~ ~---~W~rnn0 __~________~nnnn W
-rJ ~ "'jI
I
Agua
A
Vapor Turbina a vapor
B
Gas Turbina a gas
e
con inversor
Viento
se genera la energía eléctrica, por converSlOn a partir de una fuente energética. En la Figura 1.5 se presentan
esquemáticamente las principales fases en los procesos de generación más usados en la actualidad.
El fluielo que acciona las distintas familias ele turbinas se obtiene ele diversas fuentes de energía primaria. En el
caso elel agua éste proviene de ríos y embalses; en el caso del vapor , de calderas, reactores o yacimientos geotérmicos ;
en el caso del gas, de combustibles fósiles ; y en el caso del viento, de lugares con regímenes eólicos apropiados.
En esencia, todos estos procesos se basan en el aprovechamiento de la energía del fluido y su conversión, mediante
turbinas, en energía cinética que mueve al generador eléctrico.
Existe aelemás una gran variedad de fuentes ele energía no ligadas a un fluido, en su m ayoría renovables. En
general, estas soluciones tecnológicas generan electricidad en corriente continua, a partir del aprovechamiento
de energía primaria ele tipo químico, solar, etcétera. Un esquema general de estas tecnologías se muestra en la
Figura 1.6, donde además se aprecia que para el aprovechamiento final se requiere un proceso ele inversión, para
transformar la corriente continua en corriente alterna trifásica.
~~
~
Solar, Celdas fotovoltaicas
B
Gradientes de salinidad
otras e
otras
Como usualmente la transmisión de energía eléctrica se realiza a niveles elevados de t ensión (sobre 110 kV) ,
es necesario agregar, además, un transformador de subida que permita realizar esta tarea.
- Las turbinas p oseen características muy diferentes según sea el elemento motor empleado (agu a, vap or , gas ,
etcétera).
En el caso de las centrales hidroeléct ricas se distinguen las turbinas Pelton , FrancÍs y Kaplan (Figura 1.7).
E l tipo de turb ina por utilizar dependerá de la a ltura de caída (7n) y del caudal (1'11,3/ seg) de agua aprovechado.
La Figura 1. 8 muestra los rangos de altura de caída y gasto de agua en que se emplean estas t urbinas.
100
S
~
"O
';
e.J
~
"O
~
:...
10
....=
~
Las turbinas térmicas, entre las que se distinguen las turbinas a vap o r (Figura 1.9), las t urbinas d e gas y
los moto res diésel, giran a velocidades mayores que las turbinas hidráulicas.
Las turbinas no se analizarán con mayor profundidad en este texto.
- Los g eneradores, que transforman la energía mecá ni ca. entregada por la t urbina en energía eléctrica, se verán
con cierto detalle en el capítulo 3. Normalmente son máqui nas sincrónicas, aunque en algunos casos especiales
(cent rales pequeñas, no atendidas, y ubicadas en lugares en los que el sisterna p ueda. proporcionar la. potencia
1.6. LAS CENTRALES GENERADORAS 9
reactiva que consumen) se pueden usar máquinas asincrónicas (capítulo 4). Un inconveniente de los generadores
asincrónicos es el no poder partir si el sistema no ha sido previamente energizado por otras centrales sincrónicas.
El tamaño de los generadores sincrónicos ha crecido enormemente en los últimos años, una vez resueltos los
problemas t ecnológicos que implica la extracción del calor (refrigeración por hidrógeno a presión o por agua).
Operan con tensiones que van desde los 400 V para las unidades muy pequeñas (algunos k TV) hasta unos 20 a 25
kV para las unidades mayores (500 a 1000 NIW).
Los generadores acoplados a turbinas térmicas , por su gran rapidez, son del tipo de rotor cilíndrico (ver Figura
1.10 derecha), con pocos pares de polos. Los alternadores acoplados a turbinas hidráulicas, más lentos , son del
tipo de polos salientes (ver Figura 1.10 izquierda), con un mayor número de polos.
Figura 1.10: Rotores de generadores sincrónicos, Central hidroeléctrica (izquierda, cortesía IN G ENT RA), Central
térmica (derecha, cortesía AES GENER)
- Los transformadores (Figura 1.11) se analizarán con cierto detalle en el capítulo 5. Pueden ser unidades
trifásicas, o también bancos formados por la conexión apropiada de unidades monofásicas. En su fabricación se
emplean aceros y disposiciones especiales, con el fin de reducir las pérdidas. La limitación en cuanto a la posibilidad
de extraer el calor generado ha retardado la construcción de unidades grandes.
- Potencia (o capacidad) máxima de un equipo es la mayor potencia que puede suministrar (o absorber) ,
durante un lapso breve de tiempo, en condiciones variables según el tipo de equipo. Excede a la potencia nominal
en el valor de la sobrecarga admisible.
- Potencia instalada es la suma de las potencias nominales de los equipos generadores existentes en una central
dada.
- Potencia media es el cociente entre la energía E en-
tregada por una central durante un período T, y la duración
de dicho período:
E JoT P(t)dt
Pmed = T = T (1.1)
Son atractivas por sus bajos costos de operación (casi cero), pero requieren normalmente inversiones elevadas
(por sobre los 1,000 US$/klV), fundamentalmente en obras civiles para controlar el caudal, con lo cual los costos
medios de generación resultan del orden de los 15 a 20 US$/NfWh. Las condiciones adecuadas para su insta-
lación no se dan en todos los países, y donde existen, quedan a menudo alejadas de los grandes consumos. Otras
características de estas centrales son la facilidad y rapidez para partir y tomar carga, lo que en algunós casos
es posible incluso en lapsos del orden de los dos minutos, y la inexistencia de pérdidas mientras está detenida.
En este sentido son muy adecuadas para tomar, a un costo mínimo, la demanda durante las horas de punta. Su
construcción implica una intervención sobre el medio ambiente que, salvo en el caso de grandes embalses, no es de
importancia ni mayor que la de otras obras civiles (caminos, canales, poblaciones). Su operación puede adaptarse
de modo de minimizar conflictos con el medio ambiente.
Según la forma de manejar el caudal se distinguen:
1. Centrales de pasada, en las que no es posible almacenar agua, y la generación debe seguir las fluctuaciones
del agua disponible. solo pueden trabajar en la base de la demanda (ver capítulo 8).
Figura 1.14: CentraJes de embalse (izquierda: Central Rapel; derecha: Central Raleo, Cortesía de ENDESA)
12 CAPÍTULO 1. LOS SISTEMAS ELÉCTRICOS DE POTENCIA (SEP)
ll
disponibilidad de gas natural, las centrales de
Generador , "TU,arbinas
gas /, G enera d or
ciclo combinado han adquirido mayor popular-
l' r-~/
idad. Desde el punto de vista del medio am-
Gases de
n¡n L--)J-
biente, presentan los mismos problemas de las
centrales térmicas convencionales. Como em-
salida" ~ ~l ~---" -1 Generador
1.6.9. Los grupos (motores) diésel Figura 1.16: Central de ciclo combinado
Los motores diésel constituyen un medio apropiado de generación en sistemas pequeños (por ejemplo, Aysén,
l\IIagallanes). Suelen ser empleados también como grupos de emergencia. Se fabrican en tamaños que van desde
algunos kW hasta los 30 J\;1W. Estas máquinas se caracterizan por tener una partida rápida (algunos minutos) y
por presentar un funcionamiento eficiente en un amplio rango de cargas. Requieren de abastecimiento de aire y
combustible, así como de agua para refrigeración.
14 CAPÍTULO 1. LOS SISTEMAS ELÉCTRICOS DE POTENCIA (SEP)
La potencia es proporcional al volume~ de los cilindros, a la presión media y a la velocidad (rpm). En función
de este último concepto , se clasifican en:
• Máquinas semirrápidas, 400 a 600 rpm, que usan una mezcla de fuel oil con diésel; y
mecánicas, el conductor no es un tubo sólido, sino que está formado por cierta cantidad de hebras trenzadas
(Figura 1.19 izquierda).
Figura 1.19: Izquierda: conductor núcleo de acero (Cortesía de INGENTRA); derecha: cable de poder (Cortesía ABB)
Las estructuras son usualmente metálicas (acero galvanizado, corten, etcétera), salvo para líneas de menor
tensión (menor altura), en que pueden ser postes de concreto o incluso de madera. La altura sobre el suelo del
conductor más bajo está especificada por normas , de manera de evitar posibles contactos con vehículos, personas ,
etcétera.
En los casos en los que no se puede usar líneas aéreas (cruces marinos , en la parte céntrica de las ciudades,
en la salida de la casa de máquinas de las centrales, etcétera), se emplean los cables de poder (Figura 1.19
derecha), esto es, conductores convenientemente aislados y protegidos, que pueden ser enterrados o sumergidos
en el agua. Las dificultades de enfriamiento pueden llevar a usar por ejemplo aceite como refrigerante adicional,
dejando hueco el núcleo central del cable.
Figura 1.20: Esquema general de una subestación abierta (se detalla una sola fase)
16 CAPÍTULO 1. LOS SISTEl'vIAS ELÉCTRICOS DE POTENCIA (SEP)
Figura 1.22: Interruptores de poder, cámara horizontal (izquierda) , cámara vertical (derecha)" (Cortesía de ENDESA)
Los desconectadores o isoladores son equipos que no pueden interrumpir corrientes fuertes, por lo que solo
1.7. SISTEA1AS DE TRANSMISIÓN 17
1. Redes de usuarios, que alimentan directamente un número no demasiado grande de aparatos domésticos
o de pequeños motores, cuyas potencias individuales varían entre algunas decenas de Watt (ampolletas) y
algunos kW (estufas, motores, etcétera). Como estas redes se desarrollan en su mayor parte dentro de los
edificios de los usuarios, deben ser fáciles de aislar, con el fin de asegurar máxima seguridad a las personas.
Para ello deben utilizar tensiones bajas, del orden de los 200 a los 400 V entre fases, en qu-e para aislar basta
una delgada capa de material (huincha, papel o plástico). En estos sistemas no se requiere ser demasiado
estricto en cuanto a continuidad de servicio, por lo que normalmente se emplean redes radiales, de estructura
simple y barata, fáciles de controlar.
2. Redes industriales, que son redes de usuarios que requieren potencias más elevadas, del orden de las
decenas de kW, y que por ello usan tensiones del orden de los 500 a 600 V entre fases, e incluso del orden
de los 5 klí , si las potencias son aun mayores.