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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA.

MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA EDUCACIÓN


UNIVERSITARIA
MINISTERIO DEL PODER POPULAR DE ECONOMÍA, FINANZAS Y
COMERCIO EXTERIOR
ESCUELA NACIONAL DE ADMINISTRACIÓN Y HACIENDA PÚBLICA
CATEDRA: DESARROLLO PERSONAL
3er Semestre “G “- 2022-II

Procedimientos tributarios previstos en el código


orgánico tributario en sede administrativa

Profesor: Mery Guevara Elaborado por:


Marcano Mariangeles C.I: 29.637.206
Azacón Ivana C.I: 26.576.318

CARACAS, NOVIEMBRE DE 2022

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ÍNDICE PÁG.
Introducción......................................................................................................3
Disposiciones generales...................................................................................4
Comparecencia y notificaciones ..................................................................5,6,7
Régimen Jurídico.........................................................................................7,8,9
Plazos y efectos ..................................................................................9,10,11,12
El procedimiento de verificación.............................................................12,13,14
Conclusión......................................................................................................15
Fuentes consultadas..................................................................................... 16

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INTRODUCCIÓN
La asignatura de “Derecho Tributario. Procedimientos Tributarios” constituye una parte
fundamental del Derecho Financiero y Tributario que explican el cauce jurídico por el
que se relacionan la Administración Tributaria (cualquiera que esta sea, es decir,
estatal, autonómica o local) y los contribuyentes, con ocasión de la liquidación,
inspección, recaudación, devolución o revisión de cualquier tributo, así como de la
posible imposición de sanciones por incumplimiento de su obligación de pago. La
administración tributaria es la institución facultada para realizar todas las actividades
necesarias en materia tributaria, permitiéndole ejercer las funciones de control fiscal
realizando procedimientos de fiscalización y determinación de la obligación tributaria.
Estos procedimientos buscan comprobar la veracidad de la información presentada
por el contribuyente para la liquidación del impuesto que le corresponde. En
cumplimiento del principio de la buena fe; sin embargo, el contribuyente también
espera de la administración, que sus actuaciones sean legitimas y transparentes.

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DISPOSICIONES GENERALES
La Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, establece que el sistema
tributario procurará la justa distribución de las cargas públicas según la capacidad
contributiva de los contribuyentes, de acuerdo con los principios de generalidad,
progresividad, legalidad, no confiscatoriedad y la prohibición de obligaciones tributarias
pagaderas con servicios personales.
Asimismo, se ordena que el sistema tributario se sustentará en el principio de
eficiencia con la finalidad de elevar la calidad de vida de la población y proteger la
economía nacional. Estos, principios constitucionales de orden tributario se
constituyen en garantía para los ciudadanos y en especial para los contribuyentes
frente al poder de imperio del Estado. El conjunto normativo está integrado por la carta
fundamental como lo es la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, el
Código Orgánico Tributario (como norma matricial), y las leyes y reglamentos que
regulan los diferentes tributos entre otros, el impuesto, esto sobre la renta, al valor
agregado, sucesiones y donaciones, alcoholes y especies alcohólicas, cigarrillos y
tabacos, contribuciones parafiscales y sociales.
Además, forma parte del sistema tributario las competencias asignadas por la
Constitución y las leyes a los estados y Municipios, y por medio de la cual ejerce la
potestad tributaria autónoma con las limitaciones establecidas en el ordenamiento
jurídico nacional. En tal sentido, al hablar de un sistema tributario se debe articular
tanto el Poder Nacional como el Estadal y el Municipal, los entes y órganos con
competencia para el control, recaudación y administración de las contribuciones
especiales y de las tasas.

COMPARECENCIA Y NOTIFICACIONES
Las notificaciones constituyen el mecanismo por excelencia para informar o comunicar
a los interesados el contenido de los actos administrativos de efectos particulares
dictados con ocasión a un procedimiento administrativo, y su finalidad consiste en
hacer del conocimiento a los interesados sobre la existencia de un procedimiento o un
acto administrativo; así, la notificación de los actos administrativos, constituye una
herramienta para que se realice el derecho a la defensa, por ello, resulta adecuado
afirmar que si el proceso constituye una garantía, el acto mediante el cual se
materializa dicha garantía fundamental, es la notificación . El fundamento
constitucional se encuentra principalmente en el numeral 1 del artículo 49 de la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela según el cual debido proceso
resulta aplicable a todas las actuaciones administrativas y en consecuencia:
“La defensa y la asistencia jurídica son derechos inviolables en todo estado y grado de
la investigación y del proceso. Toda persona tiene derecho a ser notificada de los
cargos por los cuales se le investiga; de acceder a las pruebas y de disponer del
tiempo y de los medios adecuados para ejercer su defensa (...)”.

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De forma que, la Administración tiene la obligación de notificar los actos de efectos
particulares que afecten los derechos de los ciudadanos de cara a que estos
adquieran eficacia y teniendo como finalidad la garantía de la defensa y del debido
proceso. administrativos, en los artículos 72 al 77, de la Ley Orgánica de
Procedimientos Administrativos Forma de las notificaciones: procedimiento y contenido
La Ley Orgánica de Procedimientos Administrativos en el artículo 73, establece lo
siguiente:
“Se notificará a los interesados todo acto administrativo de carácter particular que
afecte sus derechos subjetivos o sus intereses legítimos, personales y directos,
debiendo contener la notificación el texto íntegro del acto, e indicar si fuere el caso, los
recursos que proceden con expresión de los términos para ejercerlos y de los órganos
o tribunales ante los cuales deban interponerse”
Ahora bien, el modo en que debe hacerse esa notificación lo determinan los artículos
75 y 76 de ese mismo texto legal. La regla es que la Administración debe proceder, en
primer término, a agotar la notificación en el domicilio o residencia del interesado, a
que se refiere el artículo 75 de la Ley Orgánica de Procedimientos Administrativos, y
en caso de resultar impracticable aquella, debe procederse a la publicación en prensa
a que se refiere el artículo 76.

 Procedimiento para la práctica de las notificaciones


A. La notificación en el domicilio o residencia Como se indicó, en el primer supuesto
debe el artículo 75 de la Ley Orgánica de Procedimientos Administrativos, se
establece una notificación en el domicilio o residencia del interesado, de la forma
siguiente: “La notificación se entregará en el domicilio o residencia del interesado o de
su apoderado y se exigirá recibo firmado en el cual se dejará constancia de la fecha en
que se realiza el acto y del contenido de la notificación, así como del nombre y cédula
de identidad de la persona que la reciba”. Como se observa, la norma no requiere que
la recepción sea necesariamente del interesado, considerando que no establece que
sea efectuada en la persona del interesado, sino que se dispone que esta sea
practicada en su “domicilio o residencia”, es decir, que puede recibir la notificación
cualquier persona que se encuentre en el domicilio o residencia; igualmente, podrá
efectuarse la notificación en el domicilio o residencia del apoderado del interesado.
De la misma manera establece el citado artículo 75, que se exigirá recibo firmado (de
la persona que reciba en el domicilio o residencia del interesado o de su apoderado),
en el cual (el funcionario actuante o la persona que recibe en el domicilio o residencia
del interesado o de su apoderado), dejará constancia de la fecha en que se realiza el
acto, así como del nombre y cédula de identidad de la persona que la recibe; en
cuanto a la constancia del “contenido de la notificación”, ello se encuentra plasmado
en la boleta de notificación, por lo cual no parece necesario que la persona que reciba
en el domicilio o residencia del interesado o de su apoderado, escriba nuevamente
todo el “contenido de la notificación”, bastando para la validez del acto la constancia
de la fecha en que se realiza el acto, así como del nombre, cédula de identidad y firma
de la persona que reciba en el domicilio o residencia del interesado o de su apoderado
No obstante, lo anterior, cuando la notificación la recibe personalmente el
expedientado no hay dudas sobre su práctica efectiva, ello, con independencia a que
el lugar de recepción no sea “el domicilio o residencia”; así, cuando el receptor no es el

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interesado pueden plantearse problemas en torno a la eficacia de esa notificación. En
ese caso, la validez de esta notificación será inobjetable en la medida en que la
condición de “domicilio o residencia” del lugar en el que se practica la notificación sea
inobjetable. Esto solo podría ser así, si durante el procedimiento que resulta en el acto
que se notifica se ha exigido al interesado que señale un lugar como su “domicilio o
residencia” y él lo hace, o bien si lo hace de manera espontánea. También podría
ocurrir si en el expediente de personal que reposa en el órgano o ente, consta que el
propio interesado ha señalado su “domicilio o residencia”. Otra manera válida sería
obtener el “domicilio o residencia” que ha declarado el interesado ante la
Administración tributaria en el Registro de Información Fiscal o en la Declaración
Jurada de Patrimonio, mediante información que debería ser solicitada formalmente al
órgano o ente competente según sea el caso. Si no es así, esa notificación debe ser
tenida por una notificación no practicada.

 Las notificaciones mediante la publicación de cartel Como antes se expresó, el


segundo supuesto para la práctica de las notificaciones es mediante la
publicación de cartel y se encuentra contenido en el artículo 76 de la Ley
Orgánica de Procedimientos Administrativos, el cual dispone lo siguiente:
“Cuando resulte impracticable la notificación en la forma prescrita en el artículo
anterior, se procederá a la publicación del acto en un diario de mayor circulación de la
entidad territorial donde la autoridad que conoce del asunto tenga su sede y, en este
caso, se entenderá notificado el interesado quince (15) días después de la publicación,
circunstancia que se advertirá en forma expresa”.
En tal sentido, se deben precisar dos aspectos;
a) los supuestos de notificaciones impracticables; y,
b) el contenido del cartel de notificación.
Los supuestos de notificaciones impracticables resultan necesarios señalar que
existen cuatro (4) supuestos que usualmente constituyen casos de notificación
impracticable, a saber:
1) Que, no se cuente con la dirección del domicilio o residencia o que, teniéndola, el
domicilio o residencia no exista o no pueda ser ubicado.
2) Que, existiendo y habiendo sido ubicado domicilio o residencia, no se encuentre en
el lugar persona alguna.
3) Que, encontrándose el domicilio o residencia, y encontrándose allí personas (o
incluso al propio interesado), aquellos se nieguen a recibir o a firmar la notificación
A todo evento, el órgano de control fiscal debe agostar la notificación en los términos
antes indicados mediante visitas en diferentes oportunidades (fechas y horas
variantes), que deberían efectuarse como mínimo en tres (3) oportunidades; también,
agotado el procedimiento anterior en el supuesto que se cuente con la dirección del
domicilio o residencia pero que no exista o no pueda ser ubicado, antes de declarar
como impracticable la notificación, deberían adelantarse gestiones para la ubicación
de un nuevo domicilio o residencia por lo expresado ante la Administración el
interesado (por ejemplo, el Registro de Información Fiscal o la Declaración Jurada de
Patrimonio), información que debería ser solicitada formalmente al órgano o ente con

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competencia según sea el caso y ante un resultado positivo, intentar practicar la
notificación en la nueva dirección aportada por la Administración.

RÉGIMEN JURÍDICO
Entre las materias reservadas a la Ley, y que por tanto forman parte de la formulación
actual del principio de la legalidad tributaria, está la facultad de establecer los
procedimientos jurisdiccionales y administrativos, en cuanto estos signifiquen una
limitación o regulación de los derechos o garantías individuales. Este aspecto nos
conduce a decir algunas palabras sobre los recursos administrativos y sobre el recurso
contencioso-tributario.
Además de la revisión de oficio que corresponde a la Administración tributaria sobre la
legalidad de sus actos, dispone el Código Orgánico Tributario que:
Los actos de la administración tributaria de efectos particulares o generales que
determinen tributos, apliquen sanciones, o afecten en cualquier forma los derechos de
los administrados, podrán ser impugnados por quien tenga interés legítimo mediante la
interposición del recurso jerárquico reglado en este capítulo” (Art. 153). Como aspecto
curioso debemos comenzar por destacar la referencia que se hace en la norma
transcrita a los actos de efectos generales como sujetos al recurso jerárquico.
Entendemos que se trata de un error de terminología, pues debe referirse a los actos
generales (aquellos que tienen un destinatario indeterminado) y no a los actos de
efectos generales (aquellos que crean, modifican o extinguen una situación jurídica
general u objetiva). Estos últimos son los actos normativos, como es el caso de los
reglamentos, los cuales no pueden ser objeto de recurso jerárquico, aun cuando
pueden ser impugnados por ilegalidad ante la jurisdicción contencioso-administrativa.
Del mismo artículo citado se desprende que los actos normativos no determinan
tributos, ni aplican sanciones, ni afectan derechos particulares, toda vez que se
refieren a situaciones generales u objetivas. Una innovación en esta materia la
constituye la norma conforme a la cual, 'la interposición del recurso jerárquico
suspende la ejecución del acto recurrido” (Art. 162).
Esta disposición se fundamenta en la doctrina establecida en el Modelo de Código
Tributario para América Latina, en cuya exposición de motivos se expresa: La
Comisión estima de gran trascendencia la no exigencia del pago previo o "solve et
repete” como requisito o presupuesto de la acción (Art. 167). Por otra parte, cabe
destacar que la regulación de los recursos administrativos en esta materia tributaria
difiere en muchos aspectos de las normas consagradas en la Ley Orgánica de
Procedimientos Administrativos en general. Esa diferencia es particularmente notable
en cuanto al requisito del agotamiento de la vía administrativa como condición previa
para intentar el recurso jurisdiccional.
En el Código Orgánico Tributario no se contempla el recurso de reconsideración, el
cual, a tenor de lo dispuesto en la Ley Orgánica de Procedimientos Administrativos, es
de obligatoria interposición para intentar luego el recurso jerárquico. A su vez, en la
Ley que acabamos de mencionar, el recurso jerárquico debe ser necesariamente
interpuesto cuando el acto impugnado no emana del superior jerárquico, como un
requisito indispensable para que sea admisible el recurso contencioso-administrativo.

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En materia tributaria, en cambio, puede intentarse el recurso contencioso-tributario sin
necesidad del previo ejercicio del recurso jerárquico (Art. 173, COT).
De lo expuesto se desprende que, en el ámbito regido por el Código Orgánico
Tributario, se puede impugnar el acto de la Administración tributaria, aun cuando el
mismo no emane del superior jerárquico correspondiente, ante la jurisdicción
contencioso-tributaria sin necesidad de agotar previamente ni el recurso de
reconsideración, que no se regula en el Código, ni el recurso jerárquico, el cual es
facultativo para el interesado.
Por otra parte, del recurso contencioso-tributario conocen los Tribunales Superiores de
lo Contencioso-Tributario —de naturaleza unipersonal, a diferencia de los antiguos
Tribunales de Impuesto sobre la Renta, los cuales fueron suprimidos— y el recurso
puede proponerse directamente ante estos tribunales o a través de la Dirección
General de Rentas del Ministerio de Hacienda o de cualquier otra oficina de la
administración tributaria correspondiente al tributo de que se trate, o por intermedio de
un juez del domicilio fiscal del recurrente (Art. 177 COT).
Una diferencia adicional en relación a los recursos ordinarios, resulta de la
circunstancia de que el recurso contencioso-tributario puede ejercerse
subsidiariamente al recurso jerárquico, en el mismo escrito, para el caso de que
hubiese expresa denegación total o parcial, o denegación tácita de dicho recurso
jerárquico (Art. 174, Parágrafo Único, COT). De las apelaciones contra las sentencias
de los Tribunales Superiores de lo Contencioso-Tributario conoce la Corte Primera de
lo Contencioso-Administrativo (Art. 185, ordinal 49 de la Ley Orgánica de la Corte
Suprema de Justicia), excepto cuando se trate de la materia regulada en la Ley de
Impuesto sobre la Renta, pues esta competencia fue asumida por la Sala Político-
Administrativa en conformidad con el Acuerdo de la Corte Suprema de Justicia del 21
de junio de 1977, dictado con fundamento en el artículo 187 de la Ley que rige nuestro
Máximo Tribunal.
En el Código Orgánico Tributario se regulan otros procedimientos contenciosos, como
son el juicio ejecutivo y la acción de amparo. El juicio ejecutivo es el que sigue el Fisco
Nacional para hacer efectivos los créditos a su favor por concepto de tributos,
sanciones, intereses o recargos, 188 que no hayan sido pagados al ser determinados
y exigibles (Art. 190, COT). Con esta disposición se sustituye, en el ámbito del Código
Orgánico Tributario, y cuando el sujeto activo sea la República, el procedimiento
contemplado en el Título XIII del Código de Procedimiento Civil "De las demandas en
que tengan interés las rentas públicas”.
Hemos hecho la salvedad de que el sujeto activo debe ser la República para poder
acudir a este procedimiento debido a que el Código Orgánico Tributario se refiere al
Fisco Nacional. De allí que cuando el demandante sea un ente público descentralizado
dotado de competencia tributaria, como el caso del INCE o del Seguro Social, la
competencia y el procedimiento lo determinan las normas correspondientes del Código
de Procedimiento Civil. La acción de amparo procede "cuando la administración
tributaria incurra en demoras excesivas en resolver sobre peticiones de los interesados
y ellas causen perjuicios no reparables por los medios procesales establecidos en este
Código o en leyes especiales” (Art. 208, COT).

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Esta acción se vincula con el amparo previsto en el artículo 49 de la Constitución, a
cuyo efecto se consagra un procedimiento breve y sumario para restablecer la
situación jurídica infringida. Por último, en materia de costas procesales el Código
Orgánico Tributario contiene una innovación que es interesante destacar. En el Título
Preliminar de la Ley Orgánica de la Hacienda Pública Nacional, al regularse los
privilegios y prerrogativas del Fisco, se dispone que: En ninguna instancia podrá ser
condenada la Nación en costas, aun cuando se declaren confirmadas las sentencias
apeladas, se nieguen los recursos interpuestos, se declaren sin lugar, se dejen
perecer o se desista de ellos (Art. 10).
Con la Ley Orgánica de Régimen Municipal, mandada a ejecutar el 18 de agosto de
1978, se inicia una evolución tendente a modificar la inmunidad de los entes
territoriales en materia de costas procesales. En esta ley se dispone que: Para que
proceda la condenatoria en costas contra el Municipio será necesario que éste resulte
totalmente vencido por sentencia definitivamente en juicio de contenido patrimonial. El
monto de la condenatoria en costas no podrá exceder del diez por ciento (10%) del
valor de la demanda. La retasa será siempre obligatoria. En todo caso el Juez podrá
eximir de costas al Municipio cuando aparezca que éste ha tenido motivos racionales
para litigar (Art. 82).
En conformidad con esta orientación, en el Código Orgánico Tributario se suprime la
prerrogativa de la exención de costas a favor de los entes públicos en los litigios que
caen dentro del ámbito de dicha Ley, y se equipara al contribuyente con el sujeto
activo del respectivo tributo. En tal virtud, cuando 189 uno de los sujetos de la relación
procesal resulte totalmente vencido por sentencia definitivamente firme, será
condenado en costas, las cuales no excederán del diez por ciento (10%) de la cuantía
del recurso o acción o de la demanda, según corresponda. Si el asunto no tiene una
cuantía determinada, el Tribunal fijará prudencialmente las costas.
También se prevé que el Tribunal podrá eximir del pago de las costas, cuando a su
juicio la parte perdidosa haya tenido motivos racionales para litigar, en cuyo caso se
hará declaración expresa de ello en la sentencia (Art. 211, COT)

PLAZOS Y EFECTOS
“Artículo 11. Los plazos legales y reglamentarios se contarán de la siguiente manera
1º Los plazos por años o meses serán continuos y terminarán el día equivalente del
año o mes respectivo. El lapso que deba cumplirse en un día de que carezca el mes,
se entenderá vencido el último día de ese mes.
2º Los plazos establecidos por días se contarán por días hábiles, salvo que la ley
disponga que sean continuos.
3º En todos los casos los términos y plazos que vencieran en día inhábil para la
administración, se entienden prorrogados hasta el primer día hábil siguiente.
Parágrafo Único: Se consideran inhábiles tanto los días declarados feriados conforme
a disposiciones legales, como aquellos en los cuales la respectiva oficina
administrativa no hubiere estado abierta al público, lo que deberá comprobar el
contribuyente por los medios que determine la ley”.

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(…Omissis…)

“Artículo 51. La obligación tributaria y sus accesorios prescriben a los cuatro (4) años.
Este término será de seis (6) años cuando el contribuyente o responsable no cumplan
con la obligación de inscribirse en los registros pertinentes, de declarar el hecho
imponible o de presentar las declaraciones tributarias a que estén obligados, y en los
casos de determinación de oficio, cuando la Administración Tributaria no pudo conocer
el hecho”.
(…Omissis…)

“Artículo 53. El término se contará desde el 1° de enero del año siguiente a aquél en
que se produjo el hecho imponible.
Para los tributos cuya determinación o liquidación es periódica, se entenderá que el
hecho imponible se produce al finalizar el período respectivo.
El lapso de prescripción para ejercer la acción de reintegro se computará desde el 1°
de enero del año siguiente a aquél en que se efectuó el pago indebido.”
“Artículo 54 El curso de la prescripción se interrumpe:
1º. Por la declaración del hecho imponible.
2º. Por la determinación del tributo, sea ésta efectuada por la Administración Tributaria
o por el contribuyente, tomándose como fecha la de notificación o de presentación de
la liquidación respectiva.
3º. Por el reconocimiento de la obligación por parte del deudor.
4º. Por el pedido de prórroga u otras facilidades de pago.
5º. Por el acta levantada por funcionario fiscal competente.
6º. Por todo acto administrativo o actuación judicial que se realice para efectuar el
cobro de la obligación tributaria ya determinada y de sus accesorios, o para obtener la
repetición del pago indebido de los mismos, que haya sido legalmente notificado al
deudor”.
“Artículo 55. El curso de la prescripción se suspende por la interposición de peticiones
o recursos administrativos, hasta sesenta (60) días después de que la Administración
Tributaria adopte resolución definitiva, tácita o expresa, sobre los mismos”. (Resaltado
de la Sala).
Las normas precedentes establecen como regla general, que la prescripción como
medio de extinción de la obligación tributaria está condicionada a la concurrencia de
determinados supuestos: la inactividad o inercia del acreedor o de la acreedora, el

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transcurso del tiempo fijado por la Ley, la invocación por parte del interesado o la
interesada, que la prescripción no haya sido interrumpida ni se encuentre suspendida

En tal sentido, prevé la posibilidad de extender el lapso de prescripción de cuatro (4) a


seis (6) años, dependiendo de la conducta que asuma el sujeto pasivo frente a los
deberes (inscripción en los registros pertinentes y presentar las respectivas
declaraciones) o a la cuantificación de oficio del hecho imponible
Asimismo, se aprecia de dicha normativa que el término prescriptivo empezará a
contarse desde el 1° de enero del año siguiente al acaecimiento del hecho imponible,
acotando que en los tributos cuya determinación o liquidación es periódica éste se
perfecciona al finalizar el período respectivo.
De la misma manera se observa que la prescripción como medio de extinción de la
obligación tributaria y sus accesorios ocurre por el transcurso del tiempo en forma
continua, esto es, que no exista alguna actuación que implique su interrupción o
suspensión.
Así estas condiciones concurrentes derivan que el instituto de la prescripción extintiva
aplicado a las obligaciones tributarias y sus accesorios, está sustentado sobre la base
del abandono, silencio o inactividad del acreedor, durante un período legal concreto
que le origina consecuencialmente la pérdida de su derecho frente al deudor.
También puede ocurrir que el término de prescripción sea interrumpido, lo que genera
la desaparición del tiempo transcurrido y, en consecuencia, el período de prescripción
se reinicie con un nuevo cómputo a partir de la materialización de la acción que lo
interrumpió.
Mientras que al ocurrir una causa de suspensión, el tiempo transcurrido hasta
entonces permanece vigente y se computa con el que continúa a partir del momento
en que cesa el efecto o la causa de la suspensión.
Artículo 244. El lapso para interponer el recurso [jerárquico] será de veinticinco (25)
días hábiles contados a partir del día siguiente a la fecha de notificación del acto que
se impugne”.
“Artículo 249. La Administración Tributaria admitirá el recurso jerárquico dentro de
los tres (3) días hábiles siguientes al vencimiento del lapso para la interposición
del mismo.
En los casos que la oficina de la Administración Tributaria que deba decidir el
recurso, sea distinta de aquella oficina de la cual emanó el acto, el lapso
establecido en este artículo se contará a partir del día siguiente de la recepción
del mismo”.
“Artículo 251. (…)
(…) una vez admitido el recurso jerárquico se abrirá un lapso probatorio (…), y no
podrá ser inferior a quince (15) días hábiles, prorrogables por el mismo término según
la complejidad de las pruebas a ser evacuadas.

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Se prescindirá de la apertura del lapso para evacuación de pruebas en los asuntos de
mero derecho y cuando el recurrente no haya anunciado, aportado o promovido
pruebas”.
“Artículo 254. La Administración Tributaria dispondrá de un lapso de sesenta (60)
días continuos para decidir el recurso, contados a partir de la fecha de culminación
del lapso probatorio. Si la causa no se hubiere abierto a prueba, el lapso
previsto en este artículo se contará a partir del día siguiente de aquel en que se
hubiere incorporado al expediente el auto que declare no abrir la causa a
pruebas”.
“Artículo 255. El recurso deberá decidirse mediante resolución motivada, debiendo,
en su caso, mantener la reserva de la información proporcionada por terceros
independientes que afecte o pudiera afectar su posición competitiva. Cumplido el
término fijado en el artículo anterior sin que hubiere decisión, el recurso se
entenderá denegado, quedando abierta la jurisdicción contencioso tributaria.
Cumplido el lapso para decidir sin que la Administración hubiere emitido la Resolución
y si el recurrente ejerció subsidiariamente recurso contencioso tributario, la
Administración Tributaria deberá enviar el recurso al tribunal competente, sin perjuicio
de las sanciones aplicables al funcionario que incurrió en la omisión sin causa
justificada.
La Administración Tributaria se abstendrá de emitir resolución denegatoria del recurso
jerárquico, cuando vencido el lapso establecido en el artículo 254 de este Código, no
hubiere pronunciamiento por parte de ella y el contribuyente hubiere intentado el
recurso contencioso tributario en virtud del silencio administrativo”. (Agregado y
destacado de este Alto Tribunal).

EL PROCEDIMIENTO DE VERIFICACIÓN
Las verificaciones son vistas como un medio que tiene el Estado para constatar que
las empresas están cumpliendo con sus obligaciones, dándose en algunos casos
ciertas omisiones que son castigadas con multas, cierres temporales y en casos
excepcionales con medidas privativas de libertad
Es por ello que el Estado venezolano actuando en el uso de sus competencias legales
y por medio de su órgano especializado en materia tributaria, denominado Servicio
Nacional Integrado de Administración Aduanera y Tributaria (SENIAT), coloca en
práctica mecanismos de supervisión y control para el cumplimiento de las obligaciones
tributarias, como es el procedimiento de verificación.
Con respecto al acto administrativo, la Ley Orgánica de Procedimientos
Administrativos lo define en su artículo 7 como: "toda declaración de carácter general
o particular emitida de acuerdo con las formalidades y requisitos establecidos en la
Ley, por los órganos de la HOLOPRAXIS Ciencia, Tecnología e Innovación – Volumen
1- Numero 1 – Enero – Junio, 2017. 18 administración pública”.
La administración pública cuenta con esos actos para reglar una materia en específico
y poder ejercer sus competencias y atribuciones. Ahora bien, para Sanmiguel (2006),
la providencia administrativa "es el acto administrativo que se genera de una decisión

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del órgano de la administración pública, cuando no le corresponda la forma de decreto
o resolución" (p.591).
Las providencias administrativas de actuación son las que la administración tributaria
emana para poder trasladar su acción de verificación o fiscalización a las empresas
que van a ser objeto de la misma. Es un acto emanado del superior jerárquico de la
administración en la que identifica claramente los funcionarios actuantes, los períodos
a verificar, contiene el membrete del SENIAT, la fecha de la providencia administrativa,
identificación del sujeto pasivo, el Registro de Información Fiscal (RIF) de la empresa y
el domicilio. Finalmente lleva los sellos y las firmas del jefe de la división o
dependencia emisora de la providencia. Según, Cova (2010), en la guía práctica de
fiscalizaciones tributarias, señala: La providencia administrativa debidamente firmada
por el contribuyente notificado del acto administrativo, formará parte del expediente
administrativo a que dará lugar, además permite iniciar la numeración cronológica y
consecutiva de los subsiguientes actos documentales (anexos) a emitir, según el
procedimiento que se realice, tales como cuadros explicativos, actas de requerimiento
en sus distintas manifestaciones, actas de recepción de documentos, actas de
comparecencia, actas de devolución, actas de conformidad, actas de retención
preventiva, acta fiscal, informe fiscal, resolución conminatoria de sumario
administrativo, liquidaciones de impuesto, actas de cobro, actas de entregas de
espacios físicos, e instrumentos utilizados por los fiscales en las actividades (p.87).

 Características de la verificación
según el Manual de Auditoría Fiscal (2013), emitido por el SENIAT las características
de la verificación se pueden resumir en las siguientes:
1. Debe estar apoyada para su realización en una providencia administrativa.
2. El funcionario actuante debe estar plenamente identificado en la providencia y
alguna credencial que lo certifique como funcionario de la administración tributaria.
3. HOLOPRAXIS Ciencia, Tecnología e Innovación – Volumen 1- Numero 1 – Enero –
Junio, 2017. En la providencia administrativa deben estar delineados los deberes
formales inmediatos sobre los cuales será verificado.
4. Los fiscales pueden pedir la exhibición de las declaraciones de Impuesto Sobre la
Renta (ISRL) y las declaraciones del Impuesto al Valor Agregado (IVA), reflejadas en
la providencia, para así constatar que se han hecho los pagos oportunos a la
administración o si por el contrario se requiere de algún ajuste.
5. El funcionario actuante observará si el contribuyente exhibe en un lugar visible de su
establecimiento el RIF y la declaración del Impuesto Sobre la Renta (ISRL).
6. El fiscal puede solicitar los libros diarios, de inventarios, libros especiales como el de
compras y ventas del Impuesto al Valor Agregado, libro especial de reparación de la
máquina fiscal. Acta de requerimiento Según el Manual de Auditoría Fiscal (2013), es
el acta que la fiscal entrega al encargado, administrador, presidente, o gerente de un
negocio que será objeto de la verificación, en donde está todo el resumen de
documentos que el contribuyente debe entregar para su observación de manera
inmediata, dentro de los que se pueden destacar los siguientes:
a) Original y copia del registro de información fiscal.

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b) Original y copias del Registro Mercantil.
c) Original y copia de los libros de compra y venta sobre el Impuesto al Valor Agregado
(IVA).
d) Facturas de ventas.
e) Libro de reparaciones de la máquina fiscal.
f) Reporte Z: el reporte Z es el informe que arroja la máquina fiscal y puede ser
impreso al final del día por el comerciante. Acta de resolución de imposición de
sanción Forma parte del expediente que se abre al contribuyente verificado, se podría
decir que es un acto administrativo, en donde se informa al sujeto que incurrió en un
hecho ilícito formal y por consiguiente es acreedor de una multa y posiblemente una
pena accesoria de cierre del local, la multa impuesta estará adaptada al valor
monetario que tenga la Unidad Tributaria para el momento del levantamiento del acta.
Al mismo tiempo, es determinante resaltar lo establecido en el Manual de Auditoría
Fiscal (2013), del SENIAT donde plantean dos aspectos referentes a la resolución de
imposición de sanción una vez culminada la auditoria:
a) Consolidar todos los incumplimientos observados e imponer las sanciones
correspondientes mediante la emisión de una sola resolución, considerando las
atenuantes, agravantes, eximentes de responsabilidad, la reincidencia, y la
HOLOPRAXIS Ciencia, Tecnología e Innovación – Volumen 1- Numero 1 – Enero –
Junio, 2017. 20 concurrencia de infracciones, en atención a lo previsto en las normas
tributarias por incumplimiento de deberes formales.
b) Notificar la resolución de imposición de sanción al contribuyente como lo establece
el C.O.T. De lo anterior, se deduce que el acta de resolución de imposición de sanción
no se trata de una simple notificación, sino que contendrá una serie de artículos que
respalda el acto administrativo y le demuestra al infractor cada dispositivo técnico legal
que incumplió.

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CONCLUSIÓN
 La importancia que posee el procedimiento tributario se basa en la optimización de la
liquidación de las obligaciones fiscales en la empresa, y en la necesidad existente ante
los problemas en la gestión de la conciliación de la información para la realización de
las declaraciones y el oportuno pago tributario. El procedimiento tributario se enmarca
en el desarrollo de valores al trabajo dentro de la empresa, el establecimiento de
procesos que regulen las actividades de los departamentos en proyección, la
definición de las responsabilidades del procedimiento tributario con las liquidaciones
de impuesto y la gestión del sistema de facturación electrónica.

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FUENTES CONSULTADAS
Arias, F. (2006). El proyecto de Investigación. Introducción a la Metodología Científica.
(5ta ed.) Caracas: Espíteme.
Belisario, H. (2002). Curso de finanzas, Derecho Financiero y tributario (8va ed.).
Buenos aires: Astrea.
Blaxter, L; Hughes, C. y Tight, M. Como se hace una investigación. (1ra ed.).
Barcelona: Gedisa.
file:///C:/Users/Win%2010/Downloads/3-34-1-PB.pdf
https://accesoalajusticia.org/prescripcion-de-las-obligaciones-tributarias-y-sus-
accesorios-por-parte-del-seniat/
https://accesoalajusticia.org/regimen-probatorio-aplicable-en-materia-tributaria/

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