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FACULTAD DE CIENCIAS DE LA REHABILITACIÓN


ESCUELA DE FONOAUDIOLOGÍA
MAGÍSTER EN AUDIOLOGÍA

HALLAZGOS AUDIOLÓGICOS EN UN GRUPO DE


VOLUNTARIOS DEL CUERPO DE BOMBEROS DE CHILE.

TESIS PARA OPTAR AL GRADO ACADÉMICO DE


MAGÍSTER EN AUDIOLOGÍA

AUTORAS
NIKOL RIVERA
JAVIERA TAPIA

PROFESORA GUÍA
FLGA. MGT. MARCIA NUÑEZ

METODÓLOGA
PROF. ILSE LOPEZ

Santiago – Chile
2012

Rivera, N. Tapia, J.
2

CORRECTORES.

Fonoaudióloga Magister Martha Arrocet


Directora del magister de audiología, Universidad Andrés Bello.

Fonoaudiólogo Juan Leyton


Docente del área de audiología de pre y postgrado, Universidad Andrés
Bello.

Rivera, N. Tapia, J.
3

1. ÍNDICE
CORRECTORES 2

1. ÍNDICE 3

2. ABSTRACT 7

3. INTRODUCCIÓN 9

4. MARCO TEÓRICO 12
4.1. Historia de bomberos 12
4.2. Enfermedades profesionales 15
4.3. Ruido 21
4.3.1. Características del ruido 22
4.3.2. Clasificación del ruido. 23
4.3.3. Medición del ruido 24
4.3.4. Niveles de ruido 28
4.4. Protección auditiva 29
4.4.1. Selección 30
4.4.1.1. Atenuación sonora 31
4.4.1.2. Certificación 31
4.4.1.3. Condiciones ambientales del lugar de trabajo 32
4.4.1.4. Comunicación y audición 33
4.4.1.5. Compatibilidad con otros elementos 33
4.4.1.6. Factores del usuario 34
4.4.2. Tipos de protección auditiva 35
4.4.2.1. Orejeras 35
4.4.2.2. Tapones 36
4.4.2.3. Protectores auditivos especiales. 36
4.5. Generadores de ruido 37
4.6. Agentes tóxicos 40
4.6.1. Clasificación de tóxicos 41
4.6.2. Etapas de acción de tóxicos 43
4.6.3. Tóxicos y bomberos 45
4.6.4. Inhalación de humo 47
4.6.4.1. Monóxido de carbono 47
4.6.4.2. Cianuro de hidrógeno 48
4.6.4.3. Dióxido de nitrógeno 49
4.7. Patogenia de exposición a contaminantes laborales 51
4.7.1. Mecanismo auditivo 51
4.8. Efectos del ruido sobre audición 52
4.9. Efectos de los tóxicos sobre la audición 57
4.9.1.Ototoxicidad 58
4.10. Combinación de los efectos auditivos por ruido y por tóxicos 63
4.11. Evaluación auditiva 64
4.11.1. Audiometría 64

Rivera, N. Tapia, J.
4

4.11.2. Timpanometria 64
4.11.3. Emisiones otoacústicas 65
4.11.4. Escalas de clasificación de audiometría 66
4.12. Legislación internacional en torno al ruido, protección auditiva y ototóxicos 69
4.12.1. Ruido y protectores auditivos 69
4.13. Legislación nacional en materia de ruido, protectores auditivos y ototóxicos. 78

PROBLEMA DE INVESTIGACIÓN 85
OBJETIVOS GENERALES 85
OBJETIVOS ESPECÍFICOS 85
TIPO Y DISEÑO DE LA INVESTIGACIÓN. 85

5. MARCO METODOLÓGICO 87
5.1. Grupo en estudio 87
5.2. Procedimiento para la obtención de datos 87
5.3. Recopilación de datos 88
5.4. Material y métodos 89

6. RESULTADOS 90

7. DISCUSIÓN Y COMENTARIOS. 105

8. CONCLUSIÓN 109

9. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS 113

10. APÉNDICES 123


Anexo 1
Consentimiento informado …………………………………………………..…..123
Anexo 2
Protocolo de anamnesis ………………………………………………….……..124
Anexo 3
Timpanograma………………………………………………………………….….127
Anexo 4
Audiograma……………………………………………………………..……….…128

ÍNDICE DE TABLAS

Tabla 1. Niveles de presión acústica y su equivalencia en decibelios (a)" bilson ab


(modificada) (uña, m y cols, 2000) 28

Tabla 2. Incapacidades por enfermedades profesionales según diagnóstico por año


1995-2001. Fuente: asociación chilena de seguridad (ACHS). 29

Tabla 3. Escala S.A.L. 67

Rivera, N. Tapia, J.
5

Tabla 4. Escala de valores E.L.I. Madrid España, 1973. 67

Tabla 5. Escala de corrección por presbiacusia a 4000 Hz/dB. 68

Tabla 6. Decibeles y tiempo de exposición máxima. (Ministerio del trabajo e


inmigración, 2006) 73

Tabla 7. Agentes ototóxicos posiblemente presentes en entornos industriales.


(Ministerio del trabajo e inmigración, 2006) 77

Tabla 8. Valores de nivel de presión sonora continua equivalentes, diferentes a 85


dB. (A) lento pertenecientes al artículo 75. (Gobierno de Chile, 1999) 80

Tabla 9. Valores de niveles de presión sonora peak diferentes a 95 dB.(c) peak


pertenecientes al artículo Nº 80, extendiéndose también estos valores a
trabajadores expuestos a ruido sin protección auditiva. (Gobierno de Chile, 1999)
81

Tabla 10. Descripción de la cantidad de sujetos pertenecientes a cada compañía. 90

Tabla 11. Análisis audiométrico según sujetos voluntarios de las diversas compañías
del cuerpo de bomberos. 91

tabla 12. Análisis audiométrico según oídos en sujetos voluntarios del cuerpo de
bomberos. 92

Tabla 13. Análisis de audiometría por oídos, según años de voluntariado en el cuerpo
de bomberos. 93

Tabla 14. Análisis audiométricos de oídos según cargos en las compañías de


bomberos. 95

Tabla 15. Análisis de examen audiométrico, según escotomas en la frecuencia 2000


Hz. 96

Tabla 16. Análisis de examen audiométrico, según escotomas en la frecuencia 3000


Hz. 97

Tabla 17. Análisis de examen audiométrico, según escotomas en la frecuencia 4000


Hz. 98

Tabla 18. Análisis de examen audiométrico, según escotomas en la frecuencia 6000


Hz. 99

Tabla 19. Análisis de EOA según la frecuencia 2000 Hz. 100

Tabla 20. Análisis de EOA según la frecuencia 2500 Hz. 100

Rivera, N. Tapia, J.
6

Tabla 21. Análisis de EOA según la frecuencia 3200 Hz. 101

Tabla 22. Análisis de EOA según la frecuencia 4000 Hz. 102

Tabla 23. Análisis de las emisiones otacústicas por oídos, según años de
voluntariado en el cuerpo de bomberos. 103

Rivera, N. Tapia, J.
7

2. RESUMEN

Los bomberos se encuentran expuestos a una serie de agentes


contaminantes, entre los cuales, uno de los más estudiados, es el ruido, causante de
daño en la salud auditiva de los trabajadores. Junto a éste, existen nuevos estudios
que plantean que los componentes químicos emanados por el humo de los
incendios, provoca daño en las células ciliadas externas, debido a su grado de
toxicidad, alterando la audición de manera paulatina en estos sujetos, lo cual en
conjunto con el daño provocado por el ruido aceleraría la pérdida auditiva.
El objetivo de esta investigación fue determinar el rendimiento auditivo en
voluntarios de 4 compañías de Bomberos de Santiago, correspondientes a las
comunas de Las Condes, Vitacura y Santiago. Se realizó un estudio descriptivo a 47
sujetos, quienes fueron evaluados con Audiometría y Emisiones Otoacústicas. Junto
a esto se realizaron mediciones de niveles auditivos en los cuarteles, lo que señaló
que en todas ellas el nivel de ruido de las sirenas supera lo establecido por la ley.
Resultados: En audiometría el 94.6% de los sujetos estudiados resultó normal, 5,4%
presentó disminución en el Promedio Tonal Puro; en este mismo examen se observa
que un 45,8% de oídos presenta una caída en la frecuencia 6kHz; mientras que las
Emisiones otoacústicas muestran que el 47,9% de los oídos refieren en la frecuencia
4kHz. Conclusión: Se concluye que el 94,6% de la población tiene audición normal,
pero presentan un daño en las C.C.E. ubicadas en la base de la cóclea, afectando
las frecuencias agudas, lo cual se condice con la primera etapa de Pérdida Auditiva
Inducida por Ruido (PAIR) y con los estudios indicadores de alteración en estas
frecuencias producto de exposición a tóxicos.

Palabras claves: Ruido, Tóxicos, CCE: Células Ciliadas Externas, Audiometría,


EOA: Emisiones Otoacústicas, PAIR: Pérdida Auditiva Inducida por Ruido.

Rivera, N. Tapia, J.
8

ABSTRACT

The firefighters are exposed to a series of pollutant agents, amongst one of the
most investigated is the noise, which causes great harm in the health hearing of the
subjects. In addition, there are new studies which establish that chemical components
that are emanated from the smoke produced by the fire, are the cause of damage in
the outer hair cells due to its toxicity grade, gradually distorting the hearing of the
firefighters. This factor, along with noise accelerates the lost of hearing.
The main objective of this investigation was to determinate the hearing output
in volunteers of four fire departments within the metropolis of Santiago, corresponding
to the communes of Las Condes, Vitacura and Santiago. In order to achieve this
objective a descriptive study of 47 subjects was performed. These 47 firefighters were
evaluated with audiometries and Otoacustic Emissions. Additionally, their hearing
level was also measured. To sum up, the noises produced by the siren exceed the
limits established by the law. Result: The 94.6 % of the subjects that were studied
through audiometries obtained normal results. 5,4% of the subjects presented
decreasing outcomes in the pure-tone average. In this same examination it is
observed that 45,8% of the ears presented downfall in the 6 kHz frequency, while the
Otoacustic Emissions presented that 47.9% of the ears refered on the 4kHz
frequency. Conclusion: In conclusion, the 94,6% of the population have a normal
audition, but present damage in the outer hair cells located in the cochlea base,
affecting the sharp frequencies. Hence, the study is consistent with the first stage of
auditive damage induced by noise and with alteration indicators related to frequency
due to exposition to toxic products.

Main Words: Toxicity, Noises, Outer hair cells, Audiometria, Otoacustics Emissions,
Loss of hearing due to noise.

Rivera, N. Tapia, J.
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3. INTRODUCCIÓN

El cuerpo de bomberos de Santiago es una institución sin fines de lucro,


fundado en el año 1863. En la actualidad, consta de veintidos compañías, que se
encargan de mantener el orden y cuidado de la ciudadanía.

Los voluntarios, a menudo, se encuentran expuestos a diferentes situaciones


que pueden provocarles daños en la salud, producto de la gran cantidad de agentes
a los que se encuentran expuestos, entre ellos el ruido, es decir, contaminación
acústica que sobrepasa los 80 dB. en las sirenas y timbres, y las sustancias químicas
emanadas por el humo en los incendios, las cuales aumenta el efecto dañino en la
audición.

Un estudio realizado en Madrid, sobre el estado de salud de los bomberos de


dicha ciudad, muestra que un 32,8% de ellos tiene pérdida auditiva, la cual llega a
ser la segunda afección más común en los sujetos. En Chile no existen estudios
sobre este tema, aún cuando, los bomberos están expuestos constantemente a los
agentes contaminantes, por lo que surgen las siguientes interrogantes.

Cabe señalar que el presente estudio fue realizado con un pequeño número
de compañías de bomberos de Santiago, alcanzando un total de 50 sujetos,
sometidos a una entrevista personal, la que demostró que solo 3 de ellos no
cumplían con los requisitos de este estudio, ya que presentaban antecedentes de
patologías auditivas previas, por lo tanto 47 bomberos fueron objetivo de estudio, lo
cual corresponde a 94 oídos a analizar.

Es importante aclarar que 3 compañías en estudio, se encuentran ubicadas


en el sector oriente de la capital, y una en el centro, la selección de estas se realizó
en base a la accesibilidad que tenían los voluntarios a las dependencias en que se
realizan los exámenes, ya que en su mayoría tenían actividades anexas al
voluntariado en horarios completos, por tanto, la muestra no fue del todo

Rivera, N. Tapia, J.
10

representativa, ya que es un gran número de compañías las existentes en nuestro


país, y el análisis de una muestra de mayor envergadura podría entregar resultados
de gran importancia con el fin de establecer las causas y los tiempos en que se
generan los daños auditivos.

Los sujetos, entran en un análisis de los daños que presentan en cada oído,
relacionándolos con el tiempo de exposición como voluntarios y el cargo que ocupan
dentro de la institución, realizando una correlación con el o los agentes causantes de
dicha alteración, pudiendo ser el ruido o sustancias toxicas emanadas por el humo
de los incendios.

Para obtener el nivel de presión sonora al que se encuentran expuestos los


individuos, se realizó una medición con sonómetro de los agentes provocadores de
ruido, en cada sector en el que pueden encontrarse los voluntarios dentro de las
compañías, lo cual arrojó que los estímulos sobrepasan los niveles permitidos por la
Ley Nº 16.744. Este articulo Nº 75 establece que a una estimulación de 100 dB. por
15 minutos al día genera daño, lo que no se cumple en esta institución, viéndose
reflejado en los resultados de la medición realizada, ya que en todas las compañías
los timbres ubicados en las habitaciones superan los 101 dB., manteniéndose por
sobre los 34 segundos, mientras que el recorrido en los carros de bomberos demora
en promedio 7 minutos en todas las compañías. A esto se le suma la duración de
cada incendio, ya que durante estos se encuentran expuestos a sonidos de las
maquinarias de rescate y de los carros, los que puede alcanzar horas, dependiendo
de la intensidad de la emergencia.

Por lo tanto, en promedio, los bomberos se encuentran expuestos durante


alrededor de 20 minutos por emergencia, como mínimo. En base a estos datos, se
construye la hipótesis de que los bomberos presentarían daño auditivo luego de un
período de exposición prolongado a estos ruidos. Desde este punto surge la
importancia de realizar modificaciones en la implementación de timbres y avisos de
emergencia.

Rivera, N. Tapia, J.
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Ha sido motivo de variadas investigaciones, el efecto que el ruido provoca en


la salud auditiva de quienes se encuentran expuestos a este agente, tanto se conoce
el daño que se han dictado leyes que imponen normas dentro de lugares de trabajo
que se encuentren en ambientes ruidosos, tal como se mencionó anteriormente.

Sin embargo, las leyes en Chile no acogen a entidades voluntarias como en el


caso de los bomberos. Es aquí el interés por estudiar a este grupo de sujetos y
entregar sugerencias que permitan protegerlos de daños a largo plazo que les
imposibiliten un desempeño eficaz en sus labores.

¿Cuáles son los niveles auditivos de un grupo de voluntarios del cuerpo de


bomberos pertenecientes a las compañías Nº 20 y Nº 15 de la comuna de Las
Condes, Nº 18 de Vitacura y Nº 4 de Santiago?, ¿La exposición constante a ruidos y
a sustancias tóxicas, provocaría algún nivel de pérdida auditiva en los voluntarios del
cuerpo de bomberos? ¿Después de cuánto tiempo, la exposición a ruido laboral y
sustancias toxicas, comienzan a afectar la audición de los sujetos?
¿Existe una pérdida auditiva que impida continuar con las labores como voluntario de
bomberos?

Rivera, N. Tapia, J.
12

4. MARCO TEÓRICO

4.1. Historia de Bomberos

El origen de los cuerpos de bomberos, surge por la inquietud de una cantidad


de sujetos, de organizarse en grupos de rescates, quienes, luego de haber
presenciado grandes incendios y sus descomunales efectos, generan una conciencia
social y un interés en la ayuda de los demás, buscan institucionalizar sus
organizaciones de rescate, llegando a conformar las Compañías de Bomberos.

Los primeros antecedentes de una organización de bomberos, datan del año


70 a. C. en la Roma Republicana, la cual desaparece en la edad media, ya que en
este período no se permitían formas organizadas. Luego, en el siglo XV, reaparecen
promoviendo nuevos equipos y técnicas de combates, las que entre los siglos XVII y
XVIII llegan al continente americano consolidando una organización contra incendios.

En nuestro país, existen antecedentes de una organización realizada en


Chiloé, en el siglo XIX, donde se obligaba a los habitantes a mantener agua en
recipientes dentro de sus casas, con la intención de combatir algún siniestro, lo cual
no llega a ser una organización institucionalizada.

Al llegar la Independencia a Chile, José Miguel Carrera plantea la necesidad


de contar con bombas de incendio, lo que sería un recurso adoptado por otros
países. Fue así que en el año 1827, al ocurrir un siniestro de grandes magnitudes,
llevó a un grupo de individuos a organizarse en una compañía de bomberos, la que
no tuvo trascendencia debido a que el gobierno de esa época dispuso que sería el
cabildo quien debiera entregar los recursos a la entidad, imposición que no fue
cumplida.

No fue hasta el 30 de junio de 1851 que surgió, en Valparaíso, el primer


cuerpo de bomberos de Chile denominado “Cuerpo de Bomberos de Valparaíso”,

Rivera, N. Tapia, J.
13

encabezada por el señor Tomás Ramos, y organizado luego de un gran incendio


ocurrido en ese lugar el día 15 de diciembre de 1850.

Seguido a esta creación, el día 8 de Diciembre de 1863, se genera un incendio


en la iglesia de la compañía de Santiago, muriendo alrededor de dos mil personas,
con lo que las autoridades realizan un llamado a los jóvenes de la ciudad para ser
parte del voluntariado de una compañía de bomberos, dándose cuenta de la
necesidad de tener una institución benéfica como la que existía en Valparaíso; y es
así como se forma la compañía de bomberos de Santiago de Chile el día 20 de
Diciembre de 1863, dividiéndose en tres cuerpos de bomberos, ubicadas en el
Oriente, Sur y Poniente de la ciudad, y una guardia de propiedad, esta última
comandada por el señor Manuel Antonio Matta.

Remontándonos a los inicios de las organizaciones de bomberos, se puede


señalar que éstas eran integradas por miembros de la aristocracia, quienes tenían
ideas progresistas y tendencias liberales. Por lo tanto, en esa época ser bombero
implicaba pertenecer al selecto grupo de la alta sociedad chilena; siendo ellos
mismos quienes realizaban los donativos a las compañías. Es importante mencionar,
además, que entre sus filas se ha destacado la participación de presidentes como
Aníbal Pinto y Pedro Montt como voluntarios, entre otros personajes de gobierno.

Paralelamente, durante esos años, surgieron las “Compañías de Colonia”, las


que eran integradas por sujetos inmigrantes y sus hijos, los que traían ideas de los
servicios que existían en sus países, y que, al igual que la compañía compuesta por
aristócratas, eran sustentadas por los recursos de sus integrantes.

De aquí en adelante, hasta el año 1899 se fundaron treinta y cinco cuerpos de


bomberos en Chile, los cuales llegan a obtener gran prestigio gracias a sus
adquisiciones en equipos de rescate y su gran dedicación por el bienestar de la
sociedad, la cual se vio reflejada con mayor énfasis durante la Guerra del Pacífico y
la Revolución del año 1891.

Rivera, N. Tapia, J.
14

El siglo XX fue un tiempo de grandes transformaciones para Chile, lo cual


afectó directamente a las compañías de bomberos, ya que durante esta época
comenzaron procesos como la urbanización, el crecimiento de ciudades y en
especial la industrialización, con lo que la población concentrada, en gran medida,
hasta esos tiempos, en los pueblos, emigra hacia las ciudades, aumentando
drásticamente el número de habitantes, requiriendo, así, nuevas compañías de
bomberos que los protegieran, duplicándose en solo treinta años la cantidad de
asociaciones, viéndose ya en el año 1969 un total de 234 Cuerpos de Bomberos en
el país.

Debido a este gran crecimiento, la organización interna de las compañías


también sufrieron cambios, entre los más importantes es que, los voluntarios de
bomberos ya no se limitaban a ser integrantes de las altas sociedades del país, sino
que se adjuntan a las filas sujetos de la clase media, segmento social que estaba en
auge en estos años, continuando con la creación de compañías integradas por
trabajadores tales como campesinos, pescadores, entre otros, que buscaban
proteger a sus familias. Luego de esto se adjuntan, también estudiantes. Con todo
este crecimiento, las compañías de bomberos ya no logran financiar por sus propios
medios los equipamientos necesarios, por lo que comienzan a depender de ayudas
externas.

Actualmente, en Chile existen trescientos siete cuerpos de bomberos


compuestos por mil cien compañías, alcanzando un gran número de voluntarios
repartidos en todo el país. Son los cuerpos de bomberos de cada ciudad los que
llevan el mando y rigen las actividades que realizan sus compañías. Es así, que,
cada una de ellas tiene una especialidad distinta, logrando un orden y jerarquía para
cada situación a la que deban acudir.

Los cuerpos de bomberos, están constituidos por un directorio, quienes


desempeñan el papel de autoridad, ya que en ellos radica el poder administrativo,

Rivera, N. Tapia, J.
15

siendo el director, el representante legal de la institución y quien asumiría, por tanto,


las relaciones con las autoridades de orden público.

A su vez, existe un comandante, quien está a cargo de las operaciones de


rescate, dirigiendo las acciones con respecto a una emergencia.

Las compañías de bomberos que se encuentran dependiendo del cuerpo,


presentan también una autoridad llamada director, y seguido de este en orden
jerárquico se encuentra el capitán, encargado de monitorear las emergencias.

A lo largo de la historia, los bomberos han desempeñado diversas labores,


entre ellas, la participación en acciones de promoción de la seguridad ciudadana.
Más allá de realizar rescates y extinguir incendios, ellos también han cooperado en la
mantención del orden público apoyando a las autoridades cada vez que ha existido
algún tipo de desorden de alcance nacional. Fueron parte activa de la guerra del
Pacífico, y siguen participando en rescates luego de desastres naturales tales como
terremotos y maremotos, entre otras acciones de bienestar social; llegando a
exponerse a riesgos que afectarían su salud y vida.

4.2. Enfermedades Profesionales

Gran parte de la vida de las personas, se desarrolla en su lugar de trabajo,


es aquí no solo donde se ganan la vida, sino que es un lugar donde se desarrollan
tanto personal como profesionalmente, pues debe ser además, un lugar higiénico y
seguro, donde el trabajador pueda sentirse protegido de aquello que pueda
perjudicarlo, ya que basta solamente con cometer una pequeña falla operacional
para que se produzca un accidente en el lugar de trabajo, generando como
consecuencia posibles enfermedades que pueden variar de leves a severas. Es por
esto que cada empresa debe establecer políticas de prevención de riesgos
laborales.

Rivera, N. Tapia, J.
16

Las enfermedades profesionales, son causadas por el ejercicio de una


profesión o debido al trabajo realizado por una persona, el cual le produzca algún
tipo de incapacidad o hasta su propia muerte.

La constitución política de Chile en su ley Nº 16.744 acoge el Decreto


Supremo Nº109 en el periodo de gobierno de Don Eduardo Frei Montalva (1968), que
contiene y aprueba el reglamento para la calificación y la evaluación de los
accidentes del trabajo y enfermedades profesionales, enumera variadas patologías
que deberán considerarse como profesionales, considerando los agentes específicos
que incrementan el riesgo de contraer enfermedades profesionales.

Las características de la ocupación, el nivel de frecuencia asociado al agente


y a la enfermedad, así como también las condiciones de trabajo y las características
clínicas de la enfermedad, permitirán determinar el listado de enfermedades
profesionales, el cual es propuesto por la Organización Internacional del Trabajo
(OIT).

Existe una serie de fundamentos biológicos, patológicos, epidemiológicos y


médico legales que permiten atribuir a un agente determinado, en la existencia de
algunas enfermedades. Los que son más frecuentes en algunos grupos
ocupacionales que en otros. En países como España para efectos legales, Álvarez-
Blázquez, F. et al (2009) se refiere a ellas como enfermedades profesionales, la que
además de tener su origen en el ambiente laboral, permite brindar una indemnización
al trabajador afectado.

Una institución que no está exenta de estas graves enfermedades de


carácter laboral son las agrupaciones de cuerpos de bomberos, ya que estos se
hacen cargo de variadas emergencias que afectan a la sociedad; no solo nos
referimos a los incendios sino a una amplia gama de siniestros, ya sean originados
por la naturaleza, tales como inundaciones, aluviones, terremotos, entre otros; o por

Rivera, N. Tapia, J.
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la acción u omisión del hombre, como accidentes vehiculares, derrumbes, derrames


de materiales peligrosos, etc.

Según un estudio publicado por el médico especialista en medicina del


trabajo Javier Sanz González en el 2006, referente a las afecciones que presentan
los bomberos, se desprende que al pasar la mayor parte del tiempo expuestos a
diferentes situaciones de riesgo hay una serie de alteraciones en su salud. Esto
debido al constante intercambio de sustancias tóxicas, caídas, golpes eléctricos y
ruidos, entre otros agentes que afectan su bienestar. Es por esto que los bomberos
son una población altamente expuesta a enfermedades y accidentes laborales.

Melius de la New York State Laborers Health and Safety Trust Fundation, hace
alusión a un artículo publicado en el año 2001, donde se señala que los individuos de
profesión bomberos están dentro de un grupo de riesgo, ya que se encuentran
mayormente expuestos a contraer enfermedades cardiovasculares, pulmonares,
cáncer y pérdidas auditivas. Esto es corroborado el año 2005 por el Instituto Nacional
de Seguridad e Higiene en el trabajo, de España, adicionando otra patología, como el
estrés.

El sistema respiratorio es uno de los que más se afecta en el organismo de un


bombero, debido a la constante inhalación de compuestos químicos provenientes del
humo. Para medir esta real incidencia, se realizan pruebas específicas: como la
espirometría, examen que mide la capacidad pulmonar y los volúmenes pulmonares.

El estar expuesto al aire caliente puede provocar lesiones en las vías


respiratorias y si el aire es húmedo, el daño puede ser aún mayor. La inhalación
rápida de calor excesivo, con temperaturas que sobrepasan los 49°C a 54°C, puede
causar una seria disminución en la presión arterial y una falla en el sistema
circulatorio. La inhalación de gases calientes puede causar edemas (acumulación de
fluido en los pulmones), lo cual puede desencadenar a su vez, la muerte por asfixia.

Rivera, N. Tapia, J.
18

En cuanto al humo y gases tóxicos inhalados en un incendio, pueden traer


consigo diversos efectos nocivos en el cuerpo humano. Algunos de los gases afectan
directamente el tejido pulmonar, deteriorando su función. Otros gases no son
directamente perjudiciales para los pulmones pero pasan hacia la corriente
sanguínea y otras partes del cuerpo, dañando la capacidad de los glóbulos rojos de
transportar oxígeno.

Kales y Cols. (2002) al referirse a las enfermedades cardiovasculares que


sufren estos profesionales, señala que poseen un aumento en la tensión sanguínea
asociado a la edad, al tabaquismo, al alcohol y a la obesidad. Además, de presentar
diversos factores de riesgo, como lo especifica el estudio realizado por Barnard RJ,
Gardner GW, Diaco NV. (1975 y 1976) en bomberos de Los Ángeles. El estar
expuestos de forma directa a tóxicos como el monóxido de carbono, influye
directamente sobre la pared arterial; el realizar numerosos esfuerzos físicos en
ambientes con temperaturas extremas como calor, frío, inmersiones acuáticas,
actuaciones en presencia de atmósferas muy pobres en oxígeno, o soportando una
gran cantidad de peso, los expone a contraer esta grave patología.

La percepción de que “hay poco humo” entre el colectivo de bomberos, hace


que no sean utilizados los sistemas de protección respiratoria, justificando el
incremento del riesgo de procesos tumorales y cardiovasculares. Davis et al. en
1982 denominó a la enfermedad coronaria como el mayor asesino de este grupo de
trabajadores.

El Servicio de Medicina del Trabajo del condado de Los Ángeles en 1970,


puso en marcha un programa para monitorizar el estado de salud y el incremento de
la forma física de 1800 bomberos, comprobando que los que poseían una mala
condición física sufrieron 2,6 veces más infartos que aquellos que se encontraban en
mejor estado físico.

Rivera, N. Tapia, J.
19

Otra patología, que afecta a los bomberos es el temido cáncer. Según el


estudio realizado por Booze Et al (2004), de entre cientos de productos químicos que
se encontraban presentes en un incendio, se identificaron 15 con capacidad
carcinogénica.

Si bien, hay distintos tipos de tumores que no se han asociado a la profesión


de bombero, como por ejemplo el cáncer de próstata, existen estudios que
relacionan esta profesión con un importante incremento del riesgo de contraer cáncer
como el glioma o tumor cerebral, según expone el estudio de Krishnan (2003), donde
fueron analizados 879 casos de gliomas en el área de la bahía de San Francisco,
encontró un aumento considerable en el riesgo de concebir este tipo de tumores
cerebrales. El artículo publicado por Carroza Et al (2000), demostró un riesgo que ha
ido en aumento en relación al cáncer nasofaríngeo y de vejiga.

Decoufle Et al (1977), al analizar las causas de muerte entre 1.113 bomberos


y empleados de estaciones de servicio, encontró en estas profesiones una
mortalidad por cáncer de laringe, faringe y cavidad bucal dos veces mayor a lo
esperado, al igual que con el cáncer de recto y de pulmón, que fue superior en un
20% a lo esperado.

Guidotti (1993) en un estudio efectuado en Alberta, Canadá concluyó que el


cáncer renal era más frecuente en bomberos que habían entrado a la institución
después de los años 50, fecha en el cual se comenzaron a utilizar productos
plásticos en muebles y construcción.

En el estudio de Baris et al (2001) perteneciente al Instituto Nacional del


Cáncer de los EE.UU., si bien no encontró un incremento de la mortalidad global, si
percibió un aumento del riesgo de padecer los siguientes tipos de tumores: colon,
riñón, linfoma no Hodgkin y mieloma múltiple, así como de tumores benignos.

Rivera, N. Tapia, J.
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Una de las últimas patologías que se ha incorporado a la amplia gama de


afectaciones que sufren los bomberos es el estrés. El organismo es sometido a
estresantes físicos propios de la profesión (estrés térmico, esfuerzos físicos) y
psicológicos (miedo por su propia seguridad física y el impacto de observar personas
accidentadas) debido a su actividad laboral, la cual puede algunas veces ser
extremadamente traumática. Es por esto que se encuentran en riesgo de desarrollar
problemas de salud mental. (Kitchiner, 2004, p. 24)

El estrés ha estado siempre asociado a la vida, sin embargo no es hasta hace


70 años atrás, que comenzó su estudio de forma científica. La Organización Mundial
de la Salud, definió el estrés como “la respuesta no específica del organismo a
cualquier demanda del exterior”. Si bien el estrés ha sido inherente a la existencia
humana, al propio fenómeno de la supervivencia, es en nuestra época cuando se
asocia más al trabajo, desencadenando el estrés profesional, el cual puede
seriamente afectar a la calidad de la vida laboral de cada uno de los trabajadores y
reducir la efectividad laboral y personal.

Simultáneamente, la exposición diaria a un sonido excesivo en el lugar de


trabajo, es la causa principal de padecer pérdida auditiva entre la población activa.
Pasar años en un trabajo ruidoso aumenta significativamente el riesgo de tener
graves problemas auditivos y tinnitus. El riesgo de padecer serios problemas de este
tipo se duplica tras permanecer cinco años en constante exposición al ruido.

Esto lesiona el oído interno, favoreciendo una alteración en la zona donde se


genera la vibración que transmite los tonos agudos a centros superiores. Estos tonos
son los que se producen con mayor frecuencia en el medio industrial.

Según informes realizados por la Organización Internacional para la


Normalización (ISO), el examen audiométrico de los trabajadores que han estado
sometidos a una exposición prolongada a altos niveles de ruido revela, pérdida en la
agudeza auditiva en las frecuencias más altas, entre 3.000 y 6.000 hz, y en

Rivera, N. Tapia, J.
21

particular, alrededor de los 4.000 hz. La lesión comienza alrededor de los 4.000 hz, y
luego se extiende a las frecuencias más próximas. Con el tiempo va ampliándose
hasta afectar a la zona de la palabra, cuyas frecuencias son entre 500 y 2.000 hz.
Sin embargo, se debe tener en cuenta el envejecimiento natural del oído por la edad,
el cual afectará de forma diferente a cada individuo.

En un estudio realizado en los parques de Massachussets, donde se


estudiaron a 316 bomberos, demostró que el personal más joven tenía un mayor
nivel de audición que los bomberos adultos. Las pérdidas se producían en las
frecuencias agudas y solo afectaba a los de mayor tiempo en la institución llegando a
tener una afección de hasta 40 dB. (Kales et al, 2001)

4.3. Ruido

Desde hace muchos años se conoce el impacto que ha tenido el crecimiento


de las ciudades e Industrias en el ser humano, una de las aristas de este desarrollo
es el gran aumento de ruido que se concentra en estos lugares; ya sea por tráfico,
alarmas, “ruido ambiental” o el contacto que se tiene dentro de los lugares de trabajo,
como por ejemplo en industrias, en donde cada maquinaria utilizada genera cierto
nivel de ruido.

En términos simples, Ruiz (1997) define un ruido como un sonido que no es


agradable al oído de las personas, definición que cae dentro de la subjetividad, ya
que cada persona percibe de diferentes maneras un sonido; un claro ejemplo de esto
es la música, existiendo sujetos a quienes les agrada un tipo de música rock, la que
para otros puede ser desagradable. Desde el punto de vista audiológico se define el
ruido como “un sonido de alta intensidad capaz de generar un daño en el sistema
auditivo” (Ruiz, 1997, p.17)

H. Ríos, P. Lizana, S. Beristaín, A. Andrade en el 32º Congreso de


Instrumentación definen el ruido como una compilación compleja de señales que

Rivera, N. Tapia, J.
22

presentan diferentes amplitudes y frecuencias, las cuales varían de forma aleatoria,


generando una sensación incómoda y molesta.

Por otra parte investigadores mencionan que en términos físicos, “no habría
distinción entre el sonido y el ruido, siendo el sonido una percepción sensorial de
ondas propagadas en un medio, y al formarse un complejo patrón de estas ondas se
generaría el ruido, la música, entre otros tipos de sonidos” (Berglud B., Lindvall T.,
Shwela D., 1999, p. 1).

Físicamente se define el ruido como “vibraciones aperiódicas, que no


mantienen relación matemática entre las frecuencias, es decir, son disonantes. Es un
tipo de sonido de naturaleza dispersa cuyo espectro no tiene componentes de
frecuencias distintas” (Bernardines, L. 1999, p. 9)

Una persona puede estar expuesta a diferentes tipos de ruido, en


determinadas situaciones. En rangos de normalidad, somos capaces de soportar
sonidos que van desde los 20 dB. hasta los 125 dB. Aproximadamente,
considerándose ruido desde alrededor de los 85 dB., el cual se denomina “Umbral de
nocividad del ruido ambiente”, por tanto cualquier ruido que supere los 90 dB. puede
llegar a ser perjudicial para el ser humano.

4.3.1. Características del Ruido

Al ser -el ruido- definido físicamente como un sonido de patrón complejo de


ondas, se puede concluir que, éste presenta cualidades, características y se clasifica
según su tipología (Ruiz, 1997).
Dentro de las cualidades podemos encontrar la intensidad, frecuencia y
variación en el tiempo.

 Intensidad: Es el grado de energía con la que se dispara una onda en


un medio determinado, es una medida de las vibraciones del aire. Al ser

Rivera, N. Tapia, J.
23

un rango amplio el que los seres humanos podemos detectar, este se


debe medir en escalas logarítmicas, donde la unidad de medida es el
decibel.

 Frecuencia: Es el número de vibraciones que realiza una partícula en el


aire en un segundo, la cual provoca la propagación del sonido, es
medido en Hertz (Hz.), es decir, número de vibraciones por segundo. La
banda de frecuencia audible para el ser humano está entre los 20 Hz. y
los 20.000 Hz.

 Tiempo: Se refiere a la cantidad de segundos que dura un sonido o


ruido.

 Variación en el tiempo: Es la variación de frecuencia e intensidad que


se genera en un determinado tiempo.

4.3.2. Clasificación del Ruido

El Decreto Supremo Nº 594 (1999), que aprueba el reglamento sobre


Condiciones Sanitarias y Ambientales Básicas en los lugares de trabajo, establece
las condiciones que se deben cumplir en los lugares de trabajo, además de los
límites de exposición ambiental a agentes químicos y físicos, de los trabajadores que
se encuentran expuestos a riesgo ocupacional. Este entrega en su título IV, párrafo
tercero de los agentes físicos, artículo Nº 70 una diferenciación entre los tipos de
ruido que están expuestos los trabajadores.

Se definen de la siguiente manera:

 Ruido estable: Como aquel ruido que presenta fluctuaciones del nivel de
presión sonora instantáneo inferiores o iguales a 5 dB. (A) lento, durante un
período de un minuto.

Rivera, N. Tapia, J.
24

 Ruido fluctuante: Es aquel ruido que presenta fluctuaciones del nivel de


presión sonora instantáneo superiores a 5 dB. (A) lento, durante un período de
observación de un minuto.

 Ruido impulsivo: Aquel ruido que presenta impulsos de energía acústica de


duración inferior a un segundo a intervalos superiores a un segundo.

Por su parte la norma ISO 2204/1973 clasifica los ruidos según las variaciones de
intensidad (Bernardines, L. 1999)

 Ruido Continuo: Ruido que presenta variaciones insignificantes del nivel de


intensidad en el periodo de observación.

 Ruido Intermitente: Ruido que varía significativamente de forma continua


durante el periodo de observación.

 Ruido continuo fluctuante: Ruido que varía de forma apreciable los niveles de
intensidad.

4.3.3. Medición del Ruido

El ruido es un contaminante de primer orden y es uno de los grandes


problemas medioambientales de países desarrollados. Desde mediados del siglo XIX
y de forma progresiva, la sociedad evoluciona hacia un modelo en el que la
presencia de ruido crece de manera paralela al bienestar.

Todo este ruido posee medidas sonoras que permiten realizar un análisis más
preciso y científico de su composición. Aunque debemos tener en consideración que
existen diferencias psicológicas y fisiológicas entre los individuos, donde el grado de
molestia de una señal dada para una persona es subjetivo, no consiguiéndose medir
científica y objetivamente. Sin embargo estas medidas nos proporcionan un medio

Rivera, N. Tapia, J.
25

objetivo para comparar los sonidos molestos, bajo diversos ambientes y condiciones.
Además, estas medidas pueden prevenir de un daño mayor.

Uno de los cientos de instrumentos que incurren en el campo de la bio-


electrónica que permiten medir el ruido, es el sonómetro el cual, en sus inicios, se
utilizó con propósitos acústicos y en la actualidad, es adoptado por organismos de
seguridad e higiene industrial, como un indicador en la prevención de la pérdida
auditiva laboral.

La medida más común en el ruido, es el nivel en dB. (A) y la medición de éste


se realiza con un instrumento llamado sonómetro (Ríos, H. Lizana, P. Beristaín, S.
Andrade, S, n.d./2011), el cual responde al sonido de forma similar que el oído
humano, generando medidas objetivas y reproducibles de su nivel, siendo capaz de
medir de forma sencilla y directa, distintos tipos de ruidos desde el generado en
oficinas hasta fábricas, colegios, etc.

En el mercado existen sonómetros que poseen un filtro con ponderación tipo


A, que simula la respuesta del oído. El nivel en dB. (A) se usa para describir los
ruidos ambientales e intrusos. En la medición del sonido deben considerarse los
criterios para ruidos permanentes, los cuales son aplicados a personas, como:
obreros expuestos durante toda la jornada de trabajo a los mismos niveles en dB.
(A). La medición de este tipo de ruido, suele realizarse con sonómetros con filtro tipo
A.

El sonómetro deberá ser verificado con un calibrador antes y después de cada


medición, las cuales se realizarán, siempre que sea posible, en ausencia del
trabajador afectado, colocando un micrófono omnidireccional, para garantizar que
todas las fuentes del ruido intervengan en la medición, a la altura donde se
encontraría su oído. Si la presencia del trabajador es necesaria, el micrófono se
colocará frente a su oído, y a 10 cms. de distancia, realizando todas las mediciones
en cuanto a cantidad y duración con el fin de que resulten representativas.

Rivera, N. Tapia, J.
26

La exposición a altos niveles de ruido, incluso durante breves periodos,


produce pérdidas auditivas temporales en el oído. Si la exposición es breve en el
organismo se produce una rápida recuperación al volver al medio normal. Sin
embargo, cuando la exposición es prolongada, es decir, de todos los días, durante
años, el individuo termina experimentando una pérdida permanente del oído. Como
la pérdida se desarrolla en un extenso periodo, todo ambiente ruidoso se considera
riesgoso para la salud.

El sonómetro debe responder al sonido de forma aproximadamente igual que


el oído humano. Hay diferentes sistemas para medir el sonido. Pero en general todas
consisten de un micrófono, una sección de procesamiento y una de lectura, para los
datos de salida.

El micrófono es el encargado de convertir el sonido a una señal eléctrica


equivalente, esta es producida por el micrófono es pequeña, que es necesario
amplificarla para procesarla por medio de la red de ponderación, que es un circuito
eléctrico pasivo, cuya sensibilidad con la frecuencia tiene la misma respuesta que el
oído humano.

Después que la señal ha sido ponderada, se envía a un amplificador, para


brindarle mayor ganancia; obteniéndose su valor eficaz por medio de un detector
RMC (valor raíz cuadrático medio). Posteriormente es pasado a un amplificador
logarítmico, donde se linealiza la señal. Desde ahí viaja hacia la última etapa que es
el medidor, unidad de lectura, que despliega el nivel de presión sonora en dB., el
cual se ve reflejado en la pantalla.

Un sonómetro debe cumplir con las siguientes características:


a) El instrumento debe ser capaz de medir en forma sencilla y directa, el ruido
generado en: oficinas, fábricas y calles.
b) Debe ser capaz de alarmar en aquellos niveles que sean dañinos al ser
humano (Indicador de sobre-rango).

Rivera, N. Tapia, J.
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c) Poseer lectura a través de un indicador de cristal líquido (LCD).


d) Contar con un indicador de batería baja.
e) Manejar dos escalas en forma automática (auto-rango).

Se deberán realizar evaluaciones en distintos momentos:

a) Inicial: En el momento de la creación del puesto de trabajo.


b) Adicionales: Cada vez que se cree un nuevo puesto de trabajo o haya
cambios significativos en los ya existentes, en lo que se refiere al nivel de
exposición al ruido.
c) Periódicas: Cada 3 años en los puestos de trabajo en los que el nivel diario
equivalente supere los 80 dB. (A), y anualmente, cuando el nivel diario
equivalente supere los 85 dB. (A) o el nivel pico los 140 dB.

La utilidad del sonómetro el brindar datos objetivo sobre el nivel de ruido


percibido, con el fin de sustentar programas de acción contra el ruido industrial y de
conservación de la audición, además, de proteger a los empleados contra perdidas
auditivas permanentes.

Rivera, N. Tapia, J.
28

4.3.4. Niveles de Ruido

Tabla 1. Niveles de presión acústica y su equivalencia en decibelios (A)" Bilson AB


(Modificada) (Uña, M y Cols, 2000)

Intensidad sonora en Nivel sonoro


RANGO Fuente sonora
10-12 W/m2 en dB (A)

Nocivo 100.000.000.000.000 140 Motor a reacción

10.000.000.000.000 130 Fuegos artificiales


Umbral Sala de máquinas en
1.000.000.000.000 120
doloroso navíos
100.000.000.000 110 Banda de rock

10.000.000.000 100 Martillo neumático, telar


Vehículo pesado, pulido
1.000.000.000 90
de piezas
Crítico
100.000.000 80 Calle con mucho tráfico

10.000.000 70 Automóvil particular

1.000.000 60 Oficina

100.000 50
10.000 40
1.000 30 Conversación normal
100 20 Vivienda tranquila
10 10 Murmullo de hojas
1 0 Umbral de Audición

Rivera, N. Tapia, J.
29

4.4. Protección Auditiva

Debido al aumento en el número de empresas que trabajan bajo altos niveles


de contaminación de diversos factores, se han implementado una serie de
protectores de la salud. Los agentes contaminantes que exponen a los individuos en
sus trabajos pueden ser controlados por acciones técnicas u organizativas (Pacheco,
2006). Dentro de éstos se encuentran los Elementos de Protección Personal, desde
ahora EPP’s. Pese a estas acciones o programas en nuestro país la realidad señala
que para aplicar medidas de control es necesaria una inversión que en muchos
casos no puede ser solventada.

El contaminante que mayor alteración provoca es el ruido, ya que según


menciona el Sistema Automatizado de Información en Salud Ocupacional en Chile
(SAISO), entre los años 1997 y 2000 “el 38% de la población trabajadora está
expuesta a niveles de ruido que provocan daño auditivo irreparable”, esto se
corrobora con los datos que entrega la Asociación Chilena de Seguridad (ACHS),
mencionando que “la pérdida auditiva es la enfermedad profesional más común en
Chile”. Lo anteriormente descrito se observa en la siguiente tabla.

Tabla 2. Incapacidades por enfermedades profesionales según diagnóstico por año


1995-2001. Fuente: Asociación Chilena de Seguridad (ACHS).

Diagnóstico 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 Total


Hipoacusia 188 261 261 300 295 200 221 1726
Neumoconiosis 69 26 35 26 31 21 19 227
Otras enf. Resp. 9 5 8 8 10 5 9 54
Dermatitis 9 8 8 5 2 3 1 21
Intoxicación 5 4 2 3 4 2 1 36

El EPP utilizado contra el ruido es denominado EPA, Elemento de Protección


Auditivo, definido como “elementos de protección personal cuyas propiedades de
atenuación sonora tienen por objeto prevenir los efectos dañinos en el órgano de la

Rivera, N. Tapia, J.
30

audición reduciendo los niveles de presión sonora que llegan al oído” (NCh
1358:2000) . En el artículo de prevención y protección auditiva realizada por la Mutual
de Seguridad de Chile, se definen los EPA como equipos de protección individual
que, debido a sus propiedades de atenuación de ruido, reducen los efectos del ruido
en la audición, lo que permite evitar daños en el oído.

Antes de utilizar un protector auditivo es necesario realizar una correcta


evaluación, para su selección.

4.4.1. Selección

Antes de entregar un protector auditivo a los trabajadores el comité de


expertos del Instituto de Salud Publica (ISP) aconseja realizar una correcta
evaluación de los agentes o factores que influyen en una adecuada selección, con la
finalidad de que este EPA sea el más efectivo para disminuir el nivel de ruido que
entra al sistema auditivo, y así disminuir los efectos negativos sobre este último
además de determinar si estos factores pueden afectar la vida útil y el rendimiento
del protector.

Factores a considerar:
 Atenuación sonora
 Certificación, la cual debe ser reconocida por autoridad sanitaria.
 Condiciones del lugar de trabajo.
 Necesidad de escuchar alarmas
 Compatibilidad con otros EPP’s
 Problemas de salud de los trabajadores
 Comodidad de los trabajadores.

El principal riesgo que se debe evaluar es la exposición al ruido que los


trabajadores tienen en el lugar de trabajo. Esta debe ser realizada de acuerdo a la

Rivera, N. Tapia, J.
31

referencia establecida en el “Instructivo para la Aplicación del D.S. nº 594/99 del


MINSAL, título IV, párrafo 3º Agente Físico- Ruido” mediante resolución Nº 926 del
21 de junio 2004 del Instituto de Salud Pública de Chile.

El instructivo anteriormente mencionado permite establecer el nivel de presión


sonora al que están expuestos los individuos en sus puestos de trabajo, y orienta
sobre los requerimientos de atenuación sonora que deben tener los protectores
auditivos.

4.4.1.1. Atenuación sonora

Es el factor de mayor importancia a considerar en la selección de un protector


auditivo, ya que éste garantiza una protección eficaz, situando al usuario en un nivel
diario equivalente de exposición por debajo de los 80 dB., lo cual se traduce en que
provoca una disminución del nivel de ruido sin obstaculizar la percepción del habla,
señales de alarmas e instrucciones.

Para calcular el nivel de presión sonora efectivo que otorga un protector,


existen diversos métodos de procedimientos, los cuales tienen distintos grados de
exactitud y se condicionan por la información disponible tanto del protector como del
grado de protección utilizado.

4.4.1.2. Certificación

Los protectores auditivos deben estar siempre aprobados y certificados por


organismos oficiales. De acuerdo con la directiva europea 89/686/1989 o el real
decreto 1407/1992, los protectores auditivos son EPI de categoría II y deben
someterse a un ensayo CE de tipo.

El ensayo CE de tipo, se realiza para establecer las condiciones que deben


cumplir los EPP para garantizar la seguridad de su uso en el lugar de trabajo. Es un

Rivera, N. Tapia, J.
32

procedimiento mediante el cual el organismo de control comprueba y certifica en el


caso necesario, que el EPP cumple con las exigencias que establece el real decreto.
El real decreto 1407/1992, establece los mecanismos para verificar que esas
condiciones se cumplan. Este decreto clasifica a los EPP en tres categorías, las
cuales, tienen distintos procedimientos de evaluación. Dentro de la categoría II caen
las orejeras y estas al estar conformes a las exigencias tienen un marcado donde
dice CE.

En Chile el Instituto de Salud Pública no ha autorizado a ningún servicio de


control o certificación de protectores auditivos, es por esto que en las empresas que
comercializan estos productos se rigen por protectores certificados bajo normas
extranjeras otorgando un folleto de información y ficha técnica a los compradores,
con la intención de que éstos se informen de la selección, el uso, la limpieza y el
mantenimiento del equipo.

4.4.1.3. Condiciones ambientales del lugar de trabajo

Otro factor que no se debe dejar al azar tiene relación con la condición
ambiental bajo la cual trabajan los individuos, tomando en cuenta que esto puede
afectar el rendimiento del EPA generando como consecuencia impactos negativos en
la vida útil y la comodidad del sujeto.

Dentro de los agentes ambientales del lugar de trabajo se pueden encontrar


los siguientes:

 Temperatura y humedad elevadas: Las que pueden generar una excesiva


sudoración en la zona de los protectores, provocando el deslizamiento o
incomodidad. En estos casos es recomendable utilizar protectores de tipo
tapones.

Rivera, N. Tapia, J.
33

 Polvo: Un aumento en la cantidad de polvo en el lugar de trabajo, arriesga


una acumulación de este en los tapones, o entre las almohadillas de las
orejeras, provocando irritación e infecciones.
 Agentes químicos: Estos pueden generar irritación en la piel, en el caso de
combinarse con los materiales de los protectores.
 Puesto de trabajo: La labor que tiene el sujeto en el trabajo que desempeña es
primordial, por ejemplo, si su oficina está expuesta a ruido constante, o
presenta agentes ambientales anteriormente descritos, si es que tiene
suficiente ventilación, entre otras variables que influyen directamente en el
tipo de protector a utilizar.

4.4.1.4 Comunicación y Audición

Un indicador importante, a la hora de elegir un protector auditivo, es la


capacidad de este para entregar o permitir la comunicación, ya que si la atenuación
es excesiva, puede llegar a una sobreprotección lo cual provoca que los trabajadores
deban retirarse el protector para comunicarse entre ellos, además de la incomodidad
que esto genera, o la imposibilidad de escuchar alarmas en el caso específico de los
bomberos.

4.4.1.5. Compatibilidad con otros elementos

Al tomar en cuenta, las condiciones de trabajo de las personas que se


encuentran en las empresas, se pueden observar una serie de agentes que ponen
en riesgo la salud de los trabajadores, por lo tanto deben utilizar más de un protector
o EPP para mantener segura su salud. Es por esto que un factor a considerar es la
compatibilidad que pueda tener un protector auditivo con otros elementos de
protección, sin provocar incomodidad o pérdida de efectividad de alguno de ellos,

Rivera, N. Tapia, J.
34

La guía para la selección y control de protectores auditivos, entrega algunas


recomendaciones que tienen relación con la compatibilidad entre los EPP’s

Se menciona que los protectores oculares y pantallas faciales pueden interferir


en el ajuste de los protectores auditivos cuando se trata de orejeras, por tanto,
recomienda utilizar orejeras de una posición única o universal, con ubicación detrás
de la nuca, o en su defecto el uso de tapones; los cascos de protección pueden no
acoplarse a las orejeras. En este caso existen cascos con protectores auditivos de
tipo orejeras incorporados, o utilizar estas últimas en una sola posición tras la nuca, o
utilizar tapones; lo mismo ocurriría con los protectores respiratorios donde el arnés
de sujeción podría afectar el sello de las orejeras, corriéndolas de su lugar. En el
caso de ocurrir esto es recomendable el uso de tapones.

4.4.1.6. Factores del usuario

Dentro de las características de las personas que trabajan bajo condiciones de


riesgo, existe una variedad de alteraciones que pueden no ser importantes para el
desempeño laboral, pero sí lo son en el momento de seleccionar un elemento de
protección tales como las diferentes condiciones de salud que puedan tener,
tomando en cuenta las alergias a los materiales con los que están hechos los
equipos. En el caso de la protección auditiva, es necesario tener presente, si el
trabajador presenta o ha presentado alteraciones auditivas o de la piel que puedan
ser agravadas con el uso de su protector; es el caso de las otitis, donde no se
recomienda el uso de estos aparatos.

Otro factor que tiene que ver con el usuario es la comodidad que este tenga
con los equipos, lo cual influye en el tiempo de uso, ya que si presentan molestias de
algún tipo, los sujetos tienden a sacárselos o no utilizarlos. La intermitencia en el uso
disminuye la protección del trabajador (Pascual 1999, parte 4)

Rivera, N. Tapia, J.
35

Elementos como la masa, materiales, las terminaciones, presión de las


almohadillas, fuerza del arnés, tamaño, la transpiración que provoca o el
impedimento de su evaporación, la acumulación de la sudoración; son importantes,
ya que influyen en la comodidad del sujeto que utiliza los protectores auditivos.

4.4.2. Tipos de protección auditiva

Actualmente en el mercado, hoy en día existe una cantidad de protectores


auditivos, de diferentes características, tamaños, y materiales, abriendo mayor
cantidad de posibilidades para la selección, tomando en consideración los factores
mencionados anteriormente.

Los protectores se pueden clasificar, según Normativa Chilena (NCh) 1358:2000


en:
 Orejeras
 Tapones
 Protectores auditivos especiales.

4.4.2.1. Orejeras
Son un tipo de protector formado por arnés de metal o plástico, el cual sujeta
dos copas que encierran por completo el pabellón auditivo de forma hermética,
gracias a una almohadilla. En general las copas tienen un revestimiento que absorbe
el sonido, esto a través del armazón que se diseña para mejorar la atenuación.

Existen diversos tipos de orejeras, se pueden clasificar según su tamaño


(pequeña, estándar y grande), según elemento utilizado para acoplar orejeras
(orejeras con arnés, o acopladas a un casco de protección), según la posición de uso
(universal y único). Esta última -posición única- se clasifica a su vez en arnés de
cabeza, de nuca y barbilla. La tensión del arnés y la forma en que se colocan las
copas son determinantes en la efectividad de los protectores, según se menciona en
NCh 1358:2000 (2000)

Rivera, N. Tapia, J.
36

4.4.2.2. Tapones
Son un tipo de protector auditivo que se inserta en el conducto auditivo
externo, o bien en la cavidad de la orejera. Esto permite que se bloquee la
transmisión del sonido por vía aérea. En ocasiones vienen adjuntos a un cordón o
arnés que une ambos tapones.

Se pueden clasificar según su vida útil y su adaptabilidad:

Según su vida útil, se encuentran los tapones desechables, los cuales se


destinan a un sólo uso y los reutilizables, que se utilizan por más tiempo.

En cuanto a la adaptabilidad de uso, existen:


 Tapones moldeables por el usuario: Estos se enrollan para comprimirlos y
luego ser insertados en el conducto donde se expanden. Estos pueden ser de
distintos materiales, entre los cuales están el vinilo, silicona, elastómeros,
algodón y cera, lana de vidrio hilada y espumas de celda cerrada.
 Luego, se describen los tapones premoldeados: Estos son fabricados de
plástico y contienen doble o triple reborde, lo que permite sellar el conducto
auditivo externo.
 Tapones personalizados: Estos se confeccionan a medida del conducto
auditivo externo del usuario, con materiales como silicona, vinilo o acrílico.
 Los tapones unidos por un arnés, se fabrican por lo general de silicona,
caucho o plásticos flexibles, se sujetan por un arnés y, se pueden utilizar
dentro del conducto auditivo externo o en su entrada.

4.4.2.3. Protectores Auditivos Especiales


En el caso en que los protectores convencionales, tapones u orejeras,
provocaran algún problema en el usuario; tal como alguna dificultad para entender la
comunicación, impidiendo los diálogos, señales de peligro, o algún sonido necesario
para su labor, se deben utilizar otro tipo de protectores especialmente diseñados
para el problema que tienen, entre los cuales se encuentran los protectores

Rivera, N. Tapia, J.
37

dependientes del nivel de presión sonora, protectores auditivos activos, orejeras con
sistema de comunicación y/o cascos anti-ruido. Estos dos últimos son de mayor
relevancia a la hora de hablar de bomberos, ya que son usuarios que requieren de la
comunicación para desempeñar su rol, donde el sistema de comunicación permite
transmitir señales audibles de cualquier tipo, lo que ayuda a escuchar sistemas de
alarmas, instrucciones, entre otras.

Luego de evaluar todos estos factores y tener una idea del protector más
efectivo, se realiza la selección y entrega del protector. Para esto, es de gran
relevancia realizar una capacitación a los usuarios con la finalidad de que conozcan
las medidas de control y los efectos que tiene el ruido en la salud, dando énfasis en
la importancia del uso correcto del EPA.

Temas de capacitación:
 Uso y mantención
 Instrucción del fabricante
 Compatibilidad con otros EEP’s
 Tiempo de vida y ajustes del EPA

4.5. Generadores de ruido

Durante las horas de trabajo voluntario de los bomberos, estos se encuentran


expuestos de forma constante a agentes ruidosos, ya sea en las compañías o en los
carros de bomba, cuando se dirigen hacia el lugar del siniestro. Pese a este
constante agresor, los bomberos no utilizan protección auditiva debido al obstáculo
que este significa para la comunicación entre ellos o la detección de alguna señal de
alarma, por lo tanto, el ruido que se genera llega de forma directa al oído provocando
daños irreversibles.

Rivera, N. Tapia, J.
38

Se consideran generadores de ruido los siguientes aparatos:

 En la compañía:
 Alarmas: Dentro de la compañía se encuentran ubicadas en diversos
lugares, para que todo voluntario pueda escucharlas, desde cualquier
espacio del recinto. Dentro de los lugares con mayor impacto se
observan las habitaciones, oficinas y patios.
 Generadores de electricidad
 Compresores

 En el carro:
 Sirenas: Los carros de bombas poseen entre dos y tres tipos de
sirenas, entre las que se encuentran el claxon que funciona como una
bocina, la sirena electrónica y la federal, las cuales se encienden
dependiendo de la gravedad de la emergencia.
 Ventiladores
 Herramientas

Por lo general, estos generadores de ruido sobrepasan los niveles de presión


sonora permitidos de 80 dB. y el tiempo de exposición es relativamente largo.

En las compañías presentes en esta investigación existen diferencias en los


niveles de presión sonora producida por sus maquinarias, esto se debe
principalmente a que no existe una normativa en Chile que rija el nivel de ruido que
debe realizar cada generador de ruido.

En promedio la Compañía Nº 4 de Santiago, ejerce 105 dB. en los timbres de


aviso de emergencia ubicados en las habitaciones, sobre las camas de los
voluntarios, por tanto a una distancia de 80 cms. del más cercano y alrededor de
1,5m. del más lejano, tienen una duración de 20 segundos aproximadamente, y en

Rivera, N. Tapia, J.
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las sirenas alcanza los 85 dB., dentro de la cabina, donde los voluntarios se
trasladan, durante 5 a 7 minutos.

La Compañía Nº 15 es la que presenta mayores niveles de intensidad en sus


instrumentos, llegando a los 110 dB. en sus timbres, ubicados, al igual que en todas
las compañías, dentro de las habitaciones, y hasta 100 dB. las sirenas, tomado
desde el interior de la cabina.

En la Compañía Nº 18 los niveles de presión sonora alcanzan los 100 dB. en


los timbres y los 95 dB. promediando las sirenas emitidas por el carro de bomba, en
similares condiciones que las compañías recién mencionadas.

Por último, en la Compañía Nº 20 la intensidad de los timbres habilitados en


las piezas y pasillos del lugar adquiere 106 dB., sonando por 20 a 25 segundos, y
durante los 7 a 10 minutos de traslado, dentro del carro se escuchan 98 dB.

Por tanto al analizar los niveles de presión sonora anteriormente promediados,


en cada compañía presente en este estudio, es posible determinar que las
intensidades son de gran impacto para los sujetos.

Rivera, N. Tapia, J.
40

4.6. Agentes tóxicos

En el ambiente existe una serie de agentes químicos proveniente de múltiples


procesos de combustión provocados por la gran cantidad de industrias que en la
actualidad son parte de las ciudades, esto sumado a los gases propios de la
naturaleza, los que junto a los disturbios que existen en la capa de ozono, aumentan
su grado de toxicidad, alterando las funciones vitales de muchos habitantes urbanos,
en gran parte sin reconocer su dificultad hasta el momento en que aparecen los
síntomas, pudiendo ser en etapas avanzadas de una patología.

Se denomina agente tóxico a toda “sustancia que puede provocar algún efecto
nocivo sobre un ser vivo, y al ser la vida, tanto animal como vegetal, una continúa
sucesión de equilibrios dinámicos, los tóxicos son agentes químicos o físicos,
capaces de alterar alguno de estos equilibrios” (Repetto, 2009, p. 31)

Guitart (2008) definió tóxico como toda radiación física o agente químico que,
tras generarse internamente o entrar en contacto, penetrar o ser absorbido por un
organismo vivo, en dosis suficientemente alta, puede producir un efecto adverso
directo o indirecto en el mismo.

Esto quiere decir que cualquier producto o sustancia química puede actuar
como tóxico al ser absorbido en altas cantidades.

De acuerdo a la definición que entrega Guitart (2008), una sustancia tiene su


toxicidad en relación a la dosis en que se absorbe en el organismo, haciendo
hincapié en este punto se define dosis como el total de sustancia a la cual un
organismo se expone, por lo general se refiere a la cantidad de sustancia que
penetra en el organismo por medio de alguna vía especifica de ingreso (Duffus y
cols, 1993)

Rivera, N. Tapia, J.
41

El doctor Diego González Machín (2005, p.17), asesor en toxicología define


dos tipos de dosis como:
 Dosis externa (o dosis potencial): Es la cantidad de una sustancia contenida
en el material ingerido, por medio del aire inspirado o en el material aplicado a
la piel

 Dosis interna: Es la cantidad de una sustancia que atraviesa una barrera de


absorción de un organismo, ya sea por medio de mecanismos físicos o
biológicos.

4.6.1. Clasificación de tóxicos

La primera clasificación que se realiza se refiera a la forma en que se


encuentran los tóxicos en el ambiente, encontrando las sustancias provenientes de
la atmósfera de la misma manera en que fueron emitidas, las cuales se denominan
contaminantes primarios. Los contaminantes secundarios se refieren a los
resultantes de una interacción entre contaminantes primarios (Duffi y cols, 1993;
Aránguez y cols., 1999).

Al existir un número importante de sustancias que actúan como tóxicos en el


organismo, Gonzalez (2005) los clasifica, además, según sus características, como
se describe a continuación:

Según sus efectos:

 Reversibles: Se refiere a los tóxicos que luego de finalizada la exposición al


contaminante, cesan su efecto, recuperando el estado normal o el que tenía
antes de la exposición (punto normal o de partida) del órgano.
 Irreversibles: Al finalizar el contacto con el agente contaminante, el tóxico
absorbido por el órgano continúa eliminando partículas en el órgano,
impidiendo su recuperación, por lo tanto se mantiene el cambio.

Rivera, N. Tapia, J.
42

Según tiempo de reacción:

 Agudos: Los efectos de la intoxicación del cuerpo aparecen luego de poco


tiempo de haber estado expuesto.
 Crónicos: Efectos que aparecen luego de mucho tiempo expuestos a
pequeñas dosis de sustancias tóxicas, de manera repetitiva.

Según alteración que producen (Riano, Peña, 2011, p-26):

 Corrosivos: se refiere a los tóxicos que destruyen tejidos, dentro de éstos se


encuentran los ácidos.
 Irritantes: producen alteraciones en la piel o en la mucosa, en este grupo se
encuentran disolventes, amoniaco, entre otros.
 Neumoconióticos: son sustancias tóxicas sólidas que se acumulan en el tejido
pulmonar, tales como polvo, carbón, amianto, algodón, entre otros.
 Asfixiantes: tóxicos que provocan una disminución de la cantidad de oxígeno
que llega a los tejidos, en este grupo es posible encontrar a compuestos como
el nitrógeno, CO2, CO, entre otros.
 Sensibilizantes: son los tóxicos que provocan alergias, para que esto ocurra es
necesaria una predisposición genética del sujeto expuesto. Dentro de estas
sustancias se encuentran las derivadas del níquel, cromo, fibras vegetales o
sintéticas.
 Sistémicos: tóxicos que producen afectación selectiva en un órgano.

Rivera, N. Tapia, J.
43

4.6.2. Etapas de acción de tóxicos

Los agentes o sustancias tóxicas actúan en diferentes etapas, luego de


ingresar al organismo, cada una de las cuales tiene una acción sobre el mismo.
Lawerys (1994) y Gonzalez (2005) definen como fases de acción de los tóxicos a la
absorción, distribución y transporte, acumulación, metabolismo y eliminación.

Absorción

Se refiere al ingreso de las sustancias en la sangre, atravesando las distintas


barreras biológicas, hasta llegar a la circulación sanguínea.

Las formas a través de la cual, estas sustancias tóxicas ingresan al organismo


se denominan vías de absorción, entre las que se encuentran una vía inhaladora o
respiratoria, otra a través de la piel y/o mucosas y una vía digestiva.

 Respiratoria: en el ambiente laboral, es la vía de ingreso más importante y


predominante. En esta vía los tóxicos ingresan de forma directa al órgano en
el que se van a fijar, sin pasar por la acción de metabolización que realiza el
hígado.
 Piel o Mucosa: absorción de las sustancias por medio de los poros y/o
mucosa, lo cual depende del espesor de la piel, las arrugas, y la
vascularización. Las sustancias que tienen mejor absorción por esta vía son
los liposolubles.
 Digestivo: se refiere al ingreso de las sustancias por el contacto de éstas con
la boca, esófago, estómago e intestinos, por lo general esta es una vía de
ingreso de tóxicos que se encuentran en los alimentos; por lo tanto, es de
importancia que las personas, dedicadas a la manipulación de alimentos o
productos tóxicos en las industrias adopten hábitos y conductas higiénicas en
el momento de su contacto.

Rivera, N. Tapia, J.
44

Distribución

Luego de ingresar a la sangre, la sustancia tóxica se propaga por todo el


cuerpo, fijándose en los órganos que presentan mayor afinidad a éste.

Acumulación

Se refiere a un aumento en la cantidad de tóxico fijado en algún órgano


específico, esto sucede cuando existe mayor afinidad, y en relación a la dosis de
tóxico ingerido. Al ocurrir una acumulación, el efecto del tóxico se mantiene luego de
concluir la exposición, ya que mientras se encuentre una reserva en el órgano, ésta
seguirá liberando el producto en la sangre y así continúa su distribución y daño.

Se describen dos órganos que presentan mayor capacidad de acumulación de


los tóxicos, el riñón y el hígado, además de la grasa y los huesos que los continúan
(Lawerys, 1994)

Metabolismo

En esta etapa, los tóxicos sufren una transformación, ya que pasan a ser sus
propios metabolitos, los cuales pierden toxicidad. El órgano que se mantiene con
mayor actividad en esta etapa es el hígado.

Eliminación

Se refiere a la expulsión del tóxico del organismo, presentándose tres vías


principales, vía renal, por la cual se eliminan la mayor cantidad de sustancias tóxicas
del cuerpo, biliar, expulsando los tóxicos que fueron absorbidos por la vía digestiva, y
pulmonar, eliminación de tóxicos por medio de gases y líquidos que se encuentran

Rivera, N. Tapia, J.
45

en estado de vapor, por medio de la exhalación del aire inspirado; además existen
otras vías como la leche materna, el sudor y la saliva.

4.6.3. Tóxicos y bomberos

Es conocida la labor del voluntariado de bomberos, en una emergencia como


los incendios, quienes durante su extinción se mantienen en constante contacto con
el humo emanado por el fuego, compuesto de una serie de sustancias que pueden
variar según, el lugar donde sea el incendio, dependiendo del tipo de construcción,
materiales, o sustancias en el caso de las fábricas o industrias.

Durante los incendios, se produce un proceso de combustión de los materiales


que se encuentran encendidos, proceso que requiere de oxígeno para ser llevado a
cabo (Arángues y cols, 1999), es por esto que el aire que inspiran los sujetos
presenta un bajo contenido de oxígeno y alto en gases tóxicos, los que varían su
grado de toxicidad en relación a cuatro factores, naturaleza del oxígeno, cantidad de
calor liberado en el incendio, temperatura de los gases que se han generado y la
concentración de oxígeno en el ambiente, factores influyentes en las posibles
alteraciones que puedan afectar a los sujetos en órganos como el cerebro y sistema
cardiaco.

La desintegración de productos naturales o sintéticos, genera gases tóxicos


(Arángues y cols, 1999), los que al ser ingeridos en dosis altas pueden llegar a ser
mortales. Habitualmente no es solo una sustancia la que se encuentra en este
proceso durante los siniestros, sino que existe una cantidad de elementos que
producen sustancias tóxicas que tienen un efecto asfixiante en el cuerpo y que en su
unión tienen acción sinérgica aumentando el grado de toxicidad y por lo tanto el
riesgo a producir un daño aún mayor.

La principal afectación producida por la inhalación de humo es directamente


sobre las vías respiratorias (Riaño M., Peña j.,2011), ya que ingresan partículas

Rivera, N. Tapia, J.
46

calientes que las van dañando según su tamaño, además de las partículas de ácidos
volátiles presentes en este humo inhalado, los cuales al enfriarse lesionan la mucosa
bronquial, provocando una pérdida en la función ciliar y el arrastre de sustancia
surfactante, capaz de disminuir la tensión de superficie pulmonar y evitar el colapso
de los alveolos.

En la literatura se exponen tres tipos de asfixiantes en los tóxicos que pueden


provocar alteración en la salud (Riaño M., Peña j., 2011, p.5-6):

 Asfixiantes químicos: Sustancia orgánica e inorgánica, que al ser fabricados,


almacenados, transportados o manejados se incorporan al ambiente en forma
de humo, gas o polvo los que tendrían efectos dañinos al entrar en contacto
con el organismo.

Dentro de los asfixiantes químicos se encuentran el monóxido de carbono,


ácido cianhídrico y el ácido sulfhídrico; este último provoca daños sistémicos al ser
difundido y daños locales en el tracto respiratorio. Este tipo de asfixiante combina
dos efectos mortales, una es la hipoxia grave provocada por la combinación de
monóxido de carbono y cianuro el cual provoca un envenenamiento.

 Asfixiantes físicos: Agentes que provocan desplazamiento del oxígeno del


ambiente, lo cual provoca un agravamiento de la hipoxia ya que lo que se
consume es oxígeno en un proceso de combustión. Los asfixiantes físicos
más comunes son el dióxido de carbono, nitrógeno, metano, etano, entre
otros.
 Gases irritantes: Son gases que provocan alteración en las mucosas que se
encuentran en exposición, estos gases aparecen según sea la fuente del
incendio. En este grupo se encuentran el cloruro de hidrógeno, cloro,
amoniaco, el ozono, monio, dióxido de nitrógeno, fosfógeno, entre otros, los
cuales son capaces de producir diferentes lesiones, desde una irritación
ocular, o en la vía respiratoria llegando a edema agudo en el pulmón.

Rivera, N. Tapia, J.
47

4.6.4. Inhalación de Humo

Durante los incendios el aire disponible para la respiración se encuentra en


bajas cantidades, esto debido al consumo necesario para el proceso de combustión
de diferentes elementos, dependiendo la cantidad de materiales que se encuentren
en destrucción, los que según sus propiedades generan gases como monóxido de
carbono, cloruro de hidrógeno, anhídrido carbónico, cianuro de hidrógeno, entre
otros, pero, sin lugar a dudas el gas con mayor presencia en un incendio es el
monóxido de carbono, el cual, además es el que produce mayor efecto negativo
sobre la salud, ya que se fija con mayor facilidad que el O 2 a la hemoglobina. En el
caso en que el tiempo de exposición al monóxido de carbono se prolonga, esta
fijación puede saturar las células provocando alteraciones en las mitocondrias al
punto de bloquear la respiración celular.

A continuación se hace referencia a los agentes de mayor presencia en los


siniestros más comunes, provocados con materiales de construcción de casas y
empresas, como también los incendios forestales.

4.6.4.1 Monóxido de carbono

El monóxido de carbono es un gas que se mezcla con el aire, se genera por la


unión de todo material combustible rico en carbono y el oxígeno, al producirse un
siniestro se emana este gas (Goldfrank, 2007), en los casos en que este
combustible cuenta con una cantidad suficiente de oxígeno se genera el dióxido de
carbono con contenido de vapor de agua, mientras que en casos de oxígeno
insuficiente la combustión genera el monóxido de carbono, cuyas propiedades son
altamente venenosas para los individuos expuestos a él, debido a que no es
reconocible por ser incoloro, inodoro y no tiene sabor, como tampoco se manifiesta
físicamente al no causar irritación en los ojos ni la nariz (Arángues y cols, 1999;
Lacerda y cols, 2005).

Rivera, N. Tapia, J.
48

La actuación del monóxido de carbono sobre el organismo, se produce al


ingresar por los pulmones desde donde pasa a la sangre ocupando el lugar que le
corresponde al oxígeno, reduciendo la capacidad de la sangre para transportarlo, lo
que provoca que las células no tengan la capacidad de utilizar el oxígeno que
obtiene, llegando a afectar a órganos de vital importancia como lo son el cerebro y el
corazón (Goldfrank, 2007; Lacerda y cols, 2005).

A nivel de vía aérea la lesión aparece en diversos niveles en diferentes grados


dependiendo del mecanismo fisiopatológico de cada zona, es así como es posible
encontrar lesiones térmicas del tracto respiratorio, química pulmonar por la inhalación
de tóxicos, una restricción pulmonar debido a una disminución en la distensibilidad
de la pared torácica, toxicidad sistémica, incluso, en casos extremos la asfixia puede
provocar la muerte de un sujeto.

Aun siendo el monóxido de carbono, el más relevante de los compuestos,


existen otros que son parte de la emanación de gases durante un incendio, entre los
más comunes se encuentran elementos tales como dióxido de carbono, dióxido de
nitrógeno, cloruro de hidrógeno, cianuro de hidrógeno, benceno, aldehídos,
amoniaco, entre otros (Riaño, Peña, 2011, p. 16).

4.6.4.2 Cianuro de hidrógeno

Líquido sin color, con aroma a almendras amargas, ácido con propiedades
altamente venenosas y volátiles, es capaz de hervir a los 26ºC, su mayor uso es en
industrias de explosivos, producción de plásticos y pinturas, por lo tanto se encuentra
presente en la mayoría de las construcciones. Su producción es debida a la reacción
que se provoca al unir cianuro y un ácido fuerte, o el amoniaco junto al monóxido de
carbono (Riaño y Peña, 2011).

Se encuentra presente en frutas que tienen semillas grandes como la palta,


almendras amargas, en gases generados por vehículos y en el tabaco.

Rivera, N. Tapia, J.
49

Al encontrarse altas concentraciones en el aire, el nivel de toxicidad provoca la


inhibición de la respiración celular y en cuestión de minutos produce efectos mortales
sobre los seres humanos.

En la actualidad los materiales con los cuales se construye han variado en


relación a 50 años atrás, es por eso que la combustión producida en los incendios
tiene mayor contaminación sobre la salud humana que años anteriores y quienes
mayormente se afectan de esto son los bomberos, en siniestros producidos en
presencia de lana, melanina, claves de PVC, nylon, espuma de poliuretano, entre
otros, que al ser quemados en condiciones de baja cantidad de oxígeno liberan altas
concentraciones de cianuro y monóxido de carbono, teniendo así otros generadores
de este último gas, aumentando su cantidad en un incendio. Sin embargo, el cianuro
de hidrógeno aún en menor cantidad es 35 veces más tóxico, por lo tanto, con mayor
letalidad durante exposiciones agudas.

La exposición a cianuro puede causar una incapacidad de los sujetos para


escapar de un incendio, ya que en bajas concentraciones es capaz de producir
inconsciencia, llegando a la muerte, debido a la permanencia en el lugar inhalan
además monóxido de carbono lo cual finalmente, en muchas ocasiones, es el que
provoca el fallecimiento.

4.6.4.3 Dióxido de nitrógeno

Gas, irritante pulmonar sin olor ni color; se encuentra en el 78% del aire de
forma natural, pero al producirse en altas concentraciones por la oxidación del óxido
nítrico con oxidantes atmosféricos, produce edema pulmonar bloqueando procesos
de la respiración produciéndose una asfixia y por consiguiente la muerte.

Este gas se encuentra en ambientes interiores por las fuentes de combustión


inadecuadas de gas o que se encuentren mal ventiladas, causante en un sinnúmero
de ocasiones de incendios hogareños, especialmente en épocas de frío.

Rivera, N. Tapia, J.
50

Cada una de las sustancias mencionadas anteriormente, junto con otra


cantidad de gases ambientales son capaces de producir una serie de daños a nivel
sistémico, siendo el tema de interés de esta investigación, el efecto que puede
provocar una exposición constante de estos agentes, al sistema auditivo.

Rivera, N. Tapia, J.
51

4.7 Patogenia de exposición a contaminantes laborales

4.7.1 Mecanismo auditivo

El sistema auditivo, es un transmisor de señales sonoras, el cual capta la onda


ligeramente amplificada por el pabellón auricular, llegando al tímpano y a la cadena
osicular, encargados de trasladar la energía mecánica hacia la cóclea, lugar donde
se encuentran las células ciliadas, constituyentes del órgano de Corti y cuya función
es transformar la onda mecánica en energía eléctrica, para ser enviada por medio del
VIII par hacia la zona del cerebro encargada de analizar estos sonidos.

En el oído interno, específicamente por encima de la membrana basilar se


encuentra el órgano de Corti, formado por tres hileras de células ciliadas externas
(CCE) y una de células ciliadas internas (CCI), a lo largo de las dos vueltas y medias
que integran la cóclea. En su base, las células captan sonidos de altas frecuencias,
sonidos agudos, mientras que en el ápice, zona distal de la cóclea, captan los
sonidos graves, en las zonas medias se distribuye una estimulación ordenada desde
frecuencias agudas hasta las graves.

Vallejo, Gil-Garcedo (2004) explican que el órgano de Corti es estimulado por


el movimiento de la membrana tectoria, el cual provoca el deslizamiento de las
células ciliadas desencadenando un potencial eléctrico que, gracias a las sinapsis
químicas, se transmite a través de la terminal de la neurona aferente mediante un
mecanismo de potenciales de acción todo-nada (Ruiz, 1997), a partir de la capacidad
contráctil dependiente de Ca+2 regulado por acetilcolina y otro mecanismo
dependiente del aumento de Ca2+ intracelular lo que permite la elongación de las
CCE. Al ser, estos mecanismos dependientes de calcio, la disminución de éste
protege ante ruidos de alta intensidad, reduciendo la capacidad de contracción.

Por su parte, los líquidos endolinfáticos muestran una composición iónica


diferente, lo que mantiene el estado de reposo, mientras que la endolinfa presenta

Rivera, N. Tapia, J.
52

una mayor concentración de K+ y baja en Na, la perilinfa está compuesta de una alta
concentración de NA y menor concentración de K+, de este equilibrio se encarga la
estría vascular.

El potasio presente en el líquido endolinfático es el que se encarga de la


transducción de energía mecánica a energía eléctrica, mediante el ciclo de potasio,
transportándose de célula a célula por las uniones celulares.

Al ocurrir un deslizamiento de los cilios de las células sensoriales, éstas dejan


su posición de reposo induciendo a un cambio en la carga eléctrica endocelular,
siendo este potencial de acción el que envía impulsos nerviosos a las fibras del
nervio auditivo, el cual es enviado a la zona encargada de decodificar el mensaje.

4.8. Efectos del ruido sobre audición

La Organización Mundial de la Salud, afirma que un 76% de la población


habitante en las grandes ciudades sufre de impactos auditivos más altos de lo
recomendado.

Las alteraciones producidas por esta exposición se dividen en dos tipos:


lesiones otológicas como sordera o tinnitus, y no otológicas (Berglund, Lindvall,
Schwela, 1999; Sanchez, 2007), tales como disfonía, hipertensión, agresividad o
insomnio entre otros. El tema de este estudio es la alteración producida a nivel
auditivo, por tanto es aquí donde se enfocará la siguiente descripción.

La exposición a ruidos de alta intensidad de manera repentina es capaz de


destruir estructuras del órgano auditivo, ya que la cantidad de energía que ingresa,
induce a una lesión mecánica, esto ocurre debido a la excesiva amplitud con la que
vibra el sistema, excediendo los límites de elasticidad, provocando daño
directamente en las células sensoriales.

Rivera, N. Tapia, J.
53

Un estímulo de 85 a 95 dB. somete a las células ciliadas a un trabajo


metabólico excesivo lo cual ocasiona una fatiga auditiva, posible de recuperar luego
de un determinado tiempo sin estimulación por ruido, lo que corresponde a un trauma
acústico agudo, causado por un impacto auditivo, o ruidos de alta intensidad pero de
manera intermitente, lo que sucede tras una explosión, o con trabajadores como
militares o sujetos que frecuentan discoteques; se puede acompañar de síntomas
vestibulares, y aparecer inmediatamente tinnitus, e hipoacusia que disminuye o
desaparece luego de un tiempo de aproximadamente 36 horas de descanso,
recuperando la sensibilidad auditiva, a diferencia del trauma acústico crónico que se
da por una exposición constante superando los 80 dB. en los horarios de trabajo, al
ser esta exposición repetida en el tiempo, provoca que algunas de estas células no
resistan provocándose un daño irreversible, desapareciendo de la hilera de células e
impidiendo la estimulación en esa zona, lo que se traduce en una pérdida auditiva en
la frecuencia correspondiente al sitio dañado, alteración caracterizada por un daño
sensorial, irreversible, bilateral, progresivo y con frecuencia se acompaña de
alteraciones no auditivas (Cáceres J, 2009 p. 18).

Dentro de las lesiones auditivas se pueden encontrar una serie de


alteraciones, de acuerdo al tiempo de exposición y daño producido en las células, es
aquí donde podemos encontrar desde un enmascaramiento de la audición, hasta una
hipoacusia sensorial permanente, pasando por diferentes etapas mencionadas por
Cenjor C., Villacampa (2006), en su reportaje “Efectos patológicos del ruido”,
describiendo la siguiente evolución.

Evolución de la pérdida auditiva.

 Primera etapa: Es frecuente encontrar una disminución de la audición hasta 40


dB. en la frecuencia 4 kHz., la cual puede ser recuperable al detener la
exposición.
 Segunda etapa: Disminución auditiva entre 20 a 30 dB., en la zona de 4kHz.,
afectando en ocasiones las frecuencias aledañas 3 y 6 kHz., quedando intacta

Rivera, N. Tapia, J.
54

la zona de la conversación (500, 1000 y 2000 Hz.), a esto se le denomina


escotoma traumático tipo 1.
 Tercera etapa: La disminución alcanza los 40 dB. en las frecuencias 4000 y
6000 Hz., profundizando el escotoma, en esta etapa comienza a tener
dificultades para escuchar objetos tales como relojes o timbres.
 Cuarta etapa: La pérdida alcanza a alterar las frecuencias de la conversación,
ya que el daño comienza a afectar las frecuencias graves alterando la
audición en contextos sociales. En esta etapa la curva audiométrica es plana
con ligera inclinación descendente.

Larsen, estudió audiométricamente la evolución en los sujetos expuestos a


impactos sonoros, definiendo tres grados de trauma acústico (de Sebastian,
1999, p. 115).

 Grado 1: En un comienzo no se presenta trastorno auditivo, oye bien la


palabra hablada, mostrando un audiograma con caída en la frecuencia 4000
Hz., de entre 20 y 30 dB.
 Grado 2: La audiometría muestra una disminución en los umbrales llegando a
40 dB., en las frecuencias agudas 3000, 4000 y 6000 Hz.
 Grado 3: Se acentúa aún más la caída en las frecuencias agudas y abarcando
algunas frecuencias medias llegando hasta los 60 dB., se presenta con
acúfenos y un nivel de reclutamiento.

Tuffi en el año 2004, asevera que el crecimiento de la pérdida auditiva es más


rápido durante los 10 a 15 primeros años de exposición, luego de esto se presentaría
un plateu, siendo la frecuencia 4000 a 6000 Hz. las primeras en afectarse.

Ya descrito los mecanismos causante de daño auditivo por causa de una


exposición a ruido constante, se hace necesario definir y contextualizar estas
alteraciones en un lugar de trabajo, es decir una pérdida auditiva inducida por ruido
laboral.

Rivera, N. Tapia, J.
55

Se denomina trauma acústico crónico ocupacional (TACO) a la “hipoacusia


neurosensorial producida por la exposición a ruido que excede los límites permitidos
por ley, en los lugares de trabajo, el cual requiere de una compensación económica
por provocar una disminución en la capacidad laboral del sujeto” (Otárola, Otárola,
Filkenstein, 2006, p. 48).

Según la Asociación Chilena de Seguridad (ACHS) en el año 2005, esta


afectación correspondía a la tercera causa de consultas, luego de dermatitis y
lesiones músculo esqueléticas. La primera causa de indemnizaciones y pensiones,
llegando a un 80% de las incapacidades permanentes por enfermedades
profesionales.

Por otro lado, Martins T., Farinha L., (2007) definen la pérdida auditiva
inducida por ruido (PAIR), como una disminución en la capacidad auditiva, de forma
parcial o total, permanente o acumulativa de uno o ambos oídos, provocada por una
exposición a altos niveles de ruido (mayores a 85 dB.) en el ambiente de trabajo
durante tiempos prolongados, respecto a las frecuencias que predominan en su
afectación son las agudas, siendo la región de los 4000 y 6000 Hz. las alteradas.

Para comprender lo que sucede en el sistema auditivo, al ser expuesto a


niveles de presión sonora superior a lo esperado, Hernández y Gutiérrez (2006)
plantean una serie de teorías explicativas de mecanismos que favorecen el daño
auditivo por ruido, entre los cuales es posible reconocer los siguientes:

1) Teoría bioquímica: La cual menciona que la alteración auditiva tiene su origen


en las alteraciones bioquímicas desencadenadas por el ruido, las cuales
agotan los metabolitos produciéndose una muerte celular, entre los cambios
producidos es posible encontrar una disminución de la presión de O 2 en el
conducto coclear, disminución de glucógeno, ATP, disminución de ácidos
nucleicos de las células, aumento en la cantidad de elementos oxígeno
reactivos como superóxidos, peróxidos, y radicales de hidróxilo, todo lo

Rivera, N. Tapia, J.
56

anteriormente mencionado favorece el estrés oxidativo inducido por el ruido, y


una disminución en los niveles de enzimas participantes en el intercambio de
iones activo.

2) Teoría de la conducción del calcio intracelular: Esta teoría se afirma de la


capacidad que tienen las neuronas para despolarizarse al ser estimuladas por
ruido, basado en esto existen estudios que demuestran que las alteraciones
de la onda de propagación del calcio intracelular en las neuronas son a causa
de cambios en los canales de calcio, siendo así, al haber una disminución de
calcio en las células ciliadas, interviene en la prevención de la pérdida
auditiva.

3) Teoría del microtrauma: Teoría que afirma que los altos niveles de presión
sonora de un ruido constante, conducen a una progresiva pérdida de células
ciliadas llegando a la eliminación de neuroepitelio en crecientes proporciones.

En base a esta teoría, Roland (2004), menciona que la primera zona que se
daña, parecen ser las bandas de colágeno, cuya función es mantener los cilios
unidos a la membrana celular de las células ciliadas, al producirse esta pérdida las
células no actúan, llegando a una degeneración Walleriana, afectando de manera
progresiva las fibras nerviosas primarias.

Por otra parte, autores como Carlos Cenjor y José Miguel Villacampan (2006)
postulan que el daño celular está ligado al daño mitocondrial en las células
cocleares, activando el mecanismo de apoptosis celular en las células alteradas.

Yamashita y cols. estudiaron el papel del mecanismo de apoptosis tras la


muerte celular después de recibir 120 dB SPL a 4000 Hz por un periodo de 5 horas,
donde se encontró una elevación de endonucleasa G (enzima que puede reconocer
una secuencia característica de nucleótidos dentro de una molécula de ADN)
(Cenjor, Villacampa, 2006).

Rivera, N. Tapia, J.
57

Debido al curso de la PAIR se ha propuesto un criterio para medir el daño de


la pérdida auditiva, la cual consiste en definir los perjuicios que tiene la disminución
de la capacidad auditiva en la vida cotidiana, ya que la conversación se encuentra
entre las frecuencias 300 a 4000 Hz., las cuales no se afectan en un inicio por la
exposición a ruido, por tanto una disminución auditiva sería significativa si su
magnitud perjudicara las frecuencias 500, 1000 y 2000 hz.

4.9. Efectos de los tóxicos sobre la audición

Durante muchos años, la pérdida auditiva laboral ha sido atribuida a la


exposición a ruido, sin tener en cuenta los efectos que pueden ser provocados por
las sustancias químicas tóxicas. Recientemente, la exposición a contaminantes
ambientales tóxicos también es considerada como un agente causal de daño auditivo
(Chang y cols, 2003).

Muchas veces, los daños que provocan estos gases tóxicos a la salud son de
mayor relevancia e importancia que un daño en la audición de un individuo, por esta
razón es que no se encuentra en la literatura un número importante de estudios que
analicen el efecto de los gases en la audición.

Estos agentes, además de dañar la audición provocan alteraciones en el


sistema central y sistema vestibular, alterando en el mayor de los casos el equilibrio
(Bertoncelo,1999), debido a que “se caracterizan por ser lipofílicos y por tanto,
presentan gran afinidad por tejidos ricos en lípidos como es el tejido cerebral”
(Fuente, 2010, pág. 274).

En base a estos hallazgos encontrados, se concluye que existe una


combinación de ototoxicidad y neurotoxicidad, la cual sería la causante de los efectos
de los solventes sobre la audición (Fuente, 2010).

Rivera, N. Tapia, J.
58

4.9.1 Ototoxicidad

Entre los numerosos agentes tóxicos existentes en el ambiente, los de tipo


sistémicos son los que provocan disfunción tanto en la cóclea como en sistema
vestibular, que permiten la transmisión del sonido y el equilibrio, respectivamente,
alterando dichas funciones. Son los denominados ototóxicos, sustancia química que
provoca alteración en el sistema auditivo-vestibular, correlacionado con la dosis que
se ingiere.

Por definición se entiende un ototóxico como sustancia que provoca un efecto


perjudicial sobre el octavo nervio o en los órganos de la audición y el equilibrio
(Tabasco, F., 2007), provocando alteración en las estructuras o en la función del oído
interno y las vías de conexión neuronal (Fuente, 2010).

Por otro lado en el estudio realizado por Da Silva Simoes y Costa Branco
Neves (2004), observaron los efectos de los ototóxicos en pacientes tratados con
antimaláricos en Mozambique, consta con una serie de definiciones de este concepto
descritas por autores como:

Uretsky (2002) define este concepto como la lesión de las funciones de la


audición y el equilibrio que provocan en el oído interno ciertos fármacos o sustancias
químicas.

El año 2003 fue definido como la capacidad que tienen algunas sustancias
químicas para dañar la función auditiva, de forma definitiva o transitoria, expuesto por
Vallejo Valdezate y Gil-Carcedo García.

Kalkanis y cols. mencionan que es la disfunción del sistema auditivo y


vestibular causada por fármacos, ya que los productos terapéuticos con acción tóxica
sobre el oído interno actúan sobre las células ciliadas del órgano de Corti, que son
las estructuras iniciales del nervio vestíbulo-coclear.

Rivera, N. Tapia, J.
59

Hybach (2002) definió ototoxicidad como la acción de un tóxico que actúa


sobre el oído interno, considerando, además, la afectación que se produce en las
áreas cerebrales.

Los autores Vallejo Valdezate y Gil-Carcedo García (2004), proponen una


división de los compuestos químicos que pueden generar una ototoxicidad; las
sustancias exógenas y endógenas.

Las sustancias exógenas son las que provienen del exterior del organismo,
donde se encuentran los fármacos y sustancias químicas industriales, en este último
grupo se localizan los agentes producidos en un incendio, tal como el monóxido de
carbono.

Los tóxicos endógenos son sustancias que se originan a partir del


metabolismo del organismo, el cual, al realizarse en concentraciones altas, altera la
función auditiva, es el caso de la hiperbilirrubinemia, hiperlipoproteinemia, diabetes y,
mucopolisacáridos.

Por otra parte, Vallejos y Gil Garcedo (2004) clasifican a los ototóxicos como
farmacológicos y no farmacológicos, dentro de este último se encuentran las
sustancias químicas y productos industriales; tema de esta investigación.

Sugieren factores de riesgo que aumentan la posibilidad de generar


ototoxicidad, entre las cuales existen:

Condiciones previas del paciente: se refiere a la condición de salud que un


sujeto puede tener al momento de ser expuesto a sustancias tóxicas. Son relevantes
aquí enfermedades como:

 Insuficiencia renal y/o hepática, ya que en estos órganos es donde se


metabolizan los tóxicos, es por esto que al sufrir alguna alteración previa en

Rivera, N. Tapia, J.
60

estas zonas la droga permanece por más tiempo o en mayores


concentraciones en los fluidos del oído.
 Disminución de hematocrito y de la hemoglobina, lo que se ve reflejado en una
alteración en el hemograma, esto provoca mayor riesgo en el tratamiento con
drogas neoplásicas y con cisplatino.
 Tratamiento previo con drogas ototóxicas que no han sido eliminadas del oído.
 Edades Extremas, ya que en niños y en edades avanzadas la ototoxicidad se
presenta en mayor grado.

Mecanismos de actuación de los fármacos:

 Tipo de compuesto o droga administrada, al ser acumulativo crea mayor


riesgo llegando a causar daño en la capsula ótica, lo cual sumado a una dosis
elevada es aún más perjudicial.
 Administración simultánea de ototóxicos, ya sean drogas o sustancias
emanadas, provocan un efecto sinérgico.
 Exposición a ruido, durante o después de haber estado expuesto al tóxico.

Otros factores tales como una susceptibilidad a sustancias ototóxicas,


deshidratación, estado nutricional.

Un factor intrínseco desarrollado por Cenjor-Español y Cols (2000), es la


denominada enfermedad mitocondrial, predisposición genética que corresponde a la
mutación de un gen mitocondrial que codifica el ARN ribosómico mitocondrial. Al ser
portador de esta mutación, los sujetos presentan hipoacusia por ototoxicidad en el
caso de ser tratados con algunos compuestos con características ototóxicas.

Debido a la acción tóxica que tienen las sustancias que son emanadas
durante un siniestro, se hace necesario conocer las propiedades que estos tienen y
cómo afectan la audición, ya que son agentes que exponen a un sin número de
sujetos voluntarios de la institución de bomberos.

Rivera, N. Tapia, J.
61

Cocleotoxicante se denomina a la sustancia química que viaja a través de la


sangre hasta la cóclea, provocando un deterioro de sus estructuras, especialmente
de las células ciliadas, la estría vascular y las células del ganglio espiral. Rybak
(1986), postula que estas lesiones son resultado de la exposición a una amplia
variedad de drogas, químicos y agente físico como el ruido.

Una hipótesis que explica el daño en las células ciliadas del órgano de Corti,
es por causa de una disminución en la cantidad de oxígeno efectivo que llega a ellas,
esto se debe a que las sustancias tóxicas al llegar a la sangre aumentan su
concentración, utilizando el oxígeno. Esta concentración llega a los líquidos
laberínticos por la endolinfa. Otro medio de ingreso de tóxicos a la endolinfa es por
medio de líquido cefalorraquídeo, el cual es transportado hacia la perilinfa por el
acueducto coclear, siendo la permeabilidad de la membrana de Reissner la que
permite el paso hacia la endolinfa.

Estudios sobre el mecanismo responsable del daño provocado por la


ototoxicidad, llevan a conclusiones tales como la relación entre el suministro de
oxígeno y la función coclear serian la causa de la perturbación, donde existiría una
interacción entre ruido y sustancias químicas que alteran de manera permanente la
función auditiva (Campo P., y cols, 2009).

Los efectos de los agentes químicos sobre la audición se generan por el


descenso en los niveles de oxígeno que llegan a la cóclea (hipoxia), alterando la
función auditiva de forma aguda, lo cual es confirmado por Russel y Cowley (1983),
con un estudio de animales en laboratorio. Por otro lado, Seidman y cols (1991)
postularon en base a evidencias que el deterioro auditivo proveniente de tóxicos, es
producto de los radicales libres encontrados en el oxígeno.

Entre los estudios en humanos que se han realizado, se destaca que el


monóxido de carbono o la exposición a cianuro tienen efectos reversibles en la
función coclear, cuando se trata de exposición en bajas concentraciones; es decir los

Rivera, N. Tapia, J.
62

daños permanentes se consideran a partir de altos niveles (Fechter, Thorne y nutall,


1987; Goto, Miyoshi y Yoshitomo, 1972; Liu y Fechter, 1995; Fechter, 1999)

Otras investigaciones realizadas por Konishi y Kelsey, (1968) y Tawackoli,


Chen y Fechter (2001), sugieren que los daños se provocan principalmente en las
frecuencias agudas, y que el cianuro induce a alteración en la estría vascular,
mientras que el monóxido de carbono induce a un aumento en la liberación de
glutamato en el lugar donde ocurre la sinapsis, por debajo de las células ciliadas
internas, esto último citado por Kanthasamy (1994). La excesiva cantidad de
glutamato es la que provoca la formación de los radicales libres.

En relación al cianuro, existe una reducción en el potencial endococlear, lo


cual indica que existe una disminución en la función de la estría vascular, donde se
concentran altos niveles de NA-K ATPasa, lo que permite el bombeo de potasio
alrededor del órgano de Corti; es decir se crean cambios de presión y composición
en la endolinfa, actividad que causa el daño a este nivel.

Los daños ocasionados por ototóxicos comienzan a nivel de la espira basal de


la cóclea (Bertoncello, 1999, Vallejo; Gil-Garcedo, 2004), por lo que son las
frecuencias agudas, las primeras en afectarse, así también las primeras estructuras
que presentan alteración son las CCE ya que son más susceptibles que las CCI,
estas últimas tienen una mayor resistencia lo que retrasa su deterioro, sin embargo,
cuando comienza el daño a este nivel, las primeras CCI en afectarse son las
ubicadas en el ápex de la cóclea, es decir, las frecuencias graves.

El perjuicio provocado por la intoxicación de la cóclea, presenta en su primera


instancia un cuadro de acúfeno, luego hipoacusia o síntomas de inestabilidad.

Rivera, N. Tapia, J.
63

4.10 Combinación de los efectos auditivos por ruido y por tóxicos

Como es conocido, el trabajo de los voluntarios de bomberos, se encuentra en


constante exposición de una serie de gases tóxicos emanados por el humo que se
produce en los incendios, agentes que, como se estudió anteriormente, son capaces
de causar alteración en el sistema auditivo, esto se suma a la exposición a ruidos de
alta intensidad, superior a los 85 dB., durante el trayecto a los lugares donde ocurre
el siniestro.

Calabrese (1991) y Greco et al (1992) mencionan que los efectos interactivos


entre sustancias tóxicas y ruido pueden definirse como:

1) Efecto aditivo, lo cual sería la suma de los efectos de una sola exposición.
2) Efecto sinérgico, este tiene una amplitud mayor que la obtenida por la suma
de los efectos individuales.
3) Coalismo, aquí ninguno de los agentes es efectivo individualmente.
4) Co-sinergia, ambos agentes por separado son eficaces.
5) Potenciación, aquí un solo agente es efectivo de forma individual. La
potenciación puede ser debido a la reducción de la capacidad de la célula
para reparar el daño inducido por el ruido de monóxido de carbono.

Se observa en un estudio realizado por Chen y Fechter (1999) que la pérdida


de audición inducida por ruido solo se recuperó gradualmente, mientras que la
pérdida por exposición combinada no obtuvo ningún grado de recuperación.

Lacerda, Leroux y Gagn (2005) obtuvieron resultados de una investigación


donde se compararon umbrales auditivos de trabajadores que se encontraban en
ambientes de trabajo ruidosos y sin estar en exposición combinada de monóxido de
carbono, donde se mostraba que los umbrales presentes en las frecuencias 3000,
4000 y 6000 Hz. fueron más altos para los sujetos expuestos al monóxido de
carbono, pronunciándose aún más cuando el tiempo de prolongación es más

Rivera, N. Tapia, J.
64

extenso; según estos resultados, los autores concluyeron que existe un efecto de
potenciación del ruido y el monóxido de carbono.

4.11. Evaluación auditiva


4.11.1. Audiometría

Para realizar una evaluación auditiva ocupacional, se ejecuta una audiometría


tonal liminar por vía aérea a los individuos expuestos a ruido, incluyendo las
frecuencias 500, 1000, 2000, 3000, 4000, 6000 y 8000 Hz., en un ambiente sin ruido
de fondo para no interferir la confiabilidad de los umbrales auditivos.

Esta evaluación ocupacional consta de tres tipos de audiometrías (ISPCh,


2005), una de base que se toma al ingresar al lugar de trabajo, luego una
audiometría de pesquisa donde se determinan umbrales aéreos, comparándose, sus
resultados con la audiometría de base, y finalmente una evaluación de confirmación
la cual confirma los niveles de audición de los trabajadores expuestos cuya
audiometría de pesquisa resultó alterada.

Al ser éste, un estudio realizado con sujetos voluntarios de bomberos, no


existe una normativa, ya que no son personal contratado, por tanto se realiza con
ellos una pesquisa de alteración auditiva en base a una audiometría la cual consta de
evaluación de las frecuencias mencionadas anteriormente y evaluación de umbrales
óseos.

4.11.2. Timpanometría

Se realiza este examen con la intención de descartar alguna patología de oído


medio que pueda estar afectando los umbrales auditivos, que sean capaces de
explicar la disminución de la capacidad de audición observada en la audiometría. Se
realiza timpanometría cuya valoración es a través de las Curvas de Jerger descritas
por F. Diaz en el año 1997:

Rivera, N. Tapia, J.
65

 Curva “A” indica normalidad, su ápice se encuentra “0” DaPa pudiendo variar
entre -100 y +40 daPa; con una amplitud entre 4 y 10 Unidades Relativas
(UR).
 Curva “As” indica patología correspondiente a tímpano Rígido, u otosclerosis.
Su ápice está en “0” DaPa y su amplitud es inferior a 4 UR. .
 Curva “Ad” señala patología, ocurre en los casos de tímpano Flacido o
interrupción de cadena oscicular. Posee un ápice en “0” DaPa y su amplitud
sobrepasa las 10 UR.
 Curva “B” revela la presencia de masa en el oído medio, no posee ápice, con
amplitud limitada ,
 Curva “C” ápice desplazado hacia las presiones negativas inferior a los -
100daPa, con una amplitud normal entre 4 y 10 UR. o disminuida. Esta curva
indica una alteración en el funcionamiento de tuba auditiva .

4.11.3. Emisiones Otoacústicas

Examen utilizado para pesquisar algún daño auditivo previo al que se expresa
en la audiometría, ya que al presentarse exposición a sustancias tóxicas las células
comienzan a perder efectividad, y aunque no se manifieste el daño, en una alteración
de la capacidad auditiva. Una audiometría puede no ser del todo precisa para
detectar etapas iniciales de una pérdida auditiva, en especial en las frecuencias más
altas, siendo importante la pesquisa temprana ya que beneficia la preservación
auditiva en los rangos de frecuencia de la comunicación.

Las Emisiones Otoacústicas son sonidos que se registran en el conducto


auditivo externo, se originan en la cóclea y representan el movimiento de las células
ciliadas externas. Su estudio no debe considerarse como alternativa a la audiometría
sino como complemento de la misma.

Entre sus aplicaciones se encuentran:

Rivera, N. Tapia, J.
66

1) Diferencia entre patología coclear y retrococlear.


2) Identificación de pequeños cambios que no aparecen en la audiometría.
3) Detección de pérdidas inducidas por ruido antes de que aparezcan en la
audiometría tonal.
4) Vigilancia de la audición durante tratamientos con medicamentos
potencialmente ototóxicos.
5) Detección de simuladores.

Una de las variantes de este examen, es la emisión otoacústica por producto


de distorsión, estas son de gran confianza, y gracias a su precisión en la evaluación
de la función coclear, permite ser utilizada en seguimientos de cambios dinámicos de
las respuestas de las células ciliadas, antes de observarse una disminución en los
umbrales audiométricos, y que esta pérdida afecte funcionalmente a los sujetos
(Delehave, Capobianco, Berletto, Meloni, 2008)

4.11.4. Escalas de clasificación de audiometría

Al observar los resultados de una audiometría, en variadas ocasiones, estos


no entregan información de la realidad auditiva del sujeto, ya que por lo general, se
analizan las frecuencias relacionadas con la conversación (500, 1000 y 2000 hz), y
en el caso de trabajadores expuestos a ruidos estas frecuencias no son las
primeras en verse afectadas. Debido a esto es que se hace necesario en las
instituciones laborales establecer un criterio en base a una clasificación que tome
las alteraciones provocadas en las frecuencias agudas, así es como instituciones
como el instituto de los seguros sociales en los sistemas de vigilancia
epidemiológica de ruido para la clasificación de las audiometrías, de Colombia,
toman como referencia la clasificación realizada por E. R. Hermann, promulgada el
año 1973, en el Congreso Internacional de Salud Ocupacional, Madrid, España (“An
Epidemiological Study of Noise”), (Reyna, 2002) donde se clasifica las audiometrías
según el deterioro en frecuencias conversacionales anteriormente mencionadas con
el Sistema Speech Average Loss (S.A.L.), estableciendo un grado de pérdida que

Rivera, N. Tapia, J.
67

va desde la letra A donde existe normalidad en los límites auditivos en ambos


oídos, hasta G donde es posible observar sordera total en ambos oídos. (Tabla 3),

Tabla 3. Escala S.A.L.

ESCALA SAL. MADRID ESPAÑA, 1973.


GRADO UMBRAL PROMEDIO (dB.) SIGNIFICADO
A 16, peor oído Normal
B 16 - 30 ambos oído Casi normal
C 31 - 45 mejor oído Sordera moderada
D 46 - 60 mejor oído Sordera notable
E 61 - 90 mejor oído Sordera severa
D 90 mejor oído Sordera profunda
E Ninguna percepción Sordera total

Extraída de “Hacia una revisión de la conceptualización metodológica para


calificar pérdidas auditivas por exposición al ruido ocupacional”. (Reina, Mery, 2002)

Por otro lado según la pérdida que se genera en la frecuencia 4000 Hz., este
sistema (E.L.I) Early Loss Index, corresponde a la clasificación del trauma acústico,
donde se toma el valor de la pérdida en dB. para el peor oído en la frecuencia
mencionada (Tabla 1), luego se le resta el valor correspondiente a la presbiacusia
según una tabla de corrección según la edad del sujeto (Tabla 4).

Tabla 4. Escala de Valores E.L.I. Madrid España, 1973.

ESCALA DE VALORES ELI. MADRID ESPAÑA, 1973


PÉRDIDA EN dB A 4kHz (-)
GRADO SIGNIFICADO
PREB.
A Menor de 8 Excelente
B 8 - 14 Bueno
C 15 - 22 Normal Límite
D 23 - 29 Sospecha de Trauma Acústico
Muy Sospechoso de Trauma
E Más de 30
Acústico

Extraída de “Hacia una revisión de la conceptualización metodológica para


calificar pérdidas auditivas por exposición al ruido ocupacional”. (Reina, Mery, 2002)

Rivera, N. Tapia, J.
68

Gracias a esta forma de medir la pérdida auditiva, es posible establecer una


valoración de mayor objetividad de la disfunción que provoca la exposición a
estímulos dañinos como son el ruido y las sustancias tóxicas; se hace necesario,
para este tipo de análisis tener presente las variables edad y sexo de los sujetos en
estudio.

Tabla 5. Escala de corrección por presbiacusia a 4000 Hz./dB.

ESCALA CORRECCIÓN POR


PRESBIACUSIA A 4000 Hz
EDAD MUJERES HOMBRES
25 0 0
30 2 3
35 3 7
40 5 10
45 8 15
50 12 20
55 15 26
60 17 32
65 18 38

Al tener el resultado de estas medidas, es posible tener una estimación clara


de la alteración auditiva que presentan los sujetos, sin tomar en cuenta solo las
frecuencias involucradas en la comunicación, sino tomando en cuenta el
verdadero curso de una patología auditiva producida por la exposición a agentes
físicos y químicos externos.

Rivera, N. Tapia, J.
69

4.12. Legislación internacional en torno al ruido, protección auditiva y


ototóxicos

Existen diversos tipos de legislaciones y normativas en relación con el ruido,


algunas de las cuales se refieren específicamente al ruido y otras lo incluyen como
parte de una problemática mucho más amplia.

En primera instancia, están los Reglamentos de Habilitación, que se enfocan


en los permisos para diversas actividades que involucren la producción de ruido,
como el transporte o los espectáculos.

En segunda instancia están las Disposiciones Ambientales, que protegen a la


comunidad y establecen límites muy por debajo a los interpuestos en el ámbito
laboral, ya que regulan por ejemplo la tranquilidad y el descanso.

En tercera y última instancia se encuentran las Legislaciones Laborales, que


protegen directa o indirectamente al trabajador, por lo que regulan los niveles de
exposición a ruidos, así como las posibles medidas de prevención.

4.12.1. Ruido y protectores auditivos

Es de conocimiento público, que el control del ruido ambiental se ha limitado


por la falta de conocimiento en sus efectos sobre los seres humanos, la escasa
información sobre la relación estímulos/respuesta y la falta de criterios definidos.

Como se ha mencionado ya, la contaminación sonora es producto del conjunto


de sonidos ambientales altamente nocivos, que recibe el oído.

Existen dos umbrales involucrados en la audición, el primero de ellos es el


umbral de audibilidad y el segundo es el umbral del dolor, los cuales determinan el
campo de audición no contaminante, que abarca frecuencias de 500 a 5.000 Hz.

Rivera, N. Tapia, J.
70

A modo de ejemplificar los sonidos en decibelios, podemos mencionar:

 0 dB.: No podemos oír


 10 dB.: Murmullo de personas ubicadas a un metro y medio de distancia
 15 dB.: Martillar sobre acero a 60 m. de distancia
 30 dB.: Calle tranquila de barrio
 40 dB.: Ruidos nocturnos de una ciudad
 50 dB.: Ruido de coche que se desplaza a 6 km. de distancia
 60 dB.: Multitud en un lugar grande y cerrado
 70 dB.: Tránsito muy intenso
 80 dB.: Tránsito muy pesado
 100 dB.: Sonido doloroso

En los últimos años, la comunidad internacional ha hecho hincapié en realizar


estudios sobre las causas u origen, deterioro y políticas de prevención y control de la
contaminación sonora.

Es así como en seminarios y conferencias de Naciones Unidas y otros


organismos internacionales, buscan adoptar acuerdos entre los países con el fin de
crear sus propias regulaciones. La creación de estos nuevos programas pretende
"Establecer criterios para fijar los niveles de ruidos máximos permitidos e incorporar
medidas de evaluación y control del nivel de ruido en los programas de
contaminación ambiental".

La Organización Mundial de la Salud (OMS) desde 1980, ha abordado el


problema del ruido ambiental, buscando consolidar el conocimiento científico sobre
las consecuencias de este ruido en la salud, con el fin de orientar a las autoridades y
profesionales de salud ambiental que tratan de proteger a la población de los efectos
del ruido en ambientes no industriales.

En la publicación de la serie Criterios de Salud Ambiental se orientó acerca de


los efectos que provocaría la exposición a ruido ambiental en la salud, evaluando sus

Rivera, N. Tapia, J.
71

riesgos y estableciendo valores guías. El tema del control del ruido y protección de la
salud fue abordado brevemente.

En una primera reunión de la WHO/EURO reunido en Düsseldorf, Alemania,


en 1992, revisó los criterios y valores guía para la salud y actualizó las guías a través
de consenso. Los resultados esenciales fueron publicados por la Stockholm
University y el Karolinska Institute en 1995.

En una segunda reunión de expertos convocada en abril de 1999 en Londres,


Reino Unido, se ampliaron las guías para el ruido urbano. Siendo este documento el
resultado de las deliberaciones consensuales del grupo de trabajo de expertos de la
OMS.

En la actualidad, la mayoría de los países permite un nivel de contaminación


auditiva que no supere los 90 dB. Más allá de estos dB. deben utilizarse protectores
auditivos.

Unión europea

La Comunidad Europea en su artículo Nº 130 R, título VII "Del Medio


Ambiente" declaró su voluntad de actuar frente a asuntos del medio ambiente y es
así como se estableció, el principio de cooperación y coordinación de actividades
entre los Estados miembros y la comunidad (Tratado de la C.E., 1986). Normativa
que dejó a libre disposición a cada uno de sus miembros con el fin de que cada uno
legisle sobre la contaminación sonora.

Reino Unido de Gran Bretaña

Surge una gran normativa en materia de protección sonora, es extensa y muy


detallada, destacándose entre otras, las siguientes leyes:

 Ley de Control de la Contaminación de 1974: exige inspección por las


autoridades de la zona, para establecer molestias causadas por el ruido.

Rivera, N. Tapia, J.
72

 Normas para vehículos carreteros (construcción y uso) de 1981: Establece


niveles de ruido permisibles a los nuevos vehículos cada vez más estrictos,
puesto que esta ley varía los niveles máximos de año en año.
 Ley de compensación de pérdidas de 1973: Obliga al pago de una
compensación por la pérdida de valor de propiedades como resultado de
factores físicos.
 Aeropuertos: normativa adecuada al mandato de la Organización de la
Aviación Civil Internacional (OACI). Se establecen restricciones operacionales
para reducir las molestias causadas por los ruidos de aeropuertos (tipo y
número de aviones que pueden operar por la noche, despegue de aviones en
direcciones en que su ruido resulte menos perjudicial).

Una legislación muy similar se ha promulgado en Irlanda del Norte, Escocia,


Gales e Inglaterra.

En cuanto a la protección auditiva, la Unión Europea se ha mostrado muy


interesada ya que alrededor de un tercio de los trabajadores están expuestos a
niveles de ruido potencialmente peligrosos durante al menos una cuarta parte de su
tiempo laboral. Es por esto que en la semana de la seguridad y salud en el trabajo,
dictada en el 2005 fue la temática principal.

El Real Decreto 286/2006 de 10 de marzo, se incorpora al derecho Español de


la directiva 2003/10/CE del Parlamento europeo, el cual permitió fijar las
disposiciones mínimas de seguridad y salud relativas a la exposición de ruido.
Derogándose cualquier disposición antes prevista y estableciéndose como la única a
nivel Europeo.

España

El Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo (INSHT), de


acuerdo con lo dispuesto en el artículo Nº 5 del Real Decreto 39/1997, de 17 de
enero, por el que aprueba el Reglamento de los Servicios de Prevención, tiene entre

Rivera, N. Tapia, J.
73

sus cometidos, la elaboración de guías destinadas a la evaluación y prevención de


los riesgos laborales.

En el Artículo Nº 5.2 se determina que en ningún caso la exposición del


trabajador, diaria o semanal, podrá superar los valores límites de exposición que son
87 dB.

En cuanto al Real Decreto 286/2006, de 10 de marzo, sobre la protección de


la salud y la seguridad de los trabajadores contra los riesgos relacionados con la
exposición al ruido, establece una disminución de 5 dB., en el nivel equivalente diario
con el fin de establecer un valor fiable en la atenuación del protector auditivo.

En el artículo Nº 17.2 de la Ley 31/1995 y en el Real Decreto 773/1997, de 30


de mayo, que hace alusión a las disposiciones mínimas de seguridad y de salud
relativas a la utilización de equipos de protección individual que deben ser brindados
por el empleador, estableciendo así que el trabajador que utiliza protección auditiva
no podrá exponerse a ruidos de intensidades superiores a 140 dB.

En la siguiente tabla se da a conocer el tiempo máximo que debe permanecer


el trabajador con el fin de no sobrepasar los 87 dB.

Tabla 6. Decibeles y Tiempo de Exposición Máxima. (Ministerio del Trabajo e


Inmigración, 2006)

Nivel Equivalente Tiempo Máximo de


Diario (dB) Exposición
87 8 Horas
90 4 Horas
93 2 Horas
96 1 Hora
99 30 Minutos
102 15 Minutos
105 7 Minutos y 30 Segundos
112 1 Minuto y 30 Segundos
117 30 Segundos
120 15 Segundos

Rivera, N. Tapia, J.
74

América

Argentina

El Instituto de Seguridad y Educación Vial (ISEV), en un estudio realizado en


1995 en la concurrida ciudad de Buenos Aires, registró ruidos por sobre los 105 dB.,
siendo esto muy superior a lo establecido por la Ley. Dando como resultado lesiones
auditivamente irreversibles que fueron provocadas por ruidos de más de 80 dB. Lo
que se puede ver reflejado en la pérdida de la percepción sonora, desencadenando
posiblemente una Hipoacusia de grado Severa a Profunda.

El Código de Prevención de la Contaminación Ambiental, aprobado en 1983,


en su sección 5, hace referencia a "Ruidos y Vibraciones" donde se instauran
normas referidas a ruidos y vibraciones provenientes de fuentes fijas, transitorias y
móviles.

 Fuentes fijas: Se prescribe que todo nivel que supere los 45 dB. de base
adopta un nivel sonoro dañino para quienes lo escuchan por ende se fijan
limitaciones con correcciones por horas y días, con el fin de no afectar la
percepción auditiva.
 Fuentes transitorias (actividad personal, máquinas, herramientas, etc.): Se
exige el bloqueo de los mismos con medios idóneos y adecuados para poder
operar.
 Fuentes móviles: La norma comprende que ningún vehículo puede superar el
nivel declarado por el importador. Además, se regula el ruido producido por
dispositivos de señalización acústica (bocinas) y sobre la obligatoriedad de
contar con una declaración jurada de nivel de ruido de automotores.

Por otra parte, el Decreto 29/4/929, B.M. 1846 publicado el 15 de junio de


1929, se refiere a las de establecimientos no pueden producir ruidos molestos de
carácter intolerable a los vecinos ocupantes de las propiedades cercanas (art. Nº 10).
Todas las máquinas que pudiesen producir ruidos molestos deberán colocarse sobre
bases sólidas y una amplia de construcción (art. Nº 11).

Rivera, N. Tapia, J.
75

En el Decreto 911/96 (B.O. 14/8/96)

La reglamentación de la Ley 19.587, adecuada a la ley sobre riesgos del


trabajo n° 24.557, en su artículo Nº 42 se fijan que todos los trabajadores deben
utilizar los equipos y elementos de protección personal de acuerdo al tipo de tarea
que deban realizar y a los riesgos emergentes de la misma.

Cuando la infraestructura no permita eliminar o reducir el nivel sonoro a los


niveles máximos estipulados, será obligatorio proveer de elementos de protección
auditiva acorde al nivel y características del ruido (arts. Nº 98, 99, 109).

En el capítulo VII de la misma ley, se hace alusión a las Normas Higiénico-


Ambientales, donde se encuentran aquellas que se refieren a “Ruidos y Vibraciones”
estableciendo en su artículo Nº 127, que ningún trabajador puede estar expuesto, sin
la utilización de protección auditiva adecuada a una dosis, de nivel sonoro continuo
equivalente superior a 90 decibeles.

En el artículo Nº 130, se menciona que todo trabajador expuesto a una dosis


superior a 85 decibeles debe ser sometido a exámenes audiométricos.

Colombia

Colombia ha desarrollado programas de salud ocupacional, lo cuales cuentan


con un extenso soporte legal.

Ley N°9 promulgada el 24 de enero de 1979.

En su artículo Nº 106, establece que el Ministerio de Salud determinará los


niveles de ruido, vibración a los que puedan estar expuestos los trabajadores.

En el capítulo IV “De ruidos y Vibraciones”. La ley establece un nivel máximo


de 85 dB., siendo este valor señalado previa realización de estudios técnicos con el
fin de aplicar métodos de control, de mantenimiento preventivo y del uso de

Rivera, N. Tapia, J.
76

silenciadores. Limitando así el tiempo de exposición y suministro de elementos de


protección personal.

En el artículo Nº 91, que se refiere a la susceptibilidad y la exposición al ruido,


se dejan pre establecidas las normas sobre protección y conservación de la auditiva.

Otros países

Bolivia, Perú, Ecuador, Venezuela y México no presentan literatura que defina


los parámetros permisibles de ruido para la sociedad, haciendo referencia siempre
sobre el rango de molestia pero no así de su valor cuantificador, sin embargo, existe
un extenso registro de acuerdos y tratados que velan por la seguridad auditiva de los
trabajadores.

Ototóxicos

La exposición a ruido en el ámbito laboral, es la principal causa de daño


auditivo, pero no es la única. Es preciso, establecer que la exposición a
determinadas sustancias químicas, denominadas ototóxicas, puede sensibilizar el
oído interno produciendo una mayor susceptibilidad del trabajador al ruido ambiental.
Así pues, una exposición al ruido más algún ototóxico debe suponer una mayor
atención por parte del empleador y un nuevo planteamiento en cuanto a las medidas
preventivas.

En la siguiente tabla se pueden observar los agentes a los que están


expuestos los trabajadores en su ambiente laboral:

Rivera, N. Tapia, J.
77

Tabla 7. Agentes ototóxicos posiblemente presentes en entornos industriales.


(Ministerio del Trabajo e Inmigración, 2006)

Familia de
Agente Afección sobre
Compuestos
Disolventes Tolueno - Xileno - Córtex y Cóclea -
Orgánicos Estireno – Tricloroetileno Nervio Auditivo.
Mercurio- Manganeso-
Metales Nervio Auditivo
Plomo- Arsénico
Monóxido de carbono-
Gases Nervio Auditivo
Cianuro de hidrógeno

Sales Cianuros Córtex

En cuanto a la materia legislativa la prevención de los riesgos derivados de la


presencia de agentes químicos en el trabajo está sujeta al cumplimiento de:

 Ley 31/1995, de 8 de noviembre, que hace alusión a la prevención de


riesgos laborales, descrita por el instituto nacional de seguridad e higiene
en el trabajo, España.
 Real Decreto 374/2001, de 6 de abril y Real Decreto 286/2006, de 10 de
marzo, donde en ambos se hace referencia a la protección y la seguridad
de los trabajadores contra los riesgos relacionados con la exposición al
ruido.

El artículo Nº 7 de la Guía Técnica para la evaluación y prevención de los


riesgos relacionados con la exposición de los trabajadores al ruido, establece como
normativa que será necesario utilizar protectores auditivos, cuando la evaluación de
riesgos en un puesto de trabajo con exposición simultánea a ototóxicos y a ruido así
lo requiera. Estos equipos de protección Individual (EPI) deberán ser electos según
lo establecido por la ley, contemplando que no pueden ser compartidos lo de tipo
tapón.

Rivera, N. Tapia, J.
78

4.13. Legislación nacional en materia de ruido, protectores auditivos y


ototóxicos.

En todo ambiente laboral existen interacciones que pueden provocar daños si


es que se sobrepasan los niveles de equilibrio normal, entre los individuos y el
espacio físico. Es así como en muchas ocasiones los trabajadores se enfrentan a
esta modificación del ambiente de forma desfavorable, desencadenando y
aumentando así los factores de riesgo.

En la actualidad ha surgido una legislación especial en torno al ruido, principal


factor de riesgo para los trabajadores. Esta nueva legislación busca establecer los
límites permisibles de exposición a tan nocivo sonido.

Es importante destacar que la legislación nacional sólo busca proteger a los


trabajadores de la sordera pero no así de las múltiples patologías que se pueden
desencadenar por dicho factor.

La Ley chilena 16.744 promulgada en 1968, asesora y previene a los


trabajadores de cualquier empresa, para que no sufran accidentes o contraigan
enfermedades en el desarrollo de sus actividades laborales. Dentro del
asesoramiento preventivo para el agente físico ruido, se encuentra la implementación
de un programa de control y seguimiento de trabajadores expuestos a ruido
ocupacional para prevenir que los trabajadores adquieran sordera profesional,
basado en los artículos Nº 75 y 80 del Decreto Supremo Nº 594/99 del MINSAL.

Algunos de los métodos de control que sugiere dicho decreto son:

 Las nuevas instalaciones se debe considerar diseños adecuados en cuanto a


estructuras, equipos y maquinarias.
 Sustitución de equipos y maquinarias por otras menos ruidosas, además del
aislamiento de maquinarias ruidosas.

Rivera, N. Tapia, J.
79

 En cuanto a la protección del personal expuesto se debe limitar tiempo de


exposición, además de incorporar el uso obligatorio de protectores auditivos.
 Los elementos de protección auditiva, deben ser adecuados en cuanto a la
atenuación sonora, además de ser compatibles con el uso de los otros
elementos de protección personal.

La legislación nacional pertinente al ruido, protección auditiva y ototóxicos está


presente en el Decreto 594/99.

Título IV de contaminación ambiental, párrafo III de los agentes físicos, en su


artículo Nº 70 hace referencia a los tres tipos de ruidos que existen en la exposición
laboral, siendo estos ruidos estable, fluctuante e impulsivo. En el artículo Nº 71 se
procede a describir cada ruido según el acuerdo a Decreto Supremo N° 201 del 27
de abril de 2001, del Ministerio de Salud

El artículo Nº 72 nos señala que las mediciones de los ruidos estable,


fluctuante e impulsivo se deben realizar a través de un sonómetro integrador o con
un dosímetro que cumpla las exigencias señaladas para los tipos 0, 1 ó 2,
establecidas en las normas: IEC 651-1979, IEC 804- 1985 y ANSI S.1.4-1983.
(Gobierno de Chile, 1999)

El artículo Nº 73 hace alusión a que la medición del ruido estable o fluctuante,


debe ser a través del nivel de presión sonora continuo equivalente, es decir se
expresará en decibeles ponderados ''A'', con respuesta lenta.

La exposición ocupacional a ruido estable o fluctuante no deberá exceder las 8


horas diarias, ni podrá estar expuesto a un nivel de presión sonora continuo
equivalente superior a 85 dB. (A) lento, según el artículo Nº 74.

Rivera, N. Tapia, J.
80

Tabla 8. Valores de nivel de presión sonora continua equivalentes, diferentes a 85


dB. (A) lento pertenecientes al artículo 75. (Gobierno de Chile, 1999)

NPSeq Tiempo de Exposición por Día


[dB (A) Lento] Horas Minutos Segundos
80 24,00
81 20,16
82 16,00
83 12,70
84 10,08
85 8,00
86 6,35
87 5,04
88 4,00
89 3,17
90 2,52
91 2,00
92 1,59
93 1,26
94 1,00
95 47,62
96 37,80
97 30,00
98 23,80
99 18,90
100 15,00
101 11,90
102 9,40
103 7,50
104 5,90
105 4,70
106 3,75
107 2,97
108 2,36
109 1,88
110 1,49
111 1,18
112 56,40
113 44,64
114 35,43
115 29,12

Rivera, N. Tapia, J.
81

Cualquiera sea el trabajo, no se permitirá en ningún caso que trabajadores sin


protección auditiva personal estén expuestos a niveles de presión sonora continuos
equivalentes superiores a 115 dB. (A) Lento, según el artículo Nº 77.

Los artículos Nº 78 y 79 se refieren a que la exposición a ruido impulsivo debe


ser medido a nivel de presión sonora peak, expresado en dB. ponderados C, es
decir, dB. (C)Peak y ésta no podrá exceder a 95 dB. (C) Peak en una jornada laboral
diaria de 8 horas.

Tabla 9. Valores de niveles de presión sonora peak diferentes a 95 dB.(C) Peak


pertenecientes al artículo 80, extendiéndose también estos valores a trabajadores
expuestos a ruido sin protección auditiva. (Gobierno de Chile, 1999)

NPSeq Tiempo de Exposición por Día


[dB (A) Lento] Horas Minutos Segundos
90 24,00
91 20,16
92 16,00
93 12,70
94 10,08
95 8,00
96 6,35
97 5,04
98 4,00
99 3,17
100 2,52
101 2,00
102 1,59
103 1,26
104 1,00
105 47,64
106 37,80
107 30,00
108 23,80
109 18,90
110 15,00
111 11,90
112 9,40

Rivera, N. Tapia, J.
82

NPSeq Tiempo de Exposición por Día


[dB (A) Lento] Horas Minutos Segundos
113 7,50
114 5,90
115 4,70
116 3,75
117 2,97
118 2,36
119 1,88
120 1,49
121 1,18
122 56,25
123 44,65
124 35,44
125 28,13
126 22,32
127 17,72
128 14,06
129 11,16
130 8,86
131 7,03
132 5,58
133 4,43
134 3,52
135 2,79
136 2,21
137 1,76
138 1,40
139 1,11
140 1,00

El artículo Nº 81 hace alusión a que ningún trabajador podrá estar expuesto a


ruidos de niveles de presión sonora peak superiores a 140 dB. (C) Peak, sin
protección auditiva.

En cuanto al artículo Nº 82, busca regular la protección auditiva personal,


obligando así al empleador a respetar los artículos Nº 75 y 80 del presente decreto,
donde se hace hincapié que la presión sonora efectivo no sobrepasa los límites
máximos permisibles establecidos en las tablas indicadas en tales artículos.

Rivera, N. Tapia, J.
83

En cuanto a los protectores auditivos, el párrafo IV, de contaminación


ambiental, en el artículo Nº 53 nos habla de que cada empleador deberá
proporcionar a sus trabajadores, de elementos de protección personal mientras que
los trabajadores por su parte deberán usarlos de manera frecuente mientras se
encuentre expuesto al riesgo.

Tales artículos de protección personal, deberán cumplir con las normativas y


exigencias de calidad que están establecidas en el Decreto N°18, de 1982, del
Ministerio de Salud, según se describe en el artículo Nº 54.

El párrafo I, de la contaminación ambiental, en sus artículos Nº 55 y 56 nos


habla de los límites permisibles de aquellos agentes químicos y físicos capaces de
provocar efectos adversos en el trabajador, brindándonos índices de referencia de
riesgo ocupacional.

En el caso de que una medición representativa de las concentraciones de


sustancias contaminantes existentes en el trabajo sobrepase los valores que se han
establecido como límites permisibles, el empleador se verá en la obligación de iniciar
las acciones necesarias para controlar el riesgo, lo que queda establecido en el
artículo Nº 57. Además, según el artículo Nº 58 se prohíbe la realización de trabajos
en ambientes en que la atmósfera contenga menos de 18% de oxígeno, sin la
protección correspondiente.

En el párrafo II, de los contaminantes químicos, el artículo Nº 59 explica:

a) Límite permisible ponderado: Es el valor máximo permitido para una jornada


laboral de 8 horas diarias, con un total de 48 horas semanales.
b) Límite permisible temporal: El valor máximo permitido es de 15 minutos continuos
dentro de la jornada de trabajo, el cual no puede ser excedido en ningún momento de
la jornada.
c) Límite permisible absoluto: El valor máximo permitido para las concentraciones
de contaminantes químicos ambientales medida en cualquier momento de la jornada
de trabajo.

Rivera, N. Tapia, J.
84

El artículo Nº 60, describe que las concentraciones ambientales de


contaminantes químicos no deberán superar los Límites Permisibles Ponderados
(LPP) y el Límite Permisible Temporal (LPT) establecidos en el artículo 66 del
Decreto 594/99. Ambos excesos no podrán más de cuatro veces en la jornada diaria,
ni más de una vez en una hora.

Rivera, N. Tapia, J.
85

PROBLEMA DE INVESTIGACIÓN

¿Qué hallazgos audiológicos se pueden encontrar en un grupo de voluntarios


del cuerpo de bomberos de Chile, cuyas edades fluctúan entre los 19 a 62 años, con
tiempo de voluntariado que va desde 1 a 43 años de servicio?

OBJETIVOS GENERALES

Caracterizar el rendimiento auditivo en individuos voluntarios del cuerpo de


bomberos, de las comunas de Las Condes, Vitacura y Santiago, expuestos a altos
ruidos laborales y sustancias tóxicas.

OBJETIVOS ESPECÍFICOS

 Determinar umbrales auditivos según audiometría tonal en individuos


expuestos a ruidos laborales y sustancias tóxicas, según años de servicio en
el cuerpo de bomberos.
 Establecer tipo de curva timpanométrica en individuos expuestos a ruidos
laborales y sustancias tóxicas, según años dedicados al cuerpo de bomberos.
 Describir el funcionamiento de las células ciliadas del oído interno, en
individuos expuestos a ruidos laborales y sustancias tóxicas, según años de
servicio en el cuerpo de bomberos.

TIPO Y DISEÑO DE LA INVESTIGACIÓN

Esta investigación, se define como exploratoria dada que las referencias


bibliográficas indican, que al menos, a nivel nacional, este tema no habría sido
abordado; es descriptivo, puesto que se busca especificar el proceso de daño
auditivo producido por la exposición a ruidos y tóxicos, y efecto que puede provocar.
correlacional, ya que el objetivo del estudio es correlacionar tiempo de exposición y

Rivera, N. Tapia, J.
86

daño provocado, en sujetos que prestan el servicio a la comunidad de manera


voluntaria.

Se trata de un estudio cuantitativo. La información se obtiene a través de


entrevista, test, exámenes objetivos. Los datos obtenidos representan una medida
asignada a resultados ya establecidos, como es el caso del examen audiométrico.

Rivera, N. Tapia, J.
87

5. MARCO METODOLÓGICO

5.1. Grupo en estudio.


Sujetos mayores de 18 años pertenecientes a la Cuarta, Decimoquinta,
Decimoctava y Vigésima compañía de bomberos de la Región Metropolitana, con un
año o más de servicio, expuestos a ruido intenso y emanación de gases tóxicos, que
acepten ser parte del estudio.

5.2. Criterios de inclusión y exclusión


Inclusión:
 Ser voluntarios del Cuerpo de Bomberos de Chile.
 Adscritos a la 4°, 15°, 18° y 20° compañía de la región metropolitana.
 Poseer como mínimo 1 año de antigüedad.
 Estar expuesto a ruidos y sustancias tóxicas, relacionadas solo a las
emergencias.
 No poseer ningún criterio de exclusión.

Exclusión:
● Presentar patologías auditivas previas a la realización de este estudio.
● Trabajar en otros lugares donde estén expuestos a altos ruidos y
sustancias toxicas.
● Utilizar protección auditiva en alguna área de desempeño como
bomberos.
● Cumplir con los criterios de inclusión determinados para este estudio.

5.3. Procedimiento para la obtención de datos


La recolección de datos consta de 2 partes, la primera de ellas se realizó en
los cuarteles de bomberos, donde se aplicó el consentimiento informado (Ver anexo
1), la anamnesis y el protocolo de adquisición de datos audiológicos relevantes.

Rivera, N. Tapia, J.
88

La segunda parte se llevo a cabo en los laboratorios de audiología de la


Universidad Andrés Bello, durante los meses de Mayo, Junio y Julio, donde se
procedió a tomar los exámenes audiológicos.

5.4. Recopilación de datos

Se realizó la entrevista para obtener datos de identificación y los datos


relacionados con su permanencia en la compañía, para lo cual se diseñó un
cuestionario de anamnesis. (Ver anexo 2)

Se realizaron Exámenes Auditivos:

A. Para descartar voluntarios con daños conductivo.

Otoscopía:
Lo cual permitió descartar la existencia de una patología de oído externo, y en
el caso de presentar alguna afectación como tapón de cerumen, se realizó una
limpieza previa a los exámenes, con lo cual se elimina un factor que puede influir en
el resultado de las siguientes pruebas.

Timpanometría:
La cual entrega información sobre el estado del oído medio, permitiendo
descartar la presencia de patologías a este nivel. (Ver anexo 3)

B. Medición de Capacidad Auditiva.


Audiometría:
Examen que entrega información subjetiva del nivel de audición de los sujetos
expuesto a altos ruidos laborales y sustancias tóxicas, cuyo objetivo es establecer los
umbrales del sujeto en todas las frecuencias audiométricas, incluyendo la 3000 y
6000 Hz., importantes para establecer el daño producido por los agentes
contaminantes. (Ver anexo 4)

Rivera, N. Tapia, J.
89

La Organización Mundial de la Salud (OMS), establece que los resultados del


examen audiométrico pueden ser clasificados, según su Promedio Tonal Puro (PTP)
de la siguiente manera:
 De 0 dB. a 25 dB.: Normalidad Auditiva.
 De 25 dB. a 40 dB.: Hipoacusia leve.
 De 41 dB. a 60 dB.: Hipoacusia moderada.
 De 61 dB. a 90dB.: Hipoacusia severa.
 Sobre los 90 dB.: La pérdida auditiva es profunda.

Para obtener el PTP se utiliza las frecuencias 0,5 kHz., 1 kHz., 2 kHz. y 4 kHz.

Emisiones otoacústicas:
Examen objetivo que brinda información acerca del estado de las células
ciliadas externas, lo cual permite observar daño auditivo previo a la aparición en un
examen audiométrico.

5.5. Material y métodos.

En la evaluación se utilizó:
 Ficha anamnésica.
 Otoscopio, Riester Pen-Scope Alemán.
 Audiómetro, de un canal Interacustic AD229b.
 Impendanciómetro, Interacoustics AT235
 Equipo de E.O.A., equipo Madsen modelo Accuscreen.

Rivera, N. Tapia, J.
90

6. RESULTADOS

Descripción del análisis de exámenes audiológicos:

Tabla 10. Descripción de la cantidad de sujetos pertenecientes a cada compañía.

Compañías N° %
4 7 14,9
15 12 25,5
18 13 27,7
20 15 32
Total 47 100

De la Tabla 10 se puede extraer que 47 sujetos pertenecientes a 4 compañías


de bomberos, participaron del presente estudio. De los cuales el 14,9% corresponde
a la cuarta compañía, el 25,5% corresponde a la décimo quinta compañía, un 27,7%
a la Décimo Octava y por último un 32% a la Vigésima compañía.

Rivera, N. Tapia, J.
91

Tabla 11. Análisis audiométrico según sujetos voluntarios de las diversas compañías
del cuerpo de bomberos.

Compañías
4 15 18 20 Total
Nº Nº Nº Nº Nº %
Normal 7 11 11 15 44 93,6
Patológico - 1 2 - 3 6,4
Total 7 12 13 15 47 100

La Tabla 11 presenta el desempeño auditivo de los sujetos pertenecientes a


cada compañía en el examen audiométrico, observándose los siguientes resultados
según la OMS:

 Cuarta y Vigésima compañía, la totalidad de los sujetos presenta un


nivel audiometrico normal, es decir, posee un PTP de entre 0 dB. a 20
dB.

 Décimo Quinta y Décimo Octava compañía, presentaron 1 y 2 sujetos


con una disminución del rango auditivo, respectivamente.

De 47 voluntarios que participaron en el estudio, solo en 3 de ellos se percibió


un descenso del rango auditivo en el examen audiométrico en uno o ambos oídos, lo
que equivale a un 6,4% mientras que el 93,6% restante presenta resultados dentro
del rango de normalidad.

Análisis timpanometrico según oídos en sujetos voluntarios del cuerpo de bomberos.

En el examen timpanometrico, el total de los sujetos participantes en este


estudio obtuvo una Curva “A” según Jerger, es decir, su ápice se encuentra en “0”
DaPa y posee una altura normal.

Rivera, N. Tapia, J.
92

Tabla 12. Análisis audiométrico según oídos en sujetos voluntarios del cuerpo de
bomberos.

Oído Oído
Umbrales Total
Izquierdo Derecho
Auditivos
Nº % Nº % Nº %
0 – 5 dB. - - - - - -
5,1 - 10 dB. 5 10,6 2 4,3 7 7,4
10,1 - 15 dB. 24 51,1 20 42,6 44 46,8
15,1 - 20 dB. 16 34 22 46,8 38 40,4
20,1 - 25 dB. 1 2,1 2 4,3 3 3,2
25,1 - 30 dB. - - - - - -
30,1 - 35 dB. - - 1 2,1 1 1,1
35,1 - 40 dB. 1 2,1 - - 1 1,1
Total 47 100 47 100 94 100

En la Tabla 12 se observa que la mayoría de los sujetos presentan una


audición dentro de rangos audiométricos normales. De un total de 94 oídos que
participaron en el estudio, un 94,6% se encuentra con un Promedio Tonal Puro (PTP)
inferior a los 20 dB.

Los resultados audiométricos del oído derecho muestran el predominio del


rango auditivo de 15,1 - 20 dB. con un 46,8% obteniendo un promedio de 16,6 dB. de
PTP.

En el oído izquierdo predomina el rango 10,1 - 15 dB. con un 51,1%


obteniendo como promedio 15 dB. de PTP.

Los rangos audiométricos anormales solo equivalen al 5,4% de la muestra


total, lo que significa que poseen un PTP superior a 20 dB.

Rivera, N. Tapia, J.
93

Tabla 13. Análisis de audiometría por oídos, según años de voluntariado en el


cuerpo de bomberos.

 Oído izquierdo.

Umbrales Audiométricos
Años de Total
Oído izquierdo
voluntariado
Normal % Patológico % Nº %
1 -10 Años 37 97,4 1 2,6 38 100
11 - 20 Años 6 100 - - 6 100
21 - 30 Años 1 100 - - 1 100
31 - 40 Años - - - - - -
41 - 50 Años 1 50 1 50 2 100
Total 45 95,8 2 4,2 47 100

La Tabla 13 , señala el análisis del examen audiométrico en el oído izquierdo,


según años de voluntariado de quienes participaron de este estudio. De un total de
47 oídos, 45 estuvo dentro del rango de normalidad situándose la mayoría en el
rango de 1- 10 años, mientras que solo 2 oídos son patológicos, lo cual es difícil
relacionar con el tiempo de voluntariado ya que ambos se presentan en los extremos
de los rangos.

 Oído derecho.

Umbrales Audiométricos
Años de Total
Oído Derecho
voluntariado
Normal % Patológico % Nº %
1 -10 Años 36 94,7 2 5,3 38 100
11 - 20 Años 6 100 - - 6 100
21 - 30 Años 1 100 - - 1 100
31 - 40 Años - - - - - -
41 - 50 Años 1 50 1 50 2 100
Total 44 93,6 3 6,4 47 100

Rivera, N. Tapia, J.
94

En el oído derecho, según años de voluntariado de quienes participaron de


este estudio. De un total de 47 oídos, 44 se presentaron normales siendo
mayoritarios en el rango de 1- 10 años de voluntariado. En cambio, solo 3 oídos
fueron patológicos exhibiéndose en los rangos más extremos, lo que hace difícil su
relación.

 Ambos oídos.

Umbrales Audiométricos
Años de Total Total
voluntariado Normal Patológico
Nº % N° % Nº %
1 -10 Años 73 96,1 3 3,9 76 100
11 - 20 Años 12 100 - - 12 100
21 - 30 Años 2 100 - - 2 100
31 - 40 Años - - - - - -
41 - 50 Años 2 50 2 50 4 100
Total 89 94,7 5 5,3 94 100

En el análisis de ambos oídos se observa que de un total de 89 oídos


normales, 76 corresponde al rango de 1- 10 años, de los cuales 96,1% presentan
audición normal.

En relación a los oídos patológicos, se observa que 3 de ellos, pertenece al


rango de 1- 10 años, mientras que solo 2 corresponde al rango de 41- 50 años, es
decir ambos se ubican en los extremos de los rangos establecidos.

Rivera, N. Tapia, J.
95

Tabla 14. Análisis audiométricos de oídos según cargos en las compañías de


bomberos.

Normal Patológico Total


Cargo
Nº % Nº % Nº %
Guardia nocturna 29 90,6 3 9,4 32 100
Teniente 8 100 - - 8 100
Cuartelero 8 100 - - 8 100
Voluntario 44 95,7 2 4,3 46 100
Total 89 94,7 5 5,3 94 100

En la Tabla 14, se analizan ambos oídos según los cargos presentes en las
compañías de bomberos:

 Guardia nocturna: De un total de 32 oídos, el 90,6% presenta


resultados normales, mientras que el 9,4% restante presenta
alteraciones.

 Teniente: El 100% de ellos, presentan indemnidad auditiva.

 Cuarteleros: El 100% de ellos, presentan rangos auditivos normales.

 Voluntarios: De un total de 46 oídos, el 95,7% no presenta disminución


en su rango auditivo, en cambio el 4,3% restante posee un nivel
auditivo disminuido.

Rivera, N. Tapia, J.
96

Análisis de examen audiométrico en voluntarios del cuerpo de bomberos, según


escotomas frecuenciales.

Tabla 15. Análisis de examen audiométrico, según escotomas en la frecuencia 2000


Hz.

2000 Hz.
Total
Audiometría Normal Escotoma
Nº % Nº % Nº %
Oído izquierdo 46 97,9 1 2,1 47 100
Oído derecho 44 93,6 3 6,4 47 100
Total 90 95,7 4 4.3 94 100

En la Tabla 15, se observa la caída frecuencial que ocurre en el examen


audiométrico según la frecuencia 2000 Hz. De un total de 47 oídos izquierdos un
97,9% figura como normal mientras que un 2,1% aparece con una caída en dicha
frecuencia.

En el oído derecho, de la misma cantidad de oídos se puede mencionar que


un 93,6% posee normalidad en dicha frecuencia. La caída frecuencial solo aparece
en el 6,4% de los participantes de este estudio.

Rivera, N. Tapia, J.
97

Tabla 16. Análisis de examen audiométrico, según escotomas en la frecuencia 3000


Hz.

3000 Hz.
Total
Audiometría Normal Escotoma
Nº % Nº % Nº %
Oído izquierdo 43 91,5 4 8,5 47 100
Oído derecho 39 83 8 17 47 100
Total 82 87,2 12 12,8 94 100

En la Tabla 16, se expresa la caída frecuencial que ocurre en el examen


audiométrico según la frecuencia 3000 Hz. De un total de 47 oídos izquierdos un
91,5% no presenta disminución audiométrico en dicha frecuencia, mientras que un
8,5% posee una caída.

En el oído derecho, la normalidad se presenta en un 83%, mientras que en un


12,8% se observa una caída en los 3000 Hz.

Rivera, N. Tapia, J.
98

Tabla 17. Análisis de examen audiométrico, según escotomas en la frecuencia 4000


Hz.

4000 Hz.
Total
Audiometría Normal Escotoma
Nº % Nº % Nº %
Oído izquierdo 41 87,2 6 12,8 47 100
Oído derecho 37 78,7 10 21,3 47 100
Total 78 83 16 17 94 100

En la Tabla 17, según el análisis de la caída frecuencial que ocurre en el


examen audiométrico de la frecuencia 4000 Hz. De un total de 47 oídos izquierdos,
un 87,2% no presenta disminución frecuencial, mientras que en un 12,8% surge un
escotoma en dicha frecuencia.

En el oído derecho, un 78,7% no presentan caída. El escotoma aparece solo


en el 21,3% de los oídos presentes en este estudio.

Rivera, N. Tapia, J.
99

Tabla 18. Análisis de examen audiométrico, según escotomas en la frecuencia 6000


Hz.

6000 Hz.
Total
Audiometría Normal Escotoma
Nº % Nº % Nº %
Oído izquierdo 21 44,7 26 55,3 47 100
Oído derecho 30 63,8 17 36,2 47 100
Total 51 54,2 43 45,8 94 100

En la Tabla 18, según el análisis de la caída frecuencial que ocurre en el


examen audiométrico de la frecuencia 6000 Hz. De un total de 47 oídos izquierdos,
figura en un 55,3% alterado, mientras que un 44,7% no presenta daño en esta
frecuencia.

En el oído derecho, un 63,8% no posee escotomas. La caída frecuencial


aparece solo en el 36,2% de los 47 oídos presentes en este estudio.

Rivera, N. Tapia, J.
100

Análisis de emisiones otoacústicas de forma frecuencial según oídos estudiados en


voluntarios del cuerpo de bomberos.

Tabla 19. Análisis de EOA según la frecuencia 2000 Hz.

2000 Hz.
Emisiones Total
Pasa Refiere
otoacústicas
Nº % Nº % Nº %
Oído izquierdo 37 78,7 10 21,3 47 100
Oído derecho 38 80,9 9 19,1 47 100
Total 75 79,8 19 20,2 94 100

Tabla 20. Análisis de EOA según la frecuencia 2500 Hz.

2500 Hz.
Emisiones Total
otoacústicas Pasa Refiere
Nº % Nº % Nº %
Oído izquierdo 37 78,7 10 21,3 47 100
Oído derecho 38 80,9 9 19,1 47 100
Total 75 79,8 19 20,2 94 100

En las Tabla 19 y Tabla 20, las cuales representan el análisis de las


frecuencias 2000 y 2500 Hz. en el examen de emisiones otoacústicas, se demuestra
que de un total de 47 oídos izquierdos evaluados, un 78,7% de ellos, pasa el
examen, mientras que el 21,3% de ellos, refiere.

En cuanto al oído derecho, se puede mencionar que solo el 19,1% refiere el


examen, sin embargo el 80,9% restante pasa el test.

Rivera, N. Tapia, J.
101

Tabla 21. Análisis de EOA según la frecuencia 3200 Hz.

3200 Hz.
Emisiones Total
Pasa Refiere
otoacústicas
Nº % Nº % Nº %
Oído izquierdo 32 68,1 15 31,9 47 100
Oído derecho 30 63,8 17 36,2 47 100
Total 62 66 32 34 94 100

En la Tabla 21, se puede observar el análisis de la frecuencia 3200 Hz. en el


examen de emisiones otoacústicas; el cual nos indica que de un total de 47 oídos
izquierdos evaluados, un 68,1% de ellos, pasa el examen, mientras que el 31,9% lo
refiere.

En alusión al oído derecho, se observa que el 36,2% refiere el examen, sin


embargo el 63,8% restante pasa el test.

Rivera, N. Tapia, J.
102

Tabla 22. Análisis de EOA según la frecuencia 4000 Hz.

4000 Hz.
Emisiones Total
Pasa Refiere
otoacústicas
Nº % Nº % Nº %
Oído izquierdo 23 48,9 24 51,1 47 100
Oído derecho 26 55,3 21 44,7 47 100
Total 49 52,1 45 47,9 94 100

En la Tabla 22, luego del análisis de la frecuencia 4000 Hz. en el examen de


emisiones otoacústicas, se obtuvo que de un total de 47 oídos derechos evaluados,
un 55,3% pasa el examen, mientras que el 44,7% lo refiere.

En el oído izquierdo, se obtiene como resultado que el 48,9% pasa el examen,


sin embargo el 51,1% refiere en esta frecuencia.

Rivera, N. Tapia, J.
103

Tabla 23. Análisis de las emisiones otoacústicas por oídos, según años de
voluntariado en el cuerpo de bomberos.

 Oído izquierdo.

Emisiones otoacústicas
Años de Total
Oído izquierdo
voluntariado
Normal % Patológico % Nº %
1 -10 Años 14 36,8 24 63,2 38 100
11 - 20 Años 1 16,7 5 83,3 6 100
21 - 30 Años - - 1 - 1 100
31 - 40 Años - - - - - -
41 - 50 Años - - 2 - 2 100
Total 15 31,9 32 68,1 47 100

 Oído derecho.

Emisiones otoacústicas
Años de Total
voluntariado Oído derecho
Normal % Patológico % Nº %
1 -10 Años 14 36,8 24 63,2 38 100
11 - 20 Años 1 16,7 5 83,3 6 100
21 - 30 Años - - 1 - 1 100
31 - 40 Años - - - - - -
41 - 50 Años - - 2 - 2 100
Total 15 31,9 32 68,1 47 100

En la Tabla 23, luego del análisis de las emisiones otoacústicas tanto para
oído derecho como izquierdo, según años de voluntariado, se obtiene como
resultado que de 47 oídos evaluados, 15 de ellos pasan el examen, en cambio 32
sujeto lo refieren, de los cuales el 38% pertenece al rango de 1- 10 años de
antigüedad.

Rivera, N. Tapia, J.
104

 Ambos oídos.

Emisiones otoacústicas
Años de Total
voluntariado Normal Patológicos
Nº % N° % Nº %
1 -10 Años 28 36,8 48 63,2 76 100
11 - 20 Años 2 16,7 10 83,3 12 100
21 - 30 Años - - 2 100 2 100
31 - 40 Años - - - - - -
41 - 50 Años - - 4 100 4 100
Total 30 31,9 64 68,1 94 100

En el análisis de ambos oídos, se observa que de un total de 94 oídos, 64 de


ellos son patológicos, es decir refieren en alguna de las frecuencias estudiadas.

En relación a los años de voluntariado, el rango que presenta mayor número


de oídos afectados es el de 1-10 años. De un total de 76 oídos, el 63,2% refiere el
examen.

Rivera, N. Tapia, J.
105

7. DISCUSIÓN Y COMENTARIOS.

Los resultados Audiométricos revelan que a pesar de que la mayoría de los


sujetos presenta audición dentro de rangos normales, existe una disminución en el
nivel auditivo obteniendo como promedio 15 dB en Oído Derecho y 16,6 dB en Oído
Izquierdo, con lo cual es posible enmarcar a los sujetos dentro del primer grado de
trauma acústico sugerido por Larsen, quien indica que este grado presenta una caída
de hasta 20 dB. Tomando en cuenta que el mayor número de Bomberos presente en
este estudio son sujetos jóvenes, es posible relacionar este decaimiento en la
agudeza auditiva, con lo que menciona Tuffi en el año 2004, proponiendo que la
pérdida auditiva crece durante los 10 a 15 primeros años, luego de esto se genera un
plateau.

Es posible observar que aun cuando, el Promedio Tonal Puro (P.T.P) de los
sujetos se encuentran dentro de los rangos normales, en todos los casos se presentó
una caída en las frecuencias agudas, 4kHz y 6 kHz, disminución que no supera los
10 dB de diferencia con el P.T.P., este hallazgo en el grupo de estudio se condice
con lo señalado por Larsen y cols, quienes han demostrado en los diferentes
estudios que la exposición a ruido genera daños, en etapas iniciales, en la zona
basal de la cóclea lugar donde se ubica la resolución de las frecuencias agudas.

Un análisis a este tipo de consecuencias se realizó en base a los niveles de


pérdida auditiva que se generan en las frecuencias agudas entre 3 kHz y 6 kHz, ya
que son éstas las que se ven afectadas en las etapas iniciales de Pérdida Auditiva
Inducida por Ruido (PAIR), según se establece en la Organización Internacional para
la Normalización, debido a este parámetro se crearon escalas de análisis de la
pérdida que no solo contemplan el P.T.P. del sujeto, sino en dichas frecuencias,
estas escalas son Sistema Speech Average Loss (S.A.L.), la cual establece una
clasificación del deterioro en frecuencias conversacionales y la escala Early Loss
Index (E.L.I.) la que corresponde una clasificación de trauma acústico.

Rivera, N. Tapia, J.
106

En base a estas escalas se estableció que en los sujetos de mayor edad,


quienes presentan una disminución en su audición, ésta no sería producida por la
exposición a ruido, sino a la pérdida auditiva establecida por su edad, mientras que
en los sujetos jóvenes el valor de presbiacusia no altera el nivel auditivo, por lo que
quedan dentro del grado A en escala E.L.I., es decir, un nivel excelente.

Sumado al punto anterior, en el examen de emisiones otoacústicas se reveló


que 97,9% de los individuos refiere al menos una de las frecuencias analizadas, lo
cual nos entrega información acerca de un daño que se comienza a presentar en las
células ciliadas externas, atribuible a la constante exposición a ruido ó al efecto que
causa la exposición a sustancias tóxicas, que al ingresar a la sangre viajan hasta el
oído interno y no permiten el intercambio gaseoso necesario para mantener vivo el
sistema, por tanto comienzan a intoxicar a las células llevándolas a su muerte.

Más allá del ruido, actualmente se han realizado investigaciones que permiten
establecer que existen sustancias tóxicas que provocan pérdida de la función
auditiva. Basado en estos estudios aparece la inquietud sobre el efecto que puedan
tener los tóxicos emanados por la combustión del humo en los incendios sobre la
audición de los Bomberos y la potenciación que se puede provocar al unirse al efecto
del ruido, ya que es un tema no publicado, por lo menos en Chile. Para esto se
realizó Emisiones Otoacústicas, con lo cual se observó el funcionamiento de las
C.C.E. en la zona de las frecuencias agudas.

Los resultados obtenidos de las E.O.A. delatan la importancia de reconocer el


grado de alteración que es capaz de provocar un ototóxico, y el tiempo que demora
en demostrarse el daño, lo que en este estudio se ve demostrado ya que en la
mayoría de los casos los sujetos no presentan respuesta a una o más frecuencias,
aún los sujetos de menor edad, y que llevan menos tiempo desempeñando su labor
como voluntarios, lo cual no se condice con el estudio realizado por Kales et al, en el
año 2001 donde demostró que el personal más joven de una entidad de Bomberos,
tenía mejor nivel auditivo que los Bomberos de mayor tiempo de Voluntariado.

Rivera, N. Tapia, J.
107

El hecho de establecer un daño en etapas tempranas de una pérdida auditiva,


aun antes de que ésta se haga objetiva en la vida del sujeto, hace que este examen
sea más sensible y eficaz que una audiometría para establecer el efecto que pueda
tener una sustancia tóxica o el ruido.

Se torna difícil establecer, específicamente cuál es el porcentaje de daño


provocado por el ruido y cuál es provocado por los agentes tóxicos expuestos en
esta investigación, es por esto que se hace sugerente realizar estudios que permitan
evaluar de manera especifica el daño provocado por ototóxicos producidos por
combustión, en población que no se encuentre, además, expuesta a ruido, mientras
esto ocurra, las medidas de protección deben ser de igual manera para ambos
estímulos.

Al analizar, las cuatro Compañías, según Tabla 11, se desprende que no


existe mayor diferencia en los resultados, lo que indica que el lugar donde se
encuentran ubicadas no es sugerente de mayor o menor daño, aun teniendo distintas
frecuencias y promedios de emergencias semanales.

Un punto importante a revisar es el tema de los efectos provocados por las


sustancias toxicas en el equilibrio y sistema nervioso central, especialmente en el
Procesamiento Auditivo Central (PAC), ya que existen estudios que evidencian que
los solventes poseen una alta afinidad por estructuras lipídicas, como es el caso del
sistema nervioso auditivo central (SNAC). Tomando en cuenta investigaciones
realizadas previamente, destaca el estudio efectuado por el Doctor Adrian Fuentes en
el año 2010, donde señala que los efectos provocados en esta actividad se
relacionan con la neurotoxicidad de los agentes tóxicos encontrados en diversas
industrias, implicando anormalidades en:

 Pruebas Conductuales de PAC como habla filtrada, patrones


temporales y estimulación dicótica.

Rivera, N. Tapia, J.
108

 Pruebas Electrofisiológicas como ABR, potenciales evocados de


mediana y larga latencia.

Sin embargo, algunos estudios han demostrado que estas pruebas,


especialmente las electrofisiológicas, pueden estar alteradas, aun cuando los
umbrales audiométricos se encuentren dentro de rangos de normalidad. Es por esto
la importancia de la detección temprana y constante evaluación auditiva.

Por lo tanto, sería de gran relevancia realizar un estudio que abarque estos
niveles en sujetos expuestos a ambos agentes contaminantes y en quienes se
encuentren expuestos solo a sustancias toxicas, para determinar el grado de daño
que estas provocan de manera independiente.

Aun cuando la población es consciente de los riesgos que generan la


exposición a ruido, los sujetos expuestos a ellos no cumplen con las exigencias
requeridas en el tema de la protección, siendo peor el caso de los Bomberos a
quienes no se les fiscaliza el tema del nivel de ruido y la protección necesaria.

Rivera, N. Tapia, J.
109

8. CONCLUSIÓN.

El desarrollo de la investigación permitió aportar al conocimiento científico ya


existente, puesto que se describieron diversas afecciones como también se
determinó el perfil Audiológico presente en los Voluntarios de las diversas
Compañías que pertenecieron a este estudio. A partir de esto se desprenden las
posibles alteraciones que presenta el grupo en estudio, relacionadas con la
exposición a ruido y sustancias tóxicas durante su jornada laboral.

Como ya es conocido, el ruido es uno de los agentes nocivos más estudiados,


ya que está comprobado el daño auditivo ocupacional que provoca. Esto sumado a
los agentes tóxicos, puede desencadenar un aumento en la velocidad de
presentación de la patología auditiva y vestibular, lo que ha sido relacionado entre
todos los hallazgos encontrados auditivamente en este estudio y los diversos
estudios existentes en la literatura.

Dentro de este estudio se encontraron interesantes hallazgos dentro de los cuales


se pueden nombrar, según el Análisis Audiométrico:

 Los resultados del estudio revelan que los sujetos Voluntarios del Cuerpo de
Bomberos, en su gran mayoría específicamente un 94,6% presentan una
audición normal, siendo el Oído Izquierdo el que posee su P.T.P. levemente
más bajo en relación al Oído Derecho, los cuales son 15 y 16,6 dB
respectivamente. En cuanto al 5,4% restante se puede mencionar que poseen
una disminución del rango auditivo en alrededor de 15 a 20 dB. En conclusión,
el Oído Izquierdo se encuentra en mejor condición que el Derecho.

 Del análisis extraído por Compañías, la Cuarta y Vigésima, en la totalidad de


participantes, conservan una audición normal. Sin embargo, en la Décimo
Quinta y Décimo Octava Compañía, se presentaron 1 y 2 sujetos
respectivamente, con disminución del rango auditivo. Lo cual no es

Rivera, N. Tapia, J.
110

concluyente para indicar que realmente existe un daño importante a nivel


audiometrico, es decir perceptible por el sujeto, y que además no se puede
hacer referencia a que la Compañias del sector céntrico de Santiago
presentasen una mayor dificultad auditiva, pese a los múltiples ruidos
existentes en el centro de la Ciudad, por tanto, éstos no provocan un decline
en la capacidad auditiva de los Voluntarios.

 Según los años de Voluntariado, se obtuvo 45 Oídos Izquierdos dentro del


rango de normalidad, mientras que solo 2 Oídos fueron patológicos, lo cual es
difícil de relacionar con el tiempo de Voluntariado ya que ambos se presentan
en los extremos de los Rangos. En cuanto al Oído Derecho solo 3 de la
muestra total, fueron patológicos, lo que se coindice con el análisis de P.T.P
que demostró que el Oído Izquierdo estaba en mejores condiciones que el
Derecho. Tanto los Oídos normales como patológicos se presentan entre el
Primer y Décimo año.

 Según Cargos en las Compañías de Bomberos, los que presentaron una


mayor pérdida auditiva fueron quienes pernoctaron en los cuarteles, seguidos
de los Voluntarios. En cuanto a los Cuarteleros y Tenientes no se registraron
bajas en su audición. Esta mayor pérdida auditiva en quienes realizan Guardia
Nocturna, ocurre ya que pasan alrededor de 15 horas diarias en el cuartel y la
intensidad de las sirenas al momento de desencadenarse un incendio supera
lo establecido por la ley, que es de 100 dB por más de 34 segundos de forma
intermitente.

 Según los Escotomas frecuenciales, las caídas son atribuibles solo al 8,5% en
la frecuencia 2000 Hz, en la frecuencia 3000 Hz al 21,3% y en la frecuencia
4000 Hz al 34,1%, siendo siempre predominante en el Oído Derecho. Sin
embargo en la frecuencia 6000 Hz, ocurre el efecto contrario ya que, en el
55,3% de los casos, se presenta ésta caída en el Oído Izquierdo. Lo ocurrido
en el Oído Derecho se asemeja a lo acontecido en el análisis del P.T.P. y en
los años de Voluntariado, correlacionándose directamente.

Rivera, N. Tapia, J.
111

En cuanto a las Emisiones Otacústicas, se puede concluir:

 Según el análisis de forma frecuencial, el Oído Izquierdo muestra su mayor


afectación en las frecuencias 2000 y 2500 Hz, con un 21,3% que refiere el
examen, sin embargo en el Oído Derecho solo el 19,1% no lo pasa.

 En cuanto a la frecuencia 3200 Hz, el Oído Izquierdo presenta un 31,9%


que refiere el examen mientras que en el Oído Derecho, se observa
levemente un mayor porcentaje que lo refiere, con un 36,2%.

 En la frecuencia 4000 Hz en el Oído Derecho se exhibe un 44,7% que no


pasó el examen, mientras que el Oído Izquierdo, se eleva
considerablemente por sobre el Oído Derecho, con un 51,1%. Es decir,
más de la mitad de los Oídos estudiados poseen daño auditivo en dicha
frecuencia. Todo esto se coindice con lo que refleja la audiometría, ya que
el Oído Derecho fue el que se vio más afectado en dicho examen.

 Según los años de Voluntariado, se observan 64 Oídos patológicos de 94,


es decir un 68% refiere en alguna de las frecuencias estudiadas, lo que
indicaría daño auditivo. El 75% de ellos, corresponden a un rango de 1- 10
años de antigüedad, lo que se asemeja a los resultados obtenidos en la
audiometría, donde en el grupo de menor tiempo de voluntariado prima la
baja auditiva.

Es importante mencionar, que para la Audiología es de relevancia el ahondar


aun más en esta área de investigación. Todo esto para crear e implementar
estrategias preventivas y terapéuticas, para así evitar o disminuir el avance de este
tipo de alteraciones ya que probablemente a futuro comprometerá aun más la
audición, afectando la vida cotidiana de los sujetos estudiados. Es por esto que en
este estudio, se abre la posibilidad de complementar los datos obtenidos a través de
una nueva investigación, que incluya un mayor número de Bomberos, lo que
permitirá que la muestra sea más representativa en el país y a su vez realizar

Rivera, N. Tapia, J.
112

exámenes vestibulares y neurológicos para complementar la información de los


daños producidos por los agentes descritos en el presente estudio.

Rivera, N. Tapia, J.
113

9. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

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Rivera, N. Tapia, J.
123

10. APÉNDICES

ANEXO 1

CONSENTIMIENTO INFORMADO.
Yo………………………………...………………………………………………………
acepto participar voluntariamente en la tesis de investigación “Hallazgos Audiológicos en un
Grupo de Bomberos”, que será efectuado por las alumnas de Magister y Egresadas de
Fonoaudiología, las señoritas Nikol Rivera y Javiera Tapia, para obtener el grado académico
de Magister en Audiología, el cual es cursado en la Universidad Andrés Bello, con la tutoría
de la Fonoaudióloga Marcia Nuñez.
Se me ha explicado que deberé asistir a la Universidad Andrés Bellos Campus Casona
las Condes, para que se me realicen exámenes como una audiometría tonal y Emisiones
Otoacusticas Clínicas. Tengo conocimiento de que la información que entregare será
confidencial, resguardando mi identidad. Además, me encuentro al tanto de que es estudio no
posee técnicas que pudiesen causar daño en mi salud y que no tendrá costo alguno para mí.

Al firmar este documento, doy la autorización a las investigadoras para que utilicen
mis datos emanados de los exámenes realizados para este fin, indicó que tengo conocimiento
de la investigación y que deseo participar en ella.

El presente documento quedará en manos de las investigadoras.

_________________________________________
Nombre

_________________________________________
Firma

_________________________________________
Fecha

Rivera, N. Tapia, J.
124

ANEXO 2

PROTOCOLO DE ANAMNESIS.

I. Identificación:

Nombre:___________________________________________________
Fecha de Nacimiento: ______________ Edad:_____________________
Dirección: _______________________________ Comuna:_______________
Sexo: F _________ M __________
Correo Electrónico:_____________________________
II.- Antecedentes Mórbidos:
Enfermedades crónicas:
Hipertensión: SI NO
Diabetes: SI NO
Depresión: SI NO
Osteoporosis: SI NO
Otras:_________________________________________________________
¿Posee algún tratamiento
farmacológico?___________________________________________
Presenta Síntomas como:
Mareos: SI NO ¿Cuando? ___________________________
Vértigo: SI NO ¿Cuándo?___________________________
Tinnitus: SI NO ¿Cuándo?_________________________
Otros:_________________________________________________________
Observaciones:___________________________________________________
Cirugías:______________________________________________________
Hospitalizaciones: ________________________ Tiempo:________________
Enfermedades importantes en el último año: _________
¿Cuáles?______________________
Accidentes en su labor como Voluntario: ___________
¿cuáles?_________________________
Patología Auditiva: Si__________ No______________
¿Diagnostico?____________________________________________________
Tratamiento:____________________________________________________
Edad de aparición:__________________ Tiempo de patología:_____________
III.- Antecedentes Familiares:
Antecedentes Relevantes: _________________________________________
Patologías auditivas:_______________________________________________

IV.- Antecedentes Laborales:


Ocupación o
Profesión:_______________________________________________________¿Es
Voluntario de Cuerpo de Bomberos? Sí _______ No_____
Compañía: nº __________ “____________________” Comuna:____________
Tiempo de Voluntariado: ___________

Rivera, N. Tapia, J.
125

Rol de Desempeño en Compañía: ________________________________


Tiempo de dedicación al Voluntariado de Bomberos:
Días a la semana ___________
Horas a la semana__________
¿Se encuentra expuesto a Ruidos en la Compañía? Sí ________ No ______
¿Tipo de ruido al que se encuentra
expuesto?________________________________________
¿Qué nivel de presión sonora tienen estos ruidos?
____________________________________________________________________
__________________________________________________________
¿Cuánto tiempo se encuentra expuesto a este ruido?
- Duración del recorrido:_________________________________
- Duración del timbre de emergencia:________________________
- Otros:________________________________________________
- Promedio de Emergencias Semanales:

¿Utiliza alguna protección auditiva? Sí ______ No________


¿Qué tipo de protección auditiva? ___________________________________
¿En qué momentos la utiliza? _____________________________________
¿Cuánto tiempo al día?__________________________________________
¿Se encuentra expuesto a ruidos fuera de la compañía? Sí ______ No_______
¿A Qué tipo de ruidos se expone?
¿Cuánto tiempo se encuentra en exposición?
- Días a la semana:_________________________________________
- Horas a la semana:_______________________________________

¿Se encuentra expuesto a Sustancias Toxicas? Sí_______ No________


¿Tipo de Sustancia Toxica al que se encuentra expuesto?_______________
¿Cuánto tiempo se encuentra expuesto a esta Sustancia Toxica?__________

Rivera, N. Tapia, J.
126

ANEXO 3
TIMPANOMETRIA.

I. Identificación:

Nombre:___________________________________________________
Fecha de Nacimiento: ______________ Edad:_____________________
Dirección: _______________________________ Comuna:_______________
Sexo: F _________ M __________
Correo Electrónico:_____________________________

TIMPANOGRAMA
3
C
O
M 2
P
L
I
1
A
N
C
E
-200 -100 -50 0 50 100 200

Tipo de curva OD: ___________________________

Tipo de curva OI: ___________________________

Rivera, N. Tapia, J.
127

ANEXO 4

AUDIOMETRÍA.

I. Identificación:

Nombre:___________________________________________________
Fecha de Nacimiento: ______________ Edad:_____________________
Dirección: _______________________________ Comuna:_______________
Sexo: F _________ M __________
Correo Electrónico:_____________________________

Rivera, N. Tapia, J.

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