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según su composición

1. Terrígenas (ejemplos)

Sedimentos y rocas sedimentarias clásticas terrígenas

Los materiales clásticos terrígenos se forman por partículas o clastos derivados de rocas
preexistentes. Los procesos de vulcanismo explosivo y descomposición de rocas a
través de la meteorización, generan partículas tamaño grava a limo que constituyen
granos minerales individuales o agregados de minerales. Los clastos, principalmente son
detritos erosionados desde la roca madre y están comúnmente formados en su mayoría
por minerales silicatados (los términos “sedimentos detríticos” y “sedimentos
siliciclásticos” son también empleados para referirse a estos materiales). El rango de
tamaño de los clastos es muy amplio, y abarca desde micrones hasta metros. Estos
granos siliciclásticos, son los materiales que constituyen las rocas sedimentarias
detríticas. Las areniscas y conglomerados constituyen el 20-25% de las rocas
sedimentarias existentes en el registro estratigráfico, mientras que las lutitas representan
aproximadamente el 60%.

Conglomerados y brechas: 
Se denomina conglomerado a una roca sedimentaria constituida por clastos
redondeados. Por otro lado, el termino brecha es comúnmente empleado para denotar a
una roca compuesta por clastos tamaño grava pero con forma angulosa. 

a) Composición de las gravas: Si el conglomerado contiene clastos de una sola


composición se denomina “conclomerado monomíctico”. Si contiene clastos de dos o
tres composiciones, se denomina “conglomerado oligomictico” y si posee clastos de
más de tres composiciones se denomina “conglomerado polimíctico”. 

b) Textura de los conglomerados: 

 Proporción de matriz: Comúnmente, los conglomerados se separan en


conglomerados clasto soportado (Ortoconglomerado) o matriz soportado
(paraconglomerado). 

c) Forma de los clastos: la forma de los clastos en las gravas y los conglomeradas, es
determinada por las propiedades de fractura de la roca madre. Por otro lado, también se
deriva de la historia de transporte a la que han sido expuestas las partículas. 

Las rocas conformadas por planos de fractura igualmente espaciados, forman bloques
cúbicos que sometidos a transporte resultan en clastos esféricos. Rocas madres que se
fracturan en una forma más bien “tableada” (como una caliza o arenisca bien
estratificada), resultan en clastos con un eje más corto que los otros dos: a esto se
denomina forma discoidal o “oblato”. Los clastos prolatos, son menos comunes y suelen
estar relacionados mayoritariamente con rocas madres metamórficas con una fuerte
fábrica lineal (Ver figura).

2. carbonaticas (ejemplos)
Las rocas sedimentarias carbonáticas son aquellas formadas por más del 50% de
minerales carbonáticos: aragonito, calcita o dolomita, fundamentalmente.

Las rocas carbonáticas pueden tener dos orígenes distintos:

 Origen detrítico, formadas a partir de erosión, transporte y sedimentación de


otras rocas carbonáticas preexistentes. Tienen las mismas características que las
otras rocas detríticas, pudiéndose llamar, según el tamaño del
clasto, conglomerados calizos y calcarenitas.
 Origen autóctono, originadas por procesos químicos o bioquímicos en la propia
cuenca de sedimentación. La mayor parte de las calizas tienen este origen.

Los constituyentes de las rocas carbonatadas son los siguientes:

 Micrita (matriz). Es un barro carbonático, formado por cristales tan pequeños


que no pueden distinguirse ni al microscopio.
 Esparita. Cemento carbonático. Formado por cristales de carbonato,
distinguibles al microscopio y que precipitan entre los huecos existentes entre
los granos.
 Granos. Pueden ser de varios tipos:
o Bioclastos, si están formados por caparazones esqueléticos carbonáticos
o granos de origen inorgánico inferiores a los 2 mm.
o Intraclastos, granos de micrita retrabajada dentro de la propia cuenca de
tamaño milimétrico o centimétrico.
o Extraclastos, fragmentos redondeados o angulosos procedentes de rocas
carbonatadas más antiguas y externas a la cuenca de sedimentación.
o Partículas terrígenas, granos no carbonáticos procedentes del exterior
de la cuenca.

Tipos de rocas carbonáticas

Existen muchas rocas formadas por carbonatos, entre las que destacan la calizas y las
dolomías.

 Calizas.
 Dolomías.
Rocas calizas

Las rocas calizas se forman a partir de precipitados químicos o bioquímicos de CaCO 3.


Están formadas por el mineral calcita y aragonito, y suelen ser de color blanco pero, si
tienen impurezas, pueden tener colores muy variados.

Rocas calizas según su origen

Según su origen, se distinguen:

Rocas calizas de origen químico

Se originan por precipitación química en mares y lagos. También se producen por


evaporación en lagos.

Pueden aparecer en el interior de zonas kársticas, formando parte de espeleotemas, y en


el exterior, formando travertinos.

Los caliches, la costra calcárea que se forma en suelos semiáridos, también son calizas
de origen químico.

Rocas calizas de origen bioquímico

Se distinguen varios tipos:

 Calizas bioquímicas detríticas. Formadas por acumulación de fragmentos de


conchas y caparazones calcáreos. Pueden determinarse por la presencia de
fósiles, que muchas veces son visibles con lupa de mano o a simple vista. Si se
puede distinguir el tipo de fósil predominante, se puede indicar si la caliza es de
foraminíferos, nummulítica, de crinoides, o una lumaquela, cuando es un
conglomerado de conchas de moluscos. Si no se pueden clasificar o son muy
variados, se puede denominar caliza fosilífera.
 Calizas biohermales y biostromales. Los arrecifes son grandes construcciones
marinas formadas por corales y otros animales y algas. Los esqueletos de corales
forman el arrecife, pero los huecos son rellenados por secreciones calcáreas de
algas y con cemento químico. 
Los corales son organismos marinos que segregan un esqueleto externo calcáreo a partir
de la materia mineral disuelta en el agua de mar, y son capaces de crear estructuras
masivas denominadas arrecifes. Los arrecifes son colonias de coral formadas por una
gran cantidad de individuos. Además, junto a los corales viven algas secretoras de
carbonato cálcico, que contribuyen a cementar la estructura entera en una masa sólida, y
otros organismos como bivalvos, briozoos o esponjas. Los arrecifes de coral se
desarrollan en aguas cálidas y poco profundas en los Trópicos y zonas subtropicales.
Cuando se mueren los organismos y estas estructuras coralinas son enterradas darán
lugar a rocas carbonatadas bioquímicas.

 Calizas bioquímicas sedimentadas. Calizas formadas por cemento de calcita


que une restos fósiles.

Rocas calizas según sus componentes

Según los componentes, se distinguen varios tipos de calizas:

 Calizas bioclásticas. Tienen más de un 10 % de bioclastos. Pueden ser:


o Calizas esparíticas. Con cemento calcáreo que une los bioclastos.
o Calizas micríticas. Con los poros rellenos por micrita.
 Calizas matriz-soportadas. Menos del 10 % de granos y más del 75 % de
micrita.
 Calizas bioconstruidas. Formadas con restos de organismos que generan un
armazón rígido, formado in situ, como los constructores de corar y otras barreras
marinas.

Dolomías

Las dolomías están formadas por dolomita, CaMg(CO3)2. Algunas dolomías son


primarias, precipitadas en fondos marinos. Son más abundantes las dolomías
metasomáticas, producidas cuando la caliza original, después de su formación, pasa por
un proceso de dolomitización, parte del Ca del carbonato cálcico es sustituido por Mg, y
se transformará en una dolomía. Desaparecen los componentes originales, por lo que es
muy difícil distinguir fósiles y otros componentes.
Las diferencias mineralógicas entre calizas y dolomías se pueden confirmar en un
análisis microscópico. La dolomita reacciona peor con el clorhídrico, por el que el único
criterio de identificación será comprobar si la efervescencia se produce en frío (caliza) o
en caliente (dolomía).

Rocas Híbridas

Las rocas híbridas, entre carbonatadas y detríicas, más conocidas son las margas. Se
generan en condiciones de gran madurez, cuando a la cuenca sedimentaria llegan pocos
aportes detríticos, y se aportan importantes sedimentos químicos o bioquímicos.

Las margas presenta una composición flexible: CaCO 3 y arcilla (65% de caliza y 35%
de arcilla, o al revés). Entre la caliza y la arcilla hay una serie de términos intermedios.

100   0

95 CALIZA 5

85 CALIZA MARGOSA 15

75 MARGOCALIZA 25

65 MARGA CALCÁREA 35

35 MARGA 65

25 MARGA ARCILLOSA 75

15 MARGOARCILLA 85

5 ARCILLA MARGOSA 95
0 ARCILLA 100

3. Silíceas (ejemplos)

Cuando hablamos de rocas silíceas sedimentarias nos estamos refiriendo a rocas cuyo
principal constituyente son minerales de la sílice (SiO) con un porcentaje superior al
50% (Bustillo, 1992). Pero antes de nada es interesante aclarar los conceptos de Mineral
y Roca ya que, en ocasiones, se producen confusiones a la hora de aplicar los términos
de mineral siliceo y roca silicea:

•Mineral es un clemento o compuesto inorgánico, natural y homogénco; con una


composición química definida o que varía dentro de unos límites concretos; y una
estructura cristalina estable, como por ejemplo el cuarzo, calcita, etc.

•Roca es un agregado compuesto por uno o más minerales, como por ejemplo mármol,
cuarcita, silex... (nomominerálicos); granito, arenisca,.. (pluriminerálicos) o un cuerpo
indiferenciado de materia mineral como por ejemplo obsidiana.

Los minerales que componen mayoritariamente las rocas silíceas sedimentarias son los
tectosilicatos del grupo SiOz. Este grupo se caracteriza por que los oxígenos de la
unidad base que compone los silicatos (un tetraedro regular donde cuatro iones de
oxigeno en los vértices rodean a un ion de silicio) son compartidos por tetraedros
contiguos componiendo una red tridimensional de composición unitaria Si0,

En la nataraleza pueden aparecer diferentes maneras por las cuales los tetraedros
enlazados compartan todos sus oxígenos construyendo una red tridimensional continua
y electricamente neutra. Estos son los polimortos de la sílice (StOy). Ademas existe otra
sustancia relacionada y esencialmente amorfa: el ópalo, SiornH.O con una estructura
localmente ordenada de esferas silíceas y un contenido en H;O variable.

Los polimorfos de alta presión: coesita y estisovita, que son los más densos, no se
encuentran en rocas silíccas sedimentarias. Ambos fueron sintetizados artificialmente
antes de ser encontrados en estado natural. Han sido identificados en pequeñas
cantidades en cráteres producidos por impactos de meteoritos. Recientemente la coesita
ha sido descubierta como pequeños cristales en xenolitos de kimberlitas y como
inclusiones en granate y piroxeno de facies eclogíticas de alta presión (rocas
ultrametamórficas).

El resto de los polimorfos pertenecen a tres categorías estructurales: cuarzo, con la


simetría más inferior y la red más compacta; tridimita, con mayor simetría y estructura
más abierta; y cristobalita, con la simetría más elevada y la red más dilatada

Estos polimorfos están relacionados entre si por transformaciones reconstructivas que al


precisar considerable energia y al producirse en un proceso lento hacen que las fases
sean metaestables mucho tiempo. Por otro lado cada uno de estos tres tipos de estructura
posce una inversión alta (B) - baja (a). Estas transformaciones tienen lugar a una
temperatura bastante constante y bien definida y son reversibles tan rápidamente que
pueden ser repetidas una y otra vez sin desintegración fisica del cristal (Huribut and

Klein, 1982). Los polimorios del cuarzo que se pueden encontrar como constituyentes
de las rocas siliceas sedimentarias son

1. Cuarzo: es el mineral más conocido de todos los que existen debido a que es el
más abundante de la corteza de la tierra, y porque tiene una infinidad de
variedades muy llamativas. Se lo puede usar como joya, piedra preciosa, en la
industria del vidrio, en la relojería, en la industria petrolera y mucho más,
además, un gran grupo de personas creen que los cristales y las piedras de
cuarzo tienen aplicaciones esotéricas, en este artículo vas a descubrir todas las
propiedades, características y usos que tiene este mineral.

- El cristal cuarzo pertenece al grupo de los silicatos específicamente a


los tectosilicatos.
- Su composición química pura corresponde a dióxido de silicio (SiO2),
es decir una parte de silicio y dos partes de oxígeno.
- Se caracteriza porque su dureza en la escala de mohs es relativamente
alta, siendo esta de de 7.
- Su densidad o peso específico es bastante similar al promedio de la
corteza de la tierra y varía desde 2.6 a 2.7 gramos por centímetro
cúbico.
- Su sistema cristalino principal corresponde al hexagonal.
- Su brillo o lustre es vidrio muy similar al de un cristal de vidrio.
- Su diafanidad o transparencia normalmente es translúcido o
transparente por lo que la luz traspasa a través del cristal con facilidad.
- Finalmente el color de su raya es incoloro o no presenta.

Megacuarzo: Aparecen como cristales macroscópicos, subidiomorios o


tapizando cavidades. Reciben esta denominación los cristales individuales que
presentan un tamaño de cristal superior a 20 um. Por carecer de un término
para definir estos cristales bien definidos de cuarzo autigénico Folk (1950) los
denominó de este modo
Microcuarzo (cuarzo granular microcristalino): Es la fase dominante en las
rocas siliceas sedimentarias. Se caracteriza por presentar un tamaño de cristal
que, aunque puede variar entre 1 y 20 m, normalmente aparece con tamaños en
toro a las 8 y 10 m. Posee un contenido de agua en cantidades que oscila del
0.1 al 0.3 % en peso (Flörke et al., 1982), Este material tiene una complejidad
cristalográfica probablemente similar a las de las formas fibrosas, siendo
remarcable el intercrecimiento que suelen presentar en sus bordes los pequeños
cristales de cuarzo
Silice fibrosa (calcedonia): Esta formada por una asociación de fibras que se
construyen de diminutos cristales de cuarzo no visibles en el microscopio
óptico (Bustillo, 1976). Las fibras se pueden desarrollar, bien irradiándose a
partir de un centro formando un "esferulito", o crecer en una misma dirección
como sucede cuando tapizan huecos. Es una fasc presente en la práctica
totalidad de las rocas siliceas, no obstante casi siempre aparece como
constituyente minoritario. Presenta cierto porcentaje de agua que puede oscilar
entre un 0,5 y un 2% en peso (Graetsch, 1994). Por termogravimetria y
espectrografia de infrarrojos Pelo (1956) y Frondel (1982) han distinguido la
presencia tres tipos de agua en este tipo de silice: (1) Agua molecular que
ocupa libremente los poros: (2) Grupos (OH) que ocupan superficies internas y
regiones con imperfecciones cristalinas; y (3) Grupos (OH) que ocupan lugares
estructurales.
Normalmente aparece como fornas botroidales en cavidades y fracturas de la
"toca cajal En lámina delgada en función de la elongación de las fibras se
distinguen:
- Calcedonita: Los cristales de cuarzo se disponen con el eje C7 perpendicular
a la dirección de crecimiento de la fibra. listo queda traducido, en lámina
delgada. por presentar elongación negativa. En este tipo se observa que las
fibras adyacentos extinguen a ángulos ligeramente diferentes (Bustillo. 1$7G).
- Cuarcina-lutecita: Los cristales de cuarzo se disponen con el eje Cien la
misma dirección que el crecimiento de la fibra En esta caso en lamina delgada
clonzación positiva Cuando son de extinción recta les cristales fibrosos serán
de cuarcina, mientras que si la extinción forma un ángulo de 29º con la
dirección de la fibra los cristales serán de lutecita.
Por último se describe un nuevo tipo de silice fibrosa sobre la que existe cierta
controversia:
- Moganita: Algunos autores atirman que es un nuevo polimorfo del cuarzo
que aparece como una variedad microcristalina de silice fibrosa de elongación
negativa. Ha sido definida basándose en detallados estudios de difracción de
rayos X (Flörke el al
1976) y espectroscopia micro-Raman (Kingma and Hemley, 1994). Otros
como Heaney and Post (1992) señalan como la moganita aparece en muestras
naturales de rocas siliceas sedimentarias. Su significado en estudios
petrológicos está siendo aún explorado parece probable que sea un indicador de
evaporitas desaparecidas (Knauth.
1994). Sin embargo la IMA (International Mineralogical Association) ha
desaprobado la existencia de este mineral afirmando que son insuficientes las
diferencias con di-cuarzo como para poder definirla como una especie mineral
separada. Se planta que de hecho pueda ser calcedonia (Origlieri, 1994)
Cristobalita.
Este mineral suele aparecer rellenando cavidades en las rocas volcánicas ácidas
como la traquita y la riolita. En las rocas sedimentarias únicamente aparèce
como componente del ópalo CT, interpretado como interestratificados
semiordenados de cristobalita y tridimita de baja temperatura (Jones and
Segnit, 1971).
Tridimita
Es una fase un tanto enigmática. Aunque aparece en la naturaleza y puede ser
sinietizado no esta claro que tenga un campo de estabilidad en el sistema SiO,
puro (Navrotsky, 1994). En la naturaleza es muy escaso y suele aparecer
rellenando cavidades de rocas volcánicas ácidas. Lo más común es que, como
ya se ha explicado para el caso de la cristobalita, aparezca en rocas
sedimentarias como componente de ciertos ópalos.
Opalo
Este "mineral" no se considera un polimorfo de la sílice propiamente dicha ya
que. al ser esencialmente amorfo, escapa a la definición de mineral "ss" por lo
que suele ser definido como mineraloide. A menudo su aspecto externo es
botroidal y estalactitico. Presenta brillo vitreo y tacto resinoso. Sus colores,
muy variables, pueden oscilar desde el incoloro (hialino) hasta el oscuro
pasando por blanco, tonalidades amarillas, rojo, pardo, verde, gris y azul.
Presenta menor dureza y peso específico que las variedades microcristalinas
del cuarzo. Incorpora cierta cantidad de moléculas de agua cuyo contenido
puede llegar hasta un 20%, aunque normalmente se encuentra en cantidades
comprendidas entre el 3 y el 9% en peso.
El grupo de los minerales del ópalo puede ser dividido en dos categorías
(Graetsch, 1994);
Ópalos microcristalinos: El más abundante de este tipo es el ópalo CT.
formado por interestratificados de cristobalita/tridimita (Jones and Segnit,
1971). Comúnmente aparece como diminutos agregados esféricos (también
llamados lepisferas) formados por delgadas hojas de cristal que se desarrollan
cuando rellenan cavidades con espacio libre para su crecimiento. Mientras que
cuando aparece masivo se presenta casi isótropo, cuando SC muestra en forma
fibrosa (lussatita) es birrefringente.
Por un proceso de maduración el ópalo CT se transforma en ópalo C de modo
que la diagénesis produce una disminución del apilado tridimitico creando un
ópalo más rico en cristobalita baja y por lo tanto más ordenado.
Ópalos no cristalinos: También son denominados como ópalo A (amorto). En
la naturaleza esta forma de silice es esencialmente sintetizado por organismos
silíceos (diatomeas, raliolarios, espiculas de esponja, etc).
Dentro de este subgrupo, Langer and Flörke (1974) distinguen entre ópalo AG
(gel amorio) y ópalo AN (vidrio amorfo). El primero es un gel amorfo formado
por partículas esféricas de silice donde el agua rellena los intersticios dejados
por estas.
2. Modulos de pedernal: El pedernal está formado principalmente por
calcedonia, y como otras variantes de sílex ejerce notable influencia en los
geminianos. Una pieza pulida favorece la comunicación entre personas,
logrando un discurso fluido, eficaz y eficiente. Abre el entendimiento, agudiza
los sentidos, despierta la empatía. Aleja las malas vibras y coloca al individuo
en contacto con la tierra y sus elementos.

4. Orgánicas (ejemplos)

En este caso las rocas orgánicas están formadas de materia orgánica (restos de seres
vivos (animales y/o vegetales) que sido sometidos en grandes masas a un proceso de
diagénesis. Compuestas en un porcentaje de carbono superior al 60% , son blandas,
ligeras y combustibles. Siendo tras las transformaciones pertinentes en los combustibles
más apreciados en la sociedad.

Se clasifican en:

CARBONES MINERALES
Los carbones tienen su origen en restos vegetales acumulados en el fondo de pantanos,
lagunas o deltas fluviales. Son rocas orgánicas formadas por carbono amorfo
acompañado de hidrocarburos, compuestos orgánicos de naturaleza compleja (glúcidos
como la celulosa y lignina), proteínas vegetales y materia inorgánica.

Tras sepultar los restos vegetales, una vez sedimentados, comienza el proceso de
carbonización mediante procesos anaeróbicos en los que las bacterias transforman los
restos vegetales en ácidos húmicos; que tras compactarse (aumento dela presión y de la
temperatura) produce la carbonización del material.

Los carbones se clasifican en función de su contenido en carbono de la siguiente forma:

Turba: Las es el carbón más reciente en el proceso de carbonización. Posee entre un 45


y 60% de carbono, además de un alto contenido en agua (mayor del 90%). Se forman
húmedas y oligotróficas donde predomina el Sphagnum. Dan lugar a las turberas que
por sus propiedades de porosidad y materia orgánica tienen una gran aceptación como
mejoradores del suelo, pero que poseen un bajo calor calorífico.

Lignito: El lignito es un carbón fósil de formación reciente con un

contenido de carbono entre el 60 y 75%.

A) El lignito pardo o lignito blando

El lignito pardo es un carbón húmico de grado bajo con un contenido de agua entre 10 y
75%. El lignito pardo se ubica entre la turba de grado más bajo y el lignito de grado más
alto. El lignito pardo parece a la turba, pero es más sólido y más denso.
Los yacimientos del lignito pardo o blando de Alemania oriental (zonas de Leipzig,
Halle, Magdeburgo, Cottbus) y de la Alemania oriental (cerca de Colonia, Baja
Renania) son de la terciaria.

B) El lignito duro (Hartbraunkohle)

Bajo los lignitos duros se distinguen el lignito mate (más sólido y más oscuro con
respecto al lignito blando y estratificado) y el lignito brillante más evolucionado con
respecto a la carbonización. El límite superior hacia la hulla se traza en base del color de
la raya de las rocas, el lignito se caracteriza por un color de la raya café y la hulla por un
color de la raya negro-café.
Yacimientos cerca de Moscú, en Checoslovaquia, Hungría, Yugoslavia, EE.UU., Canadá
entre otros.

C) El lignito xiloide o la xilita

El lignito xiloide o la xilita es un lignito con trozos de madera fósil con una estructura
bien conservada.

Hulla: La hulla es un carbón natural negro y brillante, que contiene entre

un 80 y 90 % de carbono además de entre un 3 y un 20% de oxígeno, y

entre un 1 y un 5% de hidrógeno. Se formó a partir de especies vegetales

del carbonífero. En forma seca se utiliza como combustible.

Los carbones situados arriba de la antracita se denominan colectivamente las hullas


bituminosas.
En los yacimientos de carbón comúnmente las capas de hullas están estratificadas con la
pizarra combustible y con otras rocas sedimentarias estériles. Independientemente de su
estado de carbonización se distingue los cuatro litotipos siguientes, que varían en el
material vegetal de partida y en su entorno de sedimentación:
 
● Hulla brillante: de fractura concoidea, con muchas grietas encaradas en ángulo recto a
la estratificación, se descompone en fragmentos en forma de bloques, no tiñe en negro,
en capas principalmente continuas, raramente en forma de lentejones.

● Hulla mate: de superficies ásperas, forma fragmentos gruesos, no tiñe de color negro,
forma estratos de carbón de brillo mate hasta graso y de color gris hasta negro hasta
varios decímetros de

espesor.
● Hulla fibrosa: de color negro hasta gris negroso, de brillo sedoso, con textura fibrosa
y porosa, fácilmente triturable, tiñe de color negro, forma estratos y lentejones delgados.

● Hulla semibrillante: no tiñe, forma capas alternas de rayas finas situadas entre la
brillante y la hulla mate de espesores menor de 3mm, tipo de carbón más importante con
respecto a su volumen.

Algunos yacimientos de hulla son las cuencas de Ruhr (carbonífero) y de Saar


(carbonífero) en Alemania, en el macizo central francés, los depósitos de carbón de Lota
cerca de Concepción en Chile.

Antracita: La antracita es un carbón natural de muy alto poder calorífico

(posee un 95% de carbono). Arde con mucha dificultad pero desprende

mucho calor. Es más brillante que la hulla y presenta una fractura

concoidea. Su formación se remonta a los primeros periodos de la era

Primaria.
PETRÓLEO

El petróleo bruto es un líquido espeso, viscoso u oleoso de color oscuro o verde y fuerte
olor. En su composición química se distinguen una gran variedad de hidrocarburos
sólidos, líquidos y gaseosos (alcanos, alquenos, naftenos y aromáticos). Arde fácilmente
y de él se pueden destilar gran cantidad de productos volátiles.

Se distinguen dos grupos:

Parafinas: Fluidas, ligeras, ricas en hidrogeno y con un color verdoso

Petróleos asfálticos: Viscosos y pesados, negros y con un contenido mucho menor en


hidrógeno.

Su formación comienza con la descomposición de la materia orgánica en determinadas


condiciones de presión, temperatura, en zonas marinas de poca profundidad donde
abunda el fitoplancton. Los organismos muertos se depositan en el fondo, donde se
mezclan con las arenas y barros sufriendo una fermentación anaeróbica y
transformándose en lo que se denomina sapropel o barros sapropélicos Posteriormente y
debido a un aumento de la presión y temperatura comienzan a formarse los
hidrocarburos, que en un principio son muy densos, pero conforme aumenta la
temperatura y la presión se van aligerando.
Si los hidrocarburos quedan retenidos por rocas impermeables, estas ejercen una acción
de barrera, dando lugar al almacén de petróleo.

El valor económico de este recurso muy elevado, siendo punto de discordia entre países.
Como recurso no renovable y debido a su alto consumo diario, es una de las rocas
orgánicas más codiciadas por las grandes empresas que sitúan yacimientos de petróleo
en zonas donde antiguamente se produjeron los procesos anteriormente señalados

5. Ferro-aluminicas (ejemplos)

Formadas por la ruptura o desintegración de otras rocas (procesos de meteorización).

compuestas a partir de procesos de meteorización, es decir, por desintegración o ruptura


de otra roca. Está compuesta por menas, mineral del que se pueden extraer distintos
elementos porque aparecen en una cantidad lo suficientemente abundante como para su
aprovechamiento, estos elementos suelen ser metales, en este caso son el hierro y el
aluminio.

Oxido de hierro: La limonita aparece como formación secundaria de la


alteración de minerales preexistentes, obviamente de hierro. Se encuentra
por tanto, en la zona de alteración de yacimientos de hierro (en el
denominado gosan o "sombrero de hierro"). También se forma por
disolución de rocas carbonatadas y silicatadas en climas subtropicales y
tropicales (génesis laterítica). La limonita tiene también origen orgánico;
los óxidos de hierro precipitan por la acción de ciertas bacterias en cuencas
lacustres o marinas y dan origen al denominado hierro de los pantanos.

Laterita: La laterita es básicamente un suelo duro con textura nodular


muy rico en hierro y óxidos de aluminio, muy similar a la bauxita en cuanto su
textura y composición química. La roca o suelo de laterita generalmente
presenta un color marrón rojizo y amarillo.
Textura y estructura
El suelo de laterita generalmente aparece sub horizontal, o estratificado a
manera de capas que varían desde 1 centímetro en longitud. Suele tener una
textura nodular y también arenosa, limosa y arcillosa.
Es decir que puede estar compuesto por granos de tamaño de arena hasta arcilla
endurecida.

Color
Debido a que está enriquecida en hierro y aluminio se presenta en colores
marrones, rojizos, amarillos y blancos.

Composición química
Es una mezcla de óxidos de hierro (hematita, limonita), óxidos de aluminio
hidratados, hidróxidos de aluminio, minerales arcillosos, muy similar a lo que
es la bauxita. Además, contienen titanio y manganeso debido a que la roca de
donde proviene suele ser de composición básica.

Origen y formación
La roca laterita o suelo laterítico es típico en climas tropicales y húmedos
donde es fácil se desarrolle gracias a los procesos intensos de meteorización
química de la roca madre que generalmente tiene una composición básica
como el basalto.

La evaporación y lixiviación de minerales de rocas, sedimentos sueltos y suelo


deja sales insolubles. Esto da como resultado una variedad de lateritas, que
difieren en su espesor, ley, química y mineralogía del mineral.

Por lo tanto, la laterita se considera como un material residual y se compone


principalmente de óxidos de hierro, aluminio, titanio y manganeso. Esto es así
debido a que aquellos minerales son componentes menos solubles y resisten al
proceso de laterización.

Yacimientos de laterita
Los suelos lateríticos son comunes en las sabanas, pero no en las selvas y
selvas (donde la arcilla es dominante en el suelo) que carecen de período seco.
Los depósitos modernos también son desconocidos en las regiones templadas
donde la meteorización significa en gran medida la formación de minerales
arcillosos en lugar de suelos lateríticos.

Este suelo residual endurecido es bastante típico de zonas calurosas y húmedas,


es así que los países donde más se extrae y se procesa lateritas son Australia y
Brasil.

6. Fosfáticas (ejemplos)

Pettijohn (1989), define a las fosforitas (también denominadas rocas fosfáticas) como un
depósito sedimentario integrado principalmente por minerales de fosfato, donde en
algunas fosforitas, los minerales fosfáticos forman el cemento de un conjunto de
minerales detríticos, o también, el componente fosfático puede estar mezclado con otros
materiales. Por otro lado, Boggs (1995), define a las fosforitas como depósitos
sedimentarios que comprenden más de 15-20 % de P2O5, y que se encuentran
significantemente enriquecidos en 7 fósforo, en comparación con otros tipos de rocas
sedimentarias. Boggs, (1995), plantea que las lutitas, areniscas y calizas contienen
menos de un 20% de P2O5. No obstante, aquellas que se encuentren con
concentraciones de P2O5 superiores a su valor promedio, serán referenciadas como
rocas fosfáticas (por ejemplo lutita fosfática). Por su parte, Blatt (1992) define a una
fosforita como aquella roca cuyo contenido de P2O5 es de al menos 20%. Sin embargo,
esta definición para considerar a una roca como fosforita varía en función del autor. Es
por esto, que no existe un valor límite definido que determine el contenido mínimo de
P2O5 que debe exhibir una roca para ser considerada una fosforita sensu stricto. Las
rocas fosfáticas se caracterizan por su elevado contenido de fósforo, el cual se encuentra
presente principalmente dentro de la estructura cristalina de las distintas fases de
minerales fosfáticos, donde la ocurrencia mineral más importante es el apatito. El
fósforo pentavalente (P5+), forma un grupo iónico tetraédrico con el oxígeno (PO4) 3-.
Todos los minerales de la clase fosfatos están constituidos por este anión fosfato como
unidad estructural fundamental. En este sistema de oxianiones, el fósforo, arsénico y
vanadio pueden sustituirse mutuamente como ión central, coordinados en el grupo
tetraédrico de oxígenos. Esta libertad de sustitución que poseen estos elementos, se
aprecia en diversas series del apatito, entre ellas, la serie de la piromorfita, mimetita,
vanadinita, los cuales a su vez son isoestructurales, pudiendo existir cualquier grado de
sustitución entre los compuestos puros (Cornelius y Cornelis, 1991).

De una manera general, se pueden definir este tipo de materiales petrográficamente


como rocas cuya composición mineralógica está conformada en su mayoría por
minerales del grupo de los fosfatos, cuyas fases más comunes son el carbonato-
fluorapatito y la francolita; así mismo, estas rocas pueden estar constituidas en una
menor proporción por calcita, dolomita, cuarzo, glauconita, oxihidróxidos y arcillas.
Son rocas que están asociadas a la ocurrencia de una gran cantidad y variedad de restos
fósiles (algas, fragmentos de equinodermos, braquiópodos, foraminíferos plantónicos,
entre otros) los cuales pueden brindar información concerniente al tiempo geológico en
que se formaron, así como también, acerca del escenario geológico y condiciones
ambientales en el cual se desarrollaron. Puede coexistir dentro de estas rocas materia
orgánica, la cual puede aparecer rellenando restos fósiles, o bien, puede encontrarse
diseminada a lo largo de la roca. Así mismo, en estas rocas se presentan con bastante
frecuencia estructuras ooides, y peloides. La morfología de los granos así como también
el contenido de material fino en las rocas, puede brindar información importante
relacionada con los mecanismos de retrabajo y selectividad (“winnowing”) que actuaron
sobre estos materiales (Glenn et al., 1994). Por otro lado, la presencia de minerales
neoformados como caolinita y goethita, así como la variedad de minerales fosfatados
presentes, puede revelar información relacionada al grado de alteración post-
depositacional que pudo haber sufrido la roca (Gnandi y Tobschall, 2003).

Geoquímica de las rocas fosfáticas

Boggs (1992), establece que la composición química de fosforitas se encuentra


dominada por P, Si y Ca, donde concentraciones moderadas de Al, Fe, Mg, Na, K, S, F y
Cl, también pueden estar presentes (elementos mayoritarios). De igual manera, el autor
plantea que muchos elementos trazas (en particular Ag. Cd, Mo, Se, Sr, U, Y, Zn y los
elementos de tierras raras) aparecen enriquecidos dentro de las fosforitas, al comparar
sus valores de concentración con los exhibidos en la composición promedio en agua de
mar, la corteza y lutitas. 10 La química de los elementos mayoritarios dentro de las
fosforitas refleja tanto la composición de las fases minerales principales, así como
también la de los minerales accesorios (Jarvis et al., 1994). Las concentraciones de CaO
pueden explicarse principalmente por la presencia del catión en la estructura cristalina
del mineral fosfato. No obstante, su inclusión dentro de la estructura de la calcita
también es significativa, debido a que es un mineral común dentro de las rocas
fosfáticas (Pirela, 2004). El fósforo principalmente se encuentra incorporado como ión
central dentro de la estructura de los fosfatos (comúnmente francolita), en forma del
anión fosfato (PO4 3 ). Por otro lado, el reemplazamiento del material calcáreo
constituye otro mecanismo de formación de fosfatos e incorporación de fósforo dentro
de las rocas fosfáticas, especialmente cuando las condiciones de depositación están
relacionadas a bajas velocidades de sedimentación y a zonas alejadas de las fuentes de
aporte detrítico (Manheim et al., 1975). La geoquímica de las rocas fosfáticas se
encuentra estrechamente ligada al comportamiento geoquímico que exhiben los
minerales fosfatados. Según Jarvis et al. (1994), la francolita es la fase mineral fosfática
más común en depósitos marinos, el cual se define como un carbonatoapatito muy
sustituido, cuyo grado de sustitución decrece progresivamente con el incremento de la
edad, soterramiento, diagénesis y/o meteorización. El incremento de los procesos
anteriores promueven el cambio de la composición química de la francolita hacia una
fase mineral de fluorapatito no sustituido [Ca5(PO4)6F2]. Según Jarvis et al. (1994), la
francolita incorpora dentro de su estructura cantidades apreciables de flúor y CO2,
siendo responsable parcialmente de la acumulación de estas especies químicas dentro de
las rocas fosfáticas. Según Pirela (2004), las concentraciones de F- en las rocas
fosfáticas está asociado a su incorporación directa del agua de mar y a su posterior
ocupación de los sitios vacantes cuando un CO3- es sustituido por un PO4 3-, a modo
de completar el balance de carga dentro de la estructura de la francolita. El grado de
sustitución de CO2 y F en la estructura de la francolita varía con el ambiente
diagenético depositacional. Se especula que una elevada alcalinidad y una baja
velocidad en la precipitación de los fosfatos (francolita principalmente), favorece la
incorporación de estos constituyentes (Jarvis et al., 1994). 11 Jarvis, et al. (1994),
establece que importantes concentraciones de SiO2 pueden coexistir dentro de las rocas
fosfáticas. El cuarzo comúnmente forma parte de los componentes mayoritarios en la
mayoría de los depósitos de fosforitas. Así mismo, es común encontrar la sílice que está
asociada a los fosfatos, en la forma de ópalo, calcedonia, además de estar formando
porcelanitas y cherts.

Clasificación de las rocas fosfáticas

El amplio rango de partículas distintas y procesos de formación que intervienen en la


generación de las rocas fosfáticas, dificulta la elaboración de una simple clasificación.
Muchos investigadores toman como opción clasificar estas rocas a partir de sistemas
modificados de clasificación de rocas carbonáticas. Riggs (1979), en Glenn et al.
(1994), aplicó una modificación del sistema de clasificación propuesto por Folk (1962),
donde describe a las fosforitas por sus constituyentes ortoquímicos y aloquímicos. En
este mismo sentido, Cook y Shergold (1986), en Glenn et al. (1994), utilizan una
modificación de la clasificación textural de carbonatos propuesta por Dunham en 1962
(mudstone fosforita, wackestone fosforita, packstone fosforita, grainstone fosforita,
boundstone fosforita). Por su parte, Slansky (1986), en Glenn et al. (1994), sugiere un
sistema de clasificación que introduce términos como fosfatitas, biofosfalutitas,
intrafosfarenita, y oofosfarudita. Greensmith, J. (1989), establece que es posible
clasificar las fosforitas marinas sobre la base del tamaño de grano (fosforadita,
fosarenina, fosfosiltita y fosfolutita, entre otros). Por otro lado, Cook y Shergold (1986),
en Glenn et al. (1994), adaptaron la clasificación textural de Dunham para ser utilizada
en la clasificación de fosfatos.
Por su parte, Garrison y Kastner (1990) en Glenn et al. (1994), crearon un sistema de
clasificación descriptivo de muestras macroscópicas de fosforitas, el cual comprende:

F-fosfatos: se definen como pequeños nódulos, peloides o láminas friables coloreadas


débilmente con carbonato- fluoroapatito (CFA). Su consistencia varía desde muy friable
y poco consolidada, a más compacta, aunque se caracterizan por ser fácilmente rayadas
por una uña. Se presume que los F-fosfatos, a medida que maduran, eventualmente se
convierten en D-fosfatos.

D-fosfatos: son bien litificados, frecuentemente con nódulos densos y oscuros, aparecen
como gravas o capas duras.

P-fosfatos: son arenas fosforíticas, dominadas por granos fosfáticos en capas sin
estructuras (microbandeadas), con algunas mezclas de restos de peces.

Föllmi et al. (1991), en Glenn et al., (1994), estableció tres clases genéticas para definir
a los fosfatos, las cualesse encuentran relacionado a los depósitos en que pueden ser
localizados:

Pristinos: son fosfatos de carácter autigénico, con ausencia de cualquier signo de


retrabajo. En su formación, intervienen procesos de disolución, precipitación y
reemplazamiento.
Condensados: comprende a láminas fosfáticas y partículas concentradas por procesos
de selección de granos y/o bioturbación.

Alóctonos: son aquellas partículas fosfáticas que han sido incorporadas y redepositadas
por flujos turbulentos y/o controlados por gravedad.

Principales ambientes de promoción de fosfogénesis y generación de depósitos


fosfáticos marinos

La generación de fósforo, así como la subsecuente formación de rocas fosfáticas y/o


fosforitas, se encuentra estrechamente ligado a determinados escenarios
paleoceanográficos, los cuales han sido establecidos a partir de estudios previos que
involucran ocurrencias de fosforitas tanto antiguas como modernas. En la figura 3, se
exhibe un esquema donde se señalan cada uno de los escenarios oceanográficos y
tectónicos asociados a estas ocurrencias

A continuación, se describen los principales ambientes de fosfogénesis y generación de


depósitos fosfáticos marinos:

Fosforitas insulares

Las fosforitas insulares son formadas como resultado de la alteración de excrementos de


aves ricos en nitrato y fosfato, hacia la generación de apatito (usualmente CFA con
varias sustituciones) sobre islas oceánicas y atolones. A través del proceso de lixiviación
que desempeña el agua meteórica, esos depósitos pueden formarse como costras
fosfáticas cementadas que pueden ir de gruesas o delgadas. En algunos casos, las
soluciones lixiviadas generan la fosfatización de las capas de calizas subyacentes, así
como también el excremento de murciélagos puede generar depósitos de fosfatos en
cuevas aisladas (Glenn et al., 1994). Hutchinson (1950), en Glenn et al. (1994), sugirió
que los depósitos de fosforitas insulares ocurren en zonas donde existen condiciones
óptimas para que las aves se alimenten, y posteriormente regresen hacia sus localidades
aisladas para descansar y reproducirse. Los autores argumentan que ciertos criterios
geológicos deben también coexistir para que se generen las acumulaciones de fosforita
insulares. Los autores plantean que la presencia de un sustrato adecuado y el dominio de
un clima semi-árido que propicie la lixiviación, pero que las precipitaciones sean lo
suficientemente bajas para evitar el lavado total de los depósitos generados, son algunas
de las condiciones que favorecen la formación de fosforitas insulares. Los pre-requisitos
primarios para la formación de fosforitas de guano insular se manifiestan como la
presencia de islas aisladas con relativo clima seco y dentro de las proximidades cercanas
a centros de surgencias. 23 No todos los trabajos concuerdan en considerar que las
acumulaciones de guano de aves constituye el pre-requisito para el origen de fosforitas
insulares. Bourrouilth –Le Jan et al. (1980), en Glenn et al. (1994), cuestionan la
hipótesis del guano para la generación de varios depósitos, entre ellos los de la zona de
Nauru donde sugiere que estos no ocurren en escenarios eutróficos asociados a
surgencias, sino que ocurren en escenarios oligotrópicos asociados a desiertos
oceánicos. Por otro lado, Rougerie y Wauthy (1989), en Glenn et al. (1994), sugieren
que la formación de fosforitas sobre atolones es una consecuencia de lo que denominan
surgencias internas (“endo-up-welling”), lo que involucra conducciones de aguas
geotermales (ricas en nutrientes), a través de las estructuras de los atolones y su
posterior surgencia en lagos internos encerrados.

Fosforitas en montes marinos

Las fosforitas y las calizas fosfatizadas son materiales geológicos comunes de encontrar
en este tipo de ambiente geológico sobre el piso oceánico, donde muchos de estos
depósitos a su vez se encuentran asociados a costras o incrustaciones de oxihidróxidos
de hierro y manganeso. Algunos de estos depósitos de encuentran enterrados pero otros
ocurren directamente sobre las porciones elevadas del piso oceánico. Según Halbach et
al. (1982), en Glenn et al. (1994), la mayoría de estos depósitos tienen un origen
submarino y pueden estar ligados a zonas de condiciones mínimas de oxígeno. De Carlo
y Fraley (1992), en Glenn et al. (1994), sugiere que se caracterizan por presentar muy
bajas velocidades de sedimentación. Como se mencionó anteriormente, las fosforitas y
rocas fosfáticas son comúnmente observadas sobre muchos montes marinos, y así como
algunas son de origen marino, muchas otras son claramente derivadas de fosforitas
insulares que fueron sumergidas. La presente distribución de estos depósitos sugiere que
ellos se forman preferentemente a bajas latitudes, quizás en respuesta a que bajo estas
condiciones se propician las denominadas surgencias ecuatoriales, que a su vez
involucran una alta productividad biológica y el desarrollo de una zona mínima de
oxígeno, entre otras cosas. Las costras de oxihidróxidos de Fe y Mn ocurren de manera
común en estos ambientes geológicos, son el resultado de procesos diagenéticos en el
ambiente submarino dentro de la zona mínima de oxígeno, donde las cortezas se
desarrollaron a profundidades menores de la zona batial, asociadas a períodos no-
depositacionales. 24 Según Morse J. y Mackenzie, F. (1990), en los escenarios donde se
promueve la formación de Guyot (montes marinos de topes planos), la dolomita es una
común co-ocurrencia. Esta observación implica que algunas ocurrencias de Guyot
corresponden a depósitos insulares sumergidos, los cuales son derivados de guano de
aves, donde la dolomita está relacionada a procesos de dolomitización en aguas poco
profundas.

Fosforitas en márgenes continentales

Los márgenes continentales constituyen un ambiente geológico muy común, donde se


propicia la ocurrencia de depósitos de fosforitas y rocas fosfáticas, involucrando así
tanto a márgenes continentales pasivos como activos (ver figura 3). En estos escenarios,
los fosfatos ocurren como nódulos, capas, costras y ocasionalmente aparecen como
arenas fosfóricas. Estas se encuentran ubicadas sobre las plataformas y taludes
(principalmente en la parte superior del talud y en las zonas más distales de la
plataforma), bajo la influencia de aguas surgidas. Sin embargo, existen ocurrencias en el
margen este de Australia donde los depósitos fosfáticos se originan debajo de aguas que
no presentan altos niveles de productividad primaria (aguas no-surgidas). Por otro lado,
Reimer y Suess (1983), establecen que muchos depósitos de fosforitas continentales es
común encontrar numerosas inconformidades erosionales en la superficie, asociado a
fallamientos intermitentes del talud y procesos de erosión causados por las corrientes de
fondo durante miles de años. Froelich et al. (1988), establecen que variaciones entre los
procesos de sedimentación y retrabajoselección de sedimentos, concentran los fosfatos
pristinos dentro de depósitos retrabajados. Así mismo, estos procesos actúan como un
mecanismo para mantener las fases fosfáticas en un nivel de entierro cercano a la
interface agua-sedimento, suficientemente óptimos para continuar con la precipitación
de fosfatos a partir del agua de poro. La precipitación de CFA dentro de depósitos de
plataforma continentales, ocurre a unos pocos centímetros debajo de la interface agua-
sedimento, donde estos granos se encuentran mínimamente compactados y con una alta
porosidad. Froelich et al. (1988), enfatizaron que la fosfogénesis en estos escenarios
geológicos (refiriéndose particularmente a las ocurrencias en las costas de Perú-Chile)
está limitada por el acceso difusivo hacia la interface agua-sedimento. Por su parte,
Glenn et al. (1988), sugirió que la precipitación del CFA puede ser detenida por el 25
incremento de la profundidad en los sedimentos, debido al “envenenamiento” en la
estructura cristalina (enrejado) por el exceso de CO3 2- disuelto. O`Brien y Veeh,
(1980), plantean que las fosforitas asociadas a la plataforma este de Australia son las
únicas que ocurren en zonas donde existe una ausencia o débil señal de aguas surgidas,
alta productividad primaria, masas de aguas intermedias sub-óxicas y altos flujos de
carbono orgánico en las costas (margen continental). Los nódulos de fosforitas
encontrados en esta región se encuentran formados dentro de los primeros 20 cm de los
sedimentos próximos a la superficie, asociados a la interface óxica/anóxica.

Fosforitas de mares epicontinentales

Los mares epicontinentales son escenarios cratónicos con profundidades muy someras
bajo el nivel del mar, las cuales se encuentran asociadas con zonas de transgresión y
regresión (ver figura 3). Este tipo de depósitos en ambientes modernos es inexistente,
únicamente se encuentran asociados a depósitos de fosforitas antiguos. Esto se debe a
que la formación de los depósitos de fosforitas dentro de este escenario geológico, se
encuentra estrechamente ligado a los fenómenos de transgresión y cambios en el nivel
del mar. Los aumentos en el nivel del mar expanden el potencial para la generación de
sitios adecuados, donde ocurra la acumulación de fosforitas sobre plataformas y en el
interior de los continentes. Los fenómenos transgresivos propician el incremento en el
nivel del mar, que conducen a un aumento en la influencia de corrientes de surgencias
dentro de las plataformas. En este mismo sentido, los episodios transgresivos pueden
favorecer la generación de corrientes a lo largo de las plataformas inundadas, los cuales
propician el desarrollo de procesos de selectividad de granos (“winnowing”), retrabajo y
concentración de precipitados autigénicos dentro de estos depósitos (Glenn et al., 1994).

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