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En 1986, 254 reclusos fueron ejecutados extrajudicialmente en tres penales peruanos durante un motín. La Marina utilizó armas de alto poder para sofocar el motín y luego seleccionó y ejecutó a balazos a los reclusos rendidos, con conocimiento del ministro del interior. En 2000, la Corte Interamericana de Derechos Humanos declaró que Perú violó el derecho a la vida de dos reclusos y los derechos a la justicia de sus familiares, y ordenó al Estado investigar, juzgar y sancionar.
En 1986, 254 reclusos fueron ejecutados extrajudicialmente en tres penales peruanos durante un motín. La Marina utilizó armas de alto poder para sofocar el motín y luego seleccionó y ejecutó a balazos a los reclusos rendidos, con conocimiento del ministro del interior. En 2000, la Corte Interamericana de Derechos Humanos declaró que Perú violó el derecho a la vida de dos reclusos y los derechos a la justicia de sus familiares, y ordenó al Estado investigar, juzgar y sancionar.
En 1986, 254 reclusos fueron ejecutados extrajudicialmente en tres penales peruanos durante un motín. La Marina utilizó armas de alto poder para sofocar el motín y luego seleccionó y ejecutó a balazos a los reclusos rendidos, con conocimiento del ministro del interior. En 2000, la Corte Interamericana de Derechos Humanos declaró que Perú violó el derecho a la vida de dos reclusos y los derechos a la justicia de sus familiares, y ordenó al Estado investigar, juzgar y sancionar.
Este hecho ocurrió el 19 de junio de 1986 mientras se realizaba una
Conferencia Mundial de la Internacional Socialista a la que asistían más de un centenar de dirigentes políticos del mundo, entre ellos, 22 presidentes y representantes de 70 partidos políticos y cerca de 500 periodistas extranjeros.
Simultáneamente se produjo un operativo de exterminio en los penales de El
Frontón, Lurigacho y Santa Bárbara, donde se ejecutaron a 254 internos de manera extrajudicial.
Lo que al parecer habría orillado a los presidiarios a realizar un motín en dichos
penales sería la ausencia de mínimas condiciones de vida en las cárceles, la lentitud de los procesos judiciales y el maltrato hacia los internos.
En la matanza, la Marina utilizó dinamita, bazucas, granadas y explosivos de
alto poder además del armamento tradicional. Con ello lograron la rendición de los amotinados.
Tras la rendición, los internos fueron seleccionados y luego ejecutados a
balazos todo esto con el conocimiento de Agustín Mantilla (ministro del interior) en aquel entonces.
En el caso de El Frontón, los pocos pedazos de cuerpos que aparecieron
fueron dejados en los cementerios de San Bartolo y Pachacámac. Sin embargo, de los desaparecidos, nunca más se supo. DERECHOS VULNERADOS:
La Sentencia de fondo fue el 16 de agosto de 2000 mediante la cual la Corte
Interamericana de Derechos Humanos declaró responsable internacionalmente a la República del Perú por la violación del derecho a la vida de los señores Nolberto Durand Ugarte y Gabriel Pablo Ugarte Rivera, quienes se encontraban detenidos en el establecimiento penal de la Isla “El Frontón”.
A su vez, la Corte declaró la violación a los derechos a las garantías judiciales
y protección judicial de los familiares del señor Durand y del señor Ugarte, debido a que las autoridades estatales no les garantizaron una investigación de la desaparición y muerte de los referidos señores.
En este caso el Tribunal dispuso que el Estado debe cumplir con su obligación de investigar, juzgar y sancionar.