también llamada ley de la inercia, no se le ocurrió a Newton de la nada.
Antes de explicarlo en su libro, tomó los hallazgos de otro científico
llamado Galileo Galilei, que ya había realizado algunos experimentos para estudiar el movimiento de los objetos, y los combinó con sus ideas.
Así, Newton concluyó que: todo objeto que está quieto o en
movimiento seguirá siendo el mismo, a menos que aparezca otro objeto o fuerza para moverlo o hacerle cambiar de posición. ¡Mira este!
El estado natural del terreno es estar ahí... quieto, y el de la pelota,
igual. No se moverá a menos que alguien lo patee o lo levante. Si hacemos esto, es evidente que se va a mover porque estamos aplicando una fuerza que cambia su estado: pasa de estar quieto a estar en movimiento.
Lo ideal, y según decía Newton, la pelota seguiría rodando sin parar,
pero en algún momento se detiene. Esto sucede porque el empujón con el pie no es la única fuerza que está actuando.
También hay otras fuerzas que casi nadie nota: la fricción y la
gravedad. El rozamiento aparece cuando hay dos objetos que están en contacto, es decir, tocarse mientras se mueven en direcciones opuestas. Si uno va a la derecha, el otro va a la izquierda; si uno sube, el otro baja, o simplemente si un objeto va en cualquier dirección,
pero el otro se queda, también hay fricción. ¡Volvamos a nuestro
ejemplo! Mientras la pelota está rodando, está rozando contra la hierba o césped y eso
la fricción evita que el objeto se deslice o resbale durante mucho
tiempo, poco a poco se ralentiza. Además, existe la fuerza de la gravedad, que tira de la pelota hacia abajo. ¡Todos afectan tu movimiento!
Entonces, cuando la pelota se queda quieta, es porque todas las
fuerzas son iguales, como... si todas tuvieran el mismo valor. Pero, al patearlo, la fuerza del pie es mayor y genera un desequilibrio que permite el movimiento.
Si no existiera la fricción, es decir, si el suelo fuera completamente liso,
la bola se deslizaría eternamente, como cohetes en el espacio. Esta tendencia que tienen las cosas a permanecer en reposo o en movimiento como si siguieran un
La línea recta fue bautizada por Galileo como "Inercia", de ahí el
nombre de esta ley. Tenga en cuenta que, cuando hablaban de movimiento, se referían a
moviéndose en la misma dirección y a una velocidad constante, sin