Todo cuerpo preserva su estado de reposo o movimiento uniforme y rectilíneo a no ser que sea obligado a cambiar su estado por fuerzas impresas sobre él. Esta ley del movimiento establece que un cuerpo no puede cambiar su estado inicial de reposo o de movimiento recto con una velocidad constante si no se le aplica una o varias fuerzas externas. El concepto de la inercia fue planteado inicialmente por Galileo Galilei, razón por la cual a Newton solo se le atribuye la publicación del principio y no su autoría. Esta ley contradice el principio aristotélico que plantea que un cuerpo solo puede moverse si se le aplica una fuerza sostenida, ya que la ley newtoniana establece que un objeto, que se desplaza o incluso que reposa, no modifica su estado si no se le aplica un tipo de fuerza externa. . Un experimento básico para demostrar la ley de inercia, también conocida como la primera ley de Newton, podría ser el siguiente:
MATERIALES NECESARIOS:
Una tabla lisa y plana.
Una pelota pequeña (preferiblemente de ping-pong o similar). Cinta adhesiva. Procedimiento: Coloca la tabla en una superficie plana y nivelada, como una mesa. Coloca la pelota en el centro de la tabla. Con cuidado, da un golpe rápido y firme a la tabla en dirección perpendicular al borde de la misma, de manera que la tabla se deslice pero la pelota permanezca en su lugar. Observa lo que sucede con la pelota mientras la tabla se desliza. Resultados esperados: De acuerdo con la ley de inercia, la pelota debería permanecer en su lugar relativo a la tabla mientras esta se desliza. Esto se debe a que la pelota, al estar en reposo inicialmente, tiende a permanecer en reposo según la primera ley de Newton, a menos que una fuerza externa actúe sobre ella. Aunque la tabla se esté moviendo, la pelota conserva su estado de reposo relativo a la tabla debido a la inercia. Este experimento ilustra cómo los objetos tienden a mantener su estado de movimiento (o de reposo) a menos que una fuerza externa actúe sobre ellos, como lo describe la ley de inercia.