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CAPÍTULO I: EL PROBLEMA

1.1 Contextualización
Desde el génesis del hombre se ha podido evidenciar que este al verse
amenazado por otro siente la necesidad de acabarlo y demostrar su superioridad, este
tipo de razonamiento se ha vuelto más cotidiano en su psiquis, a tal punto que el
humano prefiere ser temido, a ser amado, sin importar los medios que sean necesarios
para lograr este objetivo, sin imponerse límites, en muchos de los grande líderes se
ha podido observar la falta empatía a la hora de tomar decisiones en las que estas
pueden acabar con vidas y hasta naciones de ser necesario, este vínculo de relaciones
políticas y humanas han dejado de ser genuina a convertirse en superficial y de
rivalidad, utilizando herramientas como las mentiras, la manipulación o la hipérbole
de las situaciones con tal de lograr sus objetivos.
Estas características son parte de un trastorno psicológico denominado
megalomanía que a palabras del glosario del Present State Examination, J.K Wing
(1966) la megalomanía es definida como “un trastorno de la personalidad,
caracterizado porque la persona tiene ideas de grandeza, de manera que puede mentir,
manipular o exagerar algunas situaciones o a las personas, a fin de conseguir sus
objetivos. Su carácter es voluble, indeciso y en ocasiones se pueden tornar agresivos,
cuando no les salen bien las cosas” (s/p).
La megalomanía es un trastorno psicológico en el que una persona tiene un
sentido exagerado de su propia importancia, poder, habilidades o riqueza. A lo largo
de la historia ha habido muchos ejemplos de líderes y gobernantes que han mostrado
signos de megalomanía.
En la antigua Grecia, el término ‘’hubris’’ se utilizaba para describir un exceso de
orgullo y arrogancia, especialmente entre los líderes políticos y militares. Los líderes
que mostraban hubris a menudo creían que eran superiores a los dioses y eran
castigados por sus acciones arrogantes. En la Edad Media, a su vez, muchos líderes
religiosos y políticos creían que habían sido elegidos por Dios para gobernar y que su
poder era divino. El Papa y los reyes medievales a menudo se consideraban los
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representantes de Dios en la Tierra y se les atribuía un estatus especial y superior. El

hombre y su afán de libertad hace que genere un desagrado a ser gobernado, la
ambición de algunos hace que su objetivo sea conseguir el poder absoluto sobre los
demás, a lo largo de la historia muchos políticos y líderes se han convertido en
adoctrinadores aplicando políticas anti moralistas que han sembrado odio y dolor en
las personas limitando sus libertades e incluso creando guerras, Adolf Hitler, Saddam
Hussein, Idi Amin, Josef Stalin, la dinastía Kim en Corea del Norte, Muamar el
Gadafi, Nicolas Caausescu, Benito Mussolini todos estos presentan ciertas
características en común, ya que comparten rasgos de personalidad similares: son
megalómanos repletos de un carácter voluble, indeciso y en ocasiones agresivo, al
vestirse sumidos en adversidad, estos utilizan mentiras y promesas vacías para llegar
al poder con la falsa premisa de mejorar sus naciones, estas personalidades crean un
círculo de poder que les permite llevar a cabo sus ideas, aunque este trastorno
psicológico puede haber sido más prevalente en ciertas épocas y culturas que en
otras, es un trastorno que ha existido desde los primeros tiempos del hombre y sigue
siendo un problema en la actualidad.
Vladímir Putin, el actual presidente de Rusia, es a menudo acusado por
algunos críticos de mostrar signos de megalomanía, argumentando que Putin tiene
una visión hiperbólica de sí mismo y de su papel en la política mundial, lo que lleva a
una exageración de su importancia y capacidad. Por ejemplo, Putin ha sido criticado
por su tendencia a tomar decisiones unilaterales sin consultar a otros líderes
mundiales, lo que sugiere una falta de preocupación por las opiniones y perspectivas
de los demás. También ha sido acusado de reprimir a la prensa y a la oposición
política, lo que sugiere un deseo de mantener un control absoluto sobre el país y su
imagen pública. Además, Putin ha sido criticado por su afición a la propaganda y la
manipulación mediática, lo que sugiere una obsesión por controlar la percepción
pública de su gobierno y su persona. Señalando también su aparente deseo de
restaurar la grandeza histórica de Rusia, lo que puede llevar a una visión exagerada de
su propia capacidad como líder.
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Sin ir más lejos, el mundo está observando una guerra demencial en Ucrania
perpetrada por Vladímir Putin, en donde se está llevando a cabo un genocidio. Putin
está en el poder ininterrumpidamente desde el 2012, tras un período de ocho años
desde el 2000 al 2008. Durante todos sus años de gobierno se encargó de silenciar a
todo tipo de opositores, mediante métodos diversos, algunos más sutiles, otros más
grotescos que van desde campañas mediáticas de desprestigio hasta intentos de
asesinatos de rivales políticos directos. Esto lleva a gobernar con miedo, algo que
podemos ver en este preciso instante con la cantidad de detenciones ilegales en pleno
suelo ruso por el mero hecho de protestar contra el conflicto bélico. Gran parte de los
medios de comunicación nombran al Presidente de Rusia como “el líder
megalómano” debido a que los psicólogos les han llamado mucho la atención la
aceleración tan rápida de los acontecimientos. Primero entra en Ucrania, y a los dos
días amenaza a Finlandia y a Suecia, y no pasan más de cuatro días cuando pone en
estado de alerta sus fuerzas nucleares.
El Presidente Putin es visto como una persona calculadora y fría pero más allá
de eso se presume que el líder de Rusia padece de un trastorno megalómano que
posiblemente deriva de algunos aspectos de su infancia y situaciones que ha pasado.
Por ejemplo, se sabe que Putin vivió en una casa de 20 metros cuadrados, con muy
poco espacio, no le pudieron educar sus padres y que tiene algunos déficits
emocionales, de apego e incluso espaciales, viene de la pobreza y se sabe que ha
sufrido a lo largo de su vida.
Todos estos aspectos conllevan a que el líder de Rusia se vea afectado a la hora de
tomar decisiones tanto en su política interior como exterior, por consecuencia,
aproximadamente 143 millones de rusos se ven afectados por las decisiones
aceleradas y maniacas del Presidente.
Basándose en todos estos factores y fundamentos se propone una
investigación para caracterizar la influencia de la toma de decisiones del Presidente
Putín en su política exterior y como afecta sus decisiones en los ciudadanos rusos.
Determinando la influencia de la megalomanía del líder ruso en su política exterior,
desde el año 2021 hasta la actualidad, exponiendo así las consecuencias de tener
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como líder de una potencia como lo es Rusia a un ciudadano con trastorno

megalómano.

1.2 Interrogante
¿Cómo influye la megalomanía en la toma de decisiones sobre la política
exterior de Putín y cómo repercute en los ciudadanos rusos desde el año 2021 hasta la
actualidad?
1.3 Los objetivos
Objetivo General
Determinar la influencia de la megalomanía en la toma de decisiones sobre la
política exterior de Putin y cómo repercute en los ciudadanos rusos desde el año 2021
hasta la actualidad.
Objetivos Específicos
● Investigar cómo influye el comportamiento megalómano de Putín en la toma
de decisiones sobre la política rusa.
● Analizar la influencia del comportamiento megalomaníaco en las decisiones
del presidente Putin
● Demostrar el impacto que ha tenido la toma de decisiones en la política
exterior y cómo repercute en los ciudadanos rusos.
1.4 La justificación
Hasta tres por ciento de la población puede presentar megalomanía, según
datos de la Organización Mundial de la Salud, a nivel global el uso de redes sociales
es algo necesario para alcanzar a transmitir ideas, opiniones y políticas de los grandes
líderes, estos han de tener un control y una gran gestión del uso de estas, en la política
es la herramienta principal de los líderes para impulsar sus ideas y que sean apoyados.
Los medios de comunicación en Rusia son censurados y vigilados por los
medios de seguridad nacional para así adoctrinar a su población, para así mantener la
imagen del presidente Ruso Vladímir Putin, de su gobierno y de Rusia en el territorio
que gobierna, pero su gobierno se ha visto manchado por sus decisiones de carácter
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sobrepotente y su ambición de poder, su política exterior ha tenido un impacto

negativo en algunos aspectos para los ciudadanos rusos, estas han sido polémicas y
han dejado observar ciertas características de la megalomanía. La invasión de Ucrania
no es nada nuevo para la industria, que siempre ha visto a Rusia como una amenaza
constante. Aquellos que ven a Putin como un megalómano con la capacidad de
desatar osos para mantener a la gente alejada de las calles no se sorprenden por lo que
está sucediendo. Algunas personas incluso estaban felices de que finalmente se
quitará la máscara y revelará sus verdaderos colores. Cabe aclarar que sus motivos no
son solo geopolíticos, sino también altamente simbólicos.
Las sanciones internacionales impuestas por otros países en respuesta a la
anexión de Crimea y a la intervención militar en Ucrania han afectado a la economía
rusa y han llevado a la devaluación del rublo. Esto ha aumentado el costo de vida para
los ciudadanos rusos y ha disminuido su poder adquisitivo. De igual manera, la
política exterior de Putín ha llevado a Rusia a un aislamiento internacional, con
menos países dispuestos a hacer negocios con Rusia o a brindar apoyo financiero.
Esto ha afectado negativamente la economía rusa y ha llevado a la disminución de la
inversión extranjera.
Desde el principio, la política exterior del presidente ruso tuvo como objetivo
desestabilizar a los países vecinos de Rusia. A la guerra de Chechenia de 1999 a 2009
le siguió el ataque a Georgia en 2008 y la anexión de la península ucraniana de
Crimea en 2014.Su objetivo siempre ha sido reintegrar estos territorios a la esfera de
influencia rusa e impedir por todos los medios el surgimiento de procesos
democráticos en los respectivos países. También quería evitar que estos países se
acercaran más a la UE o la OTAN. Sin embargo, esto es una descripción imprecisa de
su política exterior, porque sus intentos de ejercer influencia militar en otros Estados
no se limitaron a Europa.
Dentro de Rusia, logró consolidar su poder con drásticas medidas coercitivas
y propaganda dirigida por el Estado contra todas las fuerzas de la oposición. Al
admitir esto oficialmente, Putin eliminó cualquier posibilidad de continuar con el
acuerdo de Minsk y abrió el camino para una invasión. El proyecto emitido por la
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Asamblea Nacional establece que se respetarán las fronteras de acuerdo a lo dispuesto

en la constitución de la auto proclamada república. Según los documentos, sus
fronteras coinciden con las provincias de Ucrania, aunque los separatistas no
controlan todo este territorio.

BIBLIOGRAFÍA:

BBC News Mundo. (2022, marzo 13). Rusia y Ucrania. BBC.

https://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-60728111

Deutsche Welle. (2022, octubre 20). Megalomanía rusa - Putin, el destructor.

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https://www.udg.mx/es/noticia/la-megalomania-es-un-grave-trastorno-

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https://www.abc.es/internacional/abci-putin-lider-megalomano-sera-

mas-facil-vencer-convencer-202202281951_noticia.html?ref=https

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megalomano-sera-mas-facil-vencer-convencer-

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Rivaben, N. P. (2022, febrero 26). Putin, ni tonto ni loco. Cenital.

https://cenital.com/putin-ni-tonto-ni-loco/