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Txt 3 – sergio bettini

Protorromano
Espacio como bloque unitario, como masa compacta. Planta redonda, cúpula hemisférica, rodeado de
ambulacros. El muro perimetral es lo único que define el cuerpo espacial. Se evitan los sostenes particulares
innecesarios (columnas, pilares).

Mediorromano
El bloque espacial comienza a extenderse al exterior. La base del cilindro de la cúpula comienza a moverse. El
espacio articula totalmente la pared, el muro se modula (a través de nichos, entre otros). Columnas y
arquitrabes helénicos adosados son decorativos, sin significado funcional.

Tardorromano
Se disgrega lo compacto del muro. La pared va disolviéndose en ambientes independientes que rompen el
efecto de masa cerrada. La cúpula deja de ser una unidad con el muro cilíndrico. El tambor es cada vez más
suelto. La iluminación sirve para reconstituir la unidad del espacio (juego luz/sombra); éste no existe más como
sustancia.
Ensancha los ambientes internos y los cubre con ábsides y cúpulas. Vincula todos los elementos al centro.

La arquitectura romana quiso quitarle a la representación espacial toda coherencia estructural. El espacio es el
elemento específico y fundamental de la arquitectura. Esta verdad notaron los romanos; por ello, la
“arquitectura” en su sentido más exacto nace en Roma.

Este es el tipo de construcción que hereda el cristianismo y Constantinopla. No lo helenístico ni lo oriental


(donde no habían edificios con cúpulas), sino un romanismo político y una universalidad cristiana (más en la
forma que en el contenido), compartiendo con los romanos:

 la técnica de mampostería,
 la organización del espacio (unitario, con disolución de pared, bóvedas coloreadas y el juego óptico), y
 los esquemas urbanísticos.

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