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PARA
TODOS
NUESTRO PROYECTO POLÍTICO
PARA LOS TRABAJADORES DE CHILE
REVOLUCIÓN PARA TODOS
Palabras al lector
Este librito, dirigido a trabajadores, estudiantes, y pobladores, presenta nuestros
principales planteamientos políticos y tiene por objetivo, compartir los análisis y
propuestas desarrolladas -que se han nutrido, en gran medida, de la síntesis de
la propia experiencia de lucha de nuestra clase-, y desde aquí, aportar a elevar
la educacion política del pueblo trabajador.
Saludamos de manera fraterna a todos quienes hoy, con este libro en sus
manos, se prestan a su lectura, ya sea por curiosidad, por interés politico o por
deseos de aprender, así como aquellos que se van sumando, como militantes, a
nuestro proyecto revolucionario, y optan por dedicar sus vidas a la construcción
de un camino que nos lleve, como trabajadores, a la verdadera victoria: La
conquista del poder político por parte de la clase obrera, y el fin de esta
sociedad basada en la explotación.
Dirección Nacional
Fuerza Acción Revolucionaria
REVOLUCIÓN PARA TODOS
Introducción
Los trabajadores de Chile atravesamos un momento difícil. Estos últimos 30
años de “democracia”, que nos vendieron como un futuro lleno de ilusiones, ha
sido en realidad una gran pesadilla para nuestra clase, trayendo solo “sueños y
alegrías” a los más ricos de este país.
No es que antes de la victoria de los que cantaban “la alegría ya viene” la cosa
fuera diferente. Al contrario, la historia del pueblo trabajador chileno, desde el
inicio del siglo XX, ha atravesado una lucha constante para alcanzar un mejor
porvenir, mientras que los grandes empresarios, ya sea por vía de dictaduras
brutales o de democracias adornadas, nos han puesto el pie encima una y otra
vez.
De todos modos, para poder explicar nuestra realidad debemos entender cómo
se organiza económicamente nuestra sociedad, partiendo de una verdad
fundamental, la sociedad capitalista tiene SIEMPRE dos caras, una
corresponde a los que poseen la propiedad privada de los medios que
sirven para producir: los burgueses, empresarios o patrones según como
les llamemos; y otra a los que solo son dueños de su fuerza de trabajo, y
deben venderla para poder vivir; los trabajadores.
De manera sencilla, podemos decir que la riqueza de los patrones nace del
trabajo de los trabajadores. Es decir, nace de la parte del trabajo que se
apropia el patrón, y por la cual no paga al trabajador. Esto, siempre mirado
desde un punto de vista global e histórico, pues más allá del caso ´puntual del
patrón que “heredó” la empresa de su padre, del que se ganó el “loto”, o del que
se “esforzó” mucho y creció y creció, la realidad es que la creación de riqueza
es un fenómeno que no nace del azar ni de la herencia ni del esfuerzo,
nace SIEMPRE de la explotación.
Ahora, retrocediendo un poco, los ricos del país y del mundo, es decir los
grandes empresarios ¿siempre han sido así de ricos? Claramente no. En la
medida que la sociedad capitalista ha avanzado también se ha generado
una mayor concentración de riqueza en menos manos, pues por un lado, las
condiciones en que “compiten” los capitalistas tienden en la práctica a ser
desiguales, ya sea por acceso a materias primas más baratas, mejora en las
formas de producción que permite reducir los costos, etc. pero por sobre todo, y
esto es lo principal, los grandes capitalistas han aprendido a unir esfuerzos
para sacar las mejores ventajas, integrando diferentes sectores de la
economía, expandiéndose a otros países y regiones, tanto para producir
como para generar nuevos mercados.
si no en grupos
de capitalistas
que dirigen
política, cultural
y socialmente
gran parte del
mundo, definen lo que
hoy entendemos como
el imperio del capital."
REVOLUCIÓN PARA TODOS
El capitalismo en Chile
A partir de lo anterior se vuelve importante profundizar sobre la realidad
concreta de nuestro pais, y por lo mismo cabe preguntarnos ¿que distingue a
la sociedad capitalista chilena? Y, por tanto, ¿Qué explica la realidad de
nuestra clase trabajadora?
Sólo el 2020 las grandes empresas que representan el 1,4% del total de las
empresas en Chile se llevaron el 87% de las ventas registradas en el país. Así
mismo, para el 2022, el 1% más rico de la población concentró el 49,6% de
las riquezas totales de Chile.
El motivo que dan los grandes empresarios para explicar esto, es que el
mercado chileno ya les quedó “chico” y que necesitan nuevos lugares para
invertir y así mantener llenas sus abultadas billeteras. Así mismo, la unidad de
los empresarios chilenos no solo es entre la gran burguesía chilena, los datos
muestran que la gran mayoría se alía con empresarios extranjeros para
expandirse, nuevamente, la unidad de los burgueses les permite mejorar
sus negocios y aumentar sus riquezas a costa, ya no solo de los
trabajadores chilenos, si no del extranjero, principalmente de nuestro
continente.
Como ya sabemos, los empresarios cuentan con el control de los bancos y las
AFPs de las cuales ellos son dueños. De aquí acceden al dinero y ahorros de la
clase trabajadora que utilizan en su propio beneficio.
El caso de las AFPs es el más aberrante. Pues todos los ahorros de los
trabajadores chilenos para la vejez son fuente de financiamiento para el
crecimiento económico de las grandes empresas, mientras que -como otra
cara de la moneda- el pueblo trabajador no tiene más opción que acceder a
pensiones miserables.
Ejemplo de ello, son los datos que explican en qué es invertida la plata de los
trabajadores chilenos año a año. En el caso del 2018, nuestros fondos de
pensiones financiaron al grupo Luksic (Banco de Chile) con 8.956 millones
de dólares, y al grupo Said (Andina), Yarur (BCI), Saieh (Banco Itau), Matte
(Papelera) y Solari (Falabella) con 41.626 millones de dólares, cifra que
casi triplica el gasto anual del Estado en salud pública.
REVOLUCIÓN PARA TODOS
El endeudamiento de las familias para el consumo
ha permitido que los grandes empresarios
produzcan sin límites, acrecentando su riqueza a
costa del empobrecimiento del pueblo trabajador
El capitalismo monopolista necesita que los grandes empresarios puedan no
solo mantener sus niveles de ganancias, si no que vayan aumentándolas
progresivamente.
Para cumplir con esto, es necesario que los bienes o servicios que
producen tengan cada vez mayor consumo. Por este motivo, la gran
burguesía -con apoyo de los Estados-, ha promovido la expansión de sus
empresas a nuevos países, buscando nuevos mercados. Pero no solo eso, al
interior de nuestro país, mediante el endeudamiento de los trabajadores,
han generado una estrategia eficaz para mantener un alto consumo de las
familias, esto gracias al rol que ha cumplido la banca u otras empresas
financieras, que como mencionamos antes, están estrechamente vinculadas al
gran empresariado.
El endeudamiento de las familias es, por tanto, una pieza clave para
acrecentar la riqueza de los grandes patrones. Esto ha llevado a que 5
millones de personas se encuentren endeudadas en nuestro país, lo que
representa alrededor del 65% de los hogares. Por otro lado, las cuotas
mensuales de préstamos o deudas en general, para el 15% de los deudores, es
excesivamente alta, ya que supera más de la mitad de sus ingresos mensuales.
El financiamiento de
estas inversiones
nace, en gran
medida, de
nuestros bolsillos, a
traves de nuestros
ahorros para la
vejez que son
utilizados como
fuente de recursos
para el beneficio de
los grandes
patrones.
Los trabajadores hoy vivimos complejas condiciones. En primer lugar, más del
70% de quienes trabajamos lo hacemos bajo contrato con uno o más patrones.
Mientras que un 30% trabaja de manera informal.
Por otro lado, 57% de los ingresos vinculados al trabajo informal no logran
superar el sueldo mínimo. La situación se agrava aún más si enfocamos el
análisis en las mujeres asociadas a este tipo de ocupación, pues además de la
ausencia de protección a la maternidad, un 73% no supera el equivalente a un
sueldo mínimo de ingreso.
Para quienes trabajamos por un salario las condiciones no son mucho mejores.
Cada vez son más quienes deben acceder a dos trabajos para llegar a fin
de mes superando incluso las 50 horas semanales. Esto considerando,
además, que cada día trabajamos en peores condiciones, vamos perdiendo
derechos laborales, nuestros salarios valen menos, y existe una enorme
represión contra quienes deciden denunciar las injusticias en los lugares de
trabajo, mientras que, a su vez, la gran mayoría de las organizaciones de
trabajadores existentes, principalmente sindicatos, funcionan como
plataformas electorales de los partidos políticos de izquierda y derecha, o
simplemente son vendidos al patrón.
REVOLUCIÓN PARA TODOS
La realidad es que hoy somos más pobres y trabajamos en peores
condiciones. Para el año 2022 un estudio del Instituto Nacional de Estadísticas
en Chile daba cuenta de que la mitad de los ocupados ganaban menos de 457
mil pesos, mientras que según la información del mismo organismo el gasto
promedio mensual de las familias solo en alimentos, transportes, vivienda y
servicios básicos corresponde a 538 mil pesos. Sin contar los gastos en
educación, salud, vestuario u otros, las familias solo podrían cubrir sus gastos
básicos si son biparentales y ambos adultos trabajan. De lo contrario, una
familia monoparental o donde solo uno de los dos adultos trabaje, simplemente
con su salario NO llega a fin de mes.
En esta misma línea, podemos observar que las condiciones de trabajo son
cada vez más malas para los trabajadores en general. Concretamente, solo la
mitad de los trabajadores que reciben un salario tienen un trabajo
protegido. Es decir, con contrato escrito, indefinido, liquidación de sueldo
y cotizaciones para pensión, salud y seguro de desempleo.
Estando a más de 100 años del inicio de las enormes y heroicas movilizaciones
de los trabajadores de Chile por condiciones dignas de trabajo, salarios justos y
su derecho a organizarse libremente, hoy debemos reconocer un enorme
retroceso en las conquistas obtenidas por nuestros padres, abuelos y
bisabuelos, a través de las luchas que dieron por una mejor vida para ellos
y las futuras generaciones.
Sabemos, entonces, que el Estado buscará ante todo defender los intereses de
quienes están a la cabeza del país -es decir el gran empresariado-, y la
democracia de los ricos, que es la forma política que ellos mismos se han
dotado para asegurar tener grandes ganancias en una perspectiva de largo
plazo.
Es por esto, que los trabajadores -que no tenemos otra alternativa que
rebelarnos y organizarnos para enfrentar la injusta realidad-, debemos conocer
como el Estado busca mantenernos en silencio y pasivos.
Las formas concretas que adopta el Estado para aquello son diferentes según el
nivel de movilización y organización del pueblo trabajador, por lo que, si bien
puede variar en cada momento, siempre responde a los principios generales de
lo que ellos han llamado estrategia contrainsurgente.
Dicha situación, avalada por todos los gobiernos de turno -de izquierda a
derecha-, demuestra que esos partidos políticos representan -matices más,
matices menos-, únicamente los intereses de los ricos.
Es por esto, que mientras ellos nos venden maquillajes para creer que podemos
vivir mejor bajo esta sociedad basada en la explotación del hombre sobre el
hombre, nosotros planteamos abiertamente, que la única forma real de
alcanzar un mejor porvenir es acabar con la raíz de nuestros problemas,
es decir, con esta sociedad que le da a una minoría el poder sobre una
mayoría.
Acabar por tanto, con el poder en manos de una minoría, y que seamos la
mayoría, es decir, los trabajadores quienes podamos tener la decisión en
nuestras manos de cómo vivir, percibiendo la riqueza que nosotros mismos
producimos, solo puede llevarse a cabo mediante una revolución
Socialista, es decir, que se plantee abiertamente acabar con la propiedad
privada de los medios de producción y con los ricos del país, colocando en
manos de la clase trabajadora las maquinas, empresas y la decisión de
organizar la sociedad de forma tal que la base de esta sea el bienestar común
de todas y todos; Proletaria, ósea que sea organizada y dirigida por los
trabajadores de Chile, colocando al centro nuestros intereses y anhelos; y
Continental, en definitiva, que pueda golpear de forma profunda a los grandes
burgueses, y que nos proponga un camino de futuro junto a nuestros hermanos
y hermanas de clase en cada rincón del continente.
La base económica de esta sociedad capitalista nos enseña de que, así como
los grandes empresarios se unen más allá de las fronteras de sus países,
nuestra tarea es la unidad con todos los trabajadores, bajo la idea de que
nuestros únicos aliados son quienes sufren la misma realidad, sea donde sea
que estén.
REVOLUCIÓN PARA TODOS
El verdadero socialismo, ese que nos han ocultado por miedo a generar en
nosotros, el deseo y la esperanza de vivir de otro modo, corresponde a un
proceso que va cambiando en el tiempo, y que se encamina, en la medida que
avanza, a acabar con las clases sociales, la propiedad privada y el Estado,
elevando la vida de los trabajadores en todo plano, transformando
también la idea de que cada uno debe luchar por separado, para darnos
cuenta que una nueva sociedad solo podremos construirla con la unidad,
la organización y la cooperación entre nosotros mismos.
REVOLUCIÓN PARA TODOS
Colocar en manos del conjunto del pueblo trabajador todos los medios de
producción, y reproducción social, para el desarrollo productivo y humano, y
de esta forma poder cubrir todas las necesidades sociales.
De aquí, es que proponemos las medidas que hemos de tomar los trabajadores
en un primer momento del gobierno de los y para los trabajadores, con el fin de
avanzar en concordancia a los principios expuestos:
Muchas veces, nos han intentado vender que los trabajadores podemos
alcanzar mejoras dentro de la sociedad capitalista, políticos de izquierda
(incluso quienes sin descaro se autodenominan socialistas o comunistas) y
derecha invierten millones de pesos en publicidad que tiene por único objetivo
decirnos que dentro de los márgenes de la democracia de los ricos podemos
obtener un mejor vivir, vendiéndonos sus ideas y aspiraciones como soluciones
a nuestros problemas. La verdad es que no hay nada más lejos de la realidad.
REVOLUCIÓN PARA TODOS
Detrás de su discurso se esconde el rol que esos partidos políticos tienen
para reproducir y mantener la sociedad de clases, asegurar el cuidado de
las riquezas de los grandes empresarios, y cuidar su tan preciada democracia,
donde nuestra participación está condicionada a un voto cada 4 años para
elegir al títere de turno, con mejor cara, para sentarse en el gobierno a defender
al gran capital.
Los patrones, que reconocen mucho mejor que nosotros, la clase a la que
pertenecen y tienen conciencia de sus propios privilegios, actuando en unidad y
coherencia, son capaces de hacer lo que sea para defender sus intereses. Es
por esto, que jamás por medio del dialogo o el consenso la clase
trabajadora ha ganado nada, menos el poder político para gobernar.
El pueblo trabajador, no debe dejarse llevar por este discurso falaz, pues, por el
contrario, somos hombres y mujeres de esfuerzo y sacrificio, honestos,
luchadores y perseverantes. Intentamos darles a nuestras familias el mejor vivir
posible en un contexto donde parece imposible, pero seguimos día a día
haciéndonos cargo de quienes amamos y por quienes todas las mañanas nos
levantamos para someternos a este sistema de explotación indigno.
REVOLUCIÓN PARA TODOS
Todo aquello, nos lleva a exponer que la democracia burguesa, NO ES
nuestra democracia, ni es la forma en la que resolveremos nuestros
problemas o alcanzaremos una vida digna.
Ningún trabajador honesto, ejercería la violencia solo por gusto, o con la mala
intención de dañar a nadie. Pero cuando se trata de nuestro porvenir, del futuro
de nuestras familias y nosotros mismos, la violencia política puede y debe ser
una herramienta necesaria para alcanzar nuestras conquistas, sobre todo
si la mayor conquista es poner en nuestras propias manos como
trabajadores el poder político de nuestro país.
Recordemos una vez más, que los ricos jamás nos entregarán por medio del
dialogo o el consenso mejores condiciones de vida, pues eso atenta
contra sus propios intereses de clase. Ellos, siempre que ha sido necesario,
han ocupado la violencia del Estado, y sus fuerzas represivas, contra nosotros.
La matanza de santa maría, la represión en la huelga de la carne, la huelga de
ferroviarios, la huelga de la chaucha, o el mismísimo golpe militar son ejemplo
de ello.
Poder popular
Sin embargo, por más que exista una clara vocación de lucha y un estado de
ánimo álgido y optimista, sin la existencia de un proceso de organización
fuerte y robusto por parte de los trabajadores, y de un partido
revolucionario que defienda nuestros intereses y oriente la lucha, es
infactible poder dar un salto a una victoria real para el pueblo trabajador.
Para dar paso de una huelga general a una huelga insurreccional se requiere el
desarrollo de ciertas condiciones, que expresan la maduración de la clase
trabajadora y de la lucha de clases, y por lo tanto es fundamental trabajar con
rigor y perseverancia en desarrollarlas:
Un partido donde cada uno pueda aportar lo mejor de sí, se valoren las
capacidades individuales y se potencien al máximo. Si bien entendemos
que el militante debe tener un desarrollo integral, también identificamos que
cada uno tiene particulares virtudes, y que es preciso fortalecerlas al interior del
partido. Militar lejos de estandarizar y homogeneizar a los compañeros, explora
sus cualidades y las coloca al servicio de la revolución.