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Pablo Vazquez Kunz©

 Ser responsable

Ser responsable es ser consciente de que todo lo que ocurre en nuestras vidas es producto
de nuestra forma de pensar a nivel consciente y a nivel subconsciente. Todos tus
pensamientos ya sean que hayan pasado por tu consciencia o hayan sido subconscientes,
automáticos, crearon la situación presente que estás viviendo. Por lo tanto, si quieres
cambiar tu futuro próximo tendrás que trabajar sobre los pensamientos y las creencias del
pasado y del presente. El cambio interno siempre ocurre en el presente pero se manifiesta
externamente en el futuro. La responsabilidad nos lleva en primera medida a detener el
acto de proyectar.

¿Qué es proyectar?
Proyectar es pensar que los demás tienen la culpa de lo que nos sucede. Es creer que otro
me produce dolor o me produce felicidad. Es la absurda creencia de que tu paz depende de
otras personas o de situaciones externas que no puedes controlar. Una vez que frenamos la
hemorragia de la proyección debemos dejar de negar lo que pensamos y lo que sentimos a
nivel consciente y subconsciente. Es igual a hacernos cargo de lo que creemos sobre
nosotros, sobre los demás, sobre el dinero, sobre las relaciones, en fin, sobre todo. Muchas
veces sentimos ganas de terminar una relación pero nuestras creencias nos dicen que
deberíamos continuar porque nuestra pareja nos brinda seguridad. En ese momento
negamos lo que verdaderamente deseamos y empezamos a proyectar bronca contra
nuestra pareja adjudicándole nuestro dolor cuando en verdad somos nosotros los que no
nos animamos a hacer lo que sentimos.

Cómo verás la proyección nace de la negación y la negación se alimenta de los juicios que
hacemos contra los demás. Juzgar a otros es una forma de defendernos por no hacer lo que
realmente queremos hacer. 

Al detener el acto de juzgar a otros por lo que sentimos y al dejar de negar lo que pensamos
por más incomodidad que nos produzca entramos en la responsabilidad. Una vez que
somos responsables de nuestras vidas estamos preparados para transformarlas usando
nuestro poder interior.

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Nuestros pensamientos tienen la capacidad de transformar la energía en
materia y la materia en energía. Este principio del Yo creador es el cimiento
fundamental de la Biodescodificación.

La responsabilidad
El biodescodificador en el cual nos vamos a convertir tiene como base una
visión de total responsabilidad sobre los síntomas psicológicos y biológicos.
El núcleo de su sistema de creencias es que todos los efectos tienen su
causa, y estas causas siempre son mentales. En nuestro trabajo de
investigación emocional partiremos de la premisa de que todo lo que nos
ocurre en la vida es nuestra responsabilidad consciente o inconsciente, y que
haciéndonos conscientes de la causa podemos transformarla.

Jamás nuestro cuerpo tiene un propósito distinto al de nuestra mente. El cuerpo

siempre sigue a la mente. Darnos cuenta de que nunca hay dos propósitos que se
chocan entre sí nos libera de la sensación de estar fallados.

Nuestro trabajo es identificar cuál es el propósito de la mente observando lo

que el cuerpo nos dice. Una forma de reconocerlo es ver qué expresa
nuestro cuerpo a través de sus síntomas. El cuerpo no miente ni está errado
jamás.

La responsabilidad nos lleva a cambiar las creencias que queremos cambiar

y a aceptar aquellas que aún no hemos cambiado. Este cambio de
paradigma mental es el punto clave entre vivir a merced de la vida o disfrutar
de ella. Disfrutar nuestras relaciones, disfrutar lo que hacemos, disfrutar el
tiempo libre, disfrutar de nuestra mente, de nuestro cuerpo y de nuestro
mundo, amándonos y dando amor.

La mejor manera de crear vínculos, de sentir lo importante que es nuestra vida, 


de experimentar una sensación de seguridad

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 y al mismo tiempo de variedad, y de estar en condiciones

de dar al prójimo, es agradecer más y esperar menos.

Tony Robbins

Debemos practicar la responsabilidad y el poder para transformar nuestras

experiencias emocionales, ya que somos nosotros quienes elegimos
nuestros pensamientos. Cuando no logramos “hacernos responsables” de lo
que nos sucede debemos ser tolerantes con nosotros mismos ya que
venimos de años de creer que la vida es el resultado de nacer en un cuerpo
físico y que el mundo nos está asechando. Esas creencias son un
contundente motivo por el cual resulta lógico que nuestro sistema de
creencias sienta rechazo por modificar drásticamente su concepción del
mundo. A medida que avanza la tecnología y se desarrollan nuevos equipos
para observar y comprender el funcionamiento del cerebro nos acercamos
cada vez más a confirmar aquello que los grandes maestros espirituales de
la humanidad trasmiten desde tiempos inmemorables: en primer lugar, que la
consciencia es el punto de partida del universo material que conocemos, y en
segundo término, que nuestra mente tiene el poder de crear materia.

“No es posible que la mente humana se destruya por completo junto con el cuerpo,
sino que cierta parte de ella sobrevive, eterna”.

Baruch De Spinoza

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