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Al respirar los animales y los seres humanos tomamos del aire el oxígeno que las plantas
producen y luego exhalamos gas carbónico. Las plantas, a su vez, toman el gas carbónico
que los animales y los seres humanos exhalamos, para utilizarlo en el proceso de la
fotosíntesis. Las plantas son las únicas capaces de convertir el dióxido de carbono (CO2) en
oxígeno. Plantas, animales y seres humanos intercambian oxígeno y gas carbónico todo el
tiempo, los vuelven a usar y los reciclan. A esto se le llama el ‘ciclo del oxígeno’.
Los seres vivos toman el fósforo (P) en forma de fosfatos a partir de las rocas fosfatadas,
que mediante meteorización se descomponen y liberan los fosfatos. Estos pasan a los
vegetales por el suelo y, seguidamente, pasan a los animales. Cuando éstos excretan, los
descomponedores actúan volviendo a producir fosfatos.
Una parte de estos fosfatos son arrastrados por las aguas al mar, en el cual lo toman las
algas, peces y aves marinas, las cuales producen guano, el cual se usa como abono en la
agricultura ya que libera grandes cantidades de fosfatos. Los restos de los animales marinos
dan lugar en el fondo del mar a rocas fosfatadas, que afloran por movimientos orogénicos.
De las rocas se libera fósforo y en el suelo, donde es utilizado por las plantas para realizar
sus funciones vitales. Los animales obtienen fósforo al alimentarse de las plantas o de otros
animales que hayan ingerido. En la descomposición bacteriana de los cadáveres, el fósforo
se libera en forma de ortofosfatos (H3PO4) que pueden ser utilizados directamente por los
vegetales verdes, formando fosfato orgánico (biomasa vegetal), la lluvia puede transportar
este fosfato a los mantos acuíferos o a los océanos. El ciclo del fósforo difiere con respecto
al del carbono, nitrógeno y azufre en un aspecto principal. El fósforo no forma compuestos
volátiles que le permitan pasar de los océanos a la atmósfera y desde allí retornar a tierra
firme. Una vez en el mar, solo existen dos mecanismos para el reciclaje del fósforo desde el
océano hacia los ecosistemas terrestres. Uno es mediante las aves marinas que recogen el
fósforo que pasa a través de las cadenas alimentarias marinas y que pueden devolverlo a la
tierra firme en sus excrementos. Además de la actividad de estos animales, hay la
posibilidad del levantamiento geológico de los sedimentos del océano hacia tierra firme, un
proceso medido en miles de años.
El hombre también moviliza el fósforo cuando explota rocas que contienen fosfato.
CICLO FOSFORO
De las rocas se libera fósforo y en el suelo, donde es utilizado por las plantas para
realizar sus funciones vitales.
Los animales obtienen fósforo al alimentarse de las plantas o de otros animales que
hayan ingerido.
Una vez en el mar, solo existen dos mecanismos para el reciclaje del fósforo desde el
océano hacia los ecosistemas terrestres. Uno es mediante las aves marinas que
recogen el fósforo que pasa a través de las cadenas alimentarias marinas y que
pueden devolverlo a la tierra firme en sus excrementos. Además de la actividad de
estos animales, hay la posibilidad del levantamiento geológico de los sedimentos del
océano hacia tierra firme, un proceso medido en miles de años.
El hombre también moviliza el fósforo cuando explota rocas que contienen fosfato
El ciclo del nitrógeno es el conjunto cerrado de procesos biológicos y abióticos en que se basa el
suministro de este elemento a los seres vivos. Es uno de los importantes ciclos bioquímicos de que
depende el equilibrio dinámico de composición de la biosfera
Esas bacterias y algas cianofíceas que pueden usar el N2 del aire juegan un papel muy
importante en el ciclo de este elemento al hacer la fijación del nitrógeno. De esta forma
convierten el N2 en otras formas químicas (nitratos y amonio) asimilables por las plantas.
El amonio (NH4+) y el nitrato (NO3-) lo pueden tomar las plantas por las raíces y usarlo en
su metabolismo. Usan esos átomos de N para la síntesis de las proteínas y ácidos nucleicos.
Los animales obtienen su nitrógeno al comer a las plantas o a otros animales.
Algunas bacterias convierten amoniaco en nitrito y otras transforman este en nitrato. Una de
estas bacterias (Rhizobium) se aloja en nódulos de las raíces de las leguminosas (alfalfa, alubia,
etc.) y por eso esta clase de plantas son tan interesantes para hacer un abonado natural de los
suelos.
La mayoría de las plantas obtienen el oxígeno que necesitan para crecer de los suelos o del
agua donde viven. Los animales obtienen el nitrógeno que necesitan alimentándose de
plantas u animales que contienen nitrógeno. Cuando los organismos mueren, sus cuerpos se
descomponen y hacen llegar nitrógeno hacia los suelos o tierra, o hacia el agua de los
océanos. Las bacterias alteran el nitrógeno para que adquiera una forma que las plantas
pueden usar. Otros tipos de bacterias pueden cambiar al nitrógeno y lo disuelven en vías
acuáticas en forma tal que les permite regresar a la atmósfera.
El azufre forma parte de aminas y de otras moléculas clave como la coenzima A, donde se
halla en forma reducida (principalmente como grupo sulfhidrilo) y el NADPH. Las plantas
y otros productores primarios lo obtienen en su forma líquida, principalmente como ion
sulfato (SO42-) que, tras ser reducido se incorpora a sus proteínas en forma sólida. Los
organismos que ingieren estas plantas lo incorporan a su vez a sus proteínas, y de esta
forma pasa a los organismos del nivel trófico superior. Al morir, el azufre reducidos de las
proteínas entra en el ciclo del azufre y es oxidado por bacterias a forma que las plantas
puedan asimilar (silbato) y los animales puedan digerir
En sintesis, podemos establecer que durante el ciclo del azufre se producen los
siguientes eventos:
Finalmente, los ríos se encargan de que el destino final sea otra vez el fondo de los océanos,
de los cuales, después de largos periodos, vuelven a emerger en forma de rocas.
No obstante, una vez que los seres vivos perecen, toda la materia que han aglutinado
pasa de nuevo al medio ambiente. Este tipo de pasaje se lleva a cabo por organismos
que reciben el nombre de descomponedores y que agrupan a distintos hongos y
bacterias. Así, los descomponedores se encargan de que los elementos químicos
vuelvan nuevamente al medio ambiente.
Los pasos más importantes del ciclo del carbono son los siguientes:
a.
b. El dióxido de carbono en la atmósfera es absorbido por las plantas y convertido en azúcar, por el proceso
de fotosíntesis.
c. Los animales comen plantas y al descomponer los azúcares dejan salir carbono a la atmósfera, los
océanos o el suelo.
d. Otros organismos descomponen las plantas muertas y las materias animales, devolviendo carbono al
medio ambiente.
e. El carbono también se intercambia entre los océanos y la atmósfera. Esto sucede en ambos sentidos en
la interacción entre el aire y el agua.
En primer lugar, el agua es uno de los alimentos más importantes de los vegetales,
por lo cual el agua que llega a través del riego o de la lluvia es la responsable del
crecimiento de todo tipo de plantas y de la vegetación que existe en el planeta. Por
otro lado, el agua es consumida por los animales y sirve entonces también como un
elemento natural de vital importancia para el desarrollo de los mismos.
todos necesitamos agua para sobrevivir y de hecho, se sabe que sin ella la vida en la
Tierra nunca hubiera comenzado. Al ser un medio en el que los compuestos
orgánicos se pueden mezclar entre sí, el agua facilitó la generación de las primeras
formas de vida del planeta, posiblemente protegiéndolos de la radiación solar.
En los seres humanos actúa a la vez como disolvente y como un mecanismo que
transporta las vitaminas y los nutrientes esenciales de los alimentos a las células.
Además, nuestros cuerpos también utilizan este recurso para eliminar las toxinas,
regular la temperatura y ayudar al metabolismo.
Sin ella no podríamos cultivar, criar animales, lavar los alimentos y mantener una
buena higiene. El agua también ha sido clave en la evolución de la civilización pues
ha servido como un medio para viajar y una fuente de energía para las fábricas.
Dado que el agua también puede existir como vapor, se puede almacenar en la
atmósfera y regresar en forma de lluvia en cualquier parte del planeta. Por si fuera
poco, los océanos ayudan a regular el clima, absorbiendo el calor en el verano y
liberándolo durante el invierno. Estos mismos océanos sirven también como un
hogar para un sinnúmero de plantas y animales.