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APTITUDES INNATAS PARA LA DECLAMACIÓN

Hagamos un breve repaso de cuáles pueden ser:


• Elocuencia: Facilidad para hablar, aptitud para aprender y utilizar nuevas palabras,
gusto por el vocabulario.
• Memoria: Puede – y debe – ejercitarse, no hay duda que hay personas con un innata
facilidad para grabar en la memoria textos sin mucha dificultad.
• Emocionalidad: Nos demuestra un temperamento sensible que busca vehículos de
expresión.
• Expresividad: Una aptitud innata a la expresividad, un cambio de estado de ánimo se
nota a leguas: una tristeza los encoge, los vuelve mínimos, su cara y su fisonomía
solamente nos demuestra que una fibra sensible se ha movido y todo su ser reacciona,
hasta los vellos que recubren sus brazos y toda su piel. Y cuando la alegría aparece, su
piel brilla, sus ojos destellan vida, toda su fisonomía cambia, aunque no salten de júbilo o
goce, aunque no tengan la confianza de desparramar la emoción a su paso.

• Musicalidad: El gusto por la música, el ritmo, la cadencia, son sin duda aptitudes
innatas..
Estas cinco cualidades, elocuencia, memoria, emocionalidad, expresividad y musicalidad,
son básicas en un declamador – como lo son para cualquier otro intérprete.

CUALIDADES PARA UN BUEN DECLAMADOR.

Vamos a identificar las cualidades de un buen declamador:


• Naturalidad ( sinceridad, honestidad)
• Fluidez (memoria)
• Profundidad (apropiación del sentimiento)
• Ritmo (manejo de pausas)
• Atracción (relación con el público)
• Integralidad (un solo mensaje: voz y cuerpo)

TÉCNICA:
a. Escoger un poema para declamar
b. Estudio del Poema y de su autor
c. Interiorización
d. Memorización
e. La Voz
f. El Gesto
g. Desplazamientos escénicos

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