Está en la página 1de 5

SISTEMA RESPIRATORIO.

Su función principal es absorber oxígeno (O2) y expulsar dióxido de carbono (CO2) mediante los
procesos de inhalación y exhalación, respectivamente. Este intercambio de gases (O2 por CO2)
permite que nuestro cuerpo utilice el oxígeno para crear energía y elimine el dióxido de carbono
(producto del desecho) que resulta de los procesos químicos que realiza.

Partes del aparato respiratorio

Nariz. El aire del exterior entra en el aparato respiratorio a través de las fosas nasales donde es:
Filtrado por las fimbrias, unos pelos que limpian el aire de partículas grandes. Calentado por el
gran número de vasos sanguíneos situados superficialmente que irradian calor, permitiendo así al
aire inhalado alcanzar una temperatura de unos 25 º C, independientemente de la temperatura
exterior. Evitamos así que el aire llegue excesivamente frío a los pulmones. Humidificado por las
secreciones glandulares. Faringe. Es un órgano común del aparato digestivo y el aparato
respiratorio.

Laringe. Es el órgano donde se encuentran las cuerdas vocales, responsables de la voz. La laringe
se encuentra parcialmente cubierta por la epiglotis, una especie de tapón que se cierra cuando
tragamos para que los alimentos no pasen a las vías respiratorias.

Tráquea. Bajando por la laringe, el aire llega a la tráquea, un tubo de unos 12cm de longitud,
situado por delante del esófago. La tráquea se encuentra revestida por numerosos cilios
(pequeñas prolongaciones de estructura tubular) que ayudan a expulsar hacia la faringe el polvo
que haya podido pasar. Además, está compuesta por unos anillos cartilaginosos que permiten que
permanezca siempre abierta. En su porción final, la tráquea, da lugar a 2 ramificaciones llamadas
bronquios, compuestos por anillos cartilaginosos de las mismas características.
Bronquios, Bronquiolos y Alvéolos. Los bronquios penetran en los pulmones dónde se vuelven a
dividir en ramas más finas llamadas bronquiolos. Cada bronquiolo termina en docenas de saquitos
llamados alvéolos pulmonares que están recubiertos de pequeños vasos sanguíneos a través de
los cuales se produce el intercambio gaseoso (el O2 pasa de los alvéolos a la sangre y el CO2 pasa
de la sangre a los alvéolos para ser expulsado durante la espiración).

Pulmones. Por último, los pulmones son dos órganos esponjosos de color rojizo, situados en el
tórax, a ambos lados del corazón y protegidos por las costillas. El pulmón derecho consta de 3
fragmentos, mientras que el izquierdo, ligeramente menor, lo hace sólo de dos, ya que tiene que
compartir el espacio del hemitórax izquierdo con el corazón.

Fosas nasales: responsables por filtrar las partículas de aire, regular la temperatura del aire que
llega a los pulmones y percibir olores y la presencia de virus o bacterias. Al notar la presencia de
estos microorganismos, se activa el sistema de defensa del cuerpo;

Faringe, laringe y tráquea: después de pasar por las fosas nasales, el aire discurre a través de la
faringe y la laringe, donde están las cuerdas vocales, y se dirige en sentido a la tráquea, que se
divide en 2, hasta llegar a los pulmones derecho e izquierdo. La tráquea es un tubo que contiene
anillos cartilaginosos en toda su estructura, los cuales actúan de forma protectora, impidiendo que
se cierre cuando la persona gira el cuello de lado, por ejemplo;

Bronquios: después de la tráquea, el aire llega a los bronquios, que son dos estructuras similares a
un árbol al revés, por lo que también se le denomina árbol bronquial. Los bronquios también se
subdividen en áreas más pequeñas, que son los bronquiolos, los cuales están llenos de cilios y
producen moco (flema) que sirve para eliminar los microorganismos;

Alvéolos: la última estructura del sistema respiratorio son los alvéolos, que están directamente
conectados a los vasos sanguíneos. Aquí el oxígeno pasa a la sangre, donde podrá llegar a todas las
células del cuerpo. Este proceso se llama intercambio gaseoso, porque aparte de llevar oxígeno
para la sangre, elimina el dióxido de carbono presente en la sangre. La sangre rica en oxígeno
discurre por las arterias, mientras que la sangre llena de dióxido de carbono discurre por las venas.
Al exhalar, es eliminado todo el gas carbónico del cuerpo.
¿Qué sucede cuando inhalamos?
Cuando inhalamos, el diafragma y los músculos intercostales se contraen, haciendo
que el volumen de los pulmones aumente. En este proceso, el aire ingresa a
nuestros pulmones.
¿Qué sucede cuando exhalamos?
Cuando exhalamos, relajamos el diafragma y los músculos intercostales, haciendo
que el volumen de los pulmones disminuya. En este proceso, nuestros pulmones
expulsan aire con dióxido de carbono.

La respiración externa, es llevada a cabo por el sistema respiratorio, consiste en el


intercambio de gases (O2 por CO2) mediante los procesos de inhalación y
exhalación. Usualmente nos referimos a esto solo como «respiración». Luego de que
el oxígeno entra a la sangre, es transportado por el sistema circulatorio al resto del
cuerpo para que las células puedan realizar la respiración celular.

La respiración celular, a diferencia de la respiración externa, es llevada a cabo por


las células. Una vez que el oxígeno entra a las células de nuestro cuerpo, estas lo
usan para fragmentar moléculas orgánicas (obtenidas de los nutrientes de los
alimentos) en energía. Como consecuencia de este proceso, las células liberan
dióxido de carbono, el cual es transportado por el sistema circulatorio hacia los
pulmones, de donde será expulsado al exterior.

También podría gustarte