sus corazones, dando testimonio su conciencia, y acu-

sá ndoles o defendiéndoles sus razonamientos, en el

día en que Dios juzgará por Jesucristo los secretos de
los hombres, conforme a mi evangelio” (Ro. 2:14-16).
LA VOZ DE LA
CONCIENCIA

Sinceramente espero que en el día del juicio no seas

condenado. Cree en el Señ or Jesucristo, arrepiéntate y
conviértate a Dios, y será s libre de toda condenació n
(Ro. 8:1).

IGLESIA BÍBLICA BAUTISTA

Av. Universitaria 4895, Parque Naranjal Los Olivos
CULTOS
Domingos 10:00 a.m. Escuela Dominical

11,00 a.m. Culto de Predicación

7:00 p.m. Culto Evangelístico
Miércoles 8:00 p.m. Oración y Estudio Bíblico
Sábados 3:00 p.m. CBN (Club de Niños)
3:30 p.m. LAB (Liga de Adolecentes)
7:00 p.m. JAPEC (Reunión de Jóvenes)
Internet: www.ibbnaranjal.com

en sus corazones, dando testimonio su conciencia, y

acusá ndoles o defendiéndoles sus razonamientos, en el
día en que Dios juzgará por Jesucristo los secretos de
los hombres, conforme a mi evangelio” (Ro. 2:14-16).

Sinceramente espero que en el día del juicio no seas

condenado. Cree en el Señ or Jesucristo, arrepiéntate y
conviértate a Dios, y será s libre de toda condenació n
(Ro. 8:1).

IGLESIA BÍBLICA BAUTISTA

Av. Universitaria 4895, Parque Naranjal Los Olivos
CULTOS
Domingos 10:00 a.m. Escuela Dominical

11.00 a.m. Culto de Predicación

7:00 p.m. Culto Evangelístico
Miércoles 8:00 p.m. Oración y Estudio Bíblico
Sábados 3:00 p.m. CBN (Club de Niños)
3:30 p.m. LAB (Liga de Adolecentes)
7:00 p.m. JAPEC (Reunión de Jóvenes)
www.ibbnaranjal.com

“Porque ¿quién de los hombres sabe las
cosas del hombre, sino el espíritu del
hombre que está en él?...”
1 Corintios 2:11
LA VOZ DE LA
CONCIENCIA
“Porque ¿quién de los hombres sabe
las cosas del hombre, sino el espíritu del
hombre que está en él?...”
1 Corintios 2:11
I. TU CONCIENCIA TE ACUSA O TE DEFIENDE.
La conciencia nos dice que todos somos pecadores,
tanto judíos y gentiles. “… los gentiles
que no tienen ley, hacen por natura-
leza lo que es de la ley, éstos, aunque
no tengan ley, son ley para sí mismos,
mostrando la obra de la ley escrita en
sus corazones, dando testimonio su
conciencia, y acusá ndoles o defendiéndoles sus razo-
namientos” (Ro. 2:14, 15
II. SEGÚN TU RAZONAMIENTO, LA CONCIENCIA TE
DICE QUE HAS HECHO LO BUENO Y LO MALO.
Lo malo que has hecho te convierte
en un pecador. Tal vez digas: “Pero
he hecho más cosas buenas que
malas”. Eso no te exime de pecado.
“Porque cualquiera que guardare
toda la ley, pero ofendiere en un punto, se hace culpa-
ble de todos” (Stg. 2:10)
III. SI TU CONCIENCIA NO TE HACE SENTIR MAL
POR LAS COSAS MALAS QUE HACES, ENTONCES,
TIENES UNA CONCIENCIA CAUTERIZADA (IN-
CENSIBLE).
Los pecados cauterizan la conciencia.
“Pero el Espíritu dice claramente que
en los postreros tiempos algunos
apostatará n de la fe, escuchando a
espíritus engañ adores y a doctrinas
de demonios; por la hipocresía de
mentirosos que, teniendo cauterizada la conciencia (1
Ti. 4:1, 2).
I. TU CONCIENCIA TE ACUSA O TE DEFIENDE.
La conciencia nos dice que todos somos pecadores,
tanto judíos y gentiles. “… los gentiles
que no tienen ley, hacen por naturaleza
lo que es de la ley, éstos, aunque no
tengan ley, son ley para sí mismos,
mostrando la obra de la ley escrita en
sus corazones, dando testimonio su
conciencia, y acusá ndoles o defendiéndoles sus razo-
namientos” (Ro. 2:14, 15
II. SEGÚN TU RAZONAMIENTO, TU CONCIENCIA
TE DICE QUE HAS HECHO LO BUENO Y LO MALO.
Lo malo que has hecho te
convierte en un pecador. Tal
vez digas: “Pero he hecho más
cosas buenas que malas”. Eso
no te exime de pecado. “Porque
cualquiera que guardare toda la
ley, pero ofendiere en un punto, se hace culpable de
todos” (Stg. 2:10)
III. SI TU CONCIENCIA NO TE HACE SENTIR MAL
POR LAS COSAS MALAS QUE HACES, ENTONCES,
TIENES UNA CONCIENCIA CAUTERIZADA (IN-
CENSIBLE).
Los pecados cauterizan la conciencia.
“Pero el Espíritu dice claramente que
en los postreros tiempos algunos
apostatará n de la fe, escuchando a
espíritus engañ adores y a doctrinas
de demonios; por la hipocresía de
mentirosos que, teniendo cauterizada la conciencia (1
Ti. 4:1, 2).
IV. CRISTO ES EL ÚNICO QUE PUEDE LIMPIAR TU
CONCIENCIA DE LAS COSAS MALAS QUE HAS
HECHO. EL QUE CREE EN ÉL, ES JUSTIFICADO.
“¿cuá nto má s la sangre de Cristo,
el cual mediante el Espíritu eterno
se ofreció a sí mismo sin mancha
a Dios, limpiará vuestras
conciencias de obras muertas
para que sirvá is al Dios vivo?” (He. 9:14).
“… siendo justificados gratuitamente por su gracia,
mediante la redenció n que es en Cristo Jesú s, a quien
Dios puso como propiciació n por medio de la fe en su
sangre, para manifestar su justicia, a causa de haber
pasado por alto, en su paciencia, los pecados pasados,
con la mira de manifestar en este tiempo su justicia, a
fin de que él sea el justo, y el que justifica al que es de
la fe de Jesú s (Ro:3:25-26).
Cuando Jesucristo murió en la cruz, estuvo llevando en
su cuerpo sobre el madero los pecados de los peca-
ores. Dios castigo a los pecadores en Cristo (Is. 53:5).
Ahora, Dios declara justo a todos los que creen en
 Jesucristo, se arrepienten y se convierten de su mal
camino, para servir al Dios vivo.

V. EN EL DÍA DEL JUICIO, DIOS TE JUZGARÁ POR

LAS COSAS QUE TU CONCIENCIA TE ACUSA

“Porque Dios traerá toda obra a juicio, juntamente con

toda cosa encubierta, sea buena o sea mala” (Ec. 12:
14)

“… los gentiles que no tienen ley, hacen por naturaleza

lo que es de la ley, éstos, aunque no tengan ley, son
ley para sí mismos, mostrando la obra de la ley escrita

V. CRISTO ES EL ÚNICO QUE PUEDE LIMPIAR TU

CONCIENCIA DE LAS COSAS MALAS QUE HAS
HECHO. EL QUE CREE EN ÉL ES JUSTIFICADO.

“¿cuá nto má s la sangre de Cristo,

el cual mediante el Espíritu eterno
se ofreció a sí mismo sin mancha a
Dios, limpiará vuestras
conciencias de obras muertas
para que sirvá is al Dios vivo?” (He. 9:14).

“… siendo justificados gratuitamente por su gracia,

mediante la redenció n que es en Cristo Jesú s, a quien
Dios puso como propiciació n por medio de la fe en su
sangre, para manifestar su justicia, a causa de haber
pasado por alto, en su paciencia, los pecados pasados,
con la mira de manifestar en este tiempo su justicia, a
fin de que él sea el justo, y el que justifica al que es de
la fe de Jesú s (Ro:3:25-26).

Cuando Jesucristo murió en la cruz, estuvo llevando en

su cuerpo sobre el madero los pecados de los peca-
dores. Dios castigo a los pecadores en Cristo (Is. 53:5).
Ahora, Dios declara justo a todos los que creen en
Jesucristo, se arrepienten y se convierten de su mal
camino, para servir al Dios vivo.

V. EN EL DÍA DEL JUICIO, DIOS TE JUZGARÁ POR

LAS COSAS QUE TU CONCIENCIA TE ACUSA

“Porque Dios traerá toda obra a juicio, juntamente con

toda cosa encubierta, sea buena o sea mala” (Ec. 12:
14)
“… los gentiles que no tienen ley, hacen por naturaleza
lo que es de la ley, éstos, aunque no tengan ley, son
ley para sí mismos, mostrando la obra de la ley escrita