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ESTUDIO BÍBLICO DE ROMANOS 1:1-4

Romanos 1:1-4

Bien, estimado oyente, nos corresponde hoy entrar en el estudio propiamente dicho de esta carta del apóstol Pablo a los
Romanos. En nuestra última lección, presentamos una introducción general que esperamos nos servirá como base para
el estudio de esta gran carta. Pero, permítanos decir que la introducción, abarca los primeros 17 versículos del capítulo
1. Esta sección se subdivide a su vez de la manera siguiente: Los primeros 7 versículos contienen el saludo personal de
Pablo. Luego, en los versículos 8 al 13 tenemos el propósito que tuvo Pablo en escribir esta carta. Y entonces en los
versículos 14 al 17 tenemos tres cosas que caracterizaron a Pablo.

Comencemos, pues, leyendo el versículo 1, que da comienzo a

Los saludos personales de Pablo


"Pablo, siervo de Jesucristo, llamado a ser apóstol, apartado para el evangelio de Dios"

En primer lugar, deseamos mencionar que las dos palabras "a ser" no aparecen en los manuscritos originales. En otras
palabras, este versículo debiera leerse así: "Pablo, siervo de Jesucristo, llamado un apóstol, apartado para el evangelio
de Dios".

El nombre Pablo, que proviene del latín Paulus significa «pequeño». En los Hechos 13:9 vemos que también fue llamado
Saulo de Tarso. Ahora, queremos que note que Pablo desde el principio se identifica a sí mismo como un siervo en esta
Epístola. La palabra que se usa en el griego es "doulos" que significa esclavo; o sea que Pablo fue esclavo de Jesucristo.
Ahora bien, él era un apóstol, pero primero él se identifica como un esclavo, como alguien obligado a servir. Y es
importante que observemos esto. Es importante que sepamos por qué Pablo tomó este lugar voluntariamente. Y,
estimado oyente, el Señor Jesucristo nos amó y se dio a Sí mismo por nosotros. Pero Él nunca nos obliga a ser Sus
esclavos. Usted tiene que dar ese paso voluntariamente, y convertirse en un esclavo y servidor de Jesucristo. Él nunca le
obligará a servirle.

Notemos que el Señor Jesucristo hasta tuvo esta actitud hacia Jerusalén, pues, en el evangelio según San Mateo,
capítulo 23, versículo 37, dijo: "¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas, y apedreas a los que te son enviados!
¡Cuántas veces quise juntar a tus hijos, como la gallina junta sus polluelos debajo de las alas, pero no quisiste!" Y en otra
ocasión tenemos al Señor Jesucristo diciendo en el capítulo 5 del evangelio según San Juan, versículo 40: "Y no queréis
venir a mí para que tengáis vida". Es maravilloso que usted tenga el privilegio de convertirse en un esclavo del Señor
Jesucristo. Usted tiene que hacer esto por su propia cuenta. Él no le obligará.

Ahora, quizá usted recuerde lo que se le dijo a Pablo en el camino a Damasco, cuando el Señor le detuvo. Bueno,
primero Pablo preguntó: "¿Quién eres, Señor?" Y Él le dijo: "Yo soy Jesús, a quien tú persigues". Fue en ese momento
que Pablo llegó a conocerle como Su Salvador personal. Pero entonces, Pablo le hizo una segunda pregunta: "Señor,
¿qué quieres que yo haga?" Y en ese momento Pablo se hizo un esclavo en el servicio a Jesucristo. Este incidente se
encuentra en los Hechos 9:4-6.

Bien, volviendo ahora a nuestro estudio del primer versículo de la carta del apóstol Pablo a los Romanos, vemos que él
no solamente fue un esclavo o siervo de Jesús, sino que también se identificó como Su apóstol. Nos da a conocer que
Cristo mismo lo llamó para ser un apóstol; que él fue llamado para desempeñar ese oficio. No fue algo que Pablo
escogió. El Señor Jesús le dijo que sería Su testigo.

Este hombre, pues, primero se identificó a sí mismo como siervo o esclavo de Cristo, y entonces fue llamado a ser
apóstol. Y en realidad, este es el único tipo de persona que Dios puede usar como Su siervo: la persona que Él haya
llamado o escogido. Pablo pudo decir en su primera carta a los Corintios, capítulo 9, versículo 16: "¡ay de mí si no
anunciare el evangelio!"
En el Antiguo Testamento tenemos un caso similar en el profeta Jeremías, quien fue llamado en su niñez. Y fue debido a
ese llamado, que Jeremías pudo decirles a los falsos profetas, que Dios les había dicho a ellos, según leemos en Jeremías,
capítulo 23, versículo 21: "No envié yo aquellos profetas, pero ellos corrían; yo no les hablé, mas ellos profetizaban". Con
todo esto tenemos que llegar a la conclusión, que Pablo fue un apóstol llamado por Dios.

Pablo dijo ser un apóstol, que significa «alguien que ha sido enviado». El Señor dijo que ningún enviado es más que el
que le envía (Juan 13:16). La palabra se refiere a alguien elegido por el Señor Jesús para anunciar el Evangelio. Y tenía
que haber sido testigo del Cristo resucitado. Y Pablo le vio y nos dijo en su primera carta a los Corintios, capítulo 15,
versículo 8: "Y al último de todos, como a un abortivo, me apareció a mí". Por ello Pablo hizo la pregunta retórica, en 1
Corintios 9:1: "¿No soy apóstol? ¿No he visto a Jesús el Señor nuestro? " Pero, había otra marca que era un distintivo de
un apóstol de aquel entonces; y esa marca era que un apóstol tenía que tener lo que podríamos llamar, dones que
sirvieran como señales. Y Pablo dijo que podía hablar en otras lenguas. Y una vez más, en su primera carta a los
Corintios, capítulo 14, versículo 22, dijo que el hablar en lenguas era una señal especial para los incrédulos. De modo
que, creemos que este don, por lo menos en parte, consistía en poder hablar y testificar de Cristo en su propio idioma, a
los que no conocían el griego, el latín o el hebreo que Pablo hablaba normalmente.

Otro don que Pablo tenía, que lo señalaba como apóstol, era el de la sanidad. Pedro también tenía este don de la
sanidad. Y tanto Pedro como Pablo tenían también el don de levantar a los muertos.

Pablo fue entonces un esclavo en el servicio de Jesucristo. Fue llamado un apóstol. Y ahora tenemos una tercera cosa
que se dice en cuanto a él. Dice aquí, en el capítulo 1, versículo 1, que hemos leído, que Pablo fue: "apartado para el
evangelio de Dios". Pablo había sido apartado o separado para algo. No dice aquí que él estaba separado de algo, sino
apartado para el evangelio de Dios. No hay un significado negativo en esta expresión. Es una separación totalmente
positiva para el evangelio. Este evangelio es de Dios, pues tuvo su origen en Dios. Es algo que proviene de la mente de
Dios.

Volvamos a esta frase: "apartado para el evangelio". Pablo no indicó que había sido separado de alguna cosa, sino
apartado para algo. En otras palabras, la expresión, "apartado para", tiene un significado maravilloso que deseamos
explorar ahora. Tomemos por ejemplo la palabra "matrimonio". Esta palabra significa unión en su forma más íntima. En
el capítulo 2, del libro de Génesis, versículo 24, dice que el matrimonio significa "unión", al mismo tiempo que significa
"separación". Dice que el hombre dejará, o sea, se apartará de su padre y de su madre; pero también dice que se unirá a
su mujer, y que la unión será tan perfecta que la describe así: "serán una sola carne". Serán como una sola persona. O
sea que, que esa palabra puede significar separar y también unir. Pues bien, la palabra usada aquí por Pablo es la
palabra "apartado" o "separado". En el caso del apóstol Pablo, no hay duda alguna que él era un cristiano separado;
pero él estaba separado para algo.

Quizás algunos cristianos hacen hoy énfasis en estar separados o apartados de algo, lo cual tiene una connotación
negativa y de orgullo espiritual. Un cristiano que está apartado o separado de algo y no apartado para Cristo, tendrá una
vida espiritualmente árida. No disfrutará de la alegría de su salvación y se convertirá en una persona crítica de los
demás. Son muchos los que usan esta palabra en un sentido totalmente negativo. Es como si comprendiesen la vida
cristiana como si consistiera de solamente despojarse de esto o de aquello. Sólo pueden recitar una larga lista de las
cosas que no hacen. Tememos que tales personas han perdido su perspectiva espiritual, pues, lo de mayor importancia
es el ser separado para algo. Permítanos ilustrar lo que estamos diciendo, con una porción del Nuevo Testamento. En la
primera carta a los Tesalonicenses, capítulo 1, versículo 9, Pablo indicó que los creyentes que vivían en Tesalónica,
cuando aceptaron a Cristo como su Salvador personal, se convirtieron; o sea, se apartaron "de los ídolos a Dios, para
servir al Dios vivo y verdadero". Estimado oyente, es necesario que usted se separe para Cristo. Si usted está dispuesto a
separarse para Cristo, entonces automáticamente ocurre la separación de lo demás. Lo importante es apartarse para
algo y no de algo. Si usted se ha separado para el Señor Jesús, entonces usted no tendrá que preocuparse si se ha
separado de algo. Es muy interesante el resultado práctico de tal separación positiva. Significa que usted vivirá una vida
que despierta interés y simpatía, y no una vida que decepcione.
Se cuenta que una vez una niña dijo: "Los cristianos son como la sal. La sal produce la sed en uno". ¡Pensemos en esto
por un momento! Y mientras tanto conteste usted: ¿qué está haciendo usted para provocar en otra persona una sed de
Jesús? Él es el Agua de la Vida. ¿Estamos creando una sed por esta Agua?

Otro aspecto interesante en cuanto a esta palabra "separación" es que en el griego proviene de la misma palabra de
donde nosotros recibimos la palabra "horizonte". Hemos notado que cuando uno se remonta en un avión, mientras más
alto esté, más extenso es el horizonte. Así también es tan maravilloso ser separado para Cristo, porque Él le trae nuevos
horizontes a la vida; horizontes sumamente amplios y extensos. Uno recibe una nueva vida en Cristo Jesús. Y ¡cuán
maravillosa es esa nueva vida! Le trae a uno una nueva apreciación de la vida. Lo que queremos decir es esto: el apóstol
Pablo dijo en su primera carta a los Corintios, capítulo 13, versículo 11, que cuando él era un niño, hablaba como niño,
se comportaba y razonaba como niño, pero que cuando llegó a ser hombre dejó a un lado lo que era propio de la
infancia. Ahora, si usted estimado oyente, viene a Cristo Jesús, usted se separa para él. Y separarse para Cristo, no
quiere decir que usted se vuelva un introvertido, ni que sea una persona de criterio estrecho y cerrado. Separarse para
Cristo quiere decir que su vida se ampliará y que usted podrá disfrutar de la emocionante experiencia cristiana.

Bien, este versículo 1 de la carta a los Romanos dice que Pablo estaba "apartado para el evangelio de Dios". Ningún ser
humano inventó el Evangelio. Cuando nosotros llegamos, el evangelio ya había estado en existencia por más de 2000
años. Usted puede, o bien aceptar, o bien, rechazar el evangelio de Dios, el evangelio originado por Dios. Leamos ahora
el versículo 2 de Romanos 1

"Apartado para el evangelio de Dios, que él había prometido antes por sus profetas en las santas Escrituras"

Esto quiere decir que, si uno vuelve atrás y examina los Libros del Antiguo Testamento, se dará cuenta que el evangelio
fue prometido por los profetas a través de todo el Antiguo Testamento. Su mensaje era que Dios amaba a la humanidad
y que Dios proveería una manera de salvar a la humanidad. Nos traería a una relación de amor. Él nos amó y se entregó
por nosotros. Y según dijo el apóstol Juan, en su primera carta, capítulo 4, versículo 19: "Nosotros le amamos a él,
porque él nos amó primero". Y el apóstol Pablo lo expresó de una manera más personal cuando dijo en su carta a los
Gálatas, capítulo 2, versículo 20: "me amó y se entregó a sí mismo por mí". ¡Qué maravillosa relación!

Los versículos 2 al 6 forman un paréntesis que presenta una definición del evangelio que, en primer lugar, es todo lo
referente a Jesucristo. Y la primera parte del versículo 3, dice;

"Acerca de su Hijo, nuestro Señor Jesucristo"

Esta palabra "acerca" es traducida de la preposición griega "peri", y es la palabra que usamos como prefijo para palabras
tales como periscopio, perímetro, y otras. Esta palabra significa "algo que cerca o que rodea". Este evangelio es
entonces, totalmente acerca de Jesucristo. Es acerca de lo que Él ha hecho; es Su obra.

Y aquí tenemos su título. Él es el Hijo de Dios y es Cristo Jesús nuestro Señor. Ése es Su nombre maravilloso. Hoy en día
estamos viendo y oyendo mucho acerca de que lo que necesitamos es la religión de Jesús. Pero Jesús no tenía ninguna
religión. Él no necesitaba ninguna, pues Él era y es Dios. Él no podía adorar a otro. Es a Jesús a quien nosotros debemos
adorar.

Alguien quizá dirá: "Pero Él oró". Bueno, es verdad que lo hizo, pero lo hizo para ayudarnos. Cuando Él asumió la
naturaleza humana, Él se humilló voluntariamente y vivió a nuestro nivel. Recordemos el caso de Lázaro. Al lado de su
tumba Jesús dijo, según vemos en el evangelio según San Juan, capítulo 11, versículos 41 y 42: "Padre, gracias te doy por
haberme oído. Yo sé que siempre me oyes; pero lo dije por causa de la multitud que está alrededor, para que crean que
tú me has enviado". Estimado oyente, Jesús oró para fortalecer nuestra fe. Él es el Cristo, el Señor Jesucristo.

Ahora, observemos que también hay otra gran verdad que se dice aquí acerca de Jesucristo. Dice el resto del versículo 3:

"Que era del linaje de David según la carne"


Aquí se refiere a la humanidad de Jesús. Nació de una virgen porque ha sido declarado el Hijo de Dios con poder,
porque, según el versículo siguiente, el versículo 4:

que fue declarado Hijo de Dios con poder, según el Espíritu de santidad, por su resurrección de entre los muertos.

Y aquí hay que aclarar que la resurrección no fue lo que hizo Hijo de Dios a Jesucristo. Ésta sólo confirmó y reveló quien
era Él. Y una vez más, aquí aparece esa palabra griega que significa "horizonte", que recién comentábamos. Jesús fue
declarado Hijo de Dios. Tenemos aquí pues, la perfecta humanidad de Cristo y también Su perfecta deidad. El Credo más
antiguo de la Iglesia decía: "Él es tan hombre como cualquier hombre y tan Dios como el mismo Dios". Pero Pablo lo dijo
aún antes de que ese Credo fuera formulado, pues, aquí lo tenemos en estos dos versículos que acabamos de leer. Jesús
no es más Hombre porque es Dios, ni es menos Dios porque es Hombre. Él es Dios y Hombre.

Siguiendo adelante ahora con nuestro estudio del versículo 4, vemos que dice que fue declarado Hijo de Dios con poder,
"según el Espíritu de santidad". Y creemos que esta es una referencia obvia al Espíritu Santo. Creemos que tenemos
aquí, la Trinidad ante nosotros.

Además, el versículo 4, concluye diciendo: "por la resurrección de entre los muertos". Permítanos decir, estimado
oyente, que la resurrección, lo comprobó todo. Lo presentó como el Hijo de Dios. Al leer la Biblia encontraremos que Él
es presentado en el poder de Su resurrección. Le vemos primero en los días de Su humanidad, con un cuerpo físico,
caminando sobre esta tierra, despreciado y rechazado por los seres humanos. Le vemos en Su debilidad cuando estaba
sentado descansando junto a un pozo y cuando descansaba en una barca sacudida por la tempestad. Y, finalmente, le
vemos pasar por la vergüenza de la cruz. Pero llegaría el momento en que sería resucitado de los muertos. Su
resurrección probó la veracidad de Sus palabras cuando dijo, en Juan 8:23, "Vosotros sois de aquí abajo, yo soy de
arriba. Vosotros sois de este mundo, pero yo no soy de este mundo". Los días de caminar por los polvorientos caminos
de Israel se habían terminado. Él había regresado de los muertos con gran poder. Su resurrección había comprobado y
demostrado la veracidad de Su nacimiento virginal. Evidentemente, Él era el Hijo de Dios y con poder.

Después, tenemos aquí otra verdad. Vemos a Cristo resucitado y sentado actualmente e la derecha de Dios en los cielos,
intercediendo hoy por los creyentes, y dándoles poder, energía y consuelo. Hay un Hombre allí en la gloria celestial, pero
muchos cristianos no parecen apreciar plenamente esta verdad. Necesitamos recuperar esa conciencia de Jesús, de Su
Persona. Estimado oyente, ¿está usted hoy en contacto con el Cristo que vive?

Igualmente, la resurrección de Cristo nos asegura que Él vendrá a esta tierra como el Juez, el Rey de reyes y Señor de
señores. Él acabará con el pecado y reinará con justicia sobre la tierra. Como el apóstol Pablo les dijo a aquellos
sofisticados filósofos de Atenas, incidente registrado en los Hechos 17:29-31: "29 Siendo, pues, linaje de Dios, no
debemos pensar que la Divinidad sea semejante a oro, o plata, o piedra, escultura de arte y de imaginación de hombres.
30 pero Dios, habiendo pasado por alto los tiempos de esta ignorancia, ahora manda a todos los hombres en todo lugar,
que se arrepientan; 31 por cuanto ha establecido un día en el cual juzgará al mundo con justicia, por aquel varón a quien
designó, acreditándolo ante todos al haberlo levantado de los muertos". Hay entonces una solemne realidad: Porque
Cristo ha resucitado de los muertos, usted tendrá que estar ante Él algún día. ¿Se presentará ante Jesús como alguien
que ha confiado en Él como su Salvador, o se presentará usted allí para ser juzgado? Si usted no le ha recibido como su
Salvador, la condenación de Dios estará sobre usted. Nadie puede presentarse ante Él por su propia justicia. A menos
que usted confíe en Él como su Salvador, quedará condenado por la eternidad. Por ello, estimado oyente, terminamos
hoy afirmando, que la resurrección de Cristo garantiza que cada uno de nosotros deberá enfrentarse al Señor Jesucristo.
Por ello, le invitamos a considerar su tiene usted, o no, una relación con Dios. Porque, como dijo el Evangelista Juan en
3:17, "17Dios no envió a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él. 18 el que
en él cree no es condenado; pero el que no cree ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del Hijo único
de Dios".
ESTUDIO BÍBLICO DE ROMANOS 1:5-10
ROMANOS 1:5-10

Nos corresponde hoy comenzar nuestro estudio con el versículo 5 de este primer capítulo de la carta del apóstol Pablo a
los Romanos. Y creemos que usted ya se ha dado cuenta de la gran importancia de esta sección de las Escrituras. Es
realmente de suma importancia. El Dr. W. Kelly ha escrito lo siguiente en cuanto al capítulo 1 de esta epístola a los
Romanos. Dice el Dr. Kelly: "Tome cualquier sección del Antiguo Testamento y compárela con estas primeras palabras en
el capítulo 1 de Romanos. Cuán evidente e inmensa es la diferencia en propósito, carácter y alcance. Por ejemplo,
¿dónde encontraría usted algo como esto en los primeros cinco Libros de Moisés o en los Libros históricos que siguen?
En vano busca uno un paralelo en los Salmos y Libros poéticos. Ni aún los profetas describen o predicen tal estado de
cosas. Se dice cosas gloriosas en cuanto a Israel. La merced de Dios que también alcanzará y bendecirá a los no judíos.
Liberación y gozo para la tierra y el resto de la creación que tanto ha sufrido. Todo esto y mucho más tenemos en forma
abundante en los profetas y aún en los Salmos. Pero no hay nada allí que siquiera se parezca, aun en el tono, a la
salutación del apóstol y su prefacio a los santos en Roma". Hasta aquí, lo que ha escrito el Dr. Kelly.

En nuestro programa anterior, al concluir, estuvimos estudiando los versículos 3 y 4, y vimos que el evangelio de Dios
mencionado por el apóstol Pablo fue el evangelio prometido por los profetas del Antiguo Testamento. También notamos
que fue el evangelio de Dios, originado por Él. El evangelio, estimado oyente, no fue idea de ningún ser humano, ni
tampoco de Pablo. También vimos que el evangelio concierne a Su Hijo, Su Hijo Jesucristo. En otras palabras, el
evangelio es todo en cuanto a Jesucristo. Su tema principal es una persona. Y esa es la diferencia entre la religión y la
verdadera fe en Jesucristo. No se trata aquí de una religión, sino de una persona, y esa persona, es Cristo Jesús. Otro
punto que hemos visto aquí, es que Pablo declaró que Jesucristo nació de una virgen. Lo que indicó por una parte, que
según el aspecto físico, era del linaje, o sea, de la simiente de David; lo que demostró Su verdadera humanidad. Pero por
otra parte, su nacimiento virginal demostró, declaró o señaló que era Hijo de Dios con poder. Todo esto es según el
Espíritu de santidad por medio de la resurrección de los muertos. Es decir que la resurrección de Jesucristo lo confirmó
todo. Si usted lee su Biblia, descubrirá que presenta al Señor Jesucristo en el poder de Su resurrección.

En los evangelios vemos a Jesucristo en los días de Su carne mientras caminaba por esta tierra, despreciado y desechado
entre los hombres. Vemos Su debilidad cuando se cansó y se sentó junto a un pozo para descansar. Por último le vemos
afrontando la vergonzosa e ignominiosa muerte en la cruz. La cruz es donde primero vemos a Jesús cuando venimos a Él
para la salvación. Aunque fue "varón de dolores y experimentado en quebranto", llegó el tiempo cuando resucitó de los
muertos. Eso comprueba que habló con exactitud cuando dijo: "vosotros sois de abajo, yo soy de arriba; vosotros sois de
este mundo, yo no soy de este mundo", en el capítulo 8 del evangelio según San Juan. De modo que, Su cuerpo salió del
sepulcro. La muerte no pudo mantener como víctima a Jesús mi Salvador.

Sus días de caminar por las carreteras polvorientas de esta tierra, ya habían terminado. Murió y resucitó de los muertos
con gran poder y Su resurrección demostró la veracidad de Su nacimiento virginal. Demostró que Él era y es el Hijo de
Dios, y que Él era, quien dijo que era.

Hay otra gran verdad que creemos es necesario recordar, y es que Él es el Cristo resucitado que ahora está a la diestra
de Dios en los cielos, intercediendo por Su Iglesia y dándole poder y consolación en Él. Estamos convencidos que muchos
cristianos no son conscientes del pleno significado de Su persona y presencia en el cielo. Eso es algo que debe ser
recobrado hoy en día. ¿Qué significa Cristo para usted hoy, estimado oyente? ¿Tiene usted contacto hoy con el Cristo
viviente? Vemos mediante Su resurrección que Jesucristo vendrá de nuevo como Juez y Rey. Él es el Rey de reyes y
Señor de señores. Va a reprimir el pecado y reinará en justicia sobre esta tierra. Juzgará la tierra. Juzgará a toda la
humanidad.

Pablo les dijo a esos filósofos de Atenas: "Siendo, pues, linaje de Dios, no debemos pensar que la Divinidad sea
semejante a oro, o plata, o piedra, escultura de arte y de imaginación de hombres. Pero Dios, habiendo pasado por alto
los tiempos de esta ignorancia, ahora manda a todos los hombres en todo lugar, que se arrepientan; por cuanto ha
establecido un día en el cual juzgará al mundo con justicia, por aquel varón a quien designó, dando fe a todos con
haberle levantado de los muertos". Es precisamente debido al hecho de que Jesucristo resucitó de los muertos, que
usted, estimado oyente, tendrá que comparecer ante Él. Usted, comparecerá ante Jesús como alguien que ha confiado
en Él como su Salvador, o de otra manera tendrá que comparecer para ser juzgado por Él en el día del juicio. La
condenación de Dios caerá sobre usted por el solo hecho de no haberle aceptado como su Salvador. La resurrección es
pues, la garantía de que usted tendrá que presentarse ante el Señor Jesucristo. No puede comparecer ante Él en su
propia justicia. Si lo hace así, lo único que le espera es ser condenado a una eternidad perdida, a menos que confíe en el
Señor Jesucristo como su Salvador.

Bien, leamos ahora, el versículo 5 de este capítulo 1 de la epístola del apóstol Pablo a los Romanos:

"Por quien recibimos la gracia y el apostolado para conducir a todas las naciones a la obediencia de la fe por amor de su
nombre"

Dios nos salva, estimado oyente, por Su gracia. Ése es el método de Dios para la salvación. Nadie podría ser salvado si
Dios no fuera bondadoso. Dice aquí: "Por quien". Ahora, Dios el Padre es la fuente y el Hijo es el medio. "Por quien
recibimos" puede referirse a todos los apóstoles, pero especialmente a Pablo como el apóstol a los no judíos.

Ahora, "La gracia" y "el apostolado" son dos palabras de gran prominencia que Pablo usa aquí. "La gracia" es el término
general que se refiere a la totalidad, mientras que "el apostolado" es el término específico que le auto limita. "Gracia" es
la gran palabra del gran apóstol. Todas las cosas de Dios le habían venido por medio de "la gracia", tanto su salvación
como su apostolado. "La gracia" es el favor inmerecido de Dios. Por medio de Su "gracia", Dios da el cielo a pecadores
que merecen el infierno.

Ahora, aunque la palabra "apostolado" se refiere solamente a aquellos que eran técnicamente apóstoles; todo creyente
es en realidad un "enviado" por Dios. La palabra "apóstol" significa "enviado", y es alguien que es "enviado", es un
testigo con un mensaje. Nosotros también hemos recibido "la gracia y el apostolado". Si usted, estimado oyente, ha
aceptado a Jesucristo como su Salvador personal, debe estar ocupado en hacer algo para la proclamación de la Palabra
de Dios a otros. Ése es el trabajo de los que han recibido "la gracia y el apostolado".

Ahora, leemos aquí en este versículo 5, también: "Para la obediencia a la fe en todas las naciones". Y esto quiere decir,
literalmente: "A la obediencia a la fe". La obediencia procede de la fe como un resultado o fruto directo.
Cronológicamente y lógicamente, también, la fe viene primero y luego la obediencia. El apóstol Pablo en el camino a
Damasco preguntó primero: "¿Quién eres, Señor?" Ahora, eso condujo a su salvación; y luego preguntó: "¿qué quieres
que yo haga?" La fe salvadora conduce a la obediencia. El hecho es que la fe es la obediencia. Esta epístola principia con
la obediencia y termina con la misma nota. Escuche usted lo que dice en el capítulo 16, versículo 26: "Pero se ha
manifestado ahora, y que por las Escrituras de los profetas, según el mandamiento del Dios eterno, se ha dado a conocer
a todas las gentes para que obedezcan a la fe". Ahora, esta expresión aquí ? todas las gentes ? son los gentiles o no
judíos, contrastados con los judíos.

La obediencia de la fe es muy importante. Dios nos salva por la fe, no por las obras que hagamos. Pero después que nos
ha salvado, Él quiere hablarnos en cuanto a nuestras obras, sobre nuestra obediencia para con Él. La fe salvadora le hace
a uno obediente a Jesucristo. Quizá alguien diga, "Bueno, ¿hay alguna diferencia de fe?" Ciertamente la hay; la
diferencia de fe radica en su objeto. El objeto de nuestra fe debe ser Jesucristo. La fe salvadora es una fe que confía y
cree en Él.

Mi fe en el Señor Jesucristo es una fe salvadora. La fe salvadora es lo que nos trae al lugar donde nos rendimos al Hijo de
Dios, al que nos amó y se dio a Sí mismo por nosotros.

La doctrina verdadera es importante, sumamente importante, pero hay una disciplina y una manera de actuar que tiene
que acompañarla. Usted no puede ser la sal de la tierra sin combinar sus dos elementos. ¿Ha considerado usted, alguna
vez amigo oyente, los elementos que hay en la sal? La sal se compone de dos sustancias venenosas: el sodio y el cloruro.
Cada una de ellas, tomada aisladamente, podría envenenarnos. Pero, los dos elementos combinados constituyen la sal,
substancia muy importante para la salud. El creer y el obedecer van juntos, estimado oyente, para que podamos ser la
sal de la tierra. Pues bien, el evangelio es para la obediencia a la fe, amigo oyente, y es de esa fe salvadora de la que
Pablo habla aquí. Continuemos ahora, con el versículo 6 de este capítulo 1 de la epístola a los Romanos. Continúa
diciendo Pablo:

"entre las cuales estáis también vosotros, llamados a ser de Jesucristo. A todos los que estáis en Roma, amados de Dios y
llamados a ser santos: Gracia y paz a vosotros, de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo".

Tomemos esta expresión final del versículo 6: "Llamados a ser de Jesucristo". La palabra que se traduce aquí por
"llamados" se refiere a quienes se les ha extendido una invitación. Los llamados son los que han oído y han escuchado el
mensaje. Los llamados son los que han oído. Hay quienes no oyen. El Señor Jesucristo dejó esto bien claro, cuando dijo:
"Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen". Es así de sencillo. Jesús llama y usted responde. Si usted ha
respondido, se halla entre los elegidos. El apóstol Pablo aseguró a los hermanos en Roma, que ellos estaban
comprendidos dentro de la gracia del evangelio y como tales fueron "llamados a ser de Jesucristo".

El Dr. Stifler, un estudioso de la Biblia, señaló cuatro características en esta sección de seis versículos que hemos
considerado, los cuales debemos observar con cuidado antes de seguir al próximo versículo:

1. La primera característica es que: Pablo tiene un mensaje de acuerdo con las Escrituras.

2. La segunda, es que: El mensaje es del Cristo resucitado.

3. La tercera, es: El mensaje es universal.

4. La cuarta es que: El mensaje es para la obediencia a la fe.

Y ahora Pablo regresa a la introducción. Pasemos ahora al versículo 7:

"A todos los que estáis en Roma, amados de Dios y llamados a ser santos: Gracia y paz a vosotros, de Dios nuestro Padre
y del Señor Jesucristo".

Observemos ahora, que dice aquí: "Amados de Dios" y así como ellos son los "llamados de Jesucristo", también son los
"amados de Dios". Dios amó a los hermanos en Roma. Y es maravilloso considerar que aun en medio de las dificultades
Dios nos ama. El hijo de Dios hoy en día debe regocijarse y descansar en el amor de Dios para con él o para con ella, el
cual es un amor íntimo y personal.

Tenemos también en este versículo 7, la expresión: "Llamados a ser santos". Y esta es una frase que debe leerse: "santos
llamados". Y éste es el nombre para cada creyente. Un santo no es uno que ha sido exaltado, sino alguien que exalta a
Jesucristo. Vea usted el versículo 1, donde dijimos que Pablo no fue llamado para llegar a ser apóstol, sino que se
convirtió en un apóstol en el momento de ser llamado. Una persona pasa a ser llamada santa cuando Jesucristo se
convierte en su Salvador. No es que sea santa debido a su carácter o conducta ejemplar, sino por su fe en Cristo Jesús y
el hecho de haber sido separada, apartada para Él únicamente por su posición en Cristo Jesús. Sin embargo, los santos
deben portarse como santos. No hay ningún creyente nombrado en la Biblia a quien se le identifique individualmente
como un santo. En su carta a los Filipenses, en el capítulo 4, versículo 21, cuando el apóstol Pablo dijo: "Saludad a todos
los santos", y se estaba refiriendo a toda la Iglesia. En el original griego esta palabra es "hagios" y es la misma que se
traduce como las "santas" Escrituras en el versículo 2.

Tenemos luego aquí en este versículo 7, esta expresión: "Gracia y paz". Y estas palabras constituyen la introducción
formal en todas las epístolas del apóstol Pablo. Nunca las encontramos en orden inverso. Es necesario aceptar la gracia,
antes que se pueda experimentar la paz. ¿La gracia? ¿charis? ¿era la forma no judía de saludar, mientras que la paz?
shalom? fue la forma judía para saludar. Pablo las combinó. Y llegamos ahora a la primera división, después de la
introducción. Leamos el versículo 8, que nos introduce al párrafo titulado:

El propósito de Pablo
"Primeramente doy gracias a mi Dios, mediante Jesucristo, por todos vosotros, porque vuestra fe se divulga por todo el
mundo".

Pasamos ahora de la introducción formal a la personal; de la introducción pública a la íntima, al hablar Pablo a los
Romanos en cuanto a su futura visita a Roma. Dice él: "Primeramente doy gracias a mi Dios mediante Jesucristo". Pablo
quiso pronunciar, ante todo, una expresión de acción de gracias.

Como la Iglesia en Roma ya se había formado, las noticias se habían divulgado por todo el imperio y era conocido el
hecho de que muchos se habían convertido a Jesucristo. Había tantos rumores que hasta el emperador se alarmó. Más
tarde, empezó la persecución de la Iglesia, de modo que Pablo añadió la siguiente frase: "Vuestra fe se divulga por todo
el mundo". Esta declaración revela la gran influencia de Roma sobre el mundo de aquel entonces, y revela también que
la fe cristiana ya producía un impacto en la vida del imperio romano. Nos preguntamos estimado oyente, en cuanto al
impacto y alcance de las noticias sobre nuestra fe en nuestro entorno social. Leamos ahora el versículo 9 de este primer
capítulo del libro de Romanos:

"Dios, a quien sirvo en mi espíritu anunciando el evangelio de su Hijo, me es testigo de que sin cesar hago mención de
vosotros siempre en mis oraciones"

Es significativa la mención a sus oraciones. Pablo tenía una vida intensa de oración. Resulta interesante apuntar todas las
veces que en todos sus escritos Pablo dijo que había orado por alguien. Evidentemente él tenía una larga lista de
motivos de oración. Y aquí, destacó que oraba continuamente por los creyentes de Roma. Ahora, Pablo no escribió esta
Epístola sino hasta unos veinte años después de su conversión, pero en ella se sinceró y abrió su corazón a los hermanos
en Roma, puesto que muchos no le conocían personalmente. Leamos ahora el versículo 10, de este capítulo 1 de
Romanos:

"Rogando que, de alguna manera, si es la voluntad de Dios, tenga al fin un próspero viaje para ir a vosotros".

La intercesión constante en oración por ellos se veía aumentada por esta petición especial a favor de su proyectada
visita a Roma, que había constituido un ferviente deseo de su corazón por largo tiempo. Sin embargo, observemos que
sus deseos estaban subordinados a la Voluntad de Dios, es decir, al propósito supremo de Dios para su vida y la vida de
las iglesias a las cuales predicaba y enseñaba. Y Pablo estaba orando por un próspero viaje a Roma. Y si usted lee el
relato de su viaje, pues, no lo llamaría próspero en manera alguna. Puede usted ver los detalles en los capítulos 27 y 28
del libro de los Hechos. Fíjese usted que viajó como preso, se encontró en una tempestad, la nave se perdió y hasta fue
mordido por una víbora. Pablo pidió que el viaje fuera posible y que las dificultades fueran quitadas para que él pudiera
viajar a Roma. Se sometió a la voluntad de Dios, y el viaje que él hizo, lo hizo en la voluntad de Dios. Realmente el
apóstol, como dijimos al principio, Pablo, desde el principio de esta carta se había identificado como un esclavo, que era
el significado del término doulos, como un siervo, como alguien obligado a servir, como un esclavo de Jesucristo. Y
destacamos que él eligió esa opción libre y voluntariamente. Fue una opción que escogió impulsado por amor a aquel
Señor que en su gracia y misericordia le había salvado. Por tal motivo, Pablo reconoció el amor del Señor por Él, a pesar
de haber sido un encarnizado perseguidor de la iglesia primitiva. Por ello pudo escribir en su carta a los Gálatas 2:20 y
hablando de su Salvador, las siguientes palabras, "el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí". Realmente, Dios le
había amado a él primero, mientras él odiaba a los cristianos y los acosaba continuamente. Por ello, podemos destacar
también las siguientes palabras del apóstol Juan en su primera carta, 4:19, "Nosotros le amamos a él porque él nos amó
primero".

Estimado oyente, el Señor Jesucristo le amó y se entregó a sí mismo por usted en la cruz. Él le amó primero. Y su tumba
está vacía. Él vive. ¿No querrá usted corresponder a su amor?

ESTUDIO BÍBLICO DE ROMANOS 1:11-17


ROMANOS 1:11-17
LOS TRES "YO SOY" DE PABLO

Continuamos hoy nuestro estudio en el capítulo 1 de la epístola del apóstol San Pablo a los Romanos. Y en nuestro
programa anterior, estuvimos hablando de que Pablo en la oración recurrente, se acordaba continuamente de los
romanos. Dijo entonces, "sin cesar, hago mención de vosotros siempre en mis oraciones". Este mismo pensamiento
aparece en su primera carta a los Tesalonicenses, capítulo 5, versículo 7, donde dijo: "orad sin cesar". Pablo tenía una
larga lista de hermanos por los cuales oraba. Ahora, Pablo rogó a Dios que pudiera tener un próspero viaje a Roma. Y si
usted lee el relato de su viaje, pues, no lo llamaría próspero en manera alguna. Fíjese usted que viajó como preso, se
encontró en una tempestad, la nave se perdió y hasta fue mordido por una víbora. Pablo pidió que el viaje fuera posible,
que las dificultades fueran quitadas para que él pudiera viajar a Roma. Se sometió a la voluntad de Dios, y el viaje que él
hizo, lo hizo en la voluntad de Dios. El relato de aquel viaje, lo encontramos en los capítulos 27 y 28 del libro de los
Hechos de los apóstoles. Volviendo ahora al capítulo 1 de esta epístola a los Romanos, leamos el versículo 11:

"Porque deseo veros, para comunicaros algún don espiritual, a fin de que seáis fortalecidos"

Pablo quería enseñarles la Palabra de Dios. Él amaba el enseñar la Palabra de Dios. Estimado oyente, Pablo quería
comunicar a los hermanos en Roma algún don espiritual. La palabra "comunicar" contiene la idea de participar más bien
que de dar. Pablo probablemente quiso decir que quería participarles el evangelio por medio de su ministerio de la
enseñanza para que fueran mejor instruidos en la verdad. La cláusula "a fin de que seáis fortalecidos" indica esto.
También se refiere al desarrollo del carácter cristiano. Pasemos ahora al versículo 12 de este primer capítulo del libro de
Romanos:

"esto es, para ser mutuamente confortados por la fe que nos es común a vosotros y a mí".

Pablo, de una manera modesta y humilde, implicó que la misma fortaleza que ellos necesitaban, él también la
necesitaba, y que su propuesta visita no solamente les beneficiaría a ellos, sino también a él. Estarían mutuamente
bendecidos en la Palabra de Dios. Pablo les participaría algo a ellos, y ellos le participarían algo a él. Pablo siempre se
sentía bendecido en su ministerio a otros. Y en el versículo 13, dice:

"Pero no quiero, hermanos, que ignoréis que muchas veces me he propuesto ir a vosotros para tener también entre
vosotros algún fruto, como lo he tenido entre los demás gentiles, pero hasta ahora he sido estorbado".

La frase, "Pero no quiero, hermanos, que ignoréis" era una frase característica del apóstol Pablo. En su primera carta a
los Corintios, capítulo 10, versículo 1, dice: "Porque no quiero, hermanos, que ignoréis que nuestros padres estuvieron
todos bajo la nube, y todos pasaron el mar". Y también en su primera carta a los tesalonicenses, capítulo 4, versículo 13,
dice: "Tampoco queremos, hermanos, que ignoréis acerca de los que duermen, para que no os entristezcáis como los
otros que no tienen esperanza". Esta frase se usó para dar énfasis. Ahora, la palabra, "hermanos" se refiere tanto a
hombres, como a mujeres. Aunque tenía un gran deseo de hacerlo, Pablo vio estorbado su propósito de visitarles.
Muchos de aquellos creyentes se habían convertido por su predicación pues él les había guiado a Cristo al encontrarse
con ellos en diferentes partes del imperio romano. Pablo quería recoger algún fruto entre los hermanos romanos. Ahora,
parece que el fruto no se refiere al hecho de ganar almas sino más bien al de llevar fruto en la vida de los creyentes,
como vemos en la carta de Pablo a los Gálatas 5:22-23.

La frase "como entre los demás gentiles" indica una vez más, que la Iglesia en Roma se componía mayormente por
convertidos del paganismo. Leamos ahora, el versículo 14, a partir del cual encontramos las

Las tres declaraciones de Pablo

"A griegos y a no griegos, a sabios y a no sabios soy deudor".

En los versículos 14 al 17, el apóstol Pablo pronunció tres declaraciones interesantes, dice en el versículo 14, "soy
deudor". La segunda declaración la tenemos en el versículo 15 y dice: "Pronto estoy a anunciaros el evangelio". Y la
tercera declaración la encontramos en el versículo 16, cuando él dice, "no me avergüenzo del evangelio".
Con respecto a la declaración de que Pablo era deudor, Godet dijo lo siguiente: "Él les debía su vida y su persona, en
virtud de la gracia que le había sido dada, y del oficio que había recibido". Pablo no había tenido ninguna transacción
con los romanos que lo hiciera deudor ante ellos, pero sí tuvo una transacción con Jesucristo. Y estimado oyente, la
posesión del evangelio hace que uno sea deudor a todos aquellos que no lo han oído.

Pablo también dijo: "A griegos y a no griegos". Esta era la división que los griegos hacían de todo el género humano. Los
griegos eran educados y civilizados. Los bárbaros, o sea los que no eran griegos, eran los que nosotros hoy en día
llamamos paganos. En realidad era una falsa división, pero abarcaba a todo el género humano y era entendida por los
romanos. Pablo dijo que era deudor, tanto a los griegos como a los bárbaros. Ahora, ¿Cómo llegó a ser deudor Pablo? Él
no había tenido ninguna negociación o transacción comercial con esta gente. Sin embargo, sí había tenido una
transacción personal con Jesucristo; y esa transacción, le convirtió en deudor ante todos, porque la gracia de Dios le
había sido concedida tan generosa y abundantemente. Pablo era deudor ante un mundo perdido.

Usted y yo, estimado oyente, y desde un punto de vista espiritual, podemos considerarnos deudores, hasta el momento
en que todos hayan oído el evangelio de Jesucristo.

Cierto día, dos predicadores viajaban por el interior de un país del oriente. Hablaban del hecho que aquel país estaba
cerrado el evangelio. No se podía hacer propaganda alguna para el evangelio. Al continuar su viaje, llegaron a un pueblo.
Toda la propaganda que encontraron en aquel pueblo, estaba escrita en el idioma de aquel país, por supuesto. Y ellos se
sintieron muy extranjeros en esa tierra extraña. Luego, al llegar al final de una calle, vieron una gran valla anunciadora y
todo lo que pudieron leer en esa valla fue, la palabra Coca Cola. Entonces, uno de los predicadores dijo a su amigo: "¿No
es interesante que la Coca Cola ha tenido mejor éxito en hacer propaganda y en publicar su mensaje, que lo que el
evangelio ha tenido en más de 1900 años?" Amigo oyente, no hemos pagado nuestra deuda hasta cuando todos hayan
escuchado las Buenas Nuevas. Multitudes todavía no han oído de la salvación que hay en Jesucristo. El apóstol Pablo
dijo: "He recibido a Jesucristo como mi Salvador y soy deudor". Y nosotros, estimado oyente, también somos deudores a
todos aquellos que todavía no han oído. Por eso Pablo dijo que el sentirse deudor era otra razón para ir a Roma.
También dijo el apóstol, a sabios y a no sabios. Y esta era la distinción intelectual que él hizo entre los de la raza humana.
Los sabios, incluyen a los inteligentes, las personas educadas, todos los intelectuales. Los no sabios, son los ignorantes. Y
esto nos dice que el evangelio es apto para todos los niveles culturales.

Continuó el apóstol Pablo escribiendo y dijo en el versículo 15:

"Así que, en cuanto a mí, pronto estoy a anunciaros el evangelio también a vosotros que estáis en Roma".

Habiendo dicho que se consideraba deudor, vemos que después dijo que estaba dispuesto a pagar su deuda. El Dr.
Stifler, un estudioso de la Biblia, escribió lo siguiente en cuanto a Pablo: "Él es dueño de su determinación, pero no de
sus circunstancias". Y, estimado oyente, Pablo no sólo estaba dispuesto, estaba ansioso de predicar el evangelio. Y
nosotros necesitamos ese entusiasmo y esa gran expectativa para proclamar la Palabra de Dios a un mundo perdido.

Habiendo pues, completado esta sección, vamos a hacer una lista de los siete motivos que tuvo Pablo para querer visitar
Roma, y son los siguientes:

Primero, "La voluntad de Dios", como vemos en el versículo 10. En segundo lugar, "Un anhelo de ver a los santos", según
el versículo 11. En tercer lugar, "Comunicar un don espiritual", conforme al mismo versículo 11. En cuarto lugar, "Para
que tanto Pablo, como los hermanos en Roma, fueran mutuamente confortados", como lo vimos en el versículo 12. En
quinto lugar, "Tener algún fruto en Roma", conforme al versículo 13. En sexto lugar, "Pagar su deuda", según vimos en el
versículo 14. Y en séptimo y último lugar, "Pablo estaba dispuesto a anunciar el evangelio", como acabamos de ver en el
versículo 15. Veamos ahora, la revelación de la justicia de Dios en el evangelio y la tercera declaración del apóstol Pablo,
leyendo el versículo 16:

"No me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación de todo aquel que cree, del judío
primeramente y también del griego".
El apóstol Pablo, en realidad, se glorió en el evangelio, aunque éste condena a los hombres y presenta a un Salvador
crucificado y humillado. En esta sección hemos visto entonces las tres misiones de Pablo:

Primera, "Soy deudor", en el versículo 14 y esta fue la Admisión.

En segundo lugar, "Pronto estoy, o estoy dispuesto", en el versículo 15, y esta fue la Remisión.

Y en tercer lugar, "No me avergüenzo", en el versículo 16 y esta fue la Sumisión.

Pablo dijo que no se avergonzaba del evangelio. ¿Por qué? Si usted visita las ruinas de Éfeso, puede ver muchos
magníficos templos de mármol. Pero en el primer siglo, ni una sola iglesia fue construida allí en Éfeso. Si usted camina
por las ruinas de las 7 iglesias de Asia, puede ver una vez más, las ruinas de templos espléndidos. Ahora, quizás en Roma
había quienes pensaban que Pablo no había ido a Roma porque estaba predicando un mensaje carente de prestigio, que
ni siquiera había templos conectados con tal mensaje y que él estaba avergonzado de predicar ese mensaje en una
ciudad tan importante como Roma. El Templo de Diana en Éfeso, por ejemplo, una de las maravillas del mundo antiguo,
era un tributo a la enseñanza de una religión, aunque falsa. Pero, ningún templo había sido construido como resultado
de la predicación del evangelio.

Pero, Pablo dijo que no se avergonzaba. Dijo que el evangelio era poder. Y el énfasis aquí está sobre el evangelio, es
decir, sobre lo que hace, más bien que sobre su origen. El evangelio es poder de Dios. Esta misma palabra
griega dunamis aparece en su primera carta a los Corintios, capítulo 1, versículo 18, donde leemos: "La palabra de la cruz
es locura a los que se pierden; pero a los que se salvan, esto es, a nosotros, es poder de Dios". El Dr. Vincent, otro
estudioso de la Biblia, dice que el poder de Dios es una energía divina. Nuestra palabra "dinamita" se deriva de esta
palabra para poder. El evangelio, estimado oyente, tiene un poder inherente.

Lamentablemente, esta palabra no fue reservada para lo que han nombrado equivocadamente poder atómico. El
humilde átomo ha desmentido su nombre. La palabra "átomo" se deriva de una palabra griega, que quiere decir que no
puede ser partido ni dividido. Y los científicos pusieron este nombre átomo a lo que ellos creían que era la partícula más
pequeña de la materia. Pero, se equivocaron, porque el secreto del poder atómico está precisamente en su fisión. Esto
es lo último en poder, y esa es la alegación que Pablo hace para el evangelio. El evangelio tenía poder en los tiempos de
Pablo, y todavía hoy en día, tiene poder.

El evangelio tiene poder para un propósito definido. Es poder de Dios para salvación. Ése es el fin y el resultado del
evangelio. La palabra "salvación" es el término que incluye a todo el evangelio. La palabra griega soterion simplemente
significa salvación, liberación, pero la Biblia la usa para abarcar todo, desde la justificación hasta la glorificación.
Constituye, tanto un acto, como un proceso. Es igualmente verdad que he sido salvado, estoy siendo salvado y seré
salvado. Y este mensaje es para todos. Comprende a toda la raza humana independientemente de las barreras raciales o
religiosas. Es personal porque está dirigido a todo individuo. Cualquiera puede venir. Es universal en alcance, pero está
limitado a todo aquel que cree. Y aquí tenemos, tanto la predestinación como el libre albedrío. El único método para
obtener la salvación es por medio de la fe.

Ahora, la frase "al judío primeramente, y también al griego" no implica que el judío tiene prioridad ante el evangelio hoy.
Hoy el judío está en un pie de igualdad con el no judío en cuanto al evangelio, pero el evangelio fue dado primero al
judío cronológicamente. Si usted hubiera estado en Jerusalén en el día de Pentecostés, habría descubierto que fue una
reunión de judíos solamente. Y el apóstol Pablo en sus viajes misioneros predicó el evangelio primero en las sinagogas.
El doctor Lucas escribió lo siguiente en cuanto a Pablo en el libro de los Hechos de los apóstoles, capítulo 13, versículo
46; dijo: "Entonces Pablo y Bernabé, hablando con valentía dijeron: A vosotros a la verdad era necesario que se os
hablase primero la palabra de Dios; pero puesto que la desecháis, y no os juzgáis dignos de la vida eterna, nos volvemos
a los no judíos". El evangelio se divulgó primero en Jerusalén, una ciudad judía, y después se difundió por Judea, Samaria
y hasta los confines de la tierra. El Dr. Stifler, señala tres verdades en el versículo 16, y son las siguientes:

En primer lugar, "El efecto del evangelio, o sea la salvación".

En segundo lugar, "El alcance es mundial, a todos".


Y en tercer lugar, "La condición, que es la fe en Jesucristo".

Pasemos ahora al versículo 17 de este capítulo 1, de la epístola del apóstol Pablo a los Romanos:

"Porque en el evangelio, la justicia de Dios se revela por fe y para fe, como está escrito: Mas el justo por la fe vivirá".

Ahora, leemos aquí: "Porque en el evangelio la justicia de Dios se revela". No se trata aquí de la justicia de Dios, porque
ésta sería Su atributo, y Él no comparte Sus atributos con nadie. Se trata de una justicia, y es de Dios; no es una justicia
del hombre, porque Dios ya ha dicho que no acepta la justicia de los hombres. En el libro de Isaías, capítulo 64, versículo
6, leemos: "Pues todos nosotros somos como cosa impura; todas nuestras justicias como trapo de inmundicia. Todos
nosotros caímos como las hojas, y nuestras maldades nos llevaron como el viento".

Este versículo habla más bien de la justicia imputada, atribuida de Cristo. Dios coloca en Cristo a un pecador perdido y le
ve en Cristo. Cuando usted, estimado oyente, acepta a Jesucristo como su Salvador personal, Dios le ve a usted en Él, en
Cristo. Usted queda absolutamente aceptado por lo que Cristo ha hecho por usted. El único método de obtener esta
justicia, es por la fe. Es una justicia "por fe". Usted no puede trabajar para obtenerla. No puede hacer un depósito por
ella. No la puede comprar. La puede conseguir únicamente por medio de la fe. El apóstol Pablo dijo en su carta a los
Filipenses, capítulo 3, versículo 9: "Y ser hallado en él, no teniendo mi propia justicia, que se basa en la ley, sino la que se
adquiere por la fe en Cristo, la justicia que procede de Dios y se basa en la fe".

Una traducción literal del versículo 17, dice: "Una justicia de Dios se está revelando". "Una justicia" es la traducción de la
palabra griega dikaiosune y esta palabra aparece 92 veces en el Nuevo Testamento. Aparece 36 veces en la Epístola a los
Romanos. La frase "una justicia de Dios" aparece ocho veces en esta Epístola. La palabra raíz dike simplemente significa
justo. Las palabras "justicia" y "justificar" se derivan de la misma palabra. El ser justo es el significado principal, que es lo
opuesto al pecado. El Dr. Cremer da la siguiente y oportuna definición: "Es el estado mandado por Dios, y que resiste la
prueba de Su juicio; es el carácter y los actos de un ser humano aprobado por Él, en virtud del cual el hombre está en
relación con Él y Su voluntad, como Su ideal y norma". La justicia de la cual se habla aquí es lo que Dios demanda y es lo
que Dios provee, pues, es una justicia que es de Dios.

La frase "por fe y para fe" simplemente quiere decir: que Dios le ha salvado a usted por la fe, que usted prosigue
viviendo por la fe, usted morirá por la fe y estará en el cielo por la fe.

La última parte de este versículo 17 dice: "...como está escrito: Mas el justo por la fe vivirá". Esta frase aparece primero
en el libro del profeta Habacuc, capítulo 2, versículo 4, donde leemos: "Aquel cuya alma no es recta se enorgullece; más
el justo por su fe vivirá". Esta frase se encuentra citada además en la carta a los Gálatas y en la carta a los hebreos.

La justificación por la fe significa que un pecador que confía en Cristo, no solamente es perdonado debido a que Cristo
murió, sino que también está completo en Cristo ante Dios. Significa no sólo la sustracción del pecado sino también la
adición de justicia. El apóstol Pablo en esta misma carta a los Romanos, capítulo 4, versículo 25, dijo refiriéndose a Jesús:
"El cual fue entregado por nuestras transgresiones, y resucitado para nuestra justificación".

El acto de Dios en la justificación por la fe no es una decisión arbitraria por parte de Él; pues, al justificar al pecador Él no
desconoce ni pasa por alto Su santidad ni Su justicia.

Ya que Dios nos salva por gracia, esto quiere decir que no hay ningún mérito en nosotros. No nos salva en ninguna otra
base que la base de que confiemos en Cristo. Dios quedaría ante la posibilidad de impugnar Su propia justicia, si la pena
no fuera pagada. Él no va a abrir la puerta de atrás del cielo para dejar entrar a los pecadores. Pero, estimado oyente,
como Dios le ama, Cristo murió por usted para proporcionarle un camino. Y el Señor Jesucristo es el camino al cielo. Y ya
que Cristo pagó la pena por su pecado, la salvación es suya y mía, como dijo San Pablo en esta carta 3:25,”  por la fe en
su sangre". Es decir, por la fe en el sacrificio de Cristo en la cruz.

ESTUDIO BÍBLICO DE ROMANOS 1:18-23


Romanos 1:18-23

Continuamos hoy nuestro estudio en este primer capítulo de la epístola del apóstol Pablo a los Romanos, y
comenzaremos hoy, con el versículo 18, considerando la revelación de la ira de Dios contra toda injusticia. Leamos este
versículo 18, que encabeza un párrafo que podríamos titular

Una revelación natural de Dios

"La ira de Dios se revela desde el cielo contra toda impiedad e injusticia de los hombres que detienen con injusticia la
verdad"

Éste es el principio de una nueva sección. Es una revelación de la ira de Dios contra toda injusticia. Es una revelación del
pecado del hombre, empezando aquí con el versículo 18 y siguiendo hasta el capítulo 3, versículo 20. El hecho universal
es que el hombre es pecador. El axioma que se puede apuntar aquí es que el mundo es culpable ante Dios y todos
necesitan de justicia. En esta sección, el apóstol Pablo no trató de comprobar que el hombre era pecador. Si usted trata
de leer esta porción de esa manera, no comprenderá el verdadero sentido. Pablo simplemente expuso el hecho de que
el hombre es pecador. Pablo no solamente mostró que hay una revelación de la justicia de Dios, sino que también hay
una revelación de la ira de Dios contra el pecado del género humano.

La primera parte de este versículo, dice: "Porque la ira de Dios se revela". Si usted quiere saber en verdad lo que
realmente es la salvación, es necesario que sepa cuán malo es el pecado. El Dr. Stifler dijo: "El pecado es la medida de la
salvación". Es que la ira de Dios es Su sentimiento, más que Su castigo por el pecado. Es Su santa ira. La ira es la antítesis
de la justicia y se usa aquí como correlativo.

La frase "está siendo revelada" constituye la respuesta de Dios a quienes afirman que el Antiguo Testamento presenta a
un Dios de ira, mientras el Nuevo Testamento presenta a un Dios de amor. Hay una revelación continua, tanto en el
Antiguo como en el Nuevo Testamento, de la ira de Dios. En estos tiempos modernos se revela en nuestra sociedad
contemporánea. Éste es el desagrado constante e insistente de Dios ante la maldad. Él no cambia. Dios, estimado
oyente, es misericordioso, no porque es indulgente con el pecado, sino porque Cristo murió. El evangelio no ha
cambiado la actitud de Dios hacia el pecado. El evangelio ha hecho posible que Él acepte al pecador. El pecador debe
tener, o bien la justicia, o la ira de Dios. Ambas se revelan desde el cielo.

¿Quiere usted saber cuán malo es el pecado? Mire los casos de enfermedades venéreas a su alrededor, por ejemplo.
Nadie, estimado oyente, nadie puede evitar las consecuencias del pecado. El juicio de Dios es revelado desde el cielo
contra todo pecado e impiedad. La impiedad es lo que está contra Dios. Es la negación del carácter de Dios ? la
irreligiosidad ? el desconocimiento de la existencia misma de Dios. Eso es pecado.

La "injusticia" que aquí se menciona, es contra el hombre y la impiedad es contra Dios. Ahora, ¿Qué significa esto?
Significa la negación de la soberanía de Dios. Es la acción del alma. El hombre que bajo los efectos del alcohol sale a la
autopista conduciendo de forma temeraria, viola todos los reglamentos de tráfico y mata a alguien, es injusto, peca
contra su prójimo. Otro ejemplo es el hombre que es falso en sus tratos comerciales, que también es injusto con su
prójimo. Y Dios, estimado oyente, aborrece la injusticia y la juzgará. Hay muchos que impiden con su maldad que se
conozca la verdad, pero la ira de Dios será revelada. Aquellos que detienen la verdad divina por vivir pecando, caerán
bajo el juicio de Dios. Y pasamos ahora a considerar la revelación de la persona y el poder de Dios en la creación. Leamos
los versículos 19 y 20, de este primer capítulo de la epístola a los Romanos:

"Porque lo que de Dios se conoce les es manifiesto, pues Dios se lo manifestó: Lo invisible de él, su eterno poder y su
deidad, se hace claramente visible desde la creación del mundo y se puede discernir por medio de las cosas hechas, por lo
tanto, no tienen excusa".

Hay una revelación original de Dios. El universo en el cual vivimos nos habla de dos cosas en cuanto a Dios: de Su
Persona y de Su poder, que han sido visibles desde el tiempo en que el mundo fue creado. Ahora, ¿Cómo pueden ser
vistas las cosas invisibles? Pablo hizo esta declaración paradójica para inculcar a sus lectores que lo que algunos llaman
"la luz oscura o confusa de la naturaleza", es una falsedad concebida por los seres humanos. La creación es una luz clara
de la revelación, que declara que hay un Dios invisible. La creación es uno de los métodos por los cuales Dios se revela;
es la primera revelación. El Salmista dijo en el Salmo 8, versículo 3 "Cuando veo tus cielos, obra de tus dedos, la luna y
las estrellas que tú formaste". Luego, en el Salmo 19, versículos 1 al 3, se dice: "Los cielos cuentan la gloria de Dios, y el
firmamento anuncia la obra de sus manos. Un día emite palabra a otro día, y una noche a otra noche declara sabiduría.
No hay lenguaje, ni palabras, ni es oída su voz". Y en el capítulo 14 del libro de los Hechos, versículo 17, dijo el apóstol
Pablo: "Si bien no se dejó a sí mismo sin testimonio, haciendo bien, dándonos lluvias del cielo y tiempos fructíferos,
llenando de sustento y de alegría nuestros corazones". Y una vez más, en el capítulo 17 de los Hechos, versículo 29, dijo
Pablo: "Siendo, pues, linaje de Dios, no debemos pensar que la Divinidad sea semejante a oro, o plata, o piedra,
escultura de arte y de imaginación de hombres".

Recordemos la frase "su eterno poder y Deidad", de nuestro capítulo de hoy. Su poder y Su persona. La creación revela
el poder y la existencia inmutables de Dios. El Dr. Denney escribió: "Hay aquello dentro del hombre que capta tan bien la
significación de todo lo que está afuera, como para alcanzar un conocimiento instintivo de Dios". Estimado oyente, hay
suficiente revelación de Dios en la creación, como para haber guardado de idolatría al hombre antiguo y de ateísmo al
hombre actual. Hendrik van Loon declaró lo siguiente, cuando hizo su primera visita al Gran Cañón, en los Estados
Unidos y dijo: "Vine aquí ateo. Pero me voy creyente". El Salmo 14, versículo 1, dice: "Dice el necio en su corazón: No
hay Dios". Y la palabra para necio en este versículo se refiere a alguien que habla con ignorancia, imprudencia o
presunción.

La última parte del versículo 20, dice: "De modo que no tienen excusa". La creación revela con tanta claridad a Dios que
el ser humano no tiene excusa. Esta sección revela la base histórica del pecado del hombre. No surgió debido a la
ignorancia del hombre. Fue una rebelión voluntaria del hombre ante la luz clara.

Hasta aquí Pablo nos ha dicho que hay una revelación natural de Dios. La naturaleza tiene lo suficiente en ella, como
para que el hombre no se desvíe. La naturaleza revela que hay un Dios y que tiene poder. La revelación natural de Dios
debe traer al hombre al lugar donde se doblegue ante su Creador. Y cuando el hombre se doblega ante Dios, se dará
cuenta que hay una revelación especial de Dios, y es la Palabra de Dios la que revela que el Creador vino a la tierra, se
hizo Hombre, caminó en la debilidad de la humanidad, y luego sufrió y murió en la cruz para revelar el amor de Dios.
Estimado oyente, usted no encontrará el amor de Dios en la naturaleza. ¿Quién no se siente absorto al contemplar la
belleza del arco iris? por ejemplo. Sin embargo, cuando junto con ese arco iris sentimos la furia de una tormenta y una
tempestad sobre nosotros, no podemos sentarnos a contemplar la belleza de los colores del arco iris. La naturaleza no
es siempre buena. La naturaleza puede ser muy cruel cuando envía sus tempestades, los huracanes, los tornados y
terremotos. Si usted se detiene junto al cráter de un volcán, bastará solamente un paso para que entre en la eternidad,
debido a la ley de gravedad. Y el amor de Dios, amigo oyente, no le interceptará en ninguna parte mientras usted cae.
¿Por qué? Porque el amor de Dios se revela únicamente en un lugar, y ese lugar es la cruz de Cristo.

Si usted pudiera convencerme que Dios fue simplemente un espectador de este mundo, y que todo lo que hizo fue
crearlo para demostrar Su gran poder, pues, yo estaría dispuesto a volverle la espalda. Pero, Dios, estimado oyente, no
se detuvo en la creación del universo únicamente. Él reveló también Su amor. Su amor para con los pecadores, fue
mostrado por Jesucristo cuando Él murió en la cruz llevando en su propio cuerpo los pecados del género humano. ¡Qué
verdad más gloriosa es ésta! Ahora, Pablo habla en cuanto a aquellos que tenían una revelación natural de Dios. Los
versículos siguientes nos describen

La respuesta del ser humano

Si usted lee cuidadosamente el texto, verá que se mencionan 7 pasos descendentes que la humanidad siguió desde el
jardín del Edén. Leamos los versículos 21 al 23:

"Pues habiendo conocido a Dios, no lo glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias. Al contrario, se envanecieron en sus
razonamientos y su necio corazón fue entenebrecido. Pretendiendo ser sabios, se hicieron necios, y cambiaron la gloria
del Dios incorruptible por imágenes de hombres corruptibles, de aves, de cuadrúpedos y de reptiles".
Este pasaje contradice la teoría o la hipótesis de la evolución. El hombre no está avanzando ni física, ni moral, ni
intelectual, ni espiritualmente. La propensión del hombre es ir hacia abajo. Claro que esto contradice todas las
antologías de la religión, las cuales comienzan presentando al hombre en un estado primitivo, como algún tipo de
cavernícola con pocas cualidades intelectuales, que lentamente comenzó a progresar intelectualmente, lo cual
finalmente empezó a acercarle a Dios. La verdad es que el hombre se está alejando de Dios y el mundo probablemente
se halle más lejos de Dios en el día de hoy, que lo que jamás se haya encontrado en toda su historia. La realidad es que
toda tribu primitiva tiene alguna tradición que comprueba el hecho de que en el principio, sus antepasados conocieron a
Dios.

El Dr. Vincent lo expresó de la manera siguiente: "Creo que se puede comprobar de hecho que cualquier tipo de gente
inclusive los salvajes más viles, en cualquier período de su vida, sabían mucho más que lo que hicieron, y que sabían lo
suficiente como para poder progresar cómodamente y poder desarrollarse, si sólo hubieran hecho lo que ningún
hombre hace; si sólo hubieran hecho lo que sabían que debían hacer y que podían hacer".

Ningún tipo de gente ha vivido jamás conforme a la luz que han tenido. Ni siquiera el salvaje ha hecho eso. La tradición
revela que alguna vez, en el principio, adoraban al Dios vivo y verdadero. Pero, cuando conocieron a Dios, se alejaron de
Él. Los siete pasos o estados sucesivos que conducen a la oscuridad son los siguientes:

Primero, "Pues habiendo conocido a Dios" y aquí debiéramos leer mejor "conociendo a Dios" Ahora, esto no quiere decir
un conocimiento personal o íntimo, sino que le conocieron como una Persona y que vieron Su poder en la creación. Por
toda la Escritura se enseña que el hombre tuvo una revelación primitiva de Dios, y que se apartó de ella. La caída del
hombre en el huerto de Edén es una caída del conocimiento de Dios y de una comunión con Él. Cayó de la esfera del
conocimiento de Dios y de la esfera de la comunión con Dios.

El segundo paso fue que, "no le glorificaron como a Dios". No le dieron su debido lugar y el hombre llegó entonces a ser
independiente, autosuficiente y altivo. No es extraño, pues, que los hombres proclamasen en un momento de la historia
que Dios estaba muerto. En el pasado la familia humana no sugirió que Dios estaba muerto; simplemente le volvieron la
espalda a Dios y convirtieron al hombre en su dios.

El tercer paso es, "ni le dieron gracias". El dejar de dar gracias a Dios revela que el hombre ha roto su relación con Dios.
El dar gracias es parte integrante de la vida cristiana. El apóstol Pablo dice en su primera carta a los tesalonicenses,
capítulo 5, versículo 18: "Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús". La
ingratitud constituye uno de los peores pecados. Shakespeare dijo: "Aborrezco más la ingratitud en un hombre que la
mentira, la vanidad, la murmuración, la borrachera o cualquier otra mancha de vicio". El Señor Jesús, estimado oyente,
sanó a diez leprosos, pero solamente uno volvió para darle las gracias.

Ahora, el cuarto paso que conduce a la oscuridad lo tenemos aquí en estas palabras: "sino que se envanecieron en sus
razonamientos". El verbo para "se envanecieron" se deriva de la misma raíz de la palabra de los judíos para ídolos ?
mataia. Cuando el hombre rehúsa retener a Dios en sus pensamientos, entones la vanidad llena el vacío. El hombre se
envanece en sus imaginaciones y uno de los resultados es la hipótesis de la evolución. Al ser descartado el Dios de la
creación, el hombre imagina toda clase de filosofías en cuanto a la creación del mundo.

El quinto paso está en la frase, "y su necio (no inteligente) corazón (lugar de emoción, juicio y voluntad) fue oscurecido",
o sea, recibió tinieblas espirituales. Aquí se trata de la rebelión intelectual contra Dios que continúa aún en el día de hoy.
Esto conduce a la inhabilidad para distinguir o discernir entre la verdad y el error. Este es el motivo por el cual, muchos
de los intelectuales de nuestros días, se han entregado completamente a ideologías ateas. Habiendo rechazado la
revelación de Dios, aceptan los razonamientos de los hombres.

El sexto paso es el siguiente: "Profesando ? una afirmación sin fundamento ? profesando ser sabios, se hicieron necios".
Y ésta es otra declaración paradójica. La sabiduría jactanciosa de los hombres es locura para con Dios. La filosofía vana,
según se afirma, es lo mejor del hombre, pero es locura para Dios. Y como dijo el apóstol Pablo en su primera carta a los
Corintios, capítulo 1, versículo 21: "Puesto que el mundo, mediante su sabiduría, no reconoció a Dios a través de las
obras que manifiestan su sabiduría, agradó a Dios salvar a los creyentes por la locura de la predicación".
Y el séptimo y último paso que conduce a la oscuridad, lo encontramos aquí en estas palabras del versículo 23: "Y
cambiaron la gloria del Dios inmortal por imágenes del hombre mortal, de aves, de cuadrúpedos y de reptiles". ¿No ha
observado usted que el mundo de los no creyentes ha hecho caricaturas de Dios? Podemos verlo en las imágenes e
ídolos de los paganos. Ello fue evidente, por ejemplo en la ciudad de Éfeso. Aquella ciudad del imperio romano alcanzó
probablemente el más alto nivel de cultura y civilización que jamás ciudad alguna haya logrado. Sin embargo en el
centro neurálgico de la ciudad se encontraba una de las imágenes más horribles que uno pudiera imaginarse,
conservada en el templo de Artemis, equivalente a la diosa romana Diana, templo considerado una de las 7 maravillas
del mundo antiguo. No era una imagen hermosa, como aparece en las esculturas griegas. Era como la oriental Cibeles,
venerada en Roma con la gran Madre de los dioses, cruel, que tenía un tridente en una mano y un garrote en la otra. Y
ésta fue la idea que el pueblo más culto y civilizado tenía de Dios. Alrededor de aquel templo de aquella deidad, ocurrían
los mayores actos de inmoralidad y deshonestidad. Por ello decimos que los seres humanos se han apartado de la gloria
de un Dios incorruptible y se volvieron a una imagen del hombre corruptible. Ello constituye una difamación contra Él. Y
así, los griegos hicieron que sus dioses se parecieran a seres humanos. Los asirios, egipcios y babilonios, por su parte,
hicieron que sus dioses tuvieran aspecto de bestias, aves y reptiles. Los romanos combinaron los dos métodos. La
idolatría es, pues, una caricatura de Dios y constituye una calumnia y estigma contra Él.

El hombre no comenzó como idólatra. El salvaje del día de hoy es muy diferente al hombre primitivo. El hombre
primitivo era monoteísta, o sea, que creía en un solo Dios. La idolatría no fue implantada sino hasta más tarde. La
primera mención de la idolatría en la Biblia se hizo en la historia de Raquel cuando robó los ídolos de su padre (Génesis
31). También se mencionó en el libro de Josué, capítulo 24, versículo 2, donde leemos: "Y dijo Josué a todo el pueblo: Así
dice el Señor, Dios de Israel: Vuestros padres habitaron antiguamente al otro lado del río, esto es, Taré, padre de
Abraham y de Nacor; y servían a dioses extraños". Como puede verse, a través de los siglos, el ser humano descendió se
fue degradando en vez de ascender y progresar. Y desde un punto de vista espiritual, se fue apartando de Dios. Es
interesante leer las opiniones de Sir William Ramsay, quien fue durante un tiempo un beligerante no creyente. En su
libro "Las ciudades de Pablo" opinó que en su experiencia y lecturas no pudo confirmar las suposiciones de la historia
religiosa moderna; en cambio, sí pudo confirmar las afirmaciones del apóstol Pablo. Y añadió que, con raras excepciones,
la historia de la religión entre los seres humanos es una historia de la degeneración. Él pensaba que había un hecho
innegable en la historia humana; que el ser humano, se degeneraba por sí mismo y que progresaba en sus esfuerzos por
mantener el cuerpo social puro y sano, únicamente en la medida en que albergara en su interior devoción y simpatía por
la vida divina. Estimado oyente, la raíz del problema es que las personas se han alejado de Dios. Es por todo ello que nos
parecen apropiadas las palabras de invitación del profeta Isaías 55:6 y 7: "¡Buscad al Señor mientras puede ser hallado,
llamadle en tanto que está cercano! Deje el impío su camino y el hombre inicuo sus pensamientos, y vuélvase al Señor,
el cual tendrá de él misericordia, al Dios nuestro, el cual será generoso en perdonar". ¿Y dónde tendrá lugar el
encuentro con Dios? Al pie de la cruz, donde Jesucristo, su Hijo, murió, recordando que Él también resucitó para poder
declarar justos a todos aquellos que, por la fe, vengan a Él.

ESTUDIO BÍBLICO DE ROMANOS 1:24-32


ROMANOS 1:24-32

Continuamos hoy estudiando el capítulo 1 de esta epístola del apóstol Pablo a los Romanos. Y en nuestro programa
anterior estuvimos hablando de los 7 pasos que conducen a la oscuridad espiritual. Consideramos el séptimo y último
paso que nos habla de la degeneración de los seres humanos cuando, según el versículo 23, cambiaron la gloria del Dios
incorruptible en imagen de hombre corruptible, de aves, de cuadrúpedos y de reptiles. Los griegos hicieron que sus
dioses se parecieran a seres humanos. Los asirios, egipcios y babilonios por su parte, hicieron que sus dioses tuvieran el
aspecto de bestias, aves y reptiles. Los romanos, combinaron los dos métodos.

La idolatría, dijimos, es una caricatura de Dios y constituye una difamación y estigma contra Él. Ahora, el hombre no
comenzó como idólatra. El salvaje del día de hoy es muy diferente al hombre primitivo. El hombre primitivo, era
monoteísta, o sea que creía en un solo Dios. La idolatría no fue implantada sino hasta más tarde. La primera mención de
la idolatría en la Biblia se hizo en la historia de Raquel, cuando robó los ídolos de su padre. También se mencionó en el
libro de Josué, capítulo 24, versículo 2, donde leemos: "Y dijo Josué a todo el pueblo: Así dice el Señor, Dios de Israel:
Vuestros padres habitaron antiguamente al otro lado del río, esto es, Taré, padre de Abraham y de Nacor; y servían a
dioses extraños". Como usted ve, estimado oyente, el hombre descendió en vez de ascender.

La antigua ciudad de Éfeso, bajo el gobierno del imperio romano, alcanzó el grado de cultura más alto que cualquier
ciudad jamás haya alcanzado. Sin embargo, el centro de la adoración de esa ciudad, fue una de las imágenes más
horribles que se pueda imaginar. Fue en el templo, una de las 7 maravillas del mundo antiguo, donde se encontró esta
imagen de Diana. Las personas llegaban al templo y gritaban diciendo: ¡Grande es Diana de los efesios!, como nos dijo el
Dr. Lucas en el libro de los Hechos, capítulo 19, versículo 28. Diana no era una de las imágenes hermosas como aquellas
de la escultura griega. Una gran inmoralidad y prácticas deshonestas tuvieron lugar en ese templo. Cambiaron la gloria
del Dios inmortal, por imágenes del hombre mortal. La idolatría consiste en hacer caricatura de Dios.

Es interesante leer las opiniones de Sir William Ramsay, quien fue durante un tiempo un beligerante no creyente. En su
libro "Las ciudades de Pablo" opinó que en su experiencia y lecturas no pudo confirmar las suposiciones de la historia
religiosa moderna; en cambio, sí pudo confirmar las afirmaciones del apóstol Pablo. Y añadió que, con raras excepciones,
la historia de la religión entre los seres humanos es una historia de la degeneración. Él pensaba que había un hecho
innegable en la historia humana; que el ser humano, se degeneraba por sí mismo y que progresaba en sus esfuerzos por
mantener el cuerpo social puro y sano, únicamente en la medida en que albergara en su interior devoción y simpatía por
la vida divina.

Lo único práctico que el hombre debe hacer, amigo oyente, es volverse al Dios vivo y verdadero. A continuación
comienza a desarrollarse el tema de

El retroceso del hombre

Con una exposición de los resultados de la rebelión de los seres humanos contra Dios. En el resto de este capítulo se
repite 3 veces la afirmación de que Dios los ha abandonado. Leamos ahora el versículo 24 de este capítulo 1 de la carta a
los Romanos:

"Por lo cual, también los entregó Dios a la inmundicia, en los apetitos de sus corazones, de modo que deshonraron entre
sí sus propios cuerpos"

Esta declaración se menciona tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento. La encontramos en el Salmo 81,
versículo 12, y también en el libro de los Hechos de los apóstoles, capítulo 7, versículo 42. Pero, Dios, estimado oyente,
no entrega a ningún hombre, sino hasta cuando el hombre primero se ha entregado al control de sus pasiones.

La inmoralidad del hombre se mide principalmente por la perversión del sexo. La inmoralidad y la sensualidad son un
resultado de la idolatría. Quizá es mejor declarar que la idolatría y la gran inmoralidad son los frutos amargos del
rechazo de la revelación de Dios. Dice aquí: "Dios los entregó". Un pecado siguió a otro como un castigo hasta que una
cadena aprisionó el corazón humano. Y como dice el apóstol Pablo hablando de ese tipo de personas, en su carta a los
Efesios, capítulo 4, versículo 19: "Los cuales, después que perdieron toda sensibilidad, se entregaron al libertinaje para
cometer con avidez toda clase de impureza". Esta es una descripción terrible y atroz, pero es la historia de la raza
humana. El juicio del diluvio y la destrucción de Sodoma y Gomorra atestiguan esta tremenda realidad. Y las religiones
de misterio en Grecia eran extremadamente depravadas. Y el escritor a los Hebreos dijo en el capítulo 10 de su carta,
versículo 27 hablando del futuro de aquellos que pecan intencionadamente después de haber conocido la verdad: "Una
horrenda expectación de juicio y de hervor de fuego que ha de devorar a los adversarios". Pasando ahora al versículo 25
de este primer capítulo de la epístola a los Romanos, leemos:

"ya que cambiaron la verdad de Dios por la mentira, honrando y dando culto a las criaturas antes que al Creador, el cual
es bendito por los siglos. Amén".

La primera frase de este versículo dice: "Ya que cambiaron la verdad de Dios por la mentira". La sugerencia aquí es que
se volvieron de Dios a Satanás, autor de la mentira y padre de la idolatría, "honrando y dando culto a las criaturas antes
que al Creador". Esta es la idolatría que condujo a las profundidades más hondas de degradación moral. Y el versículo 26
continúa diciendo:

"Por eso Dios los entregó a pasiones vergonzosas, pues aun sus mujeres cambiaron las relaciones naturales por las que
van contra la naturaleza"

"Pasiones vergonzosas" quiere decir, pasiones de infamia e ignominia. Esto revela la depravación total de la raza, porque
se trata aquí de una condición más que simplemente un deseo. La perversión fue algo que formó parte de la vida griega.
La gloria que una vez perteneció a Grecia ya había pasado. Hicieron lo que era impropio y resultó en su decadencia.

Continúa el versículo diciendo: "Pues aun sus mujeres" es una frase que descubre las profundidades a las cuales la raza
humana descendió. La mujer, fue considerada la más pura y la menos controlada por las pasiones de los dos sexos, pero
cuando ella se degrada, puede llegar a extremos en mayor medida que el hombre. Y el versículo 27 de este primer
capítulo de la epístola a los Romanos, continúa diciendo:

"Y de igual modo también los hombres, dejando la relación natural con la mujer, se encendieron en su lascivia unos con
otros, cometiendo hechos vergonzosos hombres con hombres, y recibiendo en sí mismos la retribución debida a su
extravío".

"Y de igual modo también los hombres", dice aquí. La distinción es entre varones y hembras, y enfatiza la diferencia
sexual entre los seres humanos. Esto descubre una profundidad aún más honda a la cual ha descendido la raza. La
literatura antigua está llena de esta clase de obscenidades, la cual era aceptada como una práctica general. La
perversión traspasa los límites de la dignidad humana, surge en cada época de la historia y es un elemento indicador del
alejamiento de Dios, y del predominio de los valores materiales sobre los espirituales.

En el versículo 26, el apóstol Pablo parece suavizar los pecados de las mujeres, pero aquí habla claro en cuanto a ellos
haciendo uso de palabras muy descriptivas; dice: "Se encendieron" o "se abrazaron" y sugiere un fuego furioso.
"Lascivia" es una palabra en el original que se usa únicamente aquí, y denota el hacer esfuerzos por alcanzar algo o un
apetito inmoderado de algo. La frase: "Cometiendo hechos vergonzosos" significa una deformidad moral y espiritual de
graves consecuencias porque los que esto hicieron, recibieron lo que merecieron, es decir, que sufrieron en su propio
cuerpo el castigo de su perversión. Continuemos ahora con el versículo 28:

"Como ellos no quisieron tener en cuenta a Dios, Dios los entregó a una mente depravada, para hacer cosas que no
deben".

La rebelión de la humanidad pagana incluyó el rechazo del conocimiento de Dios. En un sentido, los seres humanos
colocaron a Dios fuera de su mente. En respuesta a esta actitud, el juicio de Dios fue el abandono al estado de una
mente depravada, es decir, a sus perversos pensamientos. Este es el último estado o condición de la caída del hombre.
Ya no puede distinguir entre lo malo y lo bueno. Cualquiera que diga que le es posible ser hijo de Dios mientras vive en
perversión y en el cieno espeso del pecado, no está engañando a nadie, sino a sí mismo. Si usted está viviendo de esta
manera, estimado oyente, venga a Cristo y Él le desatará de esas cadenas y le proveerá la liberación. Los próximos
versículos nos presentan una lista horrible de pecados que se manifiestan como una consecuencia de la citada rebelión
de la criatura contra Dios, su Creador. Continuemos ahora, leyendo los versículos 29 al 31:

"Están atestados de toda injusticia, fornicación, perversidad, avaricia, maldad; llenos de envidia, homicidios, contiendas,
engaños y perversidades. Son murmuradores, calumniadores, enemigos de Dios, injuriosos, soberbios, vanidosos,
inventores de males, desobedientes a los padres, necios, desleales, sin afecto natural, implacables, sin misericordia".

Las realidades que hemos leído en los versículos precedentes de este capítulo, figurativamente hablando abren las
compuertas a esta tremenda lista de pecados que sigue. Seguramente estamos familiarizados con ellos por haberlos
visto manifestarse a nuestro alrededor, o por haberlos visto reflejados en los titulares de los periódicos. Esta es la
condición del mundo hoy en día. ¿Por cuánto tiempo más será Dios paciente para con nosotros tolerando nuestros
pecados? Él ha juzgado ya a grandes naciones en el pasado, que prosiguieron en esa dirección y que después de entrar
en un período irreversible de decadencia, fueron conquistadas, aunque en realidad ya se estaban desmembrando desde
dentro.

El gran vacío creado en el ser humano después de descartar a Dios, fue llenado por diversas formas de pecado. Aquí se
nombran veintiún pecados. Es difícil clasificarlos. "Estando atestados" o "llenos", indica que hay una medida cabal de
retribución. Esto denota una depravación total. Consideremos brevemente la lista incluida en estos versículos:

En primer lugar tenemos, "toda injusticia", es un término general más que específicos. El evangelio ofrece una justicia al
hombre, quien tiene todo lo que es opuesto a lo que Dios demanda; "toda clase de injusticia" es contraria a Dios.

Ahora, la palabra "fornicación", no se encuentra en los mejores manuscritos. Es específico entre generalidades, y en
realidad, no pertenece aquí.

En segundo lugar, tenemos la "perversidad", que significa toda clase de maldad. "Los hurtos, las avaricias, las maldades,
el engaño, la lujuria, la envidia, la calumnia, el orgullo, la insensatez", como lo vemos en la lista del evangelio según San
Marcos, capítulo 7.

En tercer lugar, tenemos la "avaricia", y quiere decir literalmente "un deseo pecaminoso por adquirir más", un afán
desmesurado y desordenado de adquirir y poseer riquezas para atesorarlas, y está asociado contiguamente con la
palabra que se usa para "perversidad". El apóstol Pablo en su carta a los Colosenses, capítulo 3, versículo 5, la llamó
"idolatría". Dice el apóstol: "Haced morir, pues, lo terrenal en vosotros: fornicación, impureza, pasiones desordenadas,
malos deseos y avaricia, que es idolatría".

En cuarto lugar, tenemos la. "maldad", que significa "toda maldad moral".

En quinto lugar, "llenos de envidia", marca el principio de una lista de pecados específicos. Envidia significa un
descontento, tristeza o pesar al ver el bien ajeno, la superioridad o las ventajas de otros.

En sexto lugar, leemos: "homicidios". Y aquí significa aun el pensamiento de homicidio. Esto confirma la declaración que
el Señor Jesucristo hizo en el evangelio según San Mateo, capítulo 5, versículos 21 y 22 donde leemos: "Oísteis que fue
dicho a los antiguos: No matarás; y cualquiera que matare será culpable de juicio. Pero yo os digo que cualquiera que se
enoje contra su hermano, será culpable de juicio; y cualquiera que insulte a su hermano, será culpable ante el concilio; y
cualquiera que injurie gravemente a su hermano, quedará expuesto al infierno de fuego".

En séptimo lugar, esta lista de pecados, tenemos "contiendas".

En octavo lugar, leemos "engaños". Y es literalmente un cepo o lazo. Es un esfuerzo premeditado por engañar.

En noveno lugar, tenemos "malignidades", que es una disposición mala, la cual lo interpreta todo de la peor manera.

En décimo lugar, tenemos "murmuradores", que significa aquellos que secretamente llevan información, sea verdadera
o falsa, que es dañina al carácter o bienestar de otro. Otra palabra es "chismosos".

En undécimo lugar, tenemos los "detractores", que significa literalmente "los que hablan maldad". La persona a quien
atacan puede estar presente y la intención es desacreditarla.

En décimo segundo lugar tenemos a los "aborrecedores de Dios", y esto aquí indica el sentir y el dejar ver este
aborrecimiento.

En décimo tercer lugar están los "injuriosos", o sea los "ultrajadores".

En décimo cuarto lugar están los "soberbios", que quiere decir "altaneros" o "arrogantes".

En décimo quinto lugar, leemos "altivos". Simplemente significa "fanfarrones". Y se deriva de una palabra que significa
vagar. De allí la palabra vagabundo o impostor.
En décimo sexto lugar están los "inventores de males", o sea los "ingeniosos para el mal", los que sólo ingenian y
piensan maldades.

En décimo séptimo lugar, están los "desobedientes a los padres", o sea "rebeldes a sus padres". Y esto denota una
revolución moral y social. ¿Uno de los Mandamientos principales? ¿el cuarto Mandamiento? tiene que ver con la
obediencia a los padres. La estructura de la sociedad se apoya en este Mandamiento.

En décimo octavo lugar, están los "necios", y puede ser traducido aquí como "sin discernimiento" o insensato y es la
misma palabra usada al final del versículo 21, de este mismo primer capítulo.

En décimo noveno lugar, están los "desleales".

En vigésimo lugar, están los que son "sin afecto natural" o "desamorados". La palabra "implacables" no se encuentra en
los mejores manuscritos.

Y en vigésimo primer lugar, o sea, el último lugar, están los que son "sin misericordia" o "despiadados".

Esta en verdad, es una descripción terrible y horrible de la humanidad. Algunos pensaron que tienen una formación
moral y cultural que les evitaría caer en los pecados que acabamos de mencionar. La formación y educación de una
persona es importante, pero debemos reconocer el carácter pecaminoso y la tendencia a la maldad de la naturaleza
humana. Por ello, todo ser humano necesita de Jesucristo como su Salvador. Sin Él, estimado oyente, no hay esperanza
de regenerar a las personas. Leamos ahora el versículo final de este capítulo 1 de la epístola a los Romanos, el versículo
32 dice:

"Esos, aunque conocen el juicio de Dios, que los que practican tales cosas son dignos de muerte, no sólo las hacen, sino
que también se complacen con los que las practican".

Y aquí concluye este primer capítulo de la epístola del apóstol Pablo a los Romanos. Hemos visto que los seres humanos
tienen una revelación de Dios, pero descaradamente desafían el juicio de Dios contra tales pecados. Y lo hacen al
continuar practicándolos y al aprobar que otros los cometan también. Es que tienen encallecido el corazón, la
conciencia, es decir, que se han insensibilizado con respecto a todo aquello que se opone a la Palabra de Dios. Y ello nos
indica que se encuentran el nivel más bajo de su degradación. No es extraño, pues, que el apóstol Pablo no se
avergonzara del evangelio de Cristo. Porque el evangelio había provisto el único medio de salvación. En el evangelio
según San Juan, capítulo 14, versículo 6, el Señor Jesucristo le dijo a Tomás: "Yo soy el camino, la verdad, y la vida; nadie
viene al Padre, sino por mí".

Sí, amigo oyente, el evangelio ha presentado el único medio de salvación. Y ese único medio de salvación, es la persona
del Señor Jesucristo, el Hijo eterno de Dios. Le invitamos en esta hora a que usted acuda a Él y le acepte como su
Salvador personal.

ROMANOS
Tiempo de Lectura= 1:00 / Contiene: 16 capítulos, 433 versículos y 9.447 palabras.
MÉTODO CRÍTICO 
1) ¿QUIÉN ESCRIBIÓ EL LIBRO? El apóstol Pablo, quien compartió acerca de la gracia de Dios por
experiencia (Hch 9:1-19) y por la educación que recibió (Hch 22:3), escribió estas palabras alrededor del año
57 d. C.
2) ¿CUÁNDO FUE ESCRITO?  57-58 d.C.
3) ¿A QUIÉN FUE ESCRITO? Pablo escribió, principalmente, a los creyentes gentiles residentes en la capital
del imperio romano a fin de: 1. Darse a conocer a los creyentes allí, y reclutarlos para la extensión del
evangelio. 2. Desarrollar y defender la verdad del evangelio que había estado predicando. 3. Animar a los
creyentes de Roma a depender exclusivamente de la gracia de Dios para su salvación (Rom 3:24).
4) ¿DE DÓNDE FUE ESCRITO? desde Corintio
MÉTODO HISTÓRICO
1) ¿CUÁL ES EL TRASFONDO HISTÓRICO DEL LIBRO?
    Dos mil años antes de Cristo se fundó la ciudad, muchas historias acerca de su origen; Mitología, la historia
de Rómulo y Romero criados por una loba en el origen de la ciudad. Situada al borde del río Tíbet; 510 a.C.
comenzó la República Romana, Augusto César fue el primer Cesar. Era el centro del mundo, eje económico,
político, de todo el mundo de la época, un imperio; llena de gran lujo y de gran pobreza.
    En el tiempo de Pablo había un millón de personas, 20 a 30 mil judíos, como 20 sinagogas. Los cristianos
muy numerosos, ¿cómo llega el cristianismo?, no estás claro. En el libro en el 1:8 dice: que ya había
cristianos y que eran famosos en el mundo. En 12:4-8, cargos en la iglesia, ósea una iglesia establecidas. En
esa época había muchos esclavos en Roma, los libertinos eran el grupo de esclavos que consiguió la libertad,
y estos grupos estaban en la iglesia. Pablo estaba en Corinto en el año 58 d.C. cuando escribió esta carta a
los cristianos que vivían en la capital del imperio, Roma. Considerado por muchos el escrito más importante
de Pablo, Romanos es también uno de los libros más importantes de la Biblia. Su tema principal es la
justificación por la fe. Había una controversia que estaba dividiendo a los cristianos judíos y gentiles. Algunos
pensaban tener el primer lugar con respecto a los gentiles. Pablo señala que Dios es justo. Siendo que “todos
pecaron” (tanto judíos como gentiles), los judíos no son superiores ante los ojos de Dios.
2) ¿SI ES UNA EPÍSTOLA CUANDO FUE FUNDADA LA IGLESIA?  No se sabe en realidad cuando.
Posiblemente después del día de Pentecostés; algunos de Roma estuvieron en el día de Pentecostés.
3) ¿DE QUIÉN ESTÁ COMPUESTA LA IGLESIA? de judíos y Gentiles
4) ¿CUÁLES SON SUS FUERZAS Y SUS DEBILIDADES?  Fuerzas, iglesias maduras, alcanzando a otros,
en medio de persecución / Debilidades, problemas de división entre los judíos y los gentiles
MÉTODO LITERARIO
1) ¿QUÉ GÉNERO DE LITERATURA ES EL LIBRO?  Literatura Discursiva y Lógica
MÉTODO PANORÁMICO
1) ¿CUÁL ES LA IDEA PRINCIPAL DEL LIBRO? Es la obra maestra de Pablo, la esencia de su fe, es una
joya de literatura. La idea es, lo que en realidad es la salvación en Cristo, y lo que somos en él "el justo por
la fe vivirá"
2) ¿CUÁL FUE LA RAZÓN PRINCIPAL POR LA CUAL SE ESCRIBIÓ ESTE LIBRO? Por causa de los
problemas de división que existían entre los judíos y los gentiles, Pablo explica la fe en Jesús en esencia, y
que somos uno en Él.
PALABRAS CLAVE EN ROMANOS (RV1960): verdad, gracia, fe, ley, justificar, ira, juzgar, condenar,
evangelio, creer, pecado, gentiles, Dios, Jesucristo, Espíritu. 
RECIPIENTES: La iglesia en Roma, que no fue fundada por Pablo ni bajo su jurisdicción, aunque él saluda a
cuando menos veintiséis personas conocidas de él (16:3-16).
OCASIÓN: Una combinación de tres factores: 
1) La propuesta visita de Febe a Roma (16:1, 2; que empezaría la iglesia en la casa de los antiguos amigos
Priscila y Aquila, 16:3-5); 
2) La propia visita anticipada de Pablo a Roma y el deceso de que ellos lo ayuden con su propuesta misión a
España (15:17-29).
3) Información (aparentemente traída por visitantes) acerca de la tensión entre judíos y gentiles que había
allí. 
ÉNFASIS: judíos y gentiles juntos como el pueblo de Dios; el papel de los judíos en la salvación de Dios
mediante Cristo; la salvación por gracia solamente; recibida mediante la fe en Cristo Jesús y afectada por el
Espíritu; el fracaso de la ley y el éxito del Espíritu al producir justicia verdadera; la necesidad de ser
transformado en la mente (por el Espíritu) para vivir en unidad como pueblo de Dios en el presente. 
CARACTERÍSTICAS PARTICULARES: Pablo escribe a los romanos una declaración organizada y cuidadosa
de su fe, no tiene la forma típica de La carta. Sin embargo, al final de la carta emplea un tiempo considerable
para saludar a la gente en Roma.  
CÓMO LEER ROMANOS: 
    El poder esencial para una vida transformada es el poder de Dios. Romanos revela que Dios ganó la
victoria sobre el pecado y la muerte por medio de Jesús quien pagó el precio al morir en nuestro lugar y
destruyó el poder esclavizante del pecado sobre nosotros. Por medio del poder de Dios los cristianos pueden
reflejar las obras y actitudes de aquellos que son amados profundamente por Dios. Un estudio en oración de
Romanos revelará el secreto para una vida llena del Espíritu Santo: una respuesta sencilla y constante de fe
en Jesús y su obra en la cruz. ¡Prepárate! El mensaje de esta carta transformó las vidas de Martín Lutero,
John Wesley y muchas otras destacadas personas de fe. Ellos se transformaron en agentes de cambio al
aplicar la verdad que la fe es lo único que se necesita para que Dios nos acepte. Haz lo mismo que estos
hombres y mujeres de Dios: sumérgete en esta carta hasta que su mensaje se adueñe de ti.
Romanos es una de las cartas más organizadas del Nuevo Testamento. Luego de una breve introducción,
Pablo declara que todos los seres humanos sin importar su procedencia o nacionalidad son pecadores y por
lo tanto no pueden tener una relación con Dios (Ro 1:18-3:20). Más adelante pasa a explicar cómo Dios en su
justicia trató con el pecado, haciendo que la amistad entre el hombre y Dios fuera posible (Ro 3:21-8:39).
Después Pablo argumenta que nuestra fe en respuesta a la obra de Dios a través de la cruz es la clave de
nuestra justificación —salvación—, es el camino para obtener acceso al poder de Cristo que mora en
nosotros, para así poder decir no al pecado y sí a Dios. En los capítulos del 9 al 11 Pablo resume cómo la
obra redentora de Dios ha preparado un camino a través de la historia para que los judíos y los pueblos de
todas las naciones —gentiles— se beneficien de su don de gracia mediante la muerte de Jesús en la cruz. En
los últimos cinco capítulos recibirás consejos prácticos para vivir la fe en unidad con otros creyentes, para
«unirse en una sola voz para dar alabanza y gloria a Dios, el Padre de nuestro Señor Jesucristo.» (Ro 15:6).
TÍTULO: El nombre de esta epístola viene de sus destinatarios originales: los miembros de la iglesia en
Roma, la capital del Imperio Romano (1:7)

TEMAS:
1. Fidelidad de Dios. Un tema central de Romanos es la fidelidad al pacto de Dios. Su fidelidad a su
promesa a Abraham se revela en la salvación con base en la fe. Tanto judíos como gentiles encuentran
fidelidad ante Dios a través de la fe en Jesús (3:21-26). 
2. Rectitud. El ser judío o gentil no es un mèrito personal justificado ante Dios, cada uno, aparte de
Cristo, está bajo su ira (2:1-3:20). Pero aquí están las Buenas Nuevas: Mediante la muerte de Jesús, Dios
atribuye su propia justicia a todo el que cree y confía en su promesa de salvación en Cristo (3:21-5:21). A
través de la unión con Jesús, el poder del Espíritu Santo le permite a los cristianos vivir vidas rectas aquí y
ahora (6:1-8:39).
3. Reconciliación. Este libro está marcado por la preocupación de Pablo en cuanto a la reconciliación
racial y la sensibilidad transcultural. Su consejo para resolver los conflictos internos de la iglesia (14:1-15:6)
eleva la actitud de Cristo como el ejemplo para las nuestras (15:1-6). Pablo reiteró la enseñanza de Jesús
de que el amor al prójimo satisface el intento de la ley (13:8-10) 

Estructura de Romanos
Título: “Libres de culpa por fe”
Versículo Clave: 1:16,17 “Porque no me avergüenzo del evangelio porque es poder de Dios para
salvación a todo aquel que cree: al judío primeramente y también al griego. Porque en el evangelio la
justicia de Dios se revela por fe y para fe como está escrito: más el justo por la fe vivirá”.

 Autor y fecha
    Nadie disputa que el apóstol Pablo escribió Romanos. Al igual que el primer rey de Israel (Saúl era el
nombre hebreo de Pablo; Pablo su nombre en griego), Pablo era de la tribu de Benjamín, (Fil 3:5). Él también
era un ciudadano romano (Hch 16: pasó tres años en Arabia Nabatea, al sureste del Mar Muerto (Gá 1:17,
18). Durante ese tiempo recibió gran parte de su doctrina como revelación directa de Dios (Gá 1:11, 12). 
    Más que cualquier otro individuo, Pablo fue responsable por el esparcimiento del cristianismo a lo largo del
Imperio Romano. E hizo tres viajes misioneros por gran parte del mundo mediterráneo, predicando
incansablemente el evangelio que él en un tiempo buscó destruir (Hch 26:9). Después de que regresó a
Jerusalén llevando una ofrenda para los necesitados en la iglesia ahí, fue falsamente acusado por algunos
judíos (Hch 21:27-29), salvajemente golpeado por una multitud enfurecida (Hch 21:30, 31), y arrestado por los
romanos. Aunque los gobernantes romanos, Félix y Festo, como también Herodes Agripa, no lo encontraron
culpable de ningún crimen, la presión de los líderes judíos mantuvo a Pablo bajo custodia romana. Después
de dos años, al apóstol usó su derecho como ciudadano romano y apeló su caso a César. Después de un
turbulento viaje (Hch 27, 28), incluyendo una tormenta violenta de dos semanas en el mar, que culminó en un
naufragio, Pablo llegó a Roma. Eventualmente soltado por un breve período de ministerio, fue arrestado una
vez más y murió como un mártir en Roma alrededor del 65-67 d.C. (2 Ti 4:6). 
    Aunque físicamente no era impresionante (2 Co 10:10; Gá 4:14), Pablo poseyó una fortaleza interna que le
fue otorgada a él a través del poder del Espíritu Santo (Fil 4:13). La gracia de Dios probó ser suficiente en
proveer para toda necesidad que tuvo (2Co 12:9, 10), capacitando a este noble siervo de Cristo para terminar
exitosamente su carrera espiritual (2Ti 4:7).
    Pablo escribió Romanos desde Corinto, como las referencias a Febe (Ro 16:1, Cencrea era el Puerto de
Corinto), Gayo (Ro 16:23), y Erasto (Ro 16:23), quienes estaban asociados con Corinto, indican. El apóstol
escribió la carta hacía el cierre de su tercer viaje misionero (lo más probable es que fue en el 56 d.C.),
conforme se preparaba para partir a Palestina con una ofrenda para los creyentes pobres en la iglesia en
Jerusalén (Ro 15:25). A Febe se le dio gran responsabilidad de entregar esta carta a los creyentes romanos
(16:1, 2).
37; 22:25). Pablo nació alrededor del tiempo del nacimiento de Cristo, en Tarso (Hch 9:11), una ciudad
importante (Hch 21:39) en la provincia romana de Cilicia, localizada en Asia Menor (Turquía moderna). Él
pasó parte de los primeros años de su vida en Jerusalén como un alumno del celebrado rabino Gamaliel (Hch
22:3). Al igual que su padre antes que él, Pablo era un fariseo (Hch 23:6), un miembro de la secta judía más
estricta (Fil 3:5).    
    Milagrosamente convertido mientras iba camino a Damasco (33-34 d.C.) para arrestar a cristianos en esa
ciudad, Pablo inmediatamente comenzó a proclamar el mensaje del evangelio (Hch 9:20). Después de haber
escapado con mucha dificultad de que le quitaran la vida en Damasco (Hch 9:23-25; 2Co 11:32, 33) Pablo
 

Contexto Histórico de Romanos


    Roma era la capital y la ciudad más importante del Imperio Romano. Fue fundada en el 753 a.C. pero no es
mencionada en las Escrituras, sino hasta los tiempos del NT. Roma está localizada a lo largo de las cuencas
del río Tíber, alrededor de veinticuatro km del Mar Mediterráneo. Hasta que un puerto artificial fue construido
cerca de Ostia, el principal puerto de Roma era Puteoli, a unos doscientos cuarenta km de distancia (Hech
28:13). En el día de Pablo, la ciudad tenía una población de más de un millón de personas, muchas de las
cuales eran esclavas. Roma se jactaba de tener edificios colosales, tales como el Palacio del Emperador, el
Circo Máximo, y el Foro, pero su belleza era manchada por los barrios en los que tantos vivían.  De acuerdo a
la tradición, Pablo fue martirizado afuera de Roma en la Vía Ostiana durante el reinado de Nerón (54-68 d.C.).
    Algunos de aquellos que se convirtieron en el día de Pentecostés probablemente fundaron la iglesia en
Roma (Hch 2:10). Pablo había buscado por mucho tiempo visitar la iglesia romana, pero se le había hecho
imposible hacer eso (1:13). En la providencia de Dios, la incapacidad de Pablo de visitar Roma le dio al
mundo esta obra maestra inspirada de doctrina del evangelio. 
    El propósito primordial de Pablo al escribir Romanos fue enseñar las grandes verdades del evangelio de la
gracia a creyentes que nunca habían recibido instrucción apostólica. La carta también lo introdujo a una
iglesia en donde él era personalmente desconocido, pero esperaba visitar pronto por varias razones
importantes: edificar a los creyentes (1:11); predicar el evangelio (1:15); y conocer a los cristianos romanos,
para que pudieran alentarlo a él (1:12; 15:32), orar mejor por él (15:30), y ayudarlo con su ministerio
planificado en España (15:28). 
    A diferencia de algunas de las otras epístolas de Pablo (1, 2 Corintios, Gálatas), su propósito al escribir no
era corregir teología aberrante o reprender vida impía. La iglesia romana era doctrinalmente sana, pero, como
todas las iglesias, estaba en necesidad de la instrucción doctrinal rica y práctica que esta carta provee.         

Características de Romanos
1. De todas las cartas de Pablo. Romanos es la más sistemática. Puede leerse como un tratado
teológico bien elaborado más que como una carta.
2. Le da gran énfasis a la doctrina cristiana. El número y la importancia de los temas teológicos que se
tratan en esta carta son excepcionales: el pecado, la gracia, la elección, la salvación, la fe, la justificación,
la santificación, la redención, la muerte y la resurrección.
3. El uso extenso de citas del A.T. Aunque Pablo regularmente emplee citas del Antiguo Testamento en
sus cartas, en Romanos estas citas sostienen el argumento (véase caps 9.11).
4. Una preocupación intensa por Israel. Pablo escribe de la condición actual de este pueblo, de su
relación con los gentiles y de su salvación final. 
(Biblia de Estudio INV. p 1789)

“Las preguntas en el libro de Romanos”


(80 Preguntas) 

1. 2:3 = ¿Y piensas esto, oh hombre, tú que juzgas a los que tal hacen, y haces lo mismo, que tú
escaparás del juicio de Dios? R: Retórica.
2. 2:4 = ¿O menosprecias las riquezas de su benignidad, paciencia y longanimidad, ignorando
que su benignidad te guía al arrepentimiento? R: Retórica.
3. 2:21= ¿no te enseñas a ti mismo?  R: Retórica
4. 2:21= ¿hurtas? R: Retórica
5. 2:22= ¿adulteras? R: Retórica
6. 2:22= ¿cometes sacrilegio? R: Retórica
7. 2:23= ¿con infracción de la ley deshonras a Dios? R: Retórica
8. 2:26= ¿no será tenida su incircuncisión como circuncisión? R: Retórica
9. 3:1= ¿Qué ventaja tiene, pues el judío? R: Versículo 2
10. 3:1= ¿o de qué aprovecha la circuncisión? R: Retórica
11. 3:3= ¿Pues qué, si alguno de ellos han sido incrédulos? R: Retórica
12. 3:3= ¿Su incredulidad habrá hecho nula la fidelidad de Dios? R: Versículo 4
13. 3:5= ¿qué diremos? R: Retórica
14. 3:5= ¿Será injusto Dios que da castigo? (Hablo como hombre) R: Versículo 6  
15. 3:6= ¿cómo juzgará Dios al mundo? R: Retórica
16. 3:7= ¿por qué aún soy juzgado como pecador? R: Retórica
17. 3:8= ¿Y por qué no decir (como se nos calumnia, y como algunos, cuya condenación es justa,
afirman que nosotros decimos): ¿Hagamos males para que vengan bienes? R: Retórica
18. 3:9= ¿Qué pues? R: Retórica  
19. 3:9= ¿Somos nosotros mejores que ellos? R: En ninguna manera; pues ya hemos acusado
a judíos y a gentiles, que todos están bajo pecado, (9)
20. 3:27= ¿Dónde, pues está la jactancia? R: Queda excluida (27)
21. 3:27= ¿Por cuál ley? R: (Enfatiza la pregunta en 27)
22. 3:27= ¿Por las de las obras? R: No, sino por la ley de la fe (27)
23. 3:29= ¿Es Dios solamente Dios de los judíos? R: Retórica
24. 3:29= ¿No es también Dios de los Gentiles? R: Ciertamente, también de los gentiles (29)
25. 3:31= ¿Luego por la fe invalidamos la ley? R: En ninguna manera, sino que confirmamos la
ley. (31)
26. 4:1= ¿Qué, pues, diremos que halló Abraham, nuestro padre según la carne? R: Retórica
27. 4:3= ¿qué dice la Escritura? R: Creyó Abraham a Dios, y le fue contado por justicia. (3)
28. 4:9= ¿Es, pues, esta bienaventuranza solamente para los de la circuncisión, o también para los
de la incircuncisión? R: Retórica
29. 4:10= ¿Cómo, pues, le fue contada? R: Retórica
30. 4:10= ¿Estando en la circuncisión, o en la incircuncisión? R: No en la circuncisión, sino en la
incircuncisión.  
31. 6:1= ¿Qué, pues diremos? R: La siguiente pregunta (reafirmación.)
32. 6:1= ¿Perseveraremos en el pecado para que la gracia abunde? R: En ninguna manera
33. 6:2= ¿cómo viviremos aún en él? R: Retórica
34. 6:3= ¿O no sabéis que todos los que hemos sido bautizados en Cristo Jesús, hemos sido
bautizados en su muerte? R: Versículo 4
35. 6:15= ¿Qué, pues? R: reafirmación a la siguiente pregunta.
36. 6:15= ¿Pecaremos porque no estamos bajo la ley, sino bajo la gracia? R: En ninguna manera
37. 6:16= ¿No sabéis que si os sometéis a alguien como esclavos para obedecerle, sois esclavos
de aquel a quien obedecéis, sea al pecado para muerte, o sea, de la obediencia para justicia? R:
Retórica (y 17).
38. 6:21= ¿Pero qué fruto teníais de aquellas cosas de las cuales ahora os avergonzáis? R:
Porque el fin de ellas es muerte.
39. 7:1= ¿Acaso ignoráis, hermanos (pues hablo con los que conocen la ley), que la ley se
enseñorea del hombre entre tanto que este vive? R: Retórica (y 2)  
40. 7:7= ¿Qué diremos pues?  R: Retórica para reafirmar
41. 7:7= ¿La ley es pecado? R: En ninguna manera
42. 7:13= ¿Luego lo que es bueno, vino a ser muerte para mí? R: En ninguna manera; sino que
el pecado, para mostrarse pecado, produjo en mí la muerte por medio de lo que es bueno, a fin
de que por el mandamiento el pecado llegase a ser sobremanera pecaminoso.
43. 8:24= ¿a qué esperarlo? R: Retórica y 25
44. 8:31= ¿Qué, pues, diremos a esto? R: Retórica
45. 8:31= ¿quién contra nosotros? R: Retórica
46. 8:31= ¿cómo no nos dará con él todas las cosas? R: Retórica
47. 8:33= ¿Quién acusara a los escogidos de Dios? R: Retórica
48. 8:34= ¿Quién es el que condenará? R: Retórica
49. 8:35= ¿Quién nos separará del amor de Cristo? R: Retórica
50. 8:35= ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada? R:
Retórica
51. 9:14= ¿Qué, pues, diremos? R: Retórica
52. 9:14= ¿Qué hay injusticia en Dios? R: En ninguna manera
53. 9:19= ¿Por qué, pues, culpa? R: Retórica
54. 9:19= ¿Quién ha resistido a su voluntad? R: Retórica
55. 9:20= ¿Quién eres tú, para que alterques con Dios? R: Retórica
56. 9:20= ¿Dirá el vaso de barro al que lo formó: ¿Por qué me has hecho así? R: Retórica
57. 9:21= ¿O no tiene potestad el alfarero sobre el barro, para hacer de la misma masa un vaso
para honra y otro para deshonra? R: Retórica
58. 9:22 al 24= ¿Y que, si Dios, queriendo mostrar su ira y hacer notorio su poder, soportó con
mucha paciencia los vasos de ira preparados para destrucción, y para hacer notoria las riquezas de su
gloria, las mostró para con los vasos de su misericordia que él preparó de antemano para gloria, a los
que también ha llamado, esto es, a nosotros, no solo de los judíos, sino también de los gentiles?  R:
Retórica
59. 9:30= ¿Qué, pues, diremos? R: Retórica
60. 9:32= ¿Por qué? R: Porque iban tras ella no por fe, sino por las obras de la ley, pues
tropezaron en la piedra de tropiezo,
61. 10:14= ¿Cómo, pues, invocarán a aquel en el cual no han creído? R: Retórica
62. 10:14= ¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído? R: Retórica
63. 10:14= ¿Y cómo oirán sin haber quien les predique? R: Retórica
64. 10:15= ¿Y cómo predicaran si no fueren enviados? R: Retórica
65. 10:18= ¿No han oído? R: Antes bien, Por toda la tierra ha salido la voz de ellos, Y hasta
los fines de la tierra sus palabras.
66. 10:19= ¿No ha conocido esto Israel? R: Retórica
67. 11:1= ¿Ha desechado Dios a su pueblo? R: En ninguna manera. Porque también yo soy
israelita, de la descendencia de Abraham, de la tribu de Benjamín.
68. 11:2, 3= ¿O no sabéis qué dice de Elías la Escritura, cómo invoca a Dios contra Israel,
diciendo: Señor, a tus profetas han dado muerte, y tus altares han derribado; y sólo yo he quedado, ¿y
procuran matarme? R: Retórica
69. 11:4= ¿qué le dice la divina respuesta? R: Me he reservado siete mil hombres, que no han
doblado la rodilla delante de Baal.
70. 11:7= ¿Qué pues? R: 8
71. 11:11= ¿Han tropezado los de Israel para que cayesen? R: En ninguna manera; pero por su
transgresión vino la salvación a los gentiles, para provocarles a celos.
72. 11:12= ¿cuánto más su plena restauración? R: Retórica
73. 11:15= ¿qué será su admisión, sino vida de entre los muertos? R: Retórica
74. 11:24= ¿cuánto más éstos, que son que son las ramas naturales, serán injertados en su propio
olivo? R: Retórica
75. 11:35= ¿O quién le dio a él primero, para que le fuese recompensado? R: 36
76. 13:3= ¿Quieres, pues, no temer la autoridad? R: Haz lo bueno, y tendrás alabanza de ella; (y
4)
77. 14:4= ¿Tú quién eres, que juzgas al criado ajeno? R: Retórica
78. 14:10= ¿por qué juzgas a tu hermano? R: Retórica
79. 14:10= ¿por qué menosprecias a tu hermano? R: Retórica
80. 14:22= ¿Tienes tú fe? R: Tenla para contigo delante de Dios
 

Expresiones Claves de la Salvación en Romanos


    Pablo, en la epístola a los Romanos, intenta describir el plan de Dios de una manera concisa y clara. Al
hacer eso, usa palabras griegas cuyos significados no son ampliamente conocidos hoy. Aquí hay un breve
glosario de los términos claves de la salvación en este libro. 
Retos de Interpretación
 

  Como la obra doctrinal preeminente en el NT, Romanos naturalmente contiene varios pasajes
difíciles. La discusión de Pablo de la perpetuación del pecado de Adán (5:12-21) es uno de los pasajes
teológicos más profundos de las Escrituras. La naturaleza de la humanidad con Adán, y como su
pecado fue transferido a la raza humana siempre ha sido el tema de debate intenso.

  Estudiantes de la Biblia también están en desacuerdo en que 7:7-25 describe la experiencia de
Pablo como un creyente o incrédulo, o es una herramienta literaria sin intención de ser autobiográfica.

  Las doctrinas cercanamente relacionadas con la elección (8:28-30) y la soberanía de Dios
(9:6-29) han confundido a muchos creyentes.

  Otros cuestionan si los caps. 9-11 enseñan o no que Dios tiene un plan futuro para la nación
de Israel.

  Algunos han ignorado la enseñanza de Pablo de la obediencia del creyente al gobierno
humano (13:1-7) en el nombre de activismo cristiano, mientras que otros la han usado para defender la
obediencia de esclavo a gobiernos totalitarios.
  

temas históricos y teológicos 


  Debido a que Romanos es primordialmente una obra de doctrina, contiene poco material
histórico. Pablo usa figuras conocidas del AT tales como Abraham (cap.4), David (4:6-8), Adán (5:12-
21), Sara (9:9), Rebeca (9:10), Jacob y Esaú (9:1-13), y Faraón (9:17) como ilustraciones. Él también
relata algo de la historia de Israel (caps. 9-11) El capítulo 16 provee vistazos interesantes de la
naturaleza e identidad de la iglesia del primer siglo y de sus miembros. 

  El tema principal de Romanos es la justicia que viene de Dios: la gloriosa verdad que Dios
justifica por gracia a pecadores culpables, condenados, únicamente a través de la fe en Cristo
solamente. Los caps. 1-11 presentan las verdades teológicas de esa doctrina, mientras que los caps.
12-16 detallan su manifestación práctica en la vida de los creyentes individuales y la vida de la iglesia
entera. Algunos temas específicos teológicos incluyen principios de liderazgo espiritual (1:8-15); la ira
de Dios en contra de la humanidad pecadora (1:18-32); principios de juicio divino (2:1-16); la
universalidad del pecado (3:9-20); una exposición y defensa de la justificación por la fe solamente (3:21-
4:25); la seguridad de la salvación (5:1-11); la transferencia del pecado de Adán (5:12-21); santificación
(caps. 6-8); elección soberana (cap. 9); el plan de Dios para Israel (cap. 11); dones espirituales y piedad
práctica (cap. 12); la responsabilidad del creyente para con el gobierno humano (cap.13); y principios de
libertad cristiana (14:1-15:12).
  

Vista Panorámica de Romanos


¿Cómo puede una persona estar “en relación correcta” con Dios? ¿Cómo puede una persona tener
perdonado el pecado que lo separa de Dios y gozar de aceptación completa por El? Esta es una pregunta
muy antigua (Job 9:2) e importante, hoy y siempre, porque Dios creó al ser humano por esa misma razón:
gozar de compañerismo con El. La respuesta más completa en la Biblia se encuentra en esta carta escrita a
cristianos en Roma. El apóstol Pablo (1:1) escribió esta carta en el año 57 d.C. durante una breve estancia en
Corinto, Grecia (16:1–2). La ciudad imperial de Roma era el centro urbano más grande e importante en esos
días, y la vida bajo la mano pesada de los emperadores romanos (Claudio 41–54 d.C. y Nerón 54–68 d.C.)
era a veces opresiva. Los cristianos confrontaron la opresión al tener prohibido reunirse abiertamente para
adorar. Pablo, un judío cristiano y ciudadano romano, tenía una profunda preocupación por los cristianos de
Roma, y por todos los que necesitan la respuesta correcta a esta pregunta. En el saludo introductorio (1:1–
15), él describe su gran deseo de ser de ayuda.
¿Hay alguna manera para estar en la correcta relación con Dios por el esfuerzo personal, ya sea por logros
seculares o fervor religioso? La respuesta es un resonante ¡NO! El apóstol Pablo demuestra que ni los
gentiles ni los judíos tienen mérito alguno delante de un Dios santo, ni justicia propia con la cual puedan
satisfacerle (1:18–3:20).
Si alguien va a estar “en relación correcta”, Dios mismo tiene que proporcionar gratuitamente la justicia
necesaria, que debe recibirse por la fe (3:21–31). Abraham fue justificado o “declarado justo” de esta manera:
por gracia por medio de la fe (cap. 4). Ya sea que alguien haya vivido antes que la ley de Dios fuera dada por
Moisés, como Abraham, o después, todos son justificados de la misma manera (cap. 5), a fin de que “la gracia
reine por medio de la justicia para vida eterna, mediante Jesucristo nuestro Señor.”
Puesto que estar en relación correcta con Dios proviene por medio de la fe en el don gratuito de un salvador,
Jesucristo, ¿importará cómo viva un creyente? ¿“Continuaremos en pecado para que la gracia abunde?” “¡De
ningún modo!”, es la respuesta (6:2). Los capítulos seis y siete enseñan cómo el individuo justificado por la fe
puede experimentar victoria sobre el pecado en la vida diaria. Pablo reconoce la lucha interior entre la
pecaminosa naturaleza humana y la nueva naturaleza recibida por la fe (cap. 7). De inmediato, él indica que la
presencia misma de la lucha es evidencia de que la obra santificadora de Dios está en acción. El creyente
continuamente está siendo conformado a la semejanza de Cristo. A causa de la correcta relación con Dios, el
cristiano es inmune a la condenación de Dios, a la acusación de Satanás y a la separación del amor de Cristo
(cap. 8).
Muchos de los primeros lectores de esta carta eran cristianos provenientes del judaísmo, quienes se
preguntarían, “¿Estas noticias libertadoras acerca de la justificación por la fe para los individuos, ya sean
judíos o gentiles, nulifican las promesas de bendición de Dios a Israel?” (11:25–29). Pablo trata esta cuestión
en los capítulos 9–11. La elección por Dios de Israel en el pasado, sigue firme (cap. 9). El rechazo de Cristo
como el Mesías por Israel, dio oportunidad de ser salvos por medio de la fe tanto a gentiles como a judíos, y
llegar a ser descendientes espirituales de Abraham (cap. 10). En el plan soberano de Dios, vendrá un tiempo
cuando “todo Israel será salvo” por medio del Libertador, Jesucristo (cap. 11).
La persona que está en la correcta relación con Dios (justificado por gracia por medio de la fe) tiene la
responsabilidad de servir a otros en la iglesia, usando los dones que el Espíritu Santo da (cap. 12). Los
cristianos deben ser ejemplo de sumisión a las autoridades públicas (cap. 13). Pablo instruye también a sus
lectores a vivir en paz con creyentes cuyas convicciones puedan diferir de las suyas en las cosas donde la
Biblia no es específica (caps. 14–15:21). Después de expresar su esperanza de ver a los cristianos en Roma,
quizás por primera vez (1:10–11), Pablo menciona por nombre a 34 personas (cap. 16) que lo estimularon en
la extensión del evangelio: las buenas noticias acerca de cómo se puede tener una relación correcta con Dios.

Conexiones
    Pablo utiliza a varios personajes y eventos del Antiguo Testamento como ilustraciones de las gloriosas
verdades en el libro de Romanos. Abraham creyó y fue justificado por su fe, no por sus obras (Romanos 4:1-
5). En Romanos 4:6-9, 6-8 Pablo se refiere a David quien reitera la misma verdad: “Bienaventurados aquellos
cuyas iniquidades son perdonadas, Y cuyos pecados son cubiertos. Bienaventurado el varón a quien el Señor
no inculpa de pecado.” Pablo usa a Adán para explicar a los Romanos la doctrina de la herencia del pecado y
usa la historia de Sara e Isaac, el hijo de la promesa, para ilustrar el principio de que los cristianos son los
hijos de la promesa de la gracia divina de Dios a través de Cristo. En los capítulos 9—11, Pablo resume la
historia de la nación de Israel y declara que Dios no ha rechazado completa y definitivamente a Israel
(Romanos 11:11-12), pero sí ha permitido que ellos “tropiecen” solo hasta que haya entrado la plenitud de los
gentiles para salvación.

IMPORTANCIA en la Biblia
    Pablo tenía la intención de ir pronto a España pasando por Roma y respaldado económicamente por los
romanos (15.24, 28s; cf. 1.9–15). Así que esta carta pretendía disponerlos para acoger su evangelio; o sea, su
manera Cristo céntrica de presentar las buenas nuevas. La carta anterior a los → GÁLATAS había sido un
ensayo sobre el mismo tema, pero en el tono polémico que le imponían las actividades de los →
JUDAIZANTES. 
    El tono de Romanos es más tranquilo y noble, aunque siempre enérgico y vivaz. Esta epístola, que parece
ser una presentación casi sistemática, no es un simple tratado de teología. Como las demás epístolas, se
origina en las necesidades de sus destinatarios. En este caso Aquila y Priscila pueden haber sido fuente de la
información precisa que parece traslucirse en ciertas alusiones. Pablo, siempre fascinado en los últimos años
de su apostolado por la insignificancia del Imperio Romano, intuyó quizá la importancia de la comunidad
cristiana de la ciudad capital y quiso dejar con ella esta comprensible exposición de la predicación primitiva.
Su tema es: «la salvación divina, aportada por el esparcimiento del evangelio, primero a los judíos y después
a los gentiles», el poder de Dios apropiado por la fe (1.1s, 16s).

Carácter de Dios en Romanos


1. Dios es accesible: 5:2
2. Dios es eterno: 1:20
3. Dios perdona: 3:25
4. Dios es glorioso: 3:23; 6:4
5. Dios es bueno: 2:4
6. Dios es incorruptible: 1:23
7. Dios es justo: 2:11; 3:4, 26
8. Dios es paciente: 2:4, 5; 3:25; 9:22
9. Dios es amoroso: 5:5, 8; 8:39; 9:11-13
10. Dios es misericordioso: 9:15, 18
11. Dios es poderoso: 1:16, 20; 9:21, 22
12. Dios cumple sus promesas: 1:1, 2; 4:13, 16, 20; 9:4, 8; 15:8
13. Dios provee: 8:28; 11:33
14. Dios es reconciliador: 5:1, 10
15. Dios es recto y justo: 2:5; 3:25, 26
16. Dios es inescrutable: 11:33
17. Dios es sabio: 11:33; 16:27
18. Dios se aíra: 1:18; 2:5, 6, 8; 3:5, 6; 5:9; 9:18, 20, 22

Cristo en Romanos
 
 En esta carta a los Romanos, Pablo presenta a Cristo como “del linaje de David según la carne, que
fue declarado Hijo de Dios con poder, según el Espíritu de santidad, por su resurrección de entre los
muertos” (1:3-4). Por medio de la muerte de Jesús somos reconciliados con Dios, y por su vida somos
salvados (5:10).  
 El libro de Romanos es ante todo una obra doctrinal y presenta a Cristo como Redentor de la
humanidad. Pablo declara que solo la fe en Cristo cubre el abismo que separa a Dios todopoderoso de la
humanidad pecadora. Así, el ser humano es justificado por medio de la obra de Cristo en la cruz.

Expresiones Claves de la Salvación en Romanos


    Pablo, en la epístola a los Romanos, intenta describir el plan de Dios de una manera concisa y clara. Al
hacer eso, usa palabras griegas cuyos significados no son ampliamente conocidos hoy. Aquí hay un breve
glosario de los términos claves de la salvación en este libro. 

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