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ESENCIA ¥ CONDICIONES DEL CONVERSAR' Ana Garcia-Mina Freire” “La necesidad mds profisnda del hombre, es la necesidad de superar su separatividad, de abandonar la prisian de su soledad. Elfracaso absoluio en el logro de tal finalidad significa la locura” (rich Fromm) Uno de los trastomos emocionales infantiles que mis me esiremecen es la depresién anaclitica, Con menos de un aflo de vida, los nifios que la padeoen han perdido sus ganas de vivir. De ser unos bebés alegres, comunicetivos pasan a estar sumidos en una honda tristeza. René Spitz, médico al que le debemos las primeras investigaciones sobre este trastorno’, describe “cémo inicialmente estos nifios manifestaban su malestar llorando, pero después de algin tiempo éste daba lugar a un gran retraimiento. Se guedaban inmdviles en sus cunas, la cara la apartaban negdndose a tomar parte en la vida de sus alrededores; sus ojos eran inexpresivos, su cara rigida, su mirada lejana, como sino vieran lo que sucede en su entorno*”. Estos nifios iban perdiendo el apetito, algunos tenfan alterado el suefio, con frecuencia se enfriaban o cogian cualquier infeccidn, su desarrollo intelectual se estabs bloqueando y poco a poco, “el contacto Juomano se volvia mds dificil, acabando por ignorar a los adultos”. , Cuando este investigador fue analizando la historia de cada nifio, observé que todos clios por motivos diversos (enfermedad, muerte, trabajo, abendono...) habjan vivido una misma experiencia: la persona, que de manera més significativa habia realizado las labores de ‘matemaje (la made, el padre, una cuidadora...) habia desaparecido de sus vidas, por un periodo de al menos tres meses y ningin adulto de su entorno habia sustituido de ‘manera significativa ese vacio, Esa relacién, tejida de ternura, de caricias, de abrazos ya no existia, La carencia de esa presencia atente, sensible, conectade a sus necesidades les hacfa sentir descarnadamente “deshahitados”, para ellos ya no mereeia Ja pena vivir. “Habitar la vida en compariia de otros” no ¢3 un pasatiempo ni wn capricho, Mucha de suestra felicidad reside en ser capaces de hacemos presentes en la Vida de los otros y 2 su vez dejar que estos aniden en nuestro interior. Conversar, es una de las vias privilegiadas que tenemos para hacer y hacemos sentir que nuestra vida esté habitada, que hay personas que de manera especial quieren pasar nuestros dias “en y con” nosoitos, en esa reciproca hospitalided inherente al hecho mismo de conversar. 1 azticalo publicado en la Revista Sal Terrae, “Habitar en compatia de otras”, Noviernbre de 2007,- ‘Tomo $5/10 (a. 1.117), pp.821-834 # Miemiro del Consejo de Redaccién de la revista Su! Terrue. Profesora de Psicologia en la Universidad Pontificia Comillas de Madrid. TRA. SPITZ, Hospitalim, Paychoanal. Study Child. 153-74, 1943. R.A. SPITZ, Aneclite depression: an inquiry into the genesis of psychistric conditions i early childhood. U. Poyehoanal. Study Child. 2: 313-342, 1946. R.A, SPITZ y X. WOLE. The Smiling response: 4 contribution to the ontogenesis of social relations, Genet, Peyehol. Monogr. 34: 57-125, 1946 SRA SPITZ, The First Year of fe. New York, Internacional Universities Press, 1965, pp.268-269. SRA. SPITZ, op. cit, 7.269. Sin embargo, como tantas otras cosas importantes de nuestra vida, conversar hoy no es tuna activided que goce de buene salud, Pese a ser uno de los'aprendizajes vitales més fundamentales de muestra existencia, apenas nos dedicamos a reflexionar sobre ello, ‘Unos porque no lo consideran suficientemente erudito, otros porque en el fondo lo vyiven como una pérdida de tiempo, y los hay, que no reparan en ello porque dan por supuesto que al igual que el oir es un proceso natural, sencillo, automitico, ‘Como veremos a lo largo del atticulo, conversar es un proceso complejo, enraizado en nuestra neturaloze relacional y en nuestra voluntad de SER. Es cierto que esta manera de relacionarnos es tan longeva como la propia humanidad, sin embargo eso. no garantiza saber hacer de la conversacién una experiencia de Encuentro. ‘Significados y sentidos del conversar “Hablar, charlar, narrar, contar, entretener, comunicar... tratar, vivir, habitar en compaiita de ciros, tener amistad, hacer conversion...’” todas estas acciones forman parte del universo seméatico de conversar. Cada una de ellas aporta diferentes significados que la matizan y enriquecen, exigiéndonos al menos un doble mirar para Iegar a lo que en esencia es esta actividad. Por una parte, si atendemos su naturaleza comunicacional, conversar podemos definirlo como un proceso complejo, dindmico cuya estructura guarda una diaiéctica dialogal, Las personas que pasticipan, son simultineamente emisores y receptores de Is conversacion. Continuamente, tanto cuando toman le palabra como cuando escuchan estin dando y recibiendo feedback acerca de lo conversado y de ia relacién que sostieae dicho didlogo. En este tipo de interaccién, tanto los contenidos expresados como los aspectos relacionales cobran una gran importancia. Las palabras, los gestos, nuestra mirada; la manera que tenemos de hablar, nuestro tono de voz, los silencios; ei contexto donde tiene lugar la conversaci6n... todo ello forma parte de la diversidad y riqueza de ‘cédigos inherentes a esta manera de comunicamos con los demas, Desde este nivel de andlisis, desgranar lo que entraiie conversar implicaria detenernos cn estos cédigos de comunicacién asi como en su estructura dialogal. Supondria analizar ese ir y venir de palabras y silencios atentos, compafiados por todo nuestro lenguaje corporal donde “hablar, charlar, narrar...” se hacen protagonistas, teniendo presente como sefiala Martin Heidegger, que “escuichar es constitutivo del hablar!” Pero conversar no s6lo en su esencia es una manera de comunicamos. Si nos centramos en lo que psicolégicamente significa para nuestra vida, como velamos en ¢l apartado anterior, conversar constituye una de las experiences humanas mis. tempranas configuradoras de nuestro ser. No se reduce @ una tera transaccién o intercambio de palabras, ¢s un proceso esencialmente volitivo, inherente a nuestra naturaleza relacional, ‘cuya finalidad ultima es vivir la experiencia del Encuentro, Martin Buber nos recuerda que una vida verdadera es aquella que esté cuajada de Eneuentros, en los que reconocemos nuestra humanidad. A través de estos, vivimos la experiencia de ser visibles psicoldgicamente ante otfos, de convertimos en alguien “Diccionario de la Real Academia Espaiiola, 2001,22 Edivién, ° M, HEIDEGGER, EI sory ef tempo, FCE, Madrid, 1967, p34. ¢ significativo, vélido, interesante, No bay nade peor que privar a una persona de le escucha 0 de la palabra, cuando asi lo hacemos, dejamos de reconocerle su dignidad. “No podemos ser verdaderamente humanos, -expresa Paulo’ Freire-, sin comunicacién...Jmpedir la comunicacidn es reducir a la gente al estatus de las cosas”, Para vivir, todos necesitamos sentimos vitalmente conectados a otros. Necesitamos ser mirados, atendidos, escuchados y también poder mirar. atender y escuchar a los demis, Conyersar es uno de los aprendizajes vitales que no tienen fecha de caducidad, Si bien en la infaneia tiene une gran importancia en nuestra manera en qué damos significado a lo que vivimos y somos; de adultos sigue siendo alimento de nuestro Ser. Las reuniones con los amigos, lz sobremesa con los compafieros, la puesta al dia con personas que 20 ‘velamos hace tiempo, el saludo amable al comenzar el dia, manifestamos sin el temor a la critica, las tonterias que nos decimos con la complicidad del carifio, las celebraciones familiares, las conversaciones alrededor de ta mesa de Ja cocina,..son encuentros que nos reconeilian con Ja vida, que nos obligan a erecer y a salir de nuesizo egocentrismo. ‘Nos permiten sentir que formamos parte de Ja vida de otros, y nos ayudan a levantamos cuando tas pérdidas, Jos ftacasos, las enfermedades... hacen muy dificil nuestro caminar, Pero’si todas Jas conversaciones fllesen’ experiencia de Encuentro....probablemente ahora estarlamos reflexionando sobre otro tema y auestra vida seria mas habitable. El que hasta ahora me haya situado en To que las conversaciones “estén Mamaday a ser” no significa que todas ellas Hleven el scllo de calidad. Para que ésias scan Encuentros de Vida han de darse una serie de condiciones bisicas. Condiciones noéticas” del conversar Cuando Megamos a este punto, solemos caer en el error de poner toda nuestra confianza y esfiierzo en el entrenamiento de una serie de habilidades y estrategias de communicacién, Creemos que si recibimos clases de oratoria, participamos en talleres de habilidades sociales y domitiamos nuestro lenguaje no verbal, tenemos gerantizado sor buenos conversadores. Si bien, estos aprendizajes pueden ayudar y en ocasiones son ‘muy necesarios, sin embargo no son suficientes. Conversar es un proceso complejo que exige de nosotros no slo ser habiles en un conjunto de téenicas de comunicacién; éstas de poco servirian sino se asientan en und serie de actitudes basicas que nacen de Ja dimensién noética de nuestro ser. Al igual que en Ja ciencia ~sefiala Einstein-, es la teora la que‘ determina “lo que podemos observar; en las relaciones humanas es la dimensién noética Ia que puede Convertir a los comunicantes en personas capaces de ser encuentro con los otros. En esta dimension existencial se fragua las condiciones basicas que hacen que nuestra manera de conversar sea experiencia de Vida: De ahi que inicie mi reflexién por éstas iltimas. * p, PREIRE, Pedagogy of the Opressed. New York, Herder and Herder, 1970, p.123. La dimensién noétiea representa la dimensi6n mas noble y tscendente de la persona y la define en su icleo més profindo, Es el término que utiliza V. Franck y le logoterepia, Sus ‘manifestaciones prineipales son los valores superiores, la libertad, la responsabilidad personal, el amor, el sentido existencial, a autotrasoendoncia”, J. MADRID, Los procesos de reiacién de ayuda. Bilbao, DDB, 2005, pO Aetitudes hacia el otro Un deseo profundo de encuentro y de autotrascendencia ‘Aunque nuestra naturaleza nos obligue a relacionamos, eso no significa que conversar sea un proceso natural y automético, Es cierto que no somos libres de comunicamos: toda conducta ¢s comunicacién, pero si lo somos para decidir c6mo hacerlo, Para que nugstras conversaciones sean experiencias de encuentro se necesita que los interlocutores realmente desea comunicarse, quieran salir de si mismos y les interese conocer la realidad del otro. Conversar es fruto de una decision personal ¢ implica la yoluntad de querer comprender y compartir lo que cada uno es, Creer en el otro, reconocerle valioso, considerarte alteridad Pero no sélo conyersar es une cuestién del querer, también nos exige concebir a los ottos como sujetos, como alteridad. Dificiimente habra una verdadera escucha si no consideramos al otro como alguien valioso. Si no ereemos que su presencia, sus comentarios, su compaiia me pueden enriquecer, muy probablemente esa. relacién tendré mucho de mondlogo ya que sblo nos interesard oir nuestra propia vor, Reconocer al otro como diferente, respetindole sw individualidad. Reconocer al otro. como alteridad necesariamente ha de Mlevarnos 2 tespetar y reconocerle como diferente y a vivir el didlogo como un encuentro de individuatidades Quizds, ésta sea una de las condiciones que més dificultades nos genera. cuando la diferencia se hace presente en el desacuerdo, en la tome de decisiones o en la manera en que tenemos de interpretar lo que nos pasa. Aunque “lo que nos separe, -como expresa Margaret Wheatly., no sean las diferencias, sino. los juicios que hacemos unos de otros'®” sentimos confrontados por otra manera de yer y vivir las cosas nos asusta. El fantasma del cambio nos amenaza. Cambiar... nos produce vertigo. Conversar, como nos recuerda Francesc Torralba nos lleva a no esclerotizarnos, nos hace cosmopolitas.,. “Nunca jamds regresamos al lugar donde estdbamos después de haber dialogado auténticamente, expresa este autor. Esto no significa que hayamos dimitido de nuestras convicciones, pero las vemos desde una nueva perspectiva. Somos mas criticos, mas profundos, mis flexibles''”, Una actitud honesta y comprometida Después de haber dislogado awénticamente.,.. realmente nuestros encuentros se hacen significativos cuando nos manifestamos en verdad. Esto no significa que tengamos que expresar al otro todo lo que pensamos 0, sentimos sobre él 9 sobre lo conversado, relacionamos con autenticidad implica una coherencia y fidelidad a uno mismo y a la palabra dada © N. WHEATLY, Fi pico del Quetzal, Sencillas conversaciones para establecer la esperanza en el. futuro, Bilbso, DDB, Serendipity, 2004, p59, "Np, TORRALBA, Datla palabra al huésped inguietante. Crftea, 938, 2006, p31 Sin embargo, hoy parece que las palabras ya no nos comprometen, Se da por hecho que uno puede decir lo que sea porque después va hacer lo que le da la gana. La falia de cohereneia y honestidad en el hacer de quienes las pronuncian, aunque ya no nos candalice, sigue teniendo su precio en las relaciones humanas: nos hace dudar del compromiso que subyace a la palabra ¢ ir perdiendo le fe en lo que podemos esperar de Jos demés, No deberia de extrafiarnos que nuestra era postmodemna se identifique con el vaeio, Como expresa Alejandro Rocamora, “ya no se contrapone el sentido al sinsentido, la tercera via, es la apatia, la indiferencia; nada importa, todo tiene sentido yal mismo tiempo es un sinsentido™”. Actimdes hacia uno mismo ‘Hasta ahora ttos hemos centrado en analizar qué posicidn o actitud existencial ante los otros lleva consigo Ja promesa del encuentro, pero ésta dificilmente se hard realidad si no sabemtos convivir dentro de muestra propia piel. Recondcernos dignos, competentes, valiosos La imagen y valoracién que tenemos hacia nosotros mismos condiciona mucho muestra imanara de conversar con Ios demas, Conforme menos nos valoramos més dependientes nos volvemos de la mirada y de la aprobacidn ajena. Con facilided, sacrificaremos riuestra individualidad, intentndonos acomodat a los intereses de los otros pero esta renuincia no acallard nuestra inseguridad. Seguiremos atrapados en el que dirdn, en ese querer agradar, en procurar no molestar. Conversar leva consigo hacemos presentes, escuchar, hablar, opinar, diferir...Si dadamos de nuestra valia, si nos creemos poca cosa, si tememos que tas conozeat... muy probablemente ecabaremos relaciondndonos poco, © bajo una falsa identidad en la que camuflar nuesttos miedos y nuestra soledad. Por el contratio, si confiamos en nosottos mismos, si abrigamos un sano amor por lo que somos incluyendo nuestros limites, viviremos con gran disfrute poder compartir nuestra historia con ottos. Nos arriesgaremos a pensar auténomamente, a respetar y defender muestras convicciones, & ser fieles con lo que somos y con nuestros compromisos. Intontar ser congrucntes, auténticos, transparentes Carl Rogers, uno de los psicoterapeutas humanistas ms importantes del siglo pasado planteaba que para él Ja cualidad més esencial que un terapeuta ha de adquirir es la autenticidad, sin ésta remarcabe él, diffcilmente tendré lugar un encuentro que sana, ‘La autenticidad, no sblo significa manifestarse ante el otro desde lo que uno es, implica fundamentalmente una manera de estar y de ser con tino mismo. Las personas auténticas son aquellas que se conocen a si mismas, que saben cémo les afecta la vida y disciemen como la quieren vivir. Para ellas, el respeio hacia si mismes y hacia los otros, pasa necesariamente por intentar ser congruentes e integras. ‘Lo que dicen, lo que hacen no esté alejado de lo que piensan y son, Su presencia, sus palabras, su estar tienen una gran consistencia. "A, ROCAMORA, Ceisis, vinculo y tesiliencia, Miscelaneas Comiilas, 62, 2004; p49), Cuando la autenticidad forma perte de quienes conversan hasta lo mas anodino tiene un candcter sanador. Nos ayuda a confiar en Ja gente y nos anima.arelacionamos desde el SER. Una vide interior fecunda *:Cémo dialogar si no vivimos lo vivido? ;Dénde extraer palabras significativas si previamente no estin incorporadas al magma de nuestra interioridad donde cobran dinamismo, sentido y alteridad?””” Con estos interrogantes, Norberto Alcover nos sittia en uno de los pilares fundamentales del conversar. Si no sabemos quienes somos, cémo ‘nos sentimos ante la vida, qué pensamos de las cosas, cudles son nuestros gustos, con quignes queremos estar, o aquello que nos ayuda. vivir...dificilmente podremos establecer conversaciones en las que nos sintamos realmente implicados. Para que uestras palabras niombren nuestra verdad, necesitamos silencios en los que hacernos preguntas significativas, Necesitamos reservar espacios de soledad en los que integrar lo vivido. “BI silencio expresa Torralba, es la. condicién previa de toda palabra dicha con sentido’”, Necesitamos estos ratos de interiorizacién no silo para hacernos conscientes y presentes en las palabras gue pronunciamos, también los necesitamos para poder ir vacidndonos de todo lo superfluo y asi hacer un espacio para acoger a la persona con quien queremos conversar. Sin este espacio Ja escucha no tendra lugar. Una vida en la que los demés tengan cabida Por iltime, aunque parezea obvio, hemos de recordar que para conversat se necesita “tiempo”, muchas conversaciones por las que uno ba decidido que tiene sentido vivir empezaron con encuenttros fortuitos, cotidianos, andnimes. Por mucho que valores, respeles, desees conocer al otro, si no tienes tiempo para Estar tampoco to levers a tener para Ser. Para conversar necesitamos estar fisica. y_psicolbgicamente. disponibles, accesibles y receptivos. Todo ocupa lugar: uno mismo, la familia, el trabajo, los amigos, Is injusticia y el suftimiento en tantas partes del mundo, nuestras preocupaciones.., Si no disponemos de tiempos y espacios vitales dificilmente podremos encontramos con los demas. Destrezas necesarias para conversar Imaginemos que tenemos tiempo, que. nuestro interior no esté. saturado de preocupaciones, que en nosotros se da un profundo deseo de acoger, comprender y porticipar. en la. vida de tos otros desde lo. que somos; imaginemos. que nuestra autoestima mds o menos esid saneada, que respetamos la individualidad de los desds y ‘que no equivecamos las diferencias con la descalificacién. Si bien estas condiciones nos capacitan para ser unos buenos conversadores sin embargo no nos garantiza que lo seamos, No s6lo para conversar se requiere una disposicién existencial, también exige que sepamos desarrollar una serie de destrezas y estrategias de comunicacién. ALCOVER, La vide secrets de tas Palgbuas: Grition, 938, 2006, p13. "F TORRALBA, £l silencio, un reto educativo, Lleids, PPC, 2001, p. € ¢ ALAS cuchar La destreza de e= a sea la gran protagonista de nuestras conversaciones, ésta se p: viele é 7 ee era n jones, ésla se perderia enel vacio sino de las 7 sina vi 2 seven zomsinahone sals SEI. Rtigte. A Beenie ie ore ee requiere dou mesial psicolégico, volitivo y activo. Para cagusbat, 20 sol a determinada disposicién interior, implica un saber hacer. suber, “cuando venimos vapiess Maio be ; ‘a ae iti tae sun camino y encontramos a un ser humano que Wega hacia parte di 2 Been én ves de un camino, nosotros conocemos Solamente, mies no la suya, pues 1a suya inicamente la vivimos en el encuentro” cl apartado eee ee Cone eas @ egulera cornuoicer, Tn - jeer un espacio interior pera poder acoger quello que BO, yay conscientes ie aA ee ecient y olvido de nosotros 4 a ne mmprenderle hemos de d a pismos 5 ae te la realidad e intentar ponernos en su Inger, er pe pee sit 3a pt pes , eens de los malos entendidos y de los problemas de te te ee, oe = eet gue todos percibimos le realidad del mismo modo y gue por ento PA” igual que los ma Jnlererelee ta vida, que usualmente coincide con la ape te eo. a bas pee spas de carretera no es la carretera misma sino una ‘opresentaciO? 2 aes x one cuando percibe la realidad no llega a captarla tal y ee oe eee eee ge naestos ¥#236l0 habré escuck sexo, cultura, familia, religiin, experiencias Ee ee ha si empéticamente intentamos comprender lo que el page ao es le su marco de referencia, dejando a un lado nuestros prejuicios y °° que con tanta frecuencia tenemos ce juzgar y eriticar, per escuchar, también requiere que isecns # oa quiere que estemos fumiliaris as ie, gel in os ota ere [oaiiaclios con fos cade eae come sumo. callamos todo nuestro ser se expresa. El lenguaje Tanto cums} ot ol aU js palabras son Is protagonists, A més de ts a ag ae Pesatos, expla To que nos ocuree... El lenguaje verbal nos weneatinsl DUE express con prsiGny clad ie, conespos opines, in sen pee tie wando lo que queremos comunicer es nuestro mundo embarg® ne 5p on mack onversationes queremos captar cémo se esté sintiendo encima ost jo que dice y con nosotros tendremos que escuchar y descifiar ms oe gue conan ‘a la palabra: su tono de voz, sus silencios, su mirada, sus estos, 0 PO cine! we ose vit gid par ose me afectivided y para Ba ene at rrelaciones que estableceros con los demés, A través del soe intencionalided tuyo. NOUS. Bolen de logreraplayandlissexistencial. (3) Soon go TT: NA, Actitudes blsias panel dilogo, Chi apa Toa pasa dilogo, Critea, 938, 2005,p. 26 onro, ja mirada, el tono de ia vor, las pausas, Ja Postura comporal...estamos Soatinuamente enviando informacién sobre cme noe Sentimos, cémo nos encontramos ‘on las personas con las que estamos en ese ‘momento, y qué opinamos realmente de Io ronuncia, Desireza de hablar Pre ge aehas l88 personas que viven una gran angustia eeande tienen que tomar la eg amos animales de palsbras, y hablar apatente ma ‘gran sencillez, la realidad si isbre. Se encuentran sin vocabulario, no saben de lo que conversanrons tvisisias probablemente apenas dejaréa que ios deac’ Participen en la Foes read oi Heaen poca confiatza en xf iismos a tener Ser inoportunos 0 Los buenos. conversadores, como ‘Yeremos en el siguiente apartado, saben que dependence del momento, del contexto, de le persona cee gue conversamos se ha de realizar un tipo u otto de conversacién: el Contenido, la implicacién, el grado de intimidad serd diferente, {es buenos conversadores son aquellos que no séla hablan de io que Jes interesa, infenlar encontrar temas en fos que los otros puedan Participar. Si bien, suelen llevar | eso de la conversacién, serén muy cuidadowos en be aceparar el didlogo, Sugerirén, Fisemattah eSeucharin, facilitendo asi que los dems ot expresen.y compartan si historia, Maneras de conversar Ge aiibet ovta reflexion, me gustaria detonsrme brevemente en las diferentes maneras Ge conversa. En ellas, se sintetizn todo lo que hence ee desbrozando a lo largo del articulo, Todas y cada una ellas tienen su sentide ¥ si por qué, Aunque no tengan el mismo grado de implicacién y profindidad, sin embargo cada tipo de conversacién Hene un sentido psicolégico que me gustaria, rescatar. Ly SARCIA-MINA, La comunioacisn ns vebai eh 3 cule En Tonalba, Prieto, y Garcia-Mina, Frafesores en forma, Madrid, FAE, 2006, pp 77-94, 1 ed BECVAR, Modes para a comimieacion dctnvm Guia Para la creacién de relaciones, Mexico: Limmsa, 1978, 9.37, Podemos distinguir cinco tipos de conversacidn,en fincién del grado de transparenci autorreyelacién ¢ implicacion personal de los comunivantes, y de la profundidad de lo conversedo, Las conversaciones. “tépicas” Estas conversaciones forman’ parte de los encnentros fortuitos ylo-mutinarios ‘con el vecin, el quiosquero, al subir en el ascensor... En ellas’se suclen emplear muchas frases cliché o esteteotipadas. El grado de implicacion personal y de profundidad de lo manifestado es minimo, sin embargo tienen un sentido exisiencisl, Cada vez que seludamos © nos saludan nos estamos reconociendo como humanos, adquirimos y alimentamos nuestro sentido de pertenencia y para aquellas personas que les cuesta mucho la relacién Jes hace sentir que pueden vineularse con otros y salir de su aisiamiento Las conversaviones “sociales” Este tipo de conversaciones suelen surgir entre conocidos o amigos. En éstas se habla de todo y de nada, lo que se dice no suele tener una gran trascendencia, lo que buscamos es pasar un rato agradable, ameno, distendido, disfrutando de la compafifa de los otros, Esta manera de conversar nos conecte con la cara amable de la vida, alimenta en mayor grado la vivencia de ser parte de wn todo mayot que uno mismo y, a través de esta, vamos decidiendo qué personas se merecen nuestra confianza, ¥ con guienes es mejor no estar. Las conversaciones de “opinion” Jn estas conversaciones, no sélo hablamos de lo ajeno, sino que empezamos a expresar ssuestras opiniones, ideas, puntos de vista,,, El grado de implicacin personal y de compromiso con lo dicho es mayor y Ia vivencia de vulnerabilidad ante el otro se hace mis presente, En este tipo de conversaciones desarrollamos muestra capacidad de pensar autSnomamente y de ser fieles a nuestras creencias, Las conversaciones “emocionales” En estas coaverseciones no s6lo verbalizamos o que pensamos sino que también expresamos lo que sentimos, El grado de autorrevelacién y de transparencia aumenta Este tipo de coaversaciones nos ayudan a ser mis conscientes de cémo nos afecta la vida. Nos hacen conocernos mejor. Nos dan la oportunidad de conectar con el significado no siempre consciente de lo que quetemos decir. Conversamos desde este nivel de profundidad con aquellos que nos quicren bien, que saben dignificamos con su mirada y con sus comentarios, aunque éstos no coincidan con muestra manera de ver Ja realidad. Las conversaciones “intimas” En esta manera de coaversar, uno se manifiesta tal y como es, verbalizando aspectos de si mistio muy fntimos y personales. El grado de vulnerabilidad de este tipo de conversaciones ¢s muy elevado. La experiencia del “nosottos” cobra un significado especial de comuniéa y entrega: “nos leva a lugares en los que no hemos estado antes ‘y alos que no podemos ir solos”, Reconocimiento, ‘perienencia, ‘celebrar Ja vida; sentimos capaces de pensar auténomamente, desarrollar nuestra individualidad, vivimos aceptados y queridos desde nuestra desnudez,.. Cada conversaci6n tiene su por qué, su ritmo y su proceso. Para llegar a conversaciones més profndas ¢ intimas hemos de recorrer el camino. que se inieia en lo cotidiano y en Jo aparentemente superficial ‘Habitar Ia vida en compaiiia de otros “Para cambiar las cosas -afiema Wheally-, no se requiere que todos tengamos las ‘mismas respuestas, sino estar dispuestos a hacernos las mismas preguntas”, Quizis si todos dedicaramos ms tiempo a reflexionar sobre “como habitamos nuestra vida", nuestro conversar tendria otros contenidos, otros protagonistas, otra calidad. Probablemente, seriamos mis conscientes del valor que encierra esia manera de comunicamnos y de la repercusién que tiene no sélo para uno mismo sino también para todos aquellos que nos invitan a compartir sus vides y a anidar en su interior. Cuando Ios chinos ven a los occidentales tomar el té, estos suelen sentir una mezela de indignacién y pesar. Se quejan de que no sabemos preperarlo, de que no cuidamos los detalles, ni dejamos el tiempo suficiente para que éste deje todo su aroma. Encontramos con los demas es una experiencia que’ como el t8 requiere su tiempo, su espacio, su sabor, Nuestra naturaleza relacional continuamente nos oftece oportunidades para conversar, depende de nosotros hacerlas banales 0 convertirlas en experiencia de Vida ® 5D, CHITTISTER, a amistad femenina, Santander, Sel Texree, 2007, p.14, ® M, WHEATLY, Op. Cit.?, 79

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