Está en la página 1de 22

A L A N

Pauls

FALLAR
OTRA VEZ

U N E N S AYO A FAV O R D E L A E S C R I T U R A
I M P E R F E C TA — Y U N A LÚ C I D A R E F L E X I Ó N
S O B R E L A D E S O B E D I E N C I A N A R R AT I VA
C O M O O R I G E N D E L A L I T E R AT U R A

P R Ó LO G O D E J U L I Á N H E R B E R T

gris tormenta
A L A N PAU L S

(Buenos Aires, 1959) es escritor,


periodista, guionista y crítico literario.
Su quehacer lo ha llevado a sumergirse
a fondo en los procesos de escritura,
edición y revisión de distintos géneros.
Como escritor, ha publicado novelas,
como El pasado (Premio Herralde de
Novela 2003), y ensayos, como Manuel
Puig. La traición de Rita Hayworth.
También ha desarrollado ficciones para
cine, entre ellas La era del ñandú, de
Carlos Sorín, y Vidas privadas, de Fito
Páez. Ha sido profesor invitado en
Princeton y Harvard e impartido clases de
Teoría Literaria en la Universidad de
Buenos Aires. Fue jefe de redacción de la
revista Página/30 y subeditor del
suplemento Radar. La multiplicidad de
escrituras y reflexiones son el origen de
este ensayo —primero conferencia—
sobre los nexos que hay entre la figura del
escritor y del revisor, su solapamiento.

JULIÁN HERBERT

(Acapulco, 1971) es escritor, editor y


profesor de Literatura. Su obra es
conocida por el cruce de géneros y la
constante experimentación del lenguaje.
Entre sus libros están Canción de tumba,
Ahora imagino cosas y Tráiganme la cabeza
de Quentin Tarantino. En conferencias y
charlas ha reflexionado sobre el origen y
los procesos de la escritura.
Fallar otra vez
Fallar otra vez
Alan Pauls

colección editor

gris tormenta
Presentación
9

Prólogo
13

Fallar otra vez


29

Semblanzas
61
p r e s e n tac i ó n

La colección Editor

En el universo de los objetos con los que nos


relacionamos todos los días, el libro es quizá
el más complejo de todos. Sencillo a simple
vista, es tal vez el que más particularidades e
idiosincrasias contiene, el que más historias
encierra. Aunque la publicación de un libro
parezca el feliz resultado de un pensamiento
claro y directo, la bitácora de gestación y de
trabajo de cualquier título —si existiera por
escrito— revelaría una trayectoria más bien
azarosa, nunca proveniente de un camino
lógico ni lineal. La colección Editor intenta
mostrar ese largo e inesperado proceso que

9
existe antes de que un libro llegue a una ¿Qué significa tener una postura literaria
librería o de que sea abierto por un lector: ante la vida? De la creación a la edición, de la
una exploración literaria desde la curiosidad traducción a la composición, Gris Tormenta
del editor. tiene un gran interés por esos textos, raros
A través de testimonios en primera hallazgos e historias originales sobre la
persona, esta colección de títulos dedicados maquinaria oculta y las ideas que suceden en
a los diferentes oficios alrededor del libro el backstage de la literatura.
propone reflexiones sobre una industria que
no suele contemplarse a sí misma muy a
menudo. En un presente en donde cualquier
persona puede escribir y publicar en el
vacío, sin necesidad de editores ni lectores,
esta colección propone discusiones en la
dirección opuesta: ¿cuáles son los conceptos
centrales que se ponderan en los debates
editoriales más complejos; las dudas y las
certezas; las sutilezas del proceso creativo,
esenciales y distintas en cada libro y para
cada escritor?
Los autores de los textos que forman
la colección reflexionan y ensayan sobre
los procesos editoriales y el pensamiento
literario que da vida a cada obra —un
ejercicio de análisis esencial y atemporal.

10 11
prólogo

El rastro de nuestros síntomas

Cuenta José Agustín en El rock de la cárcel


que, en 1966, cuando iba a reeditarse su
novela La tumba (el autor tendría veintidós
años escasos):

Me telefoneó […] el ilustre maestro Aurelio


Garzón del Camino, jefe de correctores de
Novaro, y me señaló lo que él consideraba
errores gramaticales inadmisibles en mi
original. Le expliqué lo mejor que pude que
se trataba de rupturas deliberadas con la
gramática ortodoxa por necesidades inherentes
de la naturaleza del texto. A Garzón del

13
Camino le molestaba que yo saliera con Y es la segunda vez que la destrozan, la
palabrascompuestasporvariaspalabras, que misma traducción, pero ahora peor de
Pusiera Mayúsculas Donde No Deberían Ir, destrozada. Qué desazón. Sugerencias como:
que no subrayara frases y palabras en otros cambiar «normal» por «común y corriente»
idiomas, y otros detalles de ese tipo. Le pedí en un poema donde las sílabas cuentan.
que no aplicara supuestos principios generales Sugerencias como: cambiar las rarezas de la
a una obreja que mal que bien establecía autora por frases hechas y adjetivos chabacanos.
sus propias leyes, su frecuencia de onda. El Sugerencias como: «Yo creo que esto no tiene
connotado traductor y berrinchudo corrector mucha lógica, qué te parece si lo retocamos».
aceptó a regañadientes lo que yo decía, aunque Y la autora ya había aprobado mi versión. Me
me advirtió Muy Seriamente que en el pie siento como Sísifo.
de imprenta se anotaría que yo era el único
responsable de ese horror de edición. En otra entrada de la misma red social,
León Plascencia Ñol satirizó:
Han pasado cincuenta y seis años de esa
anécdota y la relación entre escritores y Escribí un poema en prosa que no lleva comas
correctores de estilo no parece haber cambiado y solo tiene punto final. El corrector de la
mucho —salvo, quizá, por un aspecto editorial puso comas a diestra y siniestra —mal
generacional al que haré referencia más tarde. puestas, además— y ahora tengo que dejarlo tal
En un post de Facebook de 2022, la poeta y y como estaba. Al poema, por supuesto.
traductora Paula Abramo se quejó:
Desde Twitter, Abramo amplió su querella
Destrozaron tanto mi traducción de poesía que convocando a seguidores a escribir una serie
no sé ni por dónde empezar a reconstruirla. colectiva de sonetos partiendo del endecasílabo

14 15
«No me cambies figmento por pigmento». chato protagonismo que demandan los
De vuelta en Facebook, en las respuestas correctores de estilo balconeados por
a la entrada de Plascencia, Brenda Ríos Abramo y Plascencia. Se trata de una guerra
conjeturó: «Quizá sea una chica joven y sin ideológica que se libra en los lindes de
experiencia» (la correctora, por supuesto). la estética, y es en parte por eso que algo
A lo que Odette Alonso replicó: «O un aparentemente divertido e inquietante
chico que se siente muy sesudo». Y es como el lenguaje inclusivo (o incluyente,
aquí donde el énfasis generacional me corríjanme) logra generar animadversiones
resulta evidente: más allá de la imaginería de amplio espectro: no tanto por romper
de género, casi nadie piensa ya que, la norma —cosa a mi juicio deseable y
como en los sicodélicos años sesenta, los amena—, sino por intentar sustituirla
correctores de estilo sean unos viejecillos mediante el chantaje moral. Más allá de su
ilustres y gruñones atrincherados en flagrante ineficacia política (una subalterna
amarillentas y neogóticas gramáticas. social como la chofer de Uber no puede
Entre otras razones, porque la paga de un obligarme a ser parte de su todes porque
empleo tan constipado y minucioso suele le cancelo el viaje, en cambio un profesor
ser raquítica. Los correctores de nuestros sí puede imponerlo a sus alumnes bajo
días (de nuestros textos) son un ejército de la soterrada amenaza de reprobarlos), el
jóvenes magnetizados por el home office y lenguaje incluyente fracasa, en cuanto
embravecidos por los desaires de la musa. recurso subversivo, porque carece la mayor
Todo esto es mero chisme y bagatela. Y parte de las veces de la ironía necesaria para
al mismo tiempo no. Sería ingenuo pensar verse a sí mismo como lo que es: un lujo.
que no existe relación entre la desmesurada Si empecé a prologar este ensayo tan
corrección política contemporánea y el breve con una digresión tan larga es por dos

16 17
razones. La primera, honrar algo que Alan retóricas acerca del carácter provisorio de
Pauls pondera (no sé si secretamente) en sus aquello que hemos escrito y que habremos
reflexiones: la habilidad literaria de escurrir de releer y corregir con desazón durante días
el bulto. La segunda razón es resaltar la o meses (años a veces en mi caso), y este tono
tesis básica del ensayo que aquí se presenta; jeremiaco se avivará en páginas subsiguientes
una enmienda de estilo desmedida y, sin al hablar de Himalayas y Aconcaguas de
embargo, sutil: donde dice «corrección» debe reescritura, estupor, escándalo, incluso
decir «sobreescritura». espanto, hasta desembocar en el infierno de
«Fallar otra vez» es el texto de una pregunta por todo autor tan temida: «¿Habrá
conferencia que el escritor argentino Alan que hacerlo todo otra vez? Es el momento
Pauls pronunció en noviembre de 2019 Sísifo, umbral decisivo para cualquiera que
en la Casa de América de Madrid, en el pretenda vivir y sobrevivir escribiendo».
marco —y este dato creo que importa— de Afortunadamente, dos párrafos más tarde
un curso para el desarrollo de proyectos esta ansiedad se diluye (solamente para ser
cinematográficos. Es, entre muchas otras reformulada, profundizada, ejemplarizada:
cosas, un pulso entre lo fijo y lo provisional, corregida) en una frase de sabiduría mitad
lo normativo y lo cognitivo, la puntuación cínica, mitad estoica: «La lección —que
y la travesura. Es también una reflexión es nuestro alivio, quizá el único a nuestro
acerca de cómo desarrolla su estilo no nada alcance— es que nada hace posible tantas
más un escritor: una industria cultural entera cosas nuevas como una situación imposible»:
angustiada por la corrección de la forma la imposible situación de culminar una
artística como herramienta del Bien. escritura. Tal vez porque, bien mirada, esa
Ansiedad es la emoción dominante desde escritura jamás ha sido una cosa, sino un
el primer párrafo, abigarrado de preguntas proceso.

18 19
Nueva digresión: si bien mi experiencia único sentido que tiene escribir cuentos es el
emocional de la corrección se asemeja de reescribirlos».
mucho a la descrita por Pauls, mi experiencia (Durante décadas atribuí esa declaración a
gimnástica al respecto es un poco distinta. Eusebio Ruvalcaba, amigo querido y escritor
Yo reescribo de manera permanente, no admirado. Recientemente descubrí que en
al terminar un texto o libro, sino sobre la realidad son palabras de Héctor Aguilar
marcha, una y otra vez, repasando siempre Camín, un autor que me resulta más bien
desde el inicio. Por ejemplo: me ha tomado antipático. El inconsciente is a bitch, y él
seis días redactar hasta aquí, y cada tarde también nos corrige a su sabor.)
he vuelto varias veces sobre los párrafos La primera simpatía que me despierta el
anteriores releyendo en voz alta desde texto de Alan Pauls son sus referencias: una
la cita de José Agustín. Me produce más cita sesgada de Handke, un cameo de los
angustia pergeñar una primera versión que Hernández y Fernández de Tintín, el cine
adecentar las subsiguientes. A principios de Lynch, los guiones de Charlie Kaufman,
de los noventa, en un volumen de cuentos los seminarios de Syd Field, la desmesura
compilado por Gustavo Sainz ( Jaula de de Copi y César Aira (me salto a Knausgård
palabras) encontré —no en el ensayo porque he tomado la precaución de no
introductorio ni en alguno de los cuentos, leerlo)... y, atrayéndolo todo, un triunvirato
sino en una de las fichas biobibliográficas— de sobreescritura prodigiosa y malsana:
una frase que adopté como divisa y (me) he Proust, Joyce y Beckett. La descripción
repetido como mantra durante más de treinta que hace Pauls de los cuadernos de Proust
años, tanto en la soledad de mi mente como linda con la écfrasis; la imagen que propone
en las clases de técnica que imparto: «El de Joyce (a la primera lectura imaginé al

20 21
irlandés sentado ante la mesa de un café, en sobre escribir y sobre el mundo acerca del cual
compañía de amigos, sacándose notas de los escribimos.
bolsillos del chaleco para pegarlas con goma
en las galeras del Ulises mientras conversa en Porque —y esto lo sabe cualquier escritor
varios idiomas) tiene algo de performance; de cepa— uno no escribe para expresarse,
la frase misma que da título a esta charla, sino para entender, y no hay comprensión
tomada de Beckett, posee un espasmódico donde no hay obsesión.
aroma de ensayo teatral. Porque escribir es La tercera simpatía que despierta en
un montaje. mí este ensayo proviene de su fe en la
La segunda simpatía que encuentro en repetición: fallar otra vez, fallar mejor. Me
esta charla es su propuesta del síntoma recuerda una muy bella idea de Flannery
literario (la insistencia de cada autor en O’Connor, según la cual tiene que serse
practicar disciplinadamente, una y otra vez, un poco estúpido para escribir ficción. La
el mismo tipo de defectos) como algo que ha estupidez nos obliga a ver las cosas (o las
de ser explorado y perseguido, cazado palabras) más de una vez, puesto que no
como una presa, y no meramente eliminado estamos seguros de haberlas comprendido a
mediante la corrección, en su supuesto la primera.
carácter de colateral efecto cognitivo: Tampoco me engaño: rara vez la
simpatía literaria aparece en la vida de uno
[...] ese error en el que no dejamos de caer descafeinada de ansiedad. Me perturba la
[al escribir] tiene la forma y la consistencia manera discretamente impertinente en que
y el sabor y la temperatura y el ritmo de Alan Pauls dice todas estas cosas en un curso
nuestro deseo, nuestra imaginación, nuestras sobre cine. Me perturba porque he pasado
alucinaciones, nuestras ideas descabelladas los últimos cuatro años escribiendo guiones

22 23
cinematográficos y biblias para hipotéticas de cultivo en una sopa más o menos digerible
series, y adaptando al español mexicano para escritores que empiezan. Me pregunto
fronterizo diálogos originalmente escritos hasta qué punto la idea de ser fiel a uno
en inglés de Nueva York, e intentando mismo y despreciar los ejercicios a la John
hacer caber una novela pop de los noventa Gardner y negarse a ser esclavo de la buena
en diez arcos narrativos para podcast: sé de factura puede ayudar a un artista novel a
primera mano que muchas de las espléndidas conocerse a sí mismo, o si, por el contrario,
reflexiones que contiene este texto no podría ser otra manera (hay tantas) de
lograrán atravesar ni el primer puesto de frivolizar la ansiedad.
control de la eficiente maquinaria algorítmica Nunca sabré qué tan «útil» será este
que rige los destinos (tan hambrientos ensayo para, pongo por caso, quienes asisten
como adictos al azúcar) de las audiencias vía al laboratorio de novela que coordino en
streaming pospandemia. Escuela Nox. No sé si les ayude a clarificar
El texto me perturba, en segundo lugar, sus problemas ante el oficio o si, por el
porque llevo una década impartiendo clases de contrario, la opción inicial de saltarse las
narratología, intentando adaptar la teoría reglas (de la retórica o el mercado) podría
de Gérard Genette a la poética cognitiva de volverse para ellos un espejismo narcisista
Peter Stockwell, combinando la mimesis que los proteja de la experiencia más
de Erich Auerbach con la noción de código profunda que nos depara la creación: la del
dramático descrita por John Truby, trazando fracaso y la derrota. Se trata en cualquier
reflejos entre la imagen dialéctica de Walter caso de un falso problema porque, como
Benjamin y el realismo dialéctico de José Alan Pauls vio —y Wittgenstein antes que
Revueltas, e intentando convertir ese caldo él—, los problemas no se resuelven, se

24 25
disuelven: «Queremos escribir, no curarnos, Escribir (sobreescribir) es esa orilla, y la
y escribir es seguir el rastro de nuestros mano que escribe es un barco, y ninguna de
síntomas». estas dos cosas posee naturaleza propia. No
(He compartido, desde luego, el texto de puedo corregir eso. No puedo explicarlo.
Alan con quienes asisten a mi laboratorio Tal vez mañana, lunes, tenga tiempo para
de novela; mi oficio es la agitación literaria, escribirlo de otro modo.
no el bienestar emocional de los nuevos
escritores.) ju l iá n h e r b e r t
En el capítulo «Genjōkōan« («La plenitud
de la presencia») del Shōbōgenzō (traducción
anotada de Dokushō Villalba), el maestro zen
soto Eihei Dōgen escribió:

Cuando vas en barco y miras hacia la orilla,


puedes cometer el error de creer que es la orilla
del río la que se mueve. Pero si posas la mirada
atentamente sobre tu propia embarcación,
comprenderás que en realidad es el barco el
que se mueve. De la misma manera, si examinas
la multitud de fenómenos a través de tu percepción
confusa, cometerás el error de pensar que tu
propia mente es permanente. Pero si practicas
íntimamente y retornas a lo que eres, comprenderás
que nada posee naturaleza propia.

26 27
Alan Pauls

Alan Pauls (Buenos Aires, 1959) es escritor,


periodista, guionista, traductor, profesor y
crítico literario. La diversidad de oficios lo ha
llevado a sumergirse a fondo en los procesos
de escritura y también en los procesos de
edición y revisión de textos que pertenecen
a distintos géneros y entornos: escribir
novelas, realizar guiones de películas,
planificar clases magistrales, criticar nuevos
lanzamientos literarios, revisar artículos
para revistas o traducir textos del francés al
español. Toda esta multiplicidad de trabajos,
de modos de escritura, de medios y lectores

61
es atravesada por un mismo impulso: contar única sobre objetos y acontecimientos de
una historia, y contarla «bien». ¿Pero una época o reflexiona sobre la experiencia
qué significa escribir «bien»? Esa es la lectora. Además, ha incursionado en la
interrogante que se ensaya en este libro. traducción al español de textos de Charles
Del lado de la ficción, Pauls ha publicado Baudelaire, Truman Capote, Susan Sontag y
El pudor del pornógrafo; Wasabi; El pasado, Roland Barthes, una de las figuras que más
una historia sobre obsesiones, manías y han influido en su escritura.
relaciones amorosas, ganadora del Premio Su carrera académica también lo
Herralde de Novela 2003; una trilogía, ha llevado a analizar la literatura y el
conformada por Historia del llanto, significado de las palabras. Estudió
Historia del pelo e Historia del dinero; y La Letras en la Universidad de Buenos Aires
mitad fantasma. También ha desarrollado (UBA), donde más tarde fue docente de
ficciones para cine, entre ellas están La Teoría Literaria. También ha sido profesor
era del ñandú, de Carlos Sorín, un falso invitado en Princeton y Harvard. Estas
documental sobre la invención de una droga experiencias «teóricas» se complementan
rejuvenecedora en los cincuenta, que habla con su faceta de periodista, principalmente
sobre la desinformación y el sensacionalismo; en dos publicaciones del diario argentino
El censor, de Eduardo Calcagno; y Vidas Página/12: fue jefe de redacción de la
privadas, de Fito Páez. Del lado de la no revista Página/30 y subeditor de Radar, un
ficción, ha publicado ensayos como Manuel suplemento de arte, cultura, ocio y estilo.
Puig. La traición de Rita Hayworth, Cómo Pauls navega un amplio espectro de
se escribe el diario íntimo, El factor Borges, lectura y edición. Su escritura va acompañada
Temas lentos y Trance, en los que analiza la de textos satélites, a los que llama «objetos
obra de grandes escritores, crea una mirada parciales» —como artículos, guiones,

62 63
traducciones o conferencias—, pues sin ellos Julián Herbert
no podría alcanzar la satisfacción de su
escritura más personal: «Yo no veo utópico,
de gran realización, de deseo, el momento
en el que yo solamente me pueda dedicar
a escribir». A manera de distractores,
los «objetos parciales» le permiten irse y
regresar renovado a la literatura. Ese vaivén,
y las equivocaciones que surgen en esos
movimientos, forman parte de su proceso de
creación.
Julián Herbert (Acapulco, 1971) es escritor,
editor y profesor de Literatura. Su obra es
conocida por la constante experimentación
del lenguaje y el cruce de géneros, en los
que conviven tanto referencias históricas
y clásicos literarios como alusiones a la
cultura pop y a la vida cotidiana, además
de sus vivencias personales. Irrumpió en
la literatura contemporánea con Canción
de tumba, una novela-elegía que entre la
memoria y la ficción cuenta la historia de su
madre prostituta, y que la industria editorial
vio como la conversión de una vida turbia

64 65
en un objeto literario brillante. Pero más allá ha desarrollado la mayoría de su quehacer
del «azaroso» pasado que lo llevó a ganar literario: ahí estudió Literatura Española
en España el Premio Jaén de Novela Inédita en la Universidad Autónoma de Coahuila,
2011 y en México el Premio Iberoamericano escribió la mayoría de sus libros y coordinó
de Novela Elena Poniatowska 2012, su el Seminario de Literatura Francisco
escritura proviene de una inmersión total a las José Amparán, un espacio para fomentar
palabras y una mirada prodigiosa y sensible al y reflexionar los procesos de escritura, y
lenguaje. donde ahonda en una de sus grandes
Otros de sus libros que han sido inquietudes: la génesis de la literatura, su
reconocidos en México son Kubla Khan, origen, significado y futuras aproximaciones.
Premio Nacional de Literatura Gilberto Al igual que Alan Pauls, Herbert también
Owen 2003; Cocaína. Manual de usuario, tiene diversas facetas en torno al lenguaje:
Premio Nacional de Cuento Juan José compilador, conferencista, promotor
Arreola 2006; y Tratado de la infidelidad, cultural, profesor de Literatura en diversas
coescrito con León Plascencia Ñol y Premio universidades mexicanas y vocalista de
Nacional de Cuento Agustín Yáñez 2008. las bandas de rock Los Tigres de Borges
Entre su obra publicada también están La y Madrastras. Esta multiplicidad que
casa del dolor ajeno, Tráiganme la cabeza de acompaña su vida de escritor le permite
Quentin Tarantino, Ahora imagino cosas y reflexionar y ensayar sobre su estilo desde
Caníbal, volumen de ensayos con una mirada distintas aristas, donde los tropiezos son
crítica a la poesía mexicana contemporánea. parte del descubrimiento de una escritura
Herbert ha residido casi toda su vida en el que pone en entredicho las fronteras de la
estado de Coahuila, en el norte de México. narrativa, la poesía y otras formas de contar,
Desde ese paisaje desértico y fronterizo, rememorar e imaginar.

66 67
fa l l a r o t r a v e z

© Taller Editorial Gris Tormenta, 2022


Guerrero Sur 34, Centro Histórico
76000, Querétaro, México
gristormenta.com

© Alan Pauls, 2019, 2022


© Julián Herbert, 2022

Edición: Mauricio Sánchez, Jacobo Zanella


Coordinación y diseño: Jacobo Zanella
Asistencia editorial: Luis Bernal, Germán Vázquez

isbn 978-607-99130-5-2

Impreso en México / Printed in Mexico

Prohibida la reproducción parcial o total sin


permiso escrito de los titulares del copyright. Todos
los derechos reservados.

Esta primera edición se terminó de imprimir


y encuadernar el 1 de julio de 2022 en los talleres
de Litográfica Ingramex en la Ciudad de México.
COLECCIÓN EDITOR

¿Qué significa tener una postura literaria


ante la vida? La colección incluye
testimonios en primera persona que
exploran los elementos y los oficios del
proceso editorial; raros hallazgos e
historias originales que ofrecen un
vistazo a la maquinaria oculta de la
producción literaria.

Perder el Nobel, de Laura Esther Wolfson.


Memorias de la traducción y la pérdida.
Traducción y prólogo de Marta Rebón.

Las posesiones, de Thomas Bernhard. Dos


historias sobre la vida material de un
escritor. Prólogo de Andrés Barba.

Una vocación de editor, de Ignacio


Echevarría. Un acercamiento a la labor
editorial de Claudio López Lamadrid.
Prólogo de Emiliano Monge.

Ilegible, de Pablo Duarte. Ensayo poético


sobre el proceso de pensamiento
literario. Prólogo de Tedi López Mills.

Dentro del bosque, de Emily Gould.


Reflexiones sobre el costo de escribir.
Traducción y prólogo de Isabel Zapata.

Editar «Guerra y paz», de Mario Muchnik.


Diario de lectura, edición y traducción.
Prólogo de Ida Vitale.

gristormenta
¿Qué hacer con los problemas que aparecen al escribir?
¿Eliminarlos? ¿Ignorarlos? Alejado del canon de la «buena
escritura», este libro explora lo contrario: profundizarlos. En
contra del rigor de los talleres de escritura creativa, este
ensayo transforma las imperfecciones y las dificultades de la
narración en oportunidades de experimentación: una especie
de clase magistral donde surgen Marcel Proust, James Joyce,
Samuel Beckett, César Aira y otros autores que en lugar de
corregir sus errores los ensayaron una y otra vez hasta
convertirlos en estilo, en el origen de una voz propia, y así
develar el origen de la gran literatura. Todo esto articulado por
un escritor del que Roberto Bolaño dijo que «es uno de los
mejores escritores latinoamericanos vivos y somos muy pocos
los que disfrutamos con ello y nos damos cuenta».

Fallar una vez falla cualquiera; total, siempre está la corrección


para encarrilarnos de nuevo y devolvernos al redil. No: hay que
fallar una y otra vez, siempre, como si no hubiera otra manera
de hacer las cosas. Porque la repetición es la evidencia de que
la falla no depende de la voluntad; no se elige, y por lo tanto es
inútil procurar aplacarla, encausarla o detenerla. —Alan Pauls

La primera simpatía que me despierta el texto de Pauls son sus


referencias. La frase misma que da título a este libro, tomada
de Beckett, posee un espasmódico aroma de ensayo teatral.
Porque escribir es un montaje. —Julián Herbert, en el prólogo

La colección Editor explora los procesos, largos e inesperados,


que existen antes de que un libro sea abierto por un lector.
Memorias y ensayos sobre las grandes ideas que suceden en el
backstage literario: creación, traducción, crítica y edición.

TA L L E R E D I TO R I A L
G R I S TO R M E N TA 2 0 2 2
C O L E C C I Ó N E D I TO R 7

gristormenta.com

También podría gustarte