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Matricula: C000008631
Perfil psicológico
La figura del sicario es concebida como aquel individuo que asesina por encargo a
cambio de un determinado pago, ya sea monetario o por bienes materiales, o
inclusive como cobro de un favor, y en donde se establece una relación de tipo
convenio que mantiene al sicario como el autor material del crimen que es pagado
por un autor intelectual.
El fenómeno del sicario es un modo delincuencial que es alarmante no sólo por las
muertes ocasionadas por esta práctica, sino por su establecimiento en un contexto
en el que se es percibido el asesinato por encargo como una forma de vida que
ofrece dinero y el reconocimiento social que buscan muchos jóvenes. Lo cual nos
lleva a las cuestiones de personalidad, valores y motivaciones que los promueve a
actuar a cambio de una remuneración económica. Esta práctica de asesinar por
encargo nos hace darnos cuenta de la desvalorización de la vida y el valor
monetario que está ganando la muerte, al grado de convertirse en una fuente
regular de ingresos para algunas zonas de la población mexicana.
Es necesario resaltar que la importancia del sicario en el crimen organizado no
sólo tiene una retribución monetaria, lo que este negocio ofrece, además, tiene
que ver con cuestiones psicosociales como la personalidad, valores, motivación
para realizar dicho acto a cambio de una retribución, que en ocasiones puede ser
mínima.
1. El sicario marginal
Este tipo de sicario se origina de zonas con marginación extrema en los ámbitos
socioculturales, académicos y económicos. En consecuencia, a su carencia de
educación, son personas altamente manipulables y las pocas esperanzas de
trabajo en sus lugares de origen.
En su ámbito familiar, de igual forma cuentan con una escasa o nula escolaridad y
con empleos que no les proporcionan los ingresos para vivir de una manera digna.
Es por eso por lo que comienzan a entrar en trabajos que, sin importarles la
ilegalidad, les permiten tener más ingresos económicos, a los cuales involucran
posteriormente a los hijos, quienes después van a incursionarse en otras
actividades dentro del ámbito criminal, los cuales poco a poco van siendo
desensibilizados hasta cometer actos que les permitan convertirse en sicarios.
2. El sicario antisocial
3. El sicario psicopático
Vázquez (2017) menciona que este tipo de sicarios presentan la llamada tríada
oscura de la personalidad, donde se ven rasgos muy marcados de narcisismo,
maquiavelismo y psicopatía. Para estos sicarios no importan los medios con los
que se llega a realizar el delito, viéndolo de manera fácil por su egoísmo, falta
afectiva y su facilidad para utilizar a las personas para su conveniencia sin
importarle el bienestar de los que no sean él.
4. El sicario sádico
Este sicario es similar en cuanto a su historia y ámbito en que se desarrolla que el
sicario psicopático. Pero a diferencia de ése, el sicario sádico —como lo indica su
nombre— tiene un sadismo inminente al realzar sus torturas y ejecuciones.
Destaca por su frialdad, crueldad y placer en su realización.
La práctica que llevan a cabo estos sicarios trae como consecuencia una
desvalorización de la vida y una mercantilización de la muerte. A pesar de la
gravedad de este tema no existen muchos estudios dentro de México debido a la
poca importancia que se le brinda, no se puede abarcar de alguna manera,
empezando por mencionar que no se encuentra tipificado dentro del derecho
penal. Es importante ver las cosas como son, de manera real, como hechos donde
se vive un grado de violencia grande, el enfocarnos en el abandono social que se
tiene, y enfocarnos en estrategias adecuadas para su tratamiento y prevención.
Por otro lado, el impacto que ha tenido este tipo de “trabajo” y que cada vez se
está viendo como una opción viable ante la falta oportunidades que tienen los
jóvenes en este país. La desesperanza que tienen por un futuro digno es lo que
los hace buscar estas opciones, ya que obtienen resultados de manera inmediata
y es un trabajo que no exige un esfuerzo grande, así como tampoco un
conocimiento de algún oficio específico. Pero este tema no sólo se puede explicar
únicamente por las carencias dentro del ámbito familiar o el entorno violento y
criminal donde se desenvuelven o características del individuo, sino a la suma de
todos estos factores que son los que permiten el surgimiento del sicario.
Bibliografía
Vázquez, Arcelia Ruiz et al., “Perfil del sicario en México”, Uaricha, vol. 14, núm.
34, 2017.