Está en la página 1de 1

Ausencia, cruel tormento, en mi pecho te anidas, como un pájaro

herido que en la noche se pierde. Tu rostro, mi amor, en mis sueños


se esconde, y en cada amanecer, mi corazón se hiere.
Silencio, es mi compañero, en esta soledad extendida, donde tu risa
es eco, y tu voz, un recuerdo perdido. La distancia es un abismo, un
camino sin salida, donde mi amor por ti, como un río, ha corrido.
Esperanza, dulce luz, en mi pecho encendida, eres el faro que guía
mi amor desmedido. Pronto, mi amor, la distancia será vencida, y en
tus brazos, mi corazón, encontrará su nido.
Reencuentro, dulce promesa, en mi alma inscrita, donde la tristeza
se desvanece y la alegría ha florecido. Pronto, mi amor, la ausencia
será vencida, y en tus brazos, mi corazón, será renacido.
Amor, mi salvación, mi vida, mi guarida, eres el sol que ilumina mi
camino decidido. Pronto, mi amor, la espera será vencida, y en tus
brazos, mi corazón, será revivido.

También podría gustarte