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LA LECTURA CRÍTICA DE LOS MEDIOS

Por Natalia Bernabeu Morón

LA SOCIEDAD DE LA INFORMACIÓN

La invención de la imprenta a finales del siglo XV, supuso una verdadera "revolución"
que transformó muchos aspectos de la sociedad. Los libros se abarataron, pues fue
posible imprimir en poco tiempo un amplio número de ejemplares, y aumentó la
información disponible. Surgió así una nueva masa de lectores y se desarrollaron formas
de lectura diferentes a las que habían existido hasta ese momento (lectura individual y
silenciosa, frente a la tradicional lectura colectiva en voz alta). La cultura se
democratizó: llegó a más personas que pudieron saber, pensar, opinar... Muchas cosas
cambiaron: Se transformaron las relaciones entre maestros y discípulos, surgieron
nuevos trabajos y creció el interés por la cultura, lo que hizo posible el avance científico
y la gestación de la nueva sociedad renacentista.

En la actualidad, desde hace unas décadas, estamos asistiendo a una nueva revolución
cultural, que puede compararse con ese momento de la invención de la imprenta, pero
que es cualitativamente diferente. El avance espectacular de las nuevas tecnologías
afecta a todos los campos de la actividad humana: el mundo del hogar, del trabajo, de la
escuela, de las relaciones personales... Porque nunca, en ninguna otra época, el ser
humano ha tenido la posibilidad de acceder a tanta información como en el actual
momento histórico.

NUEVOS DOCUMENTOS, NUEVOS CÓDIGOS, NUEVOS


LECTORES

Todo el saber, todas las informaciones están disponibles para la curiosidad del lector en
los más variados soportes: documentos sonoros, visuales, audiovisuales y electrónicos
compiten con el libro.

Estas transformaciones han tenido un efecto importante: el predominio de la imagen


como soporte de información. Libros, periódicos y otros documentos escritos se
contagian de la fuerza de lo icónico y son cada vez más "visuales".

Estos nuevos documentos utilizan códigos más complejos y diferentes al de la palabra


escrita. Por eso el concepto de lectura está variando y hay que hablar de ella en un
sentido muy amplio. El nuevo lector ha de saber acceder a las más variadas fuentes de
información con un objetivo de búsqueda claro que le ayude a discernir cuáles son o no
pertinentes en cada caso y con una actitud activa y crítica que le permita interaccionar
con esa información, apropiarse de ella y construir significados.
El enorme caudal de información al que tenemos acceso se nos ofrece en muchas
ocasiones de forma descontextualizada y fragmentada. A veces no son informaciones
inocentes: Los gabinetes de prensa de muchas empresas, instituciones o partidos
políticos, los periódicos impresos o electrónicos, las revistas de todo tipo, las cadenas de
radio o televisión, las editoras de libros... seleccionan los datos que difunden o silencian
en función de un punto de vista, una ideología o unos intereses económicos
determinados. Por eso es necesario saber valorar adecuadamente las fuentes de
información y leer los documentos de forma crítica.

LA LECTURA CRÍTICA

La lectura crítica es un proceso complejo en el que hay que poner en práctica


diferentes habilidades:

a) Descifrar el texto: Para ello, señalaremos todas aquellas palabras o expresiones que
no conozcamos y utilizaremos los diccionarios y libros de consulta necesarios. Debemos
ser capaces de traducir el texto, o sea, contarlo con nuestras propias palabras.

b) Contextualizar: Es preciso situar los textos en su contexto: autor, época y


circunstancias en que se escribieron, ideología dominante, propósito del autor, etc. Será
necesario también reconocer las causas de los hechos que se transmiten, así como poder
prever las consecuencias, si las hubiera.

c) Relacionar y extrapolar informaciones: Una vez que hemos identificado el


contenido del texto debemos relacionar la información que nos ofrece con
conocimientos de otras parcelas del saber y adoptar perspectivas y puntos de vista
diferentes a los que se sugiere en el texto.

d) Valorar el texto, teniendo en cuenta: la fiabilidad de las fuentes de información, el


tema que trata, los argumentos que defiende, su calidad y rigor, y lo que lo nos aporta su
lectura: Intereses y emociones que el texto provoca en el receptor.

LOS MENSAJES PERIODÍSTICOS

Los mensajes periodísticos se caracterizan: por su heterogeneidad, por la utilización de


códigos variados y por la gran variedad de sus contenidos.

4.1. La heterogeneidad
En un periódico, por ejemplo, podemos encontrar:
• Distintos tipos de códigos.
• Distintos niveles del lenguaje, desde el más culto al más coloquial.
• Contenidos muy variados que remiten a referentes diversos.

4. 2. La utilización de distintos tipos de códigos.


En un periódico encontramos signos de distintos tipos de códigos, que determinan una
forma de lectura diferente en cada caso:

El código lingüístico: Se lee linealmente. En el periódico aparecen textos muy


variados: informativos, de opinión, publicitarios, literarios, etc.
El código paralingüístico: es el de la tipografía y otros recursos de la diagramación. Se
leen linealmente - por ejemplo, los titulares - y no linealmente, por ejemplo, un
recuadro. La utilización generalizada del ordenador y la infografía en el diseño y
composición de periódicos ha multiplicado el número de elementos gráficos y
tipográficos.

Algunos de los elementos paralingüísticos que podemos encontrar más frecuentemente


en un diario son los siguientes:
• Cabecera: es el logotipo con el nombre del periódico que aparece en la portada.
• Titulares: como sabes, son las frases las que encabezan los textos periodísticos y
destacan lo más llamativo e importante. Van en letras más grandes y se componen de
antetítulo, título y subtítulo.
• Ladillos: son pequeños títulos que se introducen en el texto para facilitar la lectura
cuando este es extenso.
• Columnas: son las partes en las que se distribuye el texto en las hojas del periódico,
generalmente son cuatro o cinco. Se llama columna de entrada a la de la izquierda y
columna de salida a la de la derecha.
• Corondel: es una línea vertical que separa las columnas. Cuando esta línea no existe o
es un "pasillo" en blanco se denomina corondel ciego o medianilla.
• Pleca: línea horizontal fina que se suele utilizar para separar titulares de una misma
información o informaciones distintas que van en la misma columna.
• Filete: línea horizontal, más gruesa que la pleca.
• Recuadro: es un recurso de diseño que sirve para destacar una información
• Orla: elemento ornamental que los periódicos emplean con suma discreción,
especialmente en la publicidad.

El código icónico: es el de las fotografías, las tiras cómicas y todos los géneros
periodísticos visuales. No se lee linealmente, sino de forma global, de un golpe de vista.

La fotografía periodística se puede manipular fácilmente con los modernos sistemas


técnicos: se puede recortar, modificar el color, borrar elementos que no gustan al editor
del periódico, etc. Unas veces esta manipulación es inofensiva, en otras ocasiones, tiene
una determinada finalidad que está relacionada con la ideología del periódico. Suele ser
significativa la elección sistemática de imágenes poco agraciadas de una misma
persona, la exclusión o la insistencia en la aparición de un líder político en un medio,
etc.

Los signos de estos tres tipos de códigos se organizan y combinan en la página del
diario que se convierte así en una unidad significativa en la cual los distintos elementos
se complementan o contradicen: en algunas ocasiones los textos opinan sobre las
fotografías que aparecen o una noticia se comenta con otras noticias que la acompañan.

4.3. La variedad de contenidos.


Los mensajes periodísticos se caracterizan, además, por la gran variedad de contenidos
y de referentes. En un periódico podemos encontrar textos informativos de diversas
clases, textos de opinión, publicitarios, etc. Esta diversidad determina la multiplicidad
de temas y registros idiomáticos, así como la presencia de diferentes estilos
(informativo, de opinión y ameno) y distintos géneros periodísticos.
LA DIAGRAMACIÓN DEL PERIÓDICO

Es la forma de distribuir en la página todos los elementos que la componen. La


diagramación debe facilitar la lectura, para ello ha de presentar de forma equilibrada en
la página los blancos, grises y negros.

Los blancos son los márgenes y las medianillas; los grises, los textos; y los negros, los
titulares y las fotografías.

El tipo de diagramación de un periódico nos dice mucho de las características de su


contenido. Los diarios y revistas de élite suelen preferir una distribución estática y
ordenada de sus elementos, y no abusan del sensacionalismo formal. Los periódicos y
semanarios más populares prefieren una diagramación más dinámica y caótica, y
utilizan un mayor sensacionalismo formal: grandes titulares, abundancia del color,
fotografías de gran tamaño, etc. A través de la diagramación se expresan los valores, las
opiniones o los puntos de vista del periódico.

Hay varias formas de distribuir en la página los elementos que la forman: cuando la
línea dominante es la vertical da la impresión de que los textos son demasiado largos;
cuando domina la horizontal, la página puede dar sensación de monotonía. En la
actualidad se prefiere la diagramación modular. La página del periódico se concibe
como una superficie dividida en módulos cuadrados de idéntico tamaño. Las
informaciones y textos se distribuyen en unidades independientes.

LA LECTURA DEL PERIÓDICO

6.1. La dirección de la mirada.


Cuando un lector se enfrenta al periódico no lo lee linealmente como leería, por
ejemplo, una novela, sino que selecciona aquellos textos o partes del periódico que más
le interesan. Además, en la página, su vista salta de un lado a otro:
• Son más fáciles leer las páginas impares de un periódico que las pares, por lo que, por
ejemplo, la publicidad es más cara si se sitúa en página impar.
• Dentro de la misma página, la mirada se dirige en más ocasiones a la zona superior
derecha; después, a la superior izquierda; a continuación, a la zona central de la página
y por último, a la zona inferior derecha e inferior izquierda.

Además de esta tendencia natural de la vista a dirigirse a esas zonas de la página en


concreto, los periodistas dan mayor o menor relevancia a unas informaciones u otras
utilizando distintos recursos tipográficos y de diagramación. Una noticia será más
importante cuanto más espacio ocupe en la página y más destacada esté por medio de
procedimientos como grandes titulares, introducción del color, acompañamiento de
gráficos o fotografías, uso de recuadros que la enmarquen, etc.

6.2. Los tres niveles de lectura


El lector de periódicos, además, utiliza variadas estrategias de lectura: desde una más
superficial a una lectura en profundidad.
a) El barrido visual de la página:
El receptor retiene el aspecto externo de las informaciones: se fija en aquellas que por
su extensión y localización en la página parecen las más importantes, las que aparecen
recuadradas, las que tienen los titulares más grandes, etc. y en esas otras que parecen
secundarias o a las que el periodista ha dado una menor importancia.
b) La lectura superficial
El lector, en un primer momento, lee los titulares, sobre todo los de mayor tamaño y los
que utilizan un lenguaje más llamativo (una expresión o una simple palabra pueden
atraer poderosamente su atención); mira las fotografías más atrayentes, se detiene en los
antetítulos y subtitulos, en los ladillos,, frase entrecomilladas, etc. y lee los pies de las
fotografías que aparecen.
En un segundo momento, una vez hecha la selección de aquellos textos en los que
merece la pena detenerse, el receptor procede a leer las entradillas de las informaciones,
reportajes, y otros textos periodísticos.
c) La lectura en profundidad
El lector ha decidido ya qué textos le interesan y ha seleccionado la información que
desea leer. Es ahora, pues, cuando se detiene en el texto, lo relaciona con las imágenes y
los otros textos que aparecen en la página, intenta contextualizar los hechos que se
narran y valora la información según su criterio personal, construyendo así el
significado del mensaje.

6.3. La lectura crítica del periódico.


Para leer de forma crítica un texto periodístico no basta con comprender el código
verbal, es decir, los textos. Hemos de valorar también todos los elementos
paralingüísticos y visuales, su localización en la página del periódico, etc. Para ello será
necesario:
a) Comprender el contenido literal de los textos
b) Analizar la fiabilidad de las informaciones teniendo en cuenta las fuentes en las que
se basan. Hay textos periodísticos que aluden de forma clara a sus fuentes de
información. Otros, los menos fiables, las silencian.
c) Valorar la importancia que el periódico da a esas informaciones, analizando su
diagramación: La página par o impar en que aparecen, la localización en la página, la
extensión de la noticia, las otras informaciones que la acompañan, las fotografías o
imágenes que la documentan, etc. Será interesante fijarse en todos los elementos que
aparecen y en las relaciones que establecen esos elementos entre sí.
d) Relacionar la mayor o menor importancia que el periódico da a ese hecho con la
ideología del medio,
e) Contextualizar los hechos, indagando sobre sus orígenes y previendo sus
consecuencias. Relacionar unas noticias del periódico con otras.
f) Diferenciar los hechos de las opiniones. Descubrir los argumentos intencionados y
quiénes están detrás de esos argumentos.
La lectura crítica del periódico incluye comparar una misma noticia reflejada por
distintos medios informativos. En su tratamiento, diagramación, titulación, etc. se hace
evidente la postura ideológica del emisor.
g) Cambiar de punto de vista, ver los hechos desde todas las perspectivas posibles. Para
ello habrá que leer la misma información en diversos medios de comunicación.

LOS TEXTOS VERBO ICÓNICOS. LA FUERZA DE LA IMAGEN

La diferencia entre razonar un hecho o emocionarse ante él salta a la vista:


• La razón nos convence; la emoción nos impulsa.
• La razón analiza; la emoción hace militantes.
• La razón nos distancia; la emoción nos implica personalmente.
Cuando leí en un periódico el revuelo que el reportaje sobre los orfanatos chinos
provocó en Gran Bretaña, antes que aquí, no me afectó lo más mínimo. La crónica
explicaba con detalle la situación de las pequeñas abandonadas por culpa de su
género, pero no me conmovió. Tras haber visto las imágenes siento una profunda pena
por esas niñas, aborrezco a los que las ataron y odio el sistema que presionó a sus
padres hasta abandonarlas. Otros espectadores fueron más allá y decidieron
adoptarlas.

Xavier Obach. El tratamiento de la información y otras fábulas. Anaya.

Lo más importante que posee la imagen desde el punto de vista significativo es su


capacidad de impacto emocional. Las imágenes nos atraen, nos convencen y, sobre
todo, nos emocionan. Cuando descodificamos una imagen, no solo realizamos su lectura
"literal": la imagen actúa sobre nuestro universo mental en el que conservamos una serie
de relaciones emocionales entre escenas y sentimientos, entre emociones e imágenes.
Así es como éstas se cargan de connotaciones que surgen del mundo interior de cada
persona. Por eso la imagen es polisémica, por la diversidad de sugerencias posibles que
encierra.
Cuando texto e imagen se combinan para formar un mensaje – ya sea periodístico,
publicitario o de otro tipo- establecen entre sí diferentes relaciones significativas.

7.1. La lectura de imágenes.

La función sugestiva de la imagen Las imágenes transmiten un caudal de datos que está
ahí con una determinada finalidad. ¿Qué pretende el creador de la imagen? ¿Qué
recibe quien la ve? En función de estos criterios, es fácil desembocar en la distinción de
tres funciones fundamentales de la comunicación por imágenes: la informativa, la
recreativa y la sugestiva. (…)
La función sugestiva de la imagen es la más interesada: pretende obtener algo de
nosotros, no dárnoslo. La imagen publicitaria y la propagandística tienden a que
compremos un producto o nos adscribamos a una actitud o a una idea. Hay una función
proselitista de la imagen que trata de ganar adeptos para algo, ya sea en el terreno
material, ya en el espiritual o vital.

Manuel Alonso y Luis Matilla: Imágenes en acción. Akal.

En nuestra cultura asociamos automáticamente la visión de un hecho con su existencia:


identificamos la imagen con la realidad.
Sin embargo, las imágenes son siempre signos de algo ajeno que incorporan diversos
códigos comunicativos: unos generales, como la gestualidad; y otros específicos, como
el código gráfico o el de relación compositiva entre los elementos que forman la
imagen. Para leer de forma comprensiva y crítica las imágenes es necesario conocer
estos códigos.
Las imágenes comunican de forma global y por la vía emotiva. Por eso, a menudo, se
producen a través de ellas comunicaciones inadvertidas, se transmiten emociones,
sentimientos, valores, etc. que el receptor asume de forma inconsciente. Este poder de la
imagen lo conocen y utilizan los publicistas y otros comunicadores de la sociedad de
masas. Para leer críticamente las imágenes es importante tener en cuenta:

a) Algunos aspectos relacionados con el sentido de la percepción como:


• La interacción fondo – figura. Entre el fondo y la figura se produce siempre una
interacción. Generalmente, el receptor de un mensaje icónico distingue entre el tema
protagonista de la imagen y el fondo o entorno que lo enmarca. Cuando esta diferencia
no está clara, el sistema perceptivo duda entre el sentido que debe dar a la
representación.
• La tendencia a organizar los elementos de la imagen en grupos por cercanía,
continuidad o semejanza y a suplir los vacíos existentes.
• La tendencia a interpretar los estímulos perceptivos de acuerdo al esquema más
sencillo entre los posibles.

b) Los distintos códigos comunicativos que interactúan en las imágenes:


• El código espacial. La elección de la parte de realidad representada y del punto de
vista desde el que esta realidad se contempla (arriba, abajo, izquierda, derecha), es decir,
el encuadre. Se hace siempre con una intención: objetividad/distorsión, realismo/
engaño; etc. y da noticia de la posición física e ideológica del autor del mensaje icónico.

• Los códigos gestual y el escenográfico. Al analizar una imagen es importante


detenerse en la sensación que nos produce la actitud y gestualidad de las figuras que
aparecen ( quietud, nerviosismo, tristeza, angustia, serenidad..) y mirar detenidamente el
fondo atendiendo a la escenografía, a los aditamentos que están adjetivando el tema
central (como el vestuario, el maquillaje, los objetos que aparecen…)
• El código lumínico. El tratamiento de la luz puede añadir significaciones a la imagen:
una luz frontal aplasta las figuras y les da un aspecto vagamente irreal; la iluminación
posterior separa las figuras del fondo y agrega tridimensionalidad a la imagen; la luz
lateral y la cenital - que se dirige de arriba abajo- acentúan volúmenes; y la luz de abajo
a arriba puede producir deformaciones inquietantes o siniestras (recuerda la iluminación
que se utiliza en algunas escenas de las películas de terror). A menudo en las imágenes
se utilizan también los colores con una intención simbólica, como has estudiado en el
apartado del texto publicitario.
• El código simbólico. A veces, las imágenes representan muchas más cosas de las que
aparecen en ellas. Se produce entonces un proceso comunicativo de carácter simbólico
que hace posible la representación de ideas abstractas o inmateriales. Las relaciones
entre los símbolos y aquello que simbolizan pueden establecerse: por analogía: por
ejemplo, la calavera que representa la muerte; por relación causa-efecto; o por pura
convención social libremente pactada: por ejemplo, la paloma, símbolo de la paz.
• Los códigos gráficos. Los instrumentos técnicos con los cuales se elabora el mensaje
visual determinan en muchas ocasiones algunas peculiaridades formales de la imagen
que matizan o modifican su sentido. Esto es lo que llamamos códigos gráficos. Así, por
ejemplo, cuando la realidad se toma con una lente gran angular la imagen resultante
produce una sensación de lejanía de los objetos y figuras, aunque éstos estén cerca, y
aumentan en el receptor la sensación de profundidad: los objetos cercanos se perciben
con una acentuación exagerada de la perspectiva.
Por el contrario, su una escena se toma desde lejos con un teleobjetivo la sensación
visual que produce es de cercanía y aplastamiento.
Por ejemplo, un grupo de personas tomado con un gran angular desde cerca, dará la
sensación de que hay poca gente y que ésta está dispersa; en cambio, tomado desde lejos
con un teleobjetivo, la sensación será la contraria: de amontonamiento y gran cantidad
de personas.
Otro aspecto técnico que puede modificar el significado de la imagen es el
enfoque/desenfoque que a menudo se utiliza como elemento expresivo. La parte
enfocada de la imagen tiende siempre a realzarse.
Todas estas distorsiones pueden provocar ambigüedades o equívocos en la apreciación
de las imágenes por parte del receptor.
• Los códigos de relación. Los distintos elementos de la imagen que forman el conjunto
del encuadre establecen entre sí una serie de relaciones espaciales que sirven para
jerarquizar los elementos y ordenarlos en el proceso de examen visual que realizan los
receptores. El autor de la imagen puede, pues, en función de las relaciones espaciales,
establecer el itinerario de mirada del receptor, y por lo tanto la interpretación del
mensaje icónico. Existen muchas formas de composición de la imagen: composición
plana o en profundidad, armónica o en tensión, estable o dinámica. El autor juega con
tensiones, equilibrios, paralelismos, antagonismos complementariedades etc. que
indudablemente aportan a la imagen un sentido determinado.

La imagen subliminal

Los intentos más representativos de nuestro siglo en materia de persuasión subliminal,


se realizaron usando como vehículo la imagen en movimiento. El procedimiento
consistía en intercalar una imagen inducida cada segundo de proyección. Siguiendo
este sistema, cada veinticuatro fotogramas se insertaba otro, con una significación
ajena al filme proyectado, conteniendo un mensaje verbal o icónico dirigido al
inconsciente del espectador. (…). La velocidad de inserción, fue muy variable, aunque
en ningún caso el ojo humano lograba percibir el mensaje, que a veces se concretaba
en un simple símbolo, tal como ocurrió con la utilización subliminal de la cruz gamada
en la Alemania nazi.

Manuel Alonso y Luis Matilla. Imágenes en acción. Akal.

LAS RELACIONES SIGNIFICATIVAS ENTRE EL TEXTO Y LA


IMAGEN

Cuando texto e imágenes aparecen formando parte de un mismo mensaje pueden darse
situaciones distintas:

1.Que sea el texto el que desarrolle el sentido del mensaje y la imagen sirva de mera
ilustración.

2. Que, por el contrario, la imagen exprese la idea básica y el texto se convierta en algo
accesorio o innecesario.

3. Que exista una complementariedad entre el texto y la imagen. En este caso, ambos
aportan parte del significado y de la interacción se enriquece el sentido del mensaje. Los
textos e imágenes que se complementan establecen entre sí diferentes relaciones
significativas: a) Relación de apoyo o anclaje. El texto sirve de apoyo a la imagen: El
texto fija y concreta el significado de la imagen: por un lado contribuye a una correcta
identificación de la realidad representada en la imagen; por otro, ayuda a descodificar
correctamente las connotaciones de la imagen, disminuyendo su polisemia. b) Relación
de parasitismo: Se produce cuando uno de los dos impone su significado, anulando al
otro. c) Relación de simbiosis: Es la de enriquecimiento entre texto e imagen. El texto y
la imagen se aportan mutuamente nuevos significados, tanto connotativos como
denotativos.

4. Que se produzca una contradicción entre la imagen y la palabra. En este caso se


produce un conflicto que crea extrañeza en el lector y lo obliga a detenerse en la
interpretación del mensaje.

8.1. Textos e imágenes periodísticas.


Tanto en las fotografías como en los textos periodísticos el reportero puede adoptar un
punto de vista objetivo y limitarse a dar la información, ya sea de forma verbal o visual;
o puede comentar los hechos añadiendo sus opiniones, tanto a través de la imagen como
a través de los textos que la acompañan.
Es en el fotoperiodismo donde se produce una interacción constante entre la imagen –la
fotografía- y el breve texto- el pie de foto- que la acompaña. Además de las relaciones
significativas de apoyo, parasitismo, simbiosis, conflicto, etc. las imágenes y textos
periodísticos establecen entre sí diferentes relaciones en función del predominio de la
información o la opinión.
A veces la fotografía informa y el pie de foto opina; en ocasiones, opina la fotografía y
el texto es meramente informativo; en otros casos, tanto las fotografías como el texto
informan u opinan.

LA IMAGEN EN MOVIMIENTO

En la sociedad de información, gran parte de los datos que recibimos acerca del mundo
que nos rodea y que contribuyen a crear nuestra imagen de la realidad nos llega a través
de documentos audiovisuales. Son documentos o textos audiovisuales los filmes de la
industria cinematográfica o los mensajes televisivos que de forma ininterrumpida y en
distintos formatos ofrece el medio televisión.

Estos documentos utilizan también un código mixto que relaciona signos de distinto
tipo:
• Signos icónicos: Son las imágenes en movimiento. En ellas reside la gran fuerza
comunicativa de los mensajes audiovisuales.
• Signos lingüísticos: Son las palabras habladas que acompañan a las imágenes en un
documento audiovisual.
• Signos sonoros constituidos por la música, los ruidos, el silencio y los efectos
especiales.

9.1 Las características del discurso televisivo.


• Fragmentación. Los distintos programas pierden autonomía y son dependientes entre
sí. Lo que da unidad a la fragmentación es la publicidad.
• Apertura o falta de cierre. No concluye nunca, es el propio espectador quien
determina la duración del mensaje.
• Espectacularidad. Su ingrediente esencial es el espectáculo.
• Ideología. El discurso televisivo transmite códigos ideológicos tradicionales.
• Incitación al consumo.
• Banalización de contenidos. Con el fin de llegar al mayor número de gente los
mensajes televisivos falsean la realidad y la reducen a estereotipos.
• Predominio de lo emocional sobre lo racional.
9.2. La vía racional y la vía emotiva.
El ser humano tiene dos formas de captación del mundo o de conocimiento: la vía
racional y la vía emotiva. Una enciclopedia, una monografía o un ensayo, utilizan
fundamentalmente la vía racional; en cambio, documentos audiovisuales como una
película o un programa de televisión, utilizan, sobre todo, la vía emotiva.

La vía racional
• Se llega al conocimiento a través de procesos racionales como la inducción y la
deducción.
• En los textos que utilizan la vía racional predomina la argumentación
• Se otorga sentido y valor a las cosas y a las personas basándose en procesos
racionales: persuasión. El receptor queda convencido de algo tras analizar los
argumentos expuestos.

La vía emotiva
• Se llega al conocimiento a través de procesos emotivos como la asociación libre:
Consiste en relacionar dos elementos en función de su similitud o su contigüidad. Se
atribuyen cualidades de un objeto a otro que se le parece o que está al lado de él.
• En los textos que utilizan la vía emotiva predomina la transferencia: se atribuye a
algo una causa o efecto que no le corresponde.
Se atribuye sentido y valor a las cosas en función de elementos emocionales: seducción.
El receptor queda fascinado ante algo y lo acepta de forma inmediata.

9.3. Los receptores como mercancía. La lectura crítica de imágenes en movimiento.


Los principales textos audiovisuales son los filmes y los mensajes televisivos. En el
caso de las películas, el receptor adopta una actitud algo más activa ya que debe elegir
la que desea ver, realizar el acto voluntario de comprar la entrada, desplazarse a la sala
de proyección, etc. Con la televisión no ocurre así. Es la forma más barata de ocio que
ofrece la sociedad de consumo, está en todos los hogares y sus mensajes son un flujo
continuo de imágenes en movimiento que los receptores, en su mayoría, aceptan sin una
selección previa. Por eso en este apartado nos centraremos en la lectura crítica de
mensajes televisivos.
La televisión es un medio que se financia sobre todo a través de la publicidad. Los
fabricantes de productos y servicios buscan insertar sus anuncios en aquellas cadenas
que tengan mayor audiencia. Así, las personas fieles a esa cadena - las audiencias- se
convierten en un bien preciado. Podríamos decir, por tanto, que si los anunciantes
venden productos a los receptores a través de la televisión, ésta vende receptores a los
anunciantes.
Para conseguir aumentar la audiencia, la televisión ofrece imágenes que buscan seducir
al receptor, mantenerlo atento a la pantalla el mayor tiempo posible y provocar en él una
serie de reacciones emocionales que lo lleven a adherirse sin ninguna actitud crítica a
determinados contenidos, ideas, valores, etc.
Para leer críticamente los documentos audiovisuales que la televisión pone a nuestro
alcance conviene, por tanto, estar atento a los propios procesos emocionales y conocer
cómo funcionan los mecanismos de fascinación y seducción en los que basan su eficacia
los mensajes televisivos.

9.4. La fascinación y la seducción.


Los mensajes televisivos utilizan una serie de mecanismos que buscan despertar las más
variadas emociones en el receptor y conseguir adormecer su sentido crítico.
• Creación de modelos: la televisión ofrece en pantalla personajes que se nos parecen
con el fin de provocar una identificación del espectador con el modelo. Son personajes
atractivos a los que se premia tanto narrativamente (al final, por ejemplo, la mujer buena
será premiada casándose con un joven guapo y rico), como formalmente (los planos en
los que aparecen serán siempre favorecedores).
• Creación de contextos: los modelos con los que se desea que nos identifiquemos
aparecen rodeados de objetos, paisajes, personas, etc. de gran atractivo o que poseen
una serie de valores positivos que el receptor atribuirá también al modelo.
• Utilización de mecanismos de seducción y fascinación.
Los mensajes televisivos seleccionan contenidos que seduzcan al receptor explorando
los rincones más oscuros de su psiquismo. De este modo prefieren tanto los temas
ligados a la vida (eros) como el vitalismo, la belleza, la juventud…; como los
relacionados con la muerte (thanatos), tales como la pornografía, las situaciones de
riesgo, la violencia o el "mercado del dolor": esos programas en los que las personas
cuentan sus más íntimas y terribles experiencias.
También buscan la seducción a través de elementos formales como la música, la
apariencia de los protagonistas (la mirada, el gesto, la forma de hablar, el maquillaje), o
el movimiento (locutores que se desplazan, irrupción continua de personas en el plató,
cambios rápidos de planos, etc.)
Los mensajes televisivos persiguen, además, fascinar. Para ello seleccionan aquellos
aspectos de la realidad que interesan y los ofrecen de forma que el receptor quede
deslumbrado y adormecida su racionalidad. En ese momento se produce el predominio
de las emociones y el receptor aplica las características de ese fragmento de la realidad
al todo, reconstruyendo así una nueva –y falsa- realidad.

BIBLIOGRAFÍA

ALONSO, Manuel y MATILLA, Luis: Imágenes en acción. Akal: Madrid, 1990.

BERNABEU MORÓN, Natalia y NICOLÁS VICIOSO, Carmen: Lengua Castellana y


Literatura 1. Bruño: Madrid, 2000

BERNABEU MORÓN, Natalia, NICOLÁS VICIOSO, Carmen y GONZÁLEZ


HERNANDEZ, Olga: Lengua Castellana y Literatura 2. Bruño: Madrid, 2000

FERRÉS, Joan. Televisión y educación. Paidós: Barcelona, 1994.

FERRÉS, Joan. Televisión subliminal. Paidós: Barcelona, 1996.

FERRÉS, Joan. Educar en una cultura del espectáculo. Paidos: Barcelona, 2000.

OBACH, Xavier. El tratamiento de la información y otras fábulas. Anaya-Alauda:


Madrid, 1997.

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