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ACTIVIDAD CALIFICADA – T2 TAREA

Docente: MANUEL STEFAN CASTAÑEDA CRUZADO

Fecha de entrega: 07/05/2023

Grupo: 16

Equipo De Trabajo:

● SANCHEZ CAPCHA YAJAYRA MARLENE - N00198972


● SANCHEZ LACHIRA SABRINA JOHANA - N00276007

● SANCHEZ PATIÑO ERICK YERMAIN - N00279932

● SALDAÑA SILVA CHRIS EDUARDO - N00268709

Lima - 2023

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1. INTRODUCCIÓN
En el presente informe, se desarrollarán los aspectos principales, la normativa, doctrina y
jurisprudencia de la posesión y en su supuesto de precariedad. Conforme a lo mencionado es
congruente y primordial empezar conceptualizando qué es la posesión, ésta se encuentra
debidamente codificada en el código civil: ”La posesión es el ejercicio de hecho de uno o más
poderes inherentes a la propiedad.” (Artículo 896°). De igual manera, (Messineo, 1954) nos
define qué es la posesión:

La posesión, como tal, es una institución antiquísima, referida al poder de hecho que
ejerce el hombre sobre las cosas y, por lo tanto, su idea es indisoluble de la propia idea
de sujeto, en tanto no existe quien no ejerza poder de hecho sobre alguna cosa (p.
202).

En ese sentido, en este ensayo se analizará la posesión precaria desde diferentes perspectivas,
identificamos las diferencias entre posesión legítima e ilegítima, y analizaremos los 6 supuestos
de esta. En definitiva, se trata de un tema que afecta a una gran cantidad de personas en todo el
mundo y que requiere de un enfoque multidisciplinario para su comprensión y solución ,también
se desarrollará los aspectos jurídicos y fácticos desarrollados en la sentencia del IV pleno
casatorio civil, que tiene como materia desarrollar, interpretar y motivar el presente caso bajo el
concepto de desalojo por ocupación precaria entre otros conceptos de los cuales es importante
dilucidar con el fin de poder entender íntegramente el presente caso.

2. DESARROLLO
a) Concepto la “posesión precaria”: normativa, doctrina y jurisprudencia

La posesión precaria, regulada en el artículo 911° del Código Civil, nos indica que es aquella
que se ejerce sin título cuando el que se tenía ha culminado . De esta manera se ha planteado
determinar su naturaleza jurídica, a través de un análisis doctrinario de las fuentes de
información jurídica. Así mismo, se ha llegado a demostrar que la naturaleza jurídica de la
posesión precaria,concibe hasta dos significados: una tenencia, bajo la lógica de la teoría
subjetiva de la posesión,puesto que no es la seguida por nuestro sistema normativo, nos ha
ayudado a comprender su contenido; mientras que, por otro lado, la posesión precaria puede
llegar a ser una posesión ilegítima.

La jurisprudencia ha venido ocupando diversas posiciones sobre la categoría de la posesión


precaria, según cómo se han ido presentando los casos en la práctica forense.así mismo para
asumir una postura constante y jurídicamente bien delimitada de la figura de la posesión
precaria, lo que acarrea el riesgo de sobredimensionar su noción, con el consecuente vaciado
del contenido de otras figuras jurídicas como lo es el poseedor en concepto de dueño, el servidor
de la posesión, el arrendatario con obligación a restituir el bien por vencimiento de plazo y falta
de pago.

A ello se le agrega que el hecho de que la actual definición normativa de la posesión precaria no
se concerta con el derecho romano. Se alude que el término precarium fue acuñado por Ulpiano,
para quien es precario el ocupante que pide a ruegos, y se le concede el bien para que lo use en
tanto que lo consiente el que se lo concedió (Sánchez Palacios Paiva, 2008, pág. 56). Es decir, la
idea de la posesión precaria romana estaba expuesta a la licencia voluntaria de la posesión de

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un bien, por parte de un propietario a una persona, quien presume dicha condición por tolerancia
de un titular, pudiendo éste solicitarles en cualquier instancia .

El código de procedimientos civiles de 1912 que se comenzó a elaborar la jurisprudencia del uso
precario, pero debe tenerse en cuenta que en aquel momento , se encontraba aún vigente el
código civil de 1852 , que en su artículo 452 establecía que posesión es la tenencia o goce de
una cosa o de un derecho, con el ánimo de conservarlo para sí.

La doctrina que estudia la posesión precaria en nuestro país, se encuentra dividida, entre
quienes consideran a la posesión precaria como aquella que se sostiene en una relación
posesoria entre poseedor mediato y poseedor inmediato, a la cual este último ocupa el bien por
título conferido por aquel (Gonzales Barrón, Derechos Reales, 2005), quienes, por cierto, le
atribuyen el mismo contenido o naturaleza de su antecedente, el precarium del derecho romano.
Por otra parte, se encuentran quienes le atribuyen una acepción amplia, que se desliga de su
antecedente histórico romano, para entenderla como aquella posesión del bien sin título alguno,
o cuando el que se tenía ha fenecido o se ha extinguido (Lama More H. , 2010), (Avendaño,
1986), posición de la que participa también la jurisprudencia de la Corte Suprema de nuestro
país, y cuyo contenido es congruente con la definición legal del artículo 911° del Código Civil.
es evidente la necesidad de un estudio dogmático que delimita la noción jurídica de la institución
de la posesión precaria, tomando como base la determinación de su naturaleza jurídica,
partiendo el análisis desde los planteamientos formulados por las teorías jurídicas más
importantes, que han explicado el fenómeno posesorio, como son la teoría subjetiva y objetiva de
la posesión.

b) Se deberá identificar las diferencias con la posesión “legítima e ilegítima”


Recurriendo a Araujo (2019), el nos comenta que “será legítima la posesión del verdadero
propietario, respaldado con buena fe y justo título, mientras que será ilegítima la posesión si el
título que ostenta el poseedor es nulo o defectuoso” (p. 112), aduciendo así a una
conceptualización distintiva de la legitimidad de la posesión. De acuerdo con el autor, la posesión
podía ser de buena y de mala fe, y así también, se debe tener en cuenta que la buena y la mala
fe sólo pueden darse en la posesión ilegítima, mientras que la posesión legítima no es de buena
ni de mala fe; o, en todo caso, la creencia de ser poseedor respecto de su presunta ilegitimidad
no tiene consecuencia jurídica alguna cuando el poseedor es legítimo.

Esto nos lleva a hacer un previo y breve análisis de la posesión legítima e ilegítima, que algunos
autores denominan "justa" e "injusta". La primera aproximación sugiere que la posesión legítima
es la que se conforma con el derecho, mientras que la ilegítima es la contraria al derecho.

Nuestro código civil no ha estatuido una segunda clasificación de la posesión, esta se interpreta
a partir de lo establecido en el artículo 906°, la cual establece que “la posesión ilegítima es de
buena fe cuando el poseedor cree en su legitimidad, por ignorancia o error de hecho o de
derecho sobre el vicio que invalida su título”, así mismo la posesión legítima es la que se
conforma con el derecho, mientras que la ilegítima es la contraria al derecho, siendo así, en esta
norma además de referirse nuevamente a la expresión título, se establece la existencia de la
posesión ilegítima de buena fe, en el artículo siguiente (artículo 907°), consigna hasta cuándo
puede señalarse que existe esta buena fe, es por ello que también podemos interpretar a
contrario que existe una posesión ilegítima de mala fe, cuando no cumple con los requisitos
antes precisados, y que adicionalmente, como contrapartida del concepto de posesión ilegítima.
También puede interpretarse al contrario, la existencia de una posesión legítima, que vendría a
ser la ejercida conforme al derecho vigente.

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c) Se deberá describir los supuestos de la posesión precaria.

De acuerdo a la decisión del IV PLENO CASATORIO CIVIL, dictada por las salas civiles de la
corte suprema de justicia de la república.

Encontramos dos supuestos de la posesión precaria:

1. Ausencia de Título: En el primer caso, podemos asumir a los que se escabullen,


usurpadores, ladrones, salteadores.

2. Título Fenecido: En el segundo caso, indica la ineficacia de la acción estructural o

funcional por la que se transfirió el inmueble

Se configuraron los supuestos de ocupación precaria:

1) “En los casos de liquidación extrajudicial de un contrato, conforme a lo dispuesto por los
artículos 1429 y 1430 del código civil. En estos casos, se da el supuesto de
posesión precaria por haber fenecido el título que habilitaba al demandado para seguir
poseyendo el inmueble”. Es decir, una persona posee un título que ya caducó por decisión
judicial, por ende, sin valor ante la ley.

2) También se hace conocimiento en el artículo 1430° del Código Civil, señala que, “Puede
pactarse expresamente que cuando una de las partes no cumpla con una determinada
disposición, se dará por terminado el contrato y se determinarán con precisión los costos”.

3) Si en el proceso de evicción, el juez de instrucción, con base en el análisis de los hechos y la


valoración de las pruebas aportadas por las partes, determina que el título del gravamen es
expresa y explícitamente nulo, en los términos previstos en el artículo 220 del Código Civil, sólo
analizará la situación anterior al leer la sentencia y declarará fundada o infundada la solicitud de
expulsión por ocupación precaria". Esta teoría conduce a una solicitud de expulsión, el juez debe
analizar los hechos y prueba aportada por las partes y debe advertir invalidez total de la
posesión, transformándose así en posesión precaria para el demandado.

4) Si el demandado alega que ha realizado edificaciones o mejoras al inmueble en relación con


el desalojo, no justifica que se declare la improcedencia de la demanda, bajo el sustento
de que previamente deben ser deben ser discutidos dichos derechos en otro proceso, en
este supuesto se entiende que cuando el arrendatario realiza edificaciones o alteraciones para
mejorar el inmueble del arrendador la demanda no se detendrá, si es por desalojo se podrá
expulsar al poseedor precario pero lo único que se interpondrá es que el demandado quiere
compensación por edificios o cambios de propiedad

5) En el artículo 601° del Código Procesal Civil, prescribe: “La prohibición de la demanda se
establece un año después de concurridas las circunstancias de hecho en que se funda
la demanda. No obstante, vencido este plazo, el reclamante podrá ejercitar su posesión en un
proceso notificado”

d) Finalmente analizar y explicar si se encuentran conformes o discrepan con


los fundamentos del IV pleno casatorio civil.

Demostrar la incidencia de manera directa de dicha infracción sobre la decisión impugnada, para
que en su defecto demostrar si el pedido casatorio es anulatorio o revocatorio.

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En los fundamentos se alega la infracción normativa de naturaleza procesal sustentado en
ambos puntos.

En el primer punto nos informó que existe una infracción haciendo referencia al artículo 122
inciso 3 del código procesal civil, ya que en el presente caso se da la demanda de desalojo por
ocupación precaria, se planteó haciendo uso de normas referidas al arrendamiento,
pero este error no fue corregido, sino que se incrementa el artículo 1697° del Código civil en
el cual estipula las causales de resolución dentro de un contrato de arrendamiento,
puesto que el caso gira en torno al desalojo por ocupación precaria del bien inmueble, dando a
conocer que la sentencia no se encuentra debidamente motivada con lo tipificado en el artículo
122 inciso 3 del código procesal civil, porque en la demanda se invocan artículos ajenos al
petitorio, en tal caso el juez aplica el principio del IURA NOVIT CURIA contenido en el artículo vii
del título preliminar del código civil, en el cual tipifica que los jueces están en la obligación de
aplicar la norma jurídica que sea pertinente, a pesar de que no haya sido invocada en la
demanda. Además, se debió aplicar el artículo 2 del numeral 16 de nuestra carta magna
estipulando el derecho a la propiedad, en los artículos 896, 923 y 950 referidos al código civil,
nos dan a conocer las definiciones sobre la posesión, la propiedad y la prescripción
adquisitiva (los requisitos de la usucapión del bien inmueble).

En el segundo punto la infracción en la cual se incurre es la observancia del debido proceso y


también la tutela jurisdiccional de manera efectiva tipificado en el artículo 139 inciso 3 de la
Constitución Política del Perú, alegando que, durante el desarrollo de todo el proceso judicial, no
se respetó el derecho de las partes e incluso no se cumplió los plazos respectivos para la
excepción de la falta de legitimación para obrar, dándose ciertas omisiones ninguna de las dos
instancias habían resuelto este punto de controversia dentro de la litis, que atenta contra el
derecho al debido proceso en todas las resoluciones judiciales ratificado en artículo 122 Inciso 4
del código procesal civil.

3. CONCLUSIONES:
a) La posesión es un derecho contemplado en el código civil, y se deriva en tipos de posesión
de acuerdo a su legitimidad y la buena o mala fe ante la ausencia del supuesto anterior; en
resumen, existe la posesión legítima y la ilegítima, esta última puede gozar de buena o mala
fe.

b) La posesión precaria es una condición de la posesión contemplada en el artículo 911° código


civil, en la que alberga dos supuestos donde se concibe dicha falencia de ese derecho: la
ausencia del título o cuando este haya fenecido.

c) La emisión del Cuarto Pleno Casatorio Civil, al margen de los sólidos cuestionamientos
formulados, debe ser bienvenida por la comunidad jurídica debido a que despierta el interés
en diferentes ámbitos que muchas veces son abandonados o ignorados en el quehacer
jurisdiccional, como la historia y el derecho comparado. Culmino el presente artículo
esperando haber contribuido a motivar una actitud de constante reflexión y revisión crítica de
toda decisión jurisdiccional, pues no solo es nuestro derecho sino además un deber en tanto
la participación en los asuntos de trascendencia nacional, como todo aquel problema elegido
para generar un Pleno Casatorio Civil, contribuirá a tener mejores productos jurídicos en
beneficio de nuestra sociedad.

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4. BIBLIOGRAFÍA:

Messineo, F. (1954). Manual de derecho civil y comercial. Ediciones Jurídicas Europa-América.

Araujo Zelada, H. (2019). Naturaleza jurídica de la posesión precaria en el derecho civil peruano
[Maestría, Universidad Nacional de Cajamarca].
https://repositorio.unc.edu.pe/bitstream/handle/20.500.14074/2780/TESIS%20MAESTRIA
%20-HUMBERTO%20ARAUJO%20ZELADA.pdf?sequence=1&isAllowed=y

IV Pleno casatorio supremo civil, Casación 2195-2011-Ucayali (Corte Suprema de Justicia del
Perú 13 de Agosto de 2012).
https://www.pj.gob.pe/wps/wcm/connect/d1c41b8040df529d98909f2cc2f7ec15/Cuarto%2
BPleno%2BCasatorio.pdf?MOD=AJPERES&CACHEID=d1c41b8040df529d98909f2cc2f7e
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AVENDAÑO VALDEZ, Jorge. (2017). Derechos reales. Tercera reimpresión. Perú: Pontificia
Universidad Católica del Perú.

LAMA MORE, Héctor Enrique (2013). «Corte Suprema fija importante precedente vinculante
sobre el precario», Gaceta Civil & Procesal Civil I, (3), pp. 21-41.

GONZALES BARRÓN, Gunther (2015). Los derechos reales y su inscripción registral. Segunda
Edición. Perú: Gaceta Jurídica S.A.

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