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El documento discute los riesgos de la automedicación con medicamentos para la salud mental en comparación con la terapia. La automedicación con ansiolíticos y antidepresivos obtenidos sin receta médica puede conducir a dependencia, efectos secundarios y empeorar los problemas subyacentes sin un diagnóstico o supervisión adecuados. En contraste, la terapia psicológica permite enfrentar los problemas directamente para aprender a manejarlos en lugar de simplemente ocultarlos con medicamentos.
El documento discute los riesgos de la automedicación con medicamentos para la salud mental en comparación con la terapia. La automedicación con ansiolíticos y antidepresivos obtenidos sin receta médica puede conducir a dependencia, efectos secundarios y empeorar los problemas subyacentes sin un diagnóstico o supervisión adecuados. En contraste, la terapia psicológica permite enfrentar los problemas directamente para aprender a manejarlos en lugar de simplemente ocultarlos con medicamentos.
El documento discute los riesgos de la automedicación con medicamentos para la salud mental en comparación con la terapia. La automedicación con ansiolíticos y antidepresivos obtenidos sin receta médica puede conducir a dependencia, efectos secundarios y empeorar los problemas subyacentes sin un diagnóstico o supervisión adecuados. En contraste, la terapia psicológica permite enfrentar los problemas directamente para aprender a manejarlos en lugar de simplemente ocultarlos con medicamentos.
El internet es uno de los medios de comunicación más efectivos para
brindarnos cualquier información que deseemos al instante. Y es que es por este medio que muchas personas buscan un médico gratuito que les diga de que padecen y como deben tratarse. Esto de por sí, es un gran problema. Pero la situación empeora cuando la “enfermedad” por la que se consulta es alguna condición relacionada con la salud mental. Muchas veces las personas encuentran en este medio diagnósticos de depresión y ansiedad con una facilidad absurda, y es ahí cuando se encuentran las alternativas mágicas para tratar estas condiciones. Ansiolíticos y antidepresivos al alcance de una pequeña propina en la farmacia. Por que no es un secreto para nadie que en muchas droguerías de barrio no se piden prescripción para estos medicamentos. Las personas que optan por empezar a tomar estos medicamentos no entienden el bucle en el que acaban de entrar. Muchas veces, sin seguridad de su diagnóstico comienzan a tratar un problema de la forma más radical y a la vez la más peligrosa. No comprenden los riesgos que conllevan muchos de esos medicamentos. Por un lado, están las posibles reacciones adversas que puede haber con otros fármacos, y luego tenemos a todos los efectos secundarios. Aquí la lista puede ser larga dependiendo el medicamento, pero pueden incluir somnolencia, dolor de cabeza y hasta estreñimiento por decir algunos. Adicional a esto, nos topamos con la dependencia y la tolerancia de estos medicamentos. Con el tiempo la dosis ingerida parece ser insuficiente, y luego no se puede considerar la vida sin estos medicamentos. Y todo esto ocurre al ser medicamentos con ninguna observación ni vigilancia médica. Y es que la verdad en muchas ocasiones los medicamentos para tratar alguna condición psicológica son la última opción, y solamente se recurre a ella con ayuda de un psiquiatra debido a alguna condición biológica que lo requiera. Pero no se deja de lado una terapia psicológica, donde realmente se trabajan los problemas como la ansiedad, la depresión, el estrés, etc. Es en este espacio donde el problema no es simplemente escondido debajo de una cama de medicamentos, sino que se enfrente a ese monstruo al que muchos temen para aprender a convivir con el o abrirle la puerta para que se retire de nuestra casa.