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POLÍTICA Y CIENCIA POLÍTICA:

UNA INTRODUCCIÓN

Michael J. Sodaro
Universidad George Washington

Elisa Chuliá (capítulo 2)


UNED

Fernando Jiménez (capítulo 15)


Universidad de Murcia

José Ignacio Torreblanca (capítulos 4, 16 y 17)


UNED

Secciones añadidas
Héctor Cebolla Boado, Instituto Juan March, Madrid; Nuffield College, Oxford (sección 6 del capítulo 12)
Antonia Ruiz Jiménez, UNED (secciones 4 y 5 del capítulo 7 y sección 5 del capítulo 13)

Adaptación, ampliación y revisión técnica


Paloma Aguilar, Elisa Chuliá, Miguel Herrero, Ana Poyal, Antonia Ruiz Jiménez y José Ignacio Torreblanca
(Departamento de Ciencia Política y de la Administración de la UNED)

Traducción
Maite Casado Rodríguez

MADRID • BOGOTÁ • BUENOS AIRES • CARACAS • GUATEMALA • LISBOA • MÉXICO


NUEVA YORK • PANAMÁ • SANTIAGO • SAO PAULO
AUCKLAND • HAMBURGO • LONDRES • MILÁN • MONTREAL • NUEVA DELHI • PARIS
SAN FRANCISCO • SIDNEY • SINGAPUR • ST. LOUIS ·TOKIO • TORONTO
POLÍTICA Y CIENCIA POLÍTICA: UNA INTRODUCCIÓN
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DERECHOS RESERVADOS © 2006, respecto a la primera edición en español, por


McGRAW-HILLIINTERAMERICANA DE ESPAÑA, S. A. U.
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Basauri, 17
28023 Aravaca (Madrid)

Traducido y adaptado de la segunda edición en inglés de


Comparative.Politics. A Global introduction
Copyright© The McGraw-Hill Companies, Inc, 2004
ISBN: 0-07-286798-1

ISBN: 84-481-4374-4
Depósito Legal: M. 27.971-2006

Editor: José Manuel Cejudo


Diseflo de Cubierta: Kristy Goddard
Composición: Gesbiblo, S. L.
Impreso en: Femández Ciudad, S. L.

lMPRESO EN ESPAÑA-PRINTED IN SPAIN


CAPÍTULO 12

LA CULTURA POLÍTICA

En este cap{tulo se aborda una cuestión de la que A pesar de que en los países occidentales existe, por
la ciencia política se ha ocupado extensamente desde lo general, una separación formal entre el Estado y la
los años 70 del siglo XX: ¿cómo inciden las actitudes, iglesia, en Estados Unidos, por ejemplo, la religiosidad
disposiciones y opiniones de los ciudadanos sobre la impregna el lenguaje político, especialmente en los
polftica en la naturaleza y el funcionamiento de las actos de afirmación patriótica. Los líderes políticos
instituciones políticas? Tras definir el concepto de cul- estadounidenses invocan rutinariamente a Dios en
tura política y exponer algunas de sus aplicaciones, as{ sus discursos políticos y piden a los ciudadanos que
como reflexionar sobre los factores que pueden impul-
recen en momentos de crisis nacional. Es sintomático
sar los cambios de valores polfticos, se presta especial
que, en un país donde coexisten múltiples creencias
atención al islam, en tanto factor condicionante de la
cultura polftica de muchas sociedades musulmanas. de todo tipo, el agnosticismo apenas sea reivindicado
Finalmente, el ejercicio de comprobación de hipótesis públicamente. Hoy por hoy resulta impensable que
aporta argumentos para dilucidar hasta qué punto la un político pueda acceder a la presidencia de Estados
cultura política representa una variable relevante en la Unidos con un discurso claramente aconfesional.
explicación de algunos de los fenómenos que estudia la Como se desprende de los datos incluidos en la Tabla
ciencia política. 12.1, esta penetración de la religión en la política se
asienta sobre unas actitudes sociales muy extendidas.
1. DEFINICIÓN DE CULTURA POLÍTICA Frente a la importancia de la religión en la con-
formación de los valores políticos de la sociedad
El concepto de cultura política comprende el sis- estadounidense, uno de los valores fundamentales
tema de valores, reglas morales, creencias, expec- de la cultura política francesa consiste en la afirma-
tativas y actitudes compartidas por los miembros ción del laicismo como ingrediente propio e irrenun-
de una sociedad con relación al sistema político y ciable de la cultura política francesa. Ya no se trata
al contexto social. Más concretamente, la cultura sólo de la clara separación entre el Estado y la iglesia,
política refleja el modo en que las personas piensan sino también de la reivindicación de la ausencia de la
y perciben la vida política. Consiste en una serie de religión en la esfera pública.
actitudes hacia la autoridad, el gobierno y la socie- En un sentido similar, suele hablarse de la actitud
dad ampliamente compartidas por la población de hacia la pena de muerte como profundamente repre-
un país. En algunos casos, las ideas en las que se sentativa de las diferencias entre la cultura política
basa la democracia - como la libertad individual, la vigente en Europa y en Estados Unidos. Mientras que
igualdad, la tolerancia y el bienestar social- son la la pena de muerte ha sido abolida en el primer caso,
fuente principal de los valores políticos. En otros aún es legal y se practica en varios Estados del segun-
casos, la religión constituye una importante fuente do, con un respaldo popular bastante amplio.
de valores; incluso, de forma muy similar al patrio- Las confesiones cristianas, como el catolicismo, el
tismo, puede constituir en sí misma un valor político. protestantismo y la ortodoxia oriental, han intervenido

209
210 Política y ciencia política: Una introducción

TABLA 12.1
h'titudl's rdigiosas 1..'11 algunas dl'mocnu:ias, IYYH

(Porcentaje de encuestados que Estados Alemania Alemania


cree en...) Unidos Reino Unido Francia Occidental Orientar
Dios 92 68 52 62 26
La vida después de la muerte 81 59 51 55 15
El cielo 86 53 33 46 22
El infierno 74 32 20 36 11
Los milagros 79 38 37 62 38

·Comprende los Estados federados o Lander que antes de 1990 formaban parte del territorio de la República Democrática Alemana.
Fuente: Internacional Social Survey Program , Religión U, 1998. Acceso a través del Consorcio Interuniversitario para la Investigación
Social y Polftica (www.icpsr.umich.edu)

en la formación de los valores sociales y políticos de y en la aplicación de la ley. Además de los valores y
varios países, apoyando la democracia en algunos ca- las normas, otra parte esencial de la cultura política
sos y, en otros, propiciando regímenes no democráti- son las creencias generales sobre la naturaleza de la
cos. De igual modo, el confucianismo (una tradición política. Las personas que pertenecen a una deter-
filosófica-moral que funciona como una religión) ha minada cultura, por ejemplo, pueden percibir que su
ejercido una profunda influencia en los valores de sistema político es, en esencia, transparente y accesi-
países como China, Taiwán y Singapur. Es la fuente ble, con funcionarios que comparten la información
principal de lo que algunos han calificado de "valo- con el público y toman decisiones de acuerdo con los
res asiáticos", que acentúan el respeto a la autoridad deseos de éste. Desde esta perspectiva, en el juego de
y las responsabilidades del individuo para con la la política todos tienen opciones de ganar algo, y los
comunidad, y perciben las nociones occidentales del que hoy pierden pueden ganar mañana. En cambio,
individualismo y de la libertad de expresión como desde una cultura política diferente, las personas
graves amenazas para la armonía social y el orden pueden percibir la política en términos conspirati-
político. Quizás no sorprenda que los apologistas vos, como un ámbito opaco del que nada se sabe, o
de los regímenes no democráticos de esa parte del como el coto vedado de elites distantes que exigen
mundo hayan afirmado que los "valores asiáticos" obediencia y juegan al favoritismo. Desde este punto
son incompatibles con la democracia. de vista, la política se organiza como un juego de
El islam ha influido igualmente en la cultura polí- suma cero en el que los ganadores lo obtienen todo
tica de muchas sociedades de Oriente Medio, África y a expensas de los perdedores. Probablemente, estas
varios países de Asia, con importantes implicaciones creencias posean algún tipo de fundamento real, es
políticas y sociales para el papel de la mujer y la res- decir, se nutran de las experiencias de los gobernados
ponsabilidad del Estado en la aplicación de la ley y sobre el funcionamiento actual de la política; pero
las costumbres islámicas. Asimismo, el hinduismo en quizá también se hayan ido generando en períodos
India y el shintoismo en Japón han marcado mucho políticos previos y persistan, aun cuando se ajusten
la forma en que los pueblos de esos países perciben mal a la realidad política del momento.
la política. El nacionalismo puede ser también una La confianza en el gobierno es también un ele-
fuente de valores políticos, pues conlleva una serie mento central del sistema de creencias políticas de
de vínculos afectivos con el país o pueblo propios que un país. ¿Se puede confiar en que las personas que
van desde el patriotismo sosegado hasta el hiperna- dirigen las instituciones políticas de un país son
cionalismo militante (véase el Capítulo 13). éticas, fiables, justas y actúan en interés de los ciu-
Muy relacionadas con los valores políticos y so- dadanos más que en el suyo propio? Como veremos
ciales, las normas sociales definen lo que está bien más adelante en este mismo capítulo, la confianza
y mal en el comportamiento de los funcionarios pú- está disminuyendo en la mayoría de las democracias
blicos, en el contenido de las políticas del gobierno consolidadas del mundo.
Capítulo 12 1 La cultura poUtica 211

Las creencias sobre la política influyen en las expec- comunidades autónomas se ha puesto de manifiesto,
tativas de la gente sobre cómo funciona su sistema po- entre otras cosas, en la emergencia de un sistema de
lítico. En las democracias más consolidadas, la gente partidos propio y diferente del predominante en el
espera que se celebren elecciones regularmente, y no resto del territorio español. Dichas subculturas se
que los militares usurpen el poder. En otros países, caracterizan, en términos muy generales, por una
sin embargo, las expectativas del público pueden conciencia muy acusada sobre particularidades
ser muy diferentes. En algunas culturas políticas, la lingüísticas, históricas y culturales en función de las
sociedad alberga la expectativa general de que los cuales amplios sectores de la ciudadanía se comportan
políticos y otras elites (por ejemplo, los directivos de políticamente de un modo diferente al resto de los
las empresas) se atengan estrictamente a la ley en sus españoles, por ejemplo, apoyando a partidos que
comportamientos públicos y privados, y que, si no lo reclaman al Estado español mayor autogobierno o
hacen, sufran graves consecuencias. En cambio, en incluso el derecho de autodeterminación.
otras, la gente cree que los poderosos hacen siempre
lo que quieren y consiguen imponer su voluntad. 2 . SOCIALIZACIÓN POLÍTICA Y PSICOLOGÍA
En definitiva, el término "cultura política" se refie-
re a una combinación de elementos que, en conjunto, La cultura política está compuesta por una serie de
modulan las actitudes de los ciudadanos hacia la po- valores y actitudes esencialmente aprendidos y trans-
lítica. Aunque algunos consideran la cultura política mitidos mediante el llamado proceso de socialización
como un concepto vago porque se refiere a muchas y política. La socialización política es el proceso me-
variadas percepciones y emociones, muchos politólo- diante el cual los individuos aprenden comportamien-
gos sostienen que este término denota un fenómeno tos políticos e interiorizan los valores y las actitudes
real de la psicología social susceptible de verificación hacia la política predominantes en su entorno. La
empírica mediante estudios de opinión pública. familia es el agente primario de socialización. Entre
Muchos países tienen una cultura política dominan- otros agentes secundarios de socialización están las
te, una serie de actitudes ampliamente compartidas escuelas, los lugares de trabajo, las fuentes de produc-
por las elites políticas y el grueso de la población. Es- ción informativa y cultural (medios de comunicación,
tas actitudes prevalecientes o dominantes atraviesan a cine, literatura, etc.), las asociaciones socioculturales
menudo las fronteras de las clases sociales, los grupos y las iglesias.
étnicos y otros estratos sociales; es decir, son compar- Las actitudes de los ciudadanos reflejan ciertamen-
tidas por gente con distinto estatus socioeconómico, te percepciones individuales. Pero, al mismo tiempo,
distinta religión o distinta identidad nacional. estas actitudes individuales están profundamente in-
Casi todos los países integran también una o más fluidas por las orientaciones culturales de la sociedad
subculturas políticas. Una subcultura política es una en la que estos individuos viven. Cómo interactúan las
cultura política que se desvía de la cultura dominante actitudes y disposiciones individuales con la cultura
en aspectos cruciales. Este concepto fue acuñado política es una cuestión compleja, a la que resulta difí-
por Ralph Linton, antropólogo estadounidense cil dar respuesta mediante una única teoría sencilla y
que pretendía subrayar la heterogeneidad cultural elegante. Como hemos visto en capítulos anteriores,
de las grandes sociedades. Con mucha frecuencia aunque los teóricos de la elección racional se cen-
se ha estudiado la subcultura de los jóvenes, muy tran en los incentivos y costes que estructuran las
especialmente en los países anglosajones. En otros decisiones de los individuos, algunos "culturalistas"
casos, como en Italia, durante mucho tiempo se habló acentúan la influencia de la cultura política como
de la existencia de dos subculturas fundamentales: una variable independiente que moldea la conducta.
la bianca o católica, predominante en el norte, y la Y los psicólogos han proporcionado algunos estudios
rossa o socialista, representativa de las regiones sobre procesos cognitivos que se alejan de los supues-
centrales del país (Toscana, Umbría y Emilia- tos de racionalidad pura. En efecto, las percepciones
Romaña, aunque esta última, en rigor, no pertenece y actitudes de los individuos y la sociedad pueden, en
al centro). En la España actual se suele considerar ocasiones, tomar caminos aparentemente irraciona-
que las subculturas políticas más importantes son las les, con consecuencias políticas perturbadoras.
nacionalistas, fundamentalmente la vasca y la catalana. En el libro The a.uthoritarian personality (1950) (La
La relevancia de la ideología nacionalista en estas dos personalidad autoritaria), Theodor Adorno y otros
212 Política y ciencia politica: Una introducción

científicos sociales investigaron los factores de la per- sobre todo, por el amor a la libertad, una actitud
sonalidad que hacían que ciertos tipos de personas que, según él, habían propagado las religiones pro-
fuesen particularmente receptivos a la propaganda testante y católica a través del sistema educativo y la
racista o fascista. La adhesión incondicional a los familia, ámbitos en los cuales las mujeres asumían
valores convencionales, una tolerancia baja con la el protagonismo. Además, Tocqueville creía que las
ambigüedad o la incertidumbre, la confianza en la experiencias de cooperación social y gobierno a es-
superstición en lugar de en la lógica científica y la cala local habían ayudado a los estadounidenses a
credulidad a expensas del juicio crítico independien- percibir apropiadamente la naturaleza y el funciona-
te, surgieron como principales características de la miento de la vida política.
"personalidad antidemocrática". En otro famoso De hecho, Tocqueville consideraba que estas acti-
estudio, The theory of cognitive dissonance (1957) (La tudes eran incluso más importantes para·explicar el
teoría de la disonancia cognitiva), Leon Festinger des- éxito de la democracia estadounidense que la Consti-
cribe experimentos de acuerdo con los cuales muchas tución u otros pilares legales del sistema de gobierno
personas, cuando se enfrentan a una información de Estados Unidos. "Las leyes son siempre inestables
contraria a sus opiniones, preferencias o inclinacio- cuando carecen del apoyo de las costumbres", escri-
nes más fuertes, encuentran maneras bien de ignorar, bió. "Las costumbres son el único poder resistente y
bien de justificar los mensajes "incongruentes" con sus duradero en una nación". Tocqueville quiso decir con
disposiciones previas, en lugar de cambiar éstas para claridad que sin las actitudes y los hábitos apropiados
ajustarlas a los hechos que tienen ante sus ojos. Del por parte de la población, incluso las instituciones
mismo modo, evitan información de la que sospechan democráticas mejor concebidas tendrían inevitable-
que no encaja con sus creencias más arraigadas. mente unos cimientos poco firmes.
El sociólogo alemán Max Weber (1864-1920) tam-
3. ESTUDIOS SOBRE CULTURA POLÍTICA bién destacó por sus minuciosas investigaciones acer-
ca de la cultura política. Creía que las instituciones
El conct::pto de cultura política (o, con anterioridad políticas y económicas no podfan concebirse úni-
a su aparición, los conceptos que hacían referencia camente en sus propios términos. Según Weber, las
a ese mismo fenómeno) tiene una larga tradición. actitudes culturales derivadas de fuentes no políticas,
Tanto Platón como Aristóteles concedían mucha como la religión, la familia y las reglas de la lógica,
importancia a las actitudes básicas de las personas podían ejercer también una profunda influencia en la
sobre la autoridad, al modo en que debían conducirse realidad económica y política. En La ética protestante
las relaciones sociales y al papel que debía represen- y el espíritu del capitalismo (1905) planteó por qué,
tar el gobierno en la vida de la gente. Mantenían que en la economía alemana de principios del siglo XX,
algunas de estas actitudes culturales favorecían la los protestantes se encontraban en una posición más
democracia, mientras que otras eran incompatibles ventajosa que los católicos, ocupando las posiciones
con el gobierno democrático. ejecutivas más importantes de las empresas. Su res-
Alexis de Tocqueville (1805-1859) puso los valores puesta fue que, tradicionalmente, el protestantismo
y las actitudes culturales en el frontispicio de su fa- y el catolicismo habían tratado de forma diferente
moso análisis de la democracia en América. En lugar el ascetismo religioso (la vida austera). Mientras
de nuestro término contemporáneo "cultura política", que Martín Lutero (1483-1546), principal impulsor
Tocqueville utilizaba el de "costumbres" (mores), un de la Reforma protestante, otorgaba gran valor a la
término genérico que alude a los hábitos y comporta- implicación personal en las actividades mundanas y
mientos ampliamente compartidos por una sociedad. al afán de ahorro como medios para aumentar la ri-
Definía las costumbres como "el estado moral e in- queza propia, la doctrina medieval católica predicaba
telectual íntegro de una persona" y sentía un interés la retirada del mundo del comercio y de la política
especial por las costumbres políticas, esos "hábitos para adorar a Dios en los monasterios. Si bien estos
del corazón" y "hábitos mentales" que intervenían en ideales ascéticos se desvanecieron con el tiempo,
la formación del comportamiento político de los es- generaron actitudes colectivas y perdurables hacia
tadounidenses. Tal y como expuso en La democracia el comportamiento económico. En consecuencia, el
en América (1835-1840), las costumbres políticas de protestantismo fomentaba más que el catolicismo la
los ciudadanos de Estados Unidos se caracterizaban, actividad empresarial y la acumulación de riqueza.
Capitulo 12 1 La cultura política 213

Gabriel Almond y Sydney Verba publicaron en 1963 no exige que todos sean participantes políticamente
un original estudio sobre la cultura cívica, una forma activos. Demasiados activistas, argumentaban estos
específica de cultura política supuestamente favorable autores, podían desestabilizar el sistema político. La
al funcionamiento de los regímenes democráticos. En democracia ganaba seguramente en estabilidad si,
el libro The civic culture (La cultura cívica) se examina además de con activistas políticos, contaba también
la cultura política, y más específicamente la cívica, en con súbditos y provincianos no demasiado exigen-
cinco países (Estados Unidos, Gran Bretaña, la Repú- tes, que aceptaran tranquilamente las instituciones
blica Federal de Alemania, Italia y México). Basándose políticas existentes. De acuerdo con la investigación
en las respuestas de los ciudadanos a varias preguntas de Almond y Verba, los países que más se aproxima-
sobre la política, los autores concluyeron que las po- ban a esa combinación ideal eran Estados Unidos y
blaciones de cada uno de estos países podían dividirse Gran Bretaña.
en tres grupos: Igual que Tocqueville, Almond y Verba afirmaron
que el éxito de la democracia requería algo más que
1. Los "participantes" están informados sobre las instituciones políticas y leyes democráticas; tam-
cuestiones políticas y tienen percepciones positi- bién requería una cultura política compatible. "Si
vas sobre su sistema de gobierno, considerándolo un sistema democrático no dispone del apoyo de la
legítimo y merecedor de apoyo. Votan regular- cultura política", escribieron, "las probabilidades de
mente e incluso se implican en otras formas de éxito de ese sistema son mínimas". Por el contrario,
actividad política. según las tesis de estos autores, las dictaduras se
2. Los "súbditos" disponen de menos conocimientos asientan en una base cultural de actitudes de súbdi-
de lo que ocurre en política. Apenas se sienten or- tos y provincianos. En esos países, los participantes
gullosos de sus instituciones políticas, raramente políticamente activos constituyen una pequeña mi-
votan y confían poco en su capacidad para influir noría, formada exclusivamente por la elite dirigente
en el gobierno, pero acatan la ley y respetan a las y sus más claros oponentes. Así, los politólogos que
autoridades gobernantes. subrayan la importancia de la cultura política como
3. Los "provincianos" prácticamente no saben nada de factor explicativo de los fenómenos por los que se
política, especialmente a escala nacional. Su mun- interesa la ciencia política sostienen que las dicta-
do se limita a su entorno más inmediato: pueblo, duras no se sirven exclusivamente de la fuerza para
barrio o parroquia. Se sienten distanciados de su gobernar. Se mantienen en el poder en parte debido
gobierno, son apáticos y tienen muy poca confianza a que grandes segmentos de la población comparten
en su capacidad para obtener ayuda de los emplea- ciertas actitudes y creencias que respaldan, o cuan-
dos públicos o para provocar un cambio político. do menos no cuestionan, el gobierno dictatorial.
Aunque algunos estudiosos han puesto en cuestión
Almond y Verba concluyeron que todos los países los supuestos y las conclusiones de la obra de Almond
investigados tenían una mezcla de ciudadanos par- y Verba, otros han suscrito su afirmación básica de
ticipantes, súbditos y provincianos. Sin embargo, los que las actitudes y percepciones importan a la hora
países diferían en función de la cantidad relativa de de explicar por qué algunos países tienen democra-
cada categoría en proporción a su población total. cias estables y otros no. En torno a este argumento
Cuando se realizó el estudio, a finales de los años aportaremos algunos ejemplos al final de este capítu-
50, Estados Unidos arrojaba elevadas proporciones lo, en el ejercicio de comprobación de hipótesis.
de participantes y súbditos; México e Italia, grandes
proporciones de súbditos y provincianos, mientras 4. DIMENSIONES DEL CONCEPTO DE
que Gran Bretaña y Alemania se situaban en una CULTURA POLÍTICA
zona intermedia.
Almond y Verba formularon la hipótesis de que la Para comprender mejor el concepto de cultura polí-
democracia debía ser más estable en los países que dis- tica, consideremos algunos patrones de actitudes y
&utaban de lo que ellos denominaron "cultura cívica", valores sobre la vida social y política que se pueden
es decir, una combinación de cantidades significativas encontrar en diferentes países y que nos indican el tipo
de participantes y súbditos, y una cantidad pequeña de y el grado de cultura política de la que participan sus
provincianos. Desde su punto de vista, la democracia ciudadanos. Dividamos estos patrones de actitudes
214 PoUtica y ciencia polltica: Una introducción

en tres categorías: (1) actitudes hacia la autoridad, (2) denunciar públicamente a los gobernantes o intentar
actitudes hacia la sociedad y (3) actitudes hacia la po- desestabilizar al gobierno, con violencia o sin ella. Las
lítica, especialmente hacia el Estado. Dentro de cada culturas políticas muy tradicionales se caracterizan
categoría examinaremos las dicotomías específicas por tener un elevado número de ciudadanos respe-
que forman los extremos de las posibles actitudes que tuosos y sumisos. Las democracias prosperan con
pueden tener las personas. Debemos reconocer, sin una ciudadanía interactiva, aunque algunas personas
embargo, que muchas personas, quizás la mayoría, puedan sentirse alienadas. Cualquier país con una
no comparten estas actitudes extremas, sino que se cantidad elevada de rebeldes probablemente experi-
sitúan en algún punto intermedio entre ambos polos. mente alteraciones del orden público, enfrentamientos
Así, vamos a definir las diversas actitudes hacia un violentos o incluso guerras civiles.
objeto dado (como el gobierno) en función de un con-
tinuum, una escala lineal entre un extremo polar y el 4.2. Actitudes hacia la sociedad
otro. En cualquier caso, es preciso tener en cuenta que
los ejemplos específicos que figuran a continuación Las actitudes hacia la sociedad pueden describirse a
constituyen tan sólo una propuesta de tipos ideales partir del continuum configurado por la dicotomía
entre otras muchas posibles. "consenso-conflicto". En un extremo encontramos a las
personas con actitudes muy cooperativas hacia otros
4.1. Actitudes hada la autoridad individuos y grupos sociales. Exhiben niveles altos de
tolerancia, confianza interpersonal y disposición al
Una posible dicotomía que describe las actitudes hacia compromiso. En el otro extremo hallamos actitudes
la autoridad es la de "sumiso-rebelde". En un extremo, muy conflictivas hacia otros individuos y grupos
las personas pueden mostrarse muy sumisas con la au- sociales, definidas por niveles bajos de tolerancia,
toridad (en su familia o en la comunidad política). Con confianza interpersonal y propensión al compromiso.
cierta frecuencia, esta actitud está teñida de fatalismo Otra dicotomía posible para recoger las actitu-
y resignación. En el otro extremo se sitúan las perso- des de las personas hacia otras personas es la de
nas que rechazan la autoridad e intentan rebelarse "colectivismo-individualismo". En un extremo, los
contra ella. Pero hay varias situaciones intermedias. individualistas más radicales tienen la mentalidad de
Sin ser demasiado sumisas, las personas pueden ser "cada uno se ocupa de sí mismo". Los defensores del
respetuosas hacia la autoridad, como los "súbditos" individualismo económico rechazan la intervención
del análisis de Almond y Verba. Estas personas respe- del gobierno en la provisión de servicios de bienestar
tan voluntariamente la autoridad, pero no pretenden y confían fundamentalmente en sí mismos y su en-
entablar una relación directa con ella. Las personas torno más inmediato para salir adelante en la vida.
pueden ser interactivas con la autoridad, aspirando a Esperan, además, que el resto de los miembros de la
participar en la toma de decisiones que afectan a su sociedad se comporte igual que ellos. Por otra parte,
vida. Esta actitud interactiva es caracteristica de los los defensores de lo que podemos llamar "individua-
"participantes" de Almond y Verba. lismo expresivo" creen que todos los individuos deben
También nos encontramos con personas que se sien- tener derecho a decir lo que quieran y a vivir como
ten alienadas respecto a la autoridad. Estas personas les plazca, con poca consideración hacia el conjunto
están demasiado descontentas como para mostrarse de la sociedad. Apoyen el individualismo económico
sumisas o respetuosas, y son, por lo general, bastante o el expresivo, los individualistas radicales sitúan al
cínicas respecto a las pautas de autoridad bajo las que individuo en el centro de la sociedad.
viven. Pero si hacen algo para expresar su alienación, En el extremo opuesto de este continuum se sitúan
suelen ser actividades esporádicas, poco entusiastas y, los colectivistas radicales, que menosprecian los de-
en última instancia, ineficaces (como llegar siempre rechos y las libertades individuales para ensalzar los
tarde al trabajo o negarse a votar). Finalmente, hay derechos y las actividades del grupo. Si los individualis-
personas que se muestran rebeldes hacia la autoridad tas radicales están dispuestos a tolerar un alto nivel de
y hostiles hacia las instituciones y autoridades gober- desigualdad social, los colectivistas radicales aspiran
nantes, hasta el punto de que emprenden acciones a lograr el máximo de igualdad posible en todas las
contra ellas. En la vida política, los rebeldes pueden facetas de la vida social: igualdad de oportunidades,
exhibir un comportamiento disidente, que consiste en riqueza, educación, poder, etc. Pero en el colectivismo
Capitulo 12 1 La cultura polftica 215

existe también el riesgo de que se genere lo contrario ilustran la variedad de opiniones observables entre al-
de la igualdad social y política, si líderes y partidos, gunas de las democracias económicamente avanzadas
actuando en nombre del bien común, establecen un del mundo. La Tabla 12.2 refleja las respuestas que
régimen dictatorial dirigido por una elite pequeña que diferentes sociedades dieron en 1996 a la pregunta de
otorgue un trato de favor al grupo de sus seguidores. si el Estado debe asumir la responsabilidad de reducir
Se ha afirmado que las culturas individualistas las desigualdades económicas. La Tabla 12.3 muestra
tienden a apoyar la economía de mercado más que los distintos niveles de confianza en las instituciones
las colectivistas, que suelen fomentar en mayor me- políticas nacionales de los ciudadanos de la Unión
dida la intervención del Estado en la economía para Europea poco antes de comenzar el siglo XXI. Se ha
promover la igualdad social. La cultura política que detectado últimamente una tendencia general, en mu-
apoya los Estados del bienestar se correspondería chas democracias consolidadas, hacia la disminución
con un espacio intermedio entre ambos extremos de de la confianza.
este continuum, donde se ubicarían quienes abogan Un estudio reciente sobre las actitudes públicas en
por un equilibrio entre la libertad del individuo y el diferentes países de América del Norte, Europa Occi-
bienestar del conjunto de la comunidad. dental y Japón confirma estas tendencias y propone
algunas explicaciones. En la mayoría de estos países,
4.3. Actitudes hacia el Estado los ciudadanos han percibido una rápida disminución
de la capacidad de los gobiernos para responder a sus
La principal dicotomía en este conjunto de actitudes es necesidades (un fenómeno que, como se explica en el
la de "Estado permisivo-Estado intervencionista". En Capítulo 17, está relacionado con la globalización). A
un extremo se encuentran los que apoyan un gobierno medida que aumenta la incidencia de factores políticos
débil, que conceda a las personas la máxima libertad y económicos exteriores, los gobiernos nacionales ven
posible para hacer su voluntad. Los permisivos más disminuir su autonomía para actuar de forma inde-
radicales no desean ninguna intervención del gobierno pendiente cuando abordan las preocupaciones de la
en la economía, atribuyéndole únicamente un papel población. Los problemas globales requieren compli-
limitado y controlado en el mantenimiento de la ley, cados esfuerzos coordinados, lo cual genera a muchas
el orden y la seguridad internacional; en resumen, personas sentimientos de impotencia y frustración.
aceptan muy pocas intrusiones gubernamentales. Los Una segunda causa de la disminución de los niveles
permisivos más radicales se aproximan a las posturas de confianza reside en la creciente percepción de que
anarquistas, favorables a la desaparición del Estado. los líderes políticos han fracasado en su obligación
En el otro extremo del continuum están los que de responder adecuadamente a las expectativas y los
defienden la máxima intervención estatal en todas las intereses del público. La corrupción se percibe como
facetas de la vida, incluido el control de la economía y una manifestación de este fracaso. Otra es la excesiva
la regulación de los conflictos sociales. Las elites polí- radicalización en algunos países de la contienda polí-
ticas que apoyan este Estado intervencionista lo hacen, tica y la falta de voluntad de compromiso y consenso
al menos en algunos casos, para maximizar su propio entre los partidos rivales. Este fenómeno se puede
poder sobre la población o sobre la economía. Pero interpretar como un reflejo del deterioro general del
los ciudadanos corrientes pueden también preferir un capital social y de la escasa cooperación cívica en mu-
Estado intervencionista, normalmente porque quieren chas democracias actuales.
que el Estado les proteja de las fluctuaciones econó- El espectro de actitudes que se han examinado
micas, la enfermedad, el desempleo y otras contingen- con anterioridad (hacia la autoridad, la sociedad y
cias, naturales o sociales. Los defensores de un Estado el Estado) dejan mucho espacio para la existencia de
intervencionista pueden estar dispuestos a renunciar subculturas políticas específicas dentro de un país
a algunas de sus libertades personales a cambio de la dado. Mientras la mayoría de la población se agrupa
asistencia del Estado. Por supuesto, hay variantes me- cerca del punto medio en el continuum de la autori-
nos radicales de esta actitud protectora a medida que dad, secundando la existencia de interacciones entre
nos movemos hacia el centro del continuum. gobernantes y gobernados, otras personas del mismo
Se han llevado a cabo múltiples encuestas a los ciu- país se sienten quizás alienadas o distantes de las elites
dadanos de diferentes países para averiguar cuáles son dominantes o de la mayoría política, o pueden incluso
sus actitudes hacia el Estado. Las dos tablas siguientes ser activamente rebeldes. De igual modo, mientras que
216 Polltica y ciencia polltica: Una introducción

unas pocas personas están a favor del "individualismo combinación de actitudes en varias dimensiones. En
salvaje", la mayor parte de la sociedad no lo suscribe. la mayoría de los casos supondría una simplificación
Lo cierto es que casi todos los países albergan personas excesiva situar al conjunto de la sociedad en un punto
cuyas actitudes se pueden ubicar en diferentes puntos preciso de alguno de los continua que se indican en
de los continua de actitudes posibles. En suma, debe- este capítulo.
mos concebir la cultura política de cada país como una Parece razonable pensar que algunas combinacio-
nes de actitudes serán más favorables que otras para
TABLA 12.2 el desarrollo de una democracia estable. Por ejemplo,
podemos suponer que, al menos hipotéticamente:
ktitudes lwda d Estado
l'll algunas dl'I110lTal"ias, llJlJ6 • las sociedades con (1) un nivel alto de actitudes
Porcentaje de los que contestan "de acuerdo" o "muy de interactivas hacia la autoridad, (2) un nivel alto de
acuerdo" ante la afirmación: "El Estado es el responsable actitudes consensuales hacia la sociedad, (3) un
de disminuir las desigualdades de renta entre los que ga- nivel intermedio de individualismo y colectivismo
nan más y los que ganan menos"
y (4) un apoyo equilibrado a la permisividad y la
Alemania Oriental* 76 intervención del Estado, tenderán a favorecer más
Rusia 74 el desarrollo de una democracia estable que las so-
ciedades cuya población se aleje mayoritariamente
Israel (judíos) 70
de estos valores;
Israel (árabes) 69
• las sociedades con (1) un nivel alto de actitudes re-
Francia 68 beldes o alienadas hacia la autoridad, (2) un nivel
Hungría 66 alto de actitudes sociales conflictivas y de indivi-
Italia 65 dualismo y también (3) un nivel alto de apoyo a un
España 60 Estado permisivo y débil, tenderán a estar implica-
Reino Unjdo 54 das en un conflicto civil constante;
Alemania Occidental 49 • las sociedades con (1) un nivel alto de sumisión o
Japón 48 respeto a la autoridad, (2) un nivel alto de consen-
43
so y colectivismo social y (3) amplio apoyo a un
Canadá
Estado intervencionista, tenderán a ser Estados no
Australia 43
democráticos bastante estables de uno u otro tipo.
Estados Unidos 33
·Comprende los Estados federados o l..iinder que antes de 1990 for- Sin duda, estas combinaciones alternativas de
maban parte del territorio de la República Democrática Alemana. mezclas de actitudes están lejos de agotar todas las
Fuente: International Social Survey Program, El papel del gobierno posibilidades. Podemos encontrar otras composicio-
/ll, 1996. Acceso a través del Consorcio Interuniversitario para la
Investigación Social y Polftica (www.icpsr.umich.edu)
nes igualmente variadas al analizar países concretos.

TABLA 12.3
Confianza l'll las institw.:iones políticas l'll los paÍSl'S de la lniún Em·opea (de 1.::; Estados), Jl)l)l)

Porcentajes promediados de las personas que "tienden a confiar" en los empleados públicos, el parlamento, el gobierno
y los partidos políticos de su país
Holanda 56 Dinamarca 43 Suecia 34
Luxemburgo 51 Irlanda 39 Reino Unido 34
Austria 45 Grecia 38 Francia 32
Portugal 44 España 38 Bélgica 26
Finlandia 43 Alemania 37 Italia 25
Fuente: Eurobarómetro, n• 51 (primavera de 1999)
Capftulo 12 1 La cultura poUtica 217

S. ¿CAMBIAN LAS CULTURAS POLÍTICAS? de los defensores de valores posmaterialistas en


Estados Unidos y Europa Occidental. En lugar de
Aunque la mayoría de estudios sistemáticos sobre la sentirse motivados principalmente por la necesidad
cultura política revelan una continuidad considera- de la seguridad económica, como ocurría con las
ble en el modo en que piensan los ciudadanos sobre la generaciones anteriores, un elevado número de ciu-
política, la cultura política raramente es estática. El dadanos que llegaron a la edad de votar durante esos
cambio de actitudes es real; todas las culturas políti- años tendieron a votar o implicarse en otras formas
cas evolucionan. En algunos casos, estos cambios se de comportamiento político. Impulsados por pre-
producen lentamente cada dos o más generaciones. ocupaciones más generales sobre el bienestar de la
Pero, en otros casos, ocurren un poco más deprisa. comunidad, quienes sobre todo disfrutaban de segu-
Como señalamos en un capítulo anterior, los miem- ridad económica y educación superior, priorizaban
bros de cualquier generación suelen estar influidos progresivamente objetivos como la protección del
por los eventos políticos experimentados en su ju- medio ambiente y otras consideraciones comunita-
ventud. Cuando sucesivas generaciones adoptan las rias. Estos valores desplazaban en no pocos casos a
actitudes políticas básicas de sus padres con pocos cleavages socioeconómicos, religiosos o étnicos como
cambios, obviamente el cambio en la cultura política factor explicativo del comportamiento político.
es leve. Pero cuando segmentos clave de una genera- En uno de sus libros más conocidos, Inglehart
ción concreta incorporan actitudes políticas diferen- (1977) desarrolló una investigación sistemática sobre
tes de las de la generación anterior, la cultura política la hipótesis de que "los cambios políticos, económi-
de ese país cambia en consecuencia. cos y culturales avanzan, reforzándose entre sí, de
Un buen ejemplo de cambio generacional es el que acuerdo con unas pautas previsibles y coherentes".
ocurrió en la República Federal de Alemania tras la Tras un análisis perspicaz de los antecedentes histó-
Segunda Guerra Mundial. En 1953, unos ocho años ricos y de los datos de encuestas recientes proceden-
después de la derrota de los nazis, sólo cerca de la tes de 43 países recopilados en la Encuesta Mundial
mitad de la población afi1maba que la democracia de Valores, lnglehart encontró abundante evidencia
representaba la mejor forma de gobierno. Con el paso favorable a las teorías de la modernización y también
de la antigua generación y la llegada de jóvenes que a las tesis de la "posmodernización".
habían crecido en la posguerra, el apoyo a la democra-
cia aumentó notablemente. En 1972, el 90 por ciento • Modernización: a medida que las sociedades pro-
de los alemanes occidentales apoyaba la democracia. gresan desde economías principalmente agrícolas
Hemos podido ver cómo se han producido cambios se- hacia la industrialización, las actitudes y los valo-
mejantes en los antiguos países comunistas de Europa res de la población cambian. La preocupación por
del Este. Las actitudes hacia la autoridad, la sociedad y la supervivencia bajo condiciones de gran escasez
el Estado fluctúan, y a veces mucho. Algunas personas cede el paso a la búsqueda de la mejora econó-
de estos países se apegan a los viejos hábitos mentales mica personal. La maximización de la seguridad
y comportamientos, añorando la restauración de una material propia y de la riqueza se convierte en la
autoridad política fuerte y una economía controlada primera prioridad.
por el Estado; otros (especialmente los jóvenes) están Mientras las personas persiguen estos objetivos
dispuestos a experimentar con la democracia y la em- económicos, procuran conseguir más influencia
presa privada. política. Las sociedades premodernas tienden a
estar gobernadas por regímenes no democráti-
5.1. Cambios culturales en las sociedades cos, pero la creciente prosperidad y los niveles de
posindustriales y en vias de modernización educación cada vez más altos que acompañan a la
modernización industrial promueven una mayor
En diversos estudios de cultura política se ha afir- participación política de la población. La industria-
mado que, a partir de la década de 1960, comenzó lización y los cambios de valores que la acompañan
a producirse un importante cambio en las actitudes promueven la democracia.
de las democracias occidentales. Como ha mostrado • Posmodernización: en las sociedades más avan-
Ronald lnglehart en sus investigaciones empíricas, en zadas económicamente de finales del siglo XX,
los años 60 y 70 se produjo un aumento muy notable las economías industriales se han convertido en
218 Politica y ciencia política: Una introducción

economías posindustriales. El sector servicios -la co en las últimas décadas, cabe apreciar grandes
administración pública, la educación, la banca y las diferencias intergeneracionales respecto a varias
finanzas, los pequeños comercios y toda suerte de actitudes. En conjunto, los jóvenes están adoptan-
servicios de consumo- ha remplazado a la indus- do valores posmaterialistas, mientras sus mayores
tria como fuente principal de crecimiento econó- conservan las actitudes materialistas que adquirie-
mico y empleo. Las rentas nacionales y personales ron en su juventud. Los antiguos países comunistas
han aumentado de forma apreciable. Un Estado del de Rusia y Europa del Este y Central también han
bienestar firme y consolidado garantiza hoy día ni- experimentado rápidos cambios económicos en los
veles de vida mínimos para los menos afortunados, últimos años, si bien es cierto que sus expectativas
y muchos y variados beneficios y prestaciones para de mejoras futuras se han visto empañadas por
todos (seguro médico, pensiones, etc.). significativas disminuciones de su nivel de vida.
Bajo estas condiciones "posmodernas" de crecien- La gente afectada negativamente por la crisis eco-
te prosperidad, las principales prioridades de una nómica tiende a interesarse más por la seguridad
creciente proporción de la población pasan de ser material que por los ideales posmaterialistas.
la maximización de la riqueza material en interés Los países atrapados en graves crisis económicas
propio, a la maximización de formas no materia- y pollticas se alejan aún más del posmaterialismo,
les de bienestar personal: un empleo satisfactorio, aproximándose a lo que lnglehart llama "reflejo
un medio ambiente limpio, más tiempo de ocio autoritario". En las sociedades principalmente
y otros valores posmaterialistas. Políticamente, premodernas, este reflejo puede adoptar la forma
estos valores suelen implicar menos confianza de fundamentalismo religioso. En los países más
en el Estado y menor respeto a la autoridad. Las industrializados puede generar una preferencia
personas quieren que el Estado intervenga menos por gobernantes seculares poderosos y brotes de
en sus vidas. Los ciudadanos manifiestan más hipernacionalismo (como ocurrió en la antigua
independencia a la hora de votar, relajando sus Yugoslavia bajo el liderazgo del dirigente serbio
vfnculos tradicionales con los principales partidos Slovodan Milosevic). Inglehart concluye que, en
políticos. Quienes adoptan valores posmaterialis- todos estos casos, las transformaciones económi-
tas manifiestan también tener menos ataduras cas, el cambio político y las actitudes culturales
religiosas y mayor apertura hacia los derechos y interactúan de forma muy compleja, lo que genera
las libertades de las mujeres, los niños, los homo- pautas causales recíprocas.
sexuales o las minorías étnicas. Sorprendente-
mente, aunque sus niveles de renta son altos y sus 5.2. ¿Choque de civilizaciones?
expectativas de vida también elevadas, muestran
un mayor descontento con sus gobiernos. Samuel Huntington (1996) ha argumentado que la
Los hallazgos de Inglehart indican que los proce- principal fuente de conflicto en el mundo contempo-
sos de modernización y posmodernización pueden ráneo no es de naturaleza económica ni ideológica,
predecir el signo de los cambios observables en los sino cultural, y se manifiesta concretamente en un
países del mundo actual. Las democracias eco- "choque de civilizaciones". Este autor define la civi-
nómicamente avanzadas de América del Norte y lización como el nivel más general de la identidad de
Europa Occidental presentan los porcentajes más una persona y divide el mundo en siete (quizás ocho)
altos de ciudadanos con valores posmaterialis- grandes civilizaciones: la confuciana, la japonesa, la
tas. Los países más pobres, donde la lucha por la hindú, la islámica, la ortodoxa, la occidental y la la-
vida sigue siendo una cuestión de supervivencia tinoamericana. Sostiene, además, que posiblemente
para millones de personas, exhiben los niveles se esté conformando una civilización africana. Cada
más bajos de posmaterialismo, mientras que sus una de estas civilizaciones arranca de una combi-
sociedades manifiestan más preocupación por la nación peculiar de historia y cultura. Para varias de
seguridad material básica. El contraste entre los ellas, la religión es el rasgo característico principal.
valores materialistas y los posmaterialistas es muy Con la desaparición de las rivalidades ideológicas de
evidente en los países que están experimentando la Guerra Fría, las principales "líneas de fractura" en
un cambio económico veloz. En Japón y Corea del la política mundial están trazadas en las fronteras
Sur, ambos con un notable crecimiento económi- de estas comunidades culturales. Durante la última
Capltulo 12 1 lA cultura poUtica 219

década, se han producido muchos conflictos entre los Otra cuestión que ha suscitado gran polémica es el
representantes de civilizaciones diferentes en Bos- determinismo implícito en los razonamientos de Hun-
nia, Sri Lanka, Rusia, Cachemira y otras partes del tington, toda vez que considera que el conflicto entre
mundo. Además, la presencia de Estados con armas las civilizaciones es casi inevitable. Por otra parte,
nucleares como China, India, Rusia y Estados Unidos, en un artículo titulado "El choque sexual de civiliza-
aunque reduce la probabilidad de una guerra global ciones", Ronald lnglehart y Pippa Norris (2004) han
de civilizaciones, también la posibilita, con resultados argumentado que la ruptura cultural detectada por
potencialmente devastadores. Entretanto, Occidente Huntington entre Oriente y Occidente no se produce
se encuentra ahora en el cénit de su poder económico tanto alrededor de los valores democráticos, sino en
y militar, pero al mismo tiempo está entrando en un los diferentes niveles de respeto y tolerancia hacia las
período de declive relativo, perdiendo terreno en favor distintas orientaciones sexuales de los individuos, la
de Asia en términos económicos, y en favor de otras emancipación de la mujer y cuestiones como el divor-
civilizaciones en términos demográficos. Los países cio, el aborto y la pena de muerte.
occidentales también están encontrando mucha resis- En conclusión, según varios autores, algunos de los
tencia por parte de casi todas las demás civilizaciones cuales se han citado en este capítulo, la cultura polí-
-sobre todo, de "la conexión confuciana-islámica"-a tica es una variable fundamental para entender cues-
sus intentos de promover la democratización y los de- tiones tan importantes como el desarrollo económico
rechos humanos en el mundo. y la democracia. Sin embargo, de acuerdo con otros
En estas circunstancias, Huntington afirma que autores, esta relación causal no está suficientemente
Occidente, sin dejar de ceñirse a sus valores demo- probada. En cualquier caso, las (posibles) relaciones
cráticos centrales, debe abandonar la idea de que entre la cultura política, el desarrollo económico y la
los rasgos característicos de la civilización occidental democracia han constituido un objeto de preocupa-
-el Estado de derecho, la democracia pluralista, el ción constante, tanto entre los investigadores como
individualismo y la separación entre la Iglesia y el entre los políticos. Por poner un ejemplo, la UNES-
Estado- son aplicables universalmente. La creencia CO, que publica anualmente el World Culture Report,
de Occidente en la universalidad de su cultura, afir- abordó directamente esta cuestión en el informe de
ma el autor, es falsa, inmoral y peligrosa. En lugar 1998. En el informe correspondiente al año 2000,
de imponer arrogantemente estos valores al mundo, Amartya Sen, premiado dos años antes con el Nobel
o esperar un progreso económico y tecnológico para de Economía, escribió un artículo titulado Asían
crear una única cultura global de orientación occiden- values and economic growth (Valores asiáticos y de-
tal, Huntington mantiene que Estados Unidos y sus sarrollo económico) en el que ponía en cuestión que
aliados europeos deben concentrarse en consolidar su el desarrollo económico estuviera relacionado con
unidad, fomentando al mismo tiempo la aceptación determinados valores culturales.
internacional de la diversidad cultural y promoviendo Por su indiscutible importancia actual, así como
lugares de encuentro entre las grandes civilizaciones por su estrecha conexión con los temas tratados en
del mundo. Es "importantísimo reconocer", concluye, este capítulo, a continuación se van a presentar una
"que la intervención occidental en los asuntos de otras serie de observaciones acerca de la relación entre el
civilizaciones es probablemente la fuente más peligro- islam y los diversos regímenes políticos.
sa de inestabilidad y conflicto global potencial en un
mundo de múltiples civilizaciones". 6. LA DEMOCRACIA Y EL ISLAM1
Las tesis de Huntignton sobre el "choque de civi-
lizaciones" han generado un acalorado debate. Son Como expusimos en el Capítulo 10, desde el final de
muchos los que consideran que las civilizaciones que la Segunda Guerra Mundial, el número de regímenes
define este autor carecen de la coherencia interna que democráticos ha aumentado de forma considerable en
él les atribuye, porque son mucho más heterogéneas y los cinco continentes. A pesar de que las dimensiones
complejas. También se ha criticado su forma de pre- de este fenómeno son casi globales, la democracia ha
sentar los hechos, pues ni es cierto que en Occidente
1
hayan predominado siempre los valores asociados Esta sección del capítulo ha sido íntegramente escrita por
con la democracia y el pluralismo, ni que resulte im- Héctor Cebolla Boado. El autor agradece Jos comentarios y las
sugerencias del equipo docente de la asignatura "Introducción
posible transferir tales valores a otras civilizaciones. a la ciencia poHtica" de la UNED.
220 Política y ciencia polltica: Una introducción

TABLA 12.4
Pon:l'lllajl' dl· paÍsl'S por H'giolll'S dl· anllTdo um su ;,:rado dl· lihcrlad

Libres Parcialmente Libres No Ubres


Oriente Próximo y Magreb 5,5 27,8 66,7
África Sub-sahariana 22,9 43,8 33,3
Asia y Pacífico 43,6 28,2 28,2
Europa Central y antigua Unión Soviética 44,4 25,9 29,7
América 68,6 25,7 5,7
Europa Occidental 96,0 4,0 0,0
Fuente: Freedom House, 2005 (www.freedomhouse.org)

encontrado serias limitaciones para establecerse en entre todos estos países, sólo Israel -excluyendo los
los países con mayoría de población musulmana. Territorios Palestinos Ocupados- estaba incluido en
Según Freedom House, en 2005 sólo el 13 por el listado de países libres hecho público por Freedom
ciento de los musulmanes vivía en países libres. Esta House. Los porcentajes correspondientes de Estados
organización clasifica a los países en función de dos libres se elevaban al 23 por ciento en el África Sub-
características: la existencia de procesos electorales sahariana, al 44 por ciento en la región de Asia y el
competitivos y el nivel de reconocimiento de los dere- Pacífico, al 69 por ciento en el continente americano
chos civiles y políticos. Respecto a la primera, de los 44 y al 96 por ciento en Europa Occidental, donde, pre-
países que cuentan en su población con más del SO por cisamente, destacaba como única excepción Turquía,
ciento de musulmanes, sólo ocho son "democracias considerada "parcialmente libre".
electorales" (Afganistán, Bangladesh, Indonesia, Malí, Debido a estas notorias diferencias, desde hace
Níger, Nigeria, Senegal y Turquía), es decir, cuentan décadas se viene desarrollando un debate multidis-
con un sistema de partidos abierto y competitivo, su- ciplinar sobre las causas del déficit democrático de
fragio universal, elecciones regulares y competitivas y los países musulmanes sin que, por el momento, se
un acceso significativo de los partidos a los medios de haya alcanzado un acuerdo al respecto. Hay, eso sí,
comunicación. Respecto a la segunda característica, varias teorías enfrentadas que pretenden explicar la
Freedom House consideró "no libres" al 60 por ciento excepcionalidad musulmana. Entre todas ellas, des-
de aquellos 44 países, "parcialmente libres" al 36 por tacan tres fundamentales: la explicación culturalista,
ciento, y sólo Malí y Senegal fueron clasificados como que subraya la existencia de obstáculos intrínsecos
Estados "libres". La escasez de democracias es parti- a la democracia en la doctrina islámica; la que pone
cularmente llamativa en el área de Oriente Próximo el énfasis en la sobrerrepresentación de "Estados
(una zona que comprende Egipto, Irak, Irán, Israel, rentistas" (véase la definición más adelante) en este
Jordania, Líbano, Siria y los países de la Península grupo de países; y, por último, la que atribuye el au-
Arábiga; aunque, a veces, también se incluyan otros toritarismo a una amplia gama de factores políticos
países como Afganistán, Turquía y Sudán) y el Magreb e históricos.
(Argelia, Marruecos, Mauritania, Libia y Túnez)2. De
2
En este punto, es preciso establecer una aclaración sobre
6.1. La hipótesis de los obstáculos culturales
quiénes son los árabes y qué países son árabes. En general,
se considera que árabes son todos los descendientes de los La visión según la cual la cultura política de los paí-
habitantes originarios de la Península Arábiga que extendieron ses con mayoría de población musulmana, en general
la fe musulmana a partir del siglo VII. Por tanto, países árabes -y la de los árabes, en particular- está imbuida
actuales serían todos los del Magreb más los de Oriente
Próximo (con la excepción de Israel e Irán). Mientras que, salvo de autoritarismo, encuentra sus raíces en una visión
el Líbano (si no contamos a los drusos entre los musulmanes), romántica y orientalista del islam que se difundió
todos los países árabes son de mayoría musulmana, no todos en Europa durante el siglo XIX, fundamentalmente
los países de mayoría musulmana son árabes (por ejemplo,
Irán, Turquía, Indonesia y muchos otros). a través de la literatura, y que ha sido denominada
Capitulo 12 1 lA cultura polltica 221

orientalismo. El orientalismo, estudiado con detalle -especialmente la que se desarrolló tras la escisión
por Edward Said (2003), es una visión reduccionista de sunníes y chiíes a finales del siglo VII- ha influido
que presenta al islam como la única fuente y el motor profundamente en la teoría política islámica presente
exclusivo de la historia de los países musulmanes, y pasada, estableciendo los siguientes principios:
así como la causa de cualquier excepcionalidad. La
llamada "falacia orientalista" busca causas comunes, • Los gobernantes deben guiarse en su tarea por el
siempre vinculadas con el islam, para todos los acon- Corán y la Sunna, compuesta por algunas tradi-
tecimientos que suceden en los países musulmanes, ciones sobre Mahoma y su tiempo, recopiladas en
sin tener en cuenta la existencia de otros factores que unas colecciones conocidas como hadices.
afectan por igual a estos países y a los que no son • Los imames (encargados del culto) deben asegurar
musulmanes. El orientalismo, además, presupone la la integridad de la comunidad de creyentes (umma).
existencia de un único islam, frente a la diversidad Para ello velan por la aplicación de la sharia (ley
de interpretaciones existentes en la realidad. Aún religiosa que regula la vida social y personal de los
hoy en día, muchos científicos sociales mantienen musulmanes, y cuyo contenido varía en función de
un cierto discurso orientalista en sus teorías. En esta los contextos regionales).
línea, autores como Bernard Lewis (1990) sostienen • Los gobernantes deben consultar sus decisiones
que el concepto de libertad fue totalmente ajeno a la (shura) con los ulemas (expertos juristas en materia
cultura musulmana hasta la época de la Revolución religiosa) para que su gobierno no se aparte de los
Francesa. En la misma línea, Huntington (1997) ha principios del islam (entre los que se encuentran la
llegado a afirmar que el obstáculo no está en las in- Sunna y la sharia).
terpretaciones radicales del islam, sino en el islam • Por estas razones, los ciudadanos no musulmanes
en sí mismo. no deben ser investidos de autoridad ni designados
No pocos expertos en la materia han creído que el para el ejercicio de funciones públicas.
déficit democrático que observamos en los países mu-
sulmanes tiene su origen en la estrecha vinculación Como consecuencia de todo ello, el islam adquirió
que, en su opinión, existe entre religión y política. desde los primeros tiempos un papel central, aunque
Es difícil negar que la separación entre política y impreciso, en la esfera política. Esta ambigüedad
religión en muchos de estos países es bastante de- ha servido para que la mayoría de los regímenes
ficiente, pero también lo fue en muchos países de políticos de los países musulmanes hayan revestido
Europa Occidental a lo largo de los siglos XIX y XX, sus decisiones de cierta legitimidad religiosa, ya
cuando existían movimientos católicos no liberales fueran autoritarios -como el Túnez de Habib
que contaban con amplios apoyos electorales y que Burguiba (1957-1987)-, totalitarios -como el Irán
acabaron convirtiéndose en la actual democracia de Jomeini (1979-1989)-, o más liberales -como la
cristiana. En realidad, la secularización gradual monarquía jordana-.
experimentada en Europa a partir del siglo XVIII Pero no todos los autores han defendido la natu-
permitió la democratización de los países occiden- raleza holística (es decir, integral o global) del islam.
tales, pero éstos materializaron con desigual éxito el En realidad la sharia no incluye una regulación
mandato bíblico de dar a Dios lo que es de Dios y al precisa e inequívoca sobre cómo debe ser el sistema
César lo que es del César, es decir, la separación en- político, lo que, a su vez, explica la variación insti-
tre iglesia y Estado, de tal manera que aún hoy día, tucional que encontramos de unos Estados a otros.
en algunos países europeos la jefatura del Estado va Por ello, y ya desde los años 20 del siglo pasado, al-
unida a la jefatura de la iglesia nacional, como es el gunos teóricos musulmanes como Ali Abd al Raziq
caso de la Iglesia Anglicana en Reino Unido. o Mohamed Arkún consideraron que la política debe
En el caso del islam, es importante destacar que estar desvinculada de la religión y sólo depender de
Mahoma fue, además de un profeta, un caudillo la racionalidad humana.
militar. Para algunos teóricos del islam, la actividad Muchos científicos sociales de países musulmanes
política constituye esencialmente una actividad re- se han revelado contra la visión estrictamente orien-
ligiosa, aunque casi todos reconocen que la relación talista de la cultura política islámica (entre ellos, El
entre política e islam no es unívoca. Según Nazih Hachmi Handi 1996; Filali Ansari 1996; y Kubba
Ayubi (1996: 45-6), la jurisprudencia islámica clásica 1996), negando la existencia de un horno islamicus
222 Polltica y ciencia poUtica: Una introducción

antropológicamente distinto del resto de los hombres clásico de "no taxation without representation" ("no
(Corm 1989: 118-119). Por lo demás, juristas y poli- hay impuestos sin representación política"), que tan
tólogos musulmanes han destacado la existencia de fundamental fue para la emergencia de institucio-
instituciones islámicas clásicas que representan un nes parlamentarias representativas y la limitación
sustrato protodemocrático. Entre otros ejemplos posi- del poder de los monarcas absolutos en la Europa
bles, cabe citar la obligación del gobernante de consul- de los siglos XVII y XVIII. Si, por añadidura, el Es-
tar sus decisiones con los ulemas (o shura), que podría tado maximiza el volumen de ingresos procedentes
interpretarse en un sentido más amplio; o el ijtihad, de rentas no productivas, puede entregarse a una in-
instrumento para la adaptación del ordenamiento jurí- tensa actividad redistributiva con el fin de mantener
dico tradicional por cauces racionales. Este último me- niveles aceptables de satisfacción popular sin sentirse
canismo de producción racional de derecho positivo se obligado a reconocer ampliamente derechos civiles
encuentra casi totalmente en desuso desde el siglo X, y políticos. Esta hipótesis explicaría especialmente
aunque a lo largo de los siglos XIX y XX muchas voces el sesgo autoritario de las monarquías petroleras del
han sugerido la conveniencia de recuperarlo para dotar Golfo Pérsico.
a los países musulmanes de un ordenamiento jurídico Además, la naturaleza rentista del Estado puede
moderno y acorde con los tiempos. En nuestros días, bloquear la aparición de una burguesía autónoma,
la reapertura del ijtihad es uno de los temas clave para puesto que la combinación de bajos niveles de pre-
los partidarios de la modernización del islam y de una sión fiscal y alto volumen de gasto público favorece
relectura reformista de sus principios. el establecimiento de tupidas redes clientelares. Algu-
nos teóricos de la democratización, como Barrinton
6.2. La hipótesis del "Estado rentista" Moore (1966) y Seymour M. Lipset (1981), han argu-
mentado que el advenimiento de la democracia pasa
Desde la economía política, algunos autores han por la transformación de la estructura de clases y,
explicado que la fuerte presencia de regímenes no sobre todo, por la aparición de una burguesía autóno-
democráticos en los países musulmanes se debe a la ma, aunque este argumento ha sido también puesto
naturaleza rentista de muchos de estos Estados. El en cuestión por otros autores (como Rustow (1970),
desarrollo del concepto de Estado rentista es una Przeworski y Limongi (1997) o Bellin (2000)).
de las grandes contribuciones que los estudiosos so-
bre Oriente Próximo y el Norte de África han hecho 6.3. La hipótesis de los factores políticos
a la ciencia política. Como ha expuesto Shambayati e históricos
(1994), entre otros autores, los países rentistas se ca-
racterizan por que un porcentaje significativo de sus Alternativamente, cabe la posibilidad de que la es-
ingresos totales procede de una serie de rentas no tabilidad de los regímenes dictatoriales establecidos
productivas. Éstas pueden ser de diversa naturaleza, en muchos países musulmanes se deba a factores ·
como las que resultan de la exportación de materias estrictamente políticos. Los países occidentales han
primas sin transformar o apenas transformadas procurado mantener relaciones estables y estrechas
(ya sea el gas natural, el petróleo u otros recursos con la mayoría de los regímenes políticos establecidos
minerales), los préstamos de organismos interna- en países árabes y musulmanes, con independencia
cionales, la ayuda internacional, los derechos de de su sistema político o su respeto por los derechos
tránsito e incluso las remesas de divisas que envían humanos. Las dinámicas generadas por la Guerra
los emigrantes. Estas rentas, ajenas a la actividad Fría y el enfrentamiento bipolar recomendaron
productiva, facilitan el equilibrio presupuestario, lo asegurar la estabilidad política de los Estados que
que permite incrementar el nivel de gasto público. surgieron tras los procesos de descolonización, así
A su vez, esto se traduce en un considerable peso como alimentar su capacidad represora frente a los
relativo del Estado en la economía y en la existencia movimientos de oposición surgidos desde la izquier-
de bajos niveles de presión fiscal sobre la sociedad. da en muchos de estos países. El apoyo incondicional
Este último aspecto contribuye a desarticular las de algunas potencias occidentales a muchas dicta-
demandas de ciertos grupos en favor de mayores duras de la zona también se explica por el deseo de
niveles de transparencia en el ejercicio de la función controlar o, al menos, de propiciar la estabilidad en
pública; es decir, evita la activación del principio una de las regiones del planeta que posee mayores
Capítulo 12 1 La cultura poUtica 223

recursos petrolíferos. Esto se ha manifestado, por En resumen, es difícil afirmar, sin más, que el défi-
ejemplo, en la cordial relación que Estados Unidos cit democrático que padecen los países musulmanes,
ha mantenido tradicionalmente con la monarquía árabes y no árabes, sea debido a la especificidad con
de Arabia Saudita y algunos otros países producto- la que el sustrato islámico ha marcado su cultura
res de petróleo y regidos por dictadores. Todos estos política. Turquía, país candidato a convertirse en
procesos pueden explicar la escasa renovación de las miembro de la Unión Europea, es un ejemplo palpa-
elites políticas y la estabilidad de muchos regímenes ble de que la ecuación entre islam y falta de democracia
de la región. no es irresoluble.
Desde el final de la Guerra Fría y, sobre todo, desde
la irrupción del terrorismo islamista en la escena in- 6.4. El islamismo y la democracia
ternacional (muy particularmente, desde los atentados
del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos), la En las últimas décadas, la irrupción del islamismo
aproximación estratégica de Occidente hacia los países ha sido la variable que más profundamente ha trans-
musulmanes ha cambiado. Éstos se enfrentan ahora a formado el panorama político de los países árabes y
intensas presiones externas para liberalizar, al menos musulmanes. El islamismo es un concepto elusivo y
parcialmente, sus sistemas políticos. difícilmente definible debido a la variedad de pers-
Junto a las relaciones estratégicas, los problemas pectivas y sensibilidades que abarca.
vinculados al subdesarrollo, los altos índices de des- Casi todos los Estados que nacieron tras la inde-
igualdad, el tribalismo o la debilidad del Estado post- pendencia de los países musulmanes experimentaron
colonial son otros factores políticos y económicos fuertes tendencias secularizadoras. Este fue el caso de
que conviene tener en cuenta para explicar el déficit algunos regímenes socialistas como el Egipto de Nas-
democrático de los países musulmanes. Sin embargo, ser (1954-1970), la Siria de Hafez el Asad (1971-2000)
aunque estos fenómenos se manifiestan tan habitual- o el Irak de Sadam Hussein (1979-2003), y también de
mente en los países musulmanes como en los que no monarquías tradicionales como las de Jordania, Libia
lo son, generando los mismos problemas políticos, y Marruecos. El desgaste de los modelos socialista y
no siempre son considerados en los análisis sobre la nacionalista propició la aparición de una fuente de
compleja relación entre democracia e islam. contestación política al sistema desde el campo re-
Tanto la hipótesis del Estado rentista, como la que ligioso. Muchos han relacionado este fenómeno con
hace referencia a otros factores políticos parecen te- las nefastas consecuencias del desarrollismo de los
ner mayor valor explicativo para el caso de los países años 60 y 70, que provocaron masivas migraciones
musulmanes árabes que para el de los musulmanes del campo a la ciudad, enormes tasas de desempleo
no árabes. Alfred Stepan y Graeme Robertson (2003) y significativos niveles de desventaja socioeconómica
han señalado la posibilidad de que las dificultades en ciertos sectores de la población. Todos estos fac-
para democratizarse que experimentan estos países tores han favorecido una "revitalización religiosa",
no respondan a un problema musulmán, sino a una como ha denominado este fenómeno Bertrand Badie
excepción árabe. Estos autores sostienen que entre (1994), que, a su vez, ha dado lugar a lo que hoy cono-
1972 y 2002los países musulmanes que no pertene- cemos como islamismo.
cían a la Liga Árabe presentaron niveles de competi- Han sido autores franceses los que han impulsado
tividad electoral mucho más exigentes que los de los el concepto de islamismo; muy especialmente desde
países árabes. Es más, sólo cinco de los 22 países de la obra de Gilles Kepel Faraón y el profeta (1984),
la Liga Árabe solicitaron a distintos organismos in- que describe el enfrentamiento entre estos nuevos
ternacionales que supervisaran sus procesos electo- movimientos de oposición político-religiosos y las
rales, mientras que sí lo hicieron 20 de los 25 países instituciones religiosas tradicionales, que habían
musulmanes no enmarcados en la Liga. En una in- sido hábilmente cooptadas por muchos de los líderes
vesigación posterior, Stepan y Robertson (2004) han autoritarios de la región.
calculado que el 50,5 por ciento de los musulmanes El islamismo tiene un componente reformista que
residentes en países de mayoría musulmana, pero lo vincula con muchos movimientos intelectuales pa-
no árabe, vive bajo sistemas políticos que permiten sados y, muy en concreto, con la salafiyya (tradición
la competencia electoral, mientras que ningún país reformista que arranca en el siglo XIX con Mohamed
árabe cumple ese requisito. Abduh y Yamal al Din al Afgani, partidarios de una
224 Polftica y ciencia política: Una introducción

regeneración de la vida política y cultural como reme- 7. EJERCICIO DE COMPROBACIÓN


dio a la decadencia que, en su opinión, había supuesto DE HIPÓTESIS: ¿ES IMPORTANTE
la ocupación colonial de muchos de los actuales países LA CULTURA POLÍTICA?
musulmanes). El islamismo, en todas sus manifesta-
ciones, ha tratado de difuminar aún más las fronteras 7.1. Hipótesis y variables
entre política y religión. Muchos islamistas son tam-
bién fundamentalistas y, como tales, pretenden una La hipótesis que vamos a comprobar afirma que la
vuelta a los "fundamentos del islam"; de ahí, su apego existencia de una cultura política caracterizada por
a la literalidad de los textos sagrados. niveles altos de confianza y cooperación influye
Las ciencias sociales tomaron conciencia de la positivamente en la estabilidad de las democracias,
importancia de este fenómeno tras el éxito de la al margen de otros factores como las instituciones
Revolución lraní que llevó al poder al ayatolá (líder políticas o la realidad económica. En esta hipótesis,
religioso de los chiíes) Jomeini en 1979. La experien- la variable dependiente es la estabilidad de las de-
cia de las elecciones argelinas de 1992, en las que mocracias (medida en años de duración); la variable
un movimiento islamista (el FIS, Frente Islámico de independiente es el nivel de confianza y cooperación
Liberación) obtuvo una inesperada victoria, anulada que caracteriza a la cultura política.
posteriormente por el régimen militar, ha hecho pen-
sar a muchos que, dada la pujanza de los islamistas, 7.2. Expectativas y evidencia
las elecciones multipartidistas resultarían una trampa
mortal para la propia democracia si, como sucedió Si la hipótesis es correcta, esperamos descubrir que
en Argelia, los islamistas ganaran los comicios. Sin los países con democracias estables se caracterizan
embargo, como ha subrayado Stathis Kalyvas (1996, por tener una cultura política con niveles altos de
2000), algunos partidos religiosos europeos que confianza interpersonal y cooperación; y, a la in-
durante el siglo XIX compartían un dudoso credo versa, que los países en los que los ciudadanos no
democrático, consiguieron integrarse en el juego de- comparten ampliamente estas actitudes, o bien no
mocrático durante el siglo XX. En el caso de Argelia, la son democracias o bien tienen democracias ines-
cancelación de las elecciones de 1992 no permite saber tables. Además, también esperamos encontrar que
si algo similar podría haber sucedido con el FIS. En estos factores culturales influyen en la democracia,
todo caso, la visión alarmista sobre las posibles con- con independencia de otras variables tales como las
secuencias de elecciones libres en países con fuertes instituciones políticas o los niveles de riqueza. Para
partidos islamistas no puede hacer olvidar que, en contrastar empíricamente la hipótesis, nos basaremos
algunos países, el islamismo moderado representa la en los argumentos de otros autores que han utilizado
única fuente de oposición política a los gobiernos no ampliamente datos de encuestas de opinión, así como
democráticos, como es el caso de Marruecos. Tampoco también indicadores de comportamientos tales como
cabe pasar por alto que Turquía estaba gobernada por la implicación pública en asociaciones voluntarias.
un partido islamista moderado cuando en 2005 inició En diferentes libros dedicados a comprobar esta
negociaciones de adhesión a la Unión Europea. hipótesis, Inglehart ofrece sólidas evidencias de
El terrorismo islamista es sólo una de las sensi- que los niveles altos de confianza interpersonal y de
bilidades más radicales que encajan dentro de esta participación voluntaria en asociaciones están muy
etiqueta. Por su vinculación con movimientos reli- correlacionados con la estabilidad de las democracias.
giosos muy concretos y ciertamente minoritarios en Los países que carecen de estos atributos culturales
el conjunto de los países musulmanes, el terrorismo tienden a tener menos éxito en la construcción o el
islamista debe ser visto como una excepción a la regla, mantenimiento de instituciones democráticas estables.
aunque, por su intensidad y por la brutalidad de sus Sin dejar de admitir que los factores culturales asocia-
actuaciones, ha contribuido a estigmatizar la imagen dos a la democracia suelen estar correlacionados con
del islam como una religión violenta y poco tolerante. niveles altos de desarrollo económico, Inglehart señala
Pero la realidad es que la inmensa mayoría de los más que la riqueza por sí sola no genera automáticamente
de mil millones de musulmanes que hay en el mundo la democracia. En consecuencia, la democracia no se
viven sus vidas de forma pacífica y notablemente aleja- alcanza introduciendo sólo cambios institucionales
dos de cualquier tipo de fanatismo político o religioso. o mediante la intervención de las elites. Antes bien,
los factores culturales intervienen de forma indepen- y otros estudiosos también han aportado evidencia
diente en la posibilidad de que surja o se estabilice empírica en respaldo del argumento según el cual la
una democracia. cultura política representa una importante variable
En un célebre estudio titulado Making democracy independiente a la hora de explicar por qué la demo-
work (Haciendo que la democracia funcione), Robert cracia funciona bien en algunos casos, mientras que
Putnam (1993) se planteó por qué unas regiones de en otros lo hace menos eficazmente (o no funciona en
Italia tenían gobiernos más eficaces que otras. Des- absoluto). Estos hallazgos concuerdan con la hipóte-
cubrió que los factores económicos no lograban sis arriba enunciada.
explicar estas diferencias de modo convincente. No obstante, algunos autores han puesto en duda
Según este autor, la clave residía en un aspecto de la la importancia de los factores culturales para expli-
cultura política, el capital social, es decir, el grado en car tanto la transición hacia un régimen democrático
que las personas confían unas en otras lo suficiente como la estabilidad de la democracia. Según ciertas
como para cooperar y formar asociaciones (sobre el investigaciones (algunas de las cuales ya se han ex-
concepto "capital social", véase también el Capítulo puesto en este libro), una transición puede darse por
10). Las tradiciones y los recursos culturales que múltiples circunstancias difícilmente predecibles
conforman el capital social posibilitan, de acuerdo de antemano (la muerte del dictador, una derrota
con la argumentación de Putnam, el establecimiento bélica, etc.). Adam Przeworski y Fernando Limongi
de una serie de redes sociales basadas en la con- (1997) han demostrado que la ausencia de una cultu-
fianza interpersonal y que, por lo tanto, facilitan ra democrática previa no constituye necesariamente
la cooperación social y los intercambios económi- un obstáculo para que el régimen evolucione hacia
cos. Todo ello promueve el mejor funcionamiento formas democráticas. Por otra parte, una vez que
de la democracia. Las regiones de Italia en las que existe la democracia, el único factor determinante
Putnam pudo documentar la existencia de esta tra- para su supervivencia es que la renta per cápita
dición de confianza y cooperación social lograban mantenga un nivel mínimo. La cultura política de
que la democracia funcionara mejor que las que se sus ciudadanos representa, en todo caso, una varia-
caracterizaban por niveles altos de recelo y falta de ble secundaria.
cooperación interpersonal. Por otra parte, la obra de Putnam también ha sido
Desgraciadamente, apenas disponemos de datos de objeto de críticas sustantivas. Algunos críticos han
encuestas de países no democráticos. Por consiguien- argumentado que la mera experiencia participativa
te, no se pueden analizar de forma sistemática las que proporcionan las asociaciones no promueve
actitudes públicas en este caso. Abundante evidencia necesariamente la interiorización de valores demo-
histórica indica que las sociedades gobernadas por cráticos, pues hay muchas asociaciones jerárquicas,
dictaduras presentan niveles bajos de participación en e incluso autoritarias, que más bien podrían generar
asociaciones voluntarias privadas. Difícilmente podría en sus miembros experiencias de aprendizaje contra-
ser de otra forma, toda vez que estos regímenes restrin- rias. Otros autores cuestionan la eficacia explicativa
gen severamente la libertad de asociación y reunión. de argumentos que se retrotraen tantos siglos en la
Sólo en el ámbito doméstico y en aquellos espacios historia, teniendo en cuenta que Putnam atribuye el
que faciliten la acción coordinada de las personas (por origen del capital social en ciertas regiones de Italia
ejemplo, las empresas o las universidades) podrán aca- al tipo de relaciones sociales y políticas que preva-
bar consolidándose, a partir de unas redes de confian- lecían en la Edad Media. Se ha señalado asimismo
za clandestinas, núcleos de oposición al régimen. que los argumentos de Putnam resultan sumamente
deterministas: no sólo estima poco probable que las
7.3. Conclusiones regiones en las que no se han desarrollado dichas
relaciones de cooperación y confianza establezcan
En una investigación que incluye a más de 40 países, instituciones democráticas que funcionen correcta-
Inglehart (1990) concluye que la cultura política es mente, sino que aparentemente rechaza la idea de que
un factor fundamental para explicar la superviven- la democracia pueda ser el resultado de un acuerdo
cia de la democracia. Las democracias estables se político entre las elites; en definitiva, Putnam parece
sustentan, por lo general, en las actitudes culturales entender que las democracias sólo se construyen de
identificadas en la hipótesis. Por su parte, Putnam abajo a arriba, esto es, por iniciativa de una sociedad
226 Polltica y ciencia polltica: Una introducción

en la que imperen relaciones de confianza mutua TÉRMINOS CLAVE


desarrolladas a lo largo de mucho tiempo. Tampoco (en negrita en el texto)
parece tomar en consideración la posible incidencia
del grado de desigualdad socioeconómica en la exis- Cultura política
tencia de capital social. Sin embargo, según algunos Valores políticos
críticos, es más fácil que la confianza necesaria Normas sociales
para que se desarrollen redes de cooperación arrai- Subcultura política
gue allí donde la desigualdad es menor y donde, por Socialización política
tanto, no se dan altos niveles de polarización social. Cultura cívica
Finalmente, una paradoja que Putnam no resuelve Valores posmaterialistas
es por qué fueron precisamente las regiones con Modernización
mayor tradición de capital social las que más apoyo Posmodernización
popular prestaron al fascismo en los años 20 y 30 Orientalismo
del siglo XX. Estado rentista
Islamismo

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