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MÁS ALLÁ DE LAS

FRONTERAS
José Luis LOZANO
José Antonio HINOJOS
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MÁS ALLÁ DE LAS

FRONTERAS
José Luis LOZANO
José Antonio HINOJOS

Comisario
José Antonio González Alcantud
FUNDACIÓN EUROÁRABE DE ALTOS ESTUDIOS, GRANADA
Del 10 de noviembre al 2 de diciembre de 2022

FUNDACIÓN EUROÁRABE CATÁLOGO

Presidente Edita
José Manuel Pingarrón Carrazón Fundación Euroárabe de Altos Estudios, Granada

Secretaría ejecutiva Coordinación


Inmaculada Marrero Rocha Lola Fernández Palenzuela

Coordinación y redacción Edición de textos


Lola Fernández Palenzuela Antonio Sánchez Ortega
José Antonio González Alcantud
EXPOSICIÓN José Luis Lozano
José Antonio Hinojos
Organiza y produce
Fundación Euroárabe de Altos Traducción
Estudios Servicio de traducción UGR
C/San Jerónimo, 27
Granada - España Diseño gráfico y maquetación
Tlf +34 958206508 José Luis Lozano
Fax +34 208354 José Antonio Hinojos
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http://www.fundea.org Impresión
Imprenta Comercial, Motril
Comisario © de los textos, sus autores
José Antonio González Alcantud © de las imágenes, sus autores
© de las obras, sus autores
Coordinación
Lola Fernández Palenzuela ISBN 978-84-09-52766-3
Impreso en España
Montaje
Equipo de montaje de la Fundación Eu- Imagen de cubierta
roárabe de Altos Estudios, Granada Fotografía del cartel de la Exposición Más
allá de las fronteras, 2022

Esta publicación ha contado con la ayuda:

Ayuda económica para la realización de Actividades de

Extensión Universitaria del Departamento de Pintura de

la Universidad de Granada
MÁS ALLÁ DE LAS

FRONTERAS
José Luis LOZANO
José Antonio HINOJOS
ÍNDICE

EMANCIPACIÓN, OPRESIÓN, INTERVENCIONISMO Y CAOS 13


Antonio Sánchez Ortega

ENTRE FRONTERAS 17
José Antonio González Alcantud

MÁS ALLÁ DE LAS FRONTERAS 27


José Luis Lozano y José Antonio Hinojos

CURRÍCULUMS AUTORES 71
José Antonio Hinojos y José Luis Lozano

TRANSLATIONS 84

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EMANCIPACIÓN, OPRESIÓN, INTERVENCIONISMO Y
CAOS

Antonio Sánchez Ortega


Vicesecretario de Formación e Investigación
Fundación Euroárabe de Altos Estudios, Granada

E l sistema internacional creado por las Naciones Unidas


en 1945 nacía con el claro objetivo de lograr la eman-
cipación de los Pueblos sometidos a dominación colonial.
Su libre autodeterminación sería uno de los pilares sobre los
que debía descansar la construcción de una Sociedad Interna-
cional más justa, democrática y pacífica. La recuperación de la
soberanía perdida a manos de las potencias coloniales se había
convertido en una reivindicación largamente anhelada y deman-
dada por parte de los territorios y habitantes conquistados en
tiempos pasados que un sistema, cuya vocación era la de mante-
ner la paz y la seguridad internacional, no podía obviar.

Lamentablemente, las ambiciones de las nuevas poten-


cias, aliadas en muchos casos con las antiguas y la nueva lu-
cha de poder que se inició con la Guerra Fría rápidamente per-
vertirían los altos propósitos enunciados en la Carta de las
Naciones Unidas. Los nuevos estados que fueron surgiendo al
amparo del proceso de descolonización nacerían con importantes
problemas y tuvieron que hacer frente a graves circunstancias
que acabarían por lastar su futuro. Son muchas las que se po-
drían glosar y que sin duda incluirían cuestiones endógenas y
exógenas. En cambio, desde estas líneas creemos que la mues-
tra pictórica que ilustra este libro ha sabido captar con gran
fuerza e interés cronológico algunas de las cuestiones más re-
levantes que afectan a Oriente Próximo y al norte de África,
cuyas consecuencias acaban proyectando sus efectos perversos y
desgarradores en el Mediterráneo. Verdadera frontera económica
y política que divide y separa a pueblos que durante siglos,
se comunicaron, mezclaron, crecieron, y también lucharon, al
amparo de sus costas.

Las pinturas de este libro muestran algunos de los pe-


cados originales ocurridos durante la emancipación de aque-
llos pueblos cuyos ecos siguen presentes hoy en día. En primer
lugar, lo que se ha definido como la maldición de los recursos
naturales, que provocó una nueva suerte de colonialismo en la

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que las antiguas metrópolis mantuvieron el control de impor-
tantes recursos de estos nuevos estados, lastrando el desa-
rrollo económico de sus sociedades y favoreciendo la apari-
ción de innumerables conflictos. También, la arquitectura de
las fronteras artificiales impuestas desde Occidente y sobre
las que se delimitaron la creación de estos nuevos estados,
fueron origen de muchos conflictos internos pero también in-
ternacionales, especialmente como es el caso de Palestina e
Israel, que siguen produciendo la constante desestabilización
de la región.

Pero sin duda, el problema que quizás sea más grave y


que aparece magistralmente recogido en la obra es el del in-
tervencionismo. En dos momentos históricos: Un primer inter-
vencionismo constante durante toda la Guerra Fría en la que
las dos superpotencias mantuvieron, apoyaron o directamente
instauraron a líderes políticos en la región que en muchas
ocasiones se convirtieron en títeres de esos poderes y que
antepusieron sus intereses personales a los de las sociedades
que clamaban representar y defender. Líderes que los oprimie-
ron y que los arrastraron en numerosas ocasiones a guerras
fratricidas. Pero también, y especialmente, tras el fin de la
Guerra Fría con el intervencionismo militar y político direc-
to de los Estados Unidos y las antiguas metrópolis que han
contribuido de manera decisiva a su destrucción y han ahonda-
do en la desestabilización de la región.

Como las plagas, todos estos desastres no han venido


solos, sino que también son responsables y ayudan a entender
la aparición del terrorismo internacional de corte yihadis-
ta que, cerrando el círculo vicioso de miserias, ha provo-
cado más muerte, destrucción a la vez que una nueva ronda de
intervencionismo militar al que ahora se han sumado estados
como Rusia, haciendo que los constantes problemas que arras-
tra la región parezcan insuperables.

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Como los dioses griegos del viejo Mediterráneo cuyas
rivalidades celos y miserias pagaban siempre los mortales,
esas pugnas políticas internacionales las sufren inexorable-
mente las seres humanos que pueblan la región. Esos seres, de
vidas miserables, arruinados, privados de esperanza se ven
obligados en múltiples ocasiones a huir, a dejar sus lugares
de origen para buscar un futuro y no siempre mejor, sino sen-
cillamente la oportunidad de tener uno. Para ello se echarán
a ese mar que una vez nos unió en busca de ayuda, solidaridad
y justicia. En definitiva buscando una vida mejor para ellos y
para sus hijos, acabando en muchos casos siendo convertidos en
meras mercancías en manos de mafias organizadas y otras tantas
encontrando la muerte en el mar en el que pusieron sus espe-
ranzas.

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ENTRE FRONTERAS

José Antonio González Alcantud


Catedrático de Antropología Social de la Universidad de Granada y aca-
démico correspondiente de la Real Academia de Ciencias Morales y Po-
líticas

S i hay un lugar donde el ser humano se encuentra iner-


me es en una frontera. Para pasar de un lado a otro uno
tiene que desnudarse, a veces literalmente, de sus ma-
terialidades, pero también con frecuencia cada vez mayor de
su personalidad e ideas. Como en el filme América, América de
Elia Kazan, donde el protagonista greco-turco, huyendo de
Turquía de la opresión y explotación al llegar a la americana
Ellis Island, donde se apiñaban y hacían cuarentena los emi-
grantes de todo el mundo, que anhelaban encontrar en Estados
Unidos una nueva vida, es rebautizado con un nuevo nombre por
el aduanero, incapaz de pronunciar su verdadero nombre turco.
Este acto casual libera de su pasado al protagonista –alter
ego del propio Kazan–, que sale del rebautizo americano todo
feliz.

Se haga por lo legal o lo ilegal, las fronteras son


lugares absurdos, líneas divisorias trazadas en algún momen-
to de la historia por un cartógrafo militar o algo parecido,
tras siglos de ambigüedades territoriales en el mismo lugar,
en el que la población transitaba de un lado a otro sin pre-
guntarse en qué país estaba. Por ello, siendo naturalmente
inclinados al nomadismo, a pesar del sedentarismo cultural,
no acabamos de acostumbrarnos a las fronteras, y cada vez que
las traspasamos encontramos absurdo y peligroso su tránsi-
to. Más acorde con la condición natural del hombre, que posee
piernas y no raíces, como sostenía Juan Goytisolo, una parte
de la Humanidad ha decidido, dadas las dificultades crecien-
tes, pasarlas sin pedir permiso. De ahí proviene la alarma y
el drama generado en el universo geoestratégico, controlado
por los imperios y estados.

Si miramos hacia atrás, en la Edad Modena, y quizás


desde antes, el Mediterráneo era una “frontera líquida”, pues
por el proceloso mar de mares circulaban hombres, mercancías
e ideas, de manera bastante libre, aunque fuese con riesgos.
Así lo puso de manifiesto el maestro de historiadores Fernand

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Braudel cuando estudió el Mediterráneo en época de Felipe II.
Entonces se circulaba con salvoconductos que abrían puertas
y puertos, pero que también podían agravar la existencia del
viajero si era, por azar o necesidad, atrapado por el enemi-
go, y veía en él una sustanciosa ganancia. León el Africano,
nacido Hassan al Wazzan, nacido en la Granada de las postri-
merías nazaríes y educado en las madrazas de Fez, aprehendi-
do por los papistas, acabó en el castillo de Sant’Angelo, en
Roma, donde se convirtió al cristianismo, para a la muerte de
su protector el papa León de Médicis, escapar a Túnez, y mo-
rir en la fe islámica. Otro ejemplo glorioso fue el de el al-
mirante turco llamado el Uchalí, el “calabrés tiñoso”, que no
era otro que un italiano, que hizo detenerse a la flota oto-
mana que comandaba para ir a visitar a su madre en Calabria.
Y finalmente, el más glorioso de todos, Miguel de Cervantes,
da cuenta de quien es atrapado en el mar catalán con un sal-
voconducto de calidad en el bolsillo que le abrió las puer-
tas de los presidios de Argel, confundidos probablemente sus
captores con la importancia del cautivo, pero que también lo
retuvo, intuyendo sus captores un fuerte rescate por su per-
sona. O los conocidos Barbarroja argelinos que eran más grie-
gos que berberiscos. De esto sabe mucho el cervantista Emilio
Sola, que alienta el Archivo de la Frontera, desde Alcalá de
Henares.

Ejemplo de que las fronteras eran relativas, es que,


entre España y Portugal el Tratado de Tordesillas, señaló
Carl Schmitt, lo único que hizo fue trazar una “raya” de cam-
pos de influencia, que pronto de olvidó. En realidad, no era
una frontera, en el sentido estricto. Las fronteras de enton-
ces eran limes salpicados con fortalezas, como había mostrado
la propia conquista peninsular, que con dificultad controlaban
los trasiegos. Las fronteras incluso eran domésticas, y liga-
das a la montaña. Hasta hace poco existían los fielatos, que

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no eran más que fronteras comerciales. Veo una, cuyo edificio
resta, en el valle de Liébana; me cuentan de la que había en
la Alhambra, en Granada. Ya casi todos los testimonios de su
existencia han desaparecido. Ahora bien, quienes las traspa-
saban tenían tendencia a convertirse en contrabandistas, que
eran la antesala del bandolerismo. El monte acogía a muchos
de estos traspasadores de fronteras sin pasaporte o salvocon-
ducto. El mundo mediterráneo, sus montañas y sus campos esta-
ban llenos de estos personajes fuera de la ley, que se resis-
tían al modo antiguo en los márgenes de la sociedad, que por
otro lado admiraba su bravura, precisamente su estar al mar-
gen de la ley y el poder.

Las existentes entre España y Francia, o entre Portugal


y España, fueron espacios abiertos al pastoreo o al contra-
bandismo durante siglos. Y la población vivía una suerte de
sinergia que en la actualidad es aprovechada para trazar pla-
nes transfronterizos por parte de la UE para evitar la despo-
blación, una vez deparecidos sus tradicionales modos de vida.
No más.

En definitiva, que la situación, como vemos, era de li-


bre tránsito en la medida de lo posible por el mar Mediterrá-
neo o sus montañas en el mundo previo a la modernidad actual.
Cuando se abrieron las puertas a la colonización, el tránsito
de personas, bienes e ideas, continuó. En realidad, el colo-
nialismo no hizo de las fronteras una causa mayor; sólo actuó
bajo el resorte de limitar con las otras potencias los campos
de influencia. Pero ya los geógrafos comenzaron a trazar lí-
neas, fronteras. Así para delimitar lo de los otros conquis-
tadores. El puerto de Marsella estaba hermanado, por ejemplo,
con el Argel, y en la práctica más que una frontera era enla-
ce. No fue el colonialismo exactamente el culpable del alza-
miento de fronteras inexpugnables, sino la geoestrategia.

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A veces, muy pocas, las fronteras son risibles. Ahí
está la del peñón de Vélez de la Gomera, que es una simple
cuerda en la arena, que marca los límites de España y Marrue-
cos, o las motos acuáticas que juegan los veranos a desafiar a
los soldados de la guarnición del peñón de Vélez de la Gomera.
De momento, un juego. Empero, las fronteras, por lo general,
son lugares llenos de peligro, hoy día. En la que circunda el
mar Muerto, separando Israel y Jordania, la peligrosidad se
palpa, así como en Aqaba, donde confluyen en un espacio re-
ducido fronteras de cuatro países, Israel, Jordania, Arabia
saudí y Egipto. O las que existen entre los países balcáni-
cos, a veces en espacios muy reducidos, como la existen en el
mar Adriático entre Bosnia y Croacia, que deja un pequeñísimo
acceso al mar al primer país. Las fronteras son espacios de
tensión extrema ahora, en tiempos de globalidad e intercomu-
nicación, en los que se han inventado todo tipo de instrumen-
tos tecnológicos para controlar los movimientos de las pobla-
ciones.

En Melilla hay una frontera peligrosa. La de Beni En-


zar. Yo la he pasado varias veces. La primera, en 1980, cuando
aún era un territorio de nadie, con dos aduanas, la marroquí
y la española, mirándose a lo lejos; a una hora determinada
los rifeños cogían carrerilla, con sus bicicletas y enseres,
y entraban en tromba en Melilla. Le pregunté en aquel entones
a un policía español, y me contestó que no podían hacer nada
para contener aquella avalancha. Luego la frontera se compli-
có, y se fue transformando en un laberinto de alambradas y
pasadizos. Todos los años mis alumnos ven el documental Cien
metros más allá, que rodó Juan Luis De No, con el apoyo de
mi antiguo estudiante Mohatar Marzok. Era los primeros 2000,
cuando la frontera la pasaban a diario varios miles de perso-
nas cargadas o haciendo rodar inmensos bultos llenos de mer-
cancías. En la película, que yo tuve la fortuna de presentar

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en Granada, se sigue la pista a varios contrabandistas, hom-
bres y mujeres, envejecidos prematuramente, que, con un poso
de inmensa tristeza, comentan al investigador que la frontera
es muy mala, ya que después de llevar y traer paquetes, que
quebrantan su salud por el peso excesivo, no sacan práctica-
mente nada. Que es una vida absurda. Se someten al dictado
del maktoub, del destino, de la vida sin norte de la pobreza.
“Cultura de la pobreza”, le llamaron en América, gentes como
Oscar Lewis, cuando contó la historia de Los hijos de Sánchez.
Más adelante volví a pasar la frontera, varias veces, incluso
en una ocasión tuve la impresión de estar viviendo una escena
de una película india, cuando en mitad de la barahúnda pol-
vorienta encontramos con un diplomático, viejo conocido. La
última vez que traspasé Beni Enzar, antes de que se cerrase
por las tensiones políticas, fue de auténtico terror: la zona
neutral había sido ocupada por gentes del hampa, que no eran
molestados por la policía marroquí, y allí, te advertían, si
te pasaba algo era cosa tuya, ya que estabas al albur.

En paralelo, la frontera iba siendo fortificada para


proteger el enclave español de los asaltos de los negrillos,
de quienes, huyendo de la miseria y la falta de horizontes,
intentaban asaltar el paraíso Europa. Un antropólogo italia-
no, Eugenio Giorgiani, se entregó allí, a sugerencia mía, a
hacer un estudio en el centro donde los encerraban una vez
capturados. Y lo hizo a través de la música. Hizo una película
doméstica que llamó Los sonidos de la alambrada. Los senega-
leses, que eran la mayoría, habían formado un grupo de música
allá, y a través de él no solo alegraban su existencia, sino
que buscaban hacerse simpáticos a la población para integrar-
se en el entorno hostil. Ocultaban al investigador que eran
gente con estudios y que sabían francés. Tenían lo que Pierre
Bourdieu llamaría “estrategias” para sobrevivir.

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Ahora, habiendo pasado por estas fases de fortificación,
que ha supuesto la externalización de las labores de vigilan-
cia en manos de un país del entorno, en este caso Marruecos,
las fronteras con el Mediterráneo sur han adquirido una con-
notación de dramatismo, con amagos de invasión, y varias he-
catombes, en Melilla, en el mar siciliano y en las fronteras
marítimas griegas, todavía sin “mapear” con claridad. Recuer-
do a este tenor, cómo detuve hace escasos años el vehículo
para hacer una fotografía en la desembocadura del oued Taha-
dart, en Marruecos, lugar maravilloso. La plácida contempla-
ción, que siempre hago al pasar por allá, la interrumpió un
policía marroquí armado, que apuntándome con su arma me gri-
taba diciéndome que me fuera. Confuso, no entendiendo nada,
miré a unas figuras humanas, bajo la sombra de los árboles,
donde vislumbré a decenas de negros apiñados y acuclillados
en el suelo. Eran migrantes detenidos por la gendarmería. Se
me encogió el corazón. Habían sido capturados antes de llegar
a su destino. ¿Cuántos de ellos eran universitarios, como yo?

Las fronteras imaginarias y/o culturales, que fue-


ron prolíficas en el pasado, en el momento presente han dado
paso a fronteras violentas, donde cada centímetro de tierra
es disputado y controlado. La voluntad de los humanos es, sin
embargo, abolir las distancias, espoleados por la globalizr-
tual, que pone al alcance de todas las imágenes de lo que hay
más allá. No es cierto que se busque el paraíso, que todos
sabemos que no existe. Se busca una oportunidad, un futuro.
El miserabilismo explotado por la prensa de los años ochenta,
decía que el hambre, en el sentido literal, era el motor de
aquellas huidas; hoy se sabe que lo que realmente mueve a las
migraciones, además de los conflictos, es el deseo creciente
de progresar, de salir del círculo de la pobreza.

Tras el paso del Mediterráneo, un mar que me explica


el medievalista Antonio Malpica, ha de ser recorrido desde
siempre haciendo cabotaje, sin alejarse de sus costas, y los

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sucesivos naufragios, que lo han convertido en una tumba enor-
me, quedan las pateras, como testigos mudos de las tragedias.
A veces la población o las autoridades las conservan. Durante
muchos años, hasta que se pudrió, hubo una en Almuñécar, que
la llamaban “la patera de Abderramán”, en alusión el emir re-
nombrado “El Inmigrante”, que atravesó el Mediterráneo huyen-
do de la matanza de su linaje, para refundar el emirato omeya
en Andalucía. También vi una muy lustrosa y artística delante
del parlamento de Sicilia, que venía a recordarlas tragedias
cotidianas, en un tiempo en el cual el ministro Salvini quería
dejar las migrantes a la deriva por el mar italiano.

Desde un altozano muy bello, desde el templo dórico de


Assos en la costa turca, contemplo el mar de un verano en el
cual las barcazas han llenado los centros de acogida de Gre-
cia, huyendo de la guerra siria. El lugar es tan plácito, tan
poético, que no me deja ver la tragedia que esconde el mar de
allá abajo. Por eso creo muy oportuno que José Antonio Hino-
jos y José Luis Lozano nos han traído a colación ese mundo de
violencias inexplicables e injustificables, despertándonos de
nuestro ensueño. Cuando vi su patera varada en el patio de la
Fundación Euroárabe, rodeada de su arte y luego del de una
artista amazigh, pues allí quedó varada algún tiempo, recordé
todo ese mundo.

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quedan las pateras, como testigos mudos de las tragedias. A
veces la población o las autoridades las conservan. Durante
muchos años, hasta que se pudrió, hubo una en Almuñécar, que
la llamaban “la patera de Abderramán”, en alusión el emir
renombrado “El Inmigrante”, que atravesó el Mediterráneo hu-
yendo de la matanza de su linaje, para refundar el emirato
omeya en Andalucía. También vi una muy lustrosa y artística
delante del parlamento de Sicilia, que venía a recordarlas
tragedias cotidianas, en un tiempo en el cual el ministro
Salvini quería dejar las migrantes a la deriva por el mar
italiano.

Desde un altozano muy bello, desde el templo dórico


de Assos en la costa turca, contemplo el mar de un verano en
el cual las barcazas han llenado los centros de acogida de
Grecia, huyendo de la guerra siria. El lugar es tan plácito,
tan poético, que no me deja ver la tragedia que esconde el
mar de allá abajo. Por eso creo muy oportuno que José Anto-
nio Hinojos y José Luis Lozano nos han traído a colación ese
mundo de violencias inexplicables e injustificables, desper-
tándonos de nuestro ensueño. Cuando vi su patera varada en
el patio de la Fundación Euroárabe, rodeada de su arte y
luego del de una artista amazigh, pues allí quedó varada al-
gún tiempo, recordé todo ese mundo.

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MÁS ALLÁ DE LAS FRONTERAS

José Luis Lozano y José Antonio Hinojos


Profesores de la Universidad de Granada y la Universidad
Miguel Hernández de Elche

¿Cómo digerir las escabrosas escenas que nos llegan


desde Lesbos, Melilla o Lampedusa?, ¿en qué se ha converti-
do la actual política migratoria europea, sino en un escudo
policial represivo para proteger unas fronteras que muestran
la ineficacia para dar respuesta a los continuos flujos migra-
torios, facilitando la muerte y el hacinamiento de cientos de
personas en campos de internamiento y centros de detención?
Según los artistas Lozano e Hinojos, estas crisis no son más
que el reflejo de otras crisis más profundas y estructurales
que, como síntomas, muestran la reproducción del antiguo mo-
delo de represión, racismo y colonialismo que Europa ha desa-
rrollado históricamente, fruto de acciones bélicas, acuerdos
e intereses políticos que como piedras lanzadas en un lago se
han transformado en ondas que se expanden como efecto de ta-
les desajustes. No hay mayor crisis que la involución en los
valores de respeto por el otro, por la vida, venga de don-
de venga, por la solidaridad con aquellos que ya lo perdie-
ron todo y sólo buscan su supervivencia o un futuro de paz y
prosperidad. Naufragio de los valores e ideales del proyecto
europeo, cuyos países sólo proponen un refuerzo del control en
las fronteras, sin comprometerse en asumir una mayor respon-
sabilidad en los procesos migratorios, que ya normalizados,
van a formar parte de la realidad del planeta como consecuen-
cia de la pobreza y el cambio climático creciente. La exposi-
ción Más allá de las fronteras arremete contra la conciencia
humana con escenas cargadas de dolor, pánico y desesperación,
pero también es un grito a la libertad, en una intensa bús-
queda continua de esperanza y futuro de cambios políticos,
sociales y económicos en esta Europa fortaleza.

En la pieza Patera (2022), vemos en el frente-centro


del espacio a modo de dársena portuaria, varada, una zo-
diac-patera en cuyo interior podemos observar diversos obje-
tos, una mochila, guantes de lana, restos de comida putrefac-
ta, varios morrales hechos a mano con retales de sacos viejos
en cuyo interior se pueden adivinar unas botellas de agua que,

27
aunque vacías nos hablan de un terrible viaje de desespera-
ción y angustia. Chaquetones medio húmedos y una plataforma
de madera destrozada por el golpeo de un viaje turbulento y
tortuoso. Arrugado observamos un gran plástico azul que bri-
lla por los restos de sal marina, en un pasado daba cobijo
y calor en tan húmedo viaje, ahora cubre casi en su totali-
dad gran parte de estos objetos de la vergüenza. Esta embar-
cación, si se le puede llamar de este modo, porque más bien
pareciera un pasaporte con sentencia de muerte, es símbolo y
medio de transporte de estas personas que cruzan las fronte-
ras de mar que tanto horror causan a la misma vez que aportan
alegría por la llegada a un territorio con nuevas oportunida-
des. Alrededor de la patera, pisoteados sobre el suelo obser-
vamos numerosos panfletos impresos con la Declaración Univer-
sal de los Derechos Humanos, yacen en el suelo pisoteados,
seña y símbolo de cómo hoy en día la sociedad pisotea cada
uno de los artículos que se describen en la declaración.

En Múltiples desenlaces (2016 - 2022), al igual que


una tela de araña, la red de acontecimientos y sucesos trá-
gicos que han asolado a los países cercanos al mediterráneo
durante las últimas décadas, se expande en una rueda de cau-
sas y efectos que, sólo aparentemente, no tendrían relación
entre ellos. Las imágenes registradas por el periodismo desde
principios del siglo XX muestran diversos hechos históricos
que, como consecuencia de anteriores vicisitudes provenientes
de las invasiones, intereses y acuerdos coloniales del XIX,
marcarán el engendro de posteriores guerras y calamidades que
hasta el presente, muestran los síntomas de una tendencia
hacia el enquistamiento de múltiples tragedias globales y el
más absoluto desprecio por los derechos humanos, muestra del
insuficiente interés en la promoción de acciones políticas que
profundicen en la solución radical de tales problemáticas.

28
El proyecto Múltiples desenlaces se construye mediante
el uso plástico y pictórico de diversas imágenes que forman
parte del imaginario colectivo contemporáneo, con la intención
de reunir diversos episodios de la historia reciente que, en-
trelazados, componen el puzzle de un rompecabezas de crisis y
eventos trágicos que muestran los síntomas del actual clima de
insensibilidad, falta de empatía y creciente desesperación e
impotencia de aquellos que sufren las consecuencias de una hu-
manidad a la deriva.

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PIEZAS DE LA EXPOSICIÓN

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33
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Patera, 2022
José Luis Lozano

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Patera,2022
embarcación y fotografías, medidas variables
José Luis Lozano

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44
45
46
Múltiples desenlaces,2016-2022
José Antonio Hinojos

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Múltiples desenlaces,2016-2022
óleo sobre tela, medidas variables
José Antonio Hinojos

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54
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58
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64
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CURRÍCULUMS AUTORES

69
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CURRÍCULUM VITAE

José Antonio Hinojos (Ubrique, 1979)

jhinojos@umh.es
https://campusaltea.umh.es/es/profesores/jose-anto-
nio-hinojos-morales/

Profesor del Departamento de Arte de la Universidad Mi-


guel Hernández, España.

Formación

Licenciado en Bellas Artes por la Universidad Politéc-


nica de Valencia en 2002. Doctor en Bellas Artes por
la Universidad Miguel Hernández en 2020. Máster Uni-
versitario en Proyecto e Investigación en Arte por la
Universidad Miguel Hernández (2014 - 2015). Máster en
Formación del Profesorado ESO y Bachillerato, FP y En-
señanzas de Idiomas por la Universidad Miguel Hernández
(2012 - 2013).

Exposiciones individuales

Aromaescopio (2023), Fundación la Posta , Valencia.


Landscapes from nowhere (2019), Casa Bardín. Instituto
Alicantino de Cultura Juan Gil- Albert.
Estímulo (2028), Sala Ramón de Soto, Fundación Frax. El
Albir. Alfas del Pi (Alicante).
Axis Mundi (2018), Sala Mestral. Auditori de la Medite-
rránia, La Nucia (Alicante).
Axis Mundi (2017), Centro de Arte Taller de Ivars, Be-
nissa (Alicante).
El paradigma islamofóbico (2015), Fundación Frax, L´Al-
fás del Pi (Alicante).
Yibal / Montañas (2014), Sala Pablo Lau, Sant Joan d´A-
lacant (Alicante).
De vuelta a la Tierra (2012), Museo San Juan de Letrán,
Ubrique (Cádiz).

71
Exposiciones colectivas

XIII Certamen Nacional de Pintura Miradas 2023, Sala


Municipal de Exposiciones “Lonja del Pescado”. Alicante
Alzar el vuelo (2022), Terminal T2 del Aeropuerto de
Valencia.
Honour to all mothers of all times (2022), galería VHS,
Kulturforum (Alemania).
ENDZEIT (2022), Museo Herxheim. Herxheim bei Landau,
Pfalz, (Alemania).
Taxco en-Retorno (2021), Museo Arqueológico Guillermo
Spratling. Taxco de Alarcón (México).
La huella de la memoria. Medios y formatos en la confi-
guración del recuerdo (2021), Sala de exposiciones de
Bellas Artes. Facultad de Ciencias Sociales y Humanas
de Teruel.
XXXIX Certamen de Pintura S. Soria Vila de Benissa
(2021), Centro de Arte Taller de Ivars, Benissa (Ali-
cante).
Lugares (2021), Sala de Exposiciones del Ayuntament
Vell, Calp (Alicante).
ARTE APARTE XII (2020), Sala de Exposiciones Juan Fran-
cisco Casas. Museo de La Carolina (Jaén).
I Bienal de Pintura Eliseo Esteve (2017), Castalla
(Alicante).
XX Premio de pintura Pastor Calpena (2016), Sala de ex-
posiciones del Teatro Wagner, Aspe (Alicante).
Zinc (2016), Sala Llevant del Auditori i Centre Cultu-
ral de la Mediterránia, La Nucía (Alicante).
- ES - , + ES - , - ES +, + ES + (2016), Fundación
Frax. L´Alfás del Pi (Alicante).
XXV Concurso Nacional de Pintura Cerezo Moreno (2015),
Sala de Exposiciones del Centro Cívico, Villartorres
(Jaén).
XXVI Certamen MAGRAMA (2015), Lucernario del Ministerio
de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente. Madrid.

72
III Convocatoria de Pintura MARDEL (2015), Caja Blanca
de las Cigarreras, Alicante.
18 casos clínicos (2015), Caja Blanca de las Cigarre-
ras, Alicante.
Óptica recreativa (2015), Sala Don Pedro la Barberá,
Vilajoyosa (Alicante).
ArtexArte=Arte20 (2015), Angel Castaño Art Space
(ACAS),
Quince (2015), Intervención artística en el Hotel la
Serena, Altea (Alicante).
XX premio de pintura Ciutat d’Algemesí (2015), Sala de
Exposiciones del Casino Lliberal, Algemesí (Valencia).
VI Premio UNIA de pintura (2014), Casa Grande, Ayamonte
(Huelva), 13 - 30 de enero.
Ubrique pinta (2013), Claustro de exposiciones de la
Diputación de Cádiz, Cádiz.
V Festival Internacional de Arte Independiente INCUBAR-
TE (2012), Galería La Mutante, Valencia.
Exposición de Jóvenes Artistas. Antología 1999-2003.
Castillo de Santa Catalina (Cádiz).
Artistas de la Plata (2012), Museo Guillermo Spratling,
Taxco de Alarcón (México).
Desapariciones, enigma e identidad (2001), Sala Josep
Renau, Valencia.
Evoluciones (2000), Sala Micalet, Valencia.

Premios y becas

Premio Fundación Jorge Alió. XIII Certamen Nacional de


Pintura Miradas 2023, Alicante.
Mención de honor VIII Premio de Pintura Fernando Soria
2022, Sant Joan d’Alacant (Alicante).
Accésit XXXIX Certamen de Pintura S. Soria - Vila de
Benissa 2021. Benissa (Alicante).
Seleccionado ARTE APARTE XII 2022. La Carolina (Jaén).
Cuarto premio XXII Premio Nacional de Pintura Pastor

73
Calpena 2020. Aspe (Alicante).
Mención Honorífica. V Premio de pintura Fernando Soria
2018. El Albir, Alfaz del Pí (Alicante).
Segundo puesto. VIII Certamen Internacional de Pintura
‘Miradas 2018’, Chicago (EEUU).
Seleccionado en Arte en la Casa Bardín 2018. Instituto
Alicantino de la Cultura, Alicante.
Accésit XXXIV Certamen de Pintura S. Soria- Vila de Be-
nissa 2016. Benissa (Alicante).
Segundo Premio XIX Premio de pintura Pastor Calpena
2015, Aspe (Alicante).
Primer Premio XLVI Certamen Nacional de Pintura Vila de
Sant Joan d´Alacant 2013, Sant Joan d´Alacant (Alican-
te).
Primer Premio III Certamen Nacional de Pintura No al
Miedo 2013, La Nucía (Alicante).
Tercer Premio XVII Concurso Nacional de Pintura Ciudad
de Antequera 2013, Antequera (Málaga).
Seleccionado VI Premio UNIA de Pintura 2013, Sevilla.
Seleccionado I Certamen de Pintura MARDEL 2013, Alican-
te.
Tercer Premio VI Certamen de Pintura al aire libre Par-
que de la Plata 2012, Jerez de la Frontera (Cádiz).
Mención Honorífica X Certamen de Pintura Real e Ilustre
Colegio de Farmacéuticos 2012, Sevilla.
Primer premio XLVII Certamen Local de Pintura Villa de
Ubrique 2012, Ubrique (Cádiz).
Tercer Premio escultura XII Certamen Nacional Fernando
Quiñones, 2011, Cádiz.
Primer premio II Certamen de Pintura Rápida de Godella,
2005, Godella (Valencia).
Tercer premio III Certamen Nacional Fernando Quiñones,
2001, Cádiz.
Mención de honor VIII Concurso de Pintura de la Vall
D’uixo 2001, Vall D’uixo (Castellón).
Primer premio Certamen Nacional de Pintura de Alzira

74
1999, Alzira (Valencia).
Accésit Circuito de Pintura rápida Valle de Cofrentes
1999, Cofrentes (Valencia).
Primer premio I Certamen de Pintura del Colegio Mayor
Galileo Galilei 1998, Valencia.
Mención de Honor IX Premio Viguer de Pintura 1998, Va-
lencia.
Primer premio I Muestra de jóvenes pintores 1995, Prado
del Rey, (Cádiz).

Obras en colecciones públicas y privadas

Museo Herxheim. Pfalz (Alemania).


MIDE-CIANT/UCLM. Museo Internacional de Electrografía.
Centro de Innovación en Arte y Nuevas Tecnologías de la
Universidad de Castilla–La Mancha. Cuenca.
Fundación Frax. Alfaz del Pi. (Alicante).
Diputación provincial de Segovia.
Departamento de dibujo de la facultad de San Carlos,
Universidad Politécnica de Valencia.
Museo Fernando Quiñones (Cádiz).
Asociación Cultural Plaza Mayor, Alzira (Valencia).
Museo Guillermo Spratling, Taxco de Alarcón (México).
Comunidad de propietarios del Polígono industrial de
Antequera (Málaga).
Ayuntamiento de Avilés (Asturias).
Ayuntamiento de Móstoles (Madrid).
Ayuntamiento de Aspe (Alicante).
Ayuntamiento de Sant Joan d’Alacant (Alicante).
Ayuntamiento de la Nucía (Alicante).
Ayuntamiento Vila de Benissa (Alicante).
Ayuntamiento de Ubrique (Cádiz).
Ayuntamiento de Prado del Rey (Cádiz).
Ayuntamiento de Godella (Valencia).

75
76
CURRÍCULUM VITAE

José Luis Lozano (Motril, 1985)

joseluislozano@ugr.es
https://wpd.ugr.es/~osakar/componentes_equipo/jo-
se-luis-lozano-jimenez/

Profesor del Departamento de Pintura de la Universidad


de Granada, España.

Formación

Licenciado en Bellas Artes por la Universidad de Grana-


da en 2007. Doctor en Bellas Artes por la Universidad
de Granada en 2012. Beca de Colaboración Universitaria
en el Departamento de Dibujo, Ministerio de Educación
(2006/2007). Beca de Investigación del Plan Propio de
Investigación (FPI) del Vicerrectorado de Investigación
de la Universidad de Granada (2008/2012) Beca Posdoc-
toral del Plan Propio de Investigación (FPI) del Vice-
rrectorado de Investigación de la Universidad de Grana-
da (2012/2013).

Exposiciones individuales

Boycott Limit (2010), Galería Meca Mediterráneo Centro


Artístico, Almería.
Fora do Límite (2011), Casa da Cultura, Elvas (Portu-
gal).
Flash Time (2011), Galería Progreso 80, Murcia.
Country Refugee (2017), Fundación Euroárabe, Universi-
dad de Granada.
Welcome (2018), Fábrica del Pilar, Nave del Azúcar, Mo-
tril.
Grieving (2022), Galería Meca Mediterráneo Centro Ar-
tístico, Almería.
Country Refugee (2023), Premio ProjectArte 21, Espacio
Santa Clara, Morón de la Frontera.

77
Exposiciones colectivas

Estampa 2018 (2018), Stand PAC, IFEMA, Madrid.


Territorio Sur (2018), Fundación Valentín de Madariaga,
Sevilla.
Flying Head (2018), Museo de Cádiz, Cádiz.
Suranda (2018), Castillo de Santa Ana, Roquetas de Mar,
Almería.
Loud Places (2019), Galería Estudio 22, Logroño, La
Rioja.
Arte Aparte XII (2020), Sala Juan Francisco Casas del
Centro Cultural de la Carolina, Jaén.
Kairós (2020), Instituto Cervantes de París, Francia.
Humano III. El Tiempo (2020), PHotoEspaña, Galería
Meca, Almería.
EAC 2020 – XX Concurso de Encuentros de Arte Contempo-
ráneo (2020), Museo de la Universidad de Alicante.
Tándem MUPIA (2020), MUA Museo de la Universidad de
Alicante.
La Nit de l’Art (2021), Palau de Altea, Alicante.
At A Distance #5 (2021), Alastrian Press, Wichita, Kan-
sas, EEUU.
Librarte, VI Feria del libro de Artista de Castilla y
León (2021), Monasterio de San Juan, Burgos.
DMENCIA 2021. XXIII Muestra de Arte Contemporáneo
(2021), Doña Mencía, Córdoba.
BMMN Biennal de Mislata Miquel Navarro. Premios compro-
miso social en las artes visuales (2021), Centre Cultu-
ral Carmen Alborch, Mislata, Valencia.
PHotoAlicante (2022). Un tiempo Incierto, Alicante.
Certámenes de Pintura Ramón Portillo Ciudad de Motril
(2022), Casa de la Condesa de Torre-Isabel, Motril.
Librarte, VII Feria del libro de Artista de Castilla y
León (2022), Monasterio de San Juan, Burgos.
Primer Premio de Arte Textil Contemporáneo (2022), Ins-
tituto Alicantino Juan Gil-Albert, Sala de Exposiciones

78
Orden Tercera de Elche.
XXV Premio de Artes Plásticas Sala el Brocense (2022),
Sala el Brocense, Diputación de Cáceres, Cáceres.
Ángulo Libre (2022), Espacio Funtenueva, Granada.
VII Feria de Arte Santa Fe (2022), Instituto de América
Damián Bayón, Santa Fe.
Show Print Carpeta de Obra Gráfica (2022), Meca Medite-
rráneo Centro Artístico, Almería.
Alma Mater (2023), Sala de Exposiciones de la Facultad
de Bellas Artes de la UGR.
Hybrid Art Fair, Programa Displaced (2023), Hotel Peti-
te Palace Santa Bárbara.
Tocar la Tierra (2023), Centro Carmen Jiménez, La Zu-
bia.
De, para por…siempre (2023), Sala Pescadería Vieja, Je-
rez de la Frontera.
Fab Lab Proyectos (2023), Sala de Exposiciones de la
Facultad de Bellas Artes de la UGR.
RELEGERRE 4TH IACLSC Biennal International Exhibition
(2023), Bhubaneswar, Odisha State, India.
El exceso de Azúcar produce amargor (2023), Sala de Ex-
posiciones Nave del Azúcar, Fábrica del Pilar, Motril.
III Edición del Festival Internacional de Performances
Mínimas (Rur)Urbanas en Vídeo. Universidad Miguel Her-
nández de Elche. Alicante. (2022).

Premios y becas

Seleccionado en el Primer Premio de Arte Textil Contem-


poráneo, Instituto Alicantino Juan Gil-Albert, Sala de
Exposiciones Orden Tercera de Elche. (2022).
Seleccionado en el Primer XXV Premio de Artes Plásticas
Sala el Brocense, Sala el Brocense, Diputación de Cáce-
res, Cáceres. (2022).
Seleccionado en la III Edición del Festival Internacio-
nal de Performances Mínimas (Rur)Urbanas en Vídeo. Uni-

79
versidad Miguel Hernández de Elche. Alicante. (2022).
Premio ProjectArte 2021 Convocatoria VII Concurso de
Proyectos Expositivos, Morón de la Frontera, Sevilla.
(2021).
Premio adquisición Colección Aldebarán. Librarte, VI
Feria del libro de Artista de Castilla y León, Monaste-
rio de San Juan, Burgos. (2021). Premio de producción,
BMMN Biennal de Mislata Miquel Navarro. Premios Compro-
miso Social en las Artes Visuales, Mislata, Valencia.
(2021). Premio de adquisición DMENCIA 2021. XXIII Mues-
tra de Arte Contemporáneo de Doña Mencía. (2021).
Premio de producción Festival La Nit de l’Art, Altea.
(2021).
Seleccionado en los EAC 2020, XX Concurso de Encuen-
tros de Arte Contemporáneo. Instituto Alicantino Juan
Gil-Albert. Alicante. (2020).
Seleccionado en el I Certamen Nacional de expresión
artística y salud mental “Realidad y representación”.
FAISEM, Junta de Andalucía. ICAS Espacio Turina. Sevi-
lla. (2016).
Mención de Honor en los Premios de la Universidad de
Granada a la Creación Artística para Estudiantes Uni-
versitarios. Granada. (2009).
Mención de Honor en los Premios de la Universidad de
Granada a la Creación Artística para Estudiantes Uni-
versitarios. Hospital Real. Universidad de Granada.
Granada. (2008).
Beca AL RASO 2010. Valle de Lecrín, Granada. (2010).
Beca INTERMEDIAE-MINBAK, Matadero de Madrid. Ayunta-
miento de Madrid. (2007).

Obras en colecciones públicas y privadas

Universidad de Granada.
Ayuntamiento de Motril, Granada.
Diputación de Granada.
Diputación de Almería.

80
Diputación de Cádiz.
Colección Aldebarán.
Ayuntamiento de Mislata, Valencia.
Ayuntamiento de Doña Mencía, Córdoba.
Fundación Rafael Botí, Córdoba.
Ayuntamiento de Morón de la Frontera.

81
TRANSLATIONS

83
Emancipation, oppression, interventionism and chaos

Antonio Sánchez Ortega


Vice Secretary for Training and Research
Euro-Arab Foundation for Higher Studies, Granada

The international system created by the United Nations


in 1945 was born with the clear objective of achieving
the emancipation of peoples under colonial domination.
Their free self-determination would be one of the pi-
llars upon which the construction of a fairer, more
democratic, and peaceful International Society should
rest. The recovery of lost sovereignty at the hands of
colonial powers had become a long-awaited and deman-
ded claim by territories and inhabitants conquered in
the past, which a system whose vocation was to maintain
peace and international security could not ignore.
Unfortunately, the ambitions of the new powers, of-
ten allied with the old ones, and the new power strug-
gle that began with the Cold War quickly perverted the
lofty purposes enshrined in the United Nations Charter.
The new states that emerged under the process of deco-
lonization were born with significant problems and had
to face grave circumstances that would ultimately bur-
den their future. There are many issues that could be
discussed, undoubtedly including endogenous and exo-
genous factors. However, from these lines, we believe
that the pictorial exhibition depicted in this book has
successfully captured with great strength and chronolo-
gical interest some of the most relevant issues affec-
ting the Middle East and North Africa, whose consequen-
ces project their perverse and heartbreaking effects
onto the Mediterranean. It is a true economic and poli-
tical frontier that divides and separates peoples who,
for centuries, communicated, mixed, grew, and also fou-
ght along their coasts.
The paintings in this book show some of the origi-

84
nal sins that occurred during the emancipation of tho-
se peoples, whose echoes remain present to this day.
Firstly, what has been defined as the curse of natural
resources, which led to a new form of colonialism in
which the former metropolises maintained control over
significant resources of these new states, hampering the
economic development of their societies and fostering
the emergence of countless conflicts. Secondly, the ar-
chitecture of artificial borders imposed from the West,
upon which the creation of these new states was delimi-
ted, became the origin of many internal and internatio-
nal conflicts, especially in the case of Palestine and
Israel, which continue to produce constant destabiliza-
tion in the region.
However, undoubtedly, the most serious problem, magnifi-
cently portrayed in this work, is that of interventio-
nism. In two historical moments: firstly, a constant in-
terventionism throughout the Cold War, during which the
two superpowers supported or directly established poli-
tical leaders in the region, who often became puppets
of those powers and placed their personal interests
above those of the societies they claimed to repre-
sent and defend. These leaders oppressed and repeatedly
dragged them into fratricidal wars. Secondly, and espe-
cially after the end of the Cold War, direct military
and political intervention by the United States and the
former metropolises have contributed decisively to the
region’s destruction and further deepened its destabi-
lization.
Like plagues, all these disasters have not come alone
but are also responsible for and help us understand the
emergence of international jihadist terrorism, which,
in a vicious circle of misery, has caused more death,
destruction, and another round of military interven-
tion, to which states such as Russia have now joined,
making the constant problems plaguing the region seem
insurmountable.

85
Like the Greek gods of the old Mediterranean, who-
se rivalries, jealousy, and miseries were always paid
by mortals, these international political conflicts are
inexorably suffered by the human beings inhabiting the
region. These individuals, leading miserable lives,
ruined and deprived of hope, are often forced to flee,
to leave their places of origin in search of a future,
not always better, but simply the opportunity to have
one. They will venture into that sea that once united
us, seeking help, solidarity, and justice. In short,
they are seeking a better life for themselves and their
children, often ending up being reduced to mere commo-
dities in the hands of organized crime syndicates, and
many others meeting their death in the sea where they
placed their hopes.

86
Between borders

José Antonio González Alcantud


Professor of Social Anthropology at the University of
Granada and corresponding academic of the Royal Academy
of Moral and Political Sciences

If there is a place where human beings are defenseless,


it is at a border. To cross from one side to another,
one has to strip off, sometimes literally, their ma-
terial belongings, but increasingly often their per-
sonality and ideas as well. Like in Elia Kazan’s film
“America, America,” where the Greco-Turkish protago-
nist, fleeing oppression and exploitation in Turkey,
arrives at Ellis Island in America, where immigrants
from around the world crowded together, quarantined,
and longing to find a new life in the United States. The
customs officer, unable to pronounce his true Turkish
name, casually gives him a new name. This act of rena-
ming liberates the protagonist - Kazan’s alter ego -
from his past, and he emerges from the American rebap-
tism filled with happiness.
Whether done legally or illegally, borders are absurd
places, arbitrary lines drawn at some point in history
by a military cartographer or something similar, after
centuries of territorial ambiguities in the same area
where people moved from one side to the other without
questioning which country they were in. Therefore, na-
turally inclined to nomadism despite cultural seden-
tarism, we never quite get used to borders, and each
time we cross them, we find their transit absurd and
dangerous. More in line with the natural condition of
humans, who have legs and not roots, as Juan Goytiso-
lo argued, a portion of humanity has decided, given the
increasing difficulties, to cross them without asking for
permission. Hence, the alarm and drama generated in the
geostrategic universe controlled by empires and states.

87
If we look back to the Modern Age, and perhaps even
before, the Mediterranean was a “liquid border” whe-
re men, goods, and ideas circulated quite freely, al-
beit with risks, across the turbulent sea of seas. This
was highlighted by the master historian Fernand Braudel
when he studied the Mediterranean during the time of
Philip II. Back then, people traveled with safe con-
ducts that opened doors and ports but could also worsen
the traveler’s situation if, by chance or necessity,
they were caught by the enemy, who saw them as a lu-
crative gain. León the African, born Hassan al Wazzan
in the late Nasrid Granada and educated in the madra-
sas of Fez, was captured by the Papists and ended up in
the Sant’Angelo Castle in Rome, where he converted to
Christianity. After the death of his protector, Pope
Leo X, he escaped to Tunis and died in the Islamic fai-
th. Another glorious example was the Turkish admiral
known as Uchalí, the “dirty Calabrian,” who was actua-
lly Italian and made the Ottoman fleet under his command
stop to visit his mother in Calabria. And finally, the
most glorious of all, Miguel de Cervantes, who was cau-
ght in the Catalan Sea with a high-quality safe conduct
in his pocket that opened the doors of the prisons in
Algiers. His captors probably confused his importan-
ce and anticipated a hefty ransom for his release. Even
the famous Algerian Barbarossas were more Greek than
Berber. Emilio Sola, a Cervantes scholar based in Alca-
lá de Henares, knows a lot about this and supports the
Archive of the Frontier.
After crossing the Mediterranean, a sea that is explai-
ned to me by the medievalist Antonio Malpica, it must
always be traversed by coastal navigation, without ven-
turing far from its shores. Among the successive shi-
pwrecks that have turned it into an enormous tomb, the
small boats, known as “pateras,” remain as silent wit-
nesses to the tragedies. Sometimes the population or
the authorities preserve them. For many years, until it

88
decayed, there was one in Almuñécar, which they called
“Abderramán’s patera,” alluding to the renowned emir
“The Immigrant,” who crossed the Mediterranean fleeing
the massacre of his lineage to reestablish the Umayyad
emirate in Andalusia. I also saw a very shiny and ar-
tistic one in front of the Parliament of Sicily, which
served as a reminder of the daily tragedies during a
time when Minister Salvini wanted to leave migrants
adrift in the Italian sea.
From a beautiful hilltop, from the Doric temple of As-
sos on the Turkish coast, I contemplate the sea during
a summer in which the boats have filled the reception
centers in Greece, fleeing the Syrian war. The place is
so peaceful, so poetic, that it doesn’t allow me to see
the tragedy hidden by the sea down below. That’s why I
find it very appropriate that José Antonio Hinojos and
José Luis Lozano have brought up that world of inexpli-
cable and unjustifiable violence, awakening us from our
reverie. When I saw their patera stranded in the cour-
tyard of the Euro-Arab Foundation, surrounded by their
art and later that of an Amazigh artist, as it remained
stranded there for some time, I remembered that whole
world.

89
Beyond the borders

José Luis Lozano and José Antonio Hinojos


Professors from the University of Granada and the Mi-
guel Hernández University of Elche

How to digest the harsh scenes that reach us from Les-


bos, Melilla, or Lampedusa? What has the current Euro-
pean migration policy become if not a repressive police
shield to protect borders that demonstrate their in-
efficiency in addressing continuous migration flows, re-
sulting in the death and overcrowding of hundreds of
people in internment camps and detention centers? Ac-
cording to artists Lozano and Hinojos, these crises
are nothing more than reflections of deeper and struc-
tural crises that, as symptoms, show the reproduction
of Europe’s historical model of repression, racism, and
colonialism, born out of warfare, agreements, and poli-
tical interests that, like stones thrown into a lake,
have created expanding ripples as a consequence of such
imbalances. There is no greater crisis than the regres-
sion in values of respect for others, for life, regard-
less of origin, and for solidarity with those who have
already lost everything and are only seeking survival
or a future of peace and prosperity. It is a shipwreck
of the values and ideals of the European project, who-
se countries only propose reinforcing border control
without committing to assume greater responsibility in
migratory processes that, already normalized, will be-
come part of the planet’s reality as a result of in-
creasing poverty and climate change. The exhibition
“Beyond Borders” assaults human consciousness with sce-
nes laden with pain, panic, and despair, but it is also
a cry for freedom, in an intense and continuous search
for hope and a future of political, social, and econo-
mic changes in this fortress Europe.

90
In the piece “Patera” (2022), we see in the front-cen-
ter of the space, resembling a harbor basin, a stran-
ded Zodiac boat (patera) inside of which we can observe
various objects: a backpack, woolen gloves, remnants of
rotting food, handcrafted sacks made from old fabric
scraps inside which one can glimpse empty water bottles
that speak of a terrible journey of desperation and an-
guish. Half-damp coats and a wooden platform destroyed
by the turbulence and torturous nature of the voyage.
We observe a wrinkled large blue plastic sheet, shi-
ning with traces of sea salt, which in the past pro-
vided shelter and warmth during such a humid journey
but now covers almost entirely these objects of shame.
This vessel, if it can be called that, because it ra-
ther resembles a passport with a death sentence, is a
symbol and means of transportation for these indivi-
duals who cross the deadly sea borders, causing horror
yet also bringing joy at the arrival in a territory
with new opportunities. Around the patera, trampled on
the ground, we see numerous pamphlets printed with the
Universal Declaration of Human Rights, lying on the
ground, symbolizing how society today tramples on each
of the articles described in the declaration.
In “Multiple Endings” (2016-2022), like a spider’s
web, the network of events and tragic occurrences that
have ravaged countries near the Mediterranean in re-
cent decades expands in a wheel of causes and effects
that, only apparently, may seem unrelated. The images
recorded by journalism since the early 20th century
show various historical events that, as a consequen-
ce of previous circumstances stemming from invasions,
colonial interests, and agreements of the 19th century,
will mark the birth of subsequent wars and calamities
that, until the present, exhibit symptoms of a tendency
towards the entrenchment of multiple global tragedies
and the utmost disregard for human rights, demonstra-

91
ting insufficient interest in promoting political actions
that delve into the radical solution of such problems.
The project “Multiple Endings” is constructed throu-
gh the plastic and pictorial use of various images that
are part of the contemporary collective imagination,
with the intention of bringing together different epi-
sodes of recent history that, intertwined, compose the
puzzle of a jigsaw of crises and tragic events that
show the symptoms of the current climate of insensi-
tivity, lack of empathy, and growing desperation and
helplessness of those who suffer the consequences of a
drifting humanity.

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