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SCIENTIA G U A I A N Æ 5: 7 9 - 1 1 3 .

Caracas (Venezuela) 1995

CLASIFICACION, EXPLOTACION Y
COMPOSICION DE BOSQUES SECUNDARIOS EN
EL ALTO RIO CUAO, ESTADO AMAZONAS,
VENEZUELA
STANFORD Z E N T

Resumen

El manejo y utilización de bosques secundarios por las poblaciones humanas


en ecosistemas de bosques pluviales ha sido el tópico de varias investigaciones recientes.
Este trabajo hace una contribución en este campo; se describe la clasificación,
explotación, y composición de bosques secundarios por los indígenas Piaroas en el
Alto Río Cuao, Estado Amazonas, Venezuela.
A través de su lenguaje, los Piaroa clasifican varias comunidades floristícas
representando las diferentes etapas — claro, conuco, bosque secundario, bosque
primario — en el ciclo de cultivo itinerante. Un análisis cuantitativo de la diversidad
de plantas económicas en el hábitat sucesional describe 43 especies cultivadas en este
hábitat, 59 taxa de plantas silvestres en el biotopo de la sucesión temprana y 260 taxa
de plantas silvestres en el biotopo de la sucesión avanzada. La densidad de recursos
botánicos en los hábitats tanto secundarios como primarios se estudio por medio de
censos de plantas en parcelas de muestreo ubicadas en los diferentes biotopos. El
análisis de las densidades variables de plantas por biotopo agrupadas según la categoría
utilitaria sugiere que las funciones económicas más importantes del hábitat secundario
en este lugar son: tecnología, medicina, magico-religioso, alimentos para animales y
atrayentes para animales. La categoría de plantas predominante en el hábitat
secundario, tanto en diversidad como en densidad, es alimento para animal. Tal dato
sugiere que la función más importante de este hábitat es el apoyo alimenticio de las
poblaciones de animales de caza.
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A pesar de la gran diversidad de plantas economicas disponibles en bosques


secundarios, el bajo nivel de explotación (en términos cuantitativos) de ese recurso y la
falta de manejo explícito del barbecho indica un sistema agroforestal de muy baja
intensidad. La calidad baja intensiva de este sistema se atribuye al ambiente social y
ecológico, que se caracteriza por la muy baja densidad poblacional, el patron de
asentamiento disperso y móvil, la escasa base de recursos silvestres (especialmente
animales), y la ausencia de una economía comercializada.

Palabras clave: sucesión, bosques secundarios, agroforesteria, barbecho manejado,


Piaroa.

Abstract

The management and utilization of secondary forests by human popula-


tions in rain forest ecosystems has been the subject of recent research. The present
article makes a contribution to this field of study, describing the classification, ex-
ploitation and composition of secondary forests by the Piaroa Amerindians of the
Upper Cuao River, Amazonas State, Venezuela.
Through language distinctions, the Piaroa classify different floristic commu-
nities which make up the different stages — clearing, swidden garden, secondary for-
est, primary forest — of the shifting cultivation cycle. Quantitative analysis of the
diversity of economic plants in the successional hábitat reveals 43 cultivated species,
59 wild plant taxa in the early succession biotope, and 260 wild plant taxa in the
advanced succession biotope. The density of botanical resources in secondary as well
as primary hábitats was studied by means of plant censuses in quadrats located in the
different biotopes. Analysis of the variable densities of plants per biotope grouped
according to utility categories suggests that the main economic functions of the sec-
ondary hábitat are: technology, medicine, magic-religion, animal food, and animal
attractants. The predominant category of plants in the secondary hábitat, in terms of
both diversity and density, is animal food. This data suggests that the most important
function of this hábitat is food support for the populations of game animals.
Despite the great diversity of economic plants available in secondary for-
ests, the low level of exploitation (in quantitative terms) of this resource and the
lack of explicit management of the fallow environment indicates an agroforestry
system of low intensity. The low intensivity of this system is attributed to the pre-
vailing social and ecological environment, characterized by very low population
density, a dispersed and mobile settlement pattern, a scarce wild resource base (espe-
cially game animals), and absense of a market economy.

Keywords: succession, secondary forests, agroforestry, managed succession, Piaroa.


BOSQUES SECUNDARIOS EN EL ALTO RIO CUAO 81

1. I N T R O D U C C I Ó N

Ha crecido mucho el interés de científicos, planificadores, agro-


empresarios, ambientalistas, etc. en los sistemas agroforestales de las poblaciones
tradicionales que habitan las regiones tropicales del mundo en los últimos 10-15
años. Se han llevado a cabo varias investigaciones recientes sobre la agroforestería
indígena y campesina en los bosques pluviales de America Central y del Sur, y
los resultados muestran una gama de diferentes formas particulares (Alcorn 1981,
Posey 1983,1984; Denevan et al. 1984, Padoch et al. 1985, Hiraoka 1986, Gómez-
Pompa et al. 1987, Denevan y Padoch 1987, Balee y Gely 1989, Irvine 1989,
Padoch y de Jong 1991). Tales variaciones pueden ser un reflejo de los factores
ecológicos, económicos, demográficos, y culturales que influyen en la
composición y organización de las prácticas agroforestales. Por una parte, las
diferencias en los diversos sistemas agrícolas indican que el ambiente es mas elástico
y capaz de manipulación y desarrollo de lo que ha sido predecido por perspectivas
populares muy desalentadores (cf. Meggers 1971, Goodland y Irwin 1975). Por
otra parte, las mismas diferencias enseñan que hay factores que promueven y / o
limitan los sistemas de producción. El desarrollo de este tema dependerá tanto
de la acumulación de mas datos empíricos sobre diferentes sistemas agroforesta-
les locales, como la comparación de- tallada de los sistemas ya descritos. El trabajo
presente hace una contribución en esta línea al describir y analizar el sistema
agroforestal practicado por los indígenas Piaroa (Wõthihã) del Alto Rio Cuao,
Estado Amazonas, Venezuela.

2. C O N C E P T O S BÁSICOS: SUCESIÓN, C U L T I V O
ITINERANTES A G R O F O R E S T E R I A , B A R B E C H O M A N E J A D O

Varios estudios han documentado la naturaleza muy dinámica del


ecosistema bosque tropical lluvioso, caracterizado por la abertura frecuente de
claros de árboles tumbados por eventos naturales (viento, senilidad, predación),
la regeneración rápida del bosque en el sitio alterado, la heterogeneidad del bosque
según la etapa sucesional, y la baja densidad de árboles grandes en bosque primario
debido a la alta mortalidad de árboles del dosel (Whitmore 1978, Hartshorn
1978, 1980; Bazzaz y Pickett 1980). La vegetación de este ecosistema ha
evolucionado diversos mecanismos para regenerarse en las áreas alteradas:

1) árboles jóvenes y del sotobosque persisten en un estado de "desarrollo arrestado"


por años bajo la sombra de la b ó v e d a , y crecen rápidamente cuando están
expuestos directamente al sol;
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2) semillas latentes en el suelo germinan bajo el estímulo de aumentos en la


radiación solar y la temperatura del suelo;
3) muchas especies producen retoños de los tallos cortados o raíces; y
4) el viento y animales (murciélagos, aves, roedores) dispersan las semillas de
diversas especies sobre áreas extensivas, de manera que se introducen las semillas
de árboles distantes (Kellman 1980, Uhl 1983, Denslow 1987).

Las diversas especies de árboles del bosque lluvioso se diferencian por


rasgos fisiológicos, morfológicos y ontogenéticos que condicionan su adaptación
a los diferentes hábitats sucesionales (Denslow 1980, 1987). En términos muy
generales, se puede conceptualizar esta diversificación en términos de un continuo
entre las especies tolerantes a la sombra y las no tolerantes a la sombra. Las
primeras, características del bosque primario, muestran un patron de larga vida
y crecimiento lento, son conservadoras de nutrientes, producen frutos y semillas
grandes, hojas micro- o mesofílicas y madera dura. Las segundas, especies
típicamente pioneras de las etapas sucesionales tempranas, tienen una breve vida,
una tasa rápida de crecimiento y la rápida capacidad para la asimilación de
nutrientes, son precoces, producen frutos y semillas pequeños, hojas mega- o
macrofílicas y madera blanda (Budowski 1963, Whitmore 1978, Hartshorn 1978,
Bazzaz y Pickett 1980, Opler et al. 1980). Entre esos dos grupos extremos, hay
numerosas especies de hábitos intermedios y variables: especialistas de claros
grandes y de claros pequeños, especies que se establecen bajo la bóveda cerrada
pero requieren claros para madurar, y especies que crecen en bosque cerrado
pero pueden beneficiarse por la presencia de claros (Bazzaz y Pickett 1980, Schulz
1960, Whitmore 1975).
El patron y duración de la sucesión puede variar según las condiciones
biogeoquímicas del lugar; en los bosques sobre suelos muy pobres (e.g. arenas
blancas), la sucesión se retarda debido a la insuficiencia de nutrientes y de animales
dispersadores de semillas, las plantas sucesionales se asemejan a las primarias por
crecer mas lentamente y tener hojas esclerófilas y / o con defensas químicas, y la
diversidad de especies es menor (Bazzaz y Pickett 1980, Harcombe 1980, Pickett y
White 1985). Además, la sucesión varia según el tamaño del claro y la intensidad y
naturaleza de la alteración, siendo natural o humana. En los bosques de San Carlos
2
de Rio Negro (Venezuela), los claros pequeños (500-2000 m ) y naturales de árboles
tumbados se revierten a bosque maduro después de 40 años. En contraste, en la
misma zona, la sucesión completa de los terrenos utilizados para campos agrícolas
— talados, quemados, sembrados, limpiados, y cosechados por 3-5 años — requiere
más de 100 años debido a la pérdida de nutrientes y la extracción o destrucción de
las especies sucesionales locales. Se estima que los sitios limpiados con tractor
nivelador requerirán hasta 1000 años para recuperar el bosque (Uhl 1983).
BOSQUES SECUNDARIOS EN EL ALTO RIO CUAO 83

El cultivo itinerante o conuco es la forma predominante tradicional de


agricultura en los ecosistemas de bosque lluvioso. Dicha forma se define como
un sistema agrícola que funciona en base de una rotación de las tierras de
producción entre periodos de producción o cultivo y periodos de descanso o
barbecho, siendo los segundos más largos que los primeros (Conklin 1961). Según
las distintas condiciones culturales y ecológicas donde se encuentra, la proporción
del tiempo de campo cultivado con respecto al de campo barbechado es variable.
Donde el descanso de la tierra es el único mecanismo utilizado para recuperar la
fertilidad del suelo, el tiempo de barbecho es mayor que dos veces y frecuente-
mente mucho más el de cultivo. Aquellos sistemas se han denominado "barbecho
largo" en comparación con ciclos de cultivo/barbecho más equitativos que se
llaman "barbecho corto" (Miracle 1967, Ruthenberg 1980). Según la clasificación
de Boserup (1965), se distingue entre el sistema de cultivo del "barbecho boscoso"
(1-2 años de cultivo y 20-25 años de barbecho, restablecimiento del bosque alto
en los terrenos cultivados) y el sistema del "barbecho arbustivo" (1-8 años de
cultivo y 6-10 años de barbecho, sucesión de arbustos y árboles pequeños). En el
Neotrópico, los sistemas de cultivo itinerante practicados por las poblaciones
nativas y / o tradicionales corresponden mayoritariamente al sistema de barbecho
largo o boscoso. Es decir, después de un promedio de 3 años de cultivo, el conuco
queda "abandonado" al bosque secundario por un periodo usualmente no menor
de 25 años (cf. Beckerman 1985, Vasey 1979).
La viabilidad ecológica de los sistemas tradicionales de cultivo itinerante
en los ecosistemas de bosques lluviosos ha sido un tema importante en la literatura,
en donde se considera a esos sistemas como modelos potenciales para el desarrollo
de sistemas de producción sustentable en este medio ambiente, y por lo tanto
merecen ser estudiados (Spurgeon 1979, Nigh y Nations 1979, Posey 1984, Posey
et al. 1984, Denevan y Padoch 1987, Posey y Balee 1989). El éxito ecológico de la
agricultura tradicional se deriva de la integración de la capacidad regenerativa
natural del bosque como elemento central en el sistema de producción. El acto
de talar y quemar pequeñas parcelas de bosque sobre un área dispersa crea un
mosaico de vegetación en diferentes etapas de sucesión. Según las teorías de
desequilibrios de la evolución y diversidad de bosques tropicales, se logra el índice
más alto de diversidad biológica bajo un estado de "alteración intermedia" (Connell
1978, Anderson y Benson 1980). La diversidad disminuye cuando el intervalo
entre disturbios es muy bajo, limitado a las especies capaces de madurar
rápidamente, o muy alto, dominado por las especies más aptas en el ambiente de
climax. La alteración intermedia crea hábitats variables e interrumpe el proceso
de exclusion competitiva para las especies más aptas, por lo tanto permite la
mayor riqueza especifica. Además del incremento de la diversidad biológica, es
posible que la productividad biológica aumenta a través de la alteración intermedia.
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Se ha observado que la productividad primaria disminuye en función del aumento


de la edad del bosque debido al secuestro de nutrientes en la biomasa viva
(principalmente en forma de madera). La productividad secundaria decae
consecuentemente porque pocos nutrientes son disponibles para los herbívoros
terrestres. Por otra parte, la vegetación secundaria, en términos generales, tiene
un metabolismo y una productividad biológica muy superior a las de la vegetación
primaria. Las plantas pioneras y secundarias se caracterizan por la producción
prolífica y constante de semillas, una mayor densidad de frutos (en especies del
sotobosque), y hojas más palatables, todos factores favorables para las poblaciones
de animales consumidores de plantas (Hartshorn 1978, Whitmore 1978, Bazzaz
y Pickett 1980, Uhl y Jordán 1984, Sprugel 1985, Fleming et al. 1987). Por estas
razones, se considera que el mantenimiento de una diversidad y una productivi-
dad mas alta se realiza a través de un patrón de alteración intermediaria del bosque
lluvioso. Los sistemas de agricultura rotativa de las poblaciones tradicionales
ofrecen ejemplos de la alteración intermedia tanto en producir modificaciones
en la vegetación natural como en explotar la productividad y diversidad biológica
de la vegetación alterada (Nigh y Nations 1979).
Varios estudios de campo recientes han señalado la importancia directa
y activa de los hábitats de bosque secundario en los sistemas de producción de
las poblaciones nativas y campesinas de los bosques tropicales americanos
(Alcorn 1981,1990; Posey 1984, Denevan et al. 1984, Padoch et al. 1985, Hiraoka
1986, Balee y Gély 1989, Irvine 1987, 1989). Estos estudios afirman que el
abandono del conuco es en realidad un proceso gradual y varios grupos de
cultivadores tradicionales manejan complejos sistemas agroforestales. La
agroforestería se define como un sistema de producción sustentable que
combina, en forma simultánea o secuencial dentro del mismo terreno, la
producción de cultivos anuales y / o la cría de animales con especies arbóreas
y / o silvestres (Denevan y Padoch 1987, cf. Lundgren y Raintree 1983). Se pueden
nombrar tres tipos básicos de sistemas agroforestales según la combinación
particular de los componentes de producción:

1) agrisilvicultural: cultivos (hierbas cultivadas) y árboles (o plantas leñosas,


incluyendo arbustos, bejucos y árboles);
2) silvopastoral: pastos/animales y árboles; y
3) agrosilvipastoral: cultivos, pastos/animales, y árboles (Nair 1985).

Los sistemas agroforestales dependen del "manejo del barbecho", lo cual


implica varias técnicas tanto intencionales como secundarias (no intencionales)
de manipular la vegetación secundaria o sucesional en la parcela agrícola. Las
prácticas intencionales incluyen: a) el inter-cultivo de plantas arbustivas y arbóreas
BOSQUES SECUNDARIOS EN EL ALTO RÍO CUAO 85

de larga maduración con los cultivos anuales o de corta duración; b) el cultivo


de especies morfológica y ecológicamente análogas a las especies naturales
sucesionales; c) la espacialización temporal de las plantaciones; d) la limpieza
selectiva de la maleza; e) la plantación, transplante y / o protección de plantas
silvestres utilitarias; y f) el mejoramiento de las condiciones edáficas por medio
de la aplicación de fuego y / o aditivos de tierra importada o abono orgánico.
Las prácticas no intencionales con impacto sobre la vegetación secundaria son:
a) la ubicación de la parcela agrícola; b) la intensidad y naturaleza del cultivo
en las etapas tempranas del campo de cultivo; c) la dispersión de semillas a
través del patrón de defecación, el depósito de basura, o la limpieza no cuidadosa
de malezas botánicas; d) la creación de claros alrededor de las casas y a lo largo
de caminos; e) las técnicas de caza y recolección de animales y vegetales silvestres;
y f) el patrón de asentamiento (Hart 1980, Denevan y Padoch 1987, Irvine
1989, Balee y Gély 1989, Hecht y Posey 1989). A través de la manipulación de
la vegetación secundaria, la producción de recursos se extiende en el tiempo.
Tal manipulación afecta no solamente comunidades e individuos de plantas
explotadas sino varias especies de animales de cacería que suelen buscar su
comida o resguardo en los hábitats secundarios (cf. Nations y Nigh 1980, Posey
1983, Zent 1988). Tan importante es el manejo del barbecho en muchos sistemas
agroforestales tradicionales que uno puede hablar del proceso sucesional mismo
o del conocimiento local de este proceso como un recurso básico de estos
sistemas (Alcorn 1989).

3. EL SITIO DE INVESTIGACIÓN: EL A L T O R I O C U A O

La zona del Alto Río Cuao, definida aquí como toda la cuenca de dicho río
al este de 66° 05' Long. O, está ubicada en la parte septentrional-central del Estado
Amazonas, Venezuela (Fig. 1). Esta región pertenece a la provincia fisiográfica del
Macizo del Parguaza (también llamado Macizo Cuao-Sipapo), que está caracterizado
por una topografía variada y montañosa que oscila entre 250 y 1200 m s.n.m.,
altamente disectada por muchos ríos y caños (Zent 1992, MARNR-ORSTOM 1988).
El macroclima del Alto Cuao corresponde a la clasificación Am (húmedo tropical
con una estación seca de dos meses) en el sistema climatológico de Kóppen (MARNR-
O R S T O M 1988). El promedio estimado de la temperatura diaria varia entre 24 y 26
° C , y la precipitación anual se ha calculado en aproximadamente 2700-2800 mm
(Zent 1992). La geología del Alto Cuao está dominada por formaciones graníticas
que están altamente erosionadas por la intemperie. Los suelos principales en esta
zona son oxisoles y ultisoles generalmente bien drenados, muy pobres en nutrientes
y fuertemente ácidos (Zent 1992,. M A R N R - O R S T O M 1988).
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Figura 1: Mapa de localización del Alto Río Cuao, Edo. Amazonas, Venezuela.

Los principales tipos de vegetación en el Alto Cuao son el bosque


basimontano sub-siempreverde, el bosque submontano siempreverde y el bosque
montano siempreverde, variando según el gradiente altitudinal. Estos bosques se
han definido como ombrófilos, medios a altos, y densos (Huber y Alarcón 1988).
La biomasa aérea viva de los bosques primarios en el Alto Cuao se ha calculado
entre 310 y 350 t/ha, valores similares a los registrados en bosques sobre tierra
firme en la zona del San Carlos de Río Negro (Zent 1992, Jordán y Uhl 1978). Se
ha considerado esos niveles como relativamente bajos con referencia a otros
bosques tropicales. Jordán y Uhl (1978) proponen que la biomasa reducida
observada en el Río Negro se debe al pobre contenido de nutrientes típico de los
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ecosistemas oligotróficos; se sugiere aquí que la biomasa relativamente baja


observada en el Alto Cuao también es producto de una base de nutrientes muy
limitada (Zent 1992). A pesar de la biomasa relativamente baja, la flora del Alto
Cuao es muy diversa, reflejada por la gran variedad de familias. Según los
resultados preliminares de las colecciones botánicas hechas por el autor, las
principales familias son: Moraceae, Palmae, Mimosaceae, Leguminosae, Sapo-
taceae, Myrtaceae, Guttiferae, Burseraceae, Melastomataceae, Annonaceae,
Rubiaceae, Lauraceae, Chrysobalanaceae, Caesalpiniaceae, y Euphorbiaceae.
La fauna del Alto Cuao ha sido poco estudiada, pero se cree que es típica
del bioma de bosque húmedo neotropical. Según censos faunísticos realizados
por el Ministerio del Ambiente y de los Recursos Naturales y Renovables
(MARNR), la fauna de la Reserva Forestal del Sipapo, que incluye la cuenca del
Río Cuao, abarca:

1) una gran diversidad de especies, y


2) una densidad muy baja de cada especie (Catalán et al. 1980).

Debido a la ubicación de cabecera de la zona del Alto Cuao, la superficie


acuática es muy pequeña y en consecuencia la fauna piscícola es menos abundante
y menos diversa que en las zonas de río abajo, incluso en el curso inferior del
mismo río (Zent 1992).
La zona del Alto Cuao está habitada exclusivamente por personas de la
etnia Piaroa (o Wõthihã). Según la historia oral Piaroa, la región interfluvial y
h
montañosa (hut okiyu) que abarca el Alto Cuao, es el hábitat ancestral de esta
tribu y por lo tanto es probable que hayan ocupado este espacio por muchos
años. Aunque los primeros cronistas del Orinoco no identificaron ni la cartografía
del río ni las poblaciones indígenas residentes allí, también es cierto que
encontraron Piaroa asentados en áreas vecinas (como el Cataniapo, Ventuari, y
Sipapo) (cf. Gilij 1987, Rivero 1736, Caulin 1966). A través de estos datos
interpretamos que los Piaroa ocuparon esta zona desde, por lo menos, el principio
de la época colonial (300-400 años).
H o y día, el Alto Cuao tiene una población muy baja debido a la ola
migratoria hacía las zonas de contacto con la sociedad criolla en los últimos 30
años (Arvelo-Jiménez y Zent 1985, Zent 1992). Los pueblos Piaroa que han
permanecido en el Alto C u a o son representantes de las formas más
tradicionales-autóctonas de la cultura Piaroa. El conservatismo cultural se debe
a su aislamiento relativo de las poblaciones criollas, que está condicionado por
el difícil acceso a la zona; la topografía es muy accidentada y hay una serie de
raudales que impiden el transporte fluvial en las partes altas del rio. No tienen
casi ninguna relación económica directa con pueblos no-Piaroa y la vida
88 ZENT

económica está dedicada principalmente a la subsistencia. El intercambio de


bienes materiales lo realizan por medio de contactos con otros Piaroas de pueb-
los vecinos, lo que constituye un sistema de intercambio indirecto muy similar
al patrón descrito por los historiadores de la región (cf. Morey y Morey 1975,
Zucchi y Gasson s.f.).
La mayoría de los pueblos actuales en el Alto Cuao mantienen un patrón
de asentamiento bastante similar al patrón tradicional observado por viajeros
y científicos en años anteriores (cf. Rottmayr 1949, Tesch 1953, Smole 1966,
Monod 1970, Anduze 1974, Overing-Kaplan 1975). Es decir, las comunidades
tradicionales en el Alto Cuao son pequeñas (de 5 a 35 personas) y se componen
de familias nucleares-extendidas que viven juntas en la misma casa comunal
(isode) o, menos frecuente, en dos casas; son dispersas, distribuidas a una distancia
desde 50 minutos hasta 8-9 horas de viaje entre vecinos más cercanos; y son
semi-sedentarias en el sentido que tienen una permanencia de 1 hasta 9/10 años.
Las mudanzas de asentamiento están raramente a más de 10 km de distancia del
sitio anterior y, lo más frecuente es que no sean más de 5 km. Debido a la alta
dispersión y movilidad de asentamiento, es normal que una comunidad cuente
con dos o hasta más residencias, consistiendo de la vivienda y los conucos, que se
pueden utilizar en diversos tiempos del año según la producción variable o las
preferencias personales del capitán del grupo.
La economía de subsistencia de la gente del Alto Cuao es variada,
consistiendo de la agricultura de tala y quema, cacería, recolección, y pesca,
nombrado en orden de importancia energética. El 78% del peso de la energía
dietética se obtiene de los vegetales cultivados en los conucos. La yuca amarga
(Manihot escalenta, Euphorbiaceae) es el cultivo principal y comprende aproxi-
madamente 66% del peso del recurso vegetal; en segundo lugar está el maíz
(Zea mays, Gramineae), que contribuye aproximadamente 13% del peso calórico
de origen vegetal. El 21% restante de la dieta se deriva de una gran variedad de
plantas tanto cultivadas como silvestres. En este sentido, se puede caracterizar
la parte vegetal de la dieta en el Alto Cuao como especializada por ser altamente
dependiente de los dos cultivos principales, la yuca amarga y el maíz; mientras
tanto hay una gran diversidad de vegetales alimenticios de mínima importancia
energética (Zent 1992). La dominación de yuca y maíz en la agricultura se
observa claramente en la composición de los campos cultivados. Un total de
2
51 parcelas de 90 m en conucos relativamente nuevos (< 1 año) fueron censados
y resultó que la yuca constituye el 82% y el maíz el 13,5% de los individuos
censados (Zent, 1992).
La mayoría de las proteínas y grasas en la dieta provienen de la cadería
(79,9%) mientras que son secundarias la pesca (10,6%) y la recolección de anuros
(ranas y sapos) y artrópodos (arañas, gusanos, bachacos, termitas, lombrices)
BOSQUES SECUNDARIOS EN EL ALTO Río CUAO 89

(9,5%). La cosecha de recursos animales en la economía del Alto Cuao se


caracteriza por algunos rasgos generales:
1) la alta diversidad de especies capturadas,
2) la alta dispersión en la contribución de las diferentes especies,
3) la baja eficiencia de captura en comparación con las mostradas por otros grupos
de recolectores/cazadores/pescadores nativos amazónicos, y
4) una variedad de tecnologías distintas para capturar animales, incluyendo el
uso de la escopeta, cerbatana, arco y flecha, lanza, varios tipos de trampas,
anzuelos, cestas, venenos, cebos, y la captura manual.

La interpretación analítica de este conjunto de rasgos es que el recurso


faunístico en este hábitat es sumamente disperso y diverso, y que la orientación
de la caza está centrada en la captura de varios y pequeños animales (Zent 1992).
Los patrones de asentamiento y económico tienen ciertas implicaciones
para la creación, distribución, utilización y manejo del hábitat secundario. Los
conucos en el Alto Cuao varían entre 0,25 y 6 ha, estando reflejado en el tamaño
del conuco el tamaño de la comunidad o unidad familar que lo trabajan. Las
parcelas más pequeñas pertenecen a una familia nuclear, mientras que las más
grandes son taladas y cultivadas por todos los miembros de la comunidad. La
espacialización de los conucos en los alrededores de una comunidad sigue dos
tendencias: a) concentrados en las secciones bajas de los valles fluviales (donde
también se encuentra la casa) y b) dispersos, en todas direcciones (aunque no más
que 1,25 km de distancia) de la casa. La alta movilidad residencial, en particular
la costumbre de tener múltiples residencias a la vez, separadas por distancias de
2-10 km, significa que las parcelas de bosque alteradas por la actividad humana
son dispersadas sobre áreas más extensivas. La mudanza frecuente de los
asentamientos, siendo en parte una respuesta al recurso faunístico disperso,
también significa que el conuco es cultivado (sembrado, limpiado y cosechado)
regularmente por un tiempo no mayor de 2-3 años.
La transformación del bosque a parcela agrícola empieza con la tala
(con machete) de hierbas, lianas y árboles pequeños del sotobosque, y la tumba
(con hacha) de los árboles altos del dosel, que occure en los meses más secos
(noviembre-marzo). Los taladores siguen una estrategia de menor esfuerzo
en el sentido de cortar solamente los troncos más arriba del nivel de la cintura
y de emplear la técnica de la "caída múltiple de árboles", que implica el mellar
de los árboles pequeños y el corte completo de los árboles grandes (cuya
caída tumba a los pequeños mellados). Se deja secar bajo el sol la vegetación
tumbada por uno o más meses (antes de quemar) sin ninguna otra preparación.
La quema se realiza en la víspera de la estación lluviosa (finales de marzo,
principios de abril) y normalmente no se vuelve a quemar el sitio de nuevo
90 ZENT

aunque a veces quedan manchas de vegetación mal quemada. La siembra prin-


cipal del conuco, las plantaciones de yuca y maíz, toma lugar en los primeros
3-4 meses (abril-julio) después de la fecha de la quema. La herramienta prin-
cipal utilizada en este trabajo es la coa, que es simplemente un palo tallado.
Los márgenes extremos de las parcelas taladas y quemadas no son sembrados
(ni limpiados) de costumbre y por lo tanto frecuentemente el conuco está
rodeado por un corredor de monte bajo y denso.
El primer producto cosechado en los conucos nuevos es el maíz, unos 4-
5 meses después de la quema. Se puede cosechar la yuca al llegar el intervalo de
9-10 meses. La yuca se vuelve a sembrar en el conuco solamente una vez,
inmediatamente después de que ocurre la cosecha de los primeros cultivos. La
limpieza de la maleza se realiza normalmente dos veces durante la vida del conuco:
1) en los primeros meses después de la quema, antes de que madure la yuca, y
2) en el momento de la cosecha de una pequeña sección del conuco.

Debido a que no se sigue limpiando o resembrando yuca, al llegar el


tercer año de cultivo continuo, gran parte de la superficie del conuco se ve
invadida rápidamente por especies pioneras. En el cuarto-quinto año, la yuca
desaparece totalmente y el conuco tiene una cubierta densa de vegetación baja,
la cual restringe el movimiento dentro de la parcela. En las épocas sucesivas, el
conuco se visita ocasionalmente para cosechar productos, pero no se invierte
ninguna otra forma de trabajo en el barbecho. Estimamos que un mínimo de
20 años (y normalmente muchos más) pasará antes de que la parcela pueda ser
talada de nuevo para reiniciar el ciclo agrícola. En resumen, este sistema de
cultivo produce una rotación de conuco a barbecho muy rápido, una proporción
de barbecho a cultivo muy largo y desde la perspectiva del trabajo dedicado al
manejo es de muy baja intensividad.

4. C L A S I F I C A C I Ó N DE B I O T O P O S S U C E S I O N A L E S

Los Piaroa distinguen y codifican en su lenguaje varias comunidades


vegetales — talada, cultivada, secundaria, y primaria — para identificar las
diferentes etapas de la sucesión agrícola. También se clasifican diferentes tipos
de vegetación natural, algunos con relevancia para la agricultura y otros no. El
ciclo de cultivo empieza con la selección de un terreno para talar, que puede
ser bosque primario o secundario, kiyu de'a o simplemente de'a es el término
que significa el "bosque primario genérico". Se puede dividir esta categoría en
subcategorías de bosque calificados por variables en la topografía, las condiciones
edáficas, y la densidad de cubierta vegetal. La distinción principal se hace entre
BOSQUES SECUNDARIOS EN EL ALTO Río CUAO 91

de'a miæk'a (bosque primario del cerro) y de'a (ahe)hæyoto (bosque primario
fluvial). Se sabe que el primer tipo de bosque tiene suelos muy pedregosos que
son difíciles de cultivar, mientras que los suelos del segundo hábitat son más
finos y suaves y por lo tanto más apreciados para fundar conucos. También se
reconoce que la flora de los hábitats varía; algunas especies suelen crecer en
uno u otro de los dos biotopos, otras especies colonizan ambos lugares. Otras
subcategorías de bosque primario que no son aptas para la agricultura pero que
tienen otro significado son:

1) de'a k'ærisæ (bosque primario pantanoso), un bosque frecuentemente poblado


por palmas económicas, tales como Jessenia batana y Euterpe precatoria;
2) de'a dubora (bosque primario de la laguna), considerado como terrenos ricos
en animales de caza; y
3) de'a mehek'a (bosque primario abierto) cubierto por una vegetación más baja
y menos densa que los otros tipos de de'a y con suelos blancos, arenosos, y
muy infértiles que se califican como no adecuados para el cultivo.

isæka (claro), describe los terrenos sin una cubierta vegetal y expuestos
directamente al sol. Hay dos clases básicas de claros:

w
1) isæka k æipinæka (claro de caída del árbol), formado por procesos naturales
(senilidad, vientos fuertes). Estos claros se llaman también (isæka) mæri kuinæka
(claro tumbado por espíritu malo) porque los Piaroa creen que los espíritus
malos (mæri) son los responsables de las caídas de arboles. En estos sitios,
muy pequeños en tamaño, los Piaroa del Alto Cuao ocasionalmente siembran
maíz (sin quemar el sitio); y
w
2) isæka k oæka (claro talado/quemado), referido a la propia parcela agrícola
hecha por el cultivador. La parcela sigue siendo llamada isæka durante los
primeros 3 meses hasta el inicio de la cosecha del maíz o cuando las plantas de
yuca empiezan a dominar la cubierta y no quedan áreas sin follaje.

h
pæt a designa el "conuco" durante su fase de mayor producción, es decir,
h
contemporáneo con la vida de la yuca. Por eso, es común llamarlo ire pæt a
(conuco de yuca). Cuando la yuca llega a su producción máxima, se refiere al
h h h
conuco como miæt a (conuco maduro). La última etapa del pæt a se llama pæt a
riæsã o ire atæsæsa'a (conuco enflaquecido, i.e. la yuca empieza a morir). El conuco
h
alrededor la casa es isode pæt a (conuco de la casa) y puede pasar a ser dominado
por cultivos arbustivos y arbóreos si la casa es habitada por un tiempo largo (>
h
3 años). Eventualmente el isode pæt a se convierte en tasæn 'vieja vivienda', que
queda abandonado y no se visita por muchos años porque se cree que está habitado
92 ZENT

por los fantasmas de los habitantes antiguos y otros espíritus malévolos.


resabæ es la designación de "barbecho o vegetación secundaria genérica".
Hay diferentes maneras de calificar esta palabra, estando el énfasis prioritario en
el aspecto botánico, para describir las diferentes etapas del proceso de sucesión.
w
hareæbæ (conuco viejo/nuevo barbecho), también llamado ire w a i k æ b æ
(barbecho de yuca muerto) corresponde a la fase temprana de sucesión después
de la terminación del período de cultivo activo, usualmente entre 3 y 6 años. La
cubierta vegetal durante esta fase consiste de colonias de vegetación herbácea y
arbustiva que atraen un gran número de pájaros pequeños. Se refiere a la fase de
w
sucesión botánica de 6/7 a 12 años como resabæ o pæk a resabæ (secundaria
genérica), o se dice pæhæri rihæbæ [barbecho donde sale el pijiguao (Bactrisgasipaes,
Palmae)] o næi rihcebce [barbecho donde sale la cocura (Pourouma cecropiifolia,
Cecropiaceae)] si allí se encuentran esas plantas económicas (y cultivadas).
Además, se nombran otras plantas conspicuas y utilitarias para designar este
hábitat, tal como m e r e p æ b æ [barbecho donde crece Miconia myriantha
(Melastomataceae), un árbol muy frecuentado por aves y donde se localizan
trampas de goma para cazar las aves]. El bosque secundario más viejo de 12
años está identificado como tæbo resabæ (barbecho viejo). Durante el intervalo
de 15-30 años, la comunidad sucesional frecuentemente se ve dominada por el
w
árbol pionero m u k æ (Sclerolobium cf. guianense, Leguminosae), y por tanto se
w
la puede llamar m u k æ r i h æ b æ (barbecho tapado por Sclerolobium). Una edad
h
más avanzada del bosque secundario se refiere como tcebot thámince tf'iresabæ
(bosque secundario de los ancestros) que significa que el hablante no conoce
el (los) cultivador(es) de la parcela. La última etapa distinguida en el vocabulario
Piaroa es kiyu de'a hæbæ(na) (casi cubierta de bosque primario). Los informantes
afirmaron que no reconocen la diferencia entre bosque secundario más viejo
que el mencionado y el bosque primario, o que no encuentran una separación
definida entre los dos tipos de biotopos. Un resumen de la categorización de
etno-biotopos se da en la Tabla 1.

5. E X P L O T A C I Ó N DE B O S Q U E S S E C U N D A R I O S

Todos los asentamientos actuales en el Alto Cuao cuentan con extensas


superficies de bosque secundario en sus alrededores. Según los informantes, es
deseable fundar una vivienda en un sitio donde el bosque secundario es abundante.
Una razón mencionada es que la presencia de bosque secundario se interpreta
como evidencia de que el sitio es bueno para talar conucos nuevos (dado qué el
sitio fue aprovechado para tal fin en el pasado). El bosque secundario maduro,
BOSQUES SECUNDARIOS EN EL ALTO RÍO CUAO 93

Tabla 1: Etno-biotopos Piaroa.

w
en el cual domina el árbol leguminoso m u k æ (Sclerolobium cf. guianense) en el
dosel, es el hábitat preferido para talar un conuco nuevo; aunque se tala también
el bosque primario, la madera de los árboles del bosque secundario es menos
w
dura y requiere menos trabajo para cortar. m u k æ florece en la estación seca
94 ZENT

durante los meses de enero y febrero, el mismo período en que la gente está
w
"tumbando conucos". Los taladores usan la floración del muk ce como un tipo
de indicador ambiental para determinar los mejores sitios para talar: una floración
abundante es indicadora de que los suelos son fértiles.
Además de su valor como sitio potencial para nuevos conucos, el bosque
secundario contiene una gran diversidad de especies botánicas que son explota-
das de manera individual, directa- o indirectamente, por los Piaroa, y que forman
una parte integral de la economía humana en el Alto Cuao. El inventario de
plantas utilitarias cambia a lo largo del avance de la sucesión. Según el tipo de
manejo, hay tres grupos de plantas importantes: cultivadas, protegidas, y silvestres.
De más de 70 especies cultivadas en el Alto Cuao, 43 se presentan en el
hábitat secundario después de la fase de conuco maduro (> 3 años) (véase Tabla
2). Una tabulación del número por categoría de uso muestra que 18 (42%) son
alimentos, 13 (30%) son de uso tecnológico, 3 (7%) son medicinales, 9 (21%)
tienen significancia mágico-religiosa, y 3 (7%) son drogas. Mientras que todas se
presentan en la fase de sucesión temprana (hareæbæ), solo 10 aparecen durante la
w
fase de sucesión más tardía (pæk a resabæ o tæbo resabæ). Entre los cultivos
encontrados durante la etapa inicial, destacan las plantas comestibles tales como
guamo (Inga edulis, Mimosaceae), banana (Musa paradisiaca, Musaceae), pina
(Ananas cosmosus, Bromeliaceae), merey (Anacardium occidentale, Anacardiaceae),
lechosa (Caricapapaya, Caricaceae), limón (Citrus aurantifolia, Rutaceae) y temare
(Pouteria caimito, Sapotaceae); plantas tecnológicas tales como algodón (Gossypium
barbadense, Malvaceae), chica (Arrabidaea chica, Bignoniaceae), onoto (Bixa
orellana, Bixaceae), curagua (Ananas ananasoides, Bromeliaceae), los barbascos
(Lonchocarpus utilis, Leguminosae; Clibadium parviceps, Compositae; Phyllanthus
pseudoconami, Euphorbiaceae), y la droga caapi (Banisteriopsis caapi, Mal-
pighiaceae). Además de los usos mencionados arriba, el hareæbaæ constituye una
fuente importante de material reproductivo para la siembra de nuevos conucos.
En particular, se buscan ciertas plantas que se reproducen a través de los retoños
o bulbos, la banana, la piña, los barbascos (L. utilis y P. pseudoconami) y el caapi.
En la sucesión más avanzada, pækwa resabæ o tæbo resabæ, los cultivos más
importante son el pijiguao (B. gasipaes), aguacate (Persea americana, Lauraceae) y
el barbasco L. utilis. Una especie cultivada que aparece en el hábitat secundario,
w i r æ [Guadua sp., Gramineae), de hábito parecido al bambú y cuyo tallo se
utiliza en la fabricación del carcaj de dardos, también crece silvestre en la
comunidad de la sucesión avanzada (véase la Tabla 2). La gente del Alto Cuao.
recolecta plantas de pie de esta especie en los bosques donde crece naturalmente
y las transplantan en sus conucos para mejorar su accesibilidad.
BOSQUES SECUNDARIOS EN EL ALTO RÍO CUAO 95

Tabla 2: Plantas cultivadas del bosque secundario.


96 ZENT

Tabla 2: Continuación.
BOSQUES SECUNDARIOS EN EL ALTO RÍO CUAO 97

Tabla 2: Continuación.

a) Las identificaciones se b a s a n en colecciones de m a t e r i a l b o t á n i c o h e c h o p o r el a u t o r en el A l t o


C u a o . Las m u e s t r a s s e d e p o s i t a r o n e n e l H e r b a r i o " V i c t o r M a n u e l O v a l l e s " , F a c u l t a d d e F a r m a c i a ,
U n i v e r s i d a d C e n t r a l d e V e n e z u e l a . Las d e t e r m i n a c i o n e s científicas f u e r o n h e c h a s p o r e l D r . S t e p h e n
Tillett, c u r a d o r del H e r b a r i o " O v a l l e s " , y p o r varios b o t á n i c o s especialistas del M i s s o u r i B o t a n i c a l
G a r d e n , N e w Y o r k B o t a n i c a l G a r d e n y S m i t h s o n i a n I n s t i t u t i o n . E n caso d e q u e n o s e h a y a l o g r a d o
identificar la m u e s t r a , se escribe el n ú m e r o de v p u c h e r del h e r b a r i o .
w
b) C l a v e : B i o l = b a r b e c h o bajo (hareæbæ); Bio2 = b a r b e c h o a l t o (pæk a resabæ o Tæbo resabæ).
c) C l a v e : A — a l i m e n t o ; T = t e c n o l o g í a ; M = m e d i c i n a ; R = m á g i c o - r e l i g i o s a ; D = d r o g a .

Pocas plantas silvestres son protegidas por los Piaroa en el Alto Cuao y
en general ellos no invierten trabajo explícitamente en este aspecto. Las formas
indirectas de protección son:

1) omitiendo talar durante la fase inicial;


2) omitiendo limpiar durante las fases juvenil y madura; y
3) no sembrando en ciertas áreas.

Para excluirse la tala de ciertas plantas en una parcela, la planta debe ser a) muy
apreciada por su valor económico y b) madura (i.e. inmediatamente productiva).
Ejemplos observados por el autor son la palma espinosa (Astrocaryum chambira), *
la uvilla silvestre (Pourouma melinonii, Cecropiaceae) y el naranjillo (Platonia
insignis, Guttiferae). Las especies más conspicuas que se ignoran durante el trabajo
98 ZENT

de limpieza del conuco son las palmas uru (Scbeelea sp.) y cucurito (Maximiliano,
manpa), y la platanilla (Phenakospermum guianensis, Musaceae). Estas plantas,
además de producir frutas comestibles, tienen partes lígneas y fibrosas con
múltiples usos tecnológicos (cestería, construcción de casas, escobas, fabricación
de dardos de cerbatana), maduran en tiempo relativamente rápido y siguen
produciendo durante toda la fase del bosque secundario alto.
La mayoría de las plantas utilitarias del hábitat secundario crecen
espontáneamente bajo la huella de la actividad agrícola humana, siendo especies
pioneras u oportunísticas de las condiciones fotosintéticas particulares del claro
abandonado, o especies del bosque primario que se establecen aprovechando
igualmente las condiciones favorables de crecimiento. Dividiendo el hábitat
secundario en dos grupos grandes, la sucesión temprana (hareæbæ) y la sucesión
w
avanzada (pæk a resabæ o tæbo resabæ), hemos registrado 59 taxa utilitarios no
cultivados, distribuidos entre 28 familias botánicas, encontradas en la primera; y
260 taxa utilitarias, distribuidos entre 57 familias botánicas, que habitan la segunda.
Un análisis cuantitativo de las plantas secundarias según categoría utilitaria
se presenta en las Figuras 2 y 3. La Figura 2 muestra el histograma del número de
taxa por categoría en el biotopo de sucesión temprana. La categoría con el mayor
número de taxa es alimento animal con 44 taxa (75%), seguida por tecnología
con 28 taxa (47%), medicina con 26 taxa (44%), alimento con 11 taxa (19%),
construcción con 10 taxa (17%), atrayentes para animales con 9 taxa (15%), com-
bustible con 3 taxa (5%), y droga con 2 taxa (3%). Algunos de los taxa más
importantes aquí son: la ceiba (Ceibapentandra, Bombacaceae), de la cual obtienen
el algodón para los dardos de cerbatana; árboles (Vismia amazónica, Guttiferae;
Byrsonima crispa, Malpighiaceae; Croton sp., Euphorbiaceae) que tienen cortezas
resistentes y son usadas para envolver antorchas; árboles cuyas cortezas se utilizan
para hacer bandas de carga (Couratari stellata, Lecythidaceae); así como unas
gramíneas con tallos huecos que se utilizan en flautas.
La Figura 3 da la distribución de frecuencia de taxa por categoría en el
biotopo de sucesión avanzada. Igual que en el caso anterior, la categoría con
mayor número de taxa es la de alimento animal con 212 taxa (82%). El número
de taxa asignados a las otras categorías son: tecnología 126 (48%), alimentación
74 (28%), construcción 58 (22%), atrayentes para animales 52 (20%), medicina 43
(17%), combustible 14 (5%), mágico-religioso 7 (3%), narcótico 6 (2%).
Una comparación de los porcentajes de representación por taxa y de
orden relativo de rango de las categorías entre los dos biotopos revela vanas
similitudes y diferencias significativas. La primera y la segunda categoría en
representación numérica de taxa en ambos biotopos son alimento animal y
tecnología, respectivamente. En la sucesión temprana, la tercera categoría es
BOSQUES SECUNDARIOS EN EL ALTO RÍO CUAO 99

O 5 10 15 20 25 30 35 40 45
Número de Taxa
Figura 2: Distribución de frecuencia de plantas por categoría utilitaria (hábitat de sucesión
temprana).

Figura 3: Distribución de frecuencia de plantas por categoría utilitaria (hábitat de sucesión


avanzada).

medicina con una representación de 44%, mientras que en la sucesión avanzada


esta categoría ocupa el sexto lugar con solamente 17% de los taxa de aquel hábitat.
Esta estadística sugiere que el biotopo de sucesión temprana es una fuente muy
100 ZENT

significativa de plantas medicinales. Con respecto a la categoría de alimento


(humano), el hábitat de sucesión avanzada muestra una mayor representación de
taxa que el de la sucesión temprana, 28% y 19%, respectivamente. Otras diferencias
entre los hábitats de sucesión temprana y avanzada incluyen las categorías de
construcción (15% vs. 20%, respectivamente) y atrayentes para animales (17%
vs. 22%, respectivamente).
Además de las plantas aprovechables que habitan el medio secundario,
hay varios animales que son explotados directamente en este hábitat o que buscan
su comida en tal hábitat. Los Piaroa aprovechan los hábitos y la atracción que
ejerce el hábitat secundario sobre los animales, cazando en estas localidades. Varias
trampas se arman en el bosque secundario:

h
1) k ute, que es una trampa de lazo sencillo con un cebo;
2) kærõka, un tipo de pequeño corral de estacas con puertas que se localiza bajo
un árbol donde caen frutas; en cada puerta se arma una trampa de lazo;
h
3) up æsa o trampas de goma, hechas de la goma pegajosa de la fruta de pendare
(Couma macrocarpa, Apocynaceae). Esta goma se aplica a estacas amarradas
en ciertos árboles donde algunas aves se asientan para comer; al tocar las
estacas, la goma se pega a las plumas y alas de las aves, causando que pierden
su capacidad de volar y caen al suelo.

Estos ejemplos de técnicas de cazar en el hábitat secundario destacan la importancia


de las plantas sucesionales que son alimentos de animales y, en particular, las que
pertenecen a la categoría utilitaria de atrayentes para animales mencionada arriba.
Estas últimas atraen animales al ser fuentes de comida o resguardo y debido a
ello son utilizadas por los cazadores para localizar animales. Este uso explícito de
h
la calidad atractativa de la planta puede ser directo, como señuelos (k ute) para
h
capturar animales, o indirecto (kærõka o up æsa) como micro-parches óptimos
de tierra ("optimal micro-patches") donde se aplican ciertas técnicas de caza.

6. C O M P O S I C I Ó N DE B O S Q U E S S E C U N D A R I O S
Y P R I M A R I O S

La diversidad de recursos botánicos, organizados por categoría de uso,


encontrados en los distintos hábitats secundarios (cf. Figuras 2 y 3) significa una
medida de la importancia de aquellos para los diferentes sectores de la economía
local. La densidad de plantas (número de individuos por unidad de área) por
biotopo por categoría de uso constituye otro índice, aun más directo, de la relación
biotopo-economía. En esta sección hacemos un análisis cuantitativo de las
BOSQUES SECUNDARIOS EN EL ALTO RÍO CUAO 101

composiciones económicas de los bosques secundarios (de diferentes edades) a


través de una comparación de las densidades de plantas entre los diferentes
biotopos agrupadas según la categoría de uso. También se incluyen datos sobre
las densidades de plantas utilitarias en biotopos de bosque primario como punto
de comparación con las registradas en biotopos de bosque secundario.
La metodología utilizada en este análisis incluye:

2
1) el establecimiento de parcelas de muestreo de tamaño estándard (90 m ) en los
diferentes biotopos, y
2) censos botánicos (excluyendo individuos pequeños de < 2 m de altura/
longitud) dentro de las parcelas.

2
Se censaron un total de 51 parcelas (4590 m ) distribuidas entre tres biotopos
de vegetación secundaria [ h a r e æ b æ (sucesión de 4-6 años), pækwa resabæ (sucesión
de 7-12 años) y tiebo resabæ (sucesión de > 12 años)], y dos hábitats primarios [de'a
hæyoto (bosque primario fluvial) y de'a miæk'a (bosque primario interfluvial)]. La
distribución de parcelas (o áreas) muestreadas por biotopo es: hareæbæ = 10 parcelas
2 w 2
(900 m ); pæk a resabæ = 16 parcelas (1440 m ); tæbo resabæ = 14 parcelas (1260
2 2 2
m ); de'a hayoto = 6 parcelas (540 m ); y de'a miæk'a = 5 parcelas (450 m ).
Reconociendo que los tamaños de las áreas censadas son muy pequeños y que las
áreas muestreadas no son iguales para todos los biotopos, el autor quiere destacar
el carácter preliminar de los resultados presentados a continuación. Sin embargo,
los resultados obtenidos hasta ahora muestran varios patrones interesantes que
merecen comentario (ver Tabla 3) y que pueden ser probados o modificados a
través de estudios más extensivos de este tipo en el futuro.
El bosque primario fluvial sobresale como el biotopo de mayor densidad
2
de taxa botánicos alimenticios con > 32 individuos/100 m . El inventario de plantas
comestibles censadas en este biotopo incluye especies moderadamente consumidas
(Matisia ochrocalyx, Bombacaceae; Pouteria cf. torta, Sapotaceae; Rheedia sp.,
Guttiferae) y unas muy raramente aprovechadas (Quiina longifolia, Quiinaceae;
Abuta imene, Menispermaceae; rutuwæ, una Moraceae). En segundo y tercer lugar
2
encontramos los biotopos sucesionales de tæbo resabæ (20,63 individuos/100 m ) y
w 2
pæk a resabæ (19,31 individuos/100 m ), respectivamente. La comunidad de sucesión
temprana es el biotopo menos productivo para este recurso.
Los biotopos de bosque interfluvial y sucesión temprana muestran las
densidades más altas de plantas con usos tecnológicos (> 120 individuos/100
2
m ). Los materiales más frecuentemente recolectados de la sucesión temprana
incluyen hojas usadas en la preparación/almacenamiento de comida (Heliconih
acuminata, Heliconiaceae; Cecropia sp., Cecropiaceae; Phenakospermum guianense,
Musaceae), tallos huecos que se convierten en flautas musicales (varias especies
102 ZENT

3
Tabla 3: Densidad de taxa utilitarios por biotopo.

Biotopo
hareæbæ pcek'a resabæ tæbo resabæ de'a hæyoto de'a mæk'a
sucesión sucesión sucesión bosque bosque
temprana avanzada más avanzada primario primario
Categoría (4-6 años) (7-12 años) (> 12 años) (fluvial) (interfluvial)
2 2 2 2 2
utilitaria n = 900 m n = 1440 m n=1260 m n = 540 m n = 450 m

Alimento 10,33 19,31 20,63 32,04 16,44


Tecnología 119,89 92,71 68,25 87,04 124,89
Construcción 43,56 21,60 31,35 66,48 102,44
Medicina 60,11 19,31 18,73 20,19 17,56
Religiosa 1,44 4,79 0,95 1,11 1,11
Droga 0,33 1,60 2,62 3,33 1,33
Alimento-animal 251,00 74,44 71,51 116,11 135,56
Atractivo-animal 18,22 22,85 19,76 10,93 12,44
Combustible 1,56 4,79 5,32 9,26 11,78
2
a) L o s v a l o r e s c u a n t i t i v o s se refieren a la d e n s i d a d de p l a n t a s (> = 2 m de altura) p o r 100 m de
área c e n s a d a según la categoría utilitaria c o r r e s p o n d i e n t e . El t a m a ñ o de área m u e s t r e a d a en cada
b i o t o p o ( n = ) a p a r e c e a b a j o de la d e s c r i p c i ó n b i o t ó p i c a .

de Gramineae), tallos delgados que son los dientes del peine tradicional Piaroa
(Andropogon bicornis, Gramineae), la corteza de Vismia sp. (Guttiferae) con que
se envuelve la resina combustible de antorchas, y troncos pequeños que sirven
para coas (Ryama sp., Flacourtiaceae; Couratari stellata, Lecythidaceae). El hábitat
primario interfluvial contiene una variedad amplia de materiales: cortezas con
las que se elaboran tintes (Miconia spp., Melastomataceae), tallos que sirven como
fustes de lanzas (Eschweilera spp., Lecythidaceae), maderas de tallar (Rhodo-
stemonodaphne kunthiana, Lauraceae; Sloanea sp., Elaeocarpaceae; Couma
macrocarpa, Apocynaceae; Rinorea sp., Violaceae), cortezas utilizadas para mecates
o bandas de carga (Anaxagorea spp., Annonaceae; Eschweilera sp.), resinas combus-
tibles (Protium spp., Burseraceae) o cerosas (Symphonia globulosa, Guttiferae), estacas
para la fabricación de trampas (Sorocea guianensis, Moraceae; Heterostemon sp.,
Caesalpiniaceae), bejucos de uso como cuerdas (Heteropsis spruceana y Urospatha
sp., Araceae). La sucesión más avanzada es el hábitat con la densidad más baja de
2
plantas tecnológicas aunque su productividad supera 68 individuos/100 m. .
El hábitat de bosque primario interfluvial parece el más productivo de
2
plantas utilizadas en la construcción de casas (> 100 individuos/100 m ), un
resultado atribuido a la abundancia (aquí) de especies de madera dura y resistente
BOSQUES SECUNDARIOS EN EL ALTO RÍO CUAO 103

que son preferidas para los postes y vigas de la estructura de la casa. El bosque
primario fluvial ocupa el segundo lugar en esta categoría, también debido a la
productividad de árboles de madera dura. La mayor densidad registrada en la
sucesión temprana en comparación con los otros biotopos sucesionales refleja la
ubiquidad relativa de plantas con hojas grandes y fuertes con que los Piaroa
empajan el techo y paredes. En esta categoría, notamos la prevalencia
relativamente abundante de Phenakospermum guianense y Maximiliano, maripa,
especies pioneras que aprovechan las condiciones lumínicas y energéticas del
claro agrícola y tienen la ventaja de no ser taladas durante la limpieza de malezas
(en parte por su gran valor como fuente de material para empajar).
La sucesión temprana es el biotopo más productivo de plantas medicinales
2
con > 60 individuos/100 m . Este resultado coincide con la observación de la
alta diversidad relativa de taxa medicinales encontrados en este hábitat (la tercera
categoría de rango en la distribución por frecuencia, ver Figura 1). Todos los
otros biotopos muestreados tienen densidades inferiores y similares de plantas
2
medicinales (17-21 individuos/100 m ).
Las densidades de taxa botánicos clasificados para uso religioso-mágico
son mucho más bajas que las de las otras categorías utilitarias ya discutidas. El
w
biotopo con la densidad más alta es la sucesión intermedia pæk a resabæ con
2
apenas 5 individuos/100 m . Dentro de este hábitat se encuentran Pinzona coriácea
(Dilleniaceae) y Piper demeraranum (Piperaceae), plantas utilizadas en ritos
funerarios y exorcistas, y Faramea sp. (Rubiaceae), una planta estimulante para
perros. Los otros biotopos manifiestan bajas densidades de plantas mágicas-
2
religiosas, poco más o menos de un individuo/100 m .
Igual que la categoría utilitaria anterior, las plantas narcóticas o drogas
2
occurren en densidades muy bajas (< 3,5 individuos/100 m ) en todos los
biotopos. La densidades más altas se registran en el bosque primario fluvial (3,33
2 2
individuos/100 m ) y la sucesión más avanzada (2,62 individuos/100 m ). Las
plantas prominentes en estos hábitats incluyen Banisteriopsis caapi, un
halucinógeno-estimulante común, Euterpe precatoria (Palmae), de la cual se usa
la envoltura de la inflorecencia para enrollar cigarros de tabaco, y Bauhinia
guianensis (Caesalpiniaceae), cuya ceniza del tallo quemado es ingrediente activo
de tabaco molido.
Las plantas alimenticias para animales constituyen el grupo utilitario
w
con las densidades más altas en todos los biotopos menos el pæk a resabæ donde
ocupa el segundo lugar después de plantas tecnológicas (véase la Tabla 3). Dado
que bajo esta categoría se registran también los niveles más altos de diversidad de
taxa botánicos (véase las Figuras 2 y 3), este resultado no es sorprendente. E,l
biotopo con la densidad más alta de plantas alimenticias para animales es la
104 ZENT

2
sucesión temprana con > 250 individuos/100 m . No obstante, es importante
tomar en cuenta que los individuos de este biotopo generalmente son más
pequeños que los individuos de los otros biotopos y por tanto se espera que la
producción de material comestible para los animales (por planta individual) es
correspondientemente más pequeña. De hecho, la comunidad de sucesión
temprana está dominada (en términos numéricos) por plantas pequeñas (hierbas
y pajas) y sus predatores principales son pájaros pequeños. Con respecto a los
otros biotopos, los dos biotopos de bosque primario demuestran concentraciones
más altas de plantas consumidas por animales que los biotopos de bosque
2
secundario avanzado (116-135 individuos/100 m versus 71-74 individuos/100
2
m ). Aunque tal resultado parece indicar que la alteración de la flora natural por
el agricultor humano es contra-productiva en términos del abasto de alimentos
para la población de animales de caza, en realidad la situación es mucho más
compleja de lo bosquejado en este análisis global; ciertas especies o grupos de
especies de fauna se benefician más del hábitat secundario, mientras otras
encuentran a los hábitats primarios más productivos en sus alimentos. Por
ejemplo, los pavos, paujíes, piapocos, y tilangos — las aves principales de caza —
se benefician por la presencia de bosque secundario en el sentido de encontrar
densidades más altas de plantas comestibles en estos hábitats que en hábitats
primarios (Zent 1988, 1992).
La importancia de los bosques secundarios para la provisión de los
animales de caza en la economía del Alto Cuao se demuestra por las densidades
de plantas atractivas para animales. Los biotopos de sucesión media y más avanzada
contienen las densidades mayores de plantas atractivas, casi 23 y 20 individuos/
2
100 m , respectivamente. Estos hábitats son las localidades donde se realizan la
h
mayoría de las capturas de aves con up æsa (trampas de goma). El tercer biotopo
en número de plantas atractivas para animales es la sucesión temprana con 18,22
2
individuos/100 m . En este último, encontramos más aquellas plantas que
h
producen frutos utilizados como señuelos en las trampas k ute y kærõka.
El grueso de la leña se obtiene cortando (con hacha) la madera de los
troncos y palos talados y quemados en los conucos. Sin embargo, en ciertas
ocasiones, especialmente durante expediciones de campamento, hay que buscar
la leña a través de las plantas leñosas de otros hábitats. Unos pocos taxa son
reconocidos como fuentes apreciadas de material combustible. Los hábitats con
las densidades más altas de estos taxa son el bosque primario interfluvial y el
2
bosque primario fluvial con 11,78 and 9,26 individuos/100 m , respectivamente.
Los hábitats secundarios demuestran marcadas densidades inferiores, variando
2
entre 1,6 y 5,3 individuos/100 m . Tal diferencia explica en parte la preferencia
de los Piaroa de hacer sus campamentos en los hábitats primarios.
BOSQUES SECUNDARIOS EN EL ALTO RÍO CUAO 105

En resumen, observamos que la distribución numérica de recursos


botánicos según las diferentes categorías utilitarias es variable entre los diferentes
biotopos primarios y secundarios. La distribución variable observada sugiere los
diversos significados de los biotopos para la economía local del Alto Cuao; el
impacto económico del hábitat secundario se ve más claramente en la producción
de recursos tecnológicos, medicinales, mágico-religiosos, alimentos para animales,
y atrayentes para animales.

7. C O N C L U S I O N E S

El conocimiento y utilización de los bosques secundarios por los Piaroa


del Alto Cuao nos parece en un sentido muy desarrollado. La gente en esta zona
conoce una gran variedad de taxa botánicos que habitan el ambiente sucesional,
hacen múltiples y varios usos de la flora sucesional, buscan animales de caza en
el hábitat alterado, y prefieren fundar nuevos conucos y asentamientos en zonas
donde prevalecen bosques secundarios. A pesar de la dependencia obvia que
manifiestan los Piaroa por el hábitat secundario, también se ve que su sistema de
manejo del barbecho o vegetación sucesional es de muy baja intensidad. Es decir,
casi todo el trabajo explícita e intencionalmente "agrícola" — Le. la inversión de
tiempo/energía en la preparación, propagación, protección y / o promoción de
h
plantas domesticadas o semi-domesticadas — se consume en la etapa de pæt a.
No hacen inversiones de trabajo en la parcela ya denominada resabæ además de
las cosechas directas e inmediatas de plantas o animales. Aunque varias especies
cultivadas sobreviven en las etapas de resabæ, y unas pocas especies completan la
madurez en aquel hábitat, en realidad se componen de una fracción muy pequeña
de la biomasa sucesional. Según los datos de los censos de vegetación, las plantas
cultivadas comprenden menos del 1% del número de individuos que ocupan los
w
biotopos sucesionales (0,62% en hareæbæ, 0,30% en pæk a resabæ, y 0,26% en
tæbo resabæ). Estas cifras subrayan que los recursos silvestres no directamente
manipulados por el hombre son con mucho, los más importantes del hábitat
secundario en el Alto Cuao.
La baja intensidad del sistema agroforestal en el Alto Cuao difiere de
otros sistemas agroforestales nativos que se han reportado para la región
amazónica. Los Bora de Perú exhiben un sistema de manejo del barbecho bastante
más intensivo que los Piaroa. El agricultor Bora convierte secciones de su conuco
en barbecho-huerto durante la fase de 5-10 años, caracterizado por zonas de
árboles frutales (e.g. pijiguao, caimito, uvilla, guayaba, banana, macambo) y
plantaciones de coca o maní, a través de la limpieza periódica de la vegetación
106 ZENT

secundaria (Denevan et al. 1984). Los Runa de Ecuador siembran cantidades


abundantes de los árboles pijiguao (20/ha) y guamo y deshierban sus alrededores
a lo largo de su vida de crecimiento (Irvine 1987, 1989). Los Ka'apor de Brasil
demuestran un nivel alto de manipulación de la vegetación en huertas de casa (1-
10 años) y conucos viejos o barbechos (2-40 años); 93% y 24% de especies
encontradas en aquellas zonas respectivamente están sembradas (Balee y Gély
1989). Los Kayapó de Brasil crean isletas de bosque (apéte) dentro de la sabana
a través del depósito de humus y nidos de hormigas o termitas, de la siembra o
transplante de árboles útiles, y de la construcción de cortafuegos para protegerlas
de incendios en la sabana. Un estudio de la vegetación de 10 apéte encontró
75% de las especies sembradas o cultivables (Posey 1984, Anderson y Posey
1989). Entre los Yanomami de Venezuela, los cultivos de Musa y pijiguao están
muy conspícuos en los barbechos y siguen produciendo cantidades considera-
bles de frutos comestibles por muchos años, hasta décadas (Smole 1989). Aunque
los Piaroa del Alto Cuao poseen muchas de las mismas especies cultivadas
mencionadas aquí, las producen y utilizan con menos intensidad que sus
contrapartes amazónicos. Para explicar la naturaleza de baja intensidad de las
prácticas agroforestales en el Alto Cuao, es necesario implicar los factores
sociales y ecológicos particulares de su entorno que influyen y moldean sus
decisiones sobre la producción agrícola y el manejo de la vegetación sucesional.
La hipótesis presentada aquí es que la baja intensidad relativa del sistema
agro forestal en el Alto Cuao representa una respuesta a varios factores interrelacíonados:

1) la muy baja densidad de población humana en esta zona;


2) la presencia de una frontera de tierra poco o no habitada o explotada;
3) la escasa base de recursos silvestres, especialmente animales de caza; y
4) la ausencia de relaciones comerciales directas con la economía mercantil externa.

La falta de presión demográfica a nivel regional se manifiesta por la ausencia


de territorios formales, el concepto de usufructo como base jurídica para la
explotación de recursos, y un sistema social muy informal y abierto (en el sentido
de permitir el movimiento frecuente de personas entre comunidades) (cf. Murphy
1979, Zent 1992). El recurso más escaso y estratégico en este ambiente es la fuerza
de trabajo humana, mientras que la tierra es un recurso esencialmente sin límites.
El sistema agrícola Piaroa, caracterizado por un período relativamente corto (1-3
años) de explotación de la vegetación cultivada en el conuco y poca elaboración o
inversión en el manejo del barbecho, refleja la alta escasez de fuerza de trabajo.
Dedican el grueso del trabajo agrícola a la producción de cultivos energéticamente
muy eficientes, la yuca y el maíz. Con mucho espacio abierto en su entorno, los
BOSQUES SECUNDARIOS EN EL ALTO RÍO CUAO 107

Piaroa del Alto Cuao seleccionan la opción de mover sus comunidades y talar
nuevos conucos en nuevos sitios en vez de intensificar la producción en el mismo
sitio a través de mayores inversiones de trabajo.
Otra consideración en la decisión de reubicar el asentamiento y reiniciar
el ciclo agrícola es la provisión escasa y dispersa de animales de cacería, la fuente
principal de proteína y grasa dietética; el movimiento frecuente ayuda a compensar
la baja productividad del trabajo de caza. En vista de la alta mobilidad de
asentamiento, la escasa disponibilidad de animales de cacería, y el manejo poco
intensivo del barbecho, sugerimos que entre las funciones más importantes de la
vegetación secundaria está precisamente el apoyo alimenticio para la población de
animales de caza. Se observó que la categoría de alimento para animal es la
sobresaliente en términos de diversidad y densidad de recursos botánicos en el
hábitat secundario. En justa consideración, hay que clasificar el sistema agroforestal
Piaroa en el Alto Cuao como un sistema agrosilvipastoral (cultivos-árboles-
animales), en cual gran parte de la producción de árboles, realizada principalmente
por procesos naturales y con poco costo humano, está dedicada a la producción de
animales que forman una parte integral de la economía local.
El caso del sub-manejo del barbecho por los Piaroa del Alto Cuao parece
derivar de una lógica de optimizar los recursos más escasos en este ambiente, la
fuerza de trabajo humana y las poblaciones de animales de caza, al costo de perder
eficiencia en el uso del recurso más abundante, la tierra. En contraste, los Piaroa de
río abajo, que corresponden a las zonas periféricas y aculturadas de esta tribu,
viven en condiciones de mayor presión demográfica y económica. Sus comunidades
son más nucleadas y permanentes, y están concentradas en las áreas accesibles por
carreteras, pistas de aterrizaje, o ríos navegables. En general, cuentan con territorios
de explotación de recursos muchos más limitados. Sus sistemas agrícolas se orientan
hacia la producción de excedentes para la venta y su reproducción material depende
en la compra regular de bienes occidentales. Los agricultores Piaroa de aquellas
zonas exhiben sistemas agroforestales más intensivos que los del Alto Cuao,
caracterizados por períodos más prolongados de cultivo activo (siembra-limpieza-
cosecha-resiembra), mayor inversión en el trabajo de limpieza, mayor frecuencia
de cultivos arbóreos, y el mantenimiento de huertas/barbechos en los conucos
viejos y los alrededores de las viviendas. Proponemos que el sistema agroforestal
Piaroa se ha intensificado en las zonas del bajo Río Cuao bajo el estímulo de recursos
territoriales más restringidos y mayor demanda de los productos agrícolas, incluso
productos del barbecho. En este sentido, señalamos la relación positiva entre la
intensidad de manejo de bosques secundarios y el nivel de presión demográfica y
económica existente en un ambiente.
108 ZENT

Agradecimiento

El autor quiere agradecer a Egleé López del Pozo por su ayuda en la edición
del texto, a Stephen Beckerman por sus comentarios, y a Stephen Tillett por entrenarme
en la recolección de muestras botánicas; a Stephen Tillett, Francisco Guánchez y Gerardo
Haiek por procesar el material botánico recolectado, a Carlos Quintero por la
elaboración del mapa, y a los Piaroa del Alto Cuao por su colaboración.

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