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La respiración celular

1. CICLO DE KREBS

El ciclo de Krebs es una vía metabólica clave que unifica el metabolismo de los
glúcidos, las grasas y las proteínas. Las reacciones del ciclo son llevadas a cabo
por 8 enzimas que oxidan completamente el acetilo, en forma de acetil-Coenzima
A, y se liberan dos moléculas por cada una, de dióxido de carbono y agua. El ciclo
del ácido cítrico también es conocido como el ciclo de Krebs o ciclo de los ácidos
tricarboxílicos (TCA). El ciclo del ácido cítrico es una serie de reacciones químicas
que ocurren en la matriz mitocondrial.

El ciclo de Krebs es un proceso catabólico de organismos aerobios que se lleva a


cabo en las mitocondrias. Su finalidad es la obtención de energía necesaria o
requerida por cada célula. El ciclo de Krebs es una fuente importante de energía y
requiere la presencia de enzimas para asegurar la producción de energía. Es una
parte vital de la respiración celular y tiene una inhibición importante. Existen
millones de argumentos para saber que el ciclo de Krebs es de vital importancia
para la formación de masa muscular y el correcto funcionamiento del organismo.
Para que este ciclo funcione de forma correcta existen 5 nutrientes básicos que
necesita nuestro cuerpo para funcionar: tiamina, riboflavina, niacina, hierro y
glutamina.

El ciclo de Krebs es una de las tres fases principales de la respiración celular,


junto con la glucólisis y la cadena de transporte de electrones. El ciclo de Krebs
tiene lugar en la matriz mitocondrial de las células eucariotas. En este proceso, el
ácido pirúvico se utiliza para crear moléculas de alta energía. El ciclo de Krebs y la
cadena respiratoria representan dos etapas fundamentales de la respiración
celular, que juntas permiten la obtención de energía necesaria para llevar a cabo
diversas funciones bioquímicas. La cadena respiratoria acontece en las crestas
mitocondriales, donde se encuentran las enzimas necesarias y específicas que
permiten el acoplamiento energético y la transferencia de electrones.

2. LA GLUCOLISIS

La glucólisis es una vía metabólica central y ancestral que se encuentra en todos


los organismos vivos. Es el proceso mediante el cual una molécula de glucosa, un
azúcar simple, se convierte en dos moléculas de piruvato, generando energía en
forma de ATP y NADH. Esta vía se lleva a cabo en el citoplasma de la célula y es
una etapa clave en el metabolismo de la glucosa.

La importancia de la glucólisis radica en su papel en la producción de energía y en


la interconexión con otras vías metabólicas. La glucólisis es una de las principales
rutas de generación de ATP, la moneda energética universal de las células.
Además, proporciona intermediarios metabólicos que se utilizan en otras vías,
como la gluconeogénesis (síntesis de glucosa a partir de moléculas no glucídicas)
y la síntesis de ácidos grasos. La glucólisis se lleva a cabo en el citoplasma de la
célula. A diferencia de otras vías metabólicas que ocurren en compartimentos
específicos, la glucólisis es una vía citoplasmática, lo que significa que no está
restringida a organelos específicos. Esto permite que la glucólisis ocurra en
diferentes tipos celulares y en diferentes organismos, desde bacterias hasta
células humanas. La glucólisis implica una serie de reacciones químicas
coordinadas que transforman la glucosa en dos moléculas de piruvato. Estas
reacciones se dividen en dos fases principales: la fase de inversión y la fase de
ganancia de ATP. En la fase de inversión, se invierten dos moléculas de ATP para
activar la glucosa y convertirla en fructosa-1,6-bifosfato. Luego, la fructosa-1,6-
bifosfato se divide en dos moléculas de 3-fosfoglicerato. Esta fase requiere la
acción de enzimas clave, como la hexoquinasa y la fosfofructoquinasa, para
catalizar las reacciones químicas. En la fase de ganancia de ATP, las moléculas
de 3-fosfoglicerato se convierten en piruvato, generando energía en forma de ATP
y NADH. Durante esta fase, se generan cuatro moléculas de ATP por cada
molécula de glucosa, pero también se consumen dos moléculas de ATP al
comienzo de la vía, lo que resulta en un saldo neto de dos moléculas de ATP
producidas por cada molécula de glucosa.

Varios elementos químicos intervienen en las reacciones de la glucólisis. La


glucosa y el piruvato son azúcares que contienen carbono, hidrógeno y oxígeno.
Además, durante la glucólisis, se utilizan varias enzimas que actúan como
catalizadores biológicos para acelerar las reacciones químicas. Estas enzimas,
como la hexoquinasa, la fosfofructoquinasa y la piruvato quinasa, contienen
diversos elementos químicos, incluyendo carbono, hidrógeno, oxígeno y nitrógeno,
que forman parte de su estructura molecular. En cuanto a los organelos celulares,
la glucólisis ocurre en el citoplasma de la célula. El citoplasma es la región de la
célula que se encuentra entre la membrana plasmática y los organelos internos,
como el núcleo, el retículo endoplasmático y las mitocondrias. Aunque la glucólisis
no se limita a un organelo específico, se lleva a cabo principalmente en el
citoplasma debido a la ubicuidad de esta vía metabólica en diferentes tipos de
células. Durante la glucólisis, se consumen moléculas de glucosa y se producen
moléculas de piruvato. Además de las moléculas de ATP generadas como
producto final, también se producen moléculas de NADH, que son coenzimas que
juegan un papel esencial en la producción de energía en las mitocondrias. El
piruvato resultante de la glucólisis puede seguir diferentes rutas metabólicas
dependiendo de las condiciones celulares. En ausencia de oxígeno, el piruvato
puede convertirse en lactato, un proceso conocido como fermentación láctica. En
presencia de oxígeno, el piruvato puede ingresar a la mitocondria y someterse a la
respiración celular para generar aún más ATP.

En resumen, la glucólisis es una vía metabólica central que tiene lugar en el


citoplasma de la célula. Juega un papel crucial en la producción de energía en
forma de ATP y en la interconexión con otras vías metabólicas. La glucólisis
involucra la transformación de la glucosa en piruvato a través de una serie de
reacciones químicas coordinadas. Varios elementos químicos y enzimas
intervienen en este proceso, y se producen moléculas de ATP y NADH como
resultado. La glucólisis es un proceso esencial para el metabolismo de la glucosa
en todos los organismos vivos y proporciona una base fundamental para
comprender la bioquímica y la fisiología celular.

3. CADENA TRANSPORTE DE ELECTRONES

La cadena de transporte de electrones es una parte fundamental de la respiración


celular, un proceso metabólico que ocurre en las células para generar energía en
forma de ATP. La cadena de transporte de electrones es una serie de reacciones
redox que involucra una serie de complejos proteicos y cofactores ubicados en la
membrana interna de las mitocondrias en las células eucariotas, y en la membrana
plasmática en las células procariotas.

La importancia de la cadena de transporte de electrones radica en su capacidad


para generar una gran cantidad de ATP. Durante la respiración celular, la cadena
de transporte de electrones utiliza la energía almacenada en los electrones
transportados por las moléculas de NADH y FADH2, que son generadas en etapas
previas de la respiración celular, como la glucólisis y el ciclo de Krebs. La
transferencia de electrones a través de la cadena de transporte genera un
gradiente electroquímico de protones (iones H+) a través de la membrana
mitocondrial interna, lo que impulsa la síntesis de ATP. La cadena de transporte
de electrones se lleva a cabo en la membrana mitocondrial interna en las células
eucariotas. En las células procariotas, como las bacterias, se encuentra en la
membrana plasmática. La ubicación en la membrana es crucial, ya que permite la
separación de cargas y el establecimiento de un gradiente electroquímico que es
necesario para la producción de ATP.

Varios elementos químicos intervienen en la cadena de transporte de electrones.


Uno de los elementos clave es el oxígeno (O2), que actúa como aceptor final de
electrones en la cadena. Además, se encuentran involucrados diferentes
complejos proteicos y cofactores que transportan los electrones a través de la
cadena. Estos complejos incluyen el complejo I (NADH deshidrogenasa), el
complejo II (succinato deshidrogenasa), el complejo III (citocromo bc1), el
complejo IV (citocromo c oxidasa) y el ATP sintasa. El proceso de la cadena de
transporte de electrones implica la transferencia secuencial de electrones a través
de estos complejos proteicos y cofactores. Los electrones se mueven desde los
transportadores de electrones reducidos, como el NADH y el FADH2, hacia el
complejo I, que los acepta y los transfiere al complejo II. Luego, los electrones se
transfieren al complejo III y, posteriormente, al complejo IV. Finalmente, el oxígeno
actúa como aceptor final de electrones en el complejo IV, formando agua (H2O)
como producto final.

A medida que los electrones se transfieren a través de los complejos de la cadena


de transporte, se bombean protones (iones H+) desde la matriz mitocondrial hacia
el espacio intermembrana (o hacia el espacio periplásmico en las células
procariotas), generando un gradiente electroquímico. Este gradiente
electroquímico de protones almacena energía potencial que se utiliza para
impulsar la síntesis de ATP. La ATP sintasa, también conocida como complejo V,
es un complejo enzimático que se encuentra en la membrana mitocondrial interna
y permite la síntesis de ATP. Utiliza la energía liberada por el flujo de protones a
través de su subunidad F0 para catalizar la síntesis de ATP a partir de ADP y
fosfato inorgánico (Pi). Este proceso se conoce como fosforilación oxidativa y es la
forma más eficiente de generación de ATP en la respiración celular.

La cadena de transporte de electrones es una parte crucial de la respiración


celular, que ocurre en la membrana mitocondrial interna en las células eucariotas y
en la membrana plasmática en las células procariotas. Esta cadena de reacciones
redox utiliza la energía almacenada en los electrones transportados por las
moléculas de NADH y FADH2 para generar un gradiente electroquímico de
protones. El flujo de protones a través de la ATP sintasa impulsa la síntesis de
ATP, proporcionando energía para las diferentes actividades celulares. La cadena
de transporte de electrones es esencial para la producción eficiente de ATP y
representa un proceso clave en el metabolismo celular.

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