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acontecimientos subsiguientes, y que c u l m i n a e n u n a a l t e r n a - *


EL GUIÓN
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t i v a elegida» ( B e r n e , ¿Qué dice usted después de decir.hola?; B a r c e -


l o n a 2 0 0 4 , p. 4 8 8 ) . N o se t r a t a , simplemente, de i m a g i n a r lo
que h a r e m o s o lo que seremos cuando seamos mayores. P a r a
el análisis t r a n s a c c i o n a l , l a elección que hacemos de niños, a l
t r a z a r este p l a n , es definitiva. E s lo que queremos ser. D e s d e
este momento, todo en nuestra v i d a se moverá e n dirección
h a c i a el f i n a l que h a y a m o s prescrito p a r a nuestro guión, el
l l a m a d o provecho. Y no i m -
p o r t a ser más ,o menos
conscientes. También p o - GUION
demos no tener m e m o r i a
de nuestra elección. Pero
Es el «programa de vida» inconscien-
a h o r a , esta f o r m a p a r t e de
te que cada uno de nosotros formula,
P R E P A R A R UN G U I Ó N Y P O N E R L O EN E S C E N A n u e s t r a p e r s o n a l i d a d , de para sí mismo, en los primeros años.
nuestro inconsciente, y de- En su construcción intervienen nues-
P a r t i c i p a r en los juegos, ser nosotros m i s m o s los que los p o n - t e r m i n a c ó m o actuar. Y tros padres y sus reacciones, las eva-
este proyecto no es el f r u - luaciones que hacemos del mundo
gamos en práctica, esforzarse p a r a a l c a n z a r l a autonomía y la*
exterior, su confirmación y su nega-
conciencia, dejar que nuestro A d u l t o y nuestro N i ñ o controlen to de i n f l u e n c i a s externas,
ción. De esta manera llegamos a de-
las situaciones y r e s p o n d a n con elecciones y emociones a lo de contenidos recibidos y
cisiones definitivas que tendemos a
que nos o c u r r e : todo esto f o r m a p a r t e de l a h i s t o r i a de nuestra compartidos. S i n duda,
llevar a cabo durante el resto de
v i d a . H e m o s empezado a escribirla desde los p r i m e r o s días, l a estos elementos i n f l u y e n . nuestra vida. Podemos tener éxito en
hemos p l a n i f i c a d o desde niños, l a hemos corregido y ajustado Pero l a decisión es sola- la formación de un guión ganador,
desde adolescentes, con u n a m a y o r c o n c i e n c i a de nosotros y mente nuestra. P a r a e x p l i - en el que el provecho es una vida rica
carlo, Berne retoma el y satisfactoria, alcanzando un objeti-
del m u n d o c i r c u n d a n t e , l a l l e v a m o s a cabo de adultos. T o d o
vo preestablecido, o un guión perde-
esto, p a r a B e r n e y p a r a l a escuela del análisis t r a n s a c c i o n a l , es ejemplo de dos h e r m a n o s .
dor, con un provecho destructivo, o
nuestro guión. Sus p r i m e r a s definiciones se r e m o n t a n a l a d é - Mismo contexto, misma
uno no vencedor (también llamado
c a d a de 1970: en líneas generales, p o d r í a m o s definirlo como formación, m i s m a cultu- banal), en el que el provecho no es
u n proyecto de v i d a inconsciente. O , u t i l i z a n d o las p a l a b r a s r a , m i s m o s valores. A a m - una verdadera victoria, pero tampoco
de su creador, « u n p l a n de v i d a basado en u n a decisión t o m a - bos, l a m a d r e les dice que, es una derrota.

d a en l a i n f a n c i a , reforzado por los p a d r e s , j u s t i f i c a d o por tarde o t e m p r a n o , a c a b a -


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rán en el m a n i c o m i o . A ñ o s más tarde, u n o de ellos es p s i q u i a - momento a otro, entonces soy u n perdedor, P a r a B e r n e , astil
t r a y el otro paciente del psiquiátrico. distinción es identificable con u n a pequeña y simple pregunta,:
Esto 110 significa que desde niños y a seamos capaces de h a - «Si perdieses, ¿qué harías entones?». E l vencedor sabrá respon-
cer elecciones conscientes y calculadas como si fuésemos a d u l - der. T i e n e claro su objetivo y es c a p a / do estudiar caminos a l -
tos. E n cambio, quiere decir que nuestra decisión no se basa ternativos p a r a alcanzarlo. D e considerar otras hipótesis. Saín*
solo en elementos racionales, sino también en componentes que todo guión puede c a m b i a r y que tendrá que comprometer-
emocionales. T a l y como se h a mencionado, los padres contri- se, l u c h a r p a r a mantener ganador a l suyo. Por el contrario, el
buyen en l a elección, en el momento en el que, con sus compor- perdedor no tiene soluciones alternativas. G a s t a sus energías en
tamientos y sus actitudes, le d a n a l niño mensajes del guión, es u n a única cosa y, si esta fracasa, no sabe c ó m o afrontar el p r o -
decir, datos, verbales o no, sobre los que c a d a uno de nosotros blema. L a . coíiciencia y el análisis de todo esto se vuelven ele-
construye l a percepción de sí m i s m o y del m u n d o que le rodea. mentos fundamentales p a r a entender qué h a y en l a raí/ de
¿Pero c ó m o y por qué realizamos estas elecciones? ¿Desde dón- nuestro comportamiento. Este es el motivo por el c u a l B e r n e y
de se origina el guión? P o r su p r o p i a n a t u r a l e z a , l a i n f a n c i a es el análisis transaccional consideran a l guión u n elemento latí
u n periodo de fragilidad. E l niño está sometido a desafíos cons- valioso. L a s elecciones con las que de niño lo.construimos oslan
tantes y ve en los padres las figuras capaces de acompañarlo y claramente condicionadas por los instrumentos de los que teñe-
de proveer sus necesidades. L o que le rodea es aprendido en u n p mos posesión. S i queremos realmente a l c a n z a r los objetivos que
examen de realidad claramente diferente del de u n adulto. E l niño j nos hemos preestablecido, tendremos, de adultos, que recousi-
todavía no tiene u n conocimiento profundo, experiencia Azpro- j derar algunos pasos, readaptarlos y recalcularlos en base a, las
blem solving, certezas sobre sus capacidades. Se basa, p r i n c i p a l - ji nuevas competencias y a los nuevos conocimientos de los que
mente, en las emociones que en él son provocadas por el entor- | g e s t a m o s en posesión. A f e r r a m o s a las soluciones y a los m e r a -
no y por las emociones, y actúa generalizando a p a r t i r de | S nismos del N i ñ o qué h a elegido el guión no puede ser u n a ost r a -
detalles individuales. U n a vez que las decisiones están tomadas, !! i|, tegia ganadora.
determinarán los diferentes contenidos p a r a nuestro guión. U n
«vencedor» es el que persigue los objetivos que se h a preestable-
cido, s i n dificultades insuperables n i problemas. P o r el contra- E L E G I R UNA P O S I C I Ó N
rio, u n «perdedor» es el que no a l c a n z a el objetivo de su propio
guión y l a consiguiente satisfacción. Pongamos que yo me esta- A l escribir el propio guión, c a d a uno de nosotros h a recibido,
blezca como objetivo a l c a n z a r el éxito y l a riqueza. S i llego y filtrando y sumando los estímulos y los descubrimientos del
soy capaz de m a n t e n e r m e en esta condición, entonces soy u n m u n d o externo, algunas convicciones sobre sí m i s m o y sobre su
vencedor. S i llego, pero dejo que todo fracase por m i continuo v i d a . R e t o m a n d o uno de los pilares del análisis transaccional,
miedo de no estar a l a a l t u r a o de poder perderlo todo de u n podemos identificarlos de esta m a n e r a :
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Y o estoy bien, tú estás bien.

TU E S T Á S BIEN
Y o no estoy bien, tú estás bien.
i

Y o estoy bien, tú no estás bien.


Posición Posición
depresiva favorable
\/ / Y o no estoy bien, tú no estás bien.

YO NO
YO E S T O Y
D e hecho, se t r a t a de la|percepción|del propio comportamiento ESTOY BIEN <

BIEN
en relación a l contexto en el que nos encontramos. P o r esto,
parece claro que u n a vez que hemos elegido u n a de estas posi-
Posición de Posición
ciones, considerándola como l a que mejor nos refleja a nosotros
inutilidad paranoica

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y a nuestro m u n d o , construiremos u n guión que se le adapte.
P a r a B e r n e , entre los tres y los siete años llegamos a l a elección
de u n a de estas posiciones de vida, generalizando las experiencias
T U NO E S T Á S B I E N
hechas hasta aquel momento. U n a i n f a n c i a particularmente fe-
l i z puede empujar a l niño a convencerse del hecho de que «¡yo
siempre m e porto bien y los demás m e quieren!», p a r a después D i a g r a m a OK C o r r a l

llegar a elegir, como posición propia, « y o estoy bien, tú estás


O K C o r r a l . D e hecho, l a elección de l a posición de v i d a parece
bien». U n a , niña que se c u l p a b i l i z a puede decidir « N o querré a
encerrar en sí las características de u n verdadero desafío. T r a c e -
nadie, porque l a m a m á , a l a que yo quería, m e h a demostrado
mos u n diagrama: dos flechas perpendiculares que dividen el es-
lo contrario» y a b r i r el c a m i n o a u n « y o no estoy bien, tú no
pacio en cuatro áreas. Sobre el eje vertical ponemos el « T ú estás
estás bien». G o m o adultos, llevamos dentro esta elección y nues-
bien» a r r i b a y el «Tú no estás bien» abajo. Sobre el eje horizontal
tro guión. G o n resultados que pueden ser catastróficos.
«Yo estoy bien» a l a derecha y «Yo no estoy bien» a l a izquierda.
Algunos de los sucesivos psicólogos de l a escuela del análisis
Por lo tanto, c a d a cuadrante está en u n a posición de v i d a que
transaccional (en particular, F r a n k l i n Ernst) h a n elaborado u r i
hemos elegido, sobre l a que hemos construido el guión y a l que ten-
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esquema llamado « O K Corral». E l nombre hace referencia a


demos a aferramos, pasando g r a n parte del tiempo. P a r t i r de u n a
uno de los más célebres episodios de l a historia del L e j a n o Oeste,
posición « y o estoy bien, tú estás bien» nos permite afrontar el
el tiroteo que se produjo en 1881 entre los más famosos forajidos
mundo que nos rodea de m a n e r a adulta, realista. V i v i r el guión
de l a época, los hermanos E a r p contra los hermanos Glanton, en
de m a n e r a sana. Y , si es necesario, desplazarnos temporalmente
u n establo en l a ciudad de Tombstone, en A r i z o n a , llamado
en otro cuadrante porque es el que l a situación concreta requiere.
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Veamos cómo funciona este esquema. Marco está en la es- tipo «Hoy en día no te puedes ñar de nadie, ¡nadie te deja tra-
cuela, el director entra en el aula y le pide que le eche un vistazo bajar en paz! ¡Todos están preparados para descargar sobre ti
al material que le está entregando, para poder hacer un breve sus culpas sin hacer nada para resolverlas!». E l guión construi-
discurso introductorio en la próxima reunión con las familias. do sobre esta posición de vida se lleva a cabo con una actitud
Marco acepta. H a evaluado que la petición es factible y que defensiva, convencido de que todos están equivocados, con el
está perfectamente a su alcance: «yo estoy bien, tú estás bien». resultado de mostrarse, a los ojos de los demás, como una per-
Todo puede proceder tranquilamente. Cuando baja a la sala de sona soberbia, prepotente y agresiva.
profesores, Marco se acerca a un compañero. L o observa y y a Por último, si Marco hubiese elegido un guión construido so-
sabe qué va a ocurrir: tiene la intención de lamentarse de algo, bre la posición «yo no estoy bien, tú no estás bien», el resultado
poco importan los estudiantes, los otros compañeros, la direc- también podría haber sido peor. Marco habría escuchado a su
ción, los conserjes. L o hace siempre y a menudo sin motivo. U n compañero, incapaz de negarse, y sin tener el coraje de decirle
Adulto se habría enfrentado al compañero molesto, escuchando que solo le estaba haciendo perder el tiempo porque, por más
su problema y actuando en consecuencia. S i el asunto hubiese grave que fuese su problema, él tenía muchas cosas que hacer. Se
sido realmente grave, habría tratado de ayudarlo, sin olvidar la habría sentido deprimido, vacío, no a la altura de la situación,
petición del director que hay que preparar. E n cambio, si se atrapado en algo difícil de gestionar y seguro del hecho de que no
hubiese dado cuenta del hecho de que se trataba de la habitual habría tenido tiempo para prepararle lo que le había solicitado.
queja vacía, lo habría invitado a no molestarlo, liquidando la L e habría respondido, despreocupado del otro, algo del tipo
discusión y terminando de esta manera su trabajo. «Mira, realmente no sé qué decirte. E l día ha sido pésimo, yo no
Si la posición de vida de Marco fuese «yo no estoy bien, tú sabría cómo ayudarte y tú me estás haciendo perder mucho tiem-
estás bien», habría entrado en pánico, pensaría que él es el úni- po por lo que acabaré teniendo algún lío con el director». E n este
c o motivo por el cual el compañero se lamenta y consideraría caso, un Adulto habría escuchado al compañero y, al darse cuen-
que no sabe gestionar la situación. He aquí, entonces, que aca- ta de sus dificultades objetivas pero también del poco tiempo a su
baría por darse a la fuga con una excusa banal («¡Tengo que ir disposición, le habría invitado a no dar su brazo a torcer, prome-
al baño, lo siento!»). E l Niño que ha tendido el guión de esta tiéndole que lo ayudaría tan pronto como estuviese libre.
posición permanece arrodillado y actúa en consecuencia. U n a elección «equivocada» de la posición de vida termina
¿Y si la posición de Marco fuese «yo estoy bien, tú no estás por producir un guión perdedor y dañino, al que se aferra de
bien»? Escucharía a su compañero solo para después ponerse a todas maneras con obstinación y precipitándose hacia resulta-
despotricar, acusándolo de inventar cosas y de hacerle perder dos trágicos. Solo una progresiva conciencia, con un adecuado
mucho tiempo. Y poco importa si, en este caso, su compañero trabajo terapéutico, puede ofrecer la posibilidad de entender
necesitaba realmente ayuda y un motivo válido para lamentar- todo esto, de actuar para cambiar su propia posición de vida y,
s( Marco reaccionaría, de todos modos, con frases hechas del como consecuencia, su propio guión a uno que sea mejor.
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MENSAJES Y MATRICES abrazo que el pequeño recibe es despegado y breve. S i , a l a p r e n -


der a leer, tiene dificultades a l p r o n u n c i a r u n a p a l a b r a , su p a -
L a elección de l a posición d e r i v a de aquellos factores externos dre puede hacerle v e r que « N o se dice así» y, dependiendo de
que nos i n f l u y e n en los primeros años de v i d a . L o s padres les los tonos, de l a inflexión, de l a expresión, dependiendo del m e n -
proporcionan a los hijos mensajes del guión, verbales o no verbales, saje no v e r b a l , l a frase se puede interpretar en sentido positivo o
con los que c a m b i a n su percepción del mundo. E L «pequeño negativo. S i , j u g a n d o , l e v a n t a u n jarrón antiguo m u y frágil y su
profesor», entre los estados del yo, a n a l i z a y atesora todo esto. m a d r e le grita «¡Ay de t i ! ¡No hagas eso!», este mensaje v e r b a l
E n t i e n d e los mensajes en algunos comportamientos, como en , es u n a orden. S i durante u n a cena con los amigos, el pequeño
el abrazo de su m a d r e o en l a r i s a de su p a d r e cuando torpe- oye que s u m a d r e lo define como « u n angelito» esta es u n a abrir
mente mueve sus primeros pasos. O entiende totalmente lo con- bución. E l entrelazado de los mensajes verbales (divididos entre
t r a r i o , si l a m a d r e está comprometida en otra a c t i v i d a d y el 'ordenes o atribuciones) y no verbales (un gesto o l a inflexión de
l a voz que acompaña a u n mensaje verbal) h a c e que el pequeño
ponga en práctica u n modelado, es decir, adapta su propio c o m -
MENSAJE p o r t a m i e n t o y sus propias elecciones a las percepciones que h a
extraído de los mensajes. Incluso l a repetición de determinados
Es un contenido transmitido verbal o no verbalmente de los padres a su mensajes puede convertirse en u n factor determinante p a r a las
hijo, el cual formula evaluaciones sobre sí mismo, sobre los demás y futuras decisiones.
sobre el mundo circundante, mientras lanza las bases para su propio L o que no tenemos que olvidar es que nuestros padres tenían
guión. Dependiendo del estado del yo de la madre o del padre del que dentro de ellos u n Niño, u n P a d r e y u n A d u l t o . Y c a d a uno de
proviene el mensaje, puede asumir características diferentes. Del Niño
sus mensajes puede haber sido expresado por uno de estos esta-
del padre al Niño del hijo se transmiten órdenes, mensajes espontá-
dos del yo. Dependiendo de l a «procedencia», el análisis t r a n -
neos que «prohiben» algo (se han identificado 12 tipos diferentes, como
«no existir», «no sentir», «no lograr», y así sucesivamente). 0 permi- saccional h a esquematizado u n a matriz del guión ( F i g u r a 12) que
sos, órdenes positivas que le dan al pequeño la posibilidad de seguirlos clasifica los mensajes en base a l estado del yo que los h a e x p r e -
o no («Está bien que hagas una determinada cosa», por ejemplo). Del sado y que los h a recibido.
Adulto del padre al Adulto del hijo se transmiten programas, es decir, S i p r o v i e n e n del N i ñ o de l a m a d r e o del p a d r e serán órde-
instrucciones sobre cómo afrontar y resolver las peticiones de la vida
nes o-permisos; de s u A d u l t o , programas; de su P a d r e , contraórde-
diaria. Del Padre del padre al Padre del hijo entran en juego las con-
nes. L o s p r i m e r o s son los gestos espontáneos, no calculados,
traórdenes, es decir, aquellas sugerencias sobre qué hacer y cómo
comportarse hacia el mundo y hacia los demás («¡Estudia!», «Da siem-
i n m e d i a t o s , que n a c e n en el p a d r e . E n el caso de que sea n e -
pre las gracias», «Haz ejercicio», «Come mucha verdura», «Compro- gativo, las m e d i d a s serán cautelares (en p r i n c i p i o , no v e r b a -
métete en el trabajo», y así sucesivamente! les); si fuese positivo, se permitirá, si b i e n se optará a s i m i s m o
p o r u n comportamiento no v e r b a l . Estos últimos son eoneesio-
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l a aceptación de los vínculos sociales y culturales que los Padres


MI M A D R E MI P A D R E nos transmiten: c ó m o nos comportamos en público, c ó m o nos
YO
comportamos en l a mesa, de qué m a n e r a nos dirigimos a los
superiores... N o es tanto el opuesto del guión, sino más bien su
terminación, si lo consideramos compuesto y modelado sobre
los juicios que nosotros hacemos del m u n d o externo.

L A S Ó R D E N E S EN D E T A L L E

T r a t a n d o de p r o f u n d i z a r más en detalle, se h a n identificado


doce órdenes básicas (en p a r t i c u l a r gracias a l a contribución de
B o b G o u l d i n g . en 1979, otro psicólogo de l a escuela). S o n las
que más pueden i n f l u i r en el guión de c a d a uno de nosotros. S e
presentan como frases m u y breves introducidas por « N o » , p a r a
subrayar el carácter de prohibición, l a imposición de evitar a b -
F i g u r a 12 solutamente u n a determinada cosa.
nes h a c i a algo, son expresiones del N i ñ o en el P a d r e qne nos
dice « P o d r í a ser oportuno que..,», «Podrías hacer...» o «Sién- No s e r (No existir)
tete libre para...». L o s p r o g r a m a s h a y que considerarlos como
instrucciones sobre c ó m o h a c e r algo; son poco relevantes en l a E l p a d r e que tiene dificultades p a r a aceptar a l recién nacido;
formación del guión y representan aquellas sugerencias prác- l a m a d r e que sufre u n a grave depresión posparto; el p a d r e que
ticas, típicas del enfoque adulto de problem solving. E n c a m b i o , querría divorciarse, pero que no encuentra el coraje p a r a h a -
p o r lo general, las contraórdenes son el opuesto a las órdenes, cerlo por l a presencia de los hijos; l a j o v e n p a r e j a que c u i d a
t a l y como dice su propio n o m b r e , pero más comúnmente son amorosamente a su hijo, pero, que a veces, considera haberlo
informaciones sobre c ó m o afrontar el m u n d o , sobre qué es concebido demasiado pronto: todas son situaciones que pueden
necesario hacer, y nos p r o p o r c i o n a n definiciones de los demás l l e v a r a los padres a transmitirle a su hijo esta orden, l a i m p r e -
y del mundo: «¡Sé bueno!», «¡Pórtate bien!», «Comprométete y sión de que el n a c i m i e n t o es solo u n a carga. E s el mensaje más
t r a b a j a duro», « C u i d a a los que quieres», y así sucesivamente. devastador y uno entre los más recurrentes cuando se procede
L a actitud h a c i a este tipo de instrucciones, adaptarse a ellas, a l análisis de los guiones. Puede l l e v a r a formas peores de « y o
puede definirse también como « c o n t r a g u i ó n » , es decir, como no estoy b i e n » /
12.6 ERI'C B E R N E E L GUIÓN 127

No ser tú mismo No (No hacer nada)

«Eres peor que t u hermano», «Eres i g u a l que t u tío cuando e r a L a persona adulta incapaz, que emprende m i l cosas sin llevar
pequeño», «Te comportas como u n bebé», « M e habría gustado n i n g u n a a término, l a que permanentemente tiene l a impresión
mucho U n niño»: son afirmaciones que pueden o c u r r i r a m e n u - de esforzarse inútilmente, pero que no se compromete r e a l m e n -
do, t a l ' v e z pronunciadas de m a n e r a instintiva, no r a c i o n a l . te p a r a c a m b i a r todo esto, con m u c h a probabilidad h a p e r c i -
Pero el pequeño puede extraer el mensaje de que se lo querría bido esta orden en su m a d r e o en su padre. E s t a es típica del
mucho más en diferentes circunstancias. p a d r e aterrado ante l a idea de que pueda o c u r r i r l e algo a su
hijo. Y entonces lo tiene constantemente v i n c u l a d o a sí, le i m p i -
No ser un niño de hacer cualquier cosa, t a l vez justificándose con aquellos l u -
gares comunes recurrentes en el P a d r e : « ¡ N o te puedes f i a r de
E l Niño del padre se siente amenazado por l a llegada de otro nadie!», «¡El mundo es u n lugar horrible en el que crecer!».
niño a l a f a m i l i a . O el propio hijo, frente a u n d r a m a f a m i l i a r ,
se impone comportarse y r a z o n a r como u n Adulto y no como No ser importante
u n Niño. Padres que v i e n e n de u n entorno f a m i l i a r en el que el
crecimiento h a sido m u y rápido y espartano pueden encontrar- E l contenido de esta orden es parecido a « N o tener éxito». I m -
se no sabiendo gestionar u n yo Niño y tratando de hacer que pulsa a los individuos a ser del todo incapaces de a s u m i r el p a -
crezca lo antes posible. pel de m a n d o o de responsabilidad, a autosabotearse aunque no
ocupe posiciones de relieve. A menudo es aprobado por padres
No tener éxito que, por sus dotes no brillantes, no h a n recibido aprobados o
papeles de m a n d o , y esto h a generado en ellos l a idea de u n a
E l Niño del padre puede estar m u y influenciado por los éxitos de conspiración y de u n a persecución que r e s e r v a n a sus hijos i n -
su hijo. H a c e que obtenga algo que ellos n u n c a h a n podido tener culcándoles l a orden de no ser importantes.
transmite este mensaje, como por ejemplo l a posibilidad de i r a l a *
universidad. Pueden ser u n padre y u n a m a d r e que se preocupan No hacer nada
de que su hijo v a y a a l a escuela, lo empujan - a nivel e x t e r i o r - a
trabajar duramente pero luego no se preocupan realmente. O t r o E s precisamente el p a d r e el que convence a l hijo de su diversi-
ejemplo es el niño que se compromete en l a escuela, pero que dad, de su no ser como todos los demás. D e hecho, esta conside-
después, en el último minuto, encuentra u n a excusa p a r a no h a - ración especial puede e n m a s c a r a r carencias y lagunas en l a
cer el examen, convencido de su resultado negativo: con toda educación, que no se admiten, sino que se e n m a s c a r a n de l a s i -
probabilidad h a tenido padres que le h a n transmitido esta orden. guiente m a n e r a : te comportas así porque eres diferente de los
128 ER1C B E R N E E L GUIÓN 129

7 .
demás. L a persona que recibe esta orden a c a b a por ser conside- No pensar
r a d a asocial, introvertida, n u n c a a gusto con otras personas.
H a y f a m i l i a s e n las que los éxitos de los hijos se d i s m i n u y e n
No entrar en la intimidad constantemente, puesto que no los consideran a l a a l t u r a . H a y
padres que no tienen en cuenta sus reconocimientos y su apoyo,
Típico de las f a m i l i a s en las que el contacto físico está p r o h i b i - a pesar de que sus hijos se comprometen tanto como pueden. S e
do, o en las que se considera «débil» m o s t r a r abiertamente lo extrae l a orden de que es mejor no esforzarse, no gastar d e m a -
que se siente, las propias emociones. U n niño puede llegar a siadas energías en pensar, en esforzarse. D e adultos, estos no
imponerse solo esta orden si se siente rechazado por los padres, serán realmente capaces de afrontar los problemas que se p r e -
como f o r m a e x t r e m a de protección por las desilusiones afecti- sentan y actúan de m a n e r a confusa y caótica, no resolutiva.
vas. También puede presentarse en f o r m a de « N o fiarse»: si
pierde a u n padre o si este se aleja de l a f a m i l i a , por ejemplo, No sentir
por u n a separación, u n niño puede no ser capaz de elaborar l a
situación y llegar a l a conclusión de que el afecto que depositaba «¡Guárdate p a r a t i lo que sientes!»: es lo que c a p t a n algunas
en esta persona h a sido traicionado. P o r esta'razón, es mejor veces los hijos de aquellos padres que p r o h i b e n l a emoción o
evitar fiarse, de entrar en conflicto con las personas, si después algunas emociones m u y precisas («No expresar l a rabia», por-
estas se v a n . G u a n d o crece, este niño pondrá en práctica c o m - que m o n t a r en cólera se considera como inoportuno y m a l e d u -
portamientos de indiferencia y de p o c a c o n f i a n z a en los demás cado). T a l vez de buena fe, u n p a d r e le dice a su hijo: «¡Sé u n
y en sus manifestaciones de afecto, pensando que siempre h a y a hombre, no te eches a llorar!». E s t o se percibe como l a p r o h i b i -
segundas intenciones. ción del dolor y de l a posibilidad de sentir miedo o de a d v e r t i r
l a necesidad de a y u d a . U n a actitud que puede provocar, u n a

No estar bien vez crecido, trastornos y psicosis de diferente tipo.


Estos contenidos pueden i m p u l s a r a u n hijo a t r a z a r su p r o -
L a m a d r e y el padre están sobrecargados de trabajo. Querrían pio guión de u n a d e t e r m i n a d a f o r m a en lugar de otra. Pero no
dedicar muchas más atenciones a sus hijos, pero l a oficina se- lo obligan a hacerlo. Será él el que dé o no el peso a todo esto y,
cuestra c a d a momento de su v i d a . H a s t a que el pequeño se por lo tanto, actuará e n consecuencia sobre su propio guión. E l
pone enfermo y se t o m a n u n permiso p a r a estar cerca de él y « N o existir» puede ser entendido de m a n e r a trágica por u n
cuidarlo. E l hijo puede interpretar este mensaje como l a orden niño que llega a manifestar tendencias suicidas y, antes o des-
a « N o estar bien». E l «pequeño profesor» en él observa y con- pués, a ponerlas en práctica. Pero el niño también puede deci-
cluye que tiene que estar enfermo p a r a tener las atenciones que dir que todo esto es u n problema de su padre, no suyo. E l no es
. tanto desea. responsable de l a infelicidad de su m a d r e o de su padre. E l « N o
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existir» se puede v o l c a r en u n fuerte sentido de l a competición l a orden « N o existir» y de l a m a d r e « N o f o r m a r parte», puedo


y consentirle a l hijo a l c a n z a r grandes metas, t a l vez en el depor- deducir el «Si evito cualquier relación social, entonces puedo exis-
te o en el trabajo. tir». L a elección de aislarse, de n u n c a llevar a cabo realmente
U n hijo también puede explotar a l . m á x i m o su «pequeño u n a relación, es u n intento inconsciente de satisfacer las peti-
profesor» p a r a llegar a formular decisiones mixtas con las que ciones de l a m a d r e , p a r a que esta lo defienda de las del padre,
atender aquellas que considera que son sus propias necesidades. consideradas más dramáticas. Después h a y personas que pueden
D e l P a d r e de l a m a d r e h a recibido l a contraorden «¡Trabaja decidir leer los mensajes del guión a l contrario. Parece que los
duro, comprométete! ¡Solo así tendrás lo que quieras!». E n c a m - ignoran; en cambio, los están siguiendo a l pie de l a letra, pero
bio, del Niño de l a m a d r e h a percibido l a orden « N o existir» leyéndolos a l revés. S e m e h a inculcado el mensaje « N o formar
cuando ella h a tenido u n momento de depresión después del parte». D e adolescente (edad típica p a r a estos fenómenos) decido
parto. Puede extraer u n mensaje, u n a decisión m i x t a del tipo actuar de acuerdo a u n antiguión. Respondo a l mensaje dando u n
«Si trabajo duro y m e comprometo, entonces soy bueno, enton- vuelco y empezando a relacionarme con personas que mis padres
ces puedo existir»: una contraorden que cubre una orden. Entonces se considerarían inapropiadas, no estando n u n c a en casa, dejando
lanzará de cabeza a estudiar, a trabajar, en el deporte, en el 1
de lado los estudios p a r a divertirme con los nuevos amigos.
voluntariado. Llenará c a d a momento libre de su tiempo con
algo, considerando inaceptable el no h a c e r n a d a . L a s v a c a c i o -
nes y el descanso le serán difíciles, porque su «pequeño profe- EL PROCESO
sor» interpreta estos momentos de vacío como u n v e n i r a menos
a sus propios compromisos y, por este motivo, a esa condición A h o r a podemos tratar de entender c ó m o v i v i m o s el guión en el
gracias a l a c u a l «puedo existir». Solo trabajando en l a concien- tiempo. D e lo que hasta a h o r a hemos hablado e r a de su conte-
c i a de este proceso y sobre l a debilitación de l a orden p o d r á nido, no de su aplicación. B e r n e h a identificado seis modos, seis
m o d i f i c a r el guión que h a escrito p a r a sí m i s m o . modelos llamados procesos y h a identificado a c a d a uno de ellos
O puede cubrir una orden con otra orden. D e l a m a d r e h a recibido con u n mito griego que lo encarne.
el « N o existir», del padre el « N o entrar en l a intimidad». Puede*
elegir amortiguar l a p r i m e r a con l a segunda: todo v a bien, m i e n - \/ Hasta que: v i v o con m i guión justificando todas m i s accio-
tras que no entre en l a i n t i m i d a d con los demás. U n adulto que nes con el objetivo f i n a l que m e he preestablecido. Por
rechaza el contacto físico y emocional con los demás, que vive ejemplo « N o puedo relajarme hasta que no h a y a entrega-
aislado y en soledad, p a r a l a alegría de su «pequeño profesor». do el trabajo». Antes de convertirse en u n semidiós, Hér-
G o m o en el caso anterior, solo u n serio trabajo en el guión puede cules tuvo que llevar a cabo sus doce famosos trabajos:
romper este círculo vicioso. E n cambio, en determinados casos se « N o puedo subir a l O l i m p o hasta que no h a y a concluido
puede elegir el poner un padre contra el otro. S i del padre he recibido los doce trabajos que m e h a n propuesto».
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x / Después: el opuesto del anterior. Se expresa con u n « H a g o j a n t e de cómics estadounidense Schultz, G h a r l i e B r o w n


lo que deseo, pero después pagaré las consecuencias», siempre insiste en querer darle u n a p a t a d a a l a pelota que
« M e gusta d o r m i r hasta tarde, pero después estoy obliga- L u c y desplaza en el último segundo, haciéndolo caer a l
do a acostarme más tarde p a r a h a c e r todo lo que tengo suelo. M a r c o tiene u n a l u m n o que, á pesar de sus peticio-
que hacer». E l guión se v i v e en u n aplazamiento constan- nes, se reduce a estudiar siempre en el último momento,
te. E n l a antigüedad, D a m o c l e s decide dedicarse exclusi- t e r m i n a n d o por olvidarse de algo c a d a vez. S e pierde l a
vamente a s u propio placer, retrasando las decisiones y las cuenta de las veces en las que u n a persona insertada en
responsabilidades. H a s t a que se dio cuenta de que sobre este proceso se vuelve a prometer de no volver a caer, pero
su cabeza colgaba u n a espada suspendida por u n delgado a l f i n a l lo hará igualmente. E n el mito griego, A r a c n e está
hilo, u n cabello. E s el símbolo de las responsabilidades t a n segura de sus prppias capacidades tejedoras como
que está evitando y que podría desplomarse sobre su c a - p a r a desafiar a l a diosa A t e n e a a u n a competición. L a
b e z a de u n momento a otro. c u a l , por respuesta, l a t r a n s f o r m a en u n a araña obligada
a tejer su tela p a r a toda l a eternidad.
X/ 7 Nunca: «Querría eso, pero siempre se m e impide», en r e a -
l i d a d es u n a excusa p a r a no a d m i t i r que no es eso en sí lo \/ Casi: estas personas se comprometen, lo intentan, p a r e c e n
inalcanzable, son los esfuerzos los que no son suficientes. cercanas a grandes éxitos. Después, en el último segundo,
Querría salir con aquella j o v e n , pero seguramente no algo sale m a l , falta el impulso, falta el coraje p a r a l a últi-
aceptará n u n c a y por eso no se lo pido. Querría i r a l g i m - m a m i l l a y todo naufraga. O si lo consiguen, n i siquiera se
nasio pero, ¿cuándo encontraré tiempo? Y , por ese m o t i - d a n cuenta, no disfrutan de su éxito y enseguida b u s c a n
vo, n i siquiera v o y a m a t r i c u l a r m e . Siempre h a y u n p r o - u n a n u e v a t a r e a que llevar a cabo. B e r n e u t i l i z a como
b l e m a , u n obstáculo, u n impedimento que, en r e a l i d a d , ejemplo el caso de Sísifo que, según el mito, está obligado
no existe. S o n l a indecisión y l a i n c a p a c i d a d de hacer u n a a i m p u l s a r p a r a toda l a eternidad u n a r o c a sobre l a cresta
elección p a r a gestionar este enfoque. G o m o el mito griego de u n a colina, h a c i a l a c i m a . Pero, c a d a vez, a pocos p a -
de Tántalo atrapado en a l g u n a parte entre el a g u a p a r a sos de l a meta, l a r o c a se desliza de nuevo h a c i a el valle y
quitarse l a sed y l a c o m i d a p a r a quitarse el hambre,, pero l a escalada vuelve a empezar.
incapaz de a l c a n z a r n i lo uno n i lo otro.
X/ 7 Con final abierto: alguien h a a r r a n c a d o las últimas páginas
\/ Siempre: algunas personas p a r e c e n constantemente inser- de este guión. E l f i n a l se consigue. Pero a h o r a el vacío es
tadas en los mismos errores. E x i s t e l a conocedora que, total. N o h a y satisfacción por el éxito, solo h a y u n g r a n
constantemente, se mete en el m i s m o tipo de relaciones sentido de insatisfacción que h a y que llenar. E m i l i o tiene
fracasadas y destructivas. E n las famosas tiras del d i b u - a sus espaldas cuarenta y dos años de trabajo y u n a b r i -
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liante carrera. Ahora, por fin, ha llegado la esperada jubi- de libre elección sobre lo que hacer? Gomo hemos mencionado
lación. Y , en lugar de disfrutar del merecido descanso, al inicio, el guión es el fruto de una decisión que hemos madu-
siente una sensación de vacío que tiene que llenar. Marco rado durante los primeros años de vida, y que nuestros padres y
ha tenido a la misma clase durante dos años, lo han hecho el mundo exterior han reforzado y justificado. E l Niño que está
enloquecer, le han quitado el sueño, pero le han dado mu- dentro de nosotros hace todo lo posible para seguirlo, interpre-
cha satisfacción. Ahora han superado el examen de selec- tándolo como un valioso instrumento de defensa y como una
tividad y se han graduado. Es hora de las vacaciones. guía para sus propias acciones. Por supuesto, cuando lo hemos
¿Pero qué hacer, cómo llenar el vacío que han dejado por formulado era la mejor de entre las opciones posibles. Pero
la falta de trabajo que hay que corregir y clases que prepa- cuando nos convertimos en adultos tenemos que aprender a
rar? Esta vez, el mito que ha elegido Berne es el de File- «descontaminarnos» de todo esto. Tenemos que ser capaces de
mone y Bauci, un anciano matrimonio de Frigia, una re- llegar a reevaluar nuestras elecciones y, si es necesario, sustituir
gión de Anatolia, dispuestos a darles la bienvenida a dos el guión y cambiar nuestro modo de acercarnos a los demás, al
viandantes en su humilde casa de barro y paja. E n rea- mundo, a los juegos, a las transacciones, a nosotros mismos.
lidad, se trata de Júpiter y Mercurio disfrazados de pele- Tenemos que emprender una relectura de todo esto para final-
grinos. Los dioses se proponen recompensarlos por su mente ser libres, para finalmente estar bien.
gentileza y el anciano matrimonio pide simplemente se-
guir estando juntos, de esta manera Zeus los transforma
en dos árboles con las ramas entrelazadas.

Ninguno de nosotros lleva a cabo su propio guión siguiendo


rígidamente uno de estos seis procesos. Con frecuencia segui-
mos uno principal y otro secundario. Lo que no tenemos que
olvidar, otra vez, es que el guión lo hemos escrito nosotros, pero
que no estamos vinculados a él. Si nos damos cuenta de que
estos procesos solo son perjudiciales para, nuestra estabilidad,
podemos comprometernos para sustituirlos o para romperlos.
Si consideramos que somos prisioneros de un proceso «Des-
pués», podemos aprender a concedernos alguna pausa, a to-
marnos un momento para nosotros aunque el trabajo no esté
terminado. Si el proceso es el del «Con final abierto», ¿por qué
no leerlo como una extraordinaria posibilidad de crecimiento y

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