Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
rán en el m a n i c o m i o . A ñ o s más tarde, u n o de ellos es p s i q u i a - momento a otro, entonces soy u n perdedor, P a r a B e r n e , astil
t r a y el otro paciente del psiquiátrico. distinción es identificable con u n a pequeña y simple pregunta,:
Esto 110 significa que desde niños y a seamos capaces de h a - «Si perdieses, ¿qué harías entones?». E l vencedor sabrá respon-
cer elecciones conscientes y calculadas como si fuésemos a d u l - der. T i e n e claro su objetivo y es c a p a / do estudiar caminos a l -
tos. E n cambio, quiere decir que nuestra decisión no se basa ternativos p a r a alcanzarlo. D e considerar otras hipótesis. Saín*
solo en elementos racionales, sino también en componentes que todo guión puede c a m b i a r y que tendrá que comprometer-
emocionales. T a l y como se h a mencionado, los padres contri- se, l u c h a r p a r a mantener ganador a l suyo. Por el contrario, el
buyen en l a elección, en el momento en el que, con sus compor- perdedor no tiene soluciones alternativas. G a s t a sus energías en
tamientos y sus actitudes, le d a n a l niño mensajes del guión, es u n a única cosa y, si esta fracasa, no sabe c ó m o afrontar el p r o -
decir, datos, verbales o no, sobre los que c a d a uno de nosotros blema. L a . coíiciencia y el análisis de todo esto se vuelven ele-
construye l a percepción de sí m i s m o y del m u n d o que le rodea. mentos fundamentales p a r a entender qué h a y en l a raí/ de
¿Pero c ó m o y por qué realizamos estas elecciones? ¿Desde dón- nuestro comportamiento. Este es el motivo por el c u a l B e r n e y
de se origina el guión? P o r su p r o p i a n a t u r a l e z a , l a i n f a n c i a es el análisis transaccional consideran a l guión u n elemento latí
u n periodo de fragilidad. E l niño está sometido a desafíos cons- valioso. L a s elecciones con las que de niño lo.construimos oslan
tantes y ve en los padres las figuras capaces de acompañarlo y claramente condicionadas por los instrumentos de los que teñe-
de proveer sus necesidades. L o que le rodea es aprendido en u n p mos posesión. S i queremos realmente a l c a n z a r los objetivos que
examen de realidad claramente diferente del de u n adulto. E l niño j nos hemos preestablecido, tendremos, de adultos, que recousi-
todavía no tiene u n conocimiento profundo, experiencia Azpro- j derar algunos pasos, readaptarlos y recalcularlos en base a, las
blem solving, certezas sobre sus capacidades. Se basa, p r i n c i p a l - ji nuevas competencias y a los nuevos conocimientos de los que
mente, en las emociones que en él son provocadas por el entor- | g e s t a m o s en posesión. A f e r r a m o s a las soluciones y a los m e r a -
no y por las emociones, y actúa generalizando a p a r t i r de | S nismos del N i ñ o qué h a elegido el guión no puede ser u n a ost r a -
detalles individuales. U n a vez que las decisiones están tomadas, !! i|, tegia ganadora.
determinarán los diferentes contenidos p a r a nuestro guión. U n
«vencedor» es el que persigue los objetivos que se h a preestable-
cido, s i n dificultades insuperables n i problemas. P o r el contra- E L E G I R UNA P O S I C I Ó N
rio, u n «perdedor» es el que no a l c a n z a el objetivo de su propio
guión y l a consiguiente satisfacción. Pongamos que yo me esta- A l escribir el propio guión, c a d a uno de nosotros h a recibido,
blezca como objetivo a l c a n z a r el éxito y l a riqueza. S i llego y filtrando y sumando los estímulos y los descubrimientos del
soy capaz de m a n t e n e r m e en esta condición, entonces soy u n m u n d o externo, algunas convicciones sobre sí m i s m o y sobre su
vencedor. S i llego, pero dejo que todo fracase por m i continuo v i d a . R e t o m a n d o uno de los pilares del análisis transaccional,
miedo de no estar a l a a l t u r a o de poder perderlo todo de u n podemos identificarlos de esta m a n e r a :
118 ERIC B E R N E
E L GUIÓN 119
TU E S T Á S BIEN
Y o no estoy bien, tú estás bien.
i
YO NO
YO E S T O Y
D e hecho, se t r a t a de la|percepción|del propio comportamiento ESTOY BIEN <
BIEN
en relación a l contexto en el que nos encontramos. P o r esto,
parece claro que u n a vez que hemos elegido u n a de estas posi-
Posición de Posición
ciones, considerándola como l a que mejor nos refleja a nosotros
inutilidad paranoica
1
y a nuestro m u n d o , construiremos u n guión que se le adapte.
P a r a B e r n e , entre los tres y los siete años llegamos a l a elección
de u n a de estas posiciones de vida, generalizando las experiencias
T U NO E S T Á S B I E N
hechas hasta aquel momento. U n a i n f a n c i a particularmente fe-
l i z puede empujar a l niño a convencerse del hecho de que «¡yo
siempre m e porto bien y los demás m e quieren!», p a r a después D i a g r a m a OK C o r r a l
Veamos cómo funciona este esquema. Marco está en la es- tipo «Hoy en día no te puedes ñar de nadie, ¡nadie te deja tra-
cuela, el director entra en el aula y le pide que le eche un vistazo bajar en paz! ¡Todos están preparados para descargar sobre ti
al material que le está entregando, para poder hacer un breve sus culpas sin hacer nada para resolverlas!». E l guión construi-
discurso introductorio en la próxima reunión con las familias. do sobre esta posición de vida se lleva a cabo con una actitud
Marco acepta. H a evaluado que la petición es factible y que defensiva, convencido de que todos están equivocados, con el
está perfectamente a su alcance: «yo estoy bien, tú estás bien». resultado de mostrarse, a los ojos de los demás, como una per-
Todo puede proceder tranquilamente. Cuando baja a la sala de sona soberbia, prepotente y agresiva.
profesores, Marco se acerca a un compañero. L o observa y y a Por último, si Marco hubiese elegido un guión construido so-
sabe qué va a ocurrir: tiene la intención de lamentarse de algo, bre la posición «yo no estoy bien, tú no estás bien», el resultado
poco importan los estudiantes, los otros compañeros, la direc- también podría haber sido peor. Marco habría escuchado a su
ción, los conserjes. L o hace siempre y a menudo sin motivo. U n compañero, incapaz de negarse, y sin tener el coraje de decirle
Adulto se habría enfrentado al compañero molesto, escuchando que solo le estaba haciendo perder el tiempo porque, por más
su problema y actuando en consecuencia. S i el asunto hubiese grave que fuese su problema, él tenía muchas cosas que hacer. Se
sido realmente grave, habría tratado de ayudarlo, sin olvidar la habría sentido deprimido, vacío, no a la altura de la situación,
petición del director que hay que preparar. E n cambio, si se atrapado en algo difícil de gestionar y seguro del hecho de que no
hubiese dado cuenta del hecho de que se trataba de la habitual habría tenido tiempo para prepararle lo que le había solicitado.
queja vacía, lo habría invitado a no molestarlo, liquidando la L e habría respondido, despreocupado del otro, algo del tipo
discusión y terminando de esta manera su trabajo. «Mira, realmente no sé qué decirte. E l día ha sido pésimo, yo no
Si la posición de vida de Marco fuese «yo no estoy bien, tú sabría cómo ayudarte y tú me estás haciendo perder mucho tiem-
estás bien», habría entrado en pánico, pensaría que él es el úni- po por lo que acabaré teniendo algún lío con el director». E n este
c o motivo por el cual el compañero se lamenta y consideraría caso, un Adulto habría escuchado al compañero y, al darse cuen-
que no sabe gestionar la situación. He aquí, entonces, que aca- ta de sus dificultades objetivas pero también del poco tiempo a su
baría por darse a la fuga con una excusa banal («¡Tengo que ir disposición, le habría invitado a no dar su brazo a torcer, prome-
al baño, lo siento!»). E l Niño que ha tendido el guión de esta tiéndole que lo ayudaría tan pronto como estuviese libre.
posición permanece arrodillado y actúa en consecuencia. U n a elección «equivocada» de la posición de vida termina
¿Y si la posición de Marco fuese «yo estoy bien, tú no estás por producir un guión perdedor y dañino, al que se aferra de
bien»? Escucharía a su compañero solo para después ponerse a todas maneras con obstinación y precipitándose hacia resulta-
despotricar, acusándolo de inventar cosas y de hacerle perder dos trágicos. Solo una progresiva conciencia, con un adecuado
mucho tiempo. Y poco importa si, en este caso, su compañero trabajo terapéutico, puede ofrecer la posibilidad de entender
necesitaba realmente ayuda y un motivo válido para lamentar- todo esto, de actuar para cambiar su propia posición de vida y,
s( Marco reaccionaría, de todos modos, con frases hechas del como consecuencia, su propio guión a uno que sea mejor.
122 ERIC B E R N E E L GUIÓN 123
L A S Ó R D E N E S EN D E T A L L E
«Eres peor que t u hermano», «Eres i g u a l que t u tío cuando e r a L a persona adulta incapaz, que emprende m i l cosas sin llevar
pequeño», «Te comportas como u n bebé», « M e habría gustado n i n g u n a a término, l a que permanentemente tiene l a impresión
mucho U n niño»: son afirmaciones que pueden o c u r r i r a m e n u - de esforzarse inútilmente, pero que no se compromete r e a l m e n -
do, t a l ' v e z pronunciadas de m a n e r a instintiva, no r a c i o n a l . te p a r a c a m b i a r todo esto, con m u c h a probabilidad h a p e r c i -
Pero el pequeño puede extraer el mensaje de que se lo querría bido esta orden en su m a d r e o en su padre. E s t a es típica del
mucho más en diferentes circunstancias. p a d r e aterrado ante l a idea de que pueda o c u r r i r l e algo a su
hijo. Y entonces lo tiene constantemente v i n c u l a d o a sí, le i m p i -
No ser un niño de hacer cualquier cosa, t a l vez justificándose con aquellos l u -
gares comunes recurrentes en el P a d r e : « ¡ N o te puedes f i a r de
E l Niño del padre se siente amenazado por l a llegada de otro nadie!», «¡El mundo es u n lugar horrible en el que crecer!».
niño a l a f a m i l i a . O el propio hijo, frente a u n d r a m a f a m i l i a r ,
se impone comportarse y r a z o n a r como u n Adulto y no como No ser importante
u n Niño. Padres que v i e n e n de u n entorno f a m i l i a r en el que el
crecimiento h a sido m u y rápido y espartano pueden encontrar- E l contenido de esta orden es parecido a « N o tener éxito». I m -
se no sabiendo gestionar u n yo Niño y tratando de hacer que pulsa a los individuos a ser del todo incapaces de a s u m i r el p a -
crezca lo antes posible. pel de m a n d o o de responsabilidad, a autosabotearse aunque no
ocupe posiciones de relieve. A menudo es aprobado por padres
No tener éxito que, por sus dotes no brillantes, no h a n recibido aprobados o
papeles de m a n d o , y esto h a generado en ellos l a idea de u n a
E l Niño del padre puede estar m u y influenciado por los éxitos de conspiración y de u n a persecución que r e s e r v a n a sus hijos i n -
su hijo. H a c e que obtenga algo que ellos n u n c a h a n podido tener culcándoles l a orden de no ser importantes.
transmite este mensaje, como por ejemplo l a posibilidad de i r a l a *
universidad. Pueden ser u n padre y u n a m a d r e que se preocupan No hacer nada
de que su hijo v a y a a l a escuela, lo empujan - a nivel e x t e r i o r - a
trabajar duramente pero luego no se preocupan realmente. O t r o E s precisamente el p a d r e el que convence a l hijo de su diversi-
ejemplo es el niño que se compromete en l a escuela, pero que dad, de su no ser como todos los demás. D e hecho, esta conside-
después, en el último minuto, encuentra u n a excusa p a r a no h a - ración especial puede e n m a s c a r a r carencias y lagunas en l a
cer el examen, convencido de su resultado negativo: con toda educación, que no se admiten, sino que se e n m a s c a r a n de l a s i -
probabilidad h a tenido padres que le h a n transmitido esta orden. guiente m a n e r a : te comportas así porque eres diferente de los
128 ER1C B E R N E E L GUIÓN 129
7 .
demás. L a persona que recibe esta orden a c a b a por ser conside- No pensar
r a d a asocial, introvertida, n u n c a a gusto con otras personas.
H a y f a m i l i a s e n las que los éxitos de los hijos se d i s m i n u y e n
No entrar en la intimidad constantemente, puesto que no los consideran a l a a l t u r a . H a y
padres que no tienen en cuenta sus reconocimientos y su apoyo,
Típico de las f a m i l i a s en las que el contacto físico está p r o h i b i - a pesar de que sus hijos se comprometen tanto como pueden. S e
do, o en las que se considera «débil» m o s t r a r abiertamente lo extrae l a orden de que es mejor no esforzarse, no gastar d e m a -
que se siente, las propias emociones. U n niño puede llegar a siadas energías en pensar, en esforzarse. D e adultos, estos no
imponerse solo esta orden si se siente rechazado por los padres, serán realmente capaces de afrontar los problemas que se p r e -
como f o r m a e x t r e m a de protección por las desilusiones afecti- sentan y actúan de m a n e r a confusa y caótica, no resolutiva.
vas. También puede presentarse en f o r m a de « N o fiarse»: si
pierde a u n padre o si este se aleja de l a f a m i l i a , por ejemplo, No sentir
por u n a separación, u n niño puede no ser capaz de elaborar l a
situación y llegar a l a conclusión de que el afecto que depositaba «¡Guárdate p a r a t i lo que sientes!»: es lo que c a p t a n algunas
en esta persona h a sido traicionado. P o r esta'razón, es mejor veces los hijos de aquellos padres que p r o h i b e n l a emoción o
evitar fiarse, de entrar en conflicto con las personas, si después algunas emociones m u y precisas («No expresar l a rabia», por-
estas se v a n . G u a n d o crece, este niño pondrá en práctica c o m - que m o n t a r en cólera se considera como inoportuno y m a l e d u -
portamientos de indiferencia y de p o c a c o n f i a n z a en los demás cado). T a l vez de buena fe, u n p a d r e le dice a su hijo: «¡Sé u n
y en sus manifestaciones de afecto, pensando que siempre h a y a hombre, no te eches a llorar!». E s t o se percibe como l a p r o h i b i -
segundas intenciones. ción del dolor y de l a posibilidad de sentir miedo o de a d v e r t i r
l a necesidad de a y u d a . U n a actitud que puede provocar, u n a
liante carrera. Ahora, por fin, ha llegado la esperada jubi- de libre elección sobre lo que hacer? Gomo hemos mencionado
lación. Y , en lugar de disfrutar del merecido descanso, al inicio, el guión es el fruto de una decisión que hemos madu-
siente una sensación de vacío que tiene que llenar. Marco rado durante los primeros años de vida, y que nuestros padres y
ha tenido a la misma clase durante dos años, lo han hecho el mundo exterior han reforzado y justificado. E l Niño que está
enloquecer, le han quitado el sueño, pero le han dado mu- dentro de nosotros hace todo lo posible para seguirlo, interpre-
cha satisfacción. Ahora han superado el examen de selec- tándolo como un valioso instrumento de defensa y como una
tividad y se han graduado. Es hora de las vacaciones. guía para sus propias acciones. Por supuesto, cuando lo hemos
¿Pero qué hacer, cómo llenar el vacío que han dejado por formulado era la mejor de entre las opciones posibles. Pero
la falta de trabajo que hay que corregir y clases que prepa- cuando nos convertimos en adultos tenemos que aprender a
rar? Esta vez, el mito que ha elegido Berne es el de File- «descontaminarnos» de todo esto. Tenemos que ser capaces de
mone y Bauci, un anciano matrimonio de Frigia, una re- llegar a reevaluar nuestras elecciones y, si es necesario, sustituir
gión de Anatolia, dispuestos a darles la bienvenida a dos el guión y cambiar nuestro modo de acercarnos a los demás, al
viandantes en su humilde casa de barro y paja. E n rea- mundo, a los juegos, a las transacciones, a nosotros mismos.
lidad, se trata de Júpiter y Mercurio disfrazados de pele- Tenemos que emprender una relectura de todo esto para final-
grinos. Los dioses se proponen recompensarlos por su mente ser libres, para finalmente estar bien.
gentileza y el anciano matrimonio pide simplemente se-
guir estando juntos, de esta manera Zeus los transforma
en dos árboles con las ramas entrelazadas.