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, Foucault en la escuela: la disciplina, el espacio, el tiempo surridos casi veinte afios de la muerte de Mi- ee puede considerarse como una cues- tién problemitica. mera 5, verdad que en estos aioe Foucault ha antenido cierta presencia, especialmente en lectores Jévenes, particularmente entre quienes se inclinan por la filosofia o las ciencias sociales. Pero tambien pare- ‘ce Ser que lo que ha quedado de Foucault es una ima- en, Ia del ni teribe, rebelde, incémodo para la f- {osofia, mas que le del fldsofo que desde su trabajo fer em con el eslarecimieno de cuestones cnt - {Cuinto se lo ha leido 0 estudiado? Tal vez mucho menos de lo que se cree. El propésito de este texto es recordar fe texto es recordar a Foucault a = de sus conceptos capitales en relacién, tal como se presentan en Vigilar y casti- for Poel, ted ee a bien intentaremos accmpafr : ferencias al ambito escolar, ee Vigilar y castigar Con r, Foucault apunta a presentar Eee ue no quede an- clada en una visién represiva sino que muestre su as “El poder disciplinario [...] no encadena las fuerzas Para reducirlas; lo hace de manera que a la vez pue- da multiplicarias y usarlas {...] (VC, 175). Este Pde isp deca ex Buropa a partir de los sia I, invistiendo a formas anteriores de poder, reorganizindolas para dares ma- yor aleance y eficacia Como es cai en sus trabajos, Foucaillt no teorias sino en el de las eat rns se dig sna ieincones ‘en las que la disciplina ocupa un lugar central. Asi, si bien el ejemplo mas acabado lo encuentra en las (cl subtitulo del libro es, justamente, Nacimien- 10 de la prisién), también trabaja largamente con otras instituciones en las que se perciben it tes técni- cas disciplinarias: WFR, los hi 5, las fabri: cas, las escuelas. En elias se percibe cémo el se conforma con reprimnir, sino que algo: “La disciplina ‘fabrica’individuos; es la técnica espe- cifica de un poder que se da los individuos a la vez co- ‘mo objetos y como instrumentos de su ejercicio” (175). “La disciplina fabrica cuerpos sometidos y ejercita- dos, cuerpos déciles. La disciplina aumenta las fuer- zas del cuerpo (en términos econémicos de utilidad) y www.noveduc.com Gustavo Santiago srminos politicos dismimye esas misinas fuerzas (er de obediencia)" (142). Je las funciones de la Desde esta perspectiva, una de las funcion's Ce. escuela, entonees, seri In de proporcionaric a ooh Gad adulta individuos debidamente discip! e decir, stiles y obedientes. La disciplina, el espacio, el tiempo. Veamos a qué llama Foucault "La disciplina no puede identificarse ni_con und parr spares “Er eps de poder uno tos, de “ : niveles de aplicacién, de metas; es una ‘fisica’ o una “anatoriia'del poder. una tecnologia” (218) Son “mé (que garantizan la sujecion yerzas les imponen una id” (141). ‘Ladisciplina no trabaja en el ambito abstracto de la ley, sino en el. concreto del cuerpo. Por ello resulta fun- damental el control del espacio a ser discipl- ‘nnado. No se les dird a los alum- nos, por ejemplo, “no deben conversar porque lo prohibe el reglamento"; se buscari, mis bien, separarios, colocarlos es- pacialmente en una situacién de ‘incomunicacién, jue no ‘puedan ae ‘Una de las cuestiones que el poder disciplinario viene a re- solver es el manejo de un gran miumero de individuos pot unos pocos. (Come controlar a treinta o mas chicos eon un_ ‘solo;magstro, a cincuenta obreros con un solo capataz, cuarenta enfermos con un solo enfermero? {Como hacer, ademas, para que ese control produzca indivi- us ities? constante de sus ra ‘ouceult menciona varias técnias ligadas ala distri- Dbucién espaci detendremos en el “principio de ' “a cada indviduo su lugar; 1y en cada emplazamiento un individuo |... El espacio disciplinari tiende a divdirse en tanias parcelas como cuerpos o elementos a repartirse hay” (146). Pensando en la escuela, esto significaria que el aula se transforma en un tablero en el que a cada casilla se Je asigna un tinico elemento, um alumna. Esto le per- NOVEDADES EDUCATIVAS + N'152 2003 | Escaneado con CamScanner mite el docente saber siempre y de un vistazo estén sus alumnos, En rigor, donde sién de los vigil = alumno sino al lugar que che Nose Pertirbr y disroor te rata te oc haber ma easilas libres que ls que Dede: negramente il” (154) Todo aquello. que atone te de aula oen el regista’ nay eels contra esa utilidad del tiempo debe ser eliminado. El nes imprevistas; no puede ‘grupacio- tiempo estd tan profundamente cuantificado, es tan todo movimiento es: oral Aqui — “contabilizable”, como el espacio. Si a cada alumno le po, evidente. Cada pieza del Imismo tiem- correspondia una parcela de espacio, qui a cada act" ‘i legitimar vidad le corresponde una parcela de tiempo. ‘Ahora bien, esta fractura del tempo no da lugar & tuna fragmentacién cabtica sino que “los procedimien- tos disciplinarios hacen aparecer un tiempo lineal cw YOS momentos se integran unos a otros, y que se ariemta hacia un punto terminal y estable. En sua un tiempo ‘evolutivo’” (164). Es decir, detris de esta ‘Los diversos fragmentos se organizan en series fn las que hay linealidad, acumulacién, multiplica- ‘ign de logros: ix “Es este tempo discipinaio el que se impone po, ica pedagégica, especializando Hay duplas en el aula que conviene disolver, ay (oe etn, nemarindolo del tempo ads ‘otras que hay que construir. Sidos alumnos conversan, joe tiempo del oficio adquirido; disponiendo dife- jucean, se distraen, hay que separarios; si “wabajan —penjes estadios separados las unos de los otros por bien” hay que juntarlos. En este sentido, aternarnenas —yehas graduales; determinando programas que de- 'y varones suele ser una solucién eficaz (hay que seZa- er, esarrollarse cada uno durante una fase determi- lar aqui que se carga con supuestos que pretenden te- ada, y que implican ejercicios de dificultad crecien- net cardcter descriptivo cuando, en rigor, son prescrip- je; calicando a los individuos seguin la manera er tivos: se toma como dato que las chicas son mis char gy par recorrido estas series" (163). Jatanas ~salvo con los varones- y que los varones son sia més “inquietos”, “manos largas”). Con estos procedi- El control sobre el tiempo, entonces, no a jentos, el docente logra un mayor control del aula y tn mayer rendmiento de cada sumno ‘compar su crecimiento con ua crecien Pero no sélo se trata de construiry obstruirlazosen- te compiejidad de los contenidos, sino, igualmente, tre los alumnos: Eltablero, mds ald de su primera apa- a a . Esto posibilita riencia, no es homogéneo, sino que pone en escena una igor (no carlos, clasificarlos segiin el estadio en que se encuen- rmultitud de diferencias. ¢s lo mismo estar sentado delante del escritorio del do-_ tran, para poder utilizarios del modo mis provechoso. ‘cente que al fondo del aula; cerca de a ventana.odeun —Nuevamente, conocimiento, dominio y utilizacién. pasillo central) “La disposicién en ‘serie’ de las actividades suce- En cuanto p sivas permite toda una fiscalizacién de la duracién por el poder: posibilidad de un control detallado y de acento en la ‘momento tiene asignada una actividad especifica. No una intervencién puntual (de diferenciaciéin, de co- sélo hay un tiempo acotado para.cada materia -ya la _rreccidn, de depuracién, de eliminacién) en cada mo- misma divisidn en materias 0 asignaturas apunta a la mento del tiempo; posibilidad de caracterizar, y por fragmentacién-, sino que cada actividad tiene también lo tanto de utilizar a las individuos segin el nivel que un tiempo definido y, en Ia medida de lo posible, frac- tienen en las series que recorren; posibilidad de acu- cionado en partes ‘con un tiempo previo mular el tiempo y la actividad [.. tis asignado, También tiene su tiempo perfecta- ! mente administrado: hay un momento para ir al bafio _y garantiza su uso” (164). sin amontonamientos, ordenadamente-; uno para ju- gary conversar~sin que se trate de juegos que alteren Vigilancia, sancién, examen 4105 chicos y les impidan regresar en las condiciones propiadas para continuar con el desarrolio de las asig- _ Los alcances de la configuracién del espacio y del naturas-; uno para formar y volver al aula. tiempo en cuanto a se ponen Esta parcelacién del tiempo permite lefec- to en el empleo de ee ae rie rl pect -afma Fou Si se mira con detenimiento esta distribucién cronolé- ica se ve queno hay, en realidad, tiempo libre: inclu- _cault- permitiria a una sola mirada verlo 1 - 40 los supuestos momentos de desango o distensin _nentemente” (178) Exto solo es posible coe hoch, ee Pacpeies cen funcién de la utilidad (los chicos _pacio y el tiempo han quedado acabadamente diagra- [ian al batio o al reereo para poder aprovechar mejor mados, cuando a cada easilla corresponde un elemen- as ras de cae). to y a cada instante una actividad. Algo interesante es e pretende, sostiene Foucault, “asegurar Ja cali- que la maquinaria de vigilancia que se pone en funcio- Control ininterrumpido, pre- _namiento, si bien tiene una marcada direccién de arri- JOVEDADES EDUCATIVAS « W'152 + Agosto 2003 hile Escaneado con CamScanner te hacia los alumnos, también permite que haya relaciones laterales (un alumno que Fenuncia que su compafiero no est o que no esta don- de debe; que lo hace, incluso, involuntariamente: su presencia puede bastar para que la ausencia de su com- patiero quede a Ia vista; una puesta en evidencia por contraste del rendimiento deficiente de alguien en re~ lacién con el tiempo asignado a una actividad, por ejemplo) y, en menor medida, relaciones de abajo cia arriba: “) (182). El docente vigila a los alumnos pero, en cierto ‘modo, él tambign esta siendo vigilado por ellos. eee a nN wets 1¢ Fou- cault: “En el taller, en la escuela, en el ejército, reina una verdadera micropenalidad de! ba hacia abajo, del docent ‘bra (charla, insolencia), (acti rrrectas', gestos impertinentes, suciedad), dela sexua- lidad (falta de recato, indecencia) (iss) Lo que se enaliza en estos casos es todo aquello que se aparte ae sea que pueda ser conside- =) ara corregit esas desviaciones se aque se otorgan a Partr de comparaciones,diferenciaciones, jerarquiza: ciones, homogeneizaciones y exclusiones Por iiltimo, en lo que se refiere al examen, Foucault EE Ran AT alert quia que vigia y las de la sancién que normaliza. Es tuna vigilancia que permi- te cal Establece sobre los individuos una visibilidad a través de la cual se los di- Serencia y se los sanciona” (189). En el examen, quien ejerce el poder mira, quien lo yadece cs obearvano. La tabenatin que supe de esa observacién permite construir legajos —prontuarios- que ayudan a clasificar a los alumnos, haciendo de ellos “casos”. Especialmente cuando se trata de chicos con problemas —de aprendizaje, de conducta, de higie- ne, etc.-, el hecho de poseer registros rigurosos permi- te individualizarlos al mismo tiempo que compararlos con otros casos semejantes. Conclusiones y preguntas Todos formamas parte de la maquinara pancptica ‘Vivimos en un continuo “sonria que lo es fil mando -vigilando-”. Pero, al menos desde el planteo de Foucault, Jos docentes lo estamos de un modo pe- culiar. Durante horas habitamos esa torre de vigilancia que, articulando la distribucién espacial y Ia asigna- cién de actividades y la secuenciacién temporal, nos permite colaborar activamente en la construccién de 80s individuos déciles y utiles de los que el sistema tiene necesidad de seguir alimentindose, {GES esto realmente ast? {Sirve de algo ser conscien- te de que esto es lo que hacemos diariamente? ;Hay posibilidades de aspirar a una educacién no disciplina- ia? ;Deberiamos intentarlo? ‘Afortunadamente, Foucault no responde estas cues- tiones. Su itinerario filoséfico Jo llevé a buscar una respuesta no en el ambito de las instituciones sino de! trabajo personal. En sus ultimos textos (La inguietud de si, 1984; La hermenéutica del sujeto, 1882; Coraje fww.noveduc.com @ cl I Seno, en la que sta en eX del poder \ e trata de) en la que'se > jiduos a vigilar (alumnos, ), en habitaciones separadas y ay ia. Desde la to- fre, basta una sola persona para poder visualizer con faci) Gad todas las celdas. Al mismo tiempo, los reclusos pueden. Sbsenvar 8 los otros salvo. a,los de al lado, con los que no tienen'contacto-; pero no al vigilante, ya que la torre cuenta ‘con un dispositivo que permite mirar sin ser mirado. De es- te modo, los prisioneros no saben si estén siendo vigilados, © no, peto creen estarlo permanentemente.."De ah’ el efec- to mayor del, pandptico: > Hacer que la vigilancio permanente en sus efectos, incluso si es discontinua en la-accién® (204). ‘El pandptico.tiene dos grandes virtudes: ‘on un solo vigilante ~docente- se puede controlar 2 un lum srmanentes. cuando los presos aban- donen la circel 0 los alumnos la escuela continuaran sintiendo la ‘mirada del vigilante o docente so- bre si, lo que les impedira llevar adelante actos que se aparten de lo normal. La muttipicacion de dis ‘isciplinarios,, muchos de ellos de i enel st una Foucoult encuentra una pues tremo de las. aspiraciones disciplinaro: une aloja a. los. indivi presos, enfermos) ico. que prolongarnas nosotros mismo: ee que SOMOS Uno de Sus y verdad, 1983), su mirada se dirige a explorar posi- bles modos de construccin de st mismo el enfoque no €s ya el del poder sino el de la ética Queda, entonces, el camino abierto para que cada cual pueda encontrar sus propias respuestas (y, antes, sus propios planteos). Por supuesto que hay programas de educacién que ya han intentado hacerse cargo de la relacién poder-educacién, pero considero que la cues- tidn estd lejos de resultar agotada. Now "ads aca comepanden aa din manonada en bk es INFORMACION GUSTO — 2003 INOVEDADES EDUCATIVAS + N'152 Escaneado con CamScanner

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